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Volumen 68, Número 6. noviembre-diciembre 2008 ÓRGANO OFICIAL DE DIFUSIÓN DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE UROLOGÍA Volumen 68, noviembre-diciembre de 2008, Número 6 Editorial La atención primaria de la salud: más importante que nunca 307 Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Martínez-Cornelio A et al. 334 Casos Clínicos Artículos originales Revista Mexicana de Urología ISSN-0185-4542 Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Valdés-Lares O et al. 309 Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical Andrade-Platas JD et al. 314 Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas Camacho-Trejo VF et al. 318 Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos Rodríguez-Covarrubias F et al. 324 Manejo de la litiasis del tracto urinario superior 329 por vía laparoscópica revisión de nuestra serie Silva-Gutiérrez A et al. Autoamputación de glande secundaria a estrangulación peneana causante de necrosis isquémica De Silva-Gutiérrez A et al. 341 Linfedema primario escrotal gigante (enfermedad de Meige) reporte de 2 casos Sánchez-Alvarado JP et al. 344 Condiloma acuminado gigante (tumor de Buschke-Löwenstein): reporte de un caso Sánchez-Alvarado JP et al. 348 Leiomioma parauretral: reporte de un caso y revisión de la literatura Carral-Valdez RA et al. 351 Extrofia vesical. Reporte de un caso Castillo-González JM et al. 354 6 ISSN-0185-4542 * ARTEMISA * SSALUD * LILACS * IMLA * PERIODICA-UNAM * ISSSN * IMBIOMED * LATINDEX LIX CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE UROLOGÍA Chihuahua, Nov. 12-16, 2008 FUNDADOR Dr. Aquilino Villanueva Arreola EDITOR Dr. Luis R. Beas Sandoval Maestro en Ciencias Médicas CO-EDITOR Dr. José Guzmán Esquivel Maestro en Ciencias Médicas COMITÉ EDITORIAL Dr. Anel R. Aragón Tovar Dr. Carlos Pacheco Gabhler Dr. Guillermo Feria Bernal Dr. Miguel Rodríguez Esqueda Dr. Carlos García Irigoyen Dr. Julio C. Querol Suñé Dr. Jorge Gutiérrez Aceves Dr. Javier Torres Salazar Dr. Hugo A. Manzanilla García Dr. Elías Zonana Farca COMITÉ DE ASESORES CIENTÍFICOS Maestro en Ciencias Médicas Cuauhtémoc Acoltzin Vidal Doctor en Ciencias de la Salud Víctor Figueroa Granados Doctor en Ciencias Fisiológicas Clemente Vásquez Jiménez Doctor en Ciencias Médicas Óscar Uribarren Berrueta Maestro en Ciencias Raúl Joya Cervera Doctora en Ciencias Luz Margarita Baltazar Hernández Doctor en Ciencias Iván Delgado Enciso COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL Dr. Paul A. Escovar Díaz Dr. Shlomo Raz Dr. Thayne Larson Dr. Anthony Atala Dra. Tania González León La Revista Mexicana de Urología (ISSN-Q-18J-45-4542) es el Órgano Oficial de Difusión de la Sociedad Mexicana de Urología. Se editan seis números al año. Las opiniones expresadas en los artículos y sus fotografías son responsabilidad exclusiva de los autores. Los artículos publicados serán propiedad literaria de la Revista y su reproducción, parcial o total, sólo podrá hacerse previa autorización del Editor. Está indizada en: Base de datos sobre Literatura Latinoamericana en Ciencias de la Salud (LILACS), lndex Medicus Latinoamericano (IMLA), Periódica-Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias CICH-UNAM. En INTERNET, compilada en el índice Mexicano de Revistas Biomédicas (IMBIOMED): www.imbiomed.com.mx Sociedad Mexicana de Urología: Edificio World Trade Center. Montecito Núm. 38, piso 25, Col. Nápoles, 03810, México, D.F. Tel. 5488-3385. La Revista Mexicana de Urología es una publicación bimestral. Certificados de Licitud de Título, de Contenido y Núm. de Reserva al Título en Derechos de Autor, en trámite. Editada por: Director General: Director Comercial: Tiraje útil: MASSON DOYMA MÉXICO, SA. Av. Insurgentes Sur 1388, Piso 8, Col. Actipan Del. Benito Juárez, CP 03230, México, D.F. Tels.: 5524-1069, 5524-4920, Fax: 5524-0468. Alejandro González Peña María del Carmen Solórzano 2,000 ejemplares por número MESA DIRECTIVA 2008-2009 Presidente Secretario de Educación Editor Dr. Héctor Ulises Chávez Ceballos Dr. Alfredo Medina Ocampo Dr. Luis R. Beas Sandoval Vicepresidente Secretario de Actas Co-Editor Dr. Simón Grijalva Pérez Dr. José Guzmán Esquivel Primer Vocal Coordinación de Residentes Dr. Anel Rogelio Aragón Tovar Secretario Dr. Alejandro Pérez Vázquez Tesorero Dr. José Mario Ulises Pérez Toriz Dr. Guillermo Tavera Ramírez Segundo Vocal Dr. Julio César Querol Suñe Tercer Vocal Dr. Lauro Gómez Guerra Dr. Jorge Aguilar Gil Lamadrid Página de Internet Dr. Jesús Alejandro Rueda Loaiza Dr. José Arturo Rodríguez Rivera CAPÍTULOS Endourología y Laparoscopia Dr. Raúl Salgueiro Ergueta Oncología Andrología, Sexualidad Humana y Disfunción Eréctil Dr. Salvador Gállego Sales Dr. Hugo Arturo Manzanilla García Neurourología y Uroginecología Urología Pediátrica Dr. León Ovadía Rosenfeld Dr. Siviardo de León Jaén Dr. Luis Guzmán de la Garza Trasplante Dr. Martín Cruz Rodríguez Historia y Filosofía Dr. Rafael L. Graham Vidal VOCALES Sección Norte Sección Centro Norte Sección Bajío Dr. Jaime I. Barreza Arvizo Dr. David Calvo Domínguez Dr. Gustavo Antonio Gutiérrez Valiente Sección Noroeste Sección Golfo de Cortés Sección Centro Dr. Carlos A. Leos Gállego Dr. Jorge Armando Flores Espinoza Dr. Marco Antonio Aragón Castro Sección Noreste Sección Occidente Sección Oriente Dr. Rafael Martínez Montelongo Dr. Alfredo César Juárez Albarrán Dr. Rafael Morales Arcaute Sección Sur Dr. Eliseo U. Colín García COMITÉ DE CONGRESO Dr. Simón Grijalva Pérez EDITORES PRECEDENTES Arturo Lara Rivas Jaime Woolrich Domínguez † Antonio Aparicio Sánchez-Covisa † Xavier Ibarra Esparza David Jiménez Velasco † Juan Maldonado Hernández Elías Zonana Farca Gilberto Lozano Lozano † Francisco Castañeda Pérez † José Antonio Medina Rodríguez Sergio Martín del Campo Martínez Enrique Shalkow Polakevitz † Álvaro Alias Álvarez Carlos Pacheco Gabhler Porfirio C. Estrada Arras Carlos Murphy Sánchez •CONTENTS •CONTENIDO Editorial Health primary care: most important than ever Editorial 307 309 314 Andrade-Platas JD et al. Percutaneous treatment of bladder lithiasis: comparison of two surgical techniques 318 324 Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas 329 Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie 334 Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Clinical cases Casos Clínicos 341 De Silva-Gutiérrez A et al. 344 348 Castillo-González JM et al. Linfedema primario escrotal gigante (enfermedad de Meige) reporte de 2 casos 344 Condiloma acuminado gigante (tumor de Buschke-Löwenstein): reporte de un caso 348 Sánchez-Alvarado JP et al. 351 Leiomioma parauretral: reporte de un caso y revisión de la literatura 351 Carral-Valdez RA et al. Carral-Valdez RA et al. Exstrophy of the bladder: a case report 341 Sánchez-Alvarado JP et al. Sánchez-Alvarado JP et al. Paraurethral leiomyoma: a case report and literature review Autoamputación de glande secundaria a estrangulación peneana causante de necrosis isquémica 334 De Silva-Gutiérrez A et al. Sánchez-Alvarado JP et al. Giant condyloma acuminatum (Buschke Löwenstein tumor); a case report 329 Silva-Gutiérrez A et al. Martínez-Cornelio A et al. Primary giant scrotal lymphedema (Meige disease): two case reports 318 Percepción del nivel de entrenamiento de residentes 324 de urología en México y comparación con residentes europeos Martínez-Cornelio A et al. Glans auto-amputation secondary to penile strangulation causing ischemic necrosis 314 Rodríguez-Covarrubias F et al. Silva-Gutiérrez A et al. Suprarenal myelolipoma: review of cases in Mexico Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical Camacho-Trejo VF et al. Rodríguez-Covarrubias F et al. Upper urinary tract laparoscopic lithiasis management: a series review 309 Andrade-Platas JD et al. Camacho-Trejo VF et al. Comparison of Mexican and European Urology resident perception of training level Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Valdés-Lares O et al. Valdés-Lares O et al. Patients with prostate cancer locally advanced evolution, treated with radical prostatectomy 307 Artículos originales Original articles New technique for double-J catheter placement through ureteral incision in experimental laparoscopy in inanimate model La atención primaria de la salud: más importante que nunca 354 Extrofia vesical. Reporte de un caso Castillo-González JM et al. 354 EDITORIAL La atención primaria de la salud: más importante que nunca E xisten diversos sistemas de salud en los países del orbe con gran variabilidad en los resultados obtenidos en sus campañas y proyectos. Así pues tenemos que, según el Programa Global de Investigación para las Políticas en Salud de la OMS, Francia tiene el mejor sistema de salud, seguido por Italia. Estados Unidos, la primera potencia económica del mundo está en el lugar 37. Este programa utilizó cinco indicadores para su calificación. De esta manera, se evaluó la relación costobeneficio, comparando los servicios prestados con el porcentaje del producto interno bruto invertido en salud. Los indicadores fueron; nivel global de salud de la población nacional, nivel de desigualdad entre sectores, distribución de los costos del sistema de salud entre los diferentes sectores, capacidad de respuesta del sistema de salud y nivel de satisfacción de los diferentes sectores. a) Atención inversa. Las personas con más medios –cuyas necesidades de atención sanitaria casi siempre son menores– son las que más atención consumen, mientras que las que tienen menos medios y más problemas de salud son las que menos consumen. El gasto público, en servicios de salud, suele beneficiar más a los ricos que a los pobres en todos los países, ya sean de ingresos altos o bajos. En México, existen diferentes instituciones encargadas de la salud de la población. El Seguro Médico Popular surgió en 2001, inicialmente como un programa piloto llamado “Salud para Todos”, y fue llevado a cabo en cinco estados de la República. Sus objetivos fundamentales eran: brindar protección financiera a la población que carecía de seguridad social, a través de la opción de aseguramiento público en materia de salud; crear una cultura de prepago en los beneficiarios del seguro popular, y disminuir el número de familias que se empobrecen anualmente al enfrentar gastos de salud. c) Atención fragmentada y en proceso de fragmentación. La excesiva especialización de los proveedores de atención de salud y la excesiva focalización de muchos programas de control de enfermedades impiden que se adopte un sistema holístico con respecto a las personas y familias atendidas. El informe final anual sobre la salud en el mundo de la OMS de 2008, ya está concluido. Es interesante observar que a siete años de los objetivos iniciales del Seguro Popular, la OMS haya detectado que a nivel mundial aun existen cinco graves fallas en los sistemas de atención de la salud, entre éstas: b) Atención empobrecedora. Cuando la población carece de protección social y suele tener que pagar la atención de su propio bolsillo en los puntos de prestación de servicios, se puede enfrentar a gastos catastróficos. Más de 100 millones de personas caen en la pobreza todos los años por verse obligadas a costearse la atención sanitaria. Los servicios que prestan atención sanitaria a los pobres y los grupos marginados, casi siempre están muy fragmentados y sufren una gran falta de recursos. d) Atención peligrosa. Cuando los sistemas no están diseñados adecuadamente y no garantizan las condiciones de higiene y seguridad necesarias, se registran unas altas tasas de infecciones nosocomiales y se producen errores en la administración de medicamentos y otros efectos negativos indeseables. Rev Mex Urol 2008;68(6):307-308 307 Editorial e) Orientación inadecuada de la atención. La asignación de recursos se concentra en los servicios curativos, pasando por alto las posibilidades que ofrecen las actividades de atención primaria y promoción de salud de prevenir hasta el 70% de la carga de morbilidad. en el mundo, es necesaria la reestructuración de éstos dada la poca importancia que se le da a la medicina preventiva que produce mayores beneficios y mayor cobertura social a largo plazo. Edgardo Raúl Joya Cervera Existe pues una gran tarea por hacer, teniendo en cuenta las fallas de los diferentes sistemas de salud 308 Rev Mex Urol 2008;68(6):307-308 Maestro en Ciencias. Médico Internista. Colima, Col. Editor invitado ARTÍCULO ORIGINAL Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Valdés-Lares O1, Sánchez-Mejía P2, Cruz-Nuricumbo E2, Carvajal-García R2 •RESUMEN •ABSTRACT Antecedentes: La colocación de catéter doble “J” vía laparoscópica es frecuente. La técnica más común que se utiliza es reposicionando al paciente y colocarlo vía retrógrada. Se presenta una técnica alternativa sin necesidad de reposicionar al paciente. Background: Double-J catheter placement via laparoscopy is frequently carried out. The most common technique is repositioning the patient for retrograde placement. An alternative method is presented in which there is no need to reposition the patient. Material y métodos: Se aplica catéter doble “J” por incisión medial en modelo ureteral, en un dispositivo diseñado que consiste en pinza y dos cables guías. Se coloca en endotrainer, evaluando tiempo y facilidad para reproducir la técnica por cinco urólogos. Materials and methods: In a ureteral model, a double-J catheter was placed by means of medial incision into a specially designed device consisting of tweezers and two guidewires. The device is situated inside an endo-trainer. Five urologists, each with different laparoscopy training levels, were evaluated in relation to the ease with which they performed the technique and the amount of time employed. Resultados: La media y desviación estándar de todos los datos fue de 37,696 y 23,166 respectivamente. Tiempo mínimo 1.45 y máximo 14.47 minutos. No se encuentran diferencias entre las medias de los cinco urólogos participantes con diferentes niveles de entrenamiento en laparoscopia. Discusión: Tradicionalmente la colocación de catéter doble “J”, en cirugía laparoscópica por incisión ureteral es un procedimiento difícil. Se prefiere el reposicionamiento del paciente para colocación retrógrada, agregando morbilidad, insumos y tiempo quirúrgico. La nueva técnica permite la colocación fácil, y en un futuro evitará el reposicionamiento del paciente en cirugía laparoscópica. 1 Hospital Regional “Valentín Gómez Farías” ISSSTE, Guadalajara, Jalisco. México. 2 Nuevo Hospital Civil de Guadalajara. Solicitud de sobretiros: Dr. Omar Valdes Lares. Naciones Unidas No. 5278 Interior 12 C.P. 45110, Zapopan, Jalisco. Teléfonos 333 170 60 72 y 62 15 79 970. Correo electrónico: omarvaldes@hotmail.com Results: Means and standard deviation of all data were 3.7696 and 2.3166, respectively. Minimum time was 1.45 minutes and maximum time was 14.47 minutes. No differences were found among mean values registered for the 5 participating urologists. Discussion: Double-J catheter placement through ureteral incision in laparoscopy is traditionally a difficult procedure in which the patient is often repositioned for retrograde placement even though this increases morbidity, amount of materials used and length of time in surgery. Easy placement is possible with the new technique and in the future repositioning of the patient in laparoscopic surgery will be avoided. Conclusions: With this new technique, trained urologists can safely and easily place a double-J catheter, most probably reducing both morbidity and length of time in surgery. Rev Mex Urol 2008;68(6):309-313 309 Valdés-Lares O et al. Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Conclusiones: La nueva técnica de colocación permite a urólogos con entrenamiento en laparoscopia colocar el catéter doble “J” en forma fácil y segura. Además, probablemente, disminuirá morbilidad y tiempos operatorios. Key words: Laparoscopy, double-J catheter, new technique. Palabras clave: laparoscopia, catéter doble “J”, nueva técnica. •ANTECEDENTES •OBJETIVO Los catéteres ureterales doble “J” (CUDJ) son una herramienta muy útil, gracias a la colocación de éstos se permite evitar estenosis ureterales, promover la cicatrización ureteral, aliviar procesos obstructivos urinarios e incluso drenar colecciones tales como urinomas.1,2 Desde, 1976 Mardis introdujo un catéter radiopaco con memoria que da el anclaje para evitar su migración hacia abajo.3 Hasta la fecha se han desarrollado varios modelos de catéteres ureterales en cuestión de calidad y materiales,4 sin embargo se han mantenido tradicionalmente sólo dos técnicas para la colocación de catéter siendo por vía anterógrada o retrógrada. Determinar si la nueva técnica es efectiva para colocar un catéter doble “J” a través de una incisión de un modelo inanimado de uréter en un endo-trainer para cirugía laparoscópica. Recientemente, se describió una técnica novedosa por Muneer Khan y cols., para el cateterismo durante laparoscopia retroperitoneal en ureterolitotomía y se demostró ser fácilmente reproducible y rápida. Esta técnica describe la utilización de un cable guía ordinario introducido por hoyos laterales del CUDJ, modificado con puntas ciegas, para armar externamente e introducir en trocar de 5 pulgadas, pasando la punta inferior por la luz ureteral al mismo tiempo que pasa por la punta proximal hacia sistema colector superior. Finalmente, una vez posicionado el catéter se extrae el cable guía dejando lo listo para suturar uréter.5 La colocación de catéter doble “J” en cirugía laparoscópica ha demostrado tener claras ventajas, Gaur y cols., demostraron que en ureterolitotomía laparoscópica el tiempo de fuga de orina sin catéter era de 5.5 días y con colocación de CUDJ era de 3.2 días.6 Se sabe que la colocación tradicional de catéter doble “J” por incisión ureteral, a través de vía laparoscópica es un procedimiento difícil, debido a esto muchos expertos en laparoscopia han optado por recolocar al paciente en litotomía y colocar el catéter por vía retrógrada, sin embargo, esto puede significar agregar morbilidad, insumos y tiempo quirúrgico. 310 Rev Mex Urol 2008;68(6):309-313 •MATERIAL Y MÉTODOS Se ejecuta estudio experimental. Utilizando un modelo inanimado de uréter y un endotrainer para cirugía laparoscópica. Participaron cinco médicos con distintos niveles de entrenamiento en urología (diplomado, instructor, fellowship, practicante y autoentrenamiento en laparoscopia). Cada uno de los participantes realizó la nueva técnica en 10 ocasiones tras una breve introducción del procedimiento. Se midió curva de aprendizaje, tiempos de procedimiento y tiempo individual estándar final. Se realiza colocación de CUDJ en endo-treiner, utilizando el modelo inanimado que consta de cuatro módulos: 1. Modelo uréter en látex diseñado para este estudio: por medio de látex con impresión de uréter de 30 cm de largo, luz ureteral de 5fr y grosor de pared de 1 mm. Al uréter previamente, en su parte media, se realiza incisión por la cual se colocará CUDJ. Por su composición da una textura blanda y delicada, al inyectar 1cc de gel lubricante da escenario natural (foto1). 2. Módulo de guías conductoras: dos cables guías, con una punta flexible para conducirse por luz ureteral con seguridad. Guía 1; es guía de tipo Bentzon de 0.38fr y guía 2; es guía sensor de 0.38 fr (foto 2). 3. Módulo para corte: (foto 3) pinza de corte medio oval sobre CUDJ, este dispositivo de corte, Valdés-Lares O et al. Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Foto 1. Modelo de uréter en látex. Foto 3. Pinza doble función corta catéter y cables guía. Foto 2. Cables guía con anillos maleables e hilo. Foto 4. Dispositivo y catéter armado listo para su ingreso por trócar. diseñado para este proyecto, tiene la capacidad de cortar el CUDJ, sin destubarlo. La pinza tiene una impresión en la cara inferior que sujeta al catéter mientras una cara superior con forma de cuña, baja haciendo un corte de 5 mm de ancho, y profundidad de 1 mm. 4. Módulo de corte de guía Bentzon y abrazamiento para tracción: en la parte posterior de la pinza de corte, existe un área de corte y aplastamiento del anillo sujetador que cuenta con una impresión donde se coloca un anillo de metal maleable esterilizable, que a su vez está fijo a otro anillo maleable por un hilo de nylon, el cual permite traccionar firmemente la guía cortada. Una vez que se decide el largo que debe llevar la guía número 2, se introduce al área de corte con un anillo maleable hasta el nivel donde será necesario, presionando firmemente la pinza para conseguir finalmente una guía corta con el anillo sujeto firmemente y no removible al hilo de nylon para su tracción segura. Una vez localizado el uréter en monitor, se reconoce incisión en parte media de éste, se mide el nivel de Foto 5. Retirando guía con el dispositivo sólo con tracción del hilo. catéter que quiere enviarse hacia lado superior e inferior. Se coloca el catéter sobre la impresión de la pinza de corte, para presionar firmemente y conseguir un corte de medio oval que no destube. Se marca el tamaño de guía número 2 colocando el anillo de acero maleable hasta el nivel deseado, presionando firmemente con la parte posterior de la misma pinza del dispositivo para conseguir corte (foto 4). Se sujeta al mismo tiempo del extremo proximal de la guía con este anillo maleable que está unido a la otra guía a través de ambos anillos metálicos. Se introduce por el mismo agujero ambas guías enviando guía 2 hacia segmento corto del catéter Rev Mex Urol 2008;68(6):309-313 311 Valdés-Lares O et al. Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado Tabla 1. Estadística descriptiva de la variable “tiempo” (minutos). Intervalo de confianza para la media al 95% N Media Desviación típica Error inferior Límite inferior Límite superior Mínimo Diplomado 10 4.3020 2.0895 .6608 2.8072 5.7969 2.21 9.45 Instructor 10 4.2630 3.7232 1.1774 1.5996 6.9264 1.59 14.47 Fellow 10 3.5450 1.8436 .5830 2.2262 4.8638 2.35 8.45 Práctica 10 2.2300 .5749 .1818 1.8188 2.6412 1.45 3.50 Auto entre 10 4.5080 1.8384 .5814 3.1929 5.8231 3.22 9.50 Total 3.7696 2.3166 .3276 3.1112 4.4280 1.45 14.47 •RESULTADOS El análisis estadístico de los datos se llevó a cabo en el programa SPSS 10.0. Se aplicó ANOVA de un factor, se consideró a la variable “tiempo” (minutos) como dependiente y a los cinco diferentes niveles o categorías de entrenamiento en laparoscopia como la variable independiente o factor. La media y desviación estándar de todos los datos fue de 3.76 y 2.31, respectivamente (tabla 1). La prueba de Leaven (homogeneidad) no fue significativa, por lo que no rechaza la igualdad de las varianzas (tabla 2). En el análisis de varianza de un solo factor (ANOVA) obtuvimos una F de 1.723 con una significancia estadística de 0.162, con lo que concluimos que no existen diferencias significativas entre las medias de las cinco diferentes categorías de entrenamiento en laparoscopia (tabla 3). El promedio de colocación de CUDJ por cada uno de los participantes se presenta en la figura 1. •DISCUSIÓN Considerando la dificultad que tiene el urólogo laparoscopista experimentado para la colocación de CUDJ en Rev Mex Urol 2008;68(6):309-313 Tabla 2. Prueba de homogeneidad de varianzas. Tiempo Estadístico de Levene 1.432 gI1 gI2 Sig. Est. 4 45 0.239 Tabla 3. anova. Tiempo Inter-grupos Intra-grupos Total Suma de cuadrados gl 34.929 228.039 262.968 4 45 49 Media cuadrática 8.732 5.068 F Sig. Est. 1.723 0.162 5.0 4.5 Media de tiempo 50 ureteral. Se introduce guía por trocar, dirigiendo con pinza Meryland hasta incisión de uréter pasando con ambas pinzas hasta ver punta de guía 2. Posteriormente, se toma firmemente esta punta y se introduce hacia el otro segmento ureteral. Con ayuda de ambas pinzas es posible bajar hasta notar un arco que se forma entre el catéter ureteral y el uréter, al tener esta imagen se sostiene con grasper abierta ambos extremos del arco y extrae guía 1, a continuación se tracciona hilo de nylon para extraer guía número 2 (foto 5). Termina de empujar con ambas pinzas CUDJ, logrando ubicar un catéter sin torsión, con risco bien formado superior e inferior. 312 Máximo 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 AutoE Instructor Fellow Práctica Nivel de entrenamiento Figura 1. Gráfica de medidas 1. Diplomado Valdés-Lares O et al. Nueva técnica para la colocación de catéter doble “J”, a través de una incisión de uréter en laparoscopia experimental en un modelo inanimado ureterolitotomía, tanto en cirugía abierta como laparoscópica, algunos prefieren colocar el CUDJ vía retrógrada a pesar de agregar morbilidad, insumos y tiempos quirúrgicos. Por lo anterior, es necesario para su colocación, cistoscopio, solución de irrigación, tiempo quirúrgico, cambio de posición. A esto se agrega morbilidad, posibles lesiones a uretra, así como paso de líquido y bacterias de forma retrógrada desde la vejiga hacia el riñón. La colocación de CUDJ, a través de incisión ureteral es una técnica, justificada en ciertos casos sobre la colocación retrógrada. Hasta el momento se han descrito pocas innovaciones en la colocación de CUDJ por incisión ureteral, una de ellas es la mencionada por Muneer Khan5, sin embargo, el utilizar un solo cable guía requiere de un catéter especialmente diseñado para esto, con puntas ciegas. En el caso de utilizar catéter convencional, como también se comenta en la publicación, se requiere cable guía con doble punta flexible, ya que es peligroso introducir un cable guía por la punta rígida. Un comentario adicional a esta técnica, es que requiere de incisión de gran tamaño en el uréter, ya que el arco que forma un cable guía, catéter y uréter forman una tienda de campaña capaz de lesionar el uréter, en caso de una incisión pequeña como la que convencionalmente se utiliza para extraer un lito. Con el desarrollo de nuestro dispositivo, se demuestra ser una técnica fácil no dependiente del grado de entrenamiento, donde rápidamente se alcanza el tiempo promedio que es mucho más rápido que la colocación ordinaria, En este estudio se realizó una incisión pequeña de 1 cm en modelo de uréter, sin embargo, una incisión de mayor tamaño como se haría para extraer un lito. La pinza doble función puede ser sustituida por tijera quirúrgica para los cortes de guía y catéter así como porta agujas para colapsar anillo, con mismo resultado. Es indispensable familiarizarse de este método y su técnica. Hay que hacer notar que es técnicamente sencillo y que desde su tercera práctica en modelo inanimado se puede llegar al tiempo estándar individual. El perfeccionamiento de la técnica nos invita a realizar la colocación de este novedoso dispositivo a un nivel de experimentación mayor como por ejemplo en animales de experimentación y llevarse finalmente en humanos. •CONCLUSIONES 1. No encontramos diferencias en tiempo requerido para colocar el catéter doble “J” con esta nueva técnica, al comparar los cinco diferentes niveles de entrenamiento en laparoscopia. 2. La media de tiempo para colocar el catéter doble “J” con esta nueva técnica fue de 3.76 minutos. 3. El nuevo dispositivo es adecuado para colocación de CUDJ por incisión medial de uréter, es un método viable, en práctica con endotrainer. Puede desarrollarse con pocas horas de entrenamiento en urólogos con habilidad y práctica básica de laparoscopia. La utilidad del modelo experimental de este dispositivo hace factible poder llevarlo a un siguiente nivel de experimentación como la cirugía en vivo. BIBLIOGRAFÍA 1. Li-Ming S, Sosa RE. Ureteroscopy and Retrograde Ureteral Access chapter 97, Campbell´s Urology, Eighth Edition. 2. Conort P, Doré B, Saussine C. Prise en charge urologique des calculs rénaux et urétéraux de l’adulteProgrès en Urologie. 2004;14:1096-1102. 3. Mardis H, Hepperleu T, Kamandel H. Double Patent Library pigtail ureteral stent. Urology 1974;24:23. 4. Mardis HK, Kroeger RM, Morton JJ, Donovan JM: Comparative evaluation of materials used for internal ureteral stents. J Endourol 1993;7:105. 5. Khan M, Khan F. Innovative technique for ureteral stenting during retroperitoneal laparoscopic ureterolithotomy. J Endourol 2005;19(8): 994-996. 6. Guar DD, Trivedi S, Prabhudesai MR, Madhusudhana HR, Gopichand M. Laparoscopic ureterolithotomy: Technical considerations and long term follow up. Eur Urol 2001;40:609-613. Rev Mex Urol 2008;68(6):309-313 313 ARTÍCULO ORIGINAL Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical Andrade-Platas JD, Fernández-Carreño AJ, Mata-Miranda M, Parraguirre-Martínez S, Morales-Montor JG, Pacheco-Gahbler C, Calderón-Ferro F •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: La prostatectomía radical es el tratamiento más común en México para pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado. Las opciones para el manejo de estos pacientes después de la prostatectomía radical son la observación, la radioterapia, las diferentes modalidades de la terapia hormonal e incluso una combinación de radioterapia y la terapia hormonal. Introduction: Radical prostatectomy is the most common treatment method in Mexico for patients presenting with clinically localized prostate cancer. Different options for managing these patients after radical prostatectomy include observation, radiotherapy, the different modalities of hormone therapy and even a combination of radiotherapy and hormone therapy. Materiales y métodos: Se realizó un estudio transversal y analítico con base en la revisión de los expedientes de 176 pacientes sometidos a prostatectomía radical retropúbica por cáncer clínicamente localizado. Se revisaron los registros a partir de junio de 1991 a agosto de 2007. Las variables analizadas fueron: edad al momento de la cirugía inicial, resultado de antígeno prostático específico (PSA), Gleason de la biopsia, análisis clínicos y patológicos, Gleason definitivo, tratamiento adyuvante recibido, recidiva bioquímica y muerte. Materials and methods: An analytical cross-sectional study was carried out. The case records of 176 patients that had undergone radical retropubic prostatectomy for clinically localized cancer from June 1991 to August 2007 were reviewed. The analyzed variables were: age at the time of surgery, initial prostate specific antigen (PSA), Biopsy Gleason score, clinical and pathological stages, definitive Gleason score, adjuvant treatment received, biochemical recurrence and death. Resultados: Fueron incluidos en el estudio un total de 66 pacientes con enfermedad localmente avanzada y con una media de seguimiento de 74 meses. Hubo 54 pacientes con periodo de seguimiento de tres años; 39 a cinco años; nueve a 10 años y tres a 15 años. En general, la tasa de supervivencia fue de 97%; la tasa de sobrevida a los cinco años fue de 95% y a 10 años de 85%. La División de Urología Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, Secretaría de Salud, México, D.F. Correspondencia: División de Urología, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, Calzada de Tlalpan No. 4800, Col. Sección XVI, 314 Rev Mex Urol 2008;68(6):314-317 Results: A total of 66 patients presenting with locally advanced disease and a mean follow-up period of 74 months were included in the study. There was a 3-year follow-up for 54 patients, a 5-year follow-up for 39 patients, a 10-year follow-up for 9 patients and a 15-year follow-up for 3 patients. Overall survival rate was 97%; survival rate at 5 years was 95% and at 10 years was 85%. Overall biochemical recurrence-free survival for patients Delegación Tlalpan, C.P. 14080, México, D.F. Tel. 40003044, 40003000 ext. 3044. Correo electrónico: platas56@yahoo.com Andrade-Platas JD et al. Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical sobrevida libre, recurrencia bioquímica en los pacientes que recibieron tratamiento adyuvante, fue de 68% y a los tres años de 51%. Hubo recurrencia bioquímica en 21 de los 27 pacientes que fueron observados, únicamente resultando en un porcentaje de 77% en una media de 26 meses. Conclusiones: No hubo recurrencia bioquímica en pacientes con estadio pT3 que recibieron un segundo tratamiento después de la prostatectomía radical. Aun cuando los pacientes recibieron diferentes tratamientos secundarios, la tasa de supervivencia global fue de 97%. Esto es comparable con los resultados publicados de grandes centros uro-oncológicos. Hubo una baja incidencia de pacientes hormono-refractarios (sólo 3%). receiving adjuvant treatment was 68% and at 3 years was 51%. There was biochemical recurrence in 21 of the 27 patients that were treated only with observation, resulting in a percentage of 77% in a mean time of 26 months. Conclusions: Biochemical recurrence did not present in stage pT3 patients that received a second treatment after radical prostatectomy. Even though the patients received different second treatments, overall survival rate was 97%. This is comparable with the published results for series in large uro-oncological centers. There was a low incidence of hormone-refractory patients (only 3%). Key words: Prostate cancer locally advanced, radical prostatectomy, prostate cancer follow up. Palabras clave: cáncer de próstata localmente avanzado, prostatectomía, seguimiento a cáncer de próstata. •INTRODUCCIÓN La prostatectomía radical, como tratamiento curativo en pacientes con cáncer de próstata clínicamente localizado, es el método más utilizado en nuestro país y constituye el estándar de oro en pacientes con expectativa de vida de 10 años o más; sin embargo, en algunos pacientes (2.5 a 40% según la serie),1,2 el resultado histopatológico muestra enfermedad extra prostática sin evidencia de metástasis, a lo que se le ha denominado: cáncer de próstata localmente avanzado o en estadio clínico T3N0M0. El manejo de estos pacientes, posterior a la prostatectomía radical, se puede llevar a cabo de diferentes maneras, desde la vigilancia, radioterapia, hormonoterapia, en sus diferentes modalidades, e incluso la combinación de estas dos últimas. Diversos estudios de las modalidades de tratamiento han intentado homologar criterios terapéuticos sin poder llegar aún a un consenso global. En México, en 2005, se realizó un consenso para el tratamiento de pacientes T3, sin embargo, tiene la deficiencia de no establecer guías de manejo claras, dejando a criterio del médico el tratamiento a seguir. Por otra parte, no toma en cuenta aspectos epidemiológicos de nuestra población que se basen en estudios realizados en nuestro país, sencillamente porque lo publicado, referente al tema, es muy escaso, con poco tiempo de seguimiento y peso estadístico. Por lo anterior, el consenso realizado no cumple la función de unificar criterios y establecer guías de tratamiento.3 Los estudios realizados de manera internacional coinciden en que el paciente debe recibir tratamiento adyuvante, ya sea con radioterapia sola o asociada a bloqueo hormonal,4,5 sin embargo, existe la discusión si éste se debe llevar a cabo de manera temprana o hasta que hay elevación del antígeno prostático específico (APE). Los que apoyan el tratamiento diferido, hacen referencia a los efectos secundarios de la radioterapia y el bloqueo hormonal, sin embargo, un metaanálisis llevado a cabo por Boustead y Edwards, en Inglaterra, muestra una diferencia significativa en la mortalidad enfermedad específica.6-8 Por lo anterior, es necesario poder establecer que se ha llevado a cabo con nuestros pacientes y cuál ha sido la evolución hasta el momento con el tratamiento instaurado aportando datos que puedan ser base para futuros consensos. Los objetivos de este estudio fue revisar la evolución de los pacientes llevados a prostatectomía radical, que presentaron en reporte histopatológico cáncer de próstata localmente avanzado (pT3) y hacer un análisis de sobrevida y recurrencia bioquímica de acuerdo con los diferentes tratamientos adyuvantes recibidos. •MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio descriptivo trasversal analítico. Se revisaron los expedientes clínicos de 176 pacientes llevados a prostatectomía radical retropúbica por cáncer Rev Mex Urol 2008;68(6):314-317 315 Andrade-Platas JD et al. Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical Tabla 1. Distribución de pacientes por APE inicial y recurrencia bioquímica. APE No. % Recurrencia bioquímica % 0–4 4 – 10 10 – 20 >20 3 23 28 12 4% 36% 42% 18% 0 7 13 8 0% 30% 46% 66% Tabla 3. Recurrencia bioquímica y tiempo de recurrencia, de acuerdo con el tratamiento adyuvante recibido. Tratamiento Vigilancia Bloqueo hormonal Radioterapia RT + BH Tiempo de recurrencia promedio No. % Recurrencia bioquímica 27 50% 21 77% 26 meses 20 37% 4 20% 16 meses 5 2 9% 3% 3 0 60% 0% 20 meses 0 % Tabla 2. Distribución de pacientes por estadio clínico y recurrencia bioquímica. Estadio No. % Recurrencia bioquímica % T1a T1b T1c T2a T2b T2c T3 1 2 19 21 10 12 1 2% 3% 29% 31% 15% 18% 2% 0 0 9 9 4 6 0 0% 0% 47% 42% 40% 50% 0% clínicamente localizado en el periodo de junio de 1991 a agosto de 2007. Sólo se incluyeron en el estudio pacientes que presentaron enfermedad localmente avanzada. Es decir, estadio pT3 definido como invasión extracapsular, bordes quirúrgicos positivos y/o invasión a vesículas seminales. Se analizaron como variables: edad al momento de la cirugía, APE inicial, suma de Gleason de las biopsias, estadio clínico y patológico, suma de Gleason definitiva, tratamiento adyuvante recibido, recurrencia bioquímica y fallecimiento. Se tomó como grupo de estudio a los pacientes que cumplían seguimiento mínimo de tres años, analizando la sobrevida global y sobrevida libre de recurrencia bioquímica mediante curvas de Kaplan-Meier y prueba de Log-Rank y fue utilizado el programa estadístico STATA v 7. Todos los procedimientos estuvieron de acuerdo con lo estipulado por Ley General de Salud en materia de investigación, determinado este estudio como investigación sin riesgo. •RESULTADOS Se incluyeron para el estudio 66 pacientes con enfermedad localmente avanzada, seguimiento promedio de 74 meses, 54 de ellos con seguimiento a tres años, 39 a cinco años, nueve a 10 años y tres a 15 años. Edad promedio de 64 años (rango 52-77); estadio clínico T1a: 1(2%), T1b: 2(3%), T1c: 19(29%), T2a: 21(31%), T2b: 10(15%), T2c: 12(18%). Estadio patológico pT3a: 35, pT3b: 31. 316 Rev Mex Urol 2008;68(6):314-317 Suma de Gleason en biopsias, G2: 1, G4: 5, G5: 6, G6: 29, G3+4=7:12(18%), G4+3=7: 8 (12%), G8: 2 (3%), G9: 3 (4%). Suma de Gleason definitiva, G4: 1 (2%), G5: 7 (11%), G6: 22 (32%), G3+4=7:12 (18%), G4+3=7: 9 (13%), G8: 8 (12%), G9: 6 (9%), G10: 1 (2%) (tablas 1 y 2). Con tratamiento adyuvante y vigilancia 27 (41%), 21 (32%) con tratamiento hormonal y de estos 11 con Bloqueo Androgénico Total (BAM), es decir, con análogos LH-RH u orquiectomía más antiandrógenos y 10 con monoterapia (orquiectomía). Sólo 6 (9%) recibieron radioterapia externa sola. Por último, 12 (18%) pacientes recibieron de manera inicial radioterapia más bloqueo hormonal máximo con análogos LH RH y antiandrógeno (tabla 3). Cabe señalar que este último grupo es el de tratamiento más reciente, por lo que sólo dos de ellos llevan más de tres años de seguimiento. La sobrevida global fue de 97%; sobrevida a cinco años 95%, a 10 años 85%. La sobrevida libre de recurrencia bioquímica con tratamiento adyuvante es de 68% de manera global y a tres años de 51%. Por ser el seguimiento que mayor número de pacientes completó, se realizó análisis estadístico del grupo de tres años de seguimiento, analizando la recurrencia de acuerdo con el tratamiento recibido. Los pacientes que sólo fueron vigilados, recurrieron bioquímicamente (elevación de APE a más de 0.4 ng/dL) en 21 de 27 casos para un 77% en un tiempo promedio de 26 meses. Los que recibieron bloqueo hormonal inmediato, recurrieron cuatro de 20 para un 20% en un promedio de 16 meses. Los que fueron llevados a radioterapia externa sola, recurrieron tres de cinco equivalentes a un 60% en un promedio de 20 meses. Por último, los que recibieron radioterapia y bloqueo hormonal no han recurrido. Al realizar análisis estadístico se observa diferencia en las tendencias de la gráfica entre los diferentes grupos; sin embargo, por el tamaño de la muestra y la disparidad del número de pacientes en cada grupo esta diferencia no fue estadísticamente significativa (figura 1). Andrade-Platas JD et al. Evolución de los pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado tratados con prostatectomía radical Recurrencia bioquímica por tratamiento adyuvante RT + BH 1 Bloqueo hormonal 0.8 •CONCLUSIONES 0.6 0.4 Radioterapia 0.2 Vigilancia 0 grandes centros uro-oncológicos, con un bajo índice de pacientes hormono-refractarios (sólo 3%). Debido a las características de los pacientes de nuestro medio, la radioterapia que es un recurso limitado tanto por el costo y la accesibilidad en nuestra institución debe ser contemplada como una buena opción. 10 20 30 40 50 60 meses Figura 1. Curva de Kaplan-Meier para sobrevida sin recurrencia bioquímica de acuerdo con el tratamiento adyuvante recibido. •DISCUSIÓN A pesar de que el número de casos de este estudio no es alto representa la serie más grande y con mayor seguimiento que se ha realizado en nuestro país de pacientes llevados a prostatectomía radical con estadio patológico T3. En el periodo de tiempo que abarca este estudio (16 años) diferentes se han utilizado distintas modalidades de tratamiento, llegando a estandarizarse hasta apenas hace cinco años. Aunque no existe consenso en cómo se deben manejar estos pacientes, la literatura mundial recomienda no dejar en vigilancia. De acuerdo con distintas preferencias y condiciones del paciente, así como de la institución se decidirá el llevar a bloqueo hormonal, radioterapia sola o con bloqueo hormonal asociado. El agregar un segundo tratamiento a la prostatectomía radical a pacientes con estadio pT3 evita la recurrencia bioquímica; sin embargo, en los resultados del estudio observamos un comportamiento similar en cuanto al control del cáncer y sobrevida. Aun habiendo recibido tratamientos distintos, presentan una tasa de sobrevida global de 97%, comparable a lo publicado en series de El encontrar un resultado de enfermedad localmente avanzado en la pieza quirúrgica no se traduce en una mayor tasa de mortalidad. Sin embargo, el alto índice de recurrencia bioquímica en los pacientes a los que sólo se les da vigilancia, nos debe hacer pensar en ofrecerle un tratamiento complementario que asegure una mejor sobrevida libre de recurrencia. El decidir el tipo de tratamiento, irá de acuerdo con las condiciones clínicas del paciente y los factores de riesgo de cada una de las opciones. Los resultados muestran que a un seguimiento corto de tres años, el bloqueo hormonal y la radioterapia asociada bloqueo hormonal sólo tienen un bajo índice de recurrencia, superior al utilizar radioterapia. Necesitamos dejar que los pacientes cumplan un mayor seguimiento para poder ser categóricos en las conclusiones, así como el sumar pacientes de distintas instituciones en estudios aleatorizados para poder dar resultados de mayor peso estadístico. BIBLIOGRAFÍA 1. Carver BS, Bianco FJ, Scardino PT, Eastham JA. Long-Term Outcome Following Radical Prostatectomy in Men With Clinical Stage T3 Prostate Cancer. J Urol 2006;176:564-568. 2. Wirth MP, Hakenberg OW, Froehner M. Optimal treatment of locally advanced prostate cancer. World J Urol 2007;25:169-176. 3. Aragón CMA, et al. Primer Consenso Nacional sobre el Manejo del Cáncer de Próstata T3. Rev Mex Urol 2005:65:217-220. 4. Van Den Ouden D, Hop WCJ, Schröder FH. Progression in and survival of patients with locally advanced prostate cancer (T3) treated with radical prostatectomy as monotherapy. J Urol 1998;160:1392-1397. 5. Granfors T, Modig H, Damber JE, Tomic R. Long-Term followup of a randomized study of locally advanced prostate cancer treated with combined orchiectomy and external radiotherapy versus radiotherapy alone. J Urol 2006;176:544-547. 6. Boustead G, Edwards SJ. Systematic review of early vs. deferred hormonal treatment of locally advanced prostate cancer: a meta-analysis of randomized controlled trials. BJU Int 2007;99:1383-1389. 7. Freedland SJ, Aronson WJ, Presti JC, Kane CJ et al. Should a positive surgical margin following radicalprostatectomy be pathological stage t2 or t3? Results from the search database. J Urol 2003;169: 2142-2146. 8. Swanson GP. Management of locally advanced prostate cancer: past present, future. J Urol 2006;176:S34-S41. Rev Mex Urol 2008;68(6):314-317 317 ARTÍCULO ORIGINAL Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas Camacho-Trejo VF1, Aragón-Tovar AR2, Sánchez-Puente JC3, Castillo-González JM1, Vargas-Valtierra P4 318 •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: La litiasis vesical es una de las patologías más antiguas que conocemos; y su tratamiento ha sido objeto de múltiples discusiones a lo largo de la historia. La cirugía percutánea y el uso de litotricia por ondas de choque han sido uno de los grandes avances en el tratamiento de esta patología, ya que al no existir una instrumentación rígida en la uretra, se evitan las complicaciones derivadas de ésta. Introduction. Bladder lithiasis is one of the oldest pathologies known to man and its treatment has been a subject of discussion throughout history. Percutaneous surgery and the use of shock wave lithotripsy has been one of the great advances in the treatment of this pathology, eliminating the use of rigid surgical instruments in the urethra and possible complications from their use. Material y métodos: Se formaron dos grupos con un total de 21 pacientes a los cuales se les realizó tratamiento percutáneo de la litiasis vesical; en el primero, se emplearon dilatadores (Amplatz®), mientras que en el segundo se utilizó un trocar de laparoscopia de 12 mm. Ambos grupos fueron similares con respecto a la edad, sexo, número de litos fragmentados, tamaño de los litos y días de estancia hospitalaria. Materials and methods. Two groups were formed from a total of 21 patients who had undergone percutaneous surgical treatment of bladder lithiasis. Dilators (Amplatz®) were used in the first group and 12mm laparoscopy trocars were used in the second. Both groups were similar with respect to age, sex, number of fragmented stones, stone size and number of days of hospitalization. Resultados: La comparación del tiempo quirúrgico fue diferente estadísticamente a favor de la técnica con trocar de laparoscopia. Results. There was significant difference in the time in surgery in the comparison of the two groups, favoring the laparoscopy trocar technique. Conclusiones: El uso de la cirugía percutánea en la litiasis vesical ha demostrado ser un método seguro, eficaz, económico, y con mínima morbilidad. Conclusions. Bladder lithiasis percutaneous surgery was shown to be a safe, efficient and economic method with a minimum of morbidity. Palabras clave: litiasis vesical, percutánea, lithoclast. Key words: Bladder lithiasis, percutaneous, lithoclast. 1 Residente Servicio de Urología. Unidad Médica de Alta Especialidad 25. Centro Médico Nacional Noreste, Instituto Mexicano del Seguro Social, Monterrey, NL. 2 Jefe de Servicio de Urología, CMNN. UMAE 25, IMSS. Monterrey, NL. 3 Médico Adscrito Servicio de Urología, CMNN UMAE 25, IMSS. Monterrey, NL. 4 Jefe de la División de Educación en Salud UMAE 34, IMSS. Monterrey, NL. Correspondencia: Dr. Víctor F. Camacho Trejo. Servicio de Urología Unidad Médica de Alta Especialidad CMNN. IMSS. Avenida Fidel Velázquez y Abraham Lincoln S/N. Col. Nueva Morelos C.P. 64300, Monterrey, NL, México. Tel. (81) 83714100 ext. 41315. Correo electrónico: ixcan77@ hotmail.com Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 Camacho-Trejo VF et al. Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas •INTRODUCCIÓN • Cistolitotomía percutánea La litiasis vesical es una patología conocida desde la antigüedad. Se han encontrado momias egipcias con litiasis de oxalato cálcico y estruvita.1 • Cistolitotricia con: Principalmente afecta a los hombres mayores de 50 años y representan el 5% de los cálculos urinarios en el mundo occidental.2 Existen factores de riesgo para el desarrollo de la litiasis vesical como son: – La obstrucción de salida de orina (HPB, estenosis de uretra, cistocele, etc.) – Vejiga neurogénica – Bacteriuria crónica – Cuerpos extraños – Cálculos urinarios en vías urinarias superiores. Ultrasónico (Litotriptor) Lithoclast Electrohidráulico (Litotriptor) Láser YAG • Litotripsia extracorpórea con ondas de choque (LEOCH) La cistolitotomia percutánea descrita, por primera vez, en 1990 por Baldani y cols.3 Fue propuesta como una alternativa a la cirugía abierta en pacientes pediátricos con uretra estrecha, en los pacientes con cirugía previa de uretra o cuello vesical y en pacientes con estenosis de uretra. Las contraindicaciones a este tratamiento son: Los cálculos vesicales se suelen diagnosticar de manera incidental durante la evaluación de un paciente con datos obstructivos o irritativos del tracto urinario inferior. Los síntomas característicos son: • Disuria • Hematuria macro y microscópica • Dolor suprapúbico • Retención aguda de orina. El diagnóstico, generalmente, es por ecografía donde se observa una masa vesical hiperecogénica móvil que proyecta sombra acústica. La urografía excretora mostrará un defecto de llenado en la fase cistográfica y en algunas tomografías computarizadas se reporta como hallazgo incidental. Su tratamiento ha sido motivo de controversia en diferentes momentos de la historia. Desde las primeras tallas vesicales en Egipto y en India,1 las técnicas se fueron perfeccionando hasta la cistolitotomía abierta. Posteriormente, se idearon instrumentos para realizar su extracción por vía endoscópica y, en la actualidad, se cuenta con litotriptores intracorpórea y extracorpóreos. La meta del tratamiento es dejar al paciente libre de cálculos, sin embargo, se debe considerar como parte del tratamiento el alivio de la obstrucción del tracto urinario inferior, el tratamiento de las infecciones y la corrección de la estasis urinaria. El manejo conservador es prolongado y poco efectivo. En la actualidad, se pueden utilizar varias modalidades para el tratamiento de la litiasis vesical: • Cistolitotomía abierta • Cistolitolapaxia Absolutas: Antecedentes de malignidad vesical Radioterapia pelviana previa Infección activa de la pared abdominal Relativas: Cirugía abdominal previa Prótesis pelviana Existen reportes en la literatura sobre el tratamiento percutáneo de la litiasis vesical que utilizan las mismas técnicas empleadas en la nefrolitotomía percutánea.4-7 Se realiza una punción, colocación de guía y dilatación con Amplatz hasta dejar una camisa en la tracto con un calibre 26 a 30 Fr. Luego se lleva a cabo una instrumentación rígida y la utilización de litotriptores intracorpóreos. En México, Rodríguez-Esqueda y cols.,8,9 utilizan la técnica percutánea realizando un tracto con trocar de laparoscopia de 10-12 mm, pero sólo colocan una sonda de cistostomía (sonda Foley 22 o 24 Fr) dejando madurar el tracto por tres a cuatro semanas antes del procedimiento quirúrgico. Con base en estos antecedentes, se decidió comparar ambas técnicas quirúrgicas, pero en lugar de dejar madurar el tracto hecho por el trocar de laparoscopia, se utilizó como camisa para la introducción del nefroscopio y la realización del procedimiento definitivo. •OBJETIVO Comparar dos técnicas quirúrgicas de abordaje percutáneo para la resolución de la litiasis vesical, utilizando dilatadores tipo Amplatz y trocar de laparoscopia de 12 mm. Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 319 Camacho-Trejo VF et al. Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas Tabla 1. Datos generales. Paciente 2 3 5 6 8 9 11 14 18 19 21 1 4 7 10 12 13 15 16 17 20 Grupo A A A A A A A A A A A Eda 33 53 52 67 66 72 62 72 70 18 69 Sexo masc masc masc masc masc masc masc masc masc masc masc Litos 1 1 1 1 1 1 1 2 2 1 4 MM* 18 20 19 24 22 30 25, 22 28,26 30, 22 38 22,24,30,28 Tiempo Qx 10 18 20 20 23 25 33 40 45 55 90 Días Hosp. | 1 1 2 2 1 1 2 2 1 1 Otro Proc Si Si Si Si Si No Si Si Si No No B B B B B B B B B B 87 38 72 47 56 31 72 50 62 78 masc masc masc masc masc masc masc masc masc masc 1 1 1 1 1 2 1 1 1 3 21 24 28 30, 14 28 30, 29 32 40 40 22, 26, 32 7 8 13 14 15 15 15 16 20 30 2 1 2 1 1 1 2 1 1 1 Si No Si Si Si No SI Si Si Si Ureteroscop UTI UTI RTUP RTUP UTI RTUP RTUP RTUP RTUP UTI RTUC RTUP UTI UTI UTI * Tamaño en mm de cada litio. Grupo A: Uso de Amplatz. Grupo B: Uso de trocar de laparoscopia de 12 mm. •MATERIAL Y MÉTODOS Grupo A: Amplatz Se utilizó un muestreo por conveniencia en el periodo comprendido de enero a agosto de 2007, incluyendo en el estudio a 21 pacientes que acudieron a la consulta de urología del Centro Medico Nacional Noreste UMAE 25 IMSS, Monterrey, Nuevo León con diagnóstico clínico y radiológico de litiasis vesical múltiple o simple, sin importar su edad o género y algunos de ellos fueron sometidos en ese tiempo quirúrgico a Resección Transuretral de Próstata (RTUP) o Uretrotomía (UTI) para resolución del problema obstructivo. Grupo B: Trocar de laparoscopia de 12 mm. Los criterios de exclusión fueron: • Indicación de adenomectomía • Antecedentes de cirugía abdominal previa que involucrara el hueco pélvico • Antecedentes de enfermedad oncológica pélvica • Radiación pélvica. A todos los pacientes incluidos se les informó el procedimiento quirúrgico, al cual serían sometidos firmando hojas de consentimiento. Se formaron dos grupos con asignación aleatoria. (Tabla 1) 320 Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 En ambos grupos se utilizó el nefroscopio rígido marca Wolf de 24 Fr. Litotriptor intracorpóreo Swiss Lithoclast con varillas 0.8, 1.0 y 2.0 mm, pinza tridente de 5 Fr. Todos los pacientes fueron sometidos a anestesia regional y les fue colocada una sonda Foley transuretral 16 Fr para el llenado vesical con solución fisiológica por gravedad previo a la punción, la cual permaneció cerrada durante todo el procedimiento. En el 100 % de los pacientes tratados se logró la extracción completa de los litos. (Fotos 1 y 2) Uso de Amplatz: Una vez llena la vejiga con solución fisiológica, se realizó una punción suprapúbica 4 cm por arriba de la rama superior del pubis con una aguja 14 f. Una vez que se observo la salida de la solución fisiológica, se introduce una guía tipo Bentson de 0.35 pulgadas por la luz de la aguja. Se realiza incisión en piel y fascia de aproximadamente 1 cm y se procede a la introducción de dilatadores tipo Amplatz hasta el número 30 Fr, dejando camisa y guía de seguridad durante el procedimiento. Camacho-Trejo VF et al. Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas Foto 1. Equipo empleado. Foto 2. Llenado vesical a gravedad y pinzamiento de sonda. Foto 3. Introducción de trocar de laparoscopia de 12 mm. Foto 4. Nefroscopio dentro del trocar de laparoscopia y uso de Swiss Lithoclast. Uso de trocar de laparoscopia de 12 mm Análisis estadístico: Se procede a llenado vesical a gravedad, se realiza incisión suprapúbica de 1 cm de diámetro a 4 cm por arriba de la rama superior del pubis, se diseca de manera roma hasta la fascia, la cual se incide y abre, se introduce trocar y se realiza la punción, donde se observa salida de una pequeña cantidad de solución fisiológica, se introduce el nefroscopio verificando la permanencia en vejiga. (Foto 3) Para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva, medidas de tendencia central y de dispersión, evaluadas con el programa SPSS 12.0. (Tabla 2) En ambos grupos se procede a la fragmentación y extracción de litos; al término se deja una sonda de cistotomía y una sonda Foley transuretral. (Fotos 4, 5 y 6) •RESULTADOS Las variables cuantitativas entre ambos grupos se compararon mediante la prueba con t-Student con un intervalo de confianza de 95 % y se consideró significativo si p=< 0.05. (Tabla 3) Ambos grupos fueron homogéneos en cuanto a la edad, días de estancia hospitalaria, número y tamaño de litos. Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 321 Camacho-Trejo VF et al. Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas Foto 5. Fragmentos de litos extraídos. Foto 6. Colocación de sonda de cistotomía 20 Fr, una vez finalizado el procedimiento. Tabla 3. Prueba de t-Student con un nivel de significancia de 95 %. Tabla 2. Estadística descriptiva de cada grupo y total. Grupo A Grupo B Total Edad Media 57.36 59.00 59.36 Desviación Std. 18.10 17.78 18.02 Litos Media 1.45 1.30 1.36 Tamaño de litos Media Desviación Std. Desviación Std. .674 .789 28.14 26.51 5.06 6.71 5.95 34.45 15.80 25.57 22.71 6.56 19.19 Media 1.36 1.30 1.33 Desviación Std. .504 .483 .480 Tiempo quirúrgico Media Desviación Std. Días de estancia .934 25.17 Edad Litos p .606 .748 Tamaño de los litos Tiempo quirúrgico Días de estancia .128 .006 .809 •CONCLUSIONES Un punto capital de ambas técnicas es que se evitan las temidas lesiones uretrales, ya sea por instrumentación o por la extracción de los fragmentos; es seguro realizar en el mismo tiempo otro procedimiento quirúrgico como lo es una RTUP o UTI. Es una técnica reproducible en cualquier servicio de urología. En el tiempo quirúrgico se aprecia diferencia a favor del grupo con trocar de laparoscopia con un valor de p=0.006. En el 100 % de los pacientes se logró la extracción completa de los litos. La mayoría de los pacientes curso con hematuria inmediata que cedió en menos de 24 h con la ayuda de la sonda de cistotomía. A todos los pacientes les fue retirada esta última en 24 h, dejando la sonda transuretral por siete días, independientemente de otro procedimiento quirúrgico. A 16 pacientes (76 %) del total, le fue realizado otro procedimiento durante el mismo tiempo quirúrgico: RTUP a ocho pacientes, cuatro del grupo A y cuatro del grupo B. UTI a siete pacientes, tres del grupo A y cuatro del grupo B y una ureteroscopia rígida a un paciente del grupo A. 322 Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 Dentro de las dos técnicas empleadas, encontramos ventajas ya demostradas estadísticamente con el uso del trocar de laparoscopia que con los Amplatz. Principalmente, se acorta el tiempo quirúrgico, y se logra una mejor distensión vesical con el uso del trocar que con los Amplatz, ya que se evita la fuga de la solución de irrigación. En el presente trabajo, no existió morbilidad asociada al procedimiento, ninguno de los casos reportados presentó fístula urinaria posterior al retiro de las sondas. Se logró la extracción completa de los litos en todos los pacientes. La cistolitotomía percutánea con trocar de laparoscopia es una técnica que demuestra tener grandes ventajas, es rápida, segura, económica y se logra la extracción completa de los litos independientemente del número y tamaño de los Camacho-Trejo VF et al. Tratamiento percutáneo de la litiasis vesical. Comparación de dos técnicas quirúrgicas mismos, permite la realización de un segundo procedimiento quirúrgico como RTUP o UTI, y sobre todo no hay riesgo de lesión uretral. BIBLIOGRAFÍA 1. Sevilla CC, Garcia PX, Villavicencio MH. Breve historia del tratamiento de la litiasis vesical. Actas Urol Esp 2005;29(10):923-926. 2. Walsh PC, Retik AB, Vaughan ED, Wein A, (Eds.). Campbell´s Urology, 8th edition. Philadelphia, PA: WB Saunders 2002. 3. Badlani, GH, Douenias R, Smith AD. Percutaneous bladder procedures. Urol Clin N Amer 1990;17:67. 4. Ikari O, Netto NR, D’Ancona CA, Palma PC. Percutaneous treatment of bladder stones. J Urol 1993;149:1499-1500. 5. Agrawa MS, Aron M, Goyal J, Ethence IP, Asopa HS. Percutaneous suprapubic cystolithotripsy for vesical calculi in children. J Endourol 1999;13:173-175. 6. Millan RF, Izquierdo LM, Montilleo GM. Treatment of bladder stones without associated prostate surgery: results of a prospective study. Urol 2005;66:505-509. 7. Tzortzis V, Aravantinos E, Karatzas A, Mitsogiannis I. Percutaneous suprapubic cystholithotripsy under local anesthesia. Urol 2006;68:3841. 8. Rodríguez EM, Ricardez EA, Olmedo AP, Pérez MR. Cistostomia percutánea con trocar de laparoscopia. Rev Mex Urol 1995;55:98-100. 9. Rodríguez EM, Ricardez EA, Pamanes OA, Torres SJ, Silva NE, Campos CJ, Villaseñor LM, Aguilera PO, Nader OT. Tratamiento con lithoclast de litiasis vesical. Rev Mex Urol 2000;60(1):20-24. Rev Mex Urol 2008;68(6):318-323 323 ARTÍCULO ORIGINAL Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos Rodríguez-Covarrubias F1,4, Negrete-Pulido O1, Stina Erikson2, Andreas Petrolekas2, Selçuk Keskin2, Morgan Rouprêt3, Martínez-Piñeiro L5, Claude-Clement Abbou4,5, Stéphane Larré2,3,4, Feria-Bernal G1 •RESUMEN •ABSTRACT Objetivo: Conocer la percepción de los médicos residentes de urología sobre el nivel de entrenamiento en nuestro país y compararla con la de médicos residentes en urología en Europa. Objective: To know how Mexican and European medical residents in urology rotations perceive their level of training. Material y métodos: Se aplicó un cuestionario de autoevaluación a 105 residentes europeos y 24 mexicanos. Se analizó el nivel de entrenamiento teórico y quirúrgico, y se investigaron los factores asociados con un buen desempeño durante la residencia. Resultados: La edad promedio de los 129 residentes fue de 32.8±3.5 años. Los residentes mexicanos estuvieron más tiempo en servicios de urología (p=0.01). El trabajo semanal en horas fue superior en Europa (p=0.002); pero el número de residentes por hospital fue mayor en México (p<0.001), en donde también existió mayor supervisión por parte de un tutor (p=0.002) y mejor conocimiento del idioma inglés (p=0.006). Médicamente, los residentes europeos reportaron un mejor nivel de conocimientos en transplantes (p=0.03) y litiasis urinaria (p<0.001); los mexicanos en infecciones urinarias (p=0.03) y urología pediátrica (p=0.01). En el aspecto técnico, los residentes mexicanos se consideraron más Departamento de Urología, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán, México D. F. 1 European Society of Residents in Urology (ESRU). 2 Association Française des Urologues en Formation (AFUF). 3 Departamento de Urología, Centro Hospitalario Universitario Henri Mondor, Créteil, France. 4 European Association of Urology (EAU). 324 Rev Mex Urol 2008;68(6):324-328 Materials and methods: An auto-evaluation questionnaire was applied to 105 European residents and 24 Mexican residents. The theoretical and surgical training level was analyzed and factors associated with a successful residency were studied. Results: Mean age of the 129 residents was 32.8±3.5 years. The Mexican residents had been in urology services for the longest period of time (P=0.01). The work week in hours was higher in Europe (P=0.002), but the number of residents per hospital was higher in Mexico (P<0.001), along with greater supervision on the part of a clinical supervisor (P=0.002) and better knowledge of English (P=0.006). European residents reported a better level of knowledge in transplants (P=0.03) and urinary lithiasis (P<0.001). Mexican residents reported a better level of knowledge in urinary infections (P=0.03) and pediatric urology (P=0.01). Mexican residents considered themselves to be more suited for carrying out minor surgical procedures (P=0.02). Dr. Francisco Rodríguez-Covarrubias Médico adscrito. Departamento de Urología Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Vasco de Quiroga No. 15, Col. Sección XVI, Tlalpan C.P. 14000, México, D.F. Tel: +525554870900. Fax: +525554854380. Correo electrónico: ftrc5@hotmail.com Rodríguez-Covarrubias F et al. Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos aptos para realizar procedimientos quirúrgicos menores (p=0.02). Los factores asociados con un mejor desempeño quirúrgico fueron el número de meses en urología, el número de rotaciones no urológicas durante la residencia y la supervisión de un tutor. Conclusión: El nivel de entrenamiento manifestado por los residentes de urología en México parece ser similar al de sus colegas europeos. El número de meses transcurridos en urología, las rotaciones no urológicas y la supervisión de un tutor son factores asociados con un mejor desempeño. Conclusions: The level of training expressed by urology residents in Mexico was similar to that of their European colleagues. The number of months in the urology service, non-urological rotations and clinical supervision were factors associated with better performance. Key words: Residency, Training, Specialization in urology Palabras clave: residencia, entrenamiento, especialización en urología. •INTRODUCCIÓN Aunque la especialización médica, en México, tiene sus antecedentes en la época Colonial, no fue sino hasta el periodo independiente cuando recibió mayor atención. El actual sistema de residencias fue creado en el siglo XX y la especialidad de urología fue fundada, en 1926, por el Dr. Aquilino Villanueva en el Hospital General de México. No obstante, los cursos de posgrado fueron oficialmente instituidos hasta 1942, cuando emergió el concepto actual de residencias médicas.1 En la actualidad, diversas instituciones que dependen de la Secretaría de Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, entre otras, ofrecen la especialidad en urología. En México, aproximadamente 2% de los aspirantes a una especialidad médica eligen urología. De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México 114 candidatos (1.5% de 7,680 elegibles) prefirieron dicha especialidad en el periodo 2005-2006.2 Algunos estudios en Estados Unidos y Europa han explorado las razones, por las que un estudiante de medicina ingresa a urología y han evaluado la opinión de los residentes de dicha especialidad acerca del nivel de entrenamiento, perspectivas futuras y calidad de vida.3,4 Estudios europeos dirigidos por la Sociedad Europea de Residentes de Urología (ESRU por sus siglas en inglés) han destacado las diferencias en los sistemas de entrenamiento al comparar un país europeo con otro,5 las cuales pueden asociarse a un mejor o peor nivel de entrenamiento.4 Al parecer no se han hecho estudios similares en el continente americano y una comparación transatlántica sería de utilidad para identificar las discrepancias en los sistemas de entrenamiento y su influencia en el desempeño durante la residencia. El objetivo principal de nuestro estudio fue evaluar la percepción de los residentes de urología en México acerca del nivel de entrenamiento y compararla con la de los residentes de Europa Occidental. El objetivo secundario fue identificar los factores asociados con un mejor desempeño durante la residencia. •MATERIALES Y MÉTODOS Entre octubre y diciembre de 2006, un cuestionario de autoevaluación, diseñado por la ESRU, fue distribuido entre residentes de urología de cinco hospitales de la ciudad de México, los cuales cuentan con programas reconocidos por la UNAM y el Consejo Nacional Mexicano de Urología. El cuestionario en su versión original se encuentra disponible en la página de Internet http://www.esru. net/files/Questionnaire%20ESRU%20eng.pdf Contiene cinco páginas y 166 preguntas que abordan tres ejes principales: calidad de vida, nivel de entrenamiento (teórico y técnico) e interés en la investigación. El conocimiento del idioma inglés también fue evaluado y se calculó una calificación promedio de acuerdo con el nivel de conocimiento expresado por los propios residentes. Los conocimientos teóricos fueron evaluados, en una escala de tres niveles, con la siguiente pregunta: “En este momento, ¿usted tiene la capacidad suficiente para tomar decisiones en las siguientes disciplinas?” Éstas incluyeron: oncología, andrología, transplantes, insuficiencia renal, infecciones de vías Rev Mex Urol 2008;68(6):324-328 325 Rodríguez-Covarrubias F et al. Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos Tabla 1. Procedimientos quirúrgicos incluidos en cada categoría Cirugía menor abierta Cirugía mayor abierta Endourología Laparoscopia - Nefrectomía simple - Prostatectomía simple - CVLT, CTO* - Sacrocolpopexia - Colpoperineorrafia - Vasectomía - Cirugía de Nesbit - Circuncisión - Pieloplastía - Nefrectomía radical - Nefrectomía parcial - Nefroureterectomía - Prostatectomía radical - Cistoprostatectomía / Bricker - Cistoprostatectomía / Vejiga ortotópica - Adrenalectomía - Transplante renal - Nefrectomía de donador (cadavérico/vivo) - RTUP - RTUV - Ureteroscopía rígida - Ureteroscopía flexible - Nefrostomía percutánea - Litotricia extracorpórea - Nefrectomía radical - Prostatectomía radical - Sacrocolpopexia - Varicocelectomía *CVLT=Cinta vaginal libre de tensión; CTO=Cinta trans-obturador urinarias, urología pediátrica, urología femenina y litiasis urinaria. Las posibles respuestas fueron: “No realmente” calificada como 0 (cero), “Sí, en algunos casos” calificada como 10 y “Sí, totalmente” calificada como 20. En el aspecto técnico, se cuestionó la habilidad para realizar diferentes procedimientos quirúrgicos, con una evaluación similar, utilizando una escala de tres niveles y el mismo sistema de puntuación; para este fin, se realizó la siguiente pregunta: “En este momento, ¿usted puede realizar, como primer cirujano (ayudado por un residente joven), los siguientes procedimientos?” Los procedimientos quirúrgicos fueron agrupados en cuatro tipos diferentes (cirugía menor abierta, cirugía mayor abierta, endourología y laparoscopia) y las calificaciones de cada procedimiento fueron utilizadas para calcular el promedio de cada categoría (rango 0 a 20 puntos). Los detalles de cada una de ellas se muestran en la tabla 1. Las respuestas de los residentes mexicanos fueron comparadas con las de residentes de Francia, Alemania, España y Reino Unido, recolectadas entre enero de 2005 y febrero de 2007. El mismo cuestionario fue enviado a residentes miembros de la ESRU y a los asistentes al Programa Educativo de Residentes Europeos de Urología (EUREP por sus siglas en inglés) durante las sesiones 2005 y 2006 en Praga, República Checa. Se comparó el nivel de conocimientos teóricos y el desempeño técnico reportado por los residentes. Los datos evaluados incluyeron el número total de meses como residente, el número de meses en urología, número de rotaciones no urológicas (cirugía general, cirugía vascular, ginecología, ortopedia, etc.), número de residentes por departamento, número de horas de trabajo semanal, el uso de un libro de texto de apoyo, la supervisión por parte de un tutor y el nivel de conocimiento del idioma inglés. Se analizó la relación de dichos factores con un mejor desempeño teórico y técnico. Los datos fueron comparados mediante las pruebas de t de Student y Chi cuadrada. Los factores asociados con un 326 Rev Mex Urol 2008;68(6):324-328 Tabla 2. Comparación de las principales características entre los residentes de urología. México (n = 24) Europa (n = 105) Valor de p Edad 32.0+2.2 (29-37) 32.9+3.7 (25-47) 0.22 ‡ No. meses como residente 63.9+16.0 (45-109) 65.5+39.4 (12-339) 0.84 ‡ Meses en urología 41.2+6.3 (33-48) 33.8+13.2 (3-72) 0.01 ‡ No. diferentes departamentos de urología 3.8+ 1.6 3.3+ 1.5 0.19 ‡ No. rotaciones no-urológicas 2.6+2.0 (1-8) 3.2+1.4 (1-6) 0.09 ‡ Horas de trabajo semanal 57.8+16.4 (40-108) 67.6+12.6 (35-100) 0.002 ‡ No. residentes por departamento 15.0+5.4 (6-24) 6.1+4.7 (1-6) <0.001 ‡ Supervisión de un tutor 45.8% 16.3% 0.002 § Uso de libro de texto de apoyo 20.8% 35.8% 0.16 § Resultados como promedio + DE (rango); ‡ Prueba de t de Student; § Prueba de Chi cuadrada mejor desempeño fueron evaluados mediante modelos de regresión logística y los resultados fueron considerados significativos con una p<0.05. Los diversos análisis se llevaron a cabo mediante el programa StatView versión 5.0 para Windows (SAS Institute, Cary, NC, USA). Rodríguez-Covarrubias F et al. Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos •RESULTADOS Se analizaron los cuestionarios de 129 residentes, 105 de Europa Occidental (Francia 46, Alemania 29, España 13 y Reino Unido 17), y 24 de México. Once (8.7%) fueron mujeres y el promedio de edad fue de 32.8±3.5 años (rango 25-47). Los resultados detallados se muestran en la tabla 2. No hubo diferencia significativa en cuanto a la edad (p=0.22) y al número de meses como residente (p=0.84); sin embargo, los residentes mexicanos transcurrieron mayor tiempo en urología (p=0.01). El trabajo semanal en horas fue 10 veces superior en Europa (p=0.002), mientras que el número de residentes por departamento fue 2.5 veces mayor en México (p<0.001). Los residentes mexicanos reportaron mayor supervisión por parte de un tutor (urólogo adscrito o de base) (p=0.002). Se encontró una diferencia estadísticamente significativa en el nivel de conocimiento del idioma inglés, el cual fue de 15.1±5.1 (rango 6.6-20) para los residentes mexicanos y 11.3±6.9 (rango 0-20) para los europeos (p=0.01). Asimismo, encontramos una relación negativa entre el conocimiento de inglés y el nivel de desempeño teórico (r= -024, p=0.006). La tabla 3 muestra la evaluación en las áreas teórica y técnica. En el aspecto teórico, los residentes europeos tuvieron mejor nivel en transplantes y litiasis urinaria (p=0.03 y p<0.001, respectivamente), mientras que los residentes mexicanos se consideraron mejor entrenados en infecciones urinarias (p=0.03) y urología pediátrica (p=0.01). En el aspecto técnico, la única diferencia significativa fue en cirugía menor abierta, con mejor resultado para los residentes de nuestro país (p=0.03). En cuanto a los factores relacionados con un mejor desempeño, el número de meses en urología se asoció con la capacidad para realizar cirugía abierta menor (p=0.005) y cirugía abierta mayor (p=0.03). De igual forma, el número de rotaciones no urológicas se relacionó con la habilidad para llevar a cabo cirugía abierta menor (p=0.004), cirugía abierta mayor (p=0.002), procedimientos endourológicos (p=0.003) y laparoscópicos (p=0.03). La supervisión de un tutor se asoció con un mejor desempeño en procedimientos laparoscópicos (p=0.04). Por otra parte, el número de residentes por hospital estuvo inversamente relacionado con la capacidad para realizar procedimientos endourológicos (p=0.003) y con el número de horas de trabajo semanal (p=0.04). •DISCUSIÓN Algunos estudios han investigado el nivel de entrenamiento manifestado por residentes europeos de urología, específicamente en Francia.4 Aparentemente, Tabla 3. Nivel de entrenamiento reportado por los 129 residentes de urología. México Europa Valor de p ‡ Oncología 15.4+5.0 (10-20) 16.2+5.0 (0-20) 0.49 Andrología 10.4+4.6 (0-20) 9.7+6.7 (0-20) 0.78 Transplantes 6.2+4.9 (0-10) 10.4+6.9 (0-20) 0.03 Infecciones urinarias 17.5+4.4 (10-20) 13.3+7.4 (0-20) 0.03 Urología pediátrica 15.0+5.1 (10-20) 10.7+7.6 (0-20) 0.01 Urología femenina 8.0+10.0 (0-20) 13.1+7.7 (0-20) 0.22 Litiasis urinaria 2.0+4.1 (0-10) 10.0+8.1 (0-20) <0.001 Cirugía menor abierta 13.8+3.5 (5.0-18.8) 11.3+4.9 (0-20) 0.02 Cirugía mayor abierta 8.3+4.6 (0-16.3) 7.3+6.1 (0-20) 0.43 Endourología 13.7+3.7 (5-20) 13.0+5.6 (0-20) 0.55 Laparoscopia 2.6+3.7 (0-12.5) 4.5+5.9 (0-20) 0.12 Desempeño médico* Desempeño técnico* * Resultados como Promedio + DE (rango); ‡ Prueba de t de Student nuestro estudio es el primero en explorar la percepción de los residentes mexicanos, y de acuerdo con nuestros resultados, el nivel de entrenamiento teórico y técnico en nuestro país es similar al de Europa Occidental. Un hallazgo interesante fue la ausencia de diferencia significativa en el nivel de entrenamiento en laparoscopia, especialmente al tomar en cuenta que los países europeos (Francia y Alemania, principalmente) han desarrollado la laparoscopia urológica desde el inicio de la década de los noventa.6-8 De hecho, investigadores franceses han descrito un modelo para el entrenamiento laparoscópico, y de acuerdo con estos autores, un programa que incluye cinco ejercicios básicos, mejora el desempeño del estudiante en un periodo corto de tiempo.9 A pesar de que algunos centros en México han comenzado a practicar en forma rutinaria la cirugía laparoscópica urológica,10,11 su Rev Mex Urol 2008;68(6):324-328 327 Rodríguez-Covarrubias F et al. Percepción del nivel de entrenamiento de residentes de urología en México y comparación con residentes europeos desarrollo en el resto del país es aún limitado y pocos residentes tienen acceso al entrenamiento formal en esta área. No obstante, se han realizado algunos proyectos, con resultados alentadores, para fomentar la práctica de la laparoscopia entre los residentes de urología mexicanos.12 Esta encuesta internacional sugiere que los residentes mexicanos tienen mayor confianza para llevar a cabo procedimientos abiertos menores, lo cual puede relacionarse con el mayor número de meses que nuestros residentes transcurren en los servicios de urología y con la práctica habitual de la cirugía abierta en México. Los factores asociados con un adecuado desempeño técnico fueron el número de meses transcurridos en urología y el número de rotaciones no urológicas durante la residencia. La supervisión, por parte de un tutor, jugó un papel importante en la capacidad de los residentes para realizar procedimientos laparoscópicos. Al utilizar el mismo cuestionario, Larré y cols.4 encontraron que la supervisión de un tutor, el uso de un libro de texto de apoyo y el realizar la residencia en más de un departamento de urología (residencia rotatoria) son factores determinantes para un mejor desempeño técnico. A pesar de que nuestro estudio muestra resultados alentadores sobre la educación urológica en México, Mercado Barajas y cols.,13 demostraron que los residentes de distintas especialidades, tienen dificultades en la comprensión de reportes de investigación clínica. Este estudio evaluó residentes de disciplinas médicas y quirúrgicas; en el último grupo se incluyeron, además de residentes de urología, a residentes de cirugía general, plástica y pediátrica. De ellos, los de urología obtuvieron la mejor calificación en la lectura y comprensión de artículos de investigación clínica. Aunque los resultados de Mercado Barajas no reflejan la situación de todos los residentes mexicanos, nosotros creemos que la educación urológica en nuestro país es perfectible, que todas las instituciones educativas deben estar certificadas y que los programas académicos deben ser homogéneos. A pesar de que los resultados de esta encuesta son subjetivos, en nuestra opinión, reflejan en forma adecuada el sentir de los residentes de urología acerca de la calidad educativa en nuestro país. Una posible 328 Rev Mex Urol 2008;68(6):324-328 forma de confirmar estos hallazgos es la evaluación estandarizada a través de las asociaciones y los consejos nacionales, así como de organizaciones internacionales. •CONCLUSIÓN El nivel de entrenamiento teórico y técnico de los residentes mexicanos parece ser similar al de los residentes europeos. El número de meses de entrenamiento en urología, el número de rotaciones no urológicas y la supervisión de un tutor son factores asociados con un mejor desempeño durante la residencia. AGRADECIMIENTO A la Fundación Mexicana para la Salud por otorgar una beca educativa para el Dr. Francisco Rodríguez-Covarrubias. BIBLIOGRAFÍA 1. Quijano-Pitman F. El origen y desarrollo de las residencias médicas. Gac Med Mex 1999:135:73-6. 2. La Facultad de Medicina en Cifras, 2005-2006. Secretaría de Servicios Escolares, Facultad de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México: pp. 19. 3. Kerfoot BP, Nabha KS, Masser BA, McCullough DL. What makes a medical student avoid or enter a career in urology? Results of an International Survey. J Urol 2005:174: 1953-7. 4. Larre S, Dubosq F, Keskin S, et al. Is the surgical training of French urologists more effective than that of urologists in other European countries? Prog Urol 2007:17:92-7. 5. 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Rev Mex Urol 2003:63:91-4. 12. Rodríguez-Covarrubias F, Martínez Liévano L, Gabilondo Pliego B, Gabilondo Navarro F, Atisha-Fregoso Y, Arroyo C. Simulador computarizado de inmersión virtual como modelo de inicio de entrenamiento de laparoscopia urológica. Actas Urol Esp 2006:30:819-23. 13. Mercado Barajas JL, Viniegra Velazquez L, Leyva Gonzalez FA. Aptitud para la lectura crítica de informes de investigaciones clínicas en médicos residentes del IMSS en Jalisco. Rev Invest Clin 2001:53:413-21. ARTÍCULO ORIGINAL Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie Silva-Gutiérrez A1, Osorio-Campos J2, Arcos-Marcín M2, Martínez-Méndez ME3 •RESUMEN •ABSTRACT Objetivo: Realizar un análisis de los procedimientos laparoscópicos efectuados en el tratamiento de la litiasis urinaria. Objective: To carry out an analysis of laparoscopic procedures performed in urinary lithiasis treatment. Material y métodos: Se revisaron los casos de litiasis manejados por vía laparoscópica entre julio de 2006 a septiembre de 2007. Analizamos como variables: tamaño y localización del cálculo sexo, edad, antecedentes de cirugías abdominales o retroperitoneales previas, la vía de abordaje, tiempo quirúrgico y complicaciones. Resultados: Se realizaron 18 procedimientos por litiasis del tracto urinario superior, 10 derechos y ocho izquierdos. Doce mujeres y seis hombres con una media de edad de 32 años. Siete pacientes tenían cirugía abdominal previa. Doce cirugías se abordaron por vía transperitoneal y seis por lumboscopia. Tres cálculos fueron coraliformes completos, cuatro coraliformes parciales seis piélicos, tres de uréter superior y dos de uréter medio, el tiempo quirúrgico con una media de 150 minutos. Las complicaciones presentadas fueron: un caso de desinserción de la unión ureteropiélica, un sangrado de vaso retro/piélico y una lesión de la vena gonadal, una laceración de la serosa del colon y una punción del colon con aguja de Veres, todas resueltas favorablemente. Materials and methods: Lithiasis cases managed by laparoscopy from July 2006 to September 2007 were reviewed. The variables analyzed were: Size and location of the stone, sex, age, history of previous abdominal or retroperitoneal surgery, surgical approach, time in surgery and complications. Results: A total of 18 (10 right and 8 left) procedures for upper urinary tract lithiasis were carried out on 12 women and 6 men with a mean age of 32 years. Seven patients had undergone previous abdominal surgery. Twelve surgeries were performed with a transperitoneal approach and 6 with lumboscopy. Three stones were complete coral-form stones, 4 were partial coral-form, 6 were pyelic, 3 were from the superior ureter and 2 were from the middle ureter. Mean time in surgery was 150 minutes. The complications that presented were: 1 case of de-insertion of the ureteropelvic junction, 1 case of retropelvic vessel bleeding and 1 case of gonadal vein injury and colon serous laceration and 1 case of colon puncture with the Veress needle. All complications were favorably resolved. Conclusiones: Los procedimientos laparoscópicos son otra excelente opción en el armamento del Conclusions: Laparoscopic procedures are an excellent option available to the urologist for treating upper urinary tract lithiasis. 1 Jefe del Servicio de Urología. 2 Médico adscrito al Servicio de Urología. 3 Jefe del Servicio de Imagenología. Hospital de Alta Especialidad: “Dr. Juan Graham Casasús” SS, Villahermosa, Tabasco. Correspondencia: Dr. Alfonso de Silva Gutiérrez. Venustiano Carranza No. 220 Centro, C.P. 86000, Villahermosa Tabasco, México. Teléfono y Fax: 01 993 3124665. Correo electrónico: adesilva2@prodigy.net.mx Rev Mex Urol 2008;68(6):329-333 329 Silva-Gutiérrez A et al. Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie urólogo para el tratamiento de la litiasis del tracto urinario superior. Key words: Laparoscopy, Lithiasis, Upper urinary tract. Palabras clave: laparoscopía, litiasis, tracto urinario superior. •INTRODUCCIÓN La enfermedad litiásica es tan antigua como el hombre mismo y desde los tiempos de los litotomistas y los cirujanos barberos ha existido la motivación y el reto a tratarla, de tal forma que el hombre se ha preocupado en poner al servicio de su salud los avances tecnológicos que le permitan día con día un tratamiento más seguro y eficaz y que a su vez ofrezcan una pronta y cómoda recuperación para el paciente. En el desarrollo de los procedimientos laparoscópicos, la urología ha jugado un papel fundamental, sin embargo, tardamos en detonarla en relación con otras especialidades, ya que el desarrollo de los procedimientos endourológicos opaco las virtudes de estas técnicas retrasando la incursión de los urólogos en las mismas. Es en 1901, cuando Kelling inspecciona por primera vez la cavidad peritoneal de un perro utilizando un cistoscopio de Nitze; para 1910, Jacobeus realiza la primer exploración de la cavidad peritoneal y pleural en humanos lo que da paso al desarrollo de esta técnica y rompe el mito de: “Sólo poder inspeccionar el cuerpo humano por los orificios naturales”, situación que existía en la aplicación de los métodos endoscópicos de la época. En 1920, Ordonoff diseñó un trocar con punta piramidal y válvula hermética lo que permite mantener del neumoperitoneo y facilitar la realización de los puertos de acceso. Es Kalk quien planteó un sistema de lentes oblicuas, así como instrumental y propone la colocación de más de un puerto, lo que permite realizar los primeros procedimientos como la toma de biopsias de lesiones tumorales, Es el trabajo arduo de Kelling lo que permite que en 1932 desarrolle la técnica reglada del procedimiento en humanos (aplicándola en pacientes con ascitis) y su empuje y dedicación lo lleva a desarrollar diversos procedimientos quirúrgicos. Otras contribuciones importantes fueron las realizadas por Zollikofer, en 1934, al utilizar el CO2 para la realización del neumoperitoneo con lo que se disminuye el riesgo de la embolia gaseosa; asimismo, el desarrollo de la aguja atraumática por Veres en 1938 y el trocar sin punta diseñado por Hasson en el mismo año para el empleo de la técnica abierta en el abordaje inicial. 330 Rev Mex Urol 2008;68(6):329-333 Finalmente, se suman a los adelantos, en el desarrollo de equipo e instrumental laparoscópico, el insuflador automático diseñado por Semm en 1977, que permitió facilitar la realización y el mantenimiento del neumoperitoneo y el balón de disección retroperitoneal diseñado por Gaur en 1992. En el marco de los procedimientos urológicos, es Batel en 1969 quien desarrolla la primera retroperitoneoscopía y Wickham 10 años después reporta la primer ureterolitotomía por dicha vía. Clayman realizó, en 1990, la primera nefrectomía laparoscópica y en 1997 Richard Gaston ejecutó la primer prostatectomía radical laparoscópica. •OBJETIVO Presentar la experiencia obtenida con el uso de métodos laparoscópicos en el tratamiento de la litiasis del tracto urinario superior realizando un análisis de nuestra serie. •MATERIAL Y MÉTODOS Estudio retrospectivo, descriptivo en el cual revisamos los casos de litotomías manejadas por vía laparoscópica entre los meses de julio de 2006 y agosto de 2007 en el Hospital de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasús” SS., Villahermosa, Tabasco. Para realizar dicho procedimiento, se tomaron como criterios de inclusión: cálculos renales mayores de 2 cm en riñones con pelvis extrarrenal y cálculos ureterales de 2 cm localizados en el tercio superior y medio del uréter; se excluyeron los pacientes con leucocitosis mayor de 15,000, cálculos renales en pelvis intrarrenal o litos piélicos menores de 2 cm; para los cálculos ureterales, que tuvieran un tamaño menor de 2 cm o que se encontrarán ubicados por debajo del cruce de los vasos ilíacos. En el presente estudio, se analizaron como variables inherentes al cálculo: tamaño y forma, su localización en la vía urinaria (renal o ureteral) y el lado afectado. Las variables estudiadas en los pacientes fueron: sexo, edad, antecedentes de cirugías previas abdominales de órganos cercanos al sitio de la cirugía o por litiasis previa, y finalmente, las variables propias del Silva-Gutiérrez A et al. Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie Tabla 1. Relación de procedimientos quirúrgicos existentes previamente. Cirugías abdominales Cirugías retroperitoneales Tres colecistectomías Dos apendicectomías Una plastía umbilical Tres histerectomías Una pielolitotomía Una ureterolitotomía Gibson *ambos ipsilaterales a la cirugía laparoscópica procedimiento quirúrgico: tipo de preparación preoperatorio, vía de abordaje, tiempo quirúrgico, estancia hospitalaria y uso de analgésicos, las complicaciones urológicas y no urológicas presentadas y la realización de conversiones quirúrgicas. Figura 1. Abordaje transperitoneal. •RESULTADOS Se realizaron 18 procedimientos laparoscópicos para el tratamiento de la litiasis del tracto urinario superior, 10 del lado derecho y ocho izquierdos. Doce mujeres y seis hombres con edades que oscilaron entre 20 a 80 años con una media de 32 años. En todos los casos se llevó a cabo un estudio de Uro-tomografía-64 cortes (UROTAC) preoperatorio. Siete pacientes tenían cirugía abdominal previa y entre éstos hubo otros con más de una cirugía (tabla 1). Doce cirugías se abordaron por vía transperitoneal utilizando dos puertos de 5-11 mm y un puerto de 5 mm, (figura 1) en los casos del lado derecho se utilizó adicionalmente un separador hepático de autofijación. Para los seis procedimientos por vía lumboscópica, se utilizaron dos puertos de 11 mm y un puerto de 5 mm (figura 2); en todos los casos se realizó la cámara por medio de una sonda balón casera elaborada con un dedo de guante amarrado a una sonda Nelaton 14 French instilando 550 mL de solución de cloruro de sodio al 0.9%. En relación con el cálculo, tres fueron coraliformes completos, cuatro coraliformes parciales, seis litos piélicos mayores de 2 cm de diámetro mayor, tres de uréter superior y dos ureterales a nivel del cruce con vasos ilíacos, ambos de 2 cm (tabla 2). Una característica imprescindible para intervenir por esta vía a los cálculos renales fue que el riñón tuviese una pelvis extrarrenal. El tiempo quirúrgico osciló entre 70 y 240 minutos con una media de 150 minutos, en ocho casos los tiempos quirúrgicos fueron mayores a tres horas situación que se presentó en las primeras cinco cirugías (curva de aprendizaje) de éstos, en dos casos existía esclerolipomatosis perilitiásica severa y adherencias a estructuras vecinas que dificultaron el procedimiento, dicha condición también estuvo presente en los casos 10, 11 y 14. El sangrado se estimó en 60 mL con un rango entre 30 a 120 mL ningún caso amerito de transfusión. Figura 2. Abordaje lumboscópico. Se colocó catéter doble jota en el 100% de los casos, en 10 casos pudimos subirlo a cavidades renales antes de la cirugía por medio de cistoscopia. Siete se colocaron con la técnica propuesta por Santinelli durante el transoperatorio y en un paciente con litiasis ureteral en que no fue posible realizarlo de dicha manera fue necesaria su colocación bajo guía fluoroscópica una vez terminada la cirugía. La rafia de la vía urinaria, se llevo a cabo con vicryl del 3-0 utilizando de manera indistinta puntos simples o sutura continua. En todos los pacientes se tomo placa simple de abdomen al día siguiente del procedimiento evidenciando la correcta colocación del catéter en todos los casos. En dos pacientes de los tratados por litos coraliformes quedaron fragmentos residuales, los cuales fueron menores de 1 cm y localizados en los grupos caliciales superiores, ambos casos se manejaron posteriormente con Litotricia por Onda de Choque Extracorpórea (LEOCH). A todos los pacientes operados por vía transperitoneal se les colocó sonda orogástrica retirándose ésta al finalizar el procedimiento y se aplicó metoclopramida y ranitidina a dosis convencionales en el posoperatorio Rev Mex Urol 2008;68(6):329-333 331 Silva-Gutiérrez A et al. Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie Tabla 2. Características de los cálculos. Tipo de cálculo No. de casos Coraliformes completos Coraliformes parciales (2 astas) Litos piélicos Litios ureterales Tercio superior Litos ureterales (cruce con ilíacos) 3 4 6 3 2 Derechos Izquierdos 2 2 4 0 2 1 1 2 3 0 Tabla 3. Complicaciones durante los procedimientos. Complicación Manejo Un sangrado de retropiélica Aplicación de hem-o-look Un sangrado de vena gonadal Aplicación de hem-o-look Una quemadura de serosa de colon Evaluación laparoscópica y vigilancia Una desinserción de unión UP Conversión a Qx abierta y plastia UP Una punción de colon con aguja de Aeres Revisión a cielo abierto, colocación de sonda transrectal transoperatoria para manejo de dilatación de asa por gas y vigilancia inmediato. En relación con el dolor postoperatorio, éste fue referido como tolerable, al ser evaluado en una escala de 0 a 10 fue reportado con valor de cinco y se manejo a base de ketorolaco 30 mg y butilhiosina 20 mg cada 8 h refiriendo todos los pacientes un control adecuado. La estancia hospitalaria posoperatoria fue de uno a cuatro días con una media de dos días, en todos los pacientes se dejo drenaje cerrado consistente en una sonda Nelaton 16 French multiperforada unida a una bolsa recolectora de orina, el cual se retiro a los siete días junto con los puntos de piel. En lo que respecta a las complicaciones (tabla 3), tuvimos un sangrado de vaso retropiélico y una lesión de la vena gonadal que se lograron controlar con la aplicación de Hem-o-locksMR, una quemadura de la serosa del colon que se produjo durante la disección de la fascia de Told y que no amerito de ningún manejo, tuvimos un caso desinserción del uréter en la unión ureteropiélica al extraer el lito (caso número dos de la serie) la cual no pudimos reparar en dicha época laparoscópicamente y se decidió convertir a cirugía abierta para realizar la plastia, finalmente, tuvimos una de punción del colón con la aguja de Veres lo que produjo una gran distención de asas por la insuflación del intestino, ante tal situación, se procedió a la conversión a técnica abierta para su revisión, fue colocada una sonda de 332 Rev Mex Urol 2008;68(6):329-333 Nelaton multiperforada, por vía transrectal lo que creemos ayudo a resolver la distención del colon y posterior a su revisión consideramos que no era necesario realizar rafia o resección de algún segmento, optando por dejarlo a libre evolución y se procedió a realizar la pielolitotomía a cielo abierto. •DISCUSIÓN Los procedimientos laparoscópicos se han convertido en otra excelente opción en el armamento del urólogo para el tratamiento de la litiasis del tracto urinario superior. Debemos de enfatizar que NO se encuentra compitiendo por el “Gold-standar” contra los procedimientos de litotricia por onda de choque extracorpórea (LEOCH), la litotricia endoscópica ya sea por vía percutánea (NLP) o por ureteroscopía, ya que existen indicaciones específicas para cada caso en particular. El lugar de la laparoscopia ya está definido, por otra parte, sus resultados reproducibles y su alta efectividad la hacen una opción viable en el tratamiento de la litiasis, Es indudable la ventaja que ofrece el abordaje laparoscópico frente a la cirugía abierta al ser éste un procedimiento de mínima invasión que brinda una más pronta y mejor evolución posoperatoria para el paciente; sin embargo, a pesar de lo anterior, debemos de reconocer que los procedimientos de litotomía a cielo abierto, aunque cada día menos frecuentes, continuarán teniendo su lugar siendo en ocasiones la mejor o única opción para algunos casos en particular. Consideramos como casos ideales para desarrollar dicho abordaje a nivel renal los cálculos de dos o más centímetros en riñones con pelvis extrarrenal en los que la LEOCH ha fallado, o en los casos que no existe dilatación de cavidades e infundíbulos estrechos para la realización de NLP. A nivel de uréter superior, los litos mayores de 1.5 cm crónicos cubiertos de epitelio y obstructivos. También, así como para los casos de litiasis compleja de gran volumen asociadas a anormalidades anatómicas que ameritan de corrección quirúrgica durante el mismo procedimiento. Los cálculos pueden abordarse por vía lumboscópica o por vía transperitoneal, en esta última, la opción el acceso al riñón se puede dar a través de la movilización del colon incidiendo la fascia de Told,1,2 o por medio de un abordaje transmesocólico3. Creemos que la vía lumboscópica es mas conveniente que el abordaje transperitoneal, a pesar de que amerita de mayor experiencia pues las referencias anatómicas no son tan óptimas como en el abordaje transperitoneal y la cámara de trabajo es mas pequeña, sin embargo, se evita el riesgo de contaminación de la cavidad peritoneal en caso de pionefrosis asociada, así mismo debemos considerar que generalmente no es necesario el uso de sonda orogástrica durante el transoperatorio. Silva-Gutiérrez A et al. Manejo de la litiasis del tracto urinario superior por vía laparoscópica revisión de nuestra serie ectópicos o en herradura en los que es necesario movilizar alguna asa intestinal o vigilar bajo visión directa la realización de la punción y la elaboración del tracto entre vasos sanguíneos e intestino disminuyendo así la posibilidad de posibles complicaciones.9-11 De igual forma, se ha propuesto el abordaje laparoscópico como una opción de manejo previo a realizar cirugía abierta en pacientes pediátricos, en quienes ha fallado previamente el abordaje percutáneo al no existir dilatación de cavidades renales o por presentar cálculos enclavados en el cáliz inferior y que obstruyen la conformación del tracto.12 Foto 1. Pielolitotomía lumboscópica por litiasis coraliforme. En relación con la extracción del cálculo renal, ésta se puede hacerse en forma completa, por medio de su manipulación con grasper o podríamos utilizar algún método de fragmentación intracorpórea en caso necesario. Asimismo, ha sido descrita la posibilidad de revisión de las cavidades renales introduciendo un endoscopio rígido o flexible para manipular cálculos caliciales o fragmentos residuales a través de la pelvis renal realizando el abordaje del mismo, por medio de uno de los trocares de 10 mm.1,4 Otra condición que debemos tomar en cuenta, cuando el calculo es voluminoso, es su extracción del campo operatorio, para la cual pudiéramos ampliar la incisión de alguno de los trocares y extraerlo en manera completa, o nuevamente utilizar algún método de fragmentación en el interior de la bolsa de extracción para posteriormente removerlo por la incisión de la longitud inicial del trocar. Para los casos de litiasis asociada a estenosis de la unión ureteropiélica, los procedimientos laparoscópicos permiten la corrección de ambas condiciones durante el mismo procedimiento haciéndolo el abordaje de primera elección.5,6 En los casos de litiasis desarrollada en riñones ectópicos de localización pélvica la situación anterior de la pelvis renal permite que sea óptimo el uso de laparoscopia haciendo innecesaria la cirugía abierta (foto 1),7,8 Resulta por demás interesante el hecho de la utilidad de la laparoscopia en la preparación el campo quirúrgico para realizar nefrolitotricias percutáneas en riñones Finalmente, debemos considerar que los procedimientos laparoscópicos para el manejo de la litiasis nos permitirán día con día abordar con mayor habilidad la vía urinaria, lo que nos dará adicionalmente el adiestramiento para nuevos y más complejos procedimientos urológicos convirtiéndose para el especialista en un escalón más de su entrenamiento laparoscópico urológico, además de brindarle al paciente sin lugar a dudas una opción más para el manejo de su patología. 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Tranperitoneal laparoscopic pyelolithotomy after failed percutaneous access in the pediatric patient. J Urol 2004;172(2):680-3. Rev Mex Urol 2008;68(6):329-333 333 ARTÍCULO ORIGINAL Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Martínez-Cornelio A1, HernándeZ-Toriz N2, Alvarado-Cabrero I3, Cárdenas Rodríguez E4, Ramos-Salgado F4, Jiménez Morales R5 334 •RESUMEN •ABSTRACT Antecedentes: Los mielolipomas suprarrenales son tumores raros, no funcionantes y benignos con un buen pronóstico, caracterizados por la presencia de tejido adiposo y elementos de la médula ósea con grados variables de diferenciación. Background: Suprarenal myelolipomas are rare, non-functioning and benign tumors that have a good prognosis. They are characterized by the presence of fatty tissue and bone marrow elements of varying degrees of differentiation. Material y métodos: Presentamos una revisión de la literatura mexicana en los últimos 20 años, reuniendo un total de 18 casos de los cuales aportamos cuatro operados en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. Se evaluó predominio por sexo, edad, lado afectado, tamaño, síntomas de presentación, hallazgos en estudios de imagen, tratamiento y reportes histopatológicos. Materials and methods: A review of the Mexican literature of the last 20 years is presented bringing together a total of 18 cases, 4 of which were operated on in the Hospital de Oncologia del Centro Medico Nacional Siglo XXI. Sex, age, affected side, size, presenting symptoms, imaging study findings, treatment and histopathological reports were evaluated. Resultados: Predominio de hombres sobre mujeres con una relación 1.2/1, con un rango de edad de 30 a 70 años y una edad promedio de 48 años. El lado derecho fue más afectado con una relación 2.7/1 sobre el izquierdo, el tamaño de los tumores varió de 3 a 22 cm con un promedio de 10.5 cm. El síntoma más común que precipitó el diagnóstico fue el dolor lumbar presente en Results: The men to women ratio was 1.2:1, age range was 30 to 70 years with a mean age of 48 years. The right side was the side most affected with a 2.7:1 ratio in relation to the left side. Tumor size varied from 3 to 22 cm with a mean size of 10.5 cm. The most common symptom preceding diagnosis was lumbar pain which presented in 11 patients. Three patients were asymptomatic. Tomography studies reported densities suggestive of myelolipoma in Instituto Mexicano del Seguro Social. Hospital de Oncología. Servicio de Urología Oncológica. Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. México, D.F. 1 Médico adscrito al Servicio de Urología Oncológica del Hospital de Oncología Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. 2 Jefe de servicio de Urología Oncológica del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. 3 Jefe del servicio de Patología del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. 4 Médico residente de Urología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. 5 Médico urólogo en Diplomado del Servicio de Urología Oncológica del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. Correspondencia: Dr. Andrés Martínez Cornelio. Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”. Servicio de Urología Oncológica. Cuauhtemoc No. 330, Col. Doctores, Delegación Cuauhtémoc. CP 06725, México D.F. Teléfono 56276900 ext. 22671. Correo electrónico: andres2424@yahoo.com Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México 11 pacientes, refiriéndose asintomáticos sólo tres. La tomografía reportó densidades que sugerían mielolipoma en 10 pacientes, de los cuales dos presentaron calcificaciones y uno de ellos calcificación total, todos fueron sometidos a tratamiento quirúrgico abierto y uno de ellos por abordaje laparoscópico siendo el dolor relacionado al tamaño la principal indicación quirúrgica. Conclusiones: Aunque no es posible establecer una incidencia real en nuestro país, es importante reconocer los criterios diagnósticos y de manejo médico o quirúrgico que empleamos a fin de brindar a los pacientes el mejor tratamiento. 10 patients. Partial and total calcification was present in two of those patients. All patients underwent open surgery and one of them also underwent laparoscopy. The main surgical indication was size and pain was size-related. Conclusions: Even though it has not been possible to establish true incidence in Mexico, it is important to recognize diagnostic and medical or surgical management criteria in order to offer patients the best treatment. Key words: Suprarenal myelolipoma, Suprarenal tumors, Adrenalectomy. Palabras clave: mielolipoma suprarrenal, tumores suprarrenales, adrenalectomía. •INTRODUCCIÓN Los mielolipomas suprarrenales son neoplasias benignas, raras, consideradas inactivas hormonalmente compuestas por tejido adiposo maduro y tejidos hematopoyéticos. Descrito por primera vez por Gierke en 19051, fue hasta 1929 cuando Oberling acuñó el nombre de mielolipoma.2 En el pasado, estos tumores eran descubiertos en autopsia y su incidencia era del 0.08 al 0.2%. En la actualidad, debido a los avances en las técnicas de diagnóstico, son descubiertos incidentalmente al realizar ultrasonidos o tomografías computarizadas indicados por otras patologías, con lo que su incidencia se da en 2% de todas las neoplasias suprarrenales.3,4 Desde su descripción y hasta el 2005 se habían publicado menos de 300 casos.5 Existen varias teorías sobre su origen, y la más aceptada es que surge a partir de cambios metaplásicos, en las células reticuloendoteliales de los capilares sanguíneos en respuesta a múltiples estímulos incluyendo necrosis, infección o estrés.4,6 La localización suele ser intraadrenal aunque se han publicado otras localizaciones extraadrenales, la incidencia es similar en ambos sexos y la edad de presentación más común es entre la quinta y séptima década de la vida, generalmente son unilaterales y no hay predilección por un lado aen particular.7 Comúnmente, los mielolipomas son asintomáticos, aunque algunas veces se presentan con dolor secundario a compresión mecánica por tamaño del tumor o hemorragia por ruptura espontánea o necrosis.8 Algunos autores han asociado los mielolipomas suprarrenales a la obesidad, hipertensión, hiperaldosteronismo, síndrome de Cushing o neoplasias malignas.9 La tomografía axial computarizada (TAC) es considerada el método radiológico más sensible para llegar al diagnóstico de estos tumores y últimamente la resonancia magnética nuclear (RMN) ha sido utilizada con mayor frecuencia para complementar y hacer un diagnóstico diferencial más preciso con otras patologías.10 En México, tenemos sólo reportes de casos aislados por lo que realizamos una revisión de la incidencia, manejo, tratamiento y pronóstico de la casuística en nuestro país. •MATERIAL Y MÉTODOS Presentamos una revisión de la literatura mexicana de 18 casos de mielolipoma suprarrenal de los cuales aportamos nuestra experiencia médica y quirúrgica con cuatro casos más. Bajo un estudio retrospectivo, descriptivo y observacional. Se revisaron los expedientes clínicos y reportes histopatológicos de aquellos pacientes con diagnóstico de tumores suprarrenales, operados de adrenalectomía en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” durante el periodo de enero de 2002 a junio de 2006, seleccionándose sólo aquellos pacientes con diagnóstico patológico de mielolipoma suprarrenal. Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 335 Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Tabla 1. Análisis sobre los casos mexicanos. Caso No. Edad Sexo 1 60 M Lumbalgia 8.2 D 2 39 M Palpitaciones, sudoración 7x5 3 60 M Dolor abdominal crónico Hernández García14 5 39 F Solís Daun15 6 30 García M 7 Autor Tamaño cm UH Abordaje No +37 a 92 Lumbar D No NR LPTA* 22 D No NR Subcostal abdominal Dolor abdominal crónico 6x6 D No -51 Abdominal F Dolor abdominal crónico 9x5 D No NR Abdominal 32 F Dolor hipocondrio derecho 14x12 D No NR Chevron derecho 8 66 F Dolor hipocondrio izquierdo 10x8 I No -84 Subcostal 9 32 M Asintomático 12x4 I No NR LAPE Manzanilla García18 10 48 F Dolor hipocondrio derecho 7 D No -70 Paramedia derecha López Ramírez 11 70 M Asintomático 7x5 I Sí -55 Toraco abdominal 12 61 M Mareo, cefalea 8 I No -88 a -120 Toraco abdominal Sánchez Garza11 Shuchleib-Chaba 12 Sánchez Fernández 16 Silva Ortiz 17 Landa Soler 19 20 Silva Gutiérrez21 Martínez Cornelio 13 Síntomas 13 Dolor lumbar 14 Dolor lumbar Lado Calcificación 15 51 M Dolor lumbar crónico 12x11 D No +54 a -82 Toraco-abdominal 16 41 M Dolor lumbar crónico 14x12 D D Sí +1000 a -59 Abdominal 17 46 F Asintomático 4x3 D No -20 Lumbar 18 48 F Dolor lumbar 15x12 D No -80 Toraco-abdominal Sexo: M= masculino, F= femenino. Lado: D= derecho, I= izquierdo. LPTA* Laparoscópica transabdominal, LAPE= Laparotomía exploradora. NR= No referido. UH= Unidades Hunsfield Asimismo, se procedió a realizar una revisión de casos mexicanos publicados en los últimos 20 años. Se analizaron variables como: edad, sexo, presentación clínica, estudios radiológicos y de laboratorio, abordajes quirúrgicos, complicaciones, mortalidad y sobrevida. •RESULTADOS Durante el periodo comprendido de enero de 2002 a junio de 2006 en nuestro hospital fueron operados 33 pacientes de adrenalectomía. Fueron seleccionados cuatro pacientes, todos ellos con reportes histopatológicos de mielolipoma suprarrenal. Presentamos el análisis de un total de 18 pacientes, 14 de ellos publicados en México, en los últimos 20 años y cuatro más con los que contribuimos para realizar esta publicación. (Tabla I) Fueron incluidos 18 casos en total 8 (44%) hombres y 7 (38%) mujeres, desconociéndose este dato en 336 Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 Imagen 1. TAC de abdomen que muestra un tumor dependiente de glándula suprarrenal derecha con un coeficiente de atenuación de -82 U.H. de patrón heterogénea, bien encapsulada e imagen quística de 6 x 7 cm. en su interior. Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Imagen 2. Reconstrucción de TAC abdominal en corte sagital en donde se observa tumor suprarrenal derecho calcificado que desplaza caudalmente el riñón ipsilateral. Imagen 3. Imagen de urografía excretora convencional en fase pielográfica observándose lesión tumoral voluminosa en polo superior de riñón derecho, redonda de bordes irregulares, totalmente calcificada de 12 cm. con desplazamiento caudal del riñón derecho. tres pacientes, la edad promedio fue de 48 años con un rango de edades de (30 a 70) años, el síntoma más común que precipitó el diagnóstico fue el dolor lumbar y abdominal crónico presente en 12 (66%) pacientes, hipertensión en 5 (27%) pacientes, asintomático en 3 (16%) pacientes y fue asociado a otros síntomas como palpitaciones, náuseas y cefalea. El lado más afectado fue el derecho con un total de 11 (61%) pacientes, el lado izquierdo se reportó en 4 (22%) pacientes y resultó desconocido en tres pacientes. dos casos y laparoscópico transabdominal en uno de los casos, sin ser reportado en dos. En 10 pacientes se realizaron estudios de catecolaminas en orina, siendo todos no funcionales, el resto de los estudios de laboratorios se reportaron sin alteraciones. En ninguno de los pacientes se reportaron complicaciones mayores y de los cuatro operados en nuestro hospital a cuatro, tres y dos pacientes a un año de seguimiento se refieren asintomáticos, resolviéndose la hipertensión arterial en tres de ellos. El ultrasonido (USG) fue una herramienta diagnóstica en todos los casos, siendo el estudio más sensible la TAC abdomino-pélvica que fue reportada en 10 casos, observándose densidades grasas en todos ellos con un rango desde -120 hasta-20 Unidades Hunsfield (UH) (imagen 1), y en dos de los casos se reportaron densidades positivas sugestivas de calcificaciones, reportándose uno de ellos con calcificación total de su pared. (Imágenes 2 y 3) La RMN fue la opción diagnóstica sólo en uno de los casos observándose en T1 una lesión de aspecto heterogéneo bien encapsulada, con áreas hipo-intensas en su interior y que desplaza caudalmente al riñón. (Imagen 4) El abordaje preferido fue el abdominal, realizándose en 8 (44%) pacientes, utilizándose diferentes tipos de incisiones (línea media, para media, subcostal y Chevron). El segundo abordaje preferido fue el toraco-abdominal reportado en 5 (27%) pacientes, lumbotomía en El tamaño de los tumores fue variable, desde 3 cm hasta 22 cm en su diámetro mayor con un promedio de 10.5 cm, descritos la mayoría de ellos como lesiones ovoides de consistencia blanda, con áreas café amarillentas y bordes regulares, caracterizándose al microscopio por presentar lesiones con células hematopoyéticas y células adiposas asociadas o no a zonas de calcificación. (Imagen 5) •DISCUSIÓN En México, no existen reportes de la incidencia y manejo de los mielolipomas de glándula suprarrenal, se han publicado sólo casos aislados, por lo que se procedió a realizar una revisión de los casos reportados en la literatura mexicana, identificándose un total de 18 casos,11-21 incluyendo cuatro casos estudiados en nuestro servicio. Debido a su relativa rareza no es fácil realizar un diagnóstico preoperatorio preciso y en muchas ocasiones no es hasta el reporte histopatológico que se identifica esta patología. (Tabla 1) En 1957, se informó el primer mielolipoma suprarrenal asintomático por Dieckman y Freedman.22 En nuestro estudio sólo 3 (16%) pacientes fueron asintomáticos y todos los casos fueron unilaterales aunque en Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 337 Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Imagen 4. Imagen de RMN en un corte axial en secuencia T1, de aspecto heterogéneo bien encapsulada, con áreas hipointensas en su interior que desplaza caudalmente el riñón derecho. la literatura también se han reportado casos bilaterales, de los cuales sólo se han publicado tres.23 La mayoría de los reportes no han identificado predilección por sexo, aunque Han et al. reportó una relación hombre/mujer de 2/3 y en nuestro estudio encontramos una relación hombre/mujer de 1.2/1.24 Reportamos una incidencia máxima en nuestros casos en la quinta década de la vida, teniendo en cuenta que la literatura mundial reporta como máxima incidencia entre la quinta y sexta década de la vida, además de reportarse casos en el mundo con edades en rango de los 12 hasta los 93 años.4 El tamaño del tumor es muy variable y se han reportado casos que van desde unos cuantos milímetros hasta más de 30 cm.25 Muchos autores han considerado que no hay predilección por el lado afectado,24 sin embargo nosotros encontramos una relación 2.7/1 a favor del lado derecho. Existen varias teorías acerca de su origen; restos embriológicos de la médula ósea, embolismo de células de la médula ósea y metaplasia de células corticales adrenales que han recobrado su potencial hematopoyético o la diferenciación de células mesenquimatosas no comprometidas dentro del estroma cortical,26 sin embargo la más aceptada es que el mielolipoma surge debido a cambios metaplásicos en las células reticuloendoteliales de los capilares sanguíneos en respuesta a otros estímulos incluyendo necrosis, infección o estrés.4 Selye y Stone observaron en ratas, a las que se inoculaba extracto de glándula pituitaria y testosterona, la transformación de la zona reticularis de la glándula adrenal en tejido hematopoyético, confirmando esta hipótesis.27 Un estudio reciente describe 338 Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 Imagen 5. Tinción H/E. Microfotografía panorámica correspondiente a mielolipoma que muestra tejido adiposo maduro con células hematopoyéticas adyacentes y zonas extensas de calcificación. la translocación (3;21) (q25;p11) asociada al mielolipoma suprarrenal, posiblemente indicando que se trata de una neoplasia real originada desde tejido hematopoyético.28 Habitualmente son asintomáticos; cuando existen síntomas, por lo general son secundarios a eventos como hemorragia por ruptura espontánea retroperitoneal10 o grandes tumores palpables que pueden o no estar asociados a hematuria o disfunción endócrina.6,23 En México, no han sido publicados casos con hemorragia espontánea de retroperitoneo, sin embargo en 14 (77%) pacientes, el dolor ha sido la causa que ha llevado al estudio y diagnóstico siendo todos estos tumores mayores de 8 cm. El mielolipoma también se ha asociado con la presencia de otras enfermedades tanto neoplásicas como no neoplásicas; dentro de las primeras se encuentra el feocromocitoma en la misma glándula,29 carcinoma renal,30 tumor testicular o de células estromales31 e historia de cáncer en otras partes del cuerpo. Dentro de las entidades no neoplásicas se encuentra la diabetes mellitus, obesidad, ateroesclerosis, lesiones por quemadura, síndrome de Cushing,24 colelitiasis, hernia hiatal, esofagitis,15 hipertensión, deficiencia de 21 hidroxilasa,6,32 hiperaldosteronismo,33 síndrome de Conn34 y la enfermedad de Addison.35 Fue importante reconocer que en 5 (27%) pacientes de la revisión encontramos como entidades asociadas obesidad e hipertensión, de los cuales en tres se reportó remisión de la misma posterior al tratamiento quirúrgico lo cual lo convierte en una indicación relativa para la resección. Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México Para llegar al diagnóstico de las neoplasias suprarrenales, plantear cierto manejo y abordaje quirúrgico es indispensable realizar un estudio bioquímico y hormonal que se puede realizar en sangre o en orina a fin de descartar funcionalidad en el tumor. La TAC es considerada como el estudio con mayor sensibilidad para la detección de densidad grasa (-30 a -100 UH), orienta acerca de la posible presencia de tumor extraadrenal. Generalmente muestra un tumor bien circunscrito en su cápsula, que puede o no tener calcificaciones y que están presentes hasta en el 20% de los tumores reportándose irregulares o difusas. Revisando los casos sólo 2 (11%) pacientes presentaron calcificación de la cápsula y uno de ellos en su totalidad. Al aplicar medio de contraste, la lesión se ve reforzada y puede aparecer heterogénea con zonas hipodensas de diferente atenuación cuando está asociada a hemorragia que puede ser reciente o antigua.6,24 La RMN proporciona una señal hiperintensa para definir la grasa en un mielolipoma suprarrenal, tanto en secuencias T1 como en T2 el tejido hematopoyético tiene una proyección hipointensa en T1 con una intensidad moderada en T2 y la falta de uniformidad en la textura de la grasa y los elementos hematopoyéticos resulta en una apariencia heterogénea en la secuencia T2. Se ha reconocido la importancia de la RMN para detectar hemorragia en la glándula suprarrenal que origina una imagen hiperintensa en T1 y que al aplicar medio de contraste no refuerza, lo cual la distingue principalmente de feocromocitomas o tumores malignos que refuerzan intensamente al aplicar medio de contraste en este estudio.10 Si el diagnóstico clínico es difícil, la biopsia por aspiración con aguja fina puede ser un recurso, aunque sólo se han descrito 15 casos utilizando este método desde que Deblois y Demay describieron, por primera vez, los hallazgos citológicos con aguja fina de un mielolipoma suprarrenal.36 Dentro de los hallazgos patológicos los que con mayor frecuencia se describen a la inspección macroscópica son el tejido amarillento adiposo con áreas café rojizas. El diagnóstico diferencial incluye lipoma retroperitoneal, liposarcoma retroperitoneal, angiomiolipoma renal exofítico, neoplasia suprarrenal primaria o metastásica.6 El manejo del mielolipoma suprarrenal debe ser individualizado, tumores pequeños sólo deben ser vigilados, y la cirugía debe ser reservada para pacientes sintomáticos.6,24 Hay reportes en los que se ha estimado el crecimiento de estas neoplasias, encontrando un incremento de 5 a 9 cm a los seis años de vigilancia y de 8 a 13 cm a los 12 años de seguimiento.37 Cuando son bilaterales se recomienda sólo remover el tumor sintomático con seguimiento de la glándula contralateral para preservar la función adrenal.23 El abordaje quirúrgico preferido en la serie de casos que presentamos fue el abdominal anterior y en segundo lugar el toracoabdominal, sin olvidar el abordaje laparoscópico transabdominal que se realizó en uno de los casos, todos ellos con buenos resultados y sin reportarse complicaciones mayores. El abordaje laparoscópico para tumores de glándula suprarrenal fue descrito inicialmente en 1992 por Gagner38 y recientemente se publica la primer adrenalectomía toracoscópica transdiafragmática sugerida para aquellos casos en los que el abordaje laparoscópico retroperitoneal o transabdominal no está indicado por cirugías previas.39 En el manejo de neoplasias suprarrenales y de acuerdo con la experiencia mundial se recomienda la cirugía para todas aquellas lesiones mayores de 6 cm, ya que un 35% de estos pacientes tendrán neoplasias malignas. Para los pacientes con neoplasias menores de 3.5 cm, se recomienda la observación y para pacientes con tumores que van desde los 3.5 a 6 cm, el manejo es controversial y se recomienda el seguimiento radiológico semestral. En el caso de que se sospeche ampliamente mielolipoma suprarrenal y los estudios bioquímicos y de radiodiagnóstico así lo confirmen, otras indicaciones adicionales para su tratamiento quirúrgico serían la presencia de hipertensión arterial. Se ha visto la involución de la misma posterior a la resección quirúrgica, tumores voluminosos que originen dolor o la posibilidad de hemorragias retro peritoneales espontáneas en grandes tumores.24,30 •CONCLUSIONES Aunque son raros y con características clínicas especiales (tamaño del tumor o presencia de calcificaciones) debemos pensar en neoplasias malignas de la glándula suprarrenal, como el caso de carcinoma suprarrenal. Los mielolipomas suprarrenales conllevan un buen pronóstico, siendo ésta su principal característica. Es por ello importante reconocer estas lesiones antes de su resección quirúrgica y los estudios de laboratorio séricos o en orina negativos que asociados a las características del estudio de imagen (TAC o RMN) nos permiten llegar a un diagnóstico confiable y tomar la mejor decisión en relación con el manejo de nuestros pacientes. En nuestro país no es posible establecer una incidencia real, es importante reconocer y darnos cuenta de los criterios diagnósticos y de manejo médico o quirúrgico que empleamos a fin de brindar a los pacientes las mejores alternativas de tratamiento. BIBLIOGRAFÍA 1. Gierke, E. Uber Knochenmarksgewebe in der Nebenniere. Bietr. Z. Path Anat 1905;37:311. Rev Mex Urol 2008;68(6):334-340 339 Martínez-Cornelio A et al. Mielolipoma suprarrenal, revisión de casos en México 2. Oberling, C. Les formations myelo-lipomateuses. Bull Ass. Fr. Etude Cancer 1929;18:234. 3. Enzinger FM, Weiss SW. Benign lipomatous tumors. 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Tumores de glándula suprarrenal: Análisis de nuestra serie. Rev Mex Urol 2004;64(3):115-125. 22. Dieckman J, Freedman A. Myelolipoma of the adrenal with clinical features and surgical escision JMT Sinab Hosp. NY. 1957;24:793-797. 23. Bishoff JT, Waguespack RL, Lynch SC, May DA, Poremba JA, Hall CR Bilateral syntomatic adrenal myelolipoma. J Urol 1997;157(4):1213-6. 24. Han M, Burnett A, Fishman ED, Marshall FF. The natural history and treatment of adrenal myelolipoma. J Urol 1997;157(4):1213-1216. 25. Wilhelmus JL, Schrodt GR, Alberhasky MT, Alcorn MO. Giant adrenal myelolipoma: case report and review of the literature. Arch Path Lab Med 1981;105(10):532-5. 26. Ishikawa H, Tachibana M, Hata M, Tazaki H. Myelolipoma of the adrenal gland. J Urol 1981;126(6):777-9. 27. Selye H, Stone H. Hormonally induced transformation of adrenal into myeloid tissue. Am J Pathol 1950;26(2):211-33. 28. Chang KC, Chen PI, Huang ZH, Lin YM. Adrenal myelolipoma with translocation: Cancer Genet. 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CASO CLÍNICO Autoamputación de glande secundaria a estrangulación peneana causante de necrosis isquémica De Silva-Gutiérrez A1, Osorio-Campos J2, Arcos-Marcín M2, Morales-Díaz J2, Martínez-Méndez ME3 •RESUMEN •ABSTRACT Reporte del caso: Masculino de 47 años de edad con esquizofrenia bajo tratamiento psiquiátrico con decanoato de haloperidol, el cual, al cursar con una crisis de maniaco-depresiva se amarra un cable a nivel del surco balanoprepucial a manera de torniquete. De esta manera, se produce necrosis del glande y sección en la casi la totalidad de la circunferencia del pene, a nivel del surco balanoprepucial. Sólo unido al cuerpo del pene por una banda de tejido esponjoso periuretral. Se termina de resecar el glande a través de un corte frío con tijera. A case of glans auto-amputation in a 47-year-old male is presented. The patient was being treated with haloperidol decanoate for schizophrenia and during a manicdepressive crisis he tied a cable in the form of a tourniquet around the glans penis groove. This produced necrosis of the glans, cutting through almost the entire circumference of the penis. The glans remained attached by a strip of spongy periurethral tissue and was then resected by a physician with a clean scissor cut. Análisis: Este caso en particular el paciente psiquiátrico en un acto de “autocastigo” se produce la estrangulación del pene hasta llegar a la necrosis y la autoamputación del glande. Al producirse una oclusión del flujo sanguíneo y linfático, el grado de severidad del daño, dependerá siempre de la fuerza con que ésta se produce y tiempo de evolución de la misma. Es de suma importancia que el médico actúe en forma rápida para evitar un daño irreversible como lo es la necrosis. This particular case was an act of “self-punishment” in which the penis was strangulated until becoming necrotic and producing auto-amputation of the glans. In cases of strangulation, the degree of severity of damage from blood and lymphatic flow occlusion depends on the force used and the length of time involved. It is of the utmost importance for the physician to act quickly in order to avoid the irreversible damage of necrosis. Key words: glans auto-amputation Palabras clave: autoamputación del glande. 1 Jefe del Servicio de Urología. 2 Médico adscrito al Servicio de Urología. 3 Médico adscrito al Servicio de Imagenología. Hospital de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasus” S.S. Villahermosa Tabasco Correspondencia: Dr. Alfonso de Silva Gutiérrez. Venustiano Carranza No. 220 Centro, C.P. 86000, Villahermosa Tabasco, México. Tel. y fax: 01 993 3124665. Correo electrónico: adesilva2@prodigy.net.mx Rev Mex Urol 2008;68(6):341-343 341 De Silva-Gutiérrez A et al. Autoamputación de glande secundaria a estrangulación peneana causante de necrosis isquémica •REPORTE DEL CASO Masculino de 47 años de edad con esquizofrenia bajo tratamiento psiquiátrico a base de decanoato de haloperidol, el cual, al cursar con una crisis de maniaco-depresiva se amarra un cable a nivel del surco balanoprepucial a manera de torniquete produciéndose isquemia del glande, la cual lleva a la necrosis del mismo en un efecto de gangrena seca. Sin poder definir el tiempo transcurrido, el paciente es referido al servicio de urología presentando el glande necrosado y momificado, así como seccionado en la casi totalidad de su circunferencia a nivel del surco balanoprepucial y sólo unido al cuerpo del pene por una banda de tejido esponjoso periuretral (fotos 1 y 2). Terminamos de resecar el glande a través de un corte frío con tijera evidenciando la presencia de tejido de granulación en el borde distal del pene, sin evidencia de sangrado o infección. Se apreció una uretra amplia y permeable, que permite el paso de una sonda tipo Foley número 18 Fr sin aparente dificultad. Se decide darlo de alta sin ningún manejo urológico adicional y se envía al hospital psiquiátrico para continuar su tratamiento mental. Foto 1. Autoamputación por necrosis de Glande. •ANÁLISIS En este caso, en particular, el paciente psiquiátrico en un acto de “autocastigo” se produce la estrangulación del pene hasta llegar a la necrosis y la autoamputación del glande. Esta lamentable condición, también ha sido descrita en pacientes con bajo efectos del abuso de drogas o el alcohol.1 No sólo ha sido descrita la estrangulación del pene en forma provocada intencionalmente por el paciente, sino también, se ha reportado de manera accidental, siendo el uso de objetos con fines eróticos o masturbatorios la causa más frecuente de dicha afección.2 Es de reconocer que en estos casos, la realidad supera a la ficción documentándose un sinfín de “artefactos”, ya sean de metal o plástico involucrados en tan desastrosos eventos.2-5 De igual forma, resulta interesante, la manera en la que se han sido resueltos dichos casos, pudiendo clasificarse los tratamientos en dos líneas o formas de manejo. Por una parte, ya sea por la manipulación sobre el objeto que produce la estrangulación o por acciones directas sobre el pene para lograr el retiro del objeto compresivo. Para la primera forma de manejo y cuando el anillo es de metal, se han descrito el uso de sierras y seguetas ortopédicas, así como pinzas tipo “bailarina” de uso mecánico intentando romper el objeto que produce la compresión. Cuando el objeto es de material plástico, ha demostrado gran utilidad el calentamiento de algún objeto cortante que permita romper dicho anillo al menguar su resistencia.6-10 342 Rev Mex Urol 2008;68(6):341-343 Foto 2. Glande adherido por una banda de tejido esponjoso periuretral. De las maniobras ejercidas sobre el pene, ha sido reportado el uso de agua jabonosa y el deslizar el objeto sobre pinzas cuando el edema es menor. De igual forma, se ha documentado una forma ingeniosa para liberar anillos metálicos que produce la compresión, la cual consiste en el “cribaje” de la piel del pene para posteriormente “exprimir” el edema, reduciendo así el diámetro en la circunferencia de éste, permitiendo así movilizar y retirar los anillos metálicos.2 Ha sido descrito el síndrome del torniquete con cabello humano, condición que se presenta en recién nacidos e infantes en los que accidentalmente se enreda un cabello causando isquemia y necrosis del pene.11 Dicha condición también ha sido reportada en dedos, labios menores de la vulva y clítoris.12-15 Estas lesiones puede pasar desapercibida si los padres o tutores del niño no lo revisan detalladamente, ya que el paciente a su corta edad sólo puede manifestar irritabilidad y De Silva-Gutiérrez A et al. Autoamputación de glande secundaria a estrangulación peneana causante de necrosis isquémica llanto por dolor, sin referirnos el sitio exacto u origen del mismo. De esta manera, con el transcurrir del tiempo pudieran producirse lesiones irreversibles y de la isquemia pasar la necrosis. Finalmente, la circuncisión también ha estado involucrada en la génesis de necrosis del pene, existiendo reportes en la edad pediátrica en pacientes que fueron intervenidos a muy temprana edad produciéndose necrosis del glande16 y en pacientes adultos al intentar realizarse ellos mismos dicho procedimiento.17,18 •CONCLUSIÓN Sabemos que la compresión producirá una oclusión del flujo sanguíneo y linfático. La severidad del daño siempre dependerá de la fuerza con la se produce esta compresión y el tiempo de evolución de la misma. Por lo anterior, será de suma importancia que el médico actúe en forma rápida para evitar un daño irreversible como es la necrosis y la autoamputación del pene. Bibliografia 1. Moufid K, Joual A, Debbagh A, Bennani S, El Mrini M. Genital Selfmutilation: report of 3 cases. Prog Urol 2004;14(4):540-3. 2. De Silva NA. Estrangulación Peneana. 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Se reportan dos casos de pacientes consanguíneos con linfedema escrotal primario (enfermedad de Meige), los cuales fueron sometidos a escisión de piel y tejido celular afectado, sin presentar recidiva hasta el momento. Tiene un seguimiento de tres años y dos meses, respectivamente con adecuado resultado cosmético y funcional. Lymphedema is the accumulation of lymph in the interstitial spaces principally in subcutaneous fatty tissue. It is classified as primary or secondary. Genital lymphedema can be an incapacitating emotional and functional problem for the patient. Two cases of bloodrelated patients with primary scrotal lymphedema (Meige disease) are reported. They underwent excision of the affected cellular tissue and skin with no recurrence up to the present time. There has been a 3-year follow-up and a 2-month follow-up, both with adequate cosmetic and functional results. Key words: Scrotal lymphedema, Meige disease. Palabras clave: linfedema escrotal, enfermedad de Meige. •INTRODUCCIÓN El linfedema es la acumulación de linfa en los espacios intersticiales, principalmente en el tejido adiposo subcutáneo secundario a la obstrucción del drenaje linfático (tabla 1). Ocasiona un incremento en las proteínas en el tejido extracelular, Hospital General de México, O.D., México, Distrito Federal Correspondencia: Juan Pablo Sánchez Alvarado: alberigth@ yahoo.com.mx 344 Rev Mex Urol 2008;68(6):344-347 retención hídrica y fibrosis. El linfedema es clasificado como primario o secundario. El linfedema primario es debido a un defecto intrínseco de los vasos linfáticos (aplasia, hipoplasia, hiperplasia y tortuosidades). 1 •OBJETIVO Reportar dos casos de linfedema escrotal primario (enfermedad de Meige), su evolución con el tratamiento quirúrgico realizado y revisión de la literatura. Sánchez-Alvarado JP et al. Linfedema primario escrotal gigante (enfermedad de Meige) reporte de 2 casos Tabla 1. Clasificación de linfedema de genitales* Congénito Año de inicio Esporádico Congénito Recién nacido/infancia Linfedema congénito Enfermedad Milroy Prepúber/pubertad Linfedema precoz Adulto Enfermedad Meige Linfedema tardío Adquirido Neoplásico Infeccioso Granulomatoso Reactivo Alteraciones hidroelectrolíticas Idiopático Tomado de: J Urology 2003;170(3):711-716. Foto 1. Megaescroto previo a cirugía. •MATERIAL Y MÉTODOS Dos pacientes consanguíneos (hermanos) con linfedema escrotal primario, sometidos a escisión de piel y tejido celular subcutáneo afectado e hidrocelectomía adicional. Fueron intervenidos en forma conjunta por el Servicio de Urología y Cirugía Plástica del Hospital General de México. •REPORTE DE LOS CASOS Caso 1. Masculino de 32 años de edad, originario y residente de Belice. Refiere padecimiento de 16 años de evolución, el cual inicia con aumento de tamaño escrotal. Fue intervenido quirúrgicamente hace nueve años con resección parcial de escroto, posterior a ello, presenta nuevamente aumento de volumen escrotal motivo por el cual acude a valoración. A la exploración física se observa escroto con aumento de tamaño por arriba de la articulación de rodilla (foto 1), con engrosamiento de la piel, aumento en la consistencia, con imposibilidad para la palpación de testículos, sin adenomegalias. Laboratorios dentro de parámetros normales y se descartaron otras posibilidades que pudieran contribuir al desarrollo de linfedema, como la filiarasis o la sífilis. El ultrasonido escrotal muestra testículos sin alteraciones, hidrocele bilateral predominio derecho, con engrosamiento de la piel (imagen 1). La tomografía computada abdominal sin alteraciones pélvicas y se observa hidrocele, con zonas heterogéneas intraescrotales (imagen 2). Se realiza escrotectomía más hidrocelectomía bilateral (foto 2). La biopsia reporta ortoqueratosis, acantosis, Imagen 1. USG escrotal observando engrosamiento de piel zona anecoica peritesticular derecha sugestiva de hidrocele derecho. Imagen 2. Zonas heterogéneas con UH de 18 y 21. Rev Mex Urol 2008;68(6):344-347 345 Sánchez-Alvarado JP et al. Linfedema primario escrotal gigante (enfermedad de Meige) reporte de 2 casos Foto 2. Escrotectomía + hidrocelectomía. hiperpigmentación en capa basal, en dermis haces de colágeno engrosados, con luces vasculares de diversos tamaños, compatible con linfedema escrotal precoz. Caso 2. Masculino de 30 años de edad, que inicia padecimiento a los 11 años de edad, con aumento de tamaño y aparición de pequeñas vesículas en escroto. Se le realizó plastia escrotal en Belice con toma y aplicación de injerto hace cinco años, presentando recidiva. A la exploración física se observa aumento de tamaño escrotal con cicatriz de procedimiento previo, piel engrosada y pequeñas vesículas, sin adenomegalias. Laboratorios igualmente dentro de parámetros normales. El ultrasonido escrotal muestra de igual forma engrosamiento de la piel, hidrocele bilateral de predominio izquierdo. Se realizó resección en huso de escroto y tejido linfático, así como hidrocelectomía bilateral (foto 3). •RESULTADO Ambos pacientes sin recidiva de linfedema, con buen resultado cosmético y funcional, a un tiempo de seguimiento de tres años en el primer caso y dos meses en el segundo caso. •DISCUSIÓN El linfedema primario puede ser congénito o adquirido, el primero es dividido en tres grupos basados en la edad de presentación. La enfermedad de Milroy, se presenta en recién nacidos o en la infancia, es una enfermedad autosómica dominante, relacionado con 346 Rev Mex Urol 2008;68(6):344-347 Foto 3. Evolución posquirúrgica inmediata. el locus VEGFR-3, localizado en el cromosoma 5q,2 la enfermedad de Meige o linfedema precoz que se presenta en la pubertad, generalmente en la adolescencia con una probable enfermedad autosómica dominante con penetración variable, y el linfedema tardío en mayores de 35 años.3 Los linfedemas secundarios pueden ser consecuencia de infecciones, inflamaciones recurrentes, hipoproteinemia, neoplasias, cirugía o radiación. La incidencia de linfedema primario es de uno en 10,000. El edema no sólo se puede encontrar en genitales, el que se presenta en escroto ocasiona aumento importante del mismo, dolor, restricción para la movilidad, disfunción sexual y aislamiento social.4 La piel y el tejido celular subcutáneo se encuentran engrosados e indurados. La piel pude exhibir crestas o ampollas. El diagnóstico es clínico y se realiza por biopsia. El tratamiento depende de la etiología dado que la causa del linfedema determina la historia natural de la enfermedad. Algunos de los procedimientos realizados son escisión del tejido subcutáneo con preservación de la piel, escisión del tejido subcutáneo y piel e injertos de espesor parcial. También se ha descrito la escisión de tejido subcutáneo y piel con reconstrucción escrotal con colgajos locales adyacentes al defecto.5 Algunos grupos realizan la escisión total de piel de escroto, preservan la piel posterolateral del periné, ya que raramente se encuentra afectada por la enfermedad y tiene un aporte colateral sanguíneo y linfático.6 En los casos reportados, se realizó resección de tejido celular subcutáneo y piel más hidrocelectomía bilateral adicional, sin presentar recidiva hasta el momento con seguimiento de tres años y dos meses de Sánchez-Alvarado JP et al. Linfedema primario escrotal gigante (enfermedad de Meige) reporte de 2 casos seguimiento respectivamente con adecuado resultado cosmético y funcional. BIBLIOGRAFÍA 1. Jonathan Ross, Robert Kay, Randall Yetman and Kenneth Angermeier: Primary lymphedema on the genitalia in children and adolescents. J Urol 1998;160(10):1485-1489. 2. Satochi Hirakawa, Michael Detmar: New insights into the biology and pathology of the cutaneous lymphatic system. J Dermatol Scien 2004;35(1):1-8. 3. Kara L Levinson, Eleanor Feingold, et al. Age of onset in hereditary lymphedema. J Pediatr 2003;142(6):704-708. 4. M. Tammer, K Plogmeier, W Schneider: Chirurgische therapie des skrotumödems bei elephantiasis congenita hereditaria (Typ Meige). Urologe 2002;41(4):493-494. 5. W. Scott McDougal. Lymphedema of the external genitalia. J Urol 2003;170(3):711-716. 6. Vaught S, Litvak A, McRoberts J. The surgical management of scrotal and penile lymphedema. J Urology 1975;113(5):204-209. Rev Mex Urol 2008;68(6):344-347 347 CASO CLÍNICO Condiloma acuminado gigante (tumor de Buschke Löwenstein); reporte de un caso Sánchez-Alvarado JP, Franco-Morales A, Rosas-Nava JE, Pérez-Alarcón E, Gutiérrez-Godínez FA •Presentación de caso •INTRODUCTION Paciente masculino de 74 años de edad, con historia de tabaquismo intenso de larga evolución, hernia inguinoescrotal derecha, virus de inmunodeficiencia humana (VIH) negativo. Refiere seis meses de evolución de lesiones verrugosas en región inguinal, escrotal y perineal, las cuales han incrementado en tamaño y número, con la presencia de olor fétido. El paciente niega pérdida de peso. La exploración física revela múltiples lesiones verrugosas, irregulares en zonas mencionadas, la mayor de las cuales es de 12x10x7 cm, multilobulado, de color café grisáceo, exofíticas, con olor fétido, no se palpan adenomegalias (fotos 1 y 2). Laboratorios sin alteraciones. Se realizó biopsia escisional y fulguración de las lesiones (foto 3), con aplicación posquirúrgica de Ketanserina durante dos meses (foto 4). Giant condyloma acuminatum was first described in 1925 by Buschke and Löwenstein as a benign tumor of the penis. It is a rare manifestation of condyloma acuminata with a diameter of 10 to 15 cm or larger. It is an epithelial proliferation that has a pseudo-epitheliomatous appearance, is transmitted sexually, is viral in origin and can degenerate into squamous cell carcinoma. El estudio histopatológico reporta fragmento compuesto por múltiples papilas, con hiperqueratosis, acantosis, células coilocíticas, sin invasión a la lámina basal (imagen 1). La reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real resultó positiva a virus del papiloma humano tipo 18. Se realizó seguimiento por seis meses sin presentar recurrencia de lesiones y con buen resultado funcional y cosmético (foto 5). Hospital General de México, O.D., México, D.F. Correspondencia: Juan Pablo Sánchez Alvarado. Correo electrónico: alberigth@yahoo.com.mx 348 Rev Mex Urol 2008;68(6):348-350 •CASE PRESENTATION The case presented is a 74-year-old male patient with a 6-month progression of warty lesions in the inguinal, scrotal and perineal region. The lesions had grown in size and number and had a fetid odor. Physical examination revealed multiple, irregular warty lesions, the largest of which was 12x10x7 cm, multi-lobed, greyish brown, exophytic and fetid-smelling. Adenomegalia was not palpated. Excisional biopsy and lesion fulguration were carried out. Ketanserina was applied after surgery for two months. At the 6-month follow-up period there has been no lesion recurrence and both functional and cosmetic results have been good. •DISCUSSION Condyloma acuminatum has been associated with variant 6 and 11 of the human papillomavirus and occasionally with variants 16 and 18, as in the present case. Risk factors are phimosis, deficient hygiene in uncircumcised patients and sexual promiscuity. There can be a 70% recurrence with Buschke-Löwenstein tumor. Treatment involves lesion excision. Radiotherapy is not recommended since there can be malignant transformation of the tumor after radiation. CO2 and Neodymium- YAG laser therapy has been used with success. Sánchez-Alvarado JP et al. Condiloma acuminado gigante (tumor de Buschke Löwenstein); reporte de un caso Foto 2. Lesiones previas a la escisión quirúrgica. Foto 1. Condiloma acuminado gigante. Foto 3. Posquirúrgico inmediato. •Discusión El condiloma gigante o tumor de Buschke-Löwenstein es una lesión verrucosa, localmente destructiva que aparece en el pene o región anogenital. Hasta 1994 existían 100 casos reportados en la literatura.4 Se ha relacionado con el virus de papiloma humano variante seis y 11, ocasionalmente 16 y 18 como en el caso reportado. Los factores de riesgo son fimosis, higiene deficiente en pacientes no circuncidados, promiscuidad sexual.5. La diferenciación entre condiloma gigante acuminado y carcinoma verrucoso es histopatológica, el carcinoma verrucoso muestra mayor variabilidad citológica y evidente polimorfismo nuclear. El condiloma gigante acuminado es reconocido por el estrato corneo engrosado, proliferación papilar marcada y coilocitosis. Raramente presenta cambios histológicos de malignidad como infiltración de la membrana basal, mitosis, invasión linfática o vascular y metástasis a distancia, lo cual constituye la principal diferencia con el carcinoma de células escamosas.6 El tumor de Buschke-Löwenstein puede presentar recurrencia hasta en 70%, de ahí la importancia del tratamiento radical inicial. El tratamiento implica la escisión de las lesiones, la extensión de la Foto 4. Posquirúrgico a dos meses de evolución. cirugía deberá ser individualizada en cada paciente dependiendo de la localización y el tamaño de la lesión, algunas veces es necesario realizar penectomía total y uretrostomía perineal. La aplicación de la podofilina no es útil para el tratamiento de condiloma acuminado gigante. La radioterapia no es recomendada, ya que puede ocurrir transformación maligna Rev Mex Urol 2008;68(6):348-350 349 Sánchez-Alvarado JP et al. Condiloma acuminado gigante (tumor de Buschke Löwenstein); reporte de un caso Imagen 1. Biopsia de lesión que muestra papilomatosis, hiperqueratosis y acantosis. posterior a la radiación. La inmunoterapia con vacuna autóloga ha sido sugerida para disminuir la tasa de recurrencia, así como la utilización de interferón alfa adyuvante intralesional o sistémico ayuda a disminuir la tasa de recurrencia. Se han utilizado con éxito láser terapia con CO2 y Neodymium-YAG.3-5,7 En el caso reportado se realizó escisión de lesiones con electro fulguración, mostrando adecuada evolución a seis meses de seguimiento, sin embargo es necesario continuar vigilancia. 350 Rev Mex Urol 2008;68(6):348-350 Foto 5. Posquirúrgico a seis meses de seguimiento. BIBLIOGRAFÍA 1. Haycox CL, Kuypers J, Krieger JN. Role of human papillomavirus typing in diagnosis and clinical decision making for a giant verrucous genital lesion. Urology 1999;53(3):627-630. 2. Wiedewann A, Diekmann WP, Holtmann G, Kracht H. Report of a case with giant condyloma (Buschke-Lowenstein Tumor) localized in the bladder. J Urol 1995;153(4):1222-4. 3. Moreira Preciado M, Pérez López A. Condiloma gigante inguinal (Tumor Buschke-Lowenstein) con aspecto clínico de carcinoma escamoso. Rev Cubana 2000;52(1):70-72. 4. Gonzalez B, Ramos H, Diaz L. Giant condiloma acuminatum (Buschke-Loewenstein tumour) of the scrotum. Eur J Plast Surg 1994;17(4):43-47. 5. Renzi A; Giordano P, et al. Buschke-Löwenstein tumor successful treatment by surgical excision alone: A case report. Surg Inn 2006;13(1):69-72. 6. Bezerra AL, Lopes A, Landmann G, et al. Clinicopathologic features and human papillomavirus DNA prevalence of warty and squamous cell carcinoma of the penis. Am J Surg Pathol 2001;25(5):673-678. 7. Patrick C. Walsh. Campbell Urología. México: Editorial Panamericana. 2002. CASO CLÍNICO Leiomioma parauretral: reporte de un caso y revisión de la literatura Carral-Valdéz RA, Arellano-Sánchez E, Lira-Dale A, Aguilar-Baradas J, Pérez-Carillo O, Martín del Campo S •RESUMEN •ABSTRACT Antecedentes: El leiomioma parauretral es una neoplasia benigna poco común que afecta predominantemente a la mujer entre la cuarta y quinta década de la vida. Su crecimiento se ha relacionado con estimulación hormonal del músculo liso, especialmente durante el embarazo o con reemplazo hormonal durante la menopausia. Su presentación clínica es muy variable pero sobre todo son asintomáticas (50%) y de éstas, se tiene la sensación de cuerpo extraño (78.6%) y disuria (28.6%). Se debe diferenciar entre leiomiomas uretrales y parauretrales, clínicamente y con estudios de gabinete como el ultrasonido y la resonancia magnética. Background: Paraurethral leiomyoma is an uncommon benign neoplasm predominantly affecting women in the fourth or fifth decade of life. Its growth has been related to hormonal stimulation of the smooth muscle especially during pregnancy or with hormonal replacement therapy during menopause. Its clinical presentation is variable but it tends to be asymptomatic (50%). Of these cases, there is the sensation of the presence of a foreign body (78.6%) and dysuria (28.6%). Urethral and paraurethral leiomyomas should be differentiated clinically and with imaging studies such as ultrasound and magnetic resonance. CASO CLÍNICO CLINICAL CASE Femenino de 44 años, diabética, multípara. Inicia su padecimiento hace un año con sensación de cuerpo extraño en introito vaginal, dispareunia ocasional, es valorada en nuestra consulta, en donde se destaca a la exploración masa parauretral, 3x2 cm, indurada, móvil, no dolorosa, eutérmica. El ultrasonido transvaginal muestra imagen esférica, heterogénea bien delimitada, suprauretral, vascularizado, con dimensiones de 3x2 cm, independiente de uretra. Se realiza resección quirúrgica completa de la masa y diagnóstico anatomopatológico de leiomioma parauretral, sin recurrencia y adecuada evolución en seis meses. Se realiza revisión de la literatura The disease initially presented one year ago with the sensation of a foreign body in the vaginal introitus of a 44-year-old female diabetic patient who had given birth more than once. The patient also presented with occasional dyspareunia. Medical examination revealed a 3x2 cm hardened, mobile, non-painful, euthermic mass. Transvaginal ultrasound showed a spherical, heterogeneous, well-defined, supraurethral, vascularized 3x2 cm image independent from the urethra. The mass was surgically removed and the anatomopathological diagnosis was paraurethral leiomyoma. There has been adequate 6-month disease progression with no recurrence. A review of the literature was carried out. Palabras clave: leiomioma parauretral, femenina, músculo liso. Key words: Paraurethral leiomyoma, female, smooth muscle. Correspondencia: Hospital General de México. México, D.F. Rev Mex Urol 2008;68(6):351-353 351 Carral-Valdéz RA et al. Leiomioma parauretral: reporte de un caso y revisión de la literatura Imagen 1. Ultrasonido transvaginal corte transversal donde se delimita imagen esférica supra uretral, patrón heterogéneo, con dimensiones de 3 x 2 cm. Imagen 2. Ultrasonido transvaginal Doppler con corte longitudinal donde se observa tumoración vascularizada con flujos de baja resistencia. •INTRODUCCIÓN El leiomioma parauretral es una neoplasia benigna originado de músculo liso se puede originar en cualquier sitio del tracto urinario,1-5 desarrollarse en cualquier segmento de la uretra pero con más frecuencia involucran el segmento proximal.1 Con crecimiento en el espacio parauretral sin comunicación a órganos adyacentes como uretra, vejiga o vagina, se han utilizado estudios de gabinete como el US y RMI para determinar el sitio anatómico específico y la morfología de la masa.5 Se han reportado en ambos sexos, afectando casi exclusivamente a la mujer,3 alrededor de la cuarta y quinta década de la vida.2 Su crecimiento se ha relacionado con estimulación hormonal del músculo liso y éstos expresan receptores de estrógenos,4 por lo que se ha visto que su mayor frecuencia y su crecimiento es durante el embarazo o durante el reemplazo hormonal durante la menopausia.4 Desde el punto de vista clínico, la sintomatología es muy variable, puede ocasionar síntomas como disuria (28.6%), y sensación de cuerpo extraño (78.6%), la gran mayoría son asintomáticas (50%) pero pueden presentar síntomas obstructivos y dispareunia.2 El tratamiento recomendado es la resección quirúrgica.3 El diagnóstico se confirma con el examen histopatológico diferenciándose, principalmente con el leiomiosarcoma. •CASO CLÍNICO Femenino de 44 años, diabética y multípara. Inicia su padecimiento hace un año con sensación de cuerpo extraño en introito vaginal, dispareunía ocasional, es valorada en nuestra consulta en donde se destaca a la exploración masa parauretral, 3x2 cm, indurada, móvil, no dolorosa y eutérmica. 352 Rev Mex Urol 2008;68(6):351-353 Foto 1. Procedimiento quirúrgico, observándose tumoración supra uretral la que se reseca en su totalidad. El ultrasonido transvaginal muestra imagen esférica, heterogénea bien delimitada, supra uretral, con dimensiones de 3x2 cm (imagen 1), vascularizada con flujos de baja resistencia. (Imagen 2) Se le realiza cistouetrografia miccional sin evidencia de comunicación del tumor con la uretra (imagen 3). La uretrocistoscopia mostró uretra permeable, sin comunicación con tumor. La paciente es sometida a resección del tumor suprauretral vía vaginal por su cara anterior, extrayendo la totalidad de la misma (foto 1). Carral-Valdéz RA et al. Leiomioma parauretral: reporte de un caso y revisión de la literatura Imagen 3. Cistouretrografía miccional donde se observa paso adecuado del medio de contraste en todo el trayecto uretral sin defectos de llenado. Imagen 4. Fotomicrografía con tinción de H&E, donde se observa ausencia de mitosis y disposición de las células musculares lisas en haces. El reporte anatomo-patológico: mostró de leiomioma parauretral (imagen 4). estudios de imagen que nos aporten más datos para su evaluación y manejo quirúrgico. •DISCUSIÓN Se sabe que el curso de la enfermedad es benigno, se estudian nuevas teorías sobre receptores de estrógenos de esta entidad. Es de suma importancia la resección y el análisis histopatológico para descartar malignidad por medio de conteo de mitosis, pleomorfismo y atipia celular. La diferencia entre leiomioma y leimiosarcoma es importante, ya que de ello depende la recurrencia local y el pronóstico del paciente. Generalmente, el leiomioma parauretral presenta baja recurrencia con un pronóstico excelente a largo plazo. •CONCLUSIONES El manejo de los tumores parauretrales se debe realizar de manera minuciosa, complementar el diagnóstico con BIBLIOGRAFÍA 1. Saad AG, Kaouk JH, Gaspar HG, Khauli RB. Leiomyoma of the urethra report of 3 cases of a rare entity. Int J Surg Pathol 2003;11(2):123126. 2. Ozel B, Ballard C. Urethral and paraurethral leiomyomas in the female patient, Int Urogynecol J Pelvic Floor Disfunct 2006;17(1):93-95. 3. Alvarado-Cabrero I, Candanedo-González F, Sosa-Romero A. Case report Leiomyoma of the urethra in a mexican woman: a rare neoplasm associated with the expression of estrogen receptors by immunohistochemistry. Arch Med Res 2001;32(1):88-90. 4. Strang A, Lisson SW, Petrou SP. Case report ureteral endometriosis and urethral leiomioma. Int Braz J Urol 2004;30:(6)496-8. 5. Pavlica P, Bartolome A, Gaudiano C, Barozzi L. Female paraurethral leiomyoma: ultrasonographic and magnetic resonance imaging findings. Acta Radiol 2004;45(7):796-8. Rev Mex Urol 2008;68(6):351-353 353 CASO CLÍNICO Extrofia vesical; reporte de un caso Castillo-González JM, Navarrete-Salinas E, Castillo Chavira G, Aragón-Tovar AR*, Camacho Trejo VF •RESUMEN •ABSTRACT Antecedentes: La extrofia vesical es una patología ocasionada por el fallo en el desarrollo de la membrana cloacal, descrita desde la antigüedad y con alto riesgo de recurrencia familiar. Los neonatos son intervenidos con buenos resultados para la función vesical y continencia durante el periodo neonatal. Ocasionalmente un paciente con estas características llega a la edad adulta sin haber recibido atención médica adecuada. Se presenta un caso de una femenina que inicia su manejo en la edad adulta. Background: Exstrophy of the bladder is a pathology caused by developmental defect in the cloacal membrane. Described since antiquity, it is a disease with a high degree of family-related recurrence. Surgical intervention in newborns provides good results in bladder function and continence during the neonatal period. Occasionally patients presenting with this pathology reach adulthood without having received the proper medical attention. The case of a female patient whose treatment began in adulthood is presented. Caso clínico: Femenina con diagnóstico de extrofia vesical clásica, la cual nunca recibe atención adecuada, iniciando su evaluación a los 40 años, cursando además con embarazo normo evolutivo atendido por cesárea. Debido a los cambios en la mucosa vesical y por las condiciones socioeconómicas de la paciente, se propone la cistectomía simple y conducto ileal, no siendo candidata a procedimiento de reservorio continente. Clinical case: A female patient diagnosed with untreated exstrophy of the bladder at 40 years of age while completing a normal pregnancy ending in cesarean section is presented. Due to the changes in the bladder mucous membrane and taking into account the socioeconomic condition of the patient, simple cystectomy and ileal conduit were proposed. The patient was not a candidate for continent reservoir procedure. Conclusiones: Es necesario conocer esta patología que aun plantea muchos retos en su manejo, presentando una alta morbilidad. Palabras clave: extrofia vesical, cierre primario, cierre secundario. Departamento de Urología. Hospital de Especialidades, Unidad Médica de Alta Especialidad No. 25. Monterrey, NL. Instituto Mexicano del Seguro Social. *Jefe del Departamento de Urología. 354 Rev Mex Urol 2008;68(6):354-358 Conclusions: It is necessary to be familiar with this pathology in which there are still many management challenges as well as a high morbidity. Key words: Exstrophy of the bladder, Primary closure, Secondary closure. Correspondencia: Río Grijalva No. 246 Altos, Col Mitras Norte. Monterrey, Nuevo León. C.P. 64320. Tel. +8112147288. Correo electrónico: jcastillo_glez@hotmail.com Castillo-González JM et al. Extrofia vesical; reporte de un caso •INTRODUCCIÓN La extrofia vesical es una patología que aun presenta muchos retos en su manejo quirúrgico, ya que de esto depende llevar a una función adecuada a la vejiga, para favorecer su vaciado y continencia y así disminuir su morbilidad. En el periodo neonatal al momento del diagnóstico, se brinda asesoría a los padres y se programa su reparación en varias etapas. Tiene un alto índice de éxito estético-funcional. •CASO CLÍNICO Femenina de 40 años de edad, casada, analfabeta, residente de una colonia en la periferia de Monterrey, Nuevo León, sin antecedentes de importancia. La paciente fue diagnosticada con cuadro de extrofia vesical clásica al nacimiento, por el bajo nivel socioeconómico familiar y su entorno, nunca busco ayuda para su manejo. Menciona usar pañal desde la infancia, y cubrir la vejiga con paños ásperos, no húmedos, los cuales al momento de retirarlos provocaban sangrado y ulceraciones, tolerando estas circunstancias desde hace 40 años. Refiere su matrimonio en 2000, y meses después se embaraza, presentando una evolución normal. Durante la gestación, el esposo consigue empleo y logra asegurar a su familia en una institución gubernamental de salud (IMSS) siendo atendida y programada para cesárea en la semana 38 de gestación (ante la sorpresa de médicos ginecólogos tratantes del caso). Posterior al embarazo y conseguir ser derechohabiente del IMSS, busca atención médica canalizándose a varias especialidades médicas donde además se le diagnostica reflujo gastroesofágico, ameritando endoscopia la cual reporta esofagitis y gastropatía del antro aguda, además de hernia hiatal por deslizamiento de 3 cm. Se manejó con inhibidor de la bomba de protones y cambio en su dieta. Se envío a la consulta de urología por médico familiar con diagnóstico de incontinencia. Se atiende en consulta de primera vez, donde se corrobora el cuadro de extrofia vesical y se lleva a cabo una sesión en el departamento para la discusión del caso (foto 1). La paciente es obesa, de 87 kg de peso, con 1.52 cm de estatura. A la exploración física general no presenta otras alteraciones. En el apartado genitourinario, se encuentra la extrofia vesical clásica, con medidas de 13x17 cm de diámetro, con paredes ulceradas y sangrantes, paredes rugosas y ásperas, sin lesiones exofíticas o polipoideas. Con base el trígono, el cual está edematizado e hiperémico, se pueden observar ambos meatos ureterales con eyaculación de orina clara. Inferior al trígono sobresale el cervix uterino, presentando un exudado blanquecino, espeso. Apreciando clítoris bifido y la ausencia de canal vaginal. Hay Foto 1. Aspecto de la vejiga al momento de la atención médica. Donde se aprecia la zona ulcerada y sangrante, además de las alteraciones genitales. formación de labios mayores y un vestigio de labios menores, perine sin alteraciones, ano y esfínter anal sin alteraciones. Los paraclínicos no reportan alteraciones. El exudado del cervix reporta Cándida sp. Se pide un ecosonograma, el cual reporta un riñón derecho de 10x4.7 cm, y un riñón izquierdo de 9.0x4.5 cm, ambos sin alteraciones morfológicas, ecográficamente homogéneos. No se efectúa urografía excretora. Se realiza un consenso sobre el caso para definir su manejo, proponiéndose realizar cistectomía simple y conducto ileal. Lo anterior se consideró porque la extrofia vesical presenta alto riesgo de metaplasma y no es factible a su edad. También por sus condiciones socioeconómicas realizar algún procedimiento de reservorio continente. Se realiza cistectomía simple en conjunto con cirugía plástica y un conducto ileal, dejando los ureteros libres dentro del mismo. Se realiza apendicetomía profiláctica. Se continúa el procedimiento por parte de cirugía plástica, quienes cierran la pared abdominal con colgajos pediculados y la formación de una neovagina con colgajos de los labios menores, con tan sólo 3 cm de canal vaginal. Regreso a las tres semanas con salida de orina por la herida del penrose. Se explora y se encuentra una dehiscencia de la anastomosis uretero-ileal, la cual se repara y se dejan ambos ureteros con catéteres de alimentación para su drenaje externo temporal. Se egresa a los 10 días, sin fuga urinaria y con gasto urinario por el conducto ileal de 2,300 mL al día. Continúa en vigilancia en consulta externa del hospital. •DISCUSIÓN La extrofia vesical fue descrita desde el 2000 a.c. en Babilonia. Se realizó la primera descripción por Von Grafenberg en 1597 y en 1748 Mowat describe de una forma más detallada del defecto. Tiene una incidencia Rev Mex Urol 2008;68(6):354-358 355 Castillo-González JM et al. Extrofia vesical; reporte de un caso Intestino medio Ducto alantóico Intestino medio Cordón umbilical Tubérculo genital Septum urorrectal Intestino grueso Primordio de vejiga Membrana cloacal Membrana cloacal Intestino Cloaca incompleta dividida B Tamaño 8 mm A Tamaño 4 mm Peritoneo Peritoneo Intestino grueso Vejiga Septum urorrectal Canal anal Tubérculo genital Membrana cloacal Ducto cloacal de Reichel C Tamaño 12 mm Intestino grueso Uraco Vejiga Recto Seno urogenital Membrana urogenital Membrana anal D Tamaño 16 mm Figura 1. Desarrollo de la región caudal del embrión. Membrana cloacal Futura vejiga Septum urorrectal Futuro colon Vejiga extrofiada Intestino grueso intacto Figura 2. Desarrollo de la membrana cloacal. de 1:36,000. Su relación hombre-mujer es de 2.3:1, y el riesgo de recurrencia familiar es de 1 en 100. En 1968 Marshall y Muecke proponen la teoría en el desarrollo embrionario de la extrofia, proponiendo una ruptura temprana y un fallo en la migración del mesenquima a la membrana cloacal (figura 1 y 2).1 356 Rev Mex Urol 2008;68(6):354-358 Hay varios factores de riesgo como son la edad paterna avanzada, nivel socioeconómico bajo, ser productos de alguna técnica de reproducción asistida, abortos previos e incluso algunas regiones geográficas.1,2 También se asocia a otras alteraciones que involucran el tracto urinario como las epispadias, defectos en la columna, alteraciones intestinales, ano imperforado y onfalocele. Asimismo, pueden cursar con alteraciones renales y ureterales, acortamiento en el tamaño del pene y criptorquidea.1,2 Las características de la extrofia vesical son la ausencia de la pared anterior del abdomen, la ausencia de la pared anterior de la vejiga y la ausencia de la uretra posterior. Hay una diástasis importante de la sínfisis del pubis y rotación externa de la pelvis. El diagnóstico prenatal se sospecha por los hallazgos del ultrasonido, como son la ausencia del llenado vesical del producto, situación baja en la posición del ombligo, genitales diminutos y separación de las ramas del pubis. Cuando alguno de estos datos aparece, deben completarse las imágenes con ultrasonido de alta resolución en tiempo real, resonancia magnética y la determinación del sexo fenotípico, además de la evaluación obstétrica de rutina.3 Castillo-González JM et al. Extrofia vesical; reporte de un caso Peritoneo Incisión Fascia del recto Catéter de seguridad en orificio uretral Vejiga Incisión en vejiga Orificio uretral Sínfisio A B Tejido umbilical extirpado Vaina del recto anterior Fijación subperióstica de la vaina Músculo recto Diafragma urogenital Diafragma urogenital incidido Sínfisis del pubis Utrículo prostático Tira un dial 18-30 mm para formar la pos uretral y cuello vesical D Segmento de mucosa para ser extirpada Catéteres ureterales Nueva posición del ombligo Incisión en músculo para alargar músculo descubierto C Afrontamiento de la fascia del recto E Aproximación de la sínfisis del pubis con entero horizontal y nudo anterior Mucosa Nylon No. 2 Retiro de sonda después del cierre Reconstrucción de la uretra prostática y cuello vesical Figura 3. Técnica de Young-Dess-Leadbetter, para cierre por etapas. Figura 4. Técnica para cierre de la extrofia vesical y realización de cuello continente. Después de su evaluación se procede al cierre quirúrgico teniendo en cuenta estos lineamientos que aumentan la tasa de éxito: la vejiga herniada y la uretra deben ser recolocadas dentro del anillo pélvico, correcta aproximación de la musculatura pélvica sobre el cuello vesical y la uretra, así como de las estructuras óseas Es necesaria una técnica quirúrgica adecuada para mantener la continencia urinaria y preservar la función renal, y por ultimo, la reconstrucción cosmética y funcional del pene y los genitales externos femeninos.4-7 Otra escuela propone el cierre primario, donde se deben realizar los pasos antes mencionados, pero en un solo tiempo quirúrgico. Varios autores han reportado con el cierre primario mejores resultados en cuanto a función vesical (continencia y capacidad de almacenamiento), ya que este cierre potencia el desarrollo de la vejiga y disminuye el número de casos que requieren una cistoplastia de aumento. Esta técnica quirúrgica debe llevarse a cabo dentro de los seis a 12 meses (figura 4).7 Hay dos escuelas para la reparación quirúrgica; una propone el manejo por etapas, donde el cierre se lleva a cabo en tres etapas, iniciando con el cierre de la vejiga, la pared abdominal y la uretra posterior. En un segundo tiempo, se realiza la reconstrucción del cuello vesical y un procedimiento antirreflujo (técnica de Young-Dess-Leadbetter), y en un tercer tiempo quirúrgico se reparan las epispadias (técnica de CantwellRansley) (figura 3).6-8 Otro paso importante en la reparación de las hipospadias son las osteotomías, que en realidad es el paso que asegura la continencia urinaria cuando se logra aproximar la sínfisis púbica y cerrar el anillo pélvico. Esto disminuye la tensión de la pared abdominal. Las osteotomías requieren de cirujanos con experiencia en la mecánica de la caja pélvica. Cuando el procedimiento se plantea antes de las 72 horas de vida extrauterina, sólo se requiere de la aproximación de la sínfisis púbica Rev Mex Urol 2008;68(6):354-358 357 Castillo-González JM et al. Extrofia vesical; reporte de un caso y su anclaje con sutura, sin la necesidad de realizar las osteotomías.5,8 Las complicaciones más importantes son la formación de una fístula uretocutánea, la estenosis uretral, el prolapso vesical, la pérdida de tejidos (cuerpo del pene y glande) y el reflujo vesicoureteral, el cual puede ocasionar un daño renal subsecuente. La reparación de la extrofia vesical se debe realizar por manos expertas, está contraindicada para el cirujano ocasional. Cuando las técnicas no han mostrado buenos resultados y se presentan complicaciones urinarias por alteración en el cierre de la vejiga, como fístulas o múltiples intervenciones fallidas, se propone la cistectomía simple con derivación ileal o un reservorio continente, dependiendo del aspecto sociocultural y socioeconómico del paciente.5 Se deben considerar los factores psicosociales del paciente, ellos tienen el deseo de ser tratados como personas normales, tener una apariencia normal de sus genitales (y 358 Rev Mex Urol 2008;68(6):354-358 funcionalidad), previniéndose posteriormente alteraciones psiquiátricas.9 BIBLIOGRAFÍA 1. Ambrose SS, O´Brien DP III. Surgical embryology of the exstrophy-epyspadis Complex. Surg Clin North Am 1974;54(6):1379-90. 2. Dawn MacLellan. Recent Advances in External Genitalia, Pediatric Clin North Am 2006;53(3):449-64. 3. Austin PF, Homsy YL, Gearhart JP, Porter K, Guidi C, Madsen K, Maizels M Prenatal diagnosis of cloacal exstrophy. 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