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NUESTRA PORTADA Foto de Su Santidad Benedicto XVI, saludando a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, en su primera aparición pública, poco después de ser elegido, el día 19 de abril de 2005. Depósito Legal: C - 14 - 1981 BOLETÍN OFICIAL DEL ARZOBISPADO DE SANTIAGO Año CXLIV Abril 2005 Núm. 3.597 BENEDICTO XVI 1. Carta de comunicaciÓn del nombramiento de Benedicto XVI NUNCIATURA APOSTÓLICA EN ESPAÑA N. 5909/05 Madrid, 19 de abril de 2005 Excelentísimo Señor: Saludo cordialmente a los pastores y fieles de esa Archidiócesis, así como a cuantos participan en la solemne clausura del Año Santo Compostelano 2004. Con inmenso gozo me honro en comunicar a Vuestra Excelencia que, en la tarde de hoy, ha sido elegido Sumo Pontífice el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Joseph Ratzinger, 2 quien ha asumido el nombre de Benedicto XVI. Nacido en Marktl am Inn, diócesis de Nassau, Alemania, el 16 de abril de 1927. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, nombrado Arzobispo de München und Freising y Consagrado Obispo el 28 de mayo de 1977. Creado Cardenal en el Consistorio del 27 de junio de 1977. Con este feliz motivo me es muy grato reiterarle, Excelencia, las seguridades de mi más afta y distinguida consideración. Mons. Manuel Monteiro de Castro Arzobispo titular de Benevento Nuncio Apostólico 3 2.- Felicitación de la Diócesis al nuevo Papa Una vez elegido nuevo Sumo Pontífice S. S. Benedicto XVI, el Sr. Arzobispo en nombre de la Archidiócesis Compostelana le envió la siguiente felicitación: A Su Santidad Benedicto XVI Beatísimo Padre: La Archidiócesis compostelana con su Arzobispo da gracias a Dios y se alegra vivamente por Su elección para la Sede de Pedro, a la vez que transmite a Su Santidad su filial y afectuosa felicitación y encomienda Su Ministerio Apostólico al patrocinio del Apóstol Santiago. Queda de Su Santidad humilde y devotísimo hijo † Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela 3.- Felicitación de la Diócesis al Nuncio Apostólico Al tener conocimiento de la elección del nuevo Papa el Sr. Arzobispo, Mons. Julián Barrio Barrio escribió la siguiente felicitación al Nuncio de S. S., Mons. Manuel Monteiro de Castro. Excelencia Rvdma.: La Archidiócesis compostelana con su Arzobispo comparte el gozo de la elección del nuevo Papa Benedicto XVI con Vuestra Excelencia y los miembros de la Nunciatura Apostólica. 4 Encomendamos Su Ministerio Papal al patrocinio del Apóstol Santiago. Afmo. en el Señor = Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela. 5 4. BIOGRAFÍA DE S. S. BENEDICTO XVI El Cardenal Joseph Ratzinger, papa Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927. El padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera. Pasó la adolescencia en Traunstein y fue llamado en los últimos meses de segundo conflicto mundial en los servicios auxiliares antiaéreos. Era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional, decano del Colegio Cardenalicio. De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising. En el año 1953 se doctora en Teología con la disertación «Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de San Agustín». Cuatro años más tarde obtenía la cátedra con su trabajo sobre «La Teología de la Historia de San Buenaventura». Tras conseguir el encargo de Dogmática y Teología Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma universidad. En 1962 aportó una notable contribución en el Concilio Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia. Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar particular «Introducción al Cristianismo», recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe apostólica; «Dogma y revelación» (1973), antología de ensayos, predicaciones y reflexiones, dedicadas a la pastoral. Obtuvo una 6 notable resonancia el discurso pronunciado ante la Academia Católica bávara sobre el tema «¿Por qué sigo todavía en la Iglesia?, en la que afirmaba: «Solo es posible ser cristiano en la Iglesia y no al lado de la Iglesia». En 1985 publica «Informe sobre la fe» y en 1996 «La sal de la tierra». El 24 de marzo de 1977, Pablo VI lo nombró arzobispo de München und Freising. El 28 de mayo sucesivo recibía la consagración episcopal. Fue el primer sacerdote diocesano que asumió después de 80 años el gobierno pastoral de la gran diócesis bávara. Creado cardenal por el papa Pablo VI en 1977, fue relator en la V Asamblea General del Sínodo de los Obispos (1980) sobre el tema: «Los deberes de la familia cristiana en el mundo contemporáneo» y presidente delegado de la VI Asamblea sinodal (1983) sobre «Reconciliación y penitencia en la misión de la Iglesia». El 25 de noviembre de 1981 fue nombrado por Juan Pablo II prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional. El 5 de abril de 1993 entró a formar parte del orden de los obispos, con el título de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni. El 6 de noviembre de 1998 fue elegido vicedecano del colegio cardenalicio. El 30 de noviembre de 2002 el Santo Padre aprobó la elección de decano del colegio cardenalicio, realizada por los cardenales del orden de los obispos. Fue presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, que tras seis años de trabajo (1986-1992) pudo presentar al Santo Padre el nuevo Catecismo. El 10 de noviembre de 1999 recibió el doctorado «honoris causa» en Derecho por la Universidad italiana LUMSA Desde el 13 de noviembre de 2000 era Académico honorario de la Pontificia Academia de las Ciencias. Fue creado cardenal por Pablo VI en el consistorio del 27 de junio de 1977, titular de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni (5 7 abril 1993) y de la Iglesia Suburbicaria de Ostia (30 noviembre 2002). Era miembro del Consejo de la II Sección de la Secretaría de Estado, de las Congregaciones paras las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica; del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de las Pontificias Comisiones para América Latina y «Ecclesia Dei». 8 JUAN PABLO II 9 1.- Telegramas del Sr. Arzobispo al conocer la muerte del Papa Juan Pablo II Al tener conocimiento de la noticia del fallecimiento de S. S. Juan Pablo II, el Sr. Arzobispo envió sendos telegramas al Emmo. y Rvdmo. Cardenal Camarlengo, y al Nuncio de S. S. en España, cuyo texto reproducimos a continuación: Santiago de Compostela, 3 de abril de 2005 Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Eduardo Martínez Somalo Cardenal Camarlengo de la Santa Iglesia Romana CIUDAD DEL VATICANO Eminencia: Al tener noticia del fallecimiento de nuestro querido Papa Juan Pablo II, la Iglesia de Santiago de Compostela, que vivió su afectuosa cercanía, y su Arzobispo manifestamos nuestro sentimiento profundo unido a nuestra honda gratitud y humilde oración, pidiendo al Buen Pastor, por intercesión del Apóstol Santiago, que le haya acogido en su bondadosa misericordia y confiando que Cristo nos concederá otro Sucesor de Pedro según su corazón. = Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela 10 2.- Carta del Cardenal Camarlengo agradeciendo la condolencia por la muerte de Juan Pablo II 11 3.- Carta del Nuncio Apostólico agradeciendo la condolencia por la muerte de Juan Pablo II 12 4.- Carta Pastoral del Sr. Arzobispo con motivo del fallecimiento del Papa Juan Pablo II 4 de abril de 2005 Queridos diocesanos: El Papa Juan Pablo II, un hombre histórico, un testimonio de esperanza, “el gran alpinista del espíritu”, ha llegado a la cima, “Monte de Gozo y Jerusalén celestial”, tras una escalada fatigosa pero siempre esperanzada, acompañado por nuestra oración, afecto y cercanía. Su pontificado ha sido uno de los más importantes y significativos para la Iglesia y para el mundo, siendo hasta ahora el Papa más visible de la historia y el más visto. Convencido de la verdad que conlleva ser cristiano, esa convicción animó todo cuanto hizo. Sólo se le puede comprender desde la hondura interior con que ha vivido los acontecimientos de su existencia, y desde su fe intrépida. Al timón de la barca de la Iglesia, no le han faltado noches y días de zozobra, surcando las aguas, a veces impetuosas y vertiginosas, del mar de nuestros tiempos, siempre con una conciencia clara de saber de quien se había fiado y viviendo en esta confianza. Sus intuiciones proféticas se fueron verificando en el peregrinar del Pueblo de Dios, estando como “buen samaritano” al lado del hombre contemporáneo y viviendo con lúcida sencillez lo que se halla a veces en el extremo de la complejidad. Era sabedor de que la actitud del hombre ante el misterio de Dios determina su vida social y cultural, y de que toda la historia de los hombres es movida por el Espíritu. Esto le ayudó a descubrir los grandes retos en el espesor de la historia. Al encomendar al Papa Juan Pablo II pidiendo que Dios Padre le haya acogido en su bondadosa misericordia, le manifestamos nuestra profunda gratitud por el testimonio que nos deja a través de su ministerio vivido en fidelidad, compromiso y espíritu de servicio. 13 En comunión eclesial, celebraremos exequias solemnes por el difunto Pontífice en la SAMI Catedral, en la Real e Insigne Colegiata de La Coruña, en la Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra y en todas las parroquias de la Archidiócesis, bien sea en cada una de ellas o bien por zonas o arciprestazgos, según el criterio del párroco y de los arciprestes. En este sentido me dirijo también a los Miembros de Vida Consagrada, uniéndonos todos en oración por quien ha sido el Pastor de toda la Iglesia. Una vez celebrados los funerales, especialmente durante el Cónclave, tanto en la Catedral, como en la Colegiata, en las parroquias y en las comunidades religiosas, cuando el Calendario Litúrgico lo permita, podrán utilizarse las oraciones y los textos litúrgicos de la Misa “Para elegir un Papa”, hasta que el Señor provea a su Iglesia de un nuevo Pontífice, “pastor de todos los fieles para procurar el bien común de la Iglesia universal y de cada Iglesia” (ChD 2). Con María, Madre de la Iglesia, a la que Juan Pablo II consagró filialmente su ministerio, en actitud orante mantengámonos “alegres en la esperanza, pacientes en la tribulación, perseverantes en la oración” (Rom 12,12). ¡Que el Buen Pastor haya acogido en la ciudadanía de los santos a quien fue su Vicario en la tierra, el querido Papa Juan Pablo II! Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela. 14 5.- Crónica de los actos celebrados en la dióceisis con ocasión del fallecimiento del Papa La figura de Juan Pablo II ha suscitado un movimiento diocesano de oración y vigilia tanto para acompañarle en sus últimos momentos como para rezar por él y agradecer al Señor su vida entregada a la Iglesia y a la sociedad. El 1 de abril, día anterior a su fallecimiento, el Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, pidió a todos los diocesanos a través de un comunicado enviado a los medios de comunicación gallegos qu se intensificase la oración para acompañar a su Santidad en esos momentos de dolor. Ese mismo día D. Julián Barrio convocó una rueda de prensa y agradeció a todos los periodistas la preocupación que demostraban ante un acontecimiento como el que estábamos viviendo. “Tenemos que unirnos en oración con el Papa como signo de nuestra gratitud, afecto y cercanía pidiendo al Señor que se haga su voluntad”, les indicaba, aprovechando los medios de comunicación para convocar a todos los jóvenes a participar en la Catedral de Santiago en una vigilia de oración. Los jóvenes, respondiendo a esta llamada, rezaron por el Papa. El 2 de abril el Papa Juan Pablo II fallecía a las 21.37h. El Arzobispo compostelano, tras abrir la Catedral, rezó el Rosario con todas las personas que espontáneamente acudieron a velar esa noche. Desde las 10.45 h las campanas de la Catedral sonaron y tras el rosario D. Julián Barrio presidió una exposición del Santísimo hasta las 2.00 h. Ante esta gran pérdida se envió a los medios de comunicación un comunicado oficial en el que se reflejaban las palabras textuales del Sr. Arzobispo: “Ha muerto un Papa que todos considerábamos de la familia. Sabíamos que nos quería y le queríamos. La diócesis compostelana, que contó con su presencia en dos ocasiones, participa de este dolor compartido por nuestros hermanos en la fe y por todas aquellas personas sensibles al testimonio de una vida al servicio del hombre a través del testimonio de la verdad y del servicio de la caridad”. 15 El 3 de abril, tras comparecer ante los medios de comunicación en directo, D. Julián Barrio presidió la Misa de Coro de la Catedral ofreciéndola por el Papa Juan Pablo II y participó por la noche en una Vigilia de jóvenes organizada por Pastoral Juvenil en la plaza de la Quintana. En esta Vigilia más de mil jóvenes rezaron delante de la Puerta Santa cerrada como signo del Papa peregrino. Al día siguiente, el 4 de abril, la Catedral de Santiago vibró con los más de 3.000 jóvenes que participaron en una Eucaristía presidida por D. Julián Barrio. El Sr. Arzobispo les invitó a no tener miedo, como decía Juan Pablo II, y a vivir la vida acorde con el Evangelio. El Arzobispado colocó un libro de firmas en el hall de entrada para que todos los católicos y no católicos manifestasen sus condolencias por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II. Así, los funerales oficiales se celebraron el el día 6 a las 19.30h en la Catedral de Santiago; el día 9 a las 12.00 h en la plaza de María Pita de A Coruña y el día 11 de abril a las 13.00 h en la Real Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra. 16 6.- Homilía del Arzobispo en la Misa Funeral celebrada en la SAMI Catedral 1 Tes 4, 12-17; Mt 5, 1-12. Nos hemos reunido para darle el “adiós pascual” a nuestro querido Papa Juan Pablo II, un Papa bueno y un gran Papa. La liturgia pascual nos enseña que Dios hace lectura del hombre a través del perdón y de la misericordia. Si toda nuestra existencia hemos de iluminarla con la luz de la Pascua, de manera especial la muerte, acontecimiento solemne que nos posibilita pasar a la vida eterna y ver a Dios cara a cara: “Oh Dios por ti madrugo, mi alma está sedienta de Ti, mi carne tiene ansia de Ti, como tierra reseca, agostada, sin agua”. Después de experimentar las fatigas propias de la peregrinación terrena, entendemos mejor la manifestación de San Juan de la Cruz: "Sácame de aquesta muerte, mi Dios, y dame la vida, no me tengas impedida en este lazo tan fuerte, mira que peno por verte". “Y estaremos siempre con el Señor” (Ts 4,17). No necesitamos otro consuelo, ni nos es precisa a los creyentes otra razón para vivir con esperanza y para morir con sosiego que esta luminosa afirmación del Apóstol. Y a la luz de esta certeza, será más fácil encontrar la razón de ser de nuestra esperanza en el ir tejiendo día a día el tapiz de nuestra existencia con los hilos de la realidad del dolor y de la alegría, de los desencantos y de los logros, del ánimo y de la decepción, del amor y del olvido. Estar siempre con el Señor: permanecer amorosamente sin la prisa inquieta de quien se siente incómodo, saborear la fidelidad de Dios sin intermitencias y sin el riesgo de ofuscarnos por el engañoso atractivo del mal y del pecado, viendo la gloria del Señor Jesús que se entregó a la muerte por nosotros y la venció definitivamente con la resurrección. El destino del hombre es un destino de amor y de compañía dichosa con Aquel que nos ha creado, nos salva y nos espera. Mientras tanto como tejedores vamos devanando nuestra vida, viendo el revés del tapiz que estamos tejiendo. En esta espera sólo tenemos contacto real con el lado más penoso de nuestro trabajo: los hilos enredados y rotos de la trama de nuestra 17 vida. Pero un día seremos invitados a pasar al otro lado del tapiz y nos maravillaremos del resultado porque veremos la obra de Dios en nosotros, si hemos vivido unidos a Cristo. Cuando la vida es Cristo, la muerte es una ganancia. Morir con dignidad presupone la sabiduría cristiana de la esperanza, buscando siempre el querer de Dios y el encuentro con el Amor vencedor de la muerte. “Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad”. Na Eucaristía deste serán facemos memoria do Señor Xesús que vivíu, morreu e resucitou por nós: “Amoume e entregouse a min”, di san Pablo. A morte de Cristo, solidaria e oferente, é unha garantía definitiva da misericordia de Deus e o fundamento permanente da nosa esperanza porque “Cristo cargou sobre sí tódolos pecados do mundo, e as súas palabras cumpliranse sen que deixe de facelo nin unha soa”. Facemos tamen memoria do noso querido Papa Xoán Paulo II, sembrando a sua mensaxe e asociando o seu destino a Xesús. Agora, a súa morte fíxolle participar na morte de Cristo, confiando en que a ela seguirá o mesmo xuízo de Deus que seguíu á vida e á morte de Cristo manifestado nella resurrección. A vida compréndese sempre mirando cara atrás, pero hai que vivila mirando cara adiante. A gozosa adhesión á divina vontade de Deus e unha profunda experiencia de fe foron as características que definiron a súa existencia. Buscou a Deus en sí mesmo e buscouse a sí mesmo en Deus. Foi un Papa segundo o corazón de Deus, profundamente crente que tiña os pés no chan pero xamais se esqueceu de mirar ó alto. Home de Deus a quen procurou agradar toda a súa vida, home da Igrexa á que servíu ata o extremo das súas forzas e home dos homes dos que sempre estivo preto coma bo samaritano. Cos seus propios ollos puido ve-los dramas que padece o home dos nosos tempos. Deuse de conta de que moitas persoas da terra viven na miseria física cos males que a acompañan, e que non poucas viven a miúdo na miseria espiritual que ten a avantaxe de ser indolora pero o inconvinte de ser mortal. Mirou lonxe e en profundidade, descubrindo os grandes retos que plantexa o Espírito no espesor da historia, afrontando situacións complexas e grandes cambios, e facendo unha lectura crente dos mesmos. Pastor, 18 evanxelizador e testemuña da fe deixounos testemuño da certidume pública da súa fe, e da grandeza da súa fidelidade, fortaleza e firmeza. Sementou a puñados a semente do Evanxeo, proclamando que Deus favorece a liberdade humana, que a actitude relixioxa axuda o desenvolvemento dos dons naturais e que a fe e a razón son como as alas coas que o espirito humano se ergue cara a contemplación da verdade. Falou de Deus ós homes e falou dos homes a Deus, consciente de que a verdade nos posúe e é para servila e comunicala aínda comporte sacrificio. “Fíxose todo para todos para salvar a toda costa a algúns”, encontrando os que cren, os que buscan a Deus e os que se ven atormentados pola dúbida e subliñando que o home é imaxe e semellanza de Deus e non ó revés. O sufrimento acompañouno ó longo da sua vida dándolle capacidade para ve-la realidade cos ollos do corazón. No inmenso océano da Igrexa, fixo moitas singladuras cunha fe intrépida. Non tivo medo do Misterio de Deus porque confiou sempre no seu Amor. Referente moral para todo o mundo ofreceu a moral do Evanxeo que procede do amor que o quere todo para dalo todo, e que perdoa todo para amar aínda máis. Estaba convencido de que rebaixa-las esixencias do Evanxeo é rebaixar ó ser humano. Esto deulle forzas para defende-la dignidade da persoa humana, a liberdade e a verdade que funda ó home e lle abre ó Eterno. A Igrexa en Galicia sabe do afecto e da cercanía pastoral que Xoán Paulo II tivo e que manifestou nas súas dúas visitas pastorais, deixándonos a mensaxe de que a fe católica constitúe a identidade do pobo español, falándonos da dignidade do traballo humano, pedindo a renovación espiritual e humana de Europa, e proclamando que Cristo é o Camiño, a Verdade e a Vida. Certamente a súa vida, as súas conviccións e a súa doutrina representan un inequívoco desafío para a época en que vivíu, testemuñando que a esperanza centrada en Cristo é a verdade do noso mundo, porque no centro do drama humano está Cristo, a imaxe de Deus invisible. O tempo da proba no Papa deu paso á eternidade da recompensa. Entrou na historia por méritos propios. Cruzou xa o umbral da esperanza. Agora sentimos a necesidade do corazón de 19 agradecerlle co noso afecto e oración o legado que nos deixou e no que resoa o eco das Benaventuranzas. Ante a súa morte participamos da dor compartida polos nosos irmáns na fe e por tódas aquelas persoas sensibles ó testemuño dunha vida ó servicio dos dereitos do home a través do seu testimonio da verdade e do seu servicio na caridade. Somos beneficiarios do seu ministerio, do seu traballo e do seu sacrificio. Queremos pedirlle un último favor: ¡intercede por todos nós! Coa nosa gratitude e a nosa súplica pregamos para que o Bo Pastor fixéralle xa partícipe da gloria celestial. Amén. 20 SANTA SEDE 1.- Mensaje de S. S. Juan Pablo II con ocasión de la 39 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales Queridos hermanos y hermanas: 1. Leemos en la Carta de Santiago: “De una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos míos, no debe ser así” (St 3, 10). Las Sagradas Escrituras nos recuerdan que las palabras tienen un extraordinario poder para unir a las personas o dividirlas, para crear vínculos de amistad o provocar hostilidad. Ello no es verdad sólo respecto a palabras intercambiadas entre individuos. Se aplica asimismo a toda comunicación, donde sea que tenga lugar y a cualquier nivel. Las modernas tecnologías nos ofrecen posibilidades nunca antes vistas para hacer el bien, para difundir la verdad de nuestra salvación en Jesucristo y para promover la armonía y la reconciliación. Por ello mismo su mal uso puede provocar daños enormes, suscitando incomprensión, prejuicios y hasta conflictos. El tema elegido para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales del año 2005, “Los medios de comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos”, señala una necesidad urgente: promover la unidad de la familia humana a través de la utilización de estos maravillosos recursos. 2. Un modo importante para lograr esta meta es la educación. Los medios pueden enseñar a millones de personas cómo son otras partes del mundo y otras culturas. Por ello se han llamado acertadamente “el primer areópago del tiempo moderno;... para muchos son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e inspiración para los comportamientos individuales, familiares y sociales” (Redemptoris missio, 37). Un conocimiento adecuado promueve la comprensión, disipa los prejuicios y despierta el deseo de aprender más. Las imágenes, en particular, tienen la capacidad de transmitir impresiones duraderas y moldear actitudes. Enseñan a la gente a mirar a los miembros de otros grupos y naciones, ejerciendo una influencia sutil sobre si deben ser considerados como amigos o enemigos, aliados o potenciales adversarios. Cuando los demás son presentados en términos hostiles, se siembran semillas de conflicto que pueden fácilmente convertirse en violencia, guerra e incluso genocidio. En vez de construir la unidad y el 21 entendimiento, los medios pueden ser usados para denigrar a los otros grupos sociales, étnicos y religiosos, fomentando el temor y el odio. Los responsables del estilo y del contenido de lo que se comunica tienen el grave deber de asegurar que esto no suceda. Realmente los medios tienen un potencial enorme para promover la paz y construir puentes entre los pueblos, rompiendo el círculo fatal de la violencia, la venganza y las agresiones sin fin, tan extendidas en nuestro tiempo. En palabras de San Pablo, que fueron la base del Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien” (Rm 12, 21). 3. Si esta contribución a la construcción de la paz es uno de los modos significativos como los medios pueden unir a las personas, otra es su gran influencia positiva para impulsar las movilizaciones de ayuda en respuesta a desastres naturales u otros. Ha sido conmovedor el ver la rapidez con que la comunidad internacional respondió al reciente tsunami, que provocó innumerables víctimas. La velocidad con que las noticias viajan hoy aumenta la posibilidad de tomar medidas prácticas en tiempo útil para ofrecer la mejor asistencia. De esta manera los medios pueden lograr un bien muy grande. 4. El Concilio Vaticano II recuerda: “Para el recto uso de estos medios es absolutamente necesario que todos los que los utilizan conozcan las normas del orden moral en este campo y las lleven fielmente a la práctica” (Inter mirifica, 4). El fundamento ético es éste: “La persona humana y la comunidad humana son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social; la comunicación debería realizarse de personas a personas, con vistas al desarrollo integral de las mismas” (Ética en las comunicaciones sociales, 21). Así pues, son en primer lugar los comunicadores quienes deben poner en práctica en sus vidas los valores y actitudes que están llamados a inculcar en los demás. Antes que nada, esto debe incluir un auténtico compromiso con el bien común, un bien que no se reduzca a los estrechos intereses de un grupo particular o nación, sino que acoja las necesidades e intereses de todos, el bien de la familia humana entera (cf. Pacem in terris, 132). Los comunicadores tienen la oportunidad de promover una auténtica cultura de la vida, distanciándose de la conjura actual contra la vida (cf. Evangelium vitae, 17) y transmitiendo la verdad sobre el valor y la dignidad de toda persona humana. 22 5. El modelo y pauta de toda comunicación se encuentra en el Verbo mismo de Dios. “De muchos modos habló Dios a nuestros padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo” (Heb 1,1). El Verbo encarnado ha establecido una nueva alianza entre Dios y su pueblo, una alianza que también nos une entre nosotros, convirtiéndonos en comunidad. “Porque él es nuestra paz, el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad” (Ef 2, 14). Mi oración en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año es que los hombres y mujeres de los medios asuman su papel para derribar los muros de la división y la enemistad en nuestro mundo, muros que separan a los pueblos y las naciones entre sí y alimentan la incomprensión y la desconfianza. Ojalá usen los recursos que tienen a su disposición para fortalecer los vínculos de amistad y amor que son signo claro del naciente Reino de Dios aquí en la tierra. Desde el Vaticano, 24 de enero de 2005, fiesta de San Francisco de Sales. JUAN PABLO II 23 ARZOBISPADO 1.- Carta pastoral en la Jornada del Enfermo. Pascua 2005. Texto castellano Queridos diocesanos: En la Pascua del Enfermo de este año seguimos también teniendo muy presentes a todos los enfermos de nuestra comunidad diocesana, a sus familias y a los Profesionales de la salud. Estos “nos necesitan y los necesitamos” y no pueden quedar en ese anonimato que sumerge en el olvido ajeno al agradecimiento. Conocer esta realidad, sus retos y desafíos es un buen punto de partida para una mejor colaboración entre enfermos y profesionales de la salud, llamados a ser “testigos del evangelio en el mundo de la salud”. La nueva evangelización no se llevará a cabo si no promovemos la vocación y el compromiso de los seglares. Esta presencia activa de los laicos es imprescindible. El desarrollo y la vitalidad de la pastoral de la salud van a depender en buena parte de esta presencia. Muchos de los profesionales de la salud se plantean su identidad católica. Descubrir su vocación cristiana en el campo de la salud es imprescindible. “Dentro de la promoción del laicado nos parece urgente impulsar el compromiso profesional sanitario, profundizando y desarrollando más su identidad. Este compromiso ha de realizarse desde su propia condición seglar y desde el cumplimiento responsable de su profesión. Dentro de una actitud de servicio a la vida y a la salud integral del enfermo, el profesional sanitario ha de sentirse llamado a colaborar, de manera particular en la humanización de la asistencia al enfermo y en la iluminación ética de los problemas sanitarios”1. Cada vez es más urgente sensibilizar a la comunidad cristiana para vivir con sentido la salud y la enfermedad, la vida y la muerte. Todos los laicos cristianos, y de manera especial, los 1 Congreso Iglesia y Salud, Madrid 1995, 171. 24 profesionales de la salud, están llamados a asumir como miembros activos su responsabilidad en el campo de la pastoral sanitaria. El servicio a favor del enfermo cooperando en la obra de salvación, confiada por Jesucristo a su Iglesia, puede llevarse a cabo mediante el testimonio ofrecido a través de la profesionalidad de los creyentes. La finalidad de la actividad sanitaria católica presupone el máximo respeto a la libertad de conciencia, la ausencia de toda discriminación en la actividad profesional y la solidaridad con la acción conjunta a favor de la salud. Juntos podremos lograr la salud a la que aspiramos y que se manifiesta “en una total armonía con Dios, consigo mismo y con la humanidad”. En este contexto se hace necesaria una reflexión que nos lleve a un mejor conocimiento de los profesionales de la salud. Es mucho lo que nos ofrecen y no es menos lo que tenemos que agradecerles. Admiramos a tantos médicos que son un ejemplo de generosidad y de competencia. Desde esta convicción nos adentramos con sencillez en esta realidad y lo hacemos en la perspectiva de la fe pues de otra forma parecería absurdo lo que en este sentido podríamos decir aquí. Vivimos en un mundo de relación interpersonal, que adquiere una relevancia significativa entre médico y enfermo. Para el profesional de la medicina el enfermo no es solamente un simple cliente sino una persona necesitada de ayuda sanitaria. El médico es “custodio y servidor de la vida humana”. En este sentido, la actividad médico-sanitaria se explicita en dos dimensiones: la confianza y la conciencia. Quien está enfermo se confía a otra persona que se puede hacer cargo de su situación para curarle. El paciente no es sólo un caso clínico sino una persona enferma para el que el médico adopta una actitud de sincera simpatía sufriendo con ella, mediante una participación personal en las situaciones concretas de cada paciente. Los médicos son “sanadores heridos”, desgastados al servicio de los enfermos. Afirmar su propia identidad cristiana es descubrir que su misión de cuidar la vida y de sanar la enfermedad hace referencia a Cristo mismo que ha venido a dar la vida y darla en abundancia. El médico es como un buen samaritano que llega al enfermo con su saber, su comprensión, su simpatía, y su caridad. Es la expresión de la caridad terapéutica con Cristo: “Estuve enfermo y me 25 visitaste”. El médico es “un colaborador de Dios en la recuperación de la salud en el cuerpo del enfermo”. No podemos olvidar que es parte de la misión de la Iglesia el servicio a los enfermos. El profesional de la salud participa con su ministerio terapéutico en la acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia. Esta es la identidad cristiana del médico en su ministerio de la vida y de la salud, haciendo visible a Cristo que sana entre los hombres. Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela. 26 Texto gallego Queridos diocesanos: Na Pascua do Enfermo deste ano seguimos tamén a ter moi presentes a tódolos enfermos da nosa comunidade diocesana, ás súas familias e ós Profesionais da saúde. Estes “necesítannos e necesitámolos” e non poden quedar nese anonimato que somerxe no esquecemento alleo ó agradecemento. Coñecer esta realidade, os seus retos e desafíos é un bo punto de partida para unha mellor colaboración entre enfermos e profesionais da saúde, chamados a ser “testemuños do evanxeo no mundo da saúde”. A nova evanxelización non se levará a cabo se non promovémo-la vocación e o compromiso dos segrares. Esta presencia activa dos leigos é imprescindible. O desenrolo e a vitalidade da pastoral da saúde van depender en boa parte desta presencia. Moitos dos profesionais da saúde cuestiónanse a súa identidade católica. Descubri-la vocación cristiá no campo da saúde é imprescindible. “Dentro da promoción dos leigos parécenos urxente impulsa-lo compromiso profesional sanitario, afondando e desenrolando máis a súa identidade. Este compromiso ha de realizarse desde a súa propia condición de segrar e desde o cumprimento responsable da súa profesión. Dentro dunha actitude de servicio á vida e á saúde integral do enfermo, o profesional sanitario ha de sentirse chamado a colaborar, de xeito particular na humanización da asistencia ó enfermo e na iluminación ética dos problemas sanitarios”2. Cada vez é máis urxente sensibilizar á comunidade cristiá para vivir con sentido a saúde e a enfermidade, a vida e a morte. Tódolos leigos cristiáns, e de xeito especial, os profesionais da 2 Congreso Iglesia y Salud, Madrid 1995, 171 27 saúde, están chamados a asumir coma membros activos a súa responsabilidade no campo da pastoral sanitaria. O servicio a favor do enfermo cooperando na obra da salvación, confiada por Xesucristo á súa Igrexa, pode levarse a cabo mediante o testemuño ofrecido a través da profesionalidade dos crentes. A finalidade da actividade sanitaria católica presupón o máximo respecto á liberdade de conciencia, a ausencia de toda discriminación na actividade profesional e a solidariedade coa acción conxunta a favor da saúde. Xuntos poderemos logra-la saúde á que aspiramos e que se manifesta “nunha total harmonía con Deus, consigo mesmo e coa humanidade”. Neste contexto cómpre facer unha reflexión que nos leve a un mellor coñecemento dos profesionais da saúde. É moito o que nos ofrecen e non é menos o que temos que agradecerlles. Admiramos a tantos médicos que son un exemplo de xenerosidade e de competencia. Desde esta convicción internámonos con sinxeleza nesta realidade e facémolo na perspectiva da fe pois outra forma parecería absurdo o que neste sentido poderíamos dicir aquí. Vivimos nun mundo de relación interpersoal, que adquire unha relevancia significativa entre médico e enfermo. Para o profesional da medicina o enfermo non é só un simple cliente senón unha persoa necesitada de axuda sanitaria. O médico é “custodio e servidor da vida humana”. Neste sentido, a actividade médico-sanitaria explicítase en dúas dimensións: a confianza e a conciencia. Quen estea enfermo confíase a outra persoa que se pode facer cargo da súa situación para curalo. O paciente non é só un caso clínico senón unha persoa enferma para o que o médico adopta unha actitude de sincera simpatía sufrindo con ela, mediante unha participación persoal nas situacións concretas para cada paciente. Os médicos son “sanadores feridos”, desgastados ó servicio dos enfermos. Afirma-la súa propia identidade cristiá é descubrir que a súa misión de coida-la vida e de sanda-la enfermidade fai referencia a Cristo mesmo que veu a da-la vida e dala en abundancia. O médico é coma un bo samaritano que chega ó enfermo co seu saber, a súa comprensión, a súa simpatía, e a súa caridade. É a expresión da caridade terapéutica con Cristo: “Estiven enfermo e visitástesme”. É “un colaborador de Deus na recuperación da saúde no corpo do 28 enfermo”. Non podemos esquecer que é parte da misión da Igrexa o servicio ós enfermos. O profesional da saúde participa co seu ministerio terapéutico na acción pastoral e evanxelizadora da Igrexa. Esta é a identidade cristiá do médico no seu ministerio da vida e da saúde, facendo visible a Cristo que sanda entre os homes con todo afecto e bendí no Señor, = Julián Barrio Barrio, Arcebispo de Santiago de Compostela 29 2.- Carta Pastoral a los jóvenes 16 de marzo de 2005 Queridos jóvenes: Celebrada la Pascua, quiero dirigirme en particular a todos los chicos y chicas de la Diócesis, a los sacerdotes, religiosos-as, profesores de religión y animadores que acompañáis grupos de jóvenes, para comentaros algo que me parece importante. Antes de nada manifiesto mi agradecimiento a los que participasteis en la Peregrinación Europea de Jóvenes, PEJ´04, el pasado mes de agosto. Creo que ha sido una experiencia bien hermosa. Por primera vez un numeroso grupo de jóvenes de las diócesis gallegas fuisteis los responsables de la acogida y realización material de todo lo que se tenía programado. Vuestra cordialidad y actitud de servicio han sido destacadas por todos. Mis más expresivas gracias. Sin embargo no debemos quedarnos mirando el pasado. El trabajo con los jóvenes exige el día a día, el grupo pequeño y la formación continua de animadores y responsables. Los grandes encuentros sirven para reavivar y motivar, pero no deben sustituir el trabajo del pequeño grupo, en parroquias, colegios y movimientos apostólicos. En esta clave debe entenderse la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud. No están al margen del trabajo cotidiano con los jóvenes, sino que son algo complementario y enriquecedor. Es una experiencia fuerte de Iglesia. Se trata de un momento privilegiado en el que el Espíritu Santo se desborda con generosidad. Hay que ponerse en marcha y abrir horizontes. El próximo verano, en la tercera semana de agosto, Juan Pablo II nos convoca a la XX Jornada Mundial de la Juventud en COLONIA, Alemania, en cuya catedral, según la tradición, se veneran las reliquias de los Magos. “Hemos venido a adorarle” 30 (Mt.2, 2) es el lema de este año. Os animo a todos y cada uno de vosotros a poneros en camino, superando las posibles dificultades iniciales, porque el esfuerzo valdrá la pena. Los Magos llegaron a Belén porque se dejaron guiar dócilmente. “Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al Niño con María su madre” (Mt. 2, 10-11). En una sociedad del bienestar, sólo preocupada por el materialismo, yo os invito a levantar la mirada, a buscar una señal en el cielo, a seguir un ideal que realmente valga la pena y os llene de auténtica alegría. Si te dejas acompañar tú también te encontrarás con Cristo vivo, en el regazo de Nuestra Madre la Iglesia. “Y postrándose le adoraron” (Mt. 2, 11) Aquellos hombres vieron un niño débil e indefenso, pero sabían que era Dios. También nosotros en la Eucaristía vemos pan y saboreamos vino, pero la fe nos dice que es Jesucristo, el Príncipe de la Paz, la fuente del perdón y de la reconciliación. Sólo el humilde es capaz de postrarse y adorar a Dios. No tengáis miedo de presentaros ante Él tal y como sois; Jesús recién nacido, Jesús Eucaristía, os espera con los brazos abiertos. ¡Queridos jóvenes! El Papa nos anima en primer lugar a una intensa preparación espiritual. La Diócesis os ofrece la posibilidad de ir a Colonia en el marco de una convivencia abierta a todos los jóvenes mayores de dieciséis años, entre el 15 al 26 de agosto, pasando por Tours, París y Aquisgrán y regresando por Estrasburgo, Paray-le-Monial y Ars. Es importante que os organicéis desde ahora y animéis a vuestros amigos y compañeros. Especialmente animo a los sacerdotes, religiosos y religiosas y profesores a que acompañéis a vuestros jóvenes. El plazo de inscripción finaliza en abril. ¡No lo dejéis para última hora! Poneos en contacto con la Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud. Pero sobre todo orad constate y humildemente. Me uno a vuestra oración por todos los jóvenes, en especial por aquellos que viven al margen de Dios para que se abran al amor misericordioso del Padre. Tened muy presente en cada Eucaristía a todos los jóvenes de la Diócesis, a los que van a ir a Colonia a la Jornada Mundial de la Juventud, para que encuentren su vocación y sean 31 testigos de la presencia viva de Dios en el mundo. ¡Felices Pascuas de Resurrección del Señor! Con todo afecto, = Julián Barrio Barrio Arzobispo de Santiago de Compostela 32 3.- Carta Pastoral con motivo de la Campaña de la Declaración de la Renta 2005 “Dos mil años haciendo el bien” 18 de abril de 2005 Queridos diocesanos: Iniciada ya la nueva campaña del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, me pongo en comunicación con vosotros para recordaros que el contribuyente, a la hora de hacer la Declaración de la Renta correspondiente al año 2004, como en los años anteriores, tiene la posibilidad de dedicar el 0,5 por ciento de lo que paga por sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia católica. Una forma de colaborar es poner la X en la casilla de la Iglesia católica al hacer la Declaración de la Renta, manifestando con ello el compromiso con su misión y sus actividades. Esto no conlleva pagar más impuestos ni supone que a uno le devuelvan menos si su Declaración de la Renta resulta negativa. Cuando en 1978 se iniciaba esta nueva fórmula de “asignación tributaria”, parecía claro que “esta colaboración del Estado en el mantenimiento de la Iglesia, a través de su propio sistema fiscal, está justificada y resulta correcta en un Estado aconfesional, como el nuestro, ya que respeta la libertad religiosa de todos y por otra parte reconoce que la vida religiosa y moral de los ciudadanos creyentes, así como las actividades apostólicas y asistenciales de la Iglesias contribuyen al bien espiritual, social y material de los ciudadanos, a la paz y a la prosperidad de la sociedad y, en general, al bien común”. La Iglesia para realizar su misión necesita la colaboración activa y responsable de todos sus miembros. “Nadie debe extrañarse de que aún ateniéndose a criterios de austeridad, necesite disponer de recursos económicos para atender debidamente al culto divino, a las tareas de 33 evangelización, al cumplimiento de sus deberes de solidaridad, al sostenimiento de numerosas obras de educación y a la promoción humana y social que tiene a su cargo”. En este sentido hago una llamada a todos los católicos diocesanos pero también a aquellas personas de buena voluntad que aprecian y valoran la acción caritativa y social de la Iglesia para que ésta siga haciendo el bien. Confío esta preocupación a vuestra sensibilidad humana y espiritual. Con todo agradecimiento, os saluda y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio Arcebispo de Santiago de Compostela 34 4.- Carta Pastoral en la XII Jornada Interparroquial de Solidaridad con los parados. Mayo 2005 Texto castellano Queridos diocesanos: Estamos ya en la XII Jornada Interparroquial de solidaridad con los parados. Tal vez esta iniciativa pueda ser considerada como una pequeña luz pero sin embargo es muy orientadora en un tema y en una preocupación cuya importancia deriva precisamente al verse afectadas no pocas personas por las graves consecuencias que de esa situación se derivan. El desempleo constituye un mal y, muchas veces, una verdadera calamidad social. Consecuentemente “el trabajo, escribía Juan Pablo II, no ha de considerarse como una simple mercancía y el trabajador no puede reducirse a un mero engranaje de la máquina productiva, por más avanzada y eficiente que sea… Ni la ley de la ganancia, ni las razones de poder y dominio, ni la búsqueda de un progreso puramente material deben ser los criterios decisivos en la orientación de la actividad productiva, sino siempre y sobre todo el hombre, su dignidad, sus profundas aspiraciones y la atención a todas sus exigencias auténticas, sobre todo espirituales”. La situación de las personas que padecen el desempleo, son un interrogante que ha de encontrar respuesta en los movimientos de solidaridad de los hombres del trabajo y de solidaridad con los hombres del trabajo. “Esta solidaridad debe estar siempre presente allí donde lo requiere la degradación social del sujeto del trabajo” (LE 8f). Es necesario revalorizar el trabajo humano como elemento constitutivo del progreso en el espíritu de justicia y paz. La doctrina social de la Iglesia afirma que “los derechos de los trabajadores, como todos los demás derechos, se basan en la naturaleza de la 35 persona humana y en su dignidad trascendente”. En este sentido ninguna colaboración será pequeña y todas las aportaciones tanto de las personas como de las instituciones son necesarias. Esta XII Jornada tiene como objetivo concienciarnos de que ante la realidad del paro todos debemos sentirnos implicados colaborando al orden social del trabajo para salvaguardar la dignidad inalienable de la persona y el valor humano y social de la actividad laboral. La persona humana es la verdadera protagonista de su trabajo y quien sufre los daños del desorden laboral. Os saluda con afecto y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio Arzobispo de Santiago de Compostela 36 Texto galego Queridos diocesanos: Estamos xa na XII Xornada Interparroquial de solidariedade cos parados. Tal vez esta iniciativa poda ser considerada coma unha pequena luz pero nembargantes é moi orientadora nun tema e nunha preocupación que a súa importancia deriva precisamente ó verse afectadas non poucas persoas polas graves consecuencias que desa situación se derivan. O desemprego constitúe un mal e, moitas veces, unha verdadeira calamidade social. Consecuentemente “o traballo, escribía Xoán Paulo II, non ten que considerarse coma unha simple mercancía e o traballador non pode reducirse a un mero engrenaxe da máquina productiva, por máis avanzada e eficiente que sexa... Nin a lei da ganancia, nin as razóns de poder e dominio, nin a procura dun progreso puramente material deber se-los criterios decisivos na orientación da actividade productiva, senón sempre e sobre todo o home, a súa dignidade, as súas profundas aspiracións e a atención a tódalas súas esixencias auténticas, sobre todo espirituais. A situación das persoas que padecen desemprego, son un interrogante que ha de atopar resposta nos movementos de solidariedade dos homes do traballo e de solidariedade cos homes do traballo. “Esta solidariedade debe estar sempre presente alí onde o require a degradación social do suxeito do traballo” (LE 8f). Cómpre revaloriza-lo traballo humano coma elemento constitutivo do progreso no espírito de xustiza e paz.a doutrina social da Igrexa afirma que “os dereitos dos traballadores, coma tódolos demais dereitos, baséanse na natureza da persoa humana e na súa dignidade transcendente”. Neste sentido ningunha colaboración será pequena e tódalas aportacións tanto das persoas coma das institucións son necesarias. 37 Esta XII xornada ten coma obxectivo concienciarnos de que ante a realidade do paro todos debemos sentirnos implicados colaborando á orde social do traballo para salvagarda-la dignidade inalienable da persoa e o valor humano e social da actividade laboral. A persoa humana é a verdadeira protagonista do seu traballo e que sofre os danos da desorde laboral. Saúdavos con afecto e bendí no Señor, = Julián Barrio Barrio Arcebispo de Santiago de Compostela 38 5.- Carta pastoral en la XXXIX Jornada de las Comunicaciones Sociales Texto castellano 8 de mayo de 2005 Queridos diocesanos: El próximo 8 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, la Iglesia Universal celebra la 39ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, una jornada dedicada a concienciarnos de la importancia de los medios de comunicación en nuestra sociedad actual y a fomentar la formación de la opinión pública en el uso y desarrollo de los medios. Este año, bajo el lema “Los medios de comunicación, al servicio del entendimiento entre los pueblos”, queremos realizar un homenaje a Juan Pablo II, el gran Papa comunicador, que nos sigue invitando a utilizar los medios a favor de la convivencia, la solidaridad y la defensa de la vida. En nuestra sociedad urge “promover la unidad de la familia humana a través de los medios de comunicación, con su enorme potencial para promover la paz y construir puentes entre los pueblos”3. Los comunicadores, en su peregrinar por la vida, van dejando las huellas del pensamiento y de la palabra en la globalización de nuestra cultura. Esta impronta ha de hacerse con amabilidad, finura de espíritu, respeto, cordialidad y amor a la verdad: piedra angular de la sociedad de información. Los periodistas son alfareros de la palabra que vienen de un dolor y van a otro, que nacen en un río propio y desembocan en el mar de la humanidad. Y esto exige competencia, profesionalidad y responsabilidad que garantizan la objetividad, el pluralismo y la libertad, valores que avalan el periodismo como servicio a la 3 JUAN PABLO II, Mensaje Comunicaciones Sociales, 2005, nº 1. en 39 la XXXIX Jornada Mundial de las sociedad. La comunicación “popular” exige lenguajes apropiados en términos de expresión de la fe, con respeto y sensibilidad. Bien sé de las fatigas de los profesionales de la comunicación de nuestra diócesis. “El positivo desarrollo de los medios de comunicación al servicio del bien común es una responsabilidad de todos y cada uno”4. Por ello merece la pena superar las dificultades que puedan surgir en aras de una comunicación más fluida entre las personas desde la situación en que se encuentren. “Ha sido conmovedor el ver la rapidez con que la comunidad internacional respondió al reciente tsunami, que provocó innumerables víctimas. La velocidad con que las noticias viajan hoy aumenta la posibilidad de tomar medidas prácticas en tiempo útil para ofrecer la mejor asistencia”5. Así, el bien que los medios pueden ofrecer a la sociedad es impagable, favoreciendo el diálogo y “convirtiéndose en verdaderos vehículos de conocimiento recíproco, de solidaridad y de paz” cuyo fruto es la justicia. “El fenómeno actual de las comunicaciones sociales estimula a la Iglesia hacia una especie de revisión pastoral y cultural que le haga capaz de afrontar, de manera adecuada, el cambio de la época que estamos viviendo”6. “Los medios pueden enseñar a millones de personas cómo son otras partes del mundo y otras culturas. Un conocimiento adecuado promueve la comprensión, disipa los prejuicios y despierta el deseo de aprender más”7. En este sentido, os animo a seguir formándonos en el mundo de los medios de comunicación para llevar a todos los rincones de la tierra el Evangelio de Jesús, la Buena Noticia, que nos da vida y nos alienta. Desde nuestra diócesis, tras crear un secretariado de medios de comunicación, seguimos queriendo abrirnos a la sociedad desde lo que somos y vivimos para crear puentes entre los hombres y las mujeres de hoy. ¡No tengáis miedo a los medios de comunicación! ¡Abriros a la formación, a la participación y al diálogo! Pido también a todos los responsables de la prensa, la radio, la televisión e Internet, que derriben los muros de la división y la 4 5 6 7 JUAN PABLO II, Carta Apostólica “El rápido desarrollo”, 2005, nº 10. Mensaje en la XXXIX Jornada Mundial…, nº 3. JUAN PABLO II, Carta Apostólica “El rápido desarrollo”, nº 8. JUAN PABLO II, Mensaje…, nº 2. 40 enemistad en nuestro mundo. Intensifiquemos nuestra oración para que el Señor nos conceda el ser verdaderos comunicadores de la paz y el entendimiento, de la comprensión y la confianza. Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio Arcebispo de Santiago de Compostela 41 TEXTO GALEGO 8 de maio de 2005 Queridos diocesáns O próximo 8 de maio, Solemnidade da Ascensión do Señor, a Igrexa Universal celebra a 39ª Xornada Mundial das Comunicacións Sociais, unha xornada adicada a concienciarnos da importancia dos medios de comunicación na nosa sociedade e a fomenta-la formación da opinión pública no uso e desenvolvemento dos medios. Este ano, baixo o lema “Os medios de comunicación ó servicio dos entendementos entre os pobos”, queremos realizar unha homenaxe a Xoán Paulo II, o grande Papa comunicador, que segue invitando a utiliza-los medios a favor da convivencia, a solidariedade e a defensa da vida. Na nosa sociedade urxe “promove-la unidade da familia humana a través dos medios de comunicación, co seu enorme potencial para promove-la paz e construír pontes entre os pobos”8. Os comunicadores, no seu peregrinar pola vida, van deixando as pegadas do seu pensamento e da palabra na globalización da nosa cultura. Esta impronta ten que facerse con amabilidade, finura de espírito, respecto, cordialidade e amor á verdade: pedra angular da sociedade de información. Os xornalistas son oleiros da palabra que veñen dunha dor e van a outra, que nacen nun río propio e desembocan no mar da humanidade. E isto esixe competencia, profesionalidade e responsabilidade que garanten a obxectividade, o pluralismo e a liberdade, valores que avalan o xornalismo coma servicio á sociedade. A comunicación “popular” esixe linguaxes apropiadas en termos de expresión da fe, con respecto e sensibilidade. Ben sei das fatigas dos profesionais da comunicación da nosa diocese. “O positivo desenvolvemento dos medios de comunicación ó servicio do ben común é unha responsabilidade de todos e cada un”9. Por elo, merece a pena supera-las dificultades que poidan 8 XOÁN PAULO II, Mensaxe na XXXIX Xornada Mundial das Comunicacións Sociais, 2005, nº 1. 9 XOÁN PAULO II, Carta Apostólica “O rápido desenvolvemento”, 2005, nº 10. 42 xurdir en aras dunha comunicación máis fluída entre as persoas desde a situación na que se atopen. “Foi conmovedor ve-la rapidez con que a comunidade internacional respondeu ó recente tsunami, que provocou innumerables víctimas. A velocidade con que as noticias viaxan hoxe aumenta a posibilidade de tomar medidas prácticas en tempo útil para ofrece-la mellor asistencia”10. Así, o ben que os medios poden ofrecer á sociedade é impagable, favorecendo o diálogo e “converténdose en verdadeiros vehículos de coñecemento recíproco, de solidariedade e de paz” que ten por froito a xustiza. “O fenómeno actual das comunicacións sociais estimula á Igrexa cara unha especie de revisión pastoral e cultural que lle faga capaz de afrontar, de xeito adecuado, o cambio da época que estamos a vivir”11. “Os medios poden ensinar a millóns de persoas como son outras partes do mundo e outras culturas. Un coñecemento adecuado promove a comprensión, disipa os prexuízos e esperta o desexo de aprender máis”12. Neste senso, anímovos a seguir formándonos no mundo dos medios de comunicación para levar a tódolos currunchos da terra o Evanxeo de Xesús, a Boa Nova, que nos da vida e nos alenta. Desde a nosa diocese, tras crear un Secretariado de medios de comunicación, seguimos querendo abrirnos á sociedade desde o que somos e vivimos para crear pontes entre os homes a as mulleres de hoxe. ¡Non teñades medo ós medios de comunicación! ¡Abrídevos á formación, á participación e ó diálogo! Pido tamén a tódolos responsables da prensa, a radio, a televisión e Internet, que derriben os muros da división e a inimizade no noso mundo. Intensifiquémo-la nosa oración para que o Señor nos conceda o ser verdadeiros comunicadores da paz e o entendemento, da comprensión e a confianza. Saúdavos con todo afecto e bendí no Señor, =Julián Barrio Barrio Arcebispo de Santiago 10 11 12 Mensaxe na XXXIX Xornada Mundial…, nº 3. XOÁN PAULO II, Carta Apostólica “O rápido desenvolvemento”, nº 8. XOÁN PAULO II, Mensaxe…, nº 2. 43 6.- Carta Pastoral en el Día del Corpus Christi. Mayo 2005. Texto castellano El Misterio eucarístico, misterio de fe Queridos diocesanos La Eucaristía es el misterio de nuestra fe. “Es, pues, necesario que nos acerquemos particularmente a este misterio con humilde reverencia, no buscando razones humanas que deben callar, sino adhiriéndonos firmemente a la revelación divina”13. En el Año de la Eucaristía la solemnidad del Corpus Christi ha de tener un eco especial en nuestras comunidades parroquiales en las que debemos promover el culto eucarístico fuera de la Misa con una actitud serenamente contemplativa. El culto Eucarístico Ha sido una tradición constante de la Iglesia la práctica de adorar a Cristo real y verdaderamente presente en la Eucaristía durante la Misa y fuera de esta celebración. El Papa Pablo VI en el Credo del Pueblo de Dios escribía: “Estamos obligados por obligación ciertamente suavísima a honrar y a adorar la Hostia Santa que nuestros ojos ven, al mismo Verbo encarnado que éstos no pueden ver y que sin embargo se ha hecho presente delante de nosotros sin haber dejado los cielos”. La visita ante el Sagrario, “prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo”14, la exposición del Santísimo, las bendiciones eucarísticas, 13 14 PABLO VI, Mysterium fidei, 16. Ibid., 66. 44 son diversas formas de adoración eucarística. En particular la procesión del Corpus Christi, tan profundamente arraigada en nuestras comunidades cristianas, es un acto de culto público cuya participación en él “es una gracia de Dios que cada año llena de gozo a quienes toman parte en ella” porque “la adoración del Santísimo Sacramento tiene cotidianamente una importancia destacada y se convierte en fuente inagotable de santidad”15. El culto de adoración más que una obligación es una necesidad que brota del convencimiento de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y del agradecimiento por esta presencia. Nada engrandece más al hombre que el reconocimiento y la acción de gracias al amor de Dios que ha querido quedarse entre nosotros bajo el velo de las sagradas especies del pan y del vino. Es la verdad que puede escandalizar como aconteció a algunos discípulos cuando Jesús les habló del pan de vida en la sinagoga de Cafarnaún y les dijo que habían de comer su Carne y beber su Sangre (cf Jn 6,22-67), pero es la verdad que salva. Eucaristía y caridad El entonces Papa Juan Pablo II al comienzo de este Año de la Eucaristía expresaba el deseo de que “el Año de la Eucaristía sea para todos una excelente ocasión para tomar conciencia del tesoro incomparable que Cristo ha confiado a su Iglesia. Que sea un estímulo para celebrar la Eucaristía con mayor vitalidad y fervor, y que ello se traduzca en una vida cristiana transformada por el amor”16. Compartir este misterio de fe es comprometerse a actuar por la caridad (Gal 5,6). La Iglesia es comunión de fe y de vida. Cristo ilumina la naturaleza humana en sus elementos constitutivos y en su dinamismo de caridad hacia Dios y al prójimo. “En virtud de una opción primordial por la caridad, el hombre podría mantenerse moralmente bueno, perseverar en la gracia de Dios, alcanzar la propia salvación, a pesar de que algunos de sus comportamientos concretos sean contrarios deliberada y gravemente a los mandamientos de Dios”17. Por otra parte, “su vida moral posee el valor de un culto espiritual que nace y se 15 16 17 JUAN PABLO II, Ecclesia de Eucharistia, 10. JUAN PABLO II, Mane nobiscum Domine, 29, JUAN PABLO II, Veritatis Splendor, 68. 45 alimenta de aquella inagotable fuente de santidad y glorificación de Dios que son los sacramentos, especialmente en la Eucaristía: en efecto, participando en el sacrificio de la Cruz, el cristiano comulga con el amor de donación de Cristo y se capacita y se compromete a vivir esta misma caridad en todas sus actitudes y comportamientos de vida”18. De esta forma, la vida del cristiano es el ideal de comunión (Hech 2,42-47; 4,32-35) que nos mueve a sentimientos recíprocos de apertura, afecto, comprensión y perdón”19. En la Eucaristía somos invitados a acercarnos a este ideal. “A partir de la comunión intraeclesial, la caridad se abre por su naturaleza al servicio universal, proyectándonos hacia la práctica de un amor activo y concreto con cada ser humano”20. “Son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan la sensibilidad cristiana… ¿Cómo es posible que en nuestro tiempo haya todavía quien se muere de hambre; quien está condenado al analfabetismo; quien carece de la asistencia médica más elemental; quien no tiene techo donde cobijarse?…La caridad de las obras corrobora la caridad de las palabras”21. Para que toda persona tenga futuro, hemos de vivir con responsabilidad nuestro presente. Exhortación final Os pido, queridos diocesanos que en la celebración del Corpus Christi, si cabe de manera especial este año, nos esmeremos en la preparación y participación con particular fervor en esta solemnidad, dando el culto de adoración a la Eucaristía en la procesión del Santísimo por nuestras calles y plazas. Recuperemos el culto de adoración eucarística y reavivemos la conciencia de la necesidad del sacerdocio ministerial. Una celebración auténtica de la Eucaristía se refleja en el compromiso activo en la edificación de una sociedad más equitativa y fraterna. “¿Por qué, pues, no hacer de este Año de la Eucaristía un tiempo en que las comunidades diocesanas y parroquiales se 18 19 20 21 Ibid. 107. Mane nobiscum…, 21. JUAN PABLO II, Novo millennio Ineunte, 49. Ibid., 50. 46 comprometan especialmente a afrontar con generosidad fraterna alguna de las múltiples pobrezas de nuestro mundo?”22 Pobreza es el hambre, la soledad de los ancianos, la falta de trabajo, los problemas de los inmigrantes. La respuesta a estas y otras pobrezas verificará la autenticidad de nuestras celebraciones eucarísticas. Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor, = Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela. 22 Mane nobiscum…, 28. 47 TEXTO GALEGO O Misterio eucarístico, misterio de fe Queridos diocesanos: A Eucaristía é o misterio da nosa fe. “É, pois, necesario que nos acerquemos particularmente a este misterio con humilde reverencia, non buscando razóns humanas que deben calar, senón adheríndonos firmemente á revelación divina”23. No Ano da Eucaristía a solemnidade do Corpus Christi ha de ter un eco especial nas nosas comunidades parroquiais nas que debemos promove-lo culto eucarístico fóra da Misa cunha actitude serenamente contemplativa. O culto Eucarístico Foi unha tradición constante da Igrexa a práctica de adorar a Cristo real e verdadeiramente presente na Eucaristía durante a Misa e fóra desta celebración. O Papa Paulo VI no Credo do Pobo de Deus escribía: “Estamos obrigados por obriga certamente suavísima a honrar e adorar a Hostia Santa que os nosos ollos ven, ó mesmo Verbo encarnado que estes non poden ver e que nembargantes fíxose presente diante de nós sen deixa-los ceos”. A visita ante o Sagrario, “proba de gratitude, signo de amor e deber de adoración a Cristo”24, a exposición do Santísimo, as bendicións eucarísticas, son diversas formas de adoración eucarística. En particular a procesión do Corpus Christi, tan profundamente 23 24 PABLO VI, Mysterium fidei, 16. Ibid., 66 48 arraigada nas nosas comunidades cristiás, é un acto de culto público e a nosa participación nel “é unha gracia de Deus que cada ano enche de gozo a quen toma parte nela” porque “a adoración ó Santísimo Sacramento ten de xeito cotiá unha importancia destacada e convértese en fonte inesgotable de santidade”25. O culto de adoración máis ca unha obriga é unha necesidade que xurde do convencemento da presencia real de Cristo na Eucaristía e do agradecemento por esta presencia. Nada engrandece máis ó home que o recoñecemento e a acción de gracias ó amor de Deus que quixo quedarse entre nós baixo o velo das sagradas especies do pan e do viño. É a verdade que pode escandalizar como aconteceu a algúns discípulos cando Xesús lles falou do pan de vida na sinagoga de Cafarnaún e lles dixo que habían de come-lo súa Carne e bebe-lo seu sangue (Cf Xn 6, 22-67), pero é a verdade que salva. Eucaristía e caridade O entón Papa Xoán Paulo II ó comezo deste Ano da Eucaristía expresaba o seu desexo de que “o Ano da Eucaristía sexa para todos unha excelente ocasión para tomar conciencia do tesouro incomparable que Cristo confiou á súa Igrexa. Que sexa un estímulo para celebra-la Eucaristía con maior vitalidade e fervor, e que iso se traduza nunha vida cristiá transformada polo amor”26. Compartir este misterio de fe é comprometerse a actuar pola caridade (Gal 5,6). A Igrexa é comuñón de fe e de vida. Cristo ilumina a natureza humana nos seus elementos constitutivos e no seu dinamismo de caridade cara Deus e cara ós outros. “En virtude dunha opción primordial pola caridade, o home podería manterse moralmente bo, perseverar na gracia de Deus, alcanza-la propia salvación, a pesar de que algúns dos seus comportamentos concretos sexan contrarios deliberadamente e gravemente ós mandamentos de Deus”27. Por outra parte, “a súa vida moral posúe o valor dun culto espiritual que nace e se alimenta daquela inesgotable fonte de santidade e glorificación de Deus que son os sacramentos, especialmente na Eucaristía: en efecto, participando 25 26 27 XOÁN PAULO II, Ecclesia de Eucharistia, 10 XOÁN PAULO II, Mane nobiscum Domine, 29 XOÁN PAULO II, Veritatis Splendor, 68 49 no sacrificio da Cruz, o cristián comulga co amor de doazón de Cristo e capacítase e comprométese a vivir esta mesma caridade en tódalas súas actitudes e comportamentos de vida”28. Deste xeito, a vida do cristián é o ideal de comuñón (Feit. 2, 42-47; 4, 32-35) que nos move a sentimentos recíprocos de apertura, afecto, comprensión e perdón”29. Na Eucaristía somos invitados a acercarnos a este ideal. “A partir da comuñón intraeclesial, a caridade ábrese pola súa natureza ó servicio universal, proxectándonos cara a práctica dun amor activo e concreto con cada ser humano.”30. “Son moitas no noso tempo as necesidades que interpelan a sensibilidade cristiá... ¿Como é posible que no noso tempo haxa aínda quen morra de fame, quen estea condenado ó analfabetismo; quen careza da asistencia médica máis elemental; quen non ten teito onde guarecerse?... A caridade das obras corrobora a caridade das palabras”31. Para que toda persoa teña futuro, habemos de vivir con responsabilidade o noso presente. Exhortación final Pídovos, queridos diocesanos que na celebración do Corpus Christi, se cabe de xeito especial este ano, nos esmeremos na preparación e participación con particular fervor nesta solemnidade, dando o culto de adoración á Eucaristía na procesión do Santísimo polas nosas rúas e prazas. Recuperémo-lo culto de adoración eucarística e reavivémo-la conciencia da necesidade do sacerdocio ministerial. Unha celebración auténtica da Eucaristía refléxase no compromiso activo na edificación dunha sociedade máis equitativa e fraterna. “¿Por que, pois, non facer deste Ano da Eucaristía un tempo en que as comunidades diocesanas e parroquiais se comprometan especialmente a afrontar con xenerosidade fraterna algunha das múltiples pobrezas do noso mundo?32. Pobreza é a fame, a soidade dos anciáns, a falta de traballo, os problemas dos 28 29 30 31 32 Ibid., 107 Mane nobiscum…, 21 XOÁN PAULO II, Novo millennio Ineunte, 49 Ibid, 50 Mane nobiscum…, 28 50 inmigrantes. A resposta a estas e outras pobrezas verificará a autenticidade das nosas celebracións eucarísticas Saúdavos con todo afecto no Señor, =Julián Barrio Barrio, Arcebispo de Santiago de Compostela 51 CONSEJO DEL PRESBITERIO DIOCESANO ASAMBLEA PLENARIA DEL CONSEJO PRESBITERAL DIOCESANO El 6 de Abril de 2005, bajo la presidencia del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo, se celebró la Asamblea Plenaria del Consejo del Presbiterio Diocesano en la Casa de Ejercicios, en Santiago de Compostela. Se inició con el rezo de la Hora Intermedia, a lo que siguieron las palabras de saludo del Prelado. Seguidamente el Secretario General, dio lectura al acta de la reunión anterior, que fue aprobada por unanimidad. Como temática de estudio se trató el Documento: “Orientaciones Pastorales para la Iniciación Cristiana de niños no bautizados en su infancia” de la Conferencia Episcopal Española. La Ponencia de presentación de dicho Documento corrió a cargo del Ilmo. Sr. D. Luis Otero Outes, Vicario Episcopal de Enseñanza y Catequesis. Terminada esta intervención, se leyeron las aportaciones hechas por los Srs. Consejeros. Después de la comida se reanudó la Asamblea con un rico diálogo sobre las ponencias y análisis de las diversas propuestas. Terminado éste antes de la oración final, unas palabras del Sr. Arzobispo pusieron fin a la Asamblea. 52 CANCILLERÍA 1.- Sacerdotes fallecidos El Rvdo. Sr. D. Jesús Quintáns Mouzo, nacido en la parroquia de San Cipriano de Vilastose el día 24 de julio de 1928, falleció el 24 de marzo de 2005. Fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1953, siendo nombrado ese mismo año ecónomo de San Pedro de Eume. Nombrado párroco de San Fiz de Eirón el 21 de noviembre de 1954, se encargó también de la labor pastoral en distintos épocas de las feligresías de San Cosme de Antes, Santa Eulalia de Chacín y Santiago de Arcos. Actualmente regentaba como Administrador Parroquial, desde el año 1986, las parroquias de San Julián de Moraime y la suya natal de San Cipriano de Vilastose. También se encargó temporalmente de Santa María de Morquintián y San Martiño de Touriñán. El Rvdo. Sr. D. Manuel Pérez Lado, nació el 15 de octubre de 1934 en la parroquia de santa María de Coiro. Recibió el Orden Sacerdotal el 26 de octubre de 1958 en la ciudad de Roma, donde estaba realizando los estudios de Teología Pastoral en el Instituto de Pastoral de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, durante los años 1958-59. En 1960 es destinado al Seminario Menor de la Asunción de Santiago de Compostela, donde ejercerá los cargos de profesor y director. Es nombrado mayordomo (administrador) del mismo en 1968, cargo que ejercerá hasta el año 2001. En 1985 es nombrado Gerente del Fondo Común Diocesano de Bienes, cargo que desempeñaba en estos momentos. Falleció el día 19 de abril de 2005. D.E.P. 53 DELEGACIÓN DIOCESANA DE ECONOMÍA 1.- DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA Colectas: Año 2001: 87.709,46 E Año 2002: 100.011,42 E Año 2003: 86.109,51 E 2. COLECTA DEL «DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA». AÑO 2004 Aportaciones recibidas: Anterior1 110.008,47 €. A = Parroquias: Ameixenda (Santa Mariña) Baliñas Benza Burres (año 2003) Burres (año 2004) Calvos de Sobrecamiño Cela de Hermelo Cerceda (año 2002) Cerceda (año 2003) Cerceda (año 2004) Cando Cira Coiro (Santa María – Entís) 1 60,00 32,00 465,00 20,00 25,00 25,00 50,00 16,00 46,00 65,00 200,00 16,00 160,00 Relación publicada en el B.O.A. de diciembre de 2004, enero, febrero y marzo de 2005 CORUÑA: San Nicolás Fecha (San Xoán) Ferreiros (San Breixo – año 2002) Ferreiros (San Breixo – año 2003) Ferreiros (San Breixo – año 2004) Ferreiros (San Mamede – año 2002) Ferreiros (San Mamede – año 2003) Ferreiros (San Mamede – año 2004) Guimarei e Somoza Logrosa Mazaricos, Corzón, Colúns e Chacín Medín Negreira Oíns Ordoeste (año 2003) Ordoeste (año 2004) SANTIAGO: San Miguel dos Agros Tabeirós e Parada Taboadelo Tourón (Col. 25 julio) Tourón (año 2004) Vilamaior, Olas e Barbeiros Villestro Total 985,00 25,00 20,00 30,00 48,00 13,00 28,00 29,00 150,00 119,00 105,00 15,00 114,00 15,00 20,00 30,00 255,00 150,00 50,00 130,00 105,00 80,00 105,00 3.780.00 B = Instituciones No Parroquiales: SANTIAGO: Seminario Mayor de san Martín Total 100,00 100,00 C = Aportaciones personales: Donativo Anónimo 250,61 55 D. José Antonio Devesa Uzal D. José Ramón Moldes Escudeiro Total 29,47 2.000,00 2.280,08 RESUMEN DE LA PRESENTE RELACIÓN Anterior2 .......................................................110000.008,47 A = Parroquias ...................................................... 3.786,00 B = Instituciones no parroquiales ................................ 100,00 C = Aportaciones personales ................................... 2.280,08 –––––––––––––––––––––– SUMA y seguirá 3 116.174,55 2 Relación publicada en el B.O.A.S. de diciembre de 2004, enero, febrero y marzo de 2005. 3 En sucesivos números del B.O.A.S. se continuará publicando la relación de donativos de esta colecta del “Día de la Iglesia Diocesana”. año 2004, a medida que vayan siendo recibidas. 56 3. EXPEDIENTES RESUELTOS DURANTE EL PRIMER TRIMESTRE DEL AÑO 2005 1. CAMPAÑA, Santa Cristina. El párroco pide permiso y ayuda económica para poner calefacción en la Rectoral. Presupuesto: 8.632_. La parroquia aporta 3.000 €. CONCEDIDO el permiso y 5.632_ de los fondos parroquiales depositados en la administración diocesana (25-1-2005). 2. OESTE, Santa Baia. El párroco pide permiso y subvención para poner ventanas y calefacción en la Rectoral. Presupuesto: 26.552 €. CONCEDIDO el permiso y 17.700_ de la fundación de la capellanía (25-1-2005). 3. FECHA, San Xoán. Ofrecen 21.000_ por la compra de la casa rectoral y finca. DENEGADO (25-1-2005). 4. BARRO, San Verísimo. El administrador parroquial pide permiso y ayuda económica para realizar la segunda fase de restauración del «Pazo de la Torre». CONCEDIDOS 7.000_ de los fondos que tiene depositados la capellanía en la administración diocesana (25-1-2005). 5. LAMAS, Santa Cruz. El párroco pide permiso para hacer un muro de cierre en el cementerio. CONCEDIDO, con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio (25-1-2005). 6. DUMBRÍA, Santa Baia. El párroco pide permiso para restaurar tres retablos. Presupuesto: 53.546 €. 57 CONCEDIDO, con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio (25-1-2005). 7. SABARDES, San Xoán. Varias personas piden permiso para arreglar panteones. CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones del Sr. Párroco (25-12005). 8. MOURENTE, Santa María. El párroco pide permiso para colocar un paramento en dos paredes de la rectoral. Presupuesto: 2.050 € CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones Diocesana de Arte Sacro (25-1-2005). de la Comisión 9. RIBEIRA, Santa Uxía. El párroco pide permiso para habilitar la nueva vivienda parroquial. Presupuesto: 52.834 €. CONCEDIDO (25-1-2005). 10. LOUREDA, San Estevo. Los vecinos piden permiso para acondicionar un talud del aparcamiento. CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones de la Comisión Diocesana de Arte Sacro y del Sr. Párroco (25-1-2005). 11. CARRACEDO, Santa Marina. Una Sociedad Limitada solicita ser arrendataria de una finca de 4.764 m2, durante 10 años, ofreciendo 0,14 €/m2. CONCEDIDO (3-2-2005). 12. A CORUÑA, Santa María y Santiago. Un vecino solicita permiso para ocupar la Rectoral durante 2 años. DENEGADO (3-2-2005). 58 13. A CORUÑA, Nª Sª del Carmen. El párroco pide permiso para hacer diversas obras en la parroquia. Presupuesto total: 15.462 €. CONCEDIDO (3-2-2005). 14. XESTEDA, Santa Columba. Ofrecen 0,80 €/m2 por comprar una finca de 5.893 m2. DENEGADO (3-2-2005). 15. SOÑEIRO, San Julián. Ofrecen 255.400_ por comprar una finca de 6.500 m2. DENEGADO (3-2-2005). 16. OMBRE, Santa María. El párroco pide ayuda económica para realizar obras en la iglesia. Los feligreses aportan 12.000€. Presupuesto: 35.244 €. CONCEDIDA una subvención de 3.524_. (3-2-2005). 17. ZAS, San Andrés. El párroco pide ayuda económica para pagar las obras en la Rectoral. CONCEDIDOS 16.899 € de lo que la parroquia depositados en la administración diocesana (3-2-2005). tiene 18. POIO, Divino Salvador. Ofrecen 390.000 € por la compra de 2 solares. DENEGADO (3-2-2005). 19. A PENA, San Mamed. La Asociación de Vecinos solicita permiso para acondicionar el entorno de la Iglesia y de la Rectoral, incluyendo 120 m2 de la finca del iglesario. CONCEDIDO (3-2-2005). 20. MURO, San Pedro. El párroco pide permiso para restaurar el retablo mayor de la iglesia. Presupuesto: 43.708,37 €. 59 CONCEDIDO (3-2-2005). 21. CORNEIRA, San Cristovo. El administrador parroquial pide permiso para realizar obras en el interior de la iglesia con el fin de evitar humedades. CONCEDIDO (10-2-2005). 22. PADRIÑÁN, Sanxenxo. Ofrecen 50 €/m2 por la compra de una finca de 12.000 m2 denominada «Tomada do Cura». DENEGADO (10-2-2005). 23. DORNELAS, San Martiño. El párroco pide permiso y subvención para restaurar la iglesia parroquial. Presupuesto: 42.147 €. La Dirección Xeral de Patrimonio subvenciona con 30.000 €. CONCEDIDO el permiso y una subvención de 4.250 €. (10-22005). 24. CABERTA, San Félix. El administrador parroquial pide permiso y subvención para restaurar el retablo. Presupuesto: 5.487€. CONCEDIDO el permiso y una subvención de 600€. (3-3-2005). 25. CEREIXO, San Jorge. El párroco pide permiso y subvención para renovar tejado, puertas y ventanas de la iglesia. Presupuesto total: 60.972 €. CONCEDIDO el permiso y una subvención de 6.090€. (3-32005). 26. TRASANQUELOS, Divino Salvador. El párroco pide permiso y subvención para realizar un tratamiento para eliminar las termitas de la iglesia. Presupuesto: 3.115 €. CONCEDIDO el permiso y una subvención de 311 € (3-3-2005). 60 27. NOIA, San Martín. El párroco pide permiso y subvención para comprar una plaza de garaje por 9.000 € en el centro de Noia. CONCEDIDO el permiso y una subvención de 2.750€. (3-32005). 28. DUXAME, San Miguel. permiso para limpiar y pintar panteones. CONCEDIDO el permiso siguiendo las indicaciones de la Comisión Diocesana de Arte Sacro. (3-3-2005). 29. ARES, San José. Ofrecen 3.000 € (1,5€/m2) por la compra de una finca del iglesario. DENEGADO (3-3-2005). 30. VILARIÑO, San Adrián. El párroco pide permiso y subvención para construir un porche nuevo en la iglesia. Presupuesto total: 33.903 €. La Diputación subvenciona con 8.000 €. CONCEDIDA una subvención diocesana de 3.400 € y el reintegro de 1.265 € que la parroquia tiene depositados en la administración diocesana (10-3-2005). 31. GUIMAREI, San Xulián. Ofrecen 450 €/m2 por la compra de una finca de 1.200 m2. DENEGADO (10-3-2005). 32. BAMIRO, San Mamede. El administrador parroquial pide permiso y subvención para reponer el tejado de la capilla de Nuestra Señora. CONCEDIDO el permiso siguiendo las indicaciones de la Dirección Xeral de Patrimonio y de la Comisión Diocesana de Arte Sacro. (10-3-2005). 61 33. RIBEIRA, San Pedro. Dos vecinos solicitan que se les conceda una servidumbre de paso por terreno de la iglesia. DENEGADO (10-3-2005). 34. DARBO, Santa María. El párroco pide permiso y ayuda económica para reparar los daños ocasionados por el incendio que sufrió la iglesia. Presupuesto: 18.000 €. CONCEDIDOS 9.000 € que la parroquia tiene depositados en la administración diocesana (17-3-2005). 35. TOMEZA, San Pedro. El administrador parroquial pide autorización para restaurar la capilla de San Cibrán, con un presupuesto de 89.033_ y una imagen de piedra, con un presupuesto de 1.750 €. CONCEDIDO, una vez que obtenga los permisos necesarios. 36. GUIMAREI, San Xulián. El administrador parroquial pide ayuda económica para restaurar la iglesia, con un presupuesto de 59.995_. CONCEDIDA una subvención de 6.000_. 37. SANTASABINA, San Xulián. El párroco solicita autorización y subvención para pintar el Retablo, cuyo coste se aproxima a los 5.000 €. CONCEDIDA la autorización y una subvención de 500 €. 38. BUDIÑO, Santa María. Varios feligreses piden permiso para arreglar sus panteones. CONCEDIDO, a condición de que tengan en cuenta las indicaciones del Sr. Cura. 62 SEMINARIO MENOR 50 ANIVERSARIO El día uno de marzo del año 1953, el Cardenal Quiroga Palacios bendecía la colocación de la primera piedra del Seminario Menor de la Asunción. En el curso 1955-56, recibía a la primera promoción de alumnos seminaristas. Han pasado ya cincuenta años de aquel momento, y desde entonces se ha celebrado con la mayor solemnidad esa fecha, festividad de San Rosendo, co-patrono del Seminario, junto con la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Este año, el día uno de marzo, se celebró una Eucaristía solemne, pero, como el Sr. Arzobispo, Mons. Julián Barrio, se encontraba en Roma realizando la Visita ad limina, se trasladaron las celebraciones a la primera semana de Pascua. El lunes se representó la Pasión del Señor, realizada por el Grupo San Miguel Arcángel de Vigo. El martes por la tarde se acercó al Seminario el entrenador de fútbol y antiguo alumno del Centro, David Vidal, que tuvo una amena charla-coloquio con todos los alumnos. En la víspera del día grande, las actividades deportivas de toda clase ocuparon el tiempo de los seminaristas, alumnos y profesores. A última hora de la tarde se reunieron en la Capilla General para tener una Vigilia de Oración y dar gracias al Señor por los cincuenta años del Seminario Menor. El viernes por la mañana se proyectó un documental sobre el transcurrir de la vida actual del Seminario, realizado por el 63 Departamento de Humanidades. Es el tercero de una serie que muestra la vida del Seminario Menor desde sus comienzos. A continuación, tuvo lugar la ya tradicional ofrenda floral al Cardenal Quiroga, delante del busto colocado en uno de los patios interiores. La mañana llegó a su fin con una solemne Misa de Acción de Gracias presidida por el Sr. Arzobispo y concelebrada por un buen número de sacerdotes. Por la noche, los responsables de la Cadena 100 en Santiago explicaban el funcionamiento de la radio y los gustos musicales actuales en una tertulia divertida y musical. El sábado, 2 de abril, por la noche, se celebró un concierto a cargo del grupo musical religioso «Brotes de Olivo». Se quiso homenajear con el mismo al papa Juan Pablo II, que acababa de fallecer. Fue un acontecimiento especial, celebrado de forma humilde y recordando, de forma agradecida, a todos los que hicieron posible la obra material y espiritual del sueño de un gran Cardenal. 64 DEL. DIOCESANA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Último Mensaje de Juan Pablo II Mensaje póstumo de Su Santidad Juan Pablo II con ocasión de la 39 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra el 8 de mayo de 2005, con el siguiente lema: «Los Medios de Comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos». Como era habitual, el Santo Padre hacía público el 24 de enero, fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas y de la Prensa católica el tradicional mensaje pontificio para la Jornada Mundial de los Medios de Comunicación, que este año 2005 se celebra el 8 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor con la consabida Colecta conciliar señalada para esta fiesta. En páginas anteriores, apartado Santa Sede, publicamos íntegro el Mensaje del Santo Padre, el cual al fallecer el día 2 de abril de 2005 adquiere el carácter, entre sus escritos, de póstumo. COMISARÍA DE TIERRA SANTA NOTA ACLARATORIA En la relación detallada de la participación en la colecta «Pro Locis Sanctis» del año 2004, publicada en este Boletín Diocesano nº 3.595, pags. 196-202 se omitió por causas ajenas a esta Comisaría la mención de la Parroquia de Santa Lucía de La Coruña. Así mismo por un error de trascripción se atribuyó la donación de la parroquia de Laraño, S. Martiño a la parroquia de Moreira, S. Miguel. Sirva pues la presente nota de rectificación y desagravio aclarando que la aportación de estas comunidades parroquiales ha sido la siguiente: 39. Parroquia de Santa Lucía de La Coruña 1.196’59 € 40. Parroquia de San Martiño de Laraño 78’38 # 41. Parroquia de San Miguel de Moreira 25’79 € Pedimos disculpas a los Rvdos. Sres. Párrocos y les expresamos el agradecimiento en nombre de la Custodia de Tierra Santa. 66 VIDA DIOCESANA ____________________________________________ SEMANA SANTA Desde el Domingo de Ramos hasta el de Pascua, incluidos ambos, el Sr. Arzobispo presidió todos los actos de culto que tuvieron lugar en la Catedral a lo largo de la Semana Santa. Al final de la Misa del Domingo de Resurrección Mons. Barrio impartió la bendición con indulgencia plenaria. 2.- Acción Católica El día 29 de marzo el Sr. Arzobispo se desplazó a El Escorial para participar en una reunión con la Acción Católica. 3.- Funerales por sacerdotes fallecidos Mons. Julián Barrio presidió las exequias por el eterno descanso del Rvdo. Sr. D. Jesús Quintáns Mouzo, fallecido el 24 de marzo, y que tuvo lugar el día 30 del mismo mes en la parroquia de san Cipriano de Vilastose, y el día 20 de abril, en la parroquia de santa María de Coiro, por el Rvdo. Sr. D. Manuel Pérez Lado. 4.- Seminario Menor de la Asunción El día 1 de abril se celebró una solemne Eucaristía de Acción de Gracias, en el Seminario Menor de la Asunción, con motivo de sus 50 aniversario. Presidió el Sr. Arzobispo. 5.- Confirmaciones Mons. Barrio administró el sacramento de la Confirmación en la parroquia de san Martiño de Cabrui el día 2 de abril, el 3 en las parroquias de san Martiño de Callobre y santa María de Ombre, y el día 11 en la iglesia de los PP. Jesuitas de la ciudad de A Coruña. 67 6.- Visita Pastoral El Sr. Arzobispo realizó la Visita Pastoral, en este mes de abril, a las siguientes parroquias: San Vicente de Carres y Santa María de Cutián el día 5; Divino Salvador de Trasanquelos y San Pedro de Filgueira de Barranca el día 9; Santiago de Requián y san Esteban de Piadela, el día 10; San Julián de Coirós y Santa Mariña de Lesa, el día 15; San Vicente de Fervenzas, Santiago de Oís y Santa María de Oís, el día 16; San Andrés de Obre y San Martiño de Tiobre, el día 21; y a las parroquias de Betanzos los días 22 y 23. Todas ellas pertenecen al arciprestazgo de Xanrozo, en la Vicaría Territorial de A Coruña. 7.- Consejo Presbiteral El día 6 de abril se celebró en la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales de Santiago de Compostela, la Asamblea Plenaria del Consejo de Presbiterio. Presidió la misma El Sr. Arzobispo. 8.-Fallecimiento de S.S. Juan Pablo II Con motivo del fallecimiento de S. S. Juan Pablo II el día 2 de abril en la Ciudad del Vaticano, la Archidiócesis Compostelana celebró distintos actos en memoria del recordado Pontífice. Entre ellos se celebraron tres misas funerales presididas por D. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela, en las tres ciudades del Arzobispado. Así el día 6 de abril tuvo lugar el celebrado en la SAMI Catedral, con la presencia del Sr. Presidente de la Xunta de Galicia, Excmo. Sr. D. Manuel Fraga Iribarne. El día 9, se celebro la misa funeral en la Plaza de María Pita en la ciudad de A Coruña, y el día 11, en la Real Basílica de Santa María la Mayor en Pontevedra. A todas ellas asistieron numerosos fieles, así como las principales autoridades residentes en las dichas ciudades. El día 8 de abril, el Sr. Arzobispo se desplazó a la ciudad de Roma para estar presente en las Solemnes Exequias por el Papa Juan Pablo II, que tuvieron lugar en la Plaza del Vaticano, presididas por el Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Mons. Ratzinger. 68 9.- Arciprestazgo de Bergantiños Los sacerdotes que realizan su labor pastoral en las parroquias del Arciprestazgo de Bergantiños tuvieron, el día 14 de abril, una jornada de encuentro y oración. Se hizo presente el Sr. Arzobispo. 10.- Eucaristía en el Monasterio de Poio El Secretariado Interdiocesano gallego de Pastoral de la Salud convocó el XXVII Curso regional, que tuvo lugar en el monasterio de Poio, los días 16 y el 17 de abril, bajo el título “Los necesitamos. Nos necesitan”. Cerca de 300 personas participaron en este curso, organizado este año por la Archidiócesis de Santiago de Compostela, y dirigido a profesionales de la salud, voluntarios parroquiales y hospitalarios, enfermos y familiares, comunidades religiosas y sacerdotes y a todos los interesados en el mundo de la salud. El último día, D. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago, presidió la Eucaristía. 69 BIBLIOGRAFÍA MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO Y OTROS. Fe cristiana y futuro: fundamentos y horizontes de la cultura europea. Santiago de Compostela, 2005 Quince artículos contiene este libro que hace el número 17 de la colección “Collectanea scientifica compostellana” del Instituto Teológico de Santiago de Compostela. Son los textos de otras tantas conferencias pronunciadas en el decurso de las V Jornadas de Teología, celebradas en el verano del año pasado en el primer centro diocesano de formación teológica. Se han editado por el ITC con la colaboración del Xacobeo 2004, la Secretaría de Relaciones con la Comunidad Europea de la Xunta de Galicia, la Obra Social de Caixa Galicia y el Banco Gallego. La primera colaboración, con el título “Peregrinos por gracia”, lleva la firma de Mons. Barrio, que pronunció la lección inaugural, y en ella glosó el significado del slogan del Año Jubilar Compostelano que estaba celebrándose en 2004. Marca en su intervención el Arzobispo compostelano las líneas básicas de todas las Jornadas: el interés por el hombre en un mundo globalizado: el interés por el ser humano, al que hay que devolver la esperanza. Y, haciendo memoria de la peregrinación, afirma: “hay que tener en cuenta que la peregrinación recuerda la condición del hombre, a quien gusta describir la propia existencia como un camino”. El Presidente de la Xunta de Galicia, Don Manuel Fraga Iribarne, bajo el título “Fe cristiana y raíces histórico-políticas de Europa”, comienza recordando que el Año Santo y el Xacobeo son dos realidades distintas, pero estrechamente vinculadas entre sí: aquél es “una institución religiosa penitencial” y, éste, “una industria turística”. Entrando de lleno en el tema de su intervención, Don Manuel Fraga advierte que la unidad de Europa puede considerarse desde dos puntos de vista, el fisicalista y el espiritualista. Piensa 70 que estas dos visiones no se excluyen, sino que deben concurrir en una síntesis. Describe luego las raíces histórico-políticas de Europa. No las enumera todas, sino sólo las más importantes, que son el Estado social y democrático de derecho, la Universidad, la Milicia, la Industria, la Filosofía, la Religión, la Jurisprudencia y las Bellas Artes. Pero, a su juicio, la fe cristiana ha sido la raíz principal de Europa, y argumenta esta aseveración poniendo ejemplos de expresiones populares con base evangélica, de onomástica, de toponimia, de decoración y vestido, de teatro y novela, de pintura y escultura, de música y también de restauración. Se pregunta cómo revalorizar la raíz cristiana de Europa y, en su respuesta a este interrogante, se muestra partidario de que el nombre de Dios aparezca en la Constitución europea y que se garantice a todos los ciudadanos su derecho a la educación religiosa. Para hablar de la “configuración socio-político-cultural de Europa” se invitó al exconselleiro de la Xunta y exparlamentario europeo D. Manuel Pérez Álvarez, inspector de Trabajo. Analizó la situación actual y glosó las perspectivas de futuro. Hizo una síntesis histórica del proceso que condujo a la unidad europea y de la redacción del tratado constitucional que quiere servir de base a entendimiento entre los pueblos que se integran en ella. Recuerda que los tres políticos que idearon esta unión eran católicos: Schuman, Adenauer y De Gasperi. Termina enumerando las características que debiera tener la Unión Europea. Una de ellas, la religiosa, considera que ha de ser “pluralista, aunque de raíz cristiana, origen de buena parte de sus valores fundamentales y sociales”. El diplomático Don Marcelino Oreja Aguirre escribe sobre “El Camino de Santiago y la construcción de Europa”. Recuerda que hizo el Camino de Santiago una vez y, algunas de sus etapas, varias, y que a él dedicó al menos en los últimos años todos sus afanes. Ve en el Camino dos ingredientes indisociables: el trascendental y el cultural. Para él “las dos guerras mundiales resultaron de la degradación de una cultura, que elevó las categorías de raza y nación, la voluntad de poder y la ideología revolucionaria a valores supremos”. Como cimientos de la Unión europea dice que han de ponerse “la dignidad sagrada de la familia y el matrimonio; la defensa de la vida naciente, débil, enferma o feneciente; la compartición de la riqueza en la justicia; el respeto a la realidad sagrada y al misterio que los hombres han invocado con 71 la palabra Dios”. Luego reflexiona sobre la relación entre economía y pobreza y la guerra y sus consecuencias. Para el Sr. Oreja “el problema principal de nuestra sociedad, y al que de ninguna manera debemos renunciar, consiste en volver a situar a la persona humana en el centro de nuestras preocupaciones”. Cree obligado derribar algunos ídolos, como el afán de poder dictatorial y el ansia de beneficio. El monje benedictino José Antonio Torres, primer superior del monasterio de San Salvador de Monte Trago, inaugurado en Rabanal del Camino en el año 2001, expone la finalidad de este cenobio: “un proyecto evangelizador en el Camino de Santiago”. Asegura que los miembros de la comunidad son, a la vez, monjes y misioneros, sin que esta combinación sea una novedad en la historia de la Iglesia. Habla desde su experiencia en el trato con los peregrinos, a los que se acercan, sobre todo, por la oración. Y se muestra convencido de que “los caminantes que recorren el Camino de Santiago acaban siendo peregrinos que desean imperiosamente, tal vez furiosamente, el soplo refrescante del Espíritu Santo”. Del “sentido bíblico de la peregrinación y el jubileo” habla el Canónigo Lectoral de la Basílica compostelana y profesor del ITC Dr. D. José Fernández Lago. Con un conocimiento profundo de los matices filológicos que describen a los peregrinos, los nativos y los forasteros, habla de las peregrinaciones en el pueblo de Israel, que contienen algunos de los valores de toda peregrinación, como la limosna y la esperanza y, refiriéndose al carácter peregrinante del ser humano, hace suyas las palabras de la Carta a Diogneto: “los cristianos residen en su propia patria como extranjero, de suerte que toda tierra extraña es su patria y toda patria es para ellos extraña”. Cierra la segunda parte de su lección con la historia del jubileo en Israel y nos presenta la peregrinación a la casa del Padre”. El arzobispo salesiano, Mons. Angelo Amato, Secretario de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, se ocupa de las raíces espirituales de Europa. Después de analizar los conceptos de religión y de cultura, escribe que “la religión constituye el núcleo vital de cada cultura”, porque el nivel más interior y central de una cultura “incluye las convicciones profundas sobre la existencia y los significados religiosos y éticos de un pueblo”. Se lamenta del olvido 72 de las raíces cristianas de Europa, realidad a la que, con palabras del Papa Juan Pablo II, considera “un espacio privilegiado de esperanza humana”. Describe las raíces griega, romana y cristiana de Europa y vincula el respeto a la persona con la fe en Dios y asegura que es imprescindible superar este tipo de laicismo que se identifica con la increencia. Apelando al ejemplo de la catedral de Estrasburgo, en la que falta una torre todavía no construida, se pregunta si a la unidad europea le falta la torre de su identidad cristiana. Santiago del Cura, docente en al Facultad de Teología de Burgos y en la Pontificia de Salamanca, es el autor con la aportación más extensa de este libro. Se ocupa de la contribución de la Teología como uno de los retos obligados para la unidad europea. Después de un recorrido por la historia de la doctrina pontificia sobre Europa, especialmente la exhortación “Ecclesia in Europa”, y de los teólogos en diversos congresos, formula su propuesta con estas palabras: “en el actual contexto europeo la Teología está llamada a presentar, testimoniar y dar razón del Cristianismo (de nuevo o por vez primera) como desafío, esperanza y fascinación”. Describe la función de la Teología y de las Ciencias de la Religión, que se complementan, ya que las segundas se ocupan del hecho religioso, y la Teología, de la pregunta por Dios. Se muestra convencido de que “se imponga la recuperación de lo trinitario como lo propium del discurso cristiano sobre Dios y como hilo conductor de toda la Teología”. Y termina con la mención de las dos tareas que cree esperan al cristiano: rehacer el discurso sobre Dios y la praxis vital y dejarse habitar por la experiencia religiosa. Una visión ecumenista recorre la intervención de Mons. Adolfo González Montes, Obispo de Almería, en el desarrollo del tema “Las Iglesias y las comunidades eclesiales en la construcción de Europa”. Suya es esta afirmación. “la idea cristiana del progreso histórico, aun secularizada, es propuesta del Cristianismo para interpretar el devenir de la historia humana”. Echa en falta en los pilares para el edificio político europeo los tratados constitutivos, la política exterior y de seguridad común y la cooperación en materia de seguridad interior y política judicial, la mención expresa de las raíces cristianas. Considera quehacer obligado de las iglesias cristianas la defensa de la justicia y de la paz y el diálogo con la sociedad y con los grupos que hay dentro de ella, y reta a los 73 seglares católicos a que tengan una clara conciencia de su misión apostólica. De la función de los seglares escribe la profesora de la Universidad Gregoriana Doña Carmen Aparicio Valls con el tema de su intervención “Los nuevos Movimientos en la Evangelización de Europa”. Los movimientos a los que se refiere son “todas las asociaciones laicales reconocidas como tales por el Consejo Pontificio para los Laicos. Enumera los elementos comunes a todas las asociaciones: lectura evangélica de la Historia, compromiso por la justicia y la paz y colaboración con Dios para recrear el mundo en Cristo. Considera que las diferencias entre asociaciones se deben al acento que pongan unas en la espiritualidad de la encarnación; otras, en la de comunión; y, las terceras, en la carismática. En todos estos Movimientos hay siempre un lugar obligado para María. Se lamenta de que exista una pérdida de la memoria cristiana y del aumento de las dificultades para vivir la fe en este mundo que desdeña, cuando no amenaza, el comportamiento cristiano. Invita a los Movimientos a que sean profetas de esperanza; que sean santos para transformar el mundo; que manifiesten interés por la persona y que creen un clima de comunión. Para ello postula que los laicos se formen cada día más en sus creencias, en su condición humana y en la vivencia de la profesión como vocación. La doctora Isabel Pereira Varanda, profesora de Teología en la Universidad Católica de Portugal, la única que no escribe en castellano en este libro, ve que existe un consenso de principio en Europa, el de admitir la permanencia de algunos valores como la justicia, la libertad, la democracia, el amor… Analiza el concepto de paz para hacerla socia inseparable de la alegría. Luego asegura que una cuestión fundamental es la de la dignidad del ser humano. Destaca dos valores: la diferencia y la hospitalidad. Y concluye su trabajo diciendo que “la paz no es un apeadero de la guerra, sino que tiene un rostro: Jesucristo es nuestra paz”. Monseñor Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto, trata, en su estudio, de “Europa y nueva evangelización”. Para Mons. Forte, “nueva evangelización quiere decir nuevo compromiso de fidelidad al mundo presente y al mundo que debe venir y conjugación siempre viva y nueva de estas dos fidelidades en el seguimiento del Crucificado Resucitado”. Apelando a Ronhoeffer, segura que la 74 crisis de Europa es la de la decadencia. Compara esta crisis con el éxodo y piensa que tenemos que poner los ojos en un nuevo adviento, el de la fe, el de la reconciliación con el Otro; en la fidelidad a Dios y a los hombres en la solidaridad. Destaca cómo la buena noticia para el hombre es la Trinidad de Dios, que “fundamenta la posibilidad de una crítica liberadora de toda miopía, de todas las posibles pretensiones de dar carácter absoluto a los resultados históricos”. El Arzobispo titular de Novaliciana y Nuncio de Su Santidad en Gran Bretaña, Mons. Faustino Sáinz Muñoz, habla de “lo religioso en el proceso de construcción europea”. Nos acerca añl origen de la Unión y muestra con numerosas citas la presencia de la Santa Sede en este proceso, que encuentra ya una primera propuesta en el Papa Benedicto XV. Constata que desde la firma de los Tratados de Roma no ha habido una referencia a las confesiones y comunidades religiosas; y que, en cambio hay en el derecho comunitario numerosas disposiciones de rango secundario que tienen en cuenta la incidencia de la fe religiosa, como son la interdicción de cualquier discriminación, la publicidad televisa respetuosa con las opiniones religiosas o políticas, el respeto a los estatutos de las Iglesias de los Países miembros, etc. Recuerda que todos los Países tienen formación religiosa en los niveles de Primaria y Secundaria. Recuerda las divergencias que se produjeron acerca de la inclusión de lo religioso en el Tratado y de las raíces cristianas del Continente. De todos modos, afirma que “se puede estar razonablemente satisfechos por la acogida a propuestas religiosas”. Termina sugiriendo que se necesita la actuación propositiva de la Iglesia institucional y la acción operativa de cristianos bien formados en Doctrina Social. El pensamiento de S. S. Juan Pablo II sobre identidad y evangelización de Europa fue expuesto, y su disertación aparece en este libro, por el Profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca D. José-Román Flecha Andrés, quien comienza su exposición con las palabras del Papa en su reto a Europa desde la Catedral santiaguesa y va glosando luego diversas intervenciones de Juan Pablo II que tienen como referencia fundamental al continente europeo y a su unidad, destacando los patronazgos de santos y santas que tuvieron que ver con la evangelización y otros sucesos europeos. Entre las citas importantes que incluye en su aportación el profesos Flecha se encuentra éste del poeta Eliot: “Yo no creo 75 que la cultura europea podría sobrevivir a la completa desaparición de la fe cristiana”. Frase que encuentra en complemento en la del judío practicante Weiler, que censura el silencio de los cristianos europeos: “En la Europa de la Unión la Cristiandad está encerrada –se ha encerrado- en un gueto”. Presenta la evangelización como memoria y proyecto y nos deja este mensaje claro: “quedan todavía muchos proyectos pendientes. Pero queda todavía un espíritu original que es preciso recobrar, asimilar y difundir que hizo posible el sueño europeo”. Los compromisos del Cardenal Rouco para acudir a Compostela hicieron que su Obispo Auxiliar Mons. Romero se encargara del tema “El Evangelio de la Esperanza para una nueva Europa”. Su primera observación es de tristeza y de esperanza: “El anuncio del Evangelio de la Esperanza no olvida una Europa que agoniza con síntomas de muerte; pero todavía puede resurgir discerniendo cuál debe ser la palabra y el gesto, el pensamiento y la acción de los católicos europeos en la Iglesia y en medio de la sociedad”. Después de unas citas de pensadores de relieve en la reciente historia de España, hace una síntesis de la doctrina pontificia respecto de Europa. Su diagnóstico sobre la situación actual encuentra la causa fundamental en el intento de hacer prevalecer una antropología sin Dios y sin Cristo; sin embargo, advierte signos esperanzadores en el horizonte continental. Afirma la permanente novedad del Evangelio de la Esperanza y concluye su estudio optimista con la frase “más vale buena esperanza que ruin posesión” de Sancho Panza, con los versos de S. Juan de la Cruz “con esta buena esperanza/ que de arriba les venía”, y con las palabras de S, Irineo “jamás escapa Adán a las manos de Dios”. Como resumen podemos decir que hay dos ideas fundamentales en estos trabajos: la vuelta de Europa a la fe y a la conducta cristianas y la necesidad del respeto a la dignidad de la persona. Han sido temas que encajaban perfectamente en un Año Jubilar, que invita a recordar el papel vertebrador que el Camino de Santiago tuvo en la configuración política y cristiana de Europa. El ideal de la peregrinación sirvió a casi todos los conferenciantes y colaboradores del libro para ver en ella la imagen de la vida del hombre, el homo viator, en este mundo. Se cumplen perfectamente los objetivos que se propuso el equipo coordinador de las Jornadas: sumarse, desde el mundo y el pensamiento cristianos, a la reflexión que se viene haciendo para la 76 configuración de una Europa unida y, por otra parte, proponer el mensaje cristiano como una alternativa de futuro. J. P. L. 77 MARÍA DEL SOCORRO D. ORTEGA ROMERO. Proyecto para la iglesia de la nueva parroquia que se pretendió escindir de la Santa María la Real de Sar en el último tercio del siglo XVII. Santiago de Compostela, 2005. La antigua parroquia de Santa María la Real de Sar dio lugar, en el siglo pasado, a cuatro nuevas feligresías: S. Lázaro, S. Pedro, Nuestra Señora de Fátima del Castiñeiriño y S. Antonio de Fontiñas. Los lugares en los que se ubican las nuevas iglesias y sus correspondientes jurisdicciones fueron aumentando progresivamente su población. Pero existía desde mucho antes el problema de la distancia de los barrios con respecto al templo parroquial de Sar. Esta lejanía preocupó en tiempos pasados a los Arzobispos y a los párrocos de Sar. Un prelado del siglo XVIII, D. Francisco Alejandro Bocanegra, intentó poner remedio a esta situación y, como primera providencia, encarga al Notario de la Curia el estudio del asunto, con la intención de crear una nueva parroquia, dedicada a San Carlos Borromeo, que aliviara a los fieles las dificultades que encontraban para cumplir con sus deberes religiosos y al clero de Sar su trabajo pastoral. La profesora de la Universidad compostelana, sección de Historia del Arte, doctora doña María del Socorro Dolores Ortega Romero, ha resucitado este proyecto en su discurso de ingreso, como académica numeraria, en la de Bellas Artes “Nuestra Señora del Rosario”. Contestó a la nueva académica su compañero de corporación y antiguo alumno suyo Dr. D. Ramón Yzquierdo Perrín, Catedrático de la Universidad de A Coruña. La doctora Ortega hace una síntesis completa de la historia de la iglesia de Sar, que arranca de los tiempos de Gelmírez, de cuando el canónigo Munio Afonso, después Obispo de Mondoñedo, fundó en Sar el monasterio de los Canónigos Regulares de San Agustín. En el siglo XVI el clero secular sustituiría a los religiosos en el gobierno del templo, y es entonces cuando la edificación medieval es adornada con el título de Colegiata. A diferencia de otros 78 templos de la era gelmiriana, la iglesia de Sar es la que conserva la totalidad románica de su fábrica. Según escribe la nueva académica, además de los informes de los sacerdotes de Sar, se requirió una consulta popular en 1775. Todos ellos incidieron en las distancias y la consiguiente dificultad que los feligreses tenían para acudir a Sar, por lo que los sacerdotes de ésta autorizaban a tomar parte en las celebraciones ordinarias en la iglesia más cercana al lugar de su residencia. Alguno de los comparecientes añade otros motivos que recomendaban la fragmentación, como era el de los “caminos costaneros y los pantanos, especialmente en invierno”. Se distinguían en la parroquia de Sar dos núcleos de población, el de dentro y el de fuera, desiguales por la situación económica del grupo humano que habitaba en cada uno de ellos. Dos arquitectos que luego redactaron el proyecto de la nueva iglesia, Ramón Pérez Monroy, santiagués, y Juan López Freire, en realidad López Pérez –ya que el Freire que él usaba era el segundo apellido de su padre-, natural de la parroquia de Cereijo. Se barajaron posibles ubicaciones del templo de San Carlos. En concreto cuatro: el campo de San Antonio, la iglesia de San Pedro, la Puerta del Camino y el Picho de la Cerca. Se hacen valoraciones económicas de cada posible solar y también se analizan otros obstáculos, como, por ejemplo, la pertenencia de San Pedro a la comunidad benedictina de San Martín Pinario, que tenía allí la Misa dominical y celebraba solemnemente cada año la fiesta titular. La planta de la iglesia iba a tener forma de cruz latina, una sola nave e idéntico ancho en ésta y en los brazos horizontales de la cruz. La profesora Ortega hace un estudio detallado de cada una de las partes del templo abocetado y le encuentra algunos paralelismos con otras construcciones religiosas del mismo tiempo, como la iglesia de San Julián de Ferrol, hoy Concatedral, y la capilla general de Ánimas de Santiago de Compostela. Igualmente estudia la autora de esta investigación otros proyectos realizados por ambos arquitectos en la ciudad de Santiago de Compostela, que les acredita como personas magníficamente formadas. 79 No se sabe cuál fue el motivo de que este proyecto no se haya llevado a cabo, después de que el Arzobispo hubiera elevado ya al Rey la propuesta en 1777. Posiblemente haya influido la economía, que, en una de las estimaciones, llegaba casi al medio millón de reales de bellón. Pero ha sido un acierto la resurrección del asunto por parte de la doctora Ortega, porque ofrece a los interesados en la historia de la capital diocesana un dato que no era muy conocido. Por otra parte, da cuenta de la preocupación del Arzobispo Bocanegra por la atención pastoral de los feligreses de la entonces geográficamente deshabitada parroquia de Sar. J.P.L 80 ENRIQUE PELACH. Misión en el Trapecio Andino. Memorias de un obispo de nuestro tiempo al servicio de los pobres de Abancay. Lima, 2004. Ni el autor de este libro es miembro del Presbiterio Diocesano, ni el contenido de la publicación tiene relación directa con nuestra Diócesis. Sin embargo, nos parece oportuno dejar constancia de esta publicación, porque nos informa de los trabajos de un misionero y de las realizaciones que, superadas muchas dificultades, llevó a cabo Mons. Enrique Pelach, ahora ya Emérito como Obispo de Abancay en Perú. Conocimos a Mons. Pelach hace muchos años en Roma. Procedente de la diócesis de Gerona, se graduó en la Ciudad Eterna en la materia que en sus años de Seminario ocupó el primer plano de sus inquietudes, la Misionología. Le interesaban las Misiones, tanto desde el punto de vista teórico, de ahí su Licenciatura, como desde el ángulo práctico. Enfocaba su Sacerdocio hacia la predicación de Cristo en medio de los pobres. Decir que sus compañeros del Colegio de San José le admirábamos por su espíritu es afirmar una verdad incontrovertible. Siendo todavía seminarista en el Seminario gerundense y, al mismo tiempo, Vicerrector del centro formativo, entró en contacto con el Opus Dei y se integraría más tarde, tras recibir la ordenación, en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Se entrevistó varias veces con Mons. Escrivá, el hoy canonizado San Josemaría, y de aquella relación nacerían estímulos que le sirvieron a Mons. Pelach para no dejarse vencer por los obstáculos que encontró en su ministerio misionero como sacerdote y luego como obispo. En el año 1957 D. Enrique Pelach llegó a Perú para integrarse, con sus compañeros de viaje, en la Prelatura Nullius de Yauyos, de la que fue nombrado Prelado Mons. Ignacio María de Orbegozo. Se encontraron a disposición del Prelado para acompañar a los tres presbíteros que ya estaban en el territorio. A pesar de la distancia a la que se encontraban de la capital de la Prelatura y unos de otros, se reunían cada mes para un día de retiro y otro de asueto. Evangélicos y adventistas habían 81 aprovechado ya la falta de sacerdotes católicos para hacer adeptos, de los que muchos, como el Alcalde de Laraos, volvieron al seno del Catolicismo cuando entraron en relación con los nuevos misioneros. Once años trabajó D. Enrique Pelach en la Prelatura hasta que, en 1968, el Papa Pablo VI le nombró Obispo de Abancay, en pleno corazón de los Andes, en el departamento más pobre de Perú, con localidades situadas a tres mil metros de altitud. Para visitar alguna de ellas había de subir hasta cinco mil metros. La lengua castellana alternaba con la quechua. La mortalidad infantil se evaluaba en el 132 por mil. El primer Obispo de Abancay, erigida como diócesis en 1959, fue el Auxiliar del Obispo de Cuzco, Mons. Alcides Mendoza, a quien sucedió Mons. Pelach. Había diecinueve sacerdotes, número insuficiente para atender a más de doce parroquias en un territorio de casi trece mil kilómetros cuadrados, ocupado por trescientos mil habitantes. No había nada de los que una diócesis debe tener en Abancay. Poco a poco, con la ayuda inestimable de la asociación gerundense Amigos de Abancay, irían naciendo un Asilo de Ancianos, una Leprosería un Hogar para estudiantes pobres, un Convictorio para Sacerdotes y los Seminarios Mayor y Menor, entre otras instituciones. El Obispo Pelach hizo algunos viajes a Europa en busca de sacerdotes y para procurarse ayudas económicas. En el país peruano recorrió muchos miles de kilómetros a caballo y hubo de vérselas con la plaga del terrorismo. Mantuvo la costumbre que tenían los Yauyos de reunirse mensualmente con los sacerdotes para el retiro y la planificación de la tarea pastoral. Vivió la reunión de Medellín y llevó a su diócesis las sugerencias que se hicieron en esta asamblea del Episcopado Latinoamericano. Con motivo del Quinto Centenario de la Evangelización de América, en Abancay tuvo lugar una misión que implicó a cuatro mil ochocientos misioneros, la mayor parte de ellos seglares de toda edad y condición. Siguiendo las pautas del Concilio Vaticano II sobre los laicos, la exhortación postsinodal sobre los Laicos, y los documentos pontificios “Evangelii Nuntiandi” y “Christifideles Laici”, se organizó un conjunto de reuniones en las que, a lo largo de un año entero, se fue revalorizando el papel de los seglares en la Iglesia. Se fomentó la devoción a la Virgen del santuario de 82 Cocharcas, una ermita en la que los fieles andinos manifiestan su piedad mariana, que nace con la aparición de María a un joven en el siglo XVI. Junto a este santuario se honra a la Virgen en el episodio de su visita a Isabel, en la capilla colonial de Caipe, y, desde 1980, en el santuario levantado a la Virgen de la Piedad en el pueblo de San Antonio. El Obispo y sus sacerdotes tuvieron que viajar a lomos de caballos por los senderos más difíciles, alojarse en lugares carentes de lo más elemental para el aseo y compartir con el pueblo sus limitaciones económicas, que poco más podían mejorar a pesar del esfuerzo de los diocesanos por honrar a su Prelado. Las visitas de tarde en tarde a los poblados sin sacerdote imponían largas sesiones de confesiones, bautismos y matrimonios. Las Casas de Retiro reunieron en algún año a cinco mil jóvenes para jornadas de reflexión y de formación. En la diócesis de Abancay cuajaron perfectamente los Movimientos de Evangelización 2000 y de Retiros Parroquiales Juan XXIII. En el coche del Obispo, además de todo lo necesario para su tarea apostólica, encontraban acomodo los animales que encontraba más baratos en algunos lugares, como los cinco “chanchos” que adquirió Mons. Pelach para el Asilo, o las once gallinas negras que le regaló con la misma finalidad la granja Valle Grande, que regentaba, para enseñanza de técnicas agropecuarias, el Opus Dei en Cañete. Por cierto que una de las gallinas desapareció y una buena mujer quiso sustituirla por otra, donada por ella, así como una cantidad de huevos que colocó en la camioneta episcopal. Al estilo de San Francisco de Sales, vio Mons. Pelach un importantísimo medio de apostolado en los papeles impresos. Las primeras obras cuya edición promovió fueron el Catecismo, un devocionario, “Rezar y Cantar”, y otro libro de oraciones más pequeño, la “Guía Cristiana”. Cáritas floreció también en Abancay y llevó a cabo no sólo la atención inmediata a los necesitados, sino también obras para la mejora del agro, carreteras y caminos vecinales y granjas escolares. Abancay tiene en la actualidad ochenta mil habitantes y veintisiete sagrarios en la capital diocesana. 83 Monseñor Pelach quedó exonerado de su función episcopal en diciembre de 1992, tras la renuncia presentada al Santo Padre por razones de edad. Le sustituyó el primer sacerdote que convenció para ir a Abancay, el solsonense Don Isidro Sola Ribera, que fue, sucesivamente, Obispo Auxiliar y Coadjutor hasta que le dieron el título de residencial con la aceptación de la renuncia de Mons. Pelach. Desde una distancia de medio siglo hemos seguido recordando a Don Enrique Pelach y recibiendo informaciones esporádicas de él por medio de un sacerdote del Presbiterio compostelano que también sintió hace años la llamada de América. Y ahora queremos agradecer a Mons. Pelach su testimonio estimulante, que pone de manifiesto que aquellos fervores misioneros del Palazzo Altemps dieron abundantes frutos. 84