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CONSEJO DIRECTIVO DE LA SOCIEDAD PERUANA DE UROLOGIA 2010-2012 COMITÉ DIRECTIVO Presidente Dr. Jose Arias Delgado Vicepresidente Dr. Alberto Pazos Franco Secretario General Dr. Juan Santos Villaverde Masaki Secretario de Actas Dr. Fernando Benites Jara Tesorero Dr. Weymar Melgarejo Zevallos Secretario de Acción Científica Dr. Carlos F. Santa María Iglesias COMITÉ DE ACCION CIENTIFICA Dr. Carlos Santa-María Iglesias Dr. Luis Zegarra Montes Dra. Mariela Pow-Sang Godoy Dr. Bladimiro Vasquez Rubio FILIAL AREQUIPA Presidente Dr. Javier Villegas Paredes Vice-Presidente Dr. Ricardo Barriga Delgado Secretario Dr. Javier Villegas Paredes Tesorero Dr. Ayar Peralta Vizcarra FILIAL TRUJILLO Presidente Dr. Victor Morales Ramos Vicepresidente Dr. Juan Terrones Deza Secretario General Dr. Javier Ruiz Murga Tesorero Dr. Cesar Vallejos Valderrama FILIAL CHICLAYO COMITÉ DE ETICA Y CALIFICACION PROFESIONAL Dr. Albeto Pazos Franco Dr. José Ascarza Meza Dr. Augusto Hernandez Ramos COMITE DE DAMAS Sra. Milagros Villaran de Arias Sra. Gisela Davila de Pazos Sra. Carmen Pelaez de Villaverde Sra. Ana Maria Velarde de Melgarejo Sra. Edith Revilla De Benites Sra. Maria Teresa Gagodorca De Santa Maria Presidente Dr. Jaime Salazar Salazar Vice presidente Dr. Luis Gustavo Cabanillas Ruiz Secretario General Dr. Pedro Florencio Gordillo Fernandez Tesorero Dr. Luis Alberto Longa Mera Vocal Dr. Luis Martin Cama Miranda Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 COMITÉ DE LA REVISTA CONTENIDO Paginas EDITORIAL……………………………………………......................................................……………........................................................................………….. EDITOR UROGINECOLOGIA Dr. Juan Guillermo Corrales Riveros Dr. Rosa Reategui Rengifo Dr. Nicanor Rodríguez Gutarra REDACTORES Dr. Benjamin Torrico Herrera Dr. Néstor Arturo Aviles Martínez Dr. Roberto Rafael Febres Zaldívar ENDOUROLOGIA Dr. Humberto Gallegos Lopez Dr. Edmundo Guarnizo Olivera Dr. Carlos Santa-María Iglesias Dr. Alfredo Martínez-Velazco Dr. Elvis Sueldo-Guevara Chávez Dr. Jesús Barahona Mendoza LITOTRICIA EXTRACORPOREA COMITÉ EDITORIAL Dr. Ulises Núñez Chávez Dr. Rolando Torres Valdivia 04 ARTICULO DE REVISION La Cirugía Laparoscópica en Urología Alfredo Martinez Velasco y Alfredo Martinez Portell ……..............................................................…..........................................…………………. 05 ARTICULOS ORIGINALES Trauma Renal: Diagnóstico, Tratamiento y Morbimortalidad. Estudio retrospectivo descriptivo Gilmer Diaz Perez, José Arias Delgado, Daniel Hidalgo Cuellar ……..............................................................................................………….. 27 Tratamiento con instilaciones intravesicales de azosulfamida con ciprofloxacino versus ciprofloxacino en la cistitis cronica Néstor Avilés Martínez, Silvia Acosta Flores, Cesar Porro Gutierrez, Gilberto Tam Pow Sang, Telmo Manyari Tello, Fernando Almonacid, Jimmy Fernandez, Juan Carlos Ramos, Claudia Delucchi Lagos, Daniel Alban Mora ………….......................................….. 31 Videolaparoscopia en el testículo no palpable (escroto vacio), preservación del Gubernaculum Testis, aporte a las técnicas descritas Javier Escalante Cateriano y Silvio Bilos ………………........................................................................................................………………………… 37 CASOS CLINICOS Dr. Julio Jiménez Retención urinaria por tumoración quística: hidatidosis pélvica a propósito de un caso Armando Campano Chire, Fernando Diaz Gallegos, George Manrique Sila ….......................................................................................... 41 Dr. Víctor Destefano Urrutia UROLOGÍA PEDIATRICA Uretroplastía con conducto ileal en estenosis de uretra posterior compleja. Reporte de un caso Renán J. Otta-Gadea, Edwin F. Torres-Alvarado, Giovanni Falconi-Gálvez, Willy Ramos .......................................................................... 45 Dr. Luis Sevilla Torres Dr. Julio Miney Yonamine Cáncer de testículo con metástasis a estómago. Reporte de un caso Cesar Porro Gutierrez, Gilberto Tam Pow Sang, Néstor Avilés Martínez, Telmo Manyari Tello, Fernando Almonacid, Silvia Acosta Flores, Jimmy Fernandez, Juan Carlos Ramos, Claudia Delucchi Lagos, Genaro Lujan Zavaleta, Marlene Flores .............................. 51 ONCOLOGIA Dr. Carlos Morante Deza Dr. José Zorrilla Osorio LAPAROSCOPIA Dr. Luis Barreto Espinoza Dr. Alexis Alva Pinto VIDA INSTITUCIONAL Dr. Mario Garrido Toribio UROLOGIA GENERAL Simposium: inmunoterapia activa como tratamiento en cáncer de próstata avanzado …………………….……………………………………………… 55 Dr. Carlos Altez Navarro Dr. Leonardo Lazo Bisbal VI Curso descentralizado de Urología, Filial Sur Arequipa …………………….……………………………...………………….……………………………………… 55 Dr. Victor Salirrosas Bermudez Dr. Carlos Santa María Iglesias Curso de tratamiento endoscópico de reflujo vesicoureteral …………………….………………………………………...........................................……… 55 V Curso descentralizado de Urología Filial Norte Trujillo …………………….………………………………….................................................…………… Elección del Nuevo Consejo Directivo SPU 2010-2012 …………………….………………………………………….....................................................…… 55 56 INFORMACION PARA LOS AUTORES .............................................................................................................................……….……………………. 58 Dr. Juvenal Socola Rojas TRANSPLANTE RENAL Dr. Luís Zegarra Montes Dr. Jorge Rabanal Capto Dr. Pedro Toledo Ramal Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 EDITORIAL ARTICULO DE REVISION EDITORIAL LA CIRUGIA LAPAROSCOPICA EN UROLOGÍA Alfredo Martínez Velasco y Alfredo Martínez Portell Instituto de Urología Clínica San Borja - Servicio de Urología Clínica El Golf Con gran alegría hemos podido apreciar que el volumen XVII ya se encuentra en la pagina web de la SPU. El tener una revista en internet posibilita que cualquier persona que busca información referente a algún tema urológico en especial puede muy fácilmente encontrarnos y solicitarnos información. Como siempre en esta pagina solicitamos trabajos para que puedan ser publicados y poder tener una publicación bianual qiue nos permita acceder al Index Medicus. Agradecemos a los autores que han hecho posible, la aparición del presente número y a la vez informamos a ustedes que el próximo aparecerá muy pronto con los artículos que hayan sido presentado en el próximo Cogreso Anual de Agosto 2010. Una recomendación a los autores de los trabajos libres es que traten presentarlos además de resumen solicitado con el formato para su publicación que tiene nuestra revista, además de presentar una copia en Word enviada a la Secretaría de la Sociedad o un diskettt para que pueda ser reproducido fácilmente. No saben ustedes cuantos buenos trabajos no pueden ser publicados porque sólo fueron enviados en Power Point o o en una copia de papel, lo cual es una lastima ya que el tiempo avanza y no hay marcha atrás. correspondencia: : drmartinezv@hotmail.com INTRODUCCIÓN Desde que en 1901, Georges Kelling (1), cirujano alemán de Dresde, realizó la primera exploración laparoscópica de la cavidad abdominal de un perro mediante un cistoscopio de Nitze, insuflando previamente aire filtrado y después en 1910 en humanos, tuvo que transcurrir todavía cerca de cien años para que en 1986, J. Wichkam (2) urólogo de Londres, realizara la 1ª colecistolitotomía laparoscópica y, en 1987, Philippe Mouret (3) urólogo de Lyon (Francia), la 1ª colecistectomía laparoscópica. Sin embargo, a pesar de que Schuessler (4), de Texas (USA) en 1991, presenta a la comunidad urológica su procedimiento de linfadenectomía pélvica laparoscópica en pacientes con Ca. localizado de la próstata, la cirugía urológica laparoscópica tuvo muy poco desarrollo, prácticamente se limitaba a la linfadenectomía pélvica de estadificación del cáncer de la próstata, al diagnostico de testes no palpables y a la cura del varicocele. En general en los primeros años, la cirugía urológica laparoscópica se centro en la búsqueda de las indicaciones apropiadas. “Su aceptación tuvo proceso lento porque esta técnica es mucho más exigente en cuanto a aprendizaje que la cirugía abierta. Fue necesario que los laparoscopistas urólogos estuvieran plenamente convencidos de sus incuestionables y evidentes ventajas, para iniciar su desarrollo”, como expresan Gunter Janetschek, Jens Rassweiler y Donald P. Griffith (5). Esta revista ha salido a la luz con una nueva junta directiva elegida en Junio del 2010, sin embargo hemos trabajado con la gestión anterior a la cual agradecemos por la confianza depositada en el REVOLUCIONES LAPAROSCOPICAS UROLOGICAS comité de redacción de nuestra revista. Siempre debe haber continuidad en nuestras instituciones Desde que Ralph V. Clayman y col. (6), en los EE.UU. y, Ferry y col. (7), de Dijon (Francia) en 1991 y Rioja Sáenz (8) de España, en 1992, realizan respectivamente la primera nefrectomía laparoscópica transperitoneal, la cirugía laparoscópica urológica alza el vuelo é inicia su desarrollo vertiginoso, especialmente en los EE.UU. y Europa. Se produce así la primera revolución urológica laparoscópica. que son lo que queda permanentemente a diferencia de nosotros que vamos pasando con el tiempo. Finalizamos no sin antes solicitarles que nos hagan conocer cualquier sugerencia, pensamiento o información importante para todos los urólogos. El tener una pagina web actualizada , es un elemento modernos que nos mantiene mejor informados de todos los eventos científicos a nivel mundial y recomendarles nuevamente a publicar sus experiencias que pueden ahora ser vistas a nivel mundial. La presentación de la primera nefrectomía laparoscópica transperitoneal por Clayman originó un tremendo revuelo, a tal punto que en el Congreso Americano de Urología realizado en Toronto (Canadá) en 1991 se demostró la invasión laparoscópica en la urología y se pronosticó que en corto plazo se realizarían casi todas las cirugías urológicas mediante laparoscopía. Dicha predicción se está cumpliendo como la estamos viendo actualmente. Cuando Gaur (9) en 1993 realiza la primera nefrectomía simple laparoscópica retroperitoneal creando previamente un espacio de trabajo en el retroperitoneo mediante disección con balón, se inicia la era de la lumboscopía o retroperitoneoscopía y se origina la segunda revolución laparoscópica urológica. Esta técnica origina rápidamente el interés de los diversos centros urológicos del mundo. Abbou y col., en 1999, (“Partial nephrectomy with retroperitoneal laparoscopy” J. Urol., 162: 1922, 1999), propone este acceso para las nefrectomías parciales y Jacobs y col. (“Laparoscopic donor nephrectomy: current role in renal allograft procuretment.” Urology, 55: 809, 2000. No abstract available) en el 2000, describe la técnica de la nefrectomía laparoscópica retroperitoneal de donante vivo para transplante renal. Posteriormente otros laparoscopistas urólogos contribuyen a su desarrollo y su difusión. La tercera revolución laparoscópica se produce con la 1ª Prostatectomía radical laparoscópica transperitoneal, que realiza Richard Gastón en Burdeos (Francia) en 1997 (12). Posteriormente, en 1998 Guillonneau y al. (13) del Instituto Mutualista de Montsouris, de Paris, comunican sus primeras 28 prostatectomías radicales laparoscópicas transperitoneales y en el año 2000, Guillonneau y Valiencien (14) amplían su experiencia a 125 pacientes y demuestran que la prostatectomía radical se podía realizar en tiempos competitivos, con menor pérdida de sangre y buenos resultados carcinológicos y funcionales. En Francia misma, en 1999 Abbou y col. (15) en Creteil (Paris) comunican su serie preliminar de prostatectomías radicales laparoscópicas. Son pues los urólogos franceses que tuvieron el honor de 5 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 introducir y difundir este procedimiento. El interés por esta técnica se despierta en todo Europa. Rassweiler apoya este procedimiento pero disecando la próstata en forma ascendente (16). La prostatectomía Radical Laparoscópica luego de ser desarrollada y comprobada viaja a los EE.UU. junto con Guillonneau, quien se instala en Nueva York, desde donde la desarrolla y difunde. Como consecuencia de la 3ª Revolución laparoscópica en el 21º Congreso Mundial de Endourología realizado en Montreal (Canadá) en el 2003, los americanos presentaron series de prostatectomía radical laparoscópica significativas. Así, Bahayany S. B., Beckman A., Lang K. y col. presentan su experiencia de las 100 primeras prostatectomías radicales laparoscópicas (17). Siguiendo la creatividad de la tercera revolución laparoscópica, Raboy (18) en 1997 (EE.UU.), realiza la primera prostatectomía radical laparoscópica retropúbica por vía preperitoneal. Posteriormente Bollens (19) de Bélgica, en 1999, sigue esta técnica y en el 2001 publica una serie de 42 casos. Desde entonces esta vía de acceso crea un gran entusiasmo y aceptación, primero en diferentes centros urológicos de Europa y después en los EE.UU., Canadá y otros centros del mundo. VIAS DE ACCESO LAPAROSCOPICO UROLOGICO Gracias a las revoluciones laparoscópicas urológicas, actualmente contamos con las siguientes vías de acceso laparoscópico urológico: vía transperitoneal, vía retroperitoneal y vía preperitoneal. La vía transperitoneal: fué iniciada por Schuessler y col. (4) mediante una linfadenectomía pélvica. Pero fué después de la primera nefrectomía realizada por Clayman y col. en los EE.UU. (6) en 1991, cuando comenzó a desarrollar esta vía y que actualmente sigue siendo la preferida de muchos urólogos por sus siguientes ventajas: los reparos anatómicos son localizados fácilmente, el espacio de trabajo es amplio y la disposición de los trócares evita los conflictos de instrumentos, especialmente en los procedimientos reconstructivos y en la manipulación de masas tumorales grandes (20). Sin embargo, presenta las siguientes desventajas: mayor número de ileus, dolor postoperatorio, hospitalización prolongada, probables agresiones del contenido abdominal, porque el acceso es una invasión de la cavidad peritoneal (21). A la fecha, con el adelanto tecnológico instrumental, como el empleo de trócares ópticos como instrumentos de abordaje inicial laparoscópico nos proporcionan seguridad para controlar 6 endoscópicamente la progresión a través de la pared abdominal, eludiendo el trayecto de los vasos, los nervios o las vísceras adheridas al peritoneo parietal a consecuencia de laparotomías o por proceso inflamatorios previos (21). Actualmente la curva de aprendizaje de esta vía laparoscópica está bien codificada, sus indicaciones bien establecidas y cada vez van en aumento. El tiempo de aprendizaje ha disminuido. La vía retroperitoneal, llamada también lumboscopía o retroperitoneoscopía: es propuesta por Gaur (9) en 1993, quien realizó una nefrectomía retroperitoneoscópica utilizando un balón de alta presión para crear en forma rápida y atraumática un espacio de trabajo quirúrgico en el retroperitoneo. Esta técnica causó rápidamente gran interés en muchos centros urológicos del mundo y abrió nuevas posibilidades a la laparoscopía urológica, como la cirugía de la cavidad pélvica (la linfadenectomía, la herniorrafia, la cirugía de la incontinencia urinaria y las prostatectomías) (22). Después, muchos autores adoptan esta técnica y potencian su desarrollo. En 1966, Gill de los EE.UU. lo considera como técnica estándar de acceso laparoscópico. Rassweiler (10) en 1994 y Gill (11) en 1998, presentan sus experiencias de nefrectomías retroperitoneales laparoscópicas en tumores. Actualmente muchos centros urológicos de los EE.UU. Francia, Alemania, India, Japón y otros países vienen utilizándolo preferencialmente por sus siguientes ventajas: “acceso similar a nuestro acceso quirúrgico abierto, acceso anatómico familiar y rápido del hilio por la parte posterior del riñón, permitiendo control inicial de la arteria renal durante la nefrectomía, drenaje postoperatorio eficiente y menor morbilidad” (Saktidas, Inderbir Gill: Smith Texbook of Endourology Vol. II). Sin embargo, presenta las desventajas siguientes: la rigidez de la cresta iliaca., la costilla inferior y el sacroespinal restringen la movilidad de los instrumentos, por el espacio reducido; el amontonamiento y la aguda angulación de los instrumentos pueden dificultar la intervención. El puerto mas anterior puede traspasar la reflexión peritoneal lateral. Como la incisión primaria es pequeña y el saco que contiene un espécimen más grande, requiere otras maniobras (como aumentar el tamaño de la incisión o seguir la recomendación de Mc Dougall: abrir el peritoneo y extraerlo por esta vía). (22) Actualmente, la lumboscopía es un procedimiento bien codificado y con indicaciones bien establecidas. La creación del espacio de trabajo retroperitoneal unos lo hacen como Gaur mediante balón de alta presión, otros, decolan el peritoneo de la pared con el dedo índice del operador introducido por la incisión subcostal o una incisión, según Gill, transversal de 2 cms en la piel a dos traveses de dedo por encima de la cresta iliaca, en la línea axilar posterior y después de despegar con el dedo el tejido laxo pararectal posterior y rechazando el peritoneo, introduce un trócar de 10mm sin mandril (23). Las contraindicaciones también están claramente establecidas, como dice Tobías Machado (22): “con el balón se puede expandir y disecar solo un espacio retroperitoneal virgen. El procedimiento se limita en pacientes con fibrosis primaria o secundaria retroperitoneal y en cirugías retroperitoneales previas. También esta contraindicada en pacientes con coagulopatías incontrolables.” La mayoría de estudios comparativos sobre esta vía de acceso y la transperitoneal han mostrado equivalencias terapéuticas y de complicaciones, pero con la ventaja de su mayor confortabilidad, menor tiempo de hospitalización y pronto retorno a las actividades habituales. (24) La vía preperitoneal: este acceso laparoscópico fué introducido en los EE.UU., por Raboy (18), en 1997, para las prostatectomías radicales retropúbicas, siguiendo el camino del abordaje convencional, iniciando la intervención con disección de las vesículas seminales y evitando riesgos intraabdominales al respetar el peritoneo. Posteriormente, Bollens de Bélgica (19), en 1999, inicia las prostatectomías laparoscópicas radicales preperitoneales, disecando la próstata en forma retrógrada y en el 2001 publica la serie de 50 casos. Desde entonces, esta técnica se expande en el mundo y se convierte en la preferida de algunos centros urológicos. Otros autores como Dubernard (Francia), (25) M. Tobías Machado (Brasil), (26), también disecan la próstata en forma retrógrada siguiendo los mismos pasos de la prostatectomía radical retropúbica abierta. Este procedimiento gana gran aceptación mundial por sus siguientes ventajas: “mejor visualización del campo operatorio, anastomosis más exacta y estanca; menor pérdida de sangre, menor tiempo de hospitalización; reducción de riesgos iatrogénicos abdominales, porque el acceso es sin violar la cavidad peritoneal. En casos de conversión, el ingreso se hace directamente al espacio de Retzius y en menor tiempo” (27). Sin embargo, según Dubernard (25) el acceso preperitoneal tiene las siguientes desventajas: “un espacio de trabajo reducido para la manipulación de las pinzas, especialmente cuando se realiza la aspiración o cuando hay perforación peritoneal.” Estudios comparativos realizados por Cathelineau y al. (28) han demostrado que los resultados intraoperatorios y oncológicos de las vías transperitoneal y extraperitoneal son equivalentes. Posteriormente, en 2004, Stolzenburg J. Truss M., Bekos A. y cols., (27), en una revisión de la literatura existente encuentran equivalencia de resultados para las dos vías de acceso, tanto oncológicas como funcionales y similar riesgo de lesión del recto. CONSOLIDACIÓN DE LA LAPAROSCOPIA UROLOGICA En la década del 2007, la cirugía laparoscópica urológica se consolida rápidamente, por el ingreso de patologías oncológicas en las indicaciones de la laparoscopía urológica. En forma sucesiva o simultánea diferentes operaciones laparoscópica urológicas oncológicas se fueron agregando, ya sea a nivel renal, adrenal, ureteral, vesical y prostática. Como consecuencia de los avances tecnológicos y científicos la cirugía laparoscópica urológica se desarrolla vertiginosamente y es reconocida como un procedimiento mínimamente invasivo capaz de realizar intervenciones de exéresis y de reconstrucción, de patologías simples o complicadas y de patologías benignas o malignas con las mismas garantías de seguridad y de calidad de la cirugía abierta. Todo esto, gracias a la inventiva e iniciativa de urólogos y de los grandes centros urológicos. La cirugía laparoscópica urológica rápidamente establece sus indicaciones y contraindicaciones precisas; sus protocolos operatorios bien definidos, obedeciendo los principios e imperativos de la cirugía laparoscópica urológica oncológica y convencional; hacen estudios comparativos de las técnicas laparoscópicas con la cirugía abierta, así como de las diferentes procedimientos entre si; analizan las distintas técnicas laparoscópicas; hacen estudios de los resultados y buscan soluciones a las complicaciones laparoscópicas urológicas y, ofreciendo a los pacientes los beneficios de este nuevo procedimiento. En este acontecer, la cirugía laparoscópica sigue seduciendo cada vez más a los urólogos, pero muchos colegas aún se resisten por el temor a posibles yatrogenias y, porque su aprendizaje es difícil y todavía prolongado, que según Valdivia Uría (España) (21) son por tres motivos: 1) la escasa práctica del procedimiento; 2) la necesidad de dominar tres vías de acceso laparoscópico y 3) el alto costo del material desechable, de instrumentos y equipos, aunque actualmente esta dificultad ya se está superando. Y porque no todos los centros hospitalarios cuentan con medios de enseñanza y oportunidades, como dice Janetschek (5). 7 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Al constatar todos estos avances laparoscópicos urológicos podemos decir que se está cumpliendo la predicción del Congreso Americano de Urología realizado en Toronto (Canadá) en 1991: “a corto plazo se realizarán casi todas las cirugías urológicas mediante laparoscopía”. Y, ya parece próximo el anuncio del profesor Wickham: “llegará el tiempo en el que nuestros hijos se asombrarán de que hubiese cirujanos que metían la mano en el abdomen para operar”. ACTIVIDADES LAPAROSCOPICAS/ROBOTICAS UROLOGICAS DE LOS PAISES En los EE.UU., con la primera nefrectomía laparoscópica realizada por Clayman, en 1991, se produce toda una conmoción en la comunidad urológica y se desata un ávido interés por la laparoscopía urológica en todos los grandes centros urológicos y en forma paralela su enseñanza en estos centros, en las instituciones urológicas y en las universidades, mediante programas establecidos de aprendizaje de la cirugía laparoscópica urológica. EE.UU. es uno de los países que más ha contribuido al desarrollo y la difusión de la laparoscopía urológica, así como en su enseñanza. Cada centro urológico norteamericano, unos más que otros, empieza la carrera laparoscópica basada primero en la investigación y luego en el campo clínico. Presentan pronto sus experiencias, amplían las indicaciones, exponen sus innovaciones y no descuidan la enseñanza. Al mismo tiempo la Asociación Americana de Urología (AUA) a través de sus “Annual Meeting”, presenta las experiencias y avances de la urología laparoscópica norteamericana, en forma de Sesiones Plenarias, Posters, Videos y Cursos. La laparoscopía a gran escala surge, se populariza en los EE.UU. y después, la ola se extiende a todo el mundo. El gran desarrollo y los múltiples avances conseguidos por los EE.UU., no sólo se debe a su gran interés y entusiasmo, sino y sobre todo, porque los diferentes centros cuentan con laboratorios de investigación altamente equipados, personal médico especializado relevante, suficiente apoyo económico y un sistema educativo bien establecido. En los EE.UU., la Asociación Americana de Urología y la Endourological Society, desde los albores de la laparoscopía contribuyen en la promoción, difusión y enseñanza de la laparoscopía y robótica urológicas mediante congresos, cursos, conferencias, demostraciones quirúrgicas y videos. Las publicaciones de los avances, las experiencias 8 y actualizaciones lo hacen respectivamente mediante The Journal of Urology y The Journal of Endourology, editada por los profesores: Ralph Clayman y Arthur D. Smith. A pesar de que son los europeos los pioneros de la robótica urológica, como veremos después, los norteamericanos son los que más han desarrollado esta técnica hasta la fecha. Según Declan Murphy y cols. (35) (Equipamiento y tecnología en robótica. Arch. Esp. de Urol., 60, 4, 2007) hasta el 2007 los norteamericanos han implantado 490 robots Da Vinci en los EE.UU. y hoy día hay multitud de grupos que realizan esta técnica con resultados comparables a la cirugía abierta. En Europa: después de una reacción lenta en los primeros años frente a la laparoscopía también trabajan intensamente para desarrollar este procedimiento, especialmente Alemania, Francia, Inglaterra, Suecia, Bélgica, Holanda, España e Italia. Actualmente han alcanzado un nivel comparable con los EE.UU. No sólo la desarrollan y amplían sus indicaciones, sino, que contribuyen con innovaciones a la técnica laparoscópica/robótica. Al mismo tiempo se preocupan de su difusión y su aprendizaje, siguiendo un patrón de programa de enseñanza, a través de los grandes centros urológicos, las universidades, la Asociación Europea de Urología y la Asociación Urológica de cada país. Francia contribuye al progreso de la laparoscopía con la primera Prostatectomía radical laparoscópica transperitoneal realizada por R. Gaston en 1997 (12), que después fué desarrollada y difundida desde 1998 por Guillonneau y cols. (13). Pronto le siguen Abbou y cols. (14) en Cretail (París) en 1999. Abbou mismo y cols. (31) realizan en Cretail (París), en el 2000, la primera prostatectomía radical laparoscópica/robótica. Este mismo año: Guillonneau y cols. realizan la primera nefrectomía laparoscópica/robótica (33) y la primera linfadenectomía pélvica laparoscópica/robótica (34). Pierre Dubernard y cols. (25) inician la prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal retrógrada, en Lyon, en el 2003. Con la introducción de la prostatectomía radical laparoscópica por los franceses, Europa toma el predominio de la técnica, se expande en los países europeos y pronto cruza el Atlántico y entra en los EE.UU. Francia, para seguir en la onda del progreso, a través de la Asociación Francesa de Urología, organiza en el 103º Congreso un evento sobre robótica urológica, en París, en Noviembre del 2009, con exposición de trabajos conjuntos franco/norteamericanos (Hospital Edouard – Herriot, Lyon (Francia) y la Cleveland Clinic de los EE.UU.) sobre los siguientes temas: nefrectomía transvaginales laparoscópicas; nefrectomía parcial laparoscópica o robótica mediante trócar único; cirugía robótica por combinación de un acceso LESS transumbilical y NOTES transvaginal; nefrectomía laparoscópica sobre un donante vivo por trócar único transumbilical; cirugía por trócar único (LESS): experiencia monocéntrica sobre 100 primeros casos de patologías renal, adrenal, ureteral, vesical y prostática (37). mediante la 1ª Colecistolitotomía laparoscópica realizada en 1987 (2), y después en 1991 (35) desarrollan el primer robot llamado PROBOT para la resección transuretral de la próstata, en el Guy Hospital y el Imperial College de Londres, experimentando primero en animales y después en pruebas clínicas, pero “nunca se demostró las diferencias convincentes con respecto a la RTU convencional” (42). El mismo Wickham en 1979 realiza la 1ª Ureterolitotomía laparoscópica retroperitoneal (72) Los franceses también contribuyen con una astucia técnica laparoscópica que consiste en un brazo porta – óptica, de poco costo, que ofrece una utilidad fácil y poco estorbo. “Este material permite al ayudante estar plenamente eficaz con sus dos manos activas. Ha sido utilizado por los autores con éxito en 94 prostatectomías radicales, 21 promontofijaciones y 1 cistectomía con enterocistoplastía. Este porta – óptica y el resto del material llegan a costar apenas 115 Euros. Su instalación no toma sino un minuto antes de colocar los campos operatorios” (38). En España, la actividad laparoscópica comienza en forma lenta, pero actualmente se están nivelando con los países adelantados, tanto en laparoscopía como en robótica. Los pioneros fueron los centros de Cirugía Mínimamente Invasiva: el de Cáceres dirigido por el profesor Uson y el de Zaragoza dirigido por el profesor Valdivia, quienes no sólo desarrollan la cirugía laparoscópica urológica, sino, establecen cursos de cirugía experimental en modelo animal (José Amon Sesmero: “Creer en la Laparoscopía”. Arch. Esp. Urol., 55, 4, 2002). Alemania es otro gran país europeo que desarrolló la laparoscopía urológica con éxito y muy pronto establece centros de adiestramiento de este procedimiento y actualmente también la robótica. Los alemanes contribuyen al avance de la laparoscopía con Schurr y cols. (39), quienes logran conseguir el primer sistema robótico con 6 grados de libertad de movimientos y visión en 3 dimensiones (Advanced Robotic Telemanipulator for Minimaly Invasive Surgery: ARTEMIS). Pese al éxito de la empresa, la financiación fue retirada y no se llegó a comercializar. En 1992, C. Rioja, Valdivia Uría, Martínez Piñeiro y Raúl Parra (todos españoles) presentan sus primeras experiencias laparoscópicas en la V Jornada Internacional de Actualización Urológica, realizada en Madrid, en Noviembre de dicho año (36). Desde entonces, los centros urológicos que más han contribuido al desarrollo de la laparoscopía urológica española han sido los siguientes: Servicio de Urología del Hospital Universitario de Zaragoza con el profesor José Gabriel Valdivia Uría; Fundación Puigvert (Barcelona) con los profesores Antonio Rosales Bordes, Humberto Villavicencio Mavrich, José Vicente Rodríguez y Palou Redorta J.; Hospital Universitario de Belvitage (Barcelona); Hospital Universitario La Paz (Madrid) con el profesor Luis Martínez Piñeiro; Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid) con el profesor C. Hernández Fernández; Hospital Universitario de Málaga con el profesor Eduardo Sánchez de Badajoz. Otros alemanes como Binder J. y Kramer W. (32) realizan la primera prostatectomía radical laparoscópica / robótica, en el 2001. Italia, al igual que otros países europeos también se interesa del desarrollo de la laparoscopía urológica y de su enseñanza, tanto en los servicios más importantes de urología y también en algunas universidades é instituciones urológicas. Así por ejemplo, desde Junio del 2004, en Roma, la Fundación Viscenzo Pansaduro realiza el “Challenges in Laparoscopy”, que desde el 2008 se llama “Challenges in Laparoscopy and Robotics”, con el patrocinio de la Asociación Europea de Urología, la Sociedad Europea de Uro – Tecnología, y la European Society of Genito – Urinary Reconstructive Súrgeons y, con la participación quirúrgica y clínica de famosos urólogos laparoscopistas y robotistas del mundo (40). En Inglaterra, la laparoscopía también adquiere gran desarrollo. A su progreso contribuye Wickham y cols. (33), En el 2007 los españoles adquieren gran auge laparoscópico urológico quirúrgico y docente, tan es así, que en dicho año, aparte de las actividades de sus grandes centros urológicos, realizan 16 Cursos de Cirugía Laparoscópica teórico/ prácticos: en el Hospital Universitario de Getafe – Madrid: (6 cursos), en el de Navarra – Pamplona (2 cursos), en el de Valladolid (2 cursos) y en el Hospital Fuenlabrada (Madrid): 4 cursos de Laparoscopía básica y 2 cursos de Laparoscopía Renal y Retroperitoneal. En Barcelona en Junio del 2008, en el Congreso integrado de la Sociedad Española de Urología, La Confederación Americana de Urología y la Sociedad Portuguesa de 9 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Urología, mas la adhesión de la Sociedad Iberoamericana de Urología Pediátrica y el Grupo de Urología Pediátrica Española, se realiza una sección de laparoscopía/robótica urológica y de cirugías transluminales por vías naturales con la intervención de prominentes laparoscopistas de estas instituciones y otras figuras del mundo que hicieron excelentes demostraciones operatorias y dejaron muchísimas enseñanzas. Este congreso ofreció también dos cursos teórico/prácticos reforzados con excelentes videos. España contribuye a la laparoscopía/robótica urológica mediante Eduardo Sánchez de Badajoz y cols., con: 1) “La resección transuretral de próstata mediante control remoto”, en 1998 (48); 2) “ El diseño de un nuevo brazo – maestro para la resección transuretral mediante robot”, en el 2002 (49) y 3) “Cistectomía radical y conducto ileal laparoscópico”, en 1993 (68) En Latinoamérica: los países que más han desarrollado la laparoscopía son Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela. Estas naciones le siguen los pasos a los EE.UU. y Europa, sus actividades son muy importantes, no solo en sus centros urológicos, sino también en los congresos, los cursos y los forums nacionales y extranjeros. En México, a las actividades de la Sociedad Mexicana de Urología se ha sumado las de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Mínimamente Invasiva con su sede en el Hospital Angeles Interlomas de la ciudad de México que organiza excelentes congresos y cursos teórico – prácticos de laparoscopía cada año, con participación de expertos laparoscopistas mexicanos y extranjeros de la talla de Inderbir Gill (USA), Thomas Ahlerling (USA), Ingolf Turk (USA), Mirandolino Mariano (Brasil), Flavio Santinelli (Argentina), Octavio Castillo (Chile), Renée Sotelo y Alejandro García (Venezuela), César Andrade y Federico Escobar (Colombia). Esta misma institución en su 3º Congreso realizado en Setiembre, 2006, en México, lanza el interesante y práctico libro “Trucos y Secretos de la Cirugía Laparoscópica en Urología”, editados prolijamente por Renée Sotelo N., Octavio Castillo, Mirandolino Mariano y Flavio Santinelli. En el Perú: la cirugía laparoscópica urológica tampoco ha sido ajena a nosotros. Los pioneros son: primero el Dr. José Arias (69), quien inicia en el Perú la laparoscopía urológica en 1992, en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Almánzor Aguinaga de Chiclayo, realizando tres diagnósticos y tratamientos de testes no palpables y un varicocele. Después el Dr. Carlos Altéz (70), en Junio de 1993 realiza una Linfadenectomía pélvica laparoscópica 10 para estadiaje de Ca. de próstata, en el Hospital Regional IPSS de Huancayo. Desde entonces el desarrollo ha sido lento y esporádico, hasta que en los últimos años ha tomado impulso en los hospitales: Guillermo Almenara, Edgardo Rebagliatti, Naval y Militar. Esta historia será motivo para un artículo próximo. LA CIRUGIA LAPAROSCOPICA PEDIATRICA UROLOGICA La utilidad urológica de la laparoscopía fue inicialmente limitada al campo de la urología pediátrica, pero sólo con fines diagnósticos de criptorquidismo e intersexo. En pocos años evoluciona hacia una variedad de procedimientos quirúrgicos laparoscópicos urológicos alternativos a la cirugía abierta. Su desarrollo ha sido paralelo a la laparoscopía urológica de los adultos. En muchos centros del mundo se utiliza la laparoscopía quirúrgica pediátrica en forma rutinaria. (59) Su realización en niños de edad escolar es semejante que en el adulto, sin embargo, es esencial adoptar los instrumentos al tamaño del paciente y la realización de la técnica será teniendo en cuenta sus características anatómicas (60) En los niños; a la hora de colocar la aguja de Veres y los trócares debe tenerse en cuenta la relativa corta distancia entre la pared abdominal y los órganos intraabdominales, la poca distancia entre la pared abdominal y los grandes vasos y, los sitios de colocación de los trócares de trabajo que son diferentes a los del adulto. Por esto y para evitar las posibles complicaciones muchos autores usan la técnica abierta de Hasson en vez de la punción a ciegas. También es importante recordar que en niños la vejiga ocupa posición más intraabdominal. Debido al pequeño volumen de la cavidad abdominal, se requiere menor cantidad de CO2 para obtener un adecuado neumoperitoneo. (59) En neonatos y lactantes la vejiga es muy móvil y gran parte de ella está localizada en el interior de la cavidad abdominal, lo que deberá tenerse en cuenta a la hora de elegir la situación de los trócares. Los niños pueden tolerar un tiempo operatorio prolongado bajo condición de neumoperitoneo y, en comparación con el adulto registran menores cambios en sus niveles de CO2. (60) El progreso de la cirugía laparoscópica pediátrica ha sido posible gracias a la creación de nuevos laparoscopios miniaturizados y de instrumentos manuales diseñados específicamente para su uso pediátrico. Las indicaciones de la cirugía laparoscópica pediátrica cada vez se han ampliado, tanto para la vía intraperitoneal y extraperitoneal; así como para la cirugía de exéresis y cirugía reconstructiva, tanto en procesos benignos y malignos, con iguales resultados que la cirugía abierta, pero con las ventajas laparoscópicas ya conocidas. (59) La experiencia en niños con laparoscopía demuestra sorprendentemente que ellos toleran el procedimiento. Diferentes centros urológicos comprueban que los niños soportan bien el pneumoperitoneo y con ventilación adecuada no producen hipercarbia. (61) De todos modos, durante la laparoscopía en niños debe tenerse precaución extrema, porque, debido a su pequeño tamaño y ciertas características anatómicas son propensos a injurias del estómago, intestinos y vejiga. Así mismo, una cuidadosa vigilancia respecto a un compromiso respiratorio y complicación de hipercarbia (“Laparoscopic techniques in Pediatrics Urology”) (61) ENSEÑANZA DE LA CIRUGIA LAPAROSCOPICA UROLOGICA Desde que Clayman realizó la primera nefrectomía laparoscópica, en 1991, rápidamente los grandes centros urológicos del mundo se organizan, desarrollan, promueven y difunden este nuevo procedimiento y, paralelamente se preocupan de la enseñanza, instalando un modelo de formación en cirugía laparoscópica urológica, bajo un programa establecido de aprendizaje, pero teniendo en cuenta que la cirugía laparoscópica urológica es un procedimiento técnicamente exigente, que requiere mucho tiempo de aprendizaje y que es un procedimiento diferente de la cirugía abierta en varios aspectos como se describe en el subtítulo de Selección, Preparación y Complicaciones. Actualmente los grandes centros de enseñanza están bien establecidos, suficientemente equipados y bien reconocidos, pero los estándares de enseñanza quirúrgica difieren grandemente, no solo de ciudad en ciudad, sino de unidad a unidad. La rápida expansión de la cirugía laparoscópica urológica ha condicionado una demanda significativa de entrenamiento para su credencialización. Por esto, los modelos de enseñanza deberían seguir un patrón de programa de enseñanza consensuado globalmente y dotado de recursos suficientes (43). “Los accesos laparoscópicos son técnicas todavía difíciles y con una curva de aprendizaje prolongada, existe la incertidumbre relativa al número de procedimientos que se requieren llevar a cabo para una aceptable competencia en el procedimiento” (44). Paralelamente a los grandes centros urológicos de enseñanza, las sociedades urológicas y muchas universidades participan eficazmente en esta docencia, mediante congresos, cursos y fórums. Los EE.UU, es uno de los países que más ha contribuido al desarrollo de la enseñanza de la cirugía urológica laparoscópica y robótica. Cada gran centro urológico establece una modalidad de formación bajo objetivos bien delineados y con moldes técnico – prácticos bien conducidos y exigentes, bajo la modalidad de Residentes y Fellowships. Aparte de este plan de aprendizaje y adiestramiento bien supervisado, la Asociación Americana de Urología (AUA) en sus “Meeting Annual”, organiza Cursos de Laparoscopía Urológica y en los últimos años Cursos de Robótica Urológica. Fuera de temas de enseñanza realizan cada vez, una revisión de las técnicas laparoscópicas y hacen un estudio comparativo de estos procedimientos quirúrgicos. Así por ejemplo en su Meeting Annual de Orlando del 2002 presenta el Curso de Introducción a la Laparoscopía Urológica que comprendía: “indicaciones y contraindicaciones; selección del paciente; instrumentación laparoscópica; la sala de operaciones; las diferentes técnicas laparoscópicas principales (descritas paso a paso), insistiendo en los aspectos anatómicos; discusión de los efectos del neumoperitoneo; revisión de las complicaciones de las cirugías urológicas laparoscópicas: su reconocimiento temprano, su corrección y prevención.” Entre los grandes centros de enseñanza de la laparoscopía y robótica urológicas de los EE.UU. merece destacar el Memorial Sloan – Kettering Cancer Center, Department Urology, de New York, The Cleveland Clinic Foundation (Cleveland) y el Vattikuti Urology Institute Henry Ford Health System, de Detroit. El Departamento de Urología del Memorial Sloan – Kettering Cancer Center se encarga de formar Residentes y Fellowships en Oncología Urológica y en Laparoscopía Robótica Urológica, bajo objetivos bien delineados y un programa formal de educación. Aparte de esta enseñanza, este centro realiza cada año cursos bien planeados de laparoscopía/robótica oncológica urológica, haciendo una revisión de estas técnicas y ofreciendo un estudio comparativo de estos modernos procedimientos quirúrgicos. Es interesante anotar que en este centro los simuladores laparoscópicos, la instrumentación para completar todo el entrenamiento y los manipuladores de control remoto (Da Vinci) y otros robots están disponibles en cualquier momento. Un laboratorio animal está dispuesto 11 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 para el desarrollo de proyectos quirúrgicos en nuevas técnicas o en el uso de biomateriales. Existe también un programa de colaboración con compañías para el desarrollo de nuevas herramientas quirúrgicas para el entrenamiento, diagnostico y terapéutica laparoscópica/robótica oncológica urológica (45). The Cleveland Clinic Foundation (Cleveland) es una institución que investiga y desarrolla rápidamente la laparoscopía y la robótica, así como su enseñanza. El Instituto de Urología de la Fundación forma Residentes y Fellowships y organiza cursos de estos nuevos procedimientos. El Instituto esta totalmente equipado con los últimos adelantos y cuenta con profesores de gran relevancia, como por ejemplo el famoso profesor Inderbir Gill. y Robótica para principiantes y avanzados. La Asociación Europea de Urología rápidamente se preocupa de la enseñanza de estos procedimientos nuevos y a través de la European School of Urology, la EUA Office of Education y el European Urological Scholarships Programme se encarga de organizar y coordinar la enseñanza en los diferentes centros urológicos, en los congresos y otros eventos. Así, en su XVIII Congreso de Marzo del 2003, junto con el XIV Congreso Anual de la Sociedad Europea de Urología Pediátrica, que se realiza en Madrid, presenta las siguientes enseñanzas laparoscópicas urológicas: Update de los avances laparoscópicos en adultos y niños. El Vattikuti Urology Institute Henry Ford Health System, de Detroit, liderado por el famoso profesor Menon, es una de las instituciones que mas ha contribuido al desarrollo y difusión de la robótica urológica, especialmente prostática y ha realizado 2652 intervenciones (PRAR: Prostatectomía Radical Asistida por Robot), entre el 2001 y 2006, con excelentes resultados debido al uso de la “Técnica Vattikuti Institute Prostatectomy” (VIP) para el tratamiento del Ca. localizado de la próstata. (50) Puntos y objetivos de la cirugía laparoscópica urológica de la fosa lumbar. También muchas universidades norteamericanas contribuyen pronto al desarrollo de la laparoscopía y robótica urológicas y a su enseñanza, como: la Washington University School of Medicine, St. Louis, Missouri, donde es profesor el famoso Ralph V. Clayman; la Hopkins University School of Medicine donde es profesor Louis Kavoussi. Baltimore, Maryland; la Mayo Foundation, Rochester, Minessota, donde son profesores David E. Patterson y Carl Rosen; la Thomas Jefferson University, Philadelphia, Pensilvania, donde es profesor Demetrius H. Bagley;The Long Island Jewish Medical Center, New Hyde Park, New York, donde es Chairman el famoso Arthur D. Smith; la University of Chicago Pritzker School of Medicine, Chicago, Ilinois, donde es profesor Edward S. Lyon y la University of California. Los Angeles School of Medicine, Division of Urology and Pediatrics, donde es profesor Laurence S. Bassin y otras universidades más. La misma Sociedad, en su 23º Congreso de Marzo del 2008, realizado en Milan (Italia) ofrece un curso de laparoscopía y robótica bajo el título de “Laparoscopy for beginnes and hands on training laparoscopy” que comprendía: 1) El Curso de entrenamiento virtual interactivo de la prostatectomía radical laparoscópica; 2) El curso avanzado de laparoscopía del tracto urinario superior (UPJ, adrenalectomía, cálculos); 3) El curso de prostatectomía laparoscópica/robótica asistida. Y en su congreso de Marzo del 2009, en Estocolmo, realizan los cursos de nefrectomía laparoscópica; de laparoscopía para principiantes y de Cirugía Robótica. En Europa, especialmente los países de Alemania, Francia, Inglaterra, Suecia, Bélgica. Holanda, Viena, España é Italia, al igual que en los EE.UU., paralelamente al desarrollo de la laparoscopía urológica y últimamente de la robótica urológica, emprenden la enseñanza de estos procedimientos, estableciendo centros de aprendizaje y entrenamiento, siguiendo un patrón de programa de enseñanza y ofreciendo cada año Cursos de Laparoscopía 12 Curso avanzado de laparoscopía para principiantes Curso avanzado de laparoscopía urológica, con énfasis sobre trucos soluciones técnicas de la cirugía laparoscópica urológica ablativo y reconstructiva. Entrenamiento de cirugía laparoscópica urológica con videos. En Francia, realizan la enseñanza de la laparoscopía y robótica urológicas en los grandes centros urológicos, en las universidades y en los cursos de los congresos de la Sociedad Francesa de Urología. Para el aprendizaje de esta técnica contribuyen con un modelo práctico de entrenamiento laparoscópico a domicilio, algo parecido al pelvitrainer, pero mucho más sencillo y más barato, para que el aprendiz realice ejercicios de coordinación y disección bajo visión directa. (51) La Asociación Francesa de Urología en su “Reporte del Congreso de 1999”(63), sobre la enseñanza de la laparoscopía urológica, considera que “la práctica de la laparoscopía requiere una formación continua, porque la curva de aprendizaje será prolongada y difícil. Deberá pasar por las tres fases siguientes”: 1) La sensibilización comprenderá los films cortos, los videos de transmisión en directo de intervenciones laparoscópicas y la lectura bibliográfica que permite observar los resultados publicados. Esta sensibilización decidirá o no la orientación hacia la laparoscopía. 2) En la fase del comienzo, el debutante deberá aprender los problemas de la anestesia, los bisturís eléctricos, la aspiración, el gas, el video, los instrumentos, la posición de los pacientes, las vías de abordaje y los principios de cada una de las técnicas. Luego seguirá la práctica en el pelvitrainer o mediante la caja francesa de práctica a domicilio parecido al pelvitrainer, después en el laboratorio de animales (cerdos). 3) En la fase de entrenamiento quirúrgico comienza como ayudante y después como cirujano en casos fáciles (Ej. Un quiste renal), pero siempre bajo orientación de un experto laparoscopista. Así, sucesivamente, irá de menos a más y de simple a complicado. El autor (Abbou) aconseja que “después de 50 casos entre en un club de laparoscopistas, como el Grupo Fránces de Laparoscopía Urológica, donde podrá evaluar sus resultados con sus colegas, pero también enseñar lo que se debe aprender.” (63). En Francia también pronto se funda el Grupo Francés de Laparoscopía que se interesa no sólo del desarrollo de este procedimiento, sino de su enseñanza mediante la organización de eventos y cursos. En Italia, también hay gran despliegue por la enseñanza de la laparoscopía en sus grandes centros urológicos e instituciones urológicas como la Fondazione Vincenzo Pansadoro, de Roma, que desde el 2004 contribuye al aprendizaje de la laparoscopía mediante los “Challengers in Urology Laparoscopic Robotic”. En Austria, el profesor Gunter Janetschek y cols., inician en la Universidad de Innsbruck el desarrollo de la laparoscopía y forman un centro de enseñanza, cuyo programa comprende las siguientes fases: (46) 4. Prácticas en modelos animales; para perfeccionar las habilidades básicas adquiridas en el pelvitrainer. En esta fase es aconsejable que practiquen tres médicos en formación para que trabajen en equipo rotatoriamente. 5. Introducción clínica laparoscópica. Para esta existen cuatro opciones: a. Formación al lado de cirujanos generales o ginecólogos laparoscopistas b. Supervisión por un cirujano laparoscopista c. Cursos de formación laparoscópica especialmente diseñados d. Cirugía Laparoscópica en cadáveres En España, la enseñanza de la laparoscopía urológica se inicia con el establecimiento de Centros de Cirugía Urológica Mínimamente Invasiva, como de los profesores Uson en Cáceres y Valdivia Uría en Zaragoza, y después, el de Villavicencio en el Instituto Puigvert de Barcelona y el de Vela Navarrete en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Pronto le siguen en este empeño otros centros urológicos. En Noviembre de 1992, en las V Jornadas internacionales de Actualización Urológica, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, los doctores Valdivia Uría, C. Rioja y Raúl Parra presentan sus primeras experiencias laparoscópicas urológicas, realizan demostraciones quirúrgicas y exponen videos. La Fundación Puigvert en su 56ª Curso de Urología, del 2000 organiza un Curso Teórico/práctico sobre Laparoscopía y Robótica Urológica que comprendía: • Intervenciones quirúrgicas laparoscópicas diversas, con transmisión directa desde 4 quirófanos, con proyección simultánea y moderados por famosos laparoscopistas como Menon, Gill y Peters (de los EE.UU.) • Conferencias con discusión de diferentes cirugías laparoscópicas y robóticas 1. Conocimiento de los equipos e instrumentos • Simulación laparoscópica y práctica de laparoscopía 2. Práctica en el uso y manejo de los instrumentos básicos bajo visión directa, en especial de la aguja de Veres, trócares desechables o reusables, tijeras, pinzas y varios tipos de telescopios. Prácticas de corte, disección, aplicación de clips y distintos tipos de suturas bajo visión directa. • Establecimiento de un programa de cirugía robótica 3. Ejercicios de coordinación y disección en “pelvitrainer”: primero ejercicios simples de coordinación y disección en pelvitrainer abierto bajo visión directa y después los ejercicios en el pelvitrainer cerrado. La Fundación Jiménez Díaz de Madrid, como parte del Curso Internacional de Urología, de Octubre del 2002 (al que tuvimos oportunidad de asistir) organiza un Curso de Laparoscopía Urológica que comprendió: Equipamiento (material de iluminación, monitor, cámaras, instrumental); simuladores de laparoscopía; laparoscopía experimental en quirófano (cerdos); cirugía laparoscópica con transmisión directa desde 2 quirófanos, con la participación de los 13 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 profesores: J. G. Valdivia Uría (Pieloplastía lumboscópica y nefrectomía radical ampliada transperitoneal); C. Hernández (Op. De Burch y nefrectomía); C. Rioja Sanz (Linfadenectomía); G. Breda (Suprarrenalectomía transperitoneal y pieloplastía retroperitoneal) y L. Martínez Piñeiro (Prostatectomía radical laparoscópica). Por ultimo: “La Cirugía laparoscópica: del laboratorio al quirófano”, por los Drs. Alfonso Santos García Vaquero y Jesús Uson Gargallo En el 2007, realizan 16 cursos teórico prácticos de cirugía laparoscópica urológica, como detallamos antes. En el evento (13 – 16 de Junio del 2008) integrado por el LXXII Congreso Español de Urología, XXIX Congreso de la CAU, Congreso Portugués de Urología, el XVI Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Urología Pediátrica y el Congreso del Grupo de Urología Pediátrica Española, que se realiza en Barcelona (España), ofrecen una sección sobre cirugía laparoscópica/robótica y cirugía endoscópica transluminal por vías naturales y una discusión de los avances adquiridos hasta la fecha sobre estos nuevos procedimientos, con la participación de eminentes profesores de los EE.UU. y de las sociedades participantes. Así mismo ofrecen los siguientes cursos: 1. Cirugía laparoscópica renal que comprendió un programa quirúrgico : Vía transperitoneal, vía retroperitoneal, mano – asistida, nefrectomía parcial, radiofrecuencia laparoscópica, crioterapia laparoscópica. 2. Taller de nefrectomía laparoscópica: • Duración de 1 ½ horas diarias (2 turnos de 45 minutos): 3 días • 4 torres de laparoscopía con simulador renal y 2 monitores • Exposición de los principios básicos de la cirugía renal laparoscópica Todos los ejercicios laparoscópicos se hicieron sobre simulador de tejido con flujo vascular. También realizaron una Mesa Redonda sobre: “Hacia un consenso en la formación laparoscópica” y en la Sección de Posters presentan: “Curva de aprendizaje avanzada durante la prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot” En Latinoamérica, después de la primera nefrectomía laparoscópica, realizada en 1991 por Clayman, comienzan a tener interés diferentes países, especialmente Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela, cuyos urólogos aprenden y desarrollan pronto este procedimiento y paralelamente inician la enseñanza, estableciendo 14 centros de aprendizaje. Y, rápidamente se expanden a los países vecinos como el nuestro mediante conferencias, demostraciones quirúrgicas y cursos. En Brasil surgen los profesores Lisias Nogueira Castillo y Mariano Mirandolino; en Argentina Flavio Santinelli; en Chile Octavio Castillo; en Venezuela Rene Sotelo y Alejandro García; en Colombia. César Andrade y Federico Escobar y, en México: Jorge Gutiérrez Aceves, Carlos Sánchez, Victor Kibanov, Miguel González y Félix Santaella. En los últimos años estos países ya están abordando la cirugía robótica urológica. Brasil por ejemplo, en sus congresos de Noviembre 2007 y Noviembre 2009 ya exponen sus experiencias y ofrecen Cursos de Cirugía Urológica Laparoscópica y Robótica. En México, además de los centros urológicos, y la Sociedad Mexicana de Urología, la Sociedad Latinoamericana de Cirugía Mínimamente Invasiva Urológica (SOLCIMI) desde el 2003, en su sede del Hospital Ángeles Lomas de la ciudad de México contribuye al desarrollo de la docencia de este procedimiento en su centro de Enseñanza e Investigación, que está suficientemente dotado de personal idóneo, de profesores relevantes, de materiales, equipos y un laboratorio animal para la investigación y formación de futuros laparoscopistas. Cada año, realiza un congreso y un curso, para el cual, instalan varias torres de laparoscopía completamente equipada y supervisada por un instructor en cada torre, aparte de las conferencias y las demostraciones quirúrgicas, de profesores extranjeros y nacionales que se transmiten en directo. SELECCIÓN, PREPARACION Y COMPLICACIONES La selección cuidadosa y preparación meticulosa del paciente jamás debe descuidarse. “Los candidatos para cirugía laparoscópica serán cuidadosamente evaluados por medio de una historia y un examen físico, apropiados exámenes de laboratorio y estudios radiológicos. Deberá tenerse en cuenta las contraindicaciones absolutas y relativas. Los pacientes con alto riesgo para un acceso laparoscópico deben ser sometidos a una cirugía abierta o, si la experiencia de un cirujano laparoscopista garantiza, a un procedimiento laparoscópico modificado” (52) La preparación del paciente y la destreza del cirujano son requisitos indispensables para el éxito del procedimiento laparoscópico. Los candidatos a cirugía laparoscópica deben estar totalmente informados del procedimiento. Los cirujanos deberán conocer los cambios fisiológicos de la cirugía laparoscópica, serán expertos en cirugía abierta. Estarán preparados plenamente en cirugía laparoscópica para realizar una operación en los confines de un limitado espacio de trabajo con instrumentación laparoscópica especializada. (53) Para la seguridad de la intervención laparoscópica, el staff quirúrgico, anestésico y de enfermería debe tener experiencia con las técnicas laparoscópicas y estar familiarizados con la instrumentación especializada. Una línea abierta de comunicación entre el personal, antes, durante y después de la cirugía laparoscópica es mandatorio. (53) Es aconsejable la anestesia general porque permite un manejo óptimo del paciente: la intubación endotraqueal y la relajación muscular proveen un campo quirúrgico estable y facilita los ajustes ventilatarios, para evitar la hipercapnia y la hipoxia. “Debe recordarse que la posición en Trendelenburg es potencialmente peligrosa, porque aumenta el retorno venoso al corazón, incrementando el consumo miocárdico de oxígeno. (54) Antes de la intervención el equipo de cirujanos deberá discutir las diferentes alternativas de manejo de las complicaciones, así como de los posibles hallazgos intraoperatorios y deberán estar preparados para una posible laparotomía abierta, cuyo consentimiento del paciente deberá estar incluido en su autorización escrita. (54) La prevención de las complicaciones es la selección correcta y la preparación adecuada de los pacientes, la habilidad del cirujano y el respeto a los principios básicos de la laparoscopía. El reconocimiento precoz de la complicación y su solución adecuada puede minimizar la morbilidad asociada. Por esto, el cirujano y todo su equipo deberá estar preparado para convertir la laparoscopía en laparotomía en caso de necesidad. Este procedimiento es un reto para el cirujano, quien deberá tener en cuenta que la cirugía laparoscópica se diferencia de la cirugía abierta en los siguientes aspectos (29): 1) el campo operatorio no lo ve directamente, sino, a través de un monitor y a pesar de su gran claridad y la magnificación de la imagen dada por el equipo de video de alta resolución, sólo observa dos dimensiones y no hay percepción de profundidad de las estructuras tridimensionales; 2) los órganos del interés del urólogo están en el espacio retroperitoneal y para alcanzarlos debe abordar la cavidad abdominal o acceder por el retroperitoneo o preperitoneo; 3) las manos no se pueden introducir por las incisiones para utilizarlas como separadores, para realizar la disección digital, para cohibir una hemorragia, ni para palpar los tejidos; 4) los instrumentos laparoscópicos no siempre se asemejan o tienen las capacidades de los instrumentos que estamos acostumbrados a usar en cirugía abierta. La palpación directa que se hace con los instrumentos convencionales también se pierde; 5) el cirujano depende de la gravedad y de mantener las vísceras huecas lo más vacías posible para obtener una adecuada exposición del campo operatorio. El uso indiscriminado de técnicas laparoscópicas por parte de los cirujanos con falta de experiencia en el método pueden acarrear serias complicaciones; pero con una apropiada selección de pacientes y con una debida autoformación por parte del cirujano, las complicaciones pueden evitarse o minimizarse en gran parte. No debe olvidarse que a pesar de que la cirugía laparoscópica crea un mínimo camino de acceso quirúrgico, no se minimiza en si mismo el procedimiento. El cirujano que olvida esta premisa puede hacer que el método laparoscópico se desvalorice. (55) “Si bien es cierto que la laparoscopía ha desarrollado grandemente y hay un gran entusiasmo en el mundo, es necesario pedir a los cirujanos una preparación previa y prudencia en la experiencia, en particular en lo que concierne a la cirugía reconstructiva y oncológica que no debe ser emprendida sino después de un dominio suficiente adquirido en cirugía laparoscópica.” (56) Las complicaciones dependen del caso quirúrgico, del tiempo operatorio, del tipo de patología, del peso tumoral y las dificultades técnicas. La conversión quirúrgica está en relación directa con la fase de aprendizaje y la experiencia del cirujano y la diversidad de cirujanos, pero con el tiempo se vuelven estables. (57) Según Taha A. Abdel – Meguid y Leonard G. Gomelle, (“Prevenction and Management of Complications”, Smith’s Texbook of Endourology Vol. II) las complicaciones laparoscópicas pueden ser mejor evitadas por la observación de las reglas básicas laparoscópicas siguientes: • Participar en programas de entrenamiento dignos de confianza que incluya tanto didáctica como experiencia de manuabilidad en laboratorios de muertos y vivos con un instructor experimentado. • Adquirir adecuada experiencia por asistencia y realización del procedimiento con un laparoscopista de experiencia. • Con el incremento de la experiencia laparoscópica, el progreso de la instrumentación y el desarrollo ulterior 15 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 de técnicas especialmente específicas, las tasas de complicaciones continuarán su declinación. masculinos, de los cuales, nos permitimos exponer solo los más importantes. cystectomy: Inicial report on a new treatment for the retained bladder”. J. Urol.: 148 - : 1140, 1992) • Asegurar que las condiciones sean óptimas para una cirugía laparoscópica tenga éxito, con énfasis en la selección y preparación del paciente, equipamiento apropiado, conocimiento de la instrumentación y una destreza del equipo quirúrgico de la Sala de Operaciones, incluido el anestesiólogo. * La linfadenectomía pélvica laparoscópica urológica: la inicia Schuessler Wir y cols.(4) en los EE.UU., en 1991, por vía transperitoneal, como parte de la evaluación de la extensión del Ca. de la próstata. * La Laparoscopic Ileal loop Conduit: fue iniciada por Kozminski M. y Partamian K.O., en 1992 (“Rase report of laparoscopicileal loop conduit.” J. Endourology, 6: 147, 1992). Este mismo año realizan la misma operación Sánchez de Badajoz E., Del Rosal Samaniego J.M. y Gomez Gamez A. (España) (“Conducto Ileal Laparoscópico” Arch. Esp. Urol., 45: 761, 1992) “Para evitar o minimizar las complicaciones laparoscópicas deberá tenerse presente que éstas pueden presentarse en las siguientes situaciones y se estará capacitado para reconocerlas y resolverlas” (58): 1) Durante la inserción de la aguja de Veres y durante la insuflación 2) Durante la inserción de los trócares 3) Durante la operación 4) Durante el retiro de trócares 5) Durante el post – operatorio: el dolor. “Con el incremento de la experiencia laparoscópica, el progreso de la instrumentación y el ulterior desarrollo de técnicas especialmente específicas, las tasas de complicaciones continuarán a declinar. Debe insistirse que al término de un curso simple de instrucción post – residencial, puede no ser suficiente para optimizar la realización de este procedimiento, si se midiera con tasas de complicaciones.” (58) TECNICAS LAPAROSCOPICAS UROLOGICAS Como consecuencia de los avances tecnológicos, científicos y, especialmente después de la primera nefrectomía laparoscópica realizada por Clayman, en 1991, se produce una conmoción en la comunidad urológica. La laparoscopía comienza a desarrollarse rápidamente en los grandes centros urológicos del mundo, raudamente se originan las revoluciones laparoscópicas urológicas y pronto logran establecer las indicaciones y contraindicaciones; hacen estudios comparativos de las técnicas laparoscópicas con la cirugía abierta, así como de los diferentes procedimientos laparoscópicos entre si; analizan las distintas técnicas laparoscópicas; hacen estudios de los resultados obtenidos con cada procedimiento y buscan soluciones a las complicaciones laparoscópicas urológicas. Durante este desarrollo surgen las innovaciones y los diferentes procedimientos laparoscópicos para patologías renales, adrenales, ureterales, vesicales, prostáticas y genitales 16 * La nefrectomía laparoscópica transperitoneal: es iniciada por Clayman y cols. (6), en 1991, en los EE.UU. Esta experiencia marcó el verdadero desarrollo de la cirugía laparoscópica urológica y el comienzo de cirugías laparoscópicas del retroperitoneo (la suprarrenalectomía), la ureteropieloplastía, la nefrectomía parcial, la quistectomía renal, la nefroureterectomía, la pielolitotomía, la ureterolitotomía y después el transplante renal. * La suspensión laparoscópica del cuello vesical: la inicia Schuessler y Vancaillie T.G. (“Laparoscopic Bladder neck suspen.”T. Laparoendosc. Surg. 7: 319, 1991), en 1991, en los EE.UU., utilizando el bisturí harmónico. Actualmente es una técnica fiable y con resultados semejantes a la cirugía abierta. * La nefroureterectomía radical laparoscópica transperitoneal (en tumores del urotelio superior), fue iniciada por Clayman R. V., Kavoussi L. R. y Figenhau R. S, en 1991, en los EE.UU. Es una técnica bien establecida y oncológicamente la exéresis debe comprender el riñón, uréter incluido su porción intramural y su meato. (“Laparoscopic nefroureterectomy; Inicial clinical case report”.- J. Laparoendoscopic Surg., 1: 343, 1991). * La adrenalectomía laparoscópica: se inicia con Gagner M. y Lacroix A. y Bolte E., 1992. Puede ser realizada por vía transperitoneal, retroperitoneal y con mano asistida o sin ella. Las dos vías tienen resultados similares. (“Laparoscopic Adrenalectomy in Cushing´s sindrome and pheocromocytoma.” New Engl. J. Med., 327: 1033, 1992.) * La diverticulectomía vesical laparoscópica: la inicia R. Parra y Paúl G. Hagood, en 1992, en los EE.UU. (“Laparoscopic Diverticulectomy: Preliminary report of a new approach for the treatment of badder diverticulum. J. Urol. 148: 869, 1992.” ) * La cistectomía laparoscópica simple: la inician R. Parra y Paúl G. Hagood, Jones JP, Andrus C.H, en 1992, en los EE.UU. Según los autores este abordaje es eficaz y tiene ventajas sobre la cirugía abierta, debido a su menor morbilidad y tiempo de hospitalización. (“Laparoscopic * La pieloplastía laparoscópica para las estenosis de la unión uréteropielica: la inician Schuessler W.W., Vancaillie T.G. y Preminger G.M., en los EE.UU., en 1992 por vía transperitoneal. Actualmente muchos prefieren hacerlo por vía retroperitoneal. Los resultados son semejantes a la cirugía abierta pero con la ventaja de su mínima invasión. (“Laparoscopic desmembered pyeloplasty” (Abstract). Minimally Invasive Therapy, 1 (Supp.1): 68, 1992) * Nefrectomía parcial laparoscópica: la inicia Winfield H.N., Donovan J.K. Godet A.S., Clayman R.V.en 1992, para tratamiento de patologías benignas (“Laparoscopic partial nephrectomy: inicial case report for benign disease.” J. Endo – Urol, 1993; 7: 521 - 526). Posteriormente es empleada para masas malignas, por I. Gill, de los EE.UU., en 1993. (Gill I. S. y cols., “Laparoscopic retroperitoneal partial nefrectomy”.- J. Urol., 1994: 152: 1539 – 1542). Esta técnica ha demostrado mejores resultados para las masas periféricas, pero en las centrales es menos aplicable porque se encuentran en estrecha relación con los vasos renales mayores y el sistema colector. * La cistectomía radical laparoscópica con derivación urinaria por Ca. Vesical: se inicia con Sánchez de Badajoz E. y cols., en España, en 1993. (68) * Varicocelectomía laparoscópica: la primera intervención fue reportada por Sánchez de Badajoz y cols., en España, en 1986, en comunicación personal en la reunión andaluza de Urología realizada en Málaga, 1986. Después, en 1988 presenta el trabajo: “Tratamiento Endoscópico del Varicocele”.- Arch. Esp. De Urol., 4: 371, 1990. * Nefropexia laparoscópica: fué realizada por primera vez por Goldfischer y cols., en 1993 y publicado en 1998 (“Percutáneous renoval of stone from caliceal diverticulum in patient with nefroptosis”.- J. Endourol., 12: 365, 1998). Posteriormente, en el mismo año, Urban D., Clayman R., Kerbl K. y cols. también realizan esta técnica. (“Laparoscopic nefropexy for symtomatic nephroptosis. Inicial case report”.- J. Endourol., 7: 27, 1993). * Laparoscopía urológica pediátrica: en 1976, Cortesi N, Ferrar P, Zamburda E. y al., de la Universidad de Modena (Italia), inician el diagnóstico de testes no palpables y recomiendan su manejo quirúrgico. Son pues los pioneros de la laparoscopía urológica pediátrica. (“Diagnosis of bilateral abdominal criptorquidism by laparoscopy”. Endoscopy 8: 33, 1976). En este mismo tiempo, Páramo, en Madrid, realiza el tratamiento laparoscópico de criptorquidia. (61) * Nefrectomía laparoscópica mano asistida: en 1994 Tierney introduce el concepto de asistencia manual con el fin de facilitar el aprendizaje de la técnica, pero el procedimiento lo inicia Nakada S. y cols., en 1997 (“Use of the Pneum Sleeve as an adjunct in laparoscopic nefrectomy”: Urology: 1997: 49: 612 - 3). Hay estudios que señalan que esta técnica es superior a la cirugía abierta y semejante a la laparoscopía pura. Es atractiva como medio de aprendizaje para especimenes renales grandes, en los casos que se considere que la laparoscopía sería difícil. Pero tiene un inconveniente: el manipuleo manual en tumores grandes puede ocasionar efracción del neo o desprendimiento de las células. * Nefrectomía laparoscópica de donante vivo: fue iniciada por Ratner y cols., en 1995, en la universidad de Johns Hopkins. (Ratner L.E., Ciseck L.J., Moore R.G., Cigarroa F.G., Kaufman H.S., Kavoussi L.R.: “Laparoscopic live donor nephrectomy Transplantation.” 1995, 60: 1047 - 1049). Posteriormente le siguen Schulan P.G., Kavoussi L.R., Cheriff A.D. y al. “Laparoscopic live donor nephrectomy: The inicial 3 cases”.- J. Urol. 155: 1857, 1996. * Transplante renal laparoscópico experimental: Inderbir Gill, de The Cleveland Clinic Fundation (EE.UU.), logra por primera vez realizar en 6 cerdos, nefrectomía izquierda seguida de auto – transplante en fosa ilíaca izquierda, exclusivamente por vía laparoscópica y completamente intracorporal, con resultados favorables (Urology News, The Cleveland Clinic Urological Institute, Vol. 8, 2001 – 2002). En el 2008 este mismo autor logra realizar 11 transplantes renales laparoscópicos en humanos. Journal of Urology – August 2008. En Junio del 2009, Rosales realiza el primer transplante renal laparoscópico humano, en la Fundación Puigvert (Barcelona – España). * Nefrectomía laparoscópica de donante vivo: la inician Jacobs S. C., Cho E., Dunkin B.J.: “Laparoscopic donor nephrectomy: Current role in renal allograft procuretment.” Urology, 55: 807, 2000. No abstract available. 17 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 * Prostatectomía radical laparoscópica transperitoneal: fue realizada por primera vez por Schuessler, en 1991, en los EE.UU., pero fracasó. Después, en 1997, Richard Gaston (12) (Burdeos - Francia) realiza con éxito la primera prostatectomía radical laparoscópica transperitoneal, pero el desarrollo y difusión del procedimiento, desde 1998, le debemos a Bertrand Guillonneau y cols. del Montsouri: París – Francia. (14) * Prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal: esta técnica la inicia en los EE.UU., en 1997, Raboy A., Ferzi I. G. y Albert P. (18), pero fue Bollens S. R. (19) de Bélgica, quien la populariza desde el 2001. Pierre Dubernard y cols. (25) la introducen en Francia en el 2002. * Prostatectomía radical laparoscópica/robótica: los primeros en realizar con Robot Da Vinci fueron: Abbou C. C., Hoznek A. y Salomón L., en el 2000 (Paris – Francia), (J. Urol.: 165: 1964, 2000) (“Prostatectomía radicale laparoscopique réalisée a distance par robot A propos d´un cas.” Progrés en Urologie.- 2000; 10, 520 - 523); después en el 2001, Binder J. y Kramer W. (Alemania) (BJU Int.; 87: 408, 2001) y, Pasticier G., Reibergn. .B. W. y Guillonneau B., (Francia) (“Robotically Assisted Laparoscopic Radical Prostatectomy: Feasibility study in men.” Eur. Urol., 40: 70, 2001). Posteriormente, Menon M. y cols. la introducen en los EE.UU., la desarrollan, le hacen innovaciones técnicas y la popularizan desde el Vattikuti Institute (“Prostatectomy a technique of robot radical for management of localized carcinoma of the prostate: Experience of over 1100 cases”.- Urol Clin. Noth Am: 2004: 31: 701 - 17) * Nefrolitotripsia laparoscópica: la manipulación inicial laparoscópica de cálculo renal (en este caso un coraliforme) se inicia con Smith A., Eshghi y Rotz J., en 1985: “Percutaneous transperitoneal approach to a pelvis kidney for endourological renoval of staghorn calculus” (J. Urol., 134: 525, 1985). Actualmente, la laparoscopía es una alternativa buena para cálculos de todo el tracto urinario. * Ureterolitotomía laparoscópica retroperitoneal: este procedimiento lo inicia Wickham J. E. A., en Inglaterra, en 1979. (“The treatment of renal lithiasis”.- Edimburgo: Chuchill Livingstone: 1979, 145 - 98), pero no tuvo aceptación urológica. Posteriormente fueron Raboy A., Fergli G.S. y al., quienes describieron por primera vez el método laparoscópico para ureterolitotomía, como una alternativa a la cirugía abierta. (“Laparoscopic ureterolitotomy”). Urology 39: 223, 1992. 18 * Biopsia renal laparoscópica: la inicia Squadrito J.F. y Coletta A. V.: “Laparoscopic renal exploration and biopsy.” J. Laparoendosc. Surg., 1: 235, 1991 * Biopsia renal laparoscópica retroperitoneal: inicialmente lo realizan Gill. I. .S. y Rassweiler J.J. en 1995, en los EE.UU. Según Tobías Machado Pinto M. A.; Juliano R. V. y cols. (Retroperitoneoscopic renal biopsy. Braz. J. Urol: 28; 192, 2002) del Brasil, “esta técnica es un modelo ideal para adaptarse a esta vía de procedimiento y familiarizarse con la anatomía quirúrgica laparoscópica de las cirugías lumbares, lo que permite adquirir seguridad para iniciar procedimientos complejos.” * Nefrectomía parcial laparoscópica en infantes: El primer reporte lo presenta Jordan G. H. y Winsler B. H.: (“Laparoscopic Upper pole parcial nefrectomy with ureterectomy”: J. Urol.: 1993: 150: 940 – 3). * Cirugía reconstructiva laparoscópica: a pesar de que esta cirugía es compleja, actualmente ya se le resuelve mediante laparoscopía, pero requiere gran destreza. Así, ya se pueden resolver defectos del uréter mediante métodos de sustitución con ileon, con vejiga psoica y la técnica de Boari con antirreflujo. La reconstrucción ureteral laparoscópica con ileon inician Gill y cols., en el 2000 (EE.UU.) con resultados satisfactorios. (“Laparoscoileal ureter”. J. Urol.: 163: 4, 1199, 2000). Posteriormente, Ubrig. y cols. realizan la reconstrucción ureteral con colon ó ileon en modelo animal (cerdo). (Ubrig B., Lazica D., Walter M., Roth S.: “Laparoscopic ureteral reconstrution: intracorporal reconfiguration of ileum and colon in a porcine mode”, 19: 4, 508, 2005). Después Modi P., Gupta R., Rizv S.J.: “Laparoscopic ureteroneocystostomy and psoas for post – histerectomy ureterovaginal fistula.” J. Urol. 2008; 180: 615 – 7. * Cistoprostatectomía radical laparoscópica: es una operación de gran envergadura, porque además de la exéresis, es necesario realizar la restitución intestinal, la confección de la neovejiga y el reimplante ureteral. Son, I. Gill y cols. de los EE.UU., quienes inician esta técnica, la desarrollan y la difunden (“Laparoscopic radical cystoprostatectomy with ileal conduit performed completely intracorporally”: the inicial 2 cases. Urology, 56: 26, 2000) * Sacrocolpopexia laparoscópica: lo inician Dorsey J.H. y Peagues R. F.; en 1993.- (“Laparoscopic Reconstructive procedures”.- Obstet Gynecol Forum 1993: 4: 2 - 6). Este mismo año: Vancaillie T. G.: “The rol of laparoscopy in the surgical treatment of pelvis floor relaxation”. (SGO 1993: 4: 378 - 386). Dorsey mismo y Caudill G., en 1994, presentan sus experiencias: (“Laparoscopic procedures for incontinente and prolapsus”.- Cur – Opin Obstet Gynecol 1994). Después de estos trabajos, los franceses debutan con mucho interés, Querdeu D.: (“Quelle est la place de cure de prolapsus par Voie Coelioscopique?”.Ref. Gynecol Obstet: 1993: 1: 387). * Nefrectomie NOTES transvaginal: Sebastien Crouzet, Goerges – Pascal Haber y Jihad H. Haouk inician este procedimiento en el Center for Laparoscopic and Robotic Surgery, Glickman Urological an Kidney Institute. Cleveland Clinic. Cleveland, EE.UU. (“Nefrectomie NOTES Transvaginale”, Progrés en Urologie: vol. 19, December 2009, No 4). Esta técnica está progresando y actualmente ya se realizan operaciones NOTES (Natural Orifice Transluminal Endoscopy Surgery) por vía transvaginal, transgástrica, transrectal y transvesical. * Nefrectomía parcial laparoscópica con láser: Sebastien Crouzet y Goerges – Pascal Haber, inician con éxito esta técnica en el Center for Laparoscopic and Robotic Surgery, Glickman Urological and Kidney Institute, Cleveland Clinic, Cleveland, Ohio, EE.UU. (Progrés en Urologie, vol. 19, September 2009, Nº 3.) * Prostatectomía radical “NOTES LESS”: Desai M.M., Aron M., Berger A. Canes D., Stein R., Haber G. P., Kamoi K., Crouzet S., Sotelo R. y Gill I.S. (“Transvesical robotic prostatectomy”.- BJU Int. 2008: 102 (11): 1666), lo inician experimentalmente, en el 2008, en dos cadáveres humanos utilizando el abordaje transvesical, asistido por robot. Posteriormente, en el 2009, Eric Barret, Rafael Sánchez Salas, John Watson y Guy Vallancien, en el Instituto Montsouris de Paris (Francia), después de una experimentación en modelo cadáver logran realizar con éxito, en un paciente humano. (“Inicial complete laparoendoscopic single – site surgery robotic assisted radical prostatectomy (LESS - RARP)”: Inter. Braz. J. Urol. Jan – Feb: 35 (1): 92 – 3, 2009.) renal excisional, nefrectomía radical y sacrocolpopexia abdominal: (“Single – port laparoscopic surgery: initial experience.” Urology, 2008; 71: 3 – 6). Kaouk y al., en el 2008, en el campo clínico llegan a realizar 4 prostatectomías radicales U – LESS, mediante puerto único en el ombligo e instrumentos laparoscópicos de eje flexible y en el 2009 practican una pieloplastía desmembrada y una nefrectomía radical (“Single – port laparoscopic radical prostatectomy” Urology 2008; 72 (6): 1190 - 3); (“Robotic single – port transumbilical surgery in humans: initial report.” BJU Int. 2009; 103 (3): 366 – 9). * Nefrectomía renal laparoscópica asistida por robot: la inician Guillonneau B., Jayet C., Tewari A. y al., “Robotic assisted laparoscopic nefrectomy”.- J. Urol., 166: 200, 2001. Le siguen otros como, Carusso R. P., Philips C. K., Kau E., Taneja S. S., Stifelman M.D.: “Robotic assisted Laparoscopic parcial nephrectomy: inicial experience.” J. Urology, 2006, 176: 36 – 39. * Nefrectomía parcial laparoscópica y robótica por trócar único: Esta técnica inician en el 2007, S. Crouzet, R.K. Goel, JH. Kaouk y G.P. Haber, con resultados precoces similares a la laparoscopía clásica. (Hospital Eddouard Herriot (Lyon, Francia) y la Cleveland Clinic, Cleveland (EE.UU.). 103º Congrés Francaise d’ Urologie, Paris: 18 – 21 Novembre, 2009) * Abordaje Laparoscópico por un puerto único: lo inician Desai M.M., Rac P.P., Avon M. y al. , en el 2008, para cirugía ablativa y reconstructiva renal: nefrectomía y pieloplastía. (“Scarless Single port transumblical nephrectomy and pieloplasty: first clinical report”. BJU Int., 2008; 101: 83 8) * Adenomectomía prostática laparoscópica extraperitoneal: esta técnica, ya sea por vía retropúbica o transvesical, la inician en el 2002, Mariano M.B., Grazziotin T.M., Tefilli M.V. y presentan su experiencia bajo el título de: “Laparoscopic prostatectomy with vascular control for benign prostate hiperplasia”: J. Urol., 2002. Posteriormente: Velthoven R. Van, Peltier A. Laguna y als.: “Laparoscopic extraperitoneal adenomectomy (Millin). Pilot study on feasibility”.- Eur. Uro., 2004; 45: 103.- En este mismo año, Nadler R.B., Blunt L.W. Jr., User H.M. y al.: “Preperitoneal laparoscopic simple prostatectomy” Urology: 2004, 63: 778. En el 2005, Jamil Rehman y cols., en los EE.UU., describen su uso para próstatas demás de 100 grms. de peso con resultados comparables a la cirugía abierta (“Extraperitoneal laparoscopic prostatectomy (Adenomectomy) for obstructing benign prostatic hiperplasia: Transvesical and transcapsular (Millin) techniques.”: Journal of Endourology, Vol. 19 Nº 4, May 2005. EE.UU.) Kaouk J.H., Haber G.P., Goel R.K. y al., de la Fundation Cleveland Clinic presentan 10 operaciones realizadas por puerto único: crioterapia renal laparoscópica, biopsia * Cryoablación laparoscópica de tumores renales: son I. Gill, Novick A.C., Sobbe J.J. y al., quienes inician esta técnica en los EE.UU., en 1998, con resultados comparables a la 19 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 cirugía abierta. (“Laparoscopic renal cryoablation: inicial clinic series.”Urology 1998; 52: 543) * Simultánea nefroureterectomía y cistectomía laparoscópica: los primeros en realizar esta técnica, en el 2007, son R. Barros, R. Frotta, R.J. Stein, B. Turna, I.S. Gill, M.M. Desei. (Intern. Braz. J. Urol, Vol. 34, 4, 2008). Los autores demuestran que esta técnica más derivación urinaria, es realizable en pacientes con Ca. del urotelio superior y Ca. concomitante de la vejiga. En el mismo año, Juan L.H., Cheng H.J., Chen K.K. realizan: “Laparoscopic Radical cistectomy combined with bilateral nefrouretectomy avec specimen extractio through the vagina”. J. Vhin. Med. Assc., 2007: 70: 260 – 1. * Linfadenectomía laparoscópica retroperitoneal: esta es una técnica más compleja que la linfadenectomía pélvica, porque la Aorta y la Vena Cava están situadas detrás de la raíz del propio mesenterio. Además, los vasos lumbares representan un obstáculo adicional. En cuanto a eficacia y radicalidad son semejantes a la cirugía abierta. Las complicaciones más importantes son las lesiones vasculares que pueden obligar a convertir el procedimiento. Fué iniciada, en 1992 por Hulbert J.C. y E.E. Fraley: (“Laparoscopic retroperitoneal lymphadenectomy. New approach to patologic staging of clinical stage I germ cell tumors of the testis.” J. Endourol., 6(1992) 123 – 125). En el mismo año, Rukstalis D.B., G.W. Chodak: “Laparoscopic retroperitoneal lymph node dissection in a patient with stage I testicular carcinoma”. J Urol., 48 (1992) 1907 – 1910. * Tratamiento laparoscópico de uréter retrocavo: lo inician Baba S., Oya M., Miyahara M., Deguchi N., Tazaki H.: “Laparoscopic Surgical correction of circuncaval uréter.” Urology, 1994; 44: 122 – 6. * Quistectomía renal laparoscópica: la inician Winfield H. N., Faraje, Godet A. y cols.: “Laparoscopic renal cystmarsupialization.” J. Urol., 147: 204A, abstract V – 66, 1992. * Tratamiento laparoscópico de la fibrosis retroperitoneal: lo inician Kavoussi L. R., Clayman R. V., Brunt L.M., Soper N. J.: “Laparoscopic ureterolysis.” J. Urol., 1992, 147: 426 – 429. Dos años después Puppo y cols. mejoran esta técnica realizando la ureterolysis bilateral con intraperitonización de uréteres y epiploplastía con ayuda de un manguito epiploico pediculado periureteral. Puppo P., Carmignani G., Gallucci M., Ricciotti G., Perachino M.: “Bilateral laparoscopic ureterolysis.”Eur. Urol., 1994, 25: 82 – 84. 20 * Uréteroneocistostomía laparoscópica y vejiga psoica por fístula uréterovaginal post – histerectomía: Modi P. y cols. realizan esta operación entre Julio del 2003 y Noviembre del 2007, en 18 pacientes por yatrogenia del uréter terminal durante histerectomía que originó una fístula uréterovaginal. Modi P. Gupta R., Rizvi S.J.: “Laparoscopic ureteroneocystostomy and psoas for post histerectomy ureterovaginal fistula.” J. Urol., 2008: 615 – 7. Louis, Lissouri, EE.UU., 1976). Este libro escrito en inglés comprende tres secciones: 1) Generalidades laparoscópicas; 2) Cirugías laparoscópicas; 3) Otras aplicaciones (técnicas laparoscópicas en pediatría urológica; retroperitoneoscopía, linfadenectomía retroperitoneal; prostatectomía radical perineal más linfadenectomía pélvica laparoscópica y cirugía laparoscópica de intestino). Como hemos descrito, la cirugía laparoscópica urológica fué ampliando cada vez más sus indicaciones, sus innovaciones y sus avances, a tal punto que en la actualidad casi todas las cirugías abiertas se realizan laparoscópicamente, tanto las de exéresis como las de reconstrucción, ya sea en patología oncológica o no oncológica, con resultados comparables a la cirugía abierta y con las ventajas de una Cirugía Mínimamente Invasiva. • “Cirugía Laparoscópica”: este número monográfico en castellano es publicado por: Archivos Españoles de Urología, 46, 7, Setiembre, 1993. Comprende: instrumental, anestesia, diferentes técnicas laparoscópicas de diferentes cirugías y complicaciones. PUBLICACIONES LAPAROSCOPICAS UROLOGICAS Junto a los pioneros de la laparoscopía urológica y a los que contribuyen a su desarrollo aparecen muy pronto publicaciones de ellos mismos y de otros autores, ya sea en libros, revistas y videos. En esta ocasión solo resaltaremos los dos anteriores. Entre los libros destacan: • Chiururgie Endoscopique et celioscopique en Urologie: lo edita B. Debré, T. Flam y B. Dufour, en Paris (Francia), en 1994. En este libro los autores insertan un capítulo dedicado a la cirugía urológica laparoscópica que comprende: historia, técnica y la cura del varicocele, la cura ganglionar pélvica, la nefrectomía y la cura ganglionar pélvica endoscópica con insuflación extraperitoneal. • Smith’s Texbook of Endourology, Tomo II, Capítulo V a VII; “Bases y procedimientos laparoscópicos”, es editado por Ralph Clayman y Louis Kavoussi.-Quality Medical Publishing, INC, St, Louis, Missouri, 1996 (USA). Este es uno de los primeros tratados más completos que se publican sobre laparoscopía urológica del adulto y del niño. • Cirugía Laparoscópica en Urología: lo editan Gunter Janetschek (Viena), Jens Rassweiller (Alemania) y Donald P. Griffith (EE.UU.) (Edición española: Masson S.A., Barcelona, 1997). Este excelente libro abarca cuatro grandes capítulos: 1) Fundamentos de laparoscopía; 2) Procedimientos específicos de órganos; 3) Procedimientos extraperitoneales y 4) Laparoscopía interdisciplinaria. • Urologic Laparoscopic Surgery por Raúl O. Parra (The McGraw – Hill. Health Professions Divition, St. • Laparoscopic Urology, por Ralph Clayman y Elspeth M.M., 1993. Es uno de los primeros libros editados en inglés sobre laparoscopía urológica. • Texbook of Laparoscopic Urology, por Inderbir Gill • Atlas of Laparoscopic Urologic Surgery with DVD, editado por Jay T. y R. Kavoussi, en el 2007. • La Laparoscopie en Urologie: editado por C.C. Abbou, J.D. Doublet, R. Gaston y B. Guillonneau. Este texto comprende el “Repport du Congres 1999” de la Asociación Francesa de Urología. Está redactado en francés. El sumario comprende: introducción y reporte sobre la actividad laparoscópica en la Asociación Francesa de Urología y los capítulos sobre: 1) Los principios laparoscópicos; 2) Las técnicas operatorias urológicas; 3) Método de enseñanza de la laparoscopía; 4) El año 2000 no está lejos y 5) La laparoscopía: herramienta simple o revolución? • Advances in Laparoscopic Urologic, por Dirk Fahlen Kamp, How Stefan A. Deoning, 1996 • Cirugía Laparoscópica en Urología, Trucos y Secretos: editada por Renée Sotelo, Octavio Castillo, Mirandolino Mariano y Flavio Santinelli.- La Galaxia 2006. Venezuela. Este es un interesante y práctico libro de laparoscopía urológica, editado en castellano, en el 2006. • Laparoscopic Surgery in Urology, por P. Alken, Gunter Janetschek y Donald P. Griffith:1996 • Secretos en Urología y Laparoscopía Urológica.- Paul Escobar, 2007. Venezuela. • Laparoscopía Urológica, por Lisias Nogueira Castillo, 2000, Brasil. Este libro ofrece las herramientas necesarias para aprender esta nueva cirugía. • “Laparoscopía en Urología”, es un segundo número monográfico sobre este procedimiento. Lo edita Archivos Españoles de Urología (Tomo 55, Nº 6, Julio – Agosto 2002). Los autores actualizan la Cirugía Laparoscópica Urológica mediante 18 trabajos basados en su experiencia. • Advances in Laparoscopic Urology: editado por Dirk Fahlen Kamp, Stefan A. Doening y Howard N. Winfield, 1995. En la confección de este libro han participado los pioneros de la laparoscopía y también los expertos en disciplinas vecinas incluyendo la ginecología, cirugía, pediatría quirúrgica y anestesiología. Este libro fue traducido al inglés por Jutta Coten y Stefan A. Doening. • Uro – Internet Laparoscópica Urológica Básica.- As. Am, de Urología, 2007.- ofrece página web especialmente para residentes. • Atlas de Cirugía Urológica Laparoscópica + DVD.- Bischoff J. 2000. Editado en español.- Elsevienes • Laparo – endoscopic Surgery, por Iris B. Brune, 1996. • Laparoscopic in Urology, por Malcolm J., Coptcoat y Adrian D. Joyce, 1994. Blackwells Cientific Publications. Australia. • “Tácticas y Trucos en Endourología”: es una monografía, editada en castellano por José Vicente Rodríguez, en España y publicado en los Archivos Españoles de Urología, 2005: 58 (8): 707 – 714. En el capítulo III desarrolla: Tácticas y Trucos en Laparoscopía y una miscelánea en laparoscopía. En la misma forma presenta un capítulo sobre Endourología • Manual de Cirugía Laparoscópica, por Berenguer A., Escalera C. y Civa V., 2005, España. Imputs Gráfica. • Tips and Tricks in Laparoscopic Urology, por Udaya Kumar, 2006 Entre las revistas especializadas destacan: • The Journal of Endourology: es el órgano oficial de la Endourological Society, de la Society for Engineering and Urology y la Society of Urologic Robotic Surgery de los EE.UU., editado en inglés por los famosos doctores Ralph V. Clayman y Arthur D. Smith. Esta excelente revista se encarga de difundir las experiencias, las investigaciones, los adelantos y las actualizaciones de la Laparoscopía / Robótica Urológica y de la Endourología. Entre otras revistas de urología sólo subrayamos las más importantes y las que están más conectadas con nosotros. Todas ellas publican periódicamente trabajos de urología general y de laparoscopía / robótica urológica. 21 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 • The Journal of Urology: es el órgano oficial de la Asociación Americana de Urología. • Progrés en Urologie: es el órgano oficial de la Asociación Francesa de Urología, de la Asociación de Urólogos de Québec (Canadá) y de la Sociedad Belga de Urología. • BJU Internacional (British Journal Internacional de Urología): es el órgano oficial de la British Asscociation of Urology Súrgeons, de la Societé Internationale d’Urologie y de la European Society of Pediatric Urology. • European Urology: es el órgano oficial de la European Association of Urology. • La Revista Mexicana de Urología: es el órgano oficial de la Sociedad Mexicana de Urología. • La Internacional BRAZ J. Urol: órgano oficial de la Sociedad Brasileña de Urología y de la Confederación Americana de Urología. • La Revista Argentina de Urología: es el órgano oficial de la Sociedad Argentina de Urología. • Archivos Españoles de Urología: es una excelente revista particular de carácter internacional y editada por Enrique Pérez Castro Ellendt. • Actas Urológicas Españolas: es el órgano oficial de la Asociación Española de Urología. FUTURO DE LA LAPAROSCOPIA UROLOGICA La Cirugía laparoscópica urológica ha llegado a su madurez y continuará siendo importante. Ha demostrado ser una alternativa eficaz para la mayoría de intervenciones urológicas, con resultados similares y algunas veces superiores a la cirugía abierta y, con la ventaja de ser una Cirugía Mínimamente Invasiva que, se ha convertido actualmente en el método habitual de trabajo de una gran parte de los urólogos. Pero, ¿Qué papel va a desempeñar la laparoscopía en el futuro? Richard N. Satava y Shaun B. Jones (62) han dicho: “la Cirugía Mínimamente Invasiva se transformará en Cirugía No Invasora, cuyo desarrollo dependerá de las tecnologías más recientes de la Era Informática. La cirugía convencional quedará reducida a un pequeño “nicho”, mientras predominarán las cirugías no invasoras”. Antes que se cumpla esta predicción, en la cirugía laparoscópica urológica se producirán en el futuro próximo los posibles cambios siguientes: • El instrumental laparoscópico se miniaturizará y contribuirá a disminuir la morbilidad y a mejorar el 22 postoperatorio.(63) • Paralelamente a la miniaturización, habrá mejoras de los sistemas ópticos (tamaño, visión tridimensional) que contribuirá “a una mejor calidad técnica de las intervenciones” (63). • Se poseerá instrumentos más prácticos y eficaces, como los instrumentos de uso múltiple: aplicadores de clip – corte o aplicadores de clip – disección; serán mejorados los porta – agujas automáticos, que llevan incorporado una aguja recíproca que se mueve hacia adelante o hacia atrás; las grapadoras circulares armadas con grapas absorbibles para cirugía plástica (5). • Se dispondrá de instrumentos de sutura probablemente más efectivos que los que actualmente existen. Esta mecanización de la sutura de anastomosis (píelo – uretral, uréterovesical o uretro – vesical…) serán una ventaja como lo son actualmente en cirugía digestiva las diferentes pinzas automáticas. Es cuestión de esperar. Igualmente, es de aguardar que mejorarán los sistemas de coagulación, ya sean eléctricos (corriente bipolar), gas, láser y el ultrasonido.” (63) • Las cámaras serán totalmente digitalizadas: esto aportará más alta resolución de imágenes y alta fidelidad de color. Este sistema será ideal para cualquier tipo de documentación: almacenaje y/o reproductivo. Aparte de proporcionar material pedagógico y de investigación, estos sistemas pueden documentar hallazgos intraoperatorios críticos como complemento del informe operatorio. El uso de video – imagen en tres dimensiones será de uso corriente. La utilización de este tipo de video contribuirá a un aprendizaje mucho mejor y más rápido para los cirujanos en formación. (5) • Con el avance de la tecnología y de las técnicas laparoscópicas, con el tiempo, se realizará la minilaparoscopía que permitirá menor morbilidad y menos costo que la laparoscopía convencional (63) • La laparoscopía seguirá un proceso de robotización, como ya está sucediendo actualmente, debido a las siguientes razones: 1) porque los laparoscopistas buscan vencer ciertas dificultades técnicas laparoscópicas y disminuir su aprendizaje difícil y prolongado; 2) porque los instrumentos laparoscópicos tienen ejes de movimiento limitado; 3) porque no hay percepción de profundidad con los sistemas de imagen bidimensional; 4) porque la limitación de una percepción sensorial adecuada por el cirujano puede provocar una falta de seguridad y destreza (5) y; 5) porque hay todavía falta de precisión en ciertos gestos operatorios, sobre todo en cirugías complejas o reconstructivas (63). Por todo esto surge la robótica en la Urología y desde que Beecken W. D; Wolfran M.; Engl T. y cols. (64) realizan la pruimera Cistectomía radical laparoscópica/robótica y la reconstrucción con neovejiga tipo Hauttman, en el año 2003, actualmente el robot es un excelente colaborador en la laparoscopía, no sólo como ayudante, sino, como un ejecutor de la cirugía asistencial y la enseñanza. mediante una nefrectomía transvaginal en cerdos • Desde el punto de vista de la enseñanza, con la introducción de los robots Da Vinci, se acortará notablemente la curva de aprendizaje y se facilitará su entrenamiento. Al finalizar este artículo compruebo que la Laparoscopía Urológica ha desarrollado rápidamente y parece que la robótica urológica ya tomó la posta y camina con paso doble al futuro. Estos hechos despiertan gran asombro e inducen a una profunda reflexión. Para esto, mejor es el humanístico pensamiento de Richard M. Satava y de Shaun B. Jones (62): “Al cabalgar sobre esta cresta de entusiasmo, es esencial no olvidar nuestras raíces, la razón por la que escogimos esta profesión, debemos recordar en primer lugar y ante todo que somos humanistas que se ocupan del paciente en su totalidad, en el terreno de lo emocional y de lo técnico. Son precisos recordar que la tecnología es neutra, que no es ni buena ni mala. Es preciso el intelecto y la compasión humana para inspirarle vida ética y moral, a fin de realizar tanto el arte como la ciencia de la medicina. Debemos tener siempre presente que, por maravillosa que pueda parecer la tecnología, carece por completo de valor a menos que sirva para proporcionar una mejor atención a todos y cada uno de los pacientes.” • De acuerdo a las investigaciones que se están haciendo, será desarrollado los microrobots que permitirán navegar de forma independiente por el tracto gastrointestinal o el urinario. (65) BIBLIOGRAFIA • En el futuro es posible que el modelo animal sea reemplazado por un aparato de entrenamiento (simulador computarizado - controlado) en 3 dimensiones. Este sistema; como el pelvitrainer proporcionará un modelo de aprendizaje accesible y simple con que los participantes podrán practicar una variedad de procedimientos quirúrgicos y aprender a resolver posibles complicaciones. (46) • Si actualmente la realidad virtual es una primera opción de aprendizaje en la Cirugía laparoscópica, en el futuro, en conjunción con el robot permitirá que un cirujano “pre - opere” como entrenamiento, al mismo paciente reconstruyendo sus propias estructuras anatómicas (66). En otras palabras, en el simulador quirúrgico, el cirujano podrá practicar sobre un paciente virtual para simular la intervención y después comenzar la operación sobre el paciente real en el mismo puesto de trabajo. (62) • La telecirugía será una de las aplicaciones futuras de los robots.- “La posibilidad de intervención a distancia ha devenido posible por intermedio de la robótica con manipulación de instrumentos. Esta técnica, iniciada para aplicaciones militares pronto abrirá su campo, ya sea en la telepresencia para la ayuda quirúrgica o después en intervenciones en medio hostil, (gran profundidad, espacio)” (63). • Se intensificarán las cirugías laparoscópicas urológicas y la laparoscopía robótica con técnicas LESS (Cirugía Laparo – Endoscópica de un solo puerto). Se desarrollará la técnica LESS – NOTES (Cirugía endoluminal por orificio natural: transvaginal, transgástrico, transrectal y transvesical), iniciada por Gettman y col. (71), en el 2000, 1. George Kelling: “Zur Coelioskopic.” Arch. Klin Chir 126: 226, 1923 2. J.E.A. Wickham:“Colecistolitotomía laparoscópica: 1986“.- Arch. Esp. de Urol., 46, 7, 1993 3. Philippe Mouret, CushiereA., Dubois F., Mouriel R. 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TRAUMA RENAL: DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO Y MORBIMORTALIDAD ESTUDIO RETROSPECTIVO Y DESCRIPTIVO Gimer Diaz Perez, José Arias Delgado, Daniel Hidalgo Cuellar Servicio de Urología Hospital Guillermo Almenara Irigoyen correspondencia: gilmeruro@yahoo.com INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN: El trauma renal ocurre en el 1-5% de todos los traumas, y el riñón es el órgano genitourinario que con más frecuencia se lesiona, con un radio de varón a mujer de 3 a 1. Es objetivo de este estudio evaluar las características de nuestros pacientes al ingreso, el tipo de trauma renal y su estadificación, así como el tratamiento indicado y los resultados del mismo. MATERIAL Y MÉTODOS: Todos los pacientes con trauma renal diagnosticado desde el año 1999 hasta el año 2005 en nuestro hospital ingresaron en nuestra base de datos. RESULTADOS: Se encontraron 16 casos con este diagnóstico y con un promedio de edad de 45,25+-19,98 años (24-77) y con un radio varón:mujer de 4 a 1. Hubieron 9 de grado I, 6 de grado II y 1 de grado V. El paciente con trauma renal de alto grado fue intervenido quirúrgicamente encontrándose estallamiento renal, y realizándosele nefrectomía con esplenectomía por laceración esplénica asociada. En todos los demás casos sólo se realizó observación y reposo, como se describe también en la literatura. CONCLUSIONES: El trauma renal es poco frecuente, más en varones y mayormente cerrado; la principal estrategia de manejo es la observación, excepto en los casos de inestabilidad hemodinámica. Palabras clave: Trauma renal. ABSTRACT PURPOSE: The renal trauma occurs in the 1-5% of all the traumas, and the kidney is the urogenital organ that with more frequency is injured, with a radio of male to woman from 3 to 1. It is objective of this study to evaluate the characteristics of our patients in the income, the type of renal trauma and its grade, as well as the treatment indicated and the results of the same one. CONCLUSIONS: The renal trauma is not so frequent, most in males and secondary to blunt abdominal trauma; the observation is the first line of treatment, except in the cases where there is hemodynamic inestability. MATERIALS AND METHODS: All the patients with renal trauma diagnosed since the year 1999 to the year 2005 in our hospital entered in our database. INTRODUCCIÓN RESULTS: 16 cases with this diagnosis and with an average of age of 45,25+-19,98 (24-77) years were found and with a radio male: woman from 4 to 1. They had 9 of grade I, 6 of grade II and 1 of grade V. The patient with renal trauma of high grade was intervened surgically being found complete renal disruption, and carrying out nefhrectomy with splenectomy because of splenic laceration associate. In all 26 the other cases only observation was carried out and rest, like it is described also in the literature. KEY WORDS: Renal trauma. El trauma se define como la condición mórbida del cuerpo producida por la violencia externa, los médicos de las diferentes especialidades evalúan al paciente traumatizado y un alto conocimiento y experiencia clínica se necesitan para prevenir la mortalidad y disminuir la morbilidad. El trauma renal ocurre en aproximadamente el 1-5% de todos los traumas1,2, el riñón es el órgano genitourinario 27 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 abdominal que con más frecuencia se lesiona con un radio de varón a mujer de 3 a 13-5. El trauma renal puede ser actualmente un evento con riesgo de vida, sin embargo la mayoría de los traumas renales son leves a moderados y pueden ser manejados en forma conservadora. Avances en los estudios por imágenes y en el estadiaje del trauma, así como en las modalidades de tratamiento en los últimos 20 años han disminuido la necesidad quirúrgica y han incrementado las tasas de preservación renal en estos pacientes. Se ha definido una escala de trauma renal que es ampliamente usada actualmente6. El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, estudios de laboratorio y estudios por imágenes7-12. El tratamiento se basará en el estado del paciente, siendo las opciones el manejo conservador y la indicación quirúrgica exploratoria dentro de la cual existen varias opciones de manejo de acuerdo a los hallazgos operatorios13-17. Es objetivo de este estudio evaluar las características de nuestros pacientes al ingreso, el tipo de trauma renal y su estadificación, así como el tratamiento indicado y los resultados del mismo, para poder desarrollar protocolos de atención que nos ayuden a dar una mejor atención del paciente traumatizado así como prevenir su mortalidad y disminuir su morbilidad. MATERIAL Y MÉTODOS POBLACIÓN DE ESTUDIO: Todos los pacientes con trauma renal diagnosticado desde el año 1999 hasta el año 2005 en nuestro hospital. ANÁLISIS ESTADÍSTICO: Las variables que serán considerada en la base de datos son: edad, sexo, fecha de ingreso y egreso, mecanismo de la injuria, estabilidad del paciente al ingreso, síntoma referido, enfermedad o condición renal previa, hallazgos del examen físico, presencia o no de hematuria, estudios hematológicos y bioquímicos básicos, estudios por imágenes realizados y sus hallazgos, clasificación del trauma renal, tipo de tratamiento indicado, tipo de cirugía, tiempo y sangrado intraoperatorio, complicaciones quirúrgicas y postoperatorias y estudio patológico de la pieza operatoria. Se realizarán evaluaciones estadísticas de acuerdo a los datos recopilados y de acuerdo a las variables estudiadas, con el test de chi cuadrado, t-student y modelo logístico multivariado basados en parámetros de significancia del análisis univariado(p<0,05). 28 RESULTADOS Como resultado de la búsqueda encontramos 16 casos con diagnóstico de trauma renal cuyas edades oscilaban entre 24 y 77 años con un promedio de 45,25 +- 19,98 años; 13 de ellos(81,25%) fueron varones y 3 mujeres(18,75%). El mecanismo de trauma fue cerrado en el 87,5% de los casos(14 pacientes) y en los 2 restantes(12,5%) fue trauma abierto por arma blanca. Todos los pacientes llegaron hemodinámicamente estables al hospital y ninguno de ellos tenía una enfermedad renal previa. El 100% de los pacientes refirió dolor lumbar, en el 37,5% de ellos se refirió además dolor abdominal y se encontró fractura costal en 3 pacientes(18,75%). La hematuria se presentó en el 100% de los casos, fue macroscópica en el 50% de ellos. Los niveles de hemoglobina oscilaron entre 11,5 – 13,9 g/dL con un promedio de 12,5+-0,74 g/dL, los niveles de urea, entre 4-9 mg/dL (6,48+-2,6), y de creatinina entre 0,6-1,0 mg/dL (0,7+0,18). Los exámenes por imágenes que se solicitaron a nuestros pacientes fueron la ecografía y la tomografía axial computada cuyos hallazgos permitieron clasificarlos según la escala de trauma renal de grado I(56,25%), grado II(37,5%) y grado V(6,25%). El tratamiento indicado inicialmente fue observación en todos los casos excepto en el trauma renal grado V que tuvo indicación quirúrgica y fue sometido a laparotomía exploradora realizándosele una nefrectomía izquierda por estallamiento renal y en cuya cirugía que duró 5,5 horas hubo un sangrado de 4000cc se encontró además una laceración esplénica por lo que hubo la necesidad de hacer además una esplenectomía; la anatomía patológica del riñón informó hematoma renal por estallamiento. En otro paciente se realizó una laparoscopia diagnóstica cuyo resultado fue negativo. Los días de hospitalización fueron desde 1 hasta 22 días con un promedio de 8,68 días. DISCUSIÓN La experiencia de nuestro servicio reproduce lo publicado. En la casuística el trauma renal fue más frecuente en hombres que en mujeres en proporción de 4:1, sus lesiones fueron más severas18. Núñez, en un estudio prospectivo de 7 años, en los cuales los pacientes presentaron un cuadro de trauma renal cerrado grave, que ingresan a protocolo de estudio conservador, reporta que todos los pacientes corresponden a sexo masculino19. Nicol en seguimiento de 2 años de traumas penetrantes con un universo de 50 casos reporta un 90% de hombres20. En nuestra serie, el 87,5% de las lesiones corresponde a trauma cerrado. Miller K, reporta que la mayoría de los traumas renales son cerrados y grado 110. Las lesiones renales significativas corresponden a menos del 5% de todos los traumas cerrados10. El 50% de las lesiones penetrantes presenta daño renal severo, esto incluye lesiones grado 2 a 5. Armenakas N., en revisión de 2732 casos de trauma renal en 20 años de seguimiento, en 198 pacientes presentan lesiones penetrantes producidas por arma blanca, el 63% de los pacientes presentaban lesiones graves. Más de la mitad de esos pacientes pueden ser tratados en forma conservadora con reposo, hematocrito seriado, monitorización intensiva y transfusión. La inestabilidad hemodinámica es la mayor contraindicación para el tratamiento conservador del trauma renal penetrante19-21. La correcta etapificación permite el manejo expectante del trauma renal, siendo la TAC el método de elección, ya que no sólo permite la correcta evaluación renal: laceraciones del parénquima, presencia de extravasación, tamaño del hematoma, sino también pesquisar lesiones intraabdominales asociadas6-21. El manejo conservador en laceraciones renales con extravasación es segura y exitosa en la mayoría de los pacientes, se resuelve espontáneamente en el 87% de los casos22. Sólo uno de nuestros pacientes presentaba lesión renal que requirió cirugía y fue a la nefrectomía, este riñón no tuvo patología renal previa o asociada. Semindin reporta 19% anormalidad renal en pacientes con trauma. Otras series comunican una incidencia que oscila entre el 7% y 23%23,24. La necesidad de cirugía fue dada por complicaciones tardías similares a las reportadas en otras series, sangrado y extravasación. Núñez en su reporte presentó una tasa del 12%. La incidencia de sangrado tardío en trauma penetrante ocurre en el 23,5% de las lesiones grado 3 y 4 cuando se plantea el manejo conservador19,21,22. Velmahos reporta una tasa de nefrectomía del 35% en pacientes portadores de traumatismo renal penetrante que se exploraron por sangrado activo o hematoma en expansión25. CONCLUSIONES El trauma renal es una patología poco frecuente, predominantemente en varones y cuyo mecanismo traumático es en la mayoría de los casos cerrado. El tratamiento consiste principalmente en observación y reposo, excepto en los casos de trauma de alto grado asociados con inestabilidad hemodinámica donde la intervención quirúrgica es mandataria. TABLA 01. Características de los pacientes n=16 TABLA 02. Grado de trauma renal n=16 BIBLIOGRAFÍA 1. Baverstock R, Simons R, McLoughlin M. Severe blunt renal trauma: a 7-year retrospective review from a provincial trauma centre. Can J Urol 2001;8(5):13721376. 2. Meng MV, Brandes SB, McAninch JW. Renal trauma: indications and techniques for surgical exploration. World J Urol 1999;17(2):71-77. 3. Herschorn S, Radomski SB, Shoskes DA, Mahoney J, Hirshberg E, Klotz L. Evaluation and treatment of blunt renal trauma. J Urol 1991;146(2):274-276; discussion 276-277. 4. Kristjansson A, Pedersen J. Management of blunt renal trauma. 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TRATAMIENTO CON INSTILACIONES INTRAVESICALES DE AZOSULFAMIDA CON CIPROFLOXACINO VERSUS CIPROFLOXACINO EN LA CISTITIS CRONICA Néstor Avilés Martínez Silvia Acosta Flores Cesar Porro Gutierrez, Gilberto Tam Pow Sang, , Telmo Manyari Tello, Fernando Almonacid, , Jimmy Fernandez, Juan Carlos Ramos, Claudia Delucchi Lagos, Daniel Alban Moral Servicio de Urología, Hospital Hipólito Unanue, MINSA, Lima correspondencia: dr.nestoraviles@hotmail.com INTRODUCCIÓN Durante el periodo 2009 -2010 se realizaron diagnósticos de cistitis crónica a 108 pacientes atendidos en el consultorio de Urología del Hospital Hipólito Unanue. Se distribuyeron en 2 grupos, uno que recibió tratamiento con Ciprofloxacino y el otro en que además del tratamiento antibiótico se aplicaron instilaciones intravesicales con azosulfamida 1 vez por semana durante 7 semanas. Se comparó la clínica de los pacientes (disuria, poliaquiruria, urgencia, dolor hipogástrico) y los resultados en el examen de orina y urocultivo.del grupo control versus los que recibieron instilaciones con azosulfamida Palabras clave: instilaciones intravesicales, ITU, cistitis crónica ABSTRACT During the period 2009 -2010 There were chronic cystitis in 108 patients attending at the Hipólito Unanue Hospital. We divided into 2 groups, one received treatment with ciprofloxacin and the other, in addition to antibiotic treatment was applied intravesical instillations azosulfamida 1 time per week for 7 weeks. We compared the clinical course of patients (dysuria, poliaquiruria, urgency, lower abdominal pain) and results in urine or urocultivo between the two groups. During the period 2009 -2010 was chronic cystitis diagnosis of 108 patients treated at the urology clinic Hipolito Unanue Hospital Key words: intravesical instillations, UTI, chronic cystitis INTRODUCCION La infección urinaria es la enfermedad más frecuente del tracto urinario y la segunda infección más frecuente de la economía después de la infección de las vías respiratorias. Bacteriológicamente se define por la presencia de gérmenes en el aparato urinario, generalmente puesto en evidencia por su presencia en la orina. La incidencia de la infección urinaria varía en función del sexo y edad del individuo. En los lactantes, la incidencia es similar para ambos sexos. En el adulto, la prevalencia de 30 la infección urinaria es muy superior en la mujer, llegando 20% de la población femenina a padecer al menos una infección en su vida, entre 3-5% padece infecciones de repetición: el riesgo de padecer otra en 18 meses es del 28%, y si esto sucede el riesgo de una tercera es del 80% en el siguiente año. Con el incremento de la edad, el riesgo de padecer infecciones urinarias aumenta para ambos sexos, pero especialmente para la mujer. Entre los 60 y 70 años, la prevalencia en mujeres es del 20% y cuando superan los 80 años del 30% 10 Presentamos la experiencia favorable que tenemos en el tratamiento de infecciones urinarias crónicas con instilaciones intravesicales de Azosulfamida MATERIALES Y METODOS En un periodo de 12 meses del año 2009 al 2010 108 pacientes que acudieron a consulta externa con diagnóstico de cistitis crónica fueron sujetos de estudio retrospectivo en base a los resultados obtenidos en las historias clínicas. Los dividimos en 54 casos y 54 controles. Se les dio tratamiento de acuerdo al urocultivo con Ciprofloxacino 500mg vía oral, cada 12 horas por 7 días. Además a un grupo simultáneamente se les realizo instilaciones intravesicales con 15 cc de Azosulfamida (sin diluir) una vez por semana 31 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 por 7 semanas. Se denomino GRUPO CONTROL al que no recibió instilaciones. Se realizaron controles al inicio cero días (sin tratamiento), luego a los 30, 60 y 90 días, después de finalizado el tratamiento indicado. El diagnóstico fue clínico, con no menos de tres episodios de ITU en tres meses. Se evaluó disuria, poliaquiuria, urgencia y dolor hipogastrico y además se confirmó la infección urinaria con exámenes de orina completo y urocultivo RESULTADOS Del total de 54 pacientes estudiados se obtuvieron los siguientes resultados: En la tabla 1, observamos la edad de los pacientes CASOS, un predominio de pacientes entre 40- 50 anos (45%) seguido de los pacientes de 30-40 anos (30%) , en cambio en la tabla 5, donde se evalúa la edad de los controles , se observa también predominio de pacientes entre 40-50 anos(45%), seguidos por los de 30-40 anos (25%), lo que indica que los casos y controles tienen pacientes de grupos etarios semejantes, por lo tanto fueron comparables, para efectos de nuestro estudio. volvió a presentar leucocituria a los 90 días a pesar de que en un control anterior no presentaba ya leucocitos, es decir, hubo recidiva. Tabla 3. Resultado del Examen de Orina En la Tabla 4 , se evalúa la Clínica de la Infección Urinaria , se observa en el grupo CASOS que la disuria ,el 45% presento 4+,al inicio (día 0), y en el 10% persistió a los 30 días, la urgencia se presento en 25% en el día 0, y persistió en el 10% a los 30 días. El dolor hipogástrico de 35% el día 0, bajo a 5% al mes de tratamiento y la poliaquiuria de 35% el día 0, bajo a 5% a los 60 días de tratamiento En la Tabla No. 8 , se evalúa la Clínica de la Infección Urinaria , se observa en el grupo CONTROLES que la disuria ,el 45% presento 4+,al inicio (día 0), y en el 15% persistió a los 90 días , la urgencia se presento en 45% en el día 0 , a 2+ ,y persistió en el 10% a los 30 días. El germen más frecuentemente observado es el Escherichia coli (75%) Usualmente al mes ya disminuyen de manera significativa el numero de leucocitos y hematíes en el examen de orina ,solo se mantienen en los caso de leucocitos mayores de 50 por campo o de bacterias +++ El dolor hipogástrico de 25% el día 0 , persistió a 5% a los 90 días de tratamiento. La poliaquiuria de 35% el día 0, bajo a 5% a los 60 días de tratamiento, en la urgencia, disuria y poliaquiuria, hubo de 5 a 10% de recidiva a los 90 días de tratamiento. TABLA 01. Edad del paciente Se han mantenido de manera significativa el numero de leucocitos en el examen de orina hasta 90 días ,en los caso de leucocitos mayores de 50 por campo , y de bacterias ++ Tabla 8. Clínica de Infección Urinaria-CONTROLES La disminución de los síntomas es variable en el tiempo, de los cuales la poliaquiuria puede persistir hasta los 60 días después de iniciado el tratamiento, el síntoma que mas rápido desaparece es el dolor hipogástrico En la tabla 6 al evaluar los gérmenes hallados en el grupo CONTROL, observamos que el escherichia coli también predomina en un 75% , seguido por estafilococo epidermidis en un 15%. En la Tabla 7, donde se evalúa el Resultado del Examen de Orina en el grupo CONTROLES, observamos que del 40% de pacientes con 7- 50 leucocitos por campo; a los 30 días quedaban el 10% y a los 60 días sólo en 5%. Incluso se observa que entre los pacientes que presentaron leucocitos +100 por campo (10%) el día “0”, hubo un 5% que presentó 32 Tabla 7. Resultado del Examen de Orina-CONTROLES TTabla 4. Clínica de Infección Urinaria En la tabla 2, evaluamos los gérmenes hallados en el urocultivos de los pacientes CASOS, se obtuvo predominio de escherichia coli (75%), seguidos por estafilococo epidermidis y proteus sp con 10% cada uno. En la Tabla 3, se evalúa el Resultado del Examen de Orina ,del grupo CONTROL observando que los leucocitos predominan entre 51-100 por campo, en 45% Luego al mes baja a 5%, igual ocurre con los otros casos donde baja notablemente al mes, pero lo más importante es que no hay recidivas. Tabla 6. Gérmenes en Urocultivo-CONTROLES RESULTADOS de CONTROLES se observa mayor porcentaje de pacientes entre 30 - 50 años de edad (75%) Del total de 54 pacientes CONTROLES estudiados se obtuvieron los siguientes resultados Tabla No. 5. Edad del paciente-CONTROLES TABLA 02. Gérmenes en Urocultivo El germen más frecuentemente observado es el Escherichia coli (75%) Se observa mayor porcentaje de pacientes entre 30-50 años de edad ( 70%) La disminución de los síntomas es variable en el tiempo, y se observa que todos han persistido hasta los 90 días después de iniciado el tratamiento. 33 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 DISCUSION La infección alcanza el tracto urinario habitualmente por vía ascendente dato especialmente cierto para las enterobacterias como la Escherichia Coli. En el caso de la mujer, la vía ascendente explica la mayor frecuencia global de infecciones y su relación con la actividad sexual que se incrementa 40 veces más en la sexualmente activa. Estos datos están justificados por la uretra corta y colonización vaginal por gérmenes originarios en el colon. En el varón, por el contrario, la uretra es más larga y esto, junto con las secreciones prostáticas actúan de barrera a la colonización por gérmenes. 20 La cistitis se caracteriza por la presencia de disuria, polaquiuria, micción urgente (síndrome miccional), acompañados a menudo de dolor suprapúbico y orina maloliente y en ocasiones hematuria. La presencia de fiebre, dolor lumbar o puño percusión positiva indican infección del riñón (pielonefritis). Alrededor de un tercio de los pacientes con cistitis padecen una infección silente (colonización) del parénquima renal. Existe riesgo de afección renal subclínica en todos los varones y en las mujeres con cualquiera de las siguientes situaciones: embarazo, edad menor de 5 años, infección previa en el último mes, clínica de más de una semana de evolución, inmunodepresión, diabetes, insuficiencia renal, anomalía anatómica o funcional de la vía urinaria o infección por Proteus spp. 18 Las infecciones urinarias recurrentes se definen como al menos dos episodios de infección urinaria en 6 meses o tres o más infecciones en un año, esta recurrencia puede deberse a recidiva o, más frecuentemente a reinfección en meses distintos. Las infecciones urinarias recurrentes se clasifican según su patogenia en recidivas y reinfecciones El diagnóstico de la cistitis dado a través del sedimento de orina tomando la presencia de piuria definida como la detección de más de 10 leucocitos por mm³ de orina no centrifugada o de más de 5 leucocitos por campo en orina centrifugada y examinada con microscopio de 40 aumentos, tiene una sensibilidad superior al 95% en los pacientes con cistitis, por lo cual su ausencia obliga a considerar otro diagnóstico; el urocultivo en pacientes que presentan síndrome miccional, en la actualidad existe suficiente evidencia en la literatura como para considerar como positivo el hallazgo de más de 1.000 unidades formadoras de colonias por mililitro (10³ UFC/ml) en el urocultivo. El tratamiento de la infección urinaria es siempre 34 antibiótico con diferente agente en función del urocultivo y antibiograma su duración depende de la edad o presencia de complicaciones. En mujeres jóvenes con cistitis recurrente, siendo estas el grupo de estudio del presente trabajo, debe realizarse al menos en una ocasión un urocultivo. El tratamiento pude hacerse siguiendo tres estrategias. Cuando aparecen más de tres episodios de cistitis al año se pude utilizar profilaxis ya sea continua diariamente o tres veces por semana, utilizando nitrofurantoina, norfloxacino o trimetroprim. El tratamiento antimicrobiano profiláctico se encuentra indicado en casos de ITU recurrente y puede administrase de forma crónica (diariamente o tres veces por semana), de forma intermitente (cuando aparezcan los síntomas) o después del coito, si existe relación con éste. El antibiótico seleccionado se basará en la susceptibilidad del patógeno aislado en el último episodio. Ejemplos de regímenes incluyen: Norfloxacino (200 mg/d), ofloxacino (200 mg/d), ciprofloxacino (250 mg/d), cefalexina o cefradina (250 mg/d) o nitrofurantoína (50 mg/d) Medidas adicionales como la ingesta abundante de agua y realizar micciones frecuentes, especialmente después del coito, pueden ser beneficiosas La instilación vesical con Dimetilsulfoxido, única droga aceptada por la FDA americana, conlleva una importante mejora en la sintomatología de estos pacientes. Los tratamientos se realizan en ciclos de 6-8 instilaciones con periodicidad semanal y se pueden repetir tanto como sea preciso. 1 2 3 4 La mejoría clínica se aprecia a las 2-3 semanas de iniciado el tratamiento. Hay grupos de investigación clínica estudiando el posible efecto de la instilación con Bacilo de Calmette y Guerin (BCG), asociación en tratamiento con Elmiron y Atarax. 17, Es una práctica común de los urólogos evaluar profusamente estos casos tratando de buscar los factores predisponentes, se observa que una paciente que presenta tanta cronicidad presenta ya cambios anatómicos e histológicos que se evidencian en la cistoscopia como una uretrotrigonitis , o sea la inflamación crónica, con la presencia de “ empedrados” en la superficie de la mucosa, la cual explica porque las instilaciones intravesicales de Azosulfamida mejora estos cuadros debido a la acción directa de este antiséptico sobre las vesículas de la superficie vesical , estos son conglomerados de bacterias, generalmente Escherichia Coli, que permite su cronicidad ya que se protege por dos mecanismos, uno es que al estar en la superficie epitelial de las células transicionales, los antibióticos tomados oral o parenteralmente tendrán mayor dificultad para llegar a estos ya que el epitelio por definición es poco vascularizado dificultando así el pasaje de antibióticos hasta la superficie de la mucosa, además en la superficie ,se protege por la presencia de proteoglicanos, mucopolisacaridos o glicosaminoglicanos. Las instilaciones intravesicales para tratamiento de infecciones como la cistitis crónica no son frecuentes, hay trabajos reportados con gentamicina con resultados poco alentadores, sin embargo en nuestro servicio el uso de rutinario a durante años con azosulfamida en casos de uretrotrigonítis recidivante demostrada cistoscópicamente ha tenido resultados favorables Hemos tratado de validar nuestros resultados de este tratamiento de instilación con azosulfamida con evidencias que pueden ser evaluadas en las historias clínicas de nuestros pacientes estudiados en las que consta la mejoría del cuadro clínico y de laboratorio así como de las complicaciones e inocuidad del tratamiento. Con el presente trabajo aportamos a la comunidad médica en general un arma terapéutica efectiva para el manejo de la infección del tracto urinario bajo recidivante. De bajo costo, fácilmente realizable, poco invasivo, sin mayores complicaciones y que pueda ser usado en los servicios de Urología del país, incluso por médicos no especialistas, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. CONCLUSIONES El presente es un informe preliminar que evidencia que las instilaciones intravesicales con azosulfamida y ciprofloxacina disminuyen los síntomas y signos de cistitis crónica así también como de sus recidivas. No se presentaron mayores efectos colaterales y el germen más frecuentemente encontrado fue la E. coli (75%) de casos. BIBLIOGRAFIA 1. Capen CV.y col. Intraperitoneal spillage of formalin after intravesical instillation. Urology 1982;19(6):599601. 2. Fair WF. Formalin in the treatment of massive bladder haemorrhage. Urology 1974;III(5):573-6. 3. Fall M, Ureteral complications after intravesical formalin instillation. Journal of Urology 1979;122:160162. 4. Kalish M, y col. Papillary necrosis. Results of intravesical instillation of formalin. 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Presentamos los resultados de un grupo de pacientes con diagnostico de testículo intrabdominal tratados en forma videolaparoscopica a los cuales se le realizo el descenso en un solo tiempo con preservación del gubernaculum testis. Palabras clave: testículo intrabdominal Abstract For the treatment of intra-abdominal testis are essentially two variants described techniques for testicular descent into the scrotum without compromising the vascular supply of the same, in a single surgical time, or in two stages according to the technique of Fowler Stephens. We present the results of a group of patients diagnosed with intraabdominal testis treated in a laparoscopic to which the descent was performed in one time with preservation of the gubernaculums testis. Key words: intra-abdominal testis Cerca del 20 por ciento de los pacientes con anomalías del descenso testicular, presentan uno o ambos escrotos vacios (1) (2). En un intento por identificar la localización de dicha gónada se han realizado estudios ecografías, centellografias, TAC, hasta RMN con resultados poco satisfactorios (3). La videolaparoscopia a resultado ser el método de diagnostico y tratamiento de elección para el testículo intrabdominal (1) (4) (5) (6) De las variantes técnicas utilizadas diferentes estudios informan que los posibles complicaciones a larga data atribuible al manejo vascular hipotrofia y atrofia testicular, se presentan en menor nro. con la cirugía de fowller sthephes en dos tiempos (7), el objetivo del presente trabajo es presentar un grupo de paciente a los cuales se les realizo el descenso videolaparoscopico en un 36 solo tiempo quirúrgico con preservación del gubernaculum testis. MATERIAL Y MÉTODOS Realizamos un estudio prospectivo, analítico y longitudinal durante el período de enero de 2006 a diciembre de 2009, englobando 27 niños con edades comprendidas entre 6 meses y 12 años (edad media 16 meses) con diagnóstico de testículo no palpable y sometidos a laparoscopia. De los 27 niños, 25 presentaban testículo no palpable unilateral (92.6%) y 2 bilateral (7,4%) con un total de 29 testículos no palpables (20 del lado izquierdo y 7 del lado derecho). A 13 pacientes se les había realizado previamente una ecografía con un solo reporte de testículo cercano al orificio profundo. El diagnóstico de testículo no palpable fue evidenciado en el examen físico en la consulta y confirmado en la evaluación bajo anestesia general. El seguimiento de nuestros pacientes presenta una media de 38 meses (r18-54 meses), controlándose la posición y las características macroscópicas en todos ellos. En los pacientes en que no se evidencio la gónada en la 37 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 videolaparoscopia, no se realizo la exploración inguinal por no considerarla necesaria. RESULTADOS En las laparoscopias exploradoras efectuadas se hallaron 24 testículos intraabdominales (88.88%), siendo 20 de ellos de características macroscópicas normales, 2 hipoplasicos, y 2 atróficos. En 20 se realizó orquidopexia por laparoscopia en un solo tiempo con preservación del gubernaculum testis y en los otros 2 Fowler -Stephens- en dos tiempos por laparoscopia. En los 2 casos con testículos atróficos se realizó orquidectomia por laparoscopia. En ninguno se encontró atipia celular. En 5 casos el testículo no se encontró en la exploración videolaparoscopica, evidenciándose en 3 de ellos el conducto deferente y los vasos espermáticos a nivel del orificio inguinal, y en los 2 restantes amputación del deferente y ausencia de vasos cercanos al orificio profundo; en todos ellos se realizo fijación del testículo contralateral por vía escrotal. En el seguimiento clínico ecográfico, de las 22 orquidopexias por laparoscopia efectuadas se encontraron 21 testículos posicionados en la bolsa escrotal y 1 en el canal inguinal este con técnica en un solo tiempo, 19 de ellos de características macroscópicas normales y 3 hipoplásicos (2 de ellos ya eran macroscópicamente hipoplásicos en la laparoscopia exploradora y el agregado se opero en dos tiempos por Fowler-Stephens). No se constató ningún caso de atrofia testicular. DISCUSIÓN Los hallazgos laparoscópicos en el testículo no palpable encontrados en nuestra serie son muy semejantes a los descritos en la literatura (8). El hallazgo de vasos hipoplásicos entrando por el anillo inguinal está generalmente asociado a la ausencia de testículo o a la presencia de remanente testicular. Por este motivo, algunos autores cuestionan la necesidad de exploración inguinal en estos casos. Sin embargo, otros autores defienden la necesidad de exploración inguinal debido al riesgo de malignización 38 del parénquima testicular residual, presente en el 10% de los restos testiculares(9) En el seguimiento de las orquidopexias laparoscópicas realizadas, los resultados han sido satisfactorios, por lo que las dos técnicas quirúrgicas principales (orquidopexia laparoscópica en un tiempo con preservación del gubernaculum testis y Stephens-Fowler en dos tiempos) se consideran una buena opción terapéutica para el tratamiento de los testículos no palpables (5,9). En la actualidad se emplea la técnica de Fowler-Stephens laparoscópica en una o dos etapas, con tasa de éxito de 67-80% (10) pero también se usa para hacer disecciones extensas de los vasos espermáticos que permiten en la mayoría de los casos el descenso de la gónada al escroto, con tasa de éxito muy superior a lo obtenido con los otros procedimientos quirúrgicos (11). Probablemente es conveniente dividir a los testículos criptorquídicos de localización intra-abdominal en dos grandes grupos que permite decidir el tratamiento quirúrgico: 1. Bajos. Son aquellos que se encuentran a menos de dos centímetros del orificio inguinal (distal a los vasos iliacos) y que en el 100% de los casos es posible descenderlos hasta el escroto en un solo tiempo. BIBLIOGRAFIA 1. Baillie CT, Fearns G, Kitteringham L, Turnock RR. Management of the impalpable testis: the role of laparoscopy. Arch Dis Child 1998;79:419-422. 2. Moore RG, Peters CA, Bauer SB, Mandell J, Retik AB. 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CONCLUSION Durante la última década, la videolaparoscopia pediátrica ha evolucionado como método de estudio y tratamiento en todos sus niveles, siendo el de elección frente al escoto vacio. Hoy ya se plantea la ventaja de realizarla en casos que sea necesaria una disección amplia de vasos espermáticos y deferente para facilitar el descenso testicular y disminuir sus complicaciones. Creemos que la preservación del gubernaculum testis colabora en la disminución de complicaciones por daño vascular en el descenso laparoscópico testicular en un solo tiempo quirúrgico, evitando en algunos casos seleccionados la realización de otro procedimiento quirúrgico para su tratamiento. 39 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 CASO CLINICO RETENCION URINARIA POR TUMORACION QUISTICA HIDATIDOSIS PELVICA A PROPOSITO DE UN CASO Armando Campano Chire*, Fernando Diaz Gallegos**, George Manrique Sila* Servicios de Cirugía Oncológica * y Urología** Hospital Regional Honorio Delgado, Arequipa Correspondencia: : fdiazg6@yahoo.es INTRODUCCIÓN La hidatidosis es una enfermedad endémica en Perú. Es una zoonosis causada por las larvas del platelminto cestodo Echinococcus granulosus, que habitualmente asienta en hígado, pulmón, miocardio, cerebro y huesos. Es muy rara la presentación de estos quistes en el aparato génito-urinario y excepcionalmente los quistes hidatídicos originan manifestaciones urológicas. La hidatidosis en localizaciones no habituales puede causar problemas diagnósticos. Revisamos un caso de hidatidosis pelviana, asociado a retención urinaria, diagnosticada por ecografía y tomografía espiral multicorte, confirmada con serología, cirugía y anatomía patológica. Palabras claves: Hidatidosis pelviana, retención urinaria. ABSTRACT Hydatid disease is endemic in Peru. It is a zoonosis caused by larvae of the cestode tapeworm Echinococcus granulosus, which usually settles in the liver, lung, myocardium, brain and bones. It is very rare presentation of these cysts in the genito-urinary apparatus and exceptionally hydatid cysts arise urologic symptoms. Hydatid disease in unusual locations can cause diagnostic problems. We review a case of pelvic hydatid disease, associated with urinary retention, diagnosed by ultrasound and multislice spiral CT, confirmed by serology, surgery and pathology. o caprino es la principal actividad económica como los departamentos de Junín (53%), Lima (15%), Puno (11%), Cerro de Pasco, San Martín y Cusco. (1). El ciclo evolutivo comprende al huésped definitivo (carnívoro) con los parásitos adultos en el intestino delgado y el huésped intermediario (ganado) que presenta las formas larvarias en los tejidos. El hombre se infecta accidentalmente por la ingesta de huevos de Equinococcus presentes en los alimentos, agua, manos u otras fuentes contaminadas con materias fecales de los huéspedes definitivos. (1,2). Keywords: Echinococcosis pelvic, urinary retention. El presente caso reporta el cuadro clínico, exámenes auxiliares, radiográficos, tratamiento quirúrgico y seguimiento de un caso de paciente con hidatidosis pelviana. INTRODUCCIÓN DESCRIPCIÓN DEL CASO El quiste hidatídico es la enfermedad producida en los animales y el hombre por las formas larvarias del cestodo Equinococcus granulosus, de máxima incidencia en aquellas regiones donde la cría de ganado ovino, bovino Paciente de sexo masculino de 48 años de edad, natural de Nuñoa Puno, procedente de Puno, Perú, con un tiempo de enfermedad de 2 meses, de inicio brusco y curso progresivo, caracterizado por molestias urinarias (disuria, polaquiuria), 41 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 dolor pélvico irradiado a miembro inferior derecho, un mes antes aproximadamente se agrega episodios de retención urinaria que ceden espontáneamente en forma inicial, pero, que posteriormente requiere uso de Sonda vesical, también presenta dificultad para realizar deposiciones. Es diagnosticado como hipertrofia de próstata, clínica y ecográficamente y derivado a Urología, por lo que decide viajar a esta ciudad Antecedentes patológicos no contributorios. Paciente proviene de zona rural con actividad principal agropecuaria. Al examen físico: Presión arterial: 110/70 mmHg; frecuencia cardiaca: 80 por minuto; frecuencia respiratoria: 16 por minuto; temperatura: 37 ºC. Regular estado general, buen estado de hidratación, regular estado de nutrición. Portador de sonda Foley, la cual esta permeable, orinas claras. Abdomen: algo distendido, blando, depresible, doloroso en hipogastrio, se palpa con dificultad masa en hipogastrio a predominio izquierdo, RHA presentes. Tacto rectal: se palpa próstata discretamente aumentada de tamaño grado I-II consistencia conservada, tumoración retrovesical y supraprostática de 6x7cm de consistencia fibrosa, a tensión. El resto del examen físico dentro de límites normales. Exámenes de laboratorio: Hemoglobina: 16,3. Hemograma: leucocitos, 5300/mm3; abastonados, 0%; segmentados, 75%; linfocitos, 21%; eosinófilos, 2%; monocitos, 2%. Glucosa, 74 mg/dL; creatinina, 0,76 mg/dL. Grupo sanguineo: B (+). TC: 7’, TS: 1’30’’ Examen de orina: color: amarillo, ligeramente turbio, densidad: 1020, Ph 5, proteinas (-), sangre: +++. Leucocitos: 1-2 por campo, hematíes 30-40 por campo. PSA: 2,5. Serológicas y AgHBs, no reactivos. Elisa para hidatidosis: positivo. Exámenes por imágenes: Rx. de tórax: Pulmones dentro de límites normales. 42 Se realizó fenestración de quiste, extracción de germinativa y vesículas hijas, recambio con solución salina saturada y taponamiento con epiplón mayor. Se deja dren tubular en la cavidad quística, sonda uretrovesical doble vía. Ecografía renal y prostática: 27-07-2009 A nivel paravesical izquierdo se aprecia masa anecoica tabicada. Glándula prostática de bordes y superficie definida de eco estructura homogénea mide 51x46x29mm, volumen 34cc. Peso 30gr. Conclusión: Hipertrofia prostática grado I. Riñones ecográficamente normales. Masa quística paravesical. Retención vesical de 25%. TEM ABDOMINO PELVICA Luego de la cirugía, el paciente recibió tratamiento con Ceftriaxona: 1 g, cada 12 horas, por una semanas, y albendazol, 400 mg, cada 12 horas. EVOLUCION Y SEGUIMIENTO El paciente permaneció en nuestro servicio 9 días; en el tercer día se le retiró la sonda vesical y el paciente pudo miccionar sin complicaciones. El volumen del drenaje tubular fue disminuyendo con los días, se retira al octavo día. Además de la mejoría en la micción, la sintomatología de la constipación fue desapareciendo durante su hospitalización. Quiste de bordes calcificados en el lóbulo hepático derecho (54mm de diámetro en segmentos VII y VIII). DISCUSIÓN Quiste multitabicado en espacio retrovesical, considerar hidatidosis (10cm de diámetro, con múltiples tabiques en su interior, pared delgada). La hidatidosis en el tracto urinario es poco común, representando el 2 a 4% de todos los casos. (3) Y solo el 0,1 a 0,5% de todos los quistes hidatídicos se presentan de forma pelviana. (4). TRATAMIENTO Se toman todas las medidas preventivas para evitar la posible diseminación del quiste hidatídico, como el tratamiento médico profiláctico con albendazol antes de la cirugía, luego del cual ingresa al servicio de cirugía oncológica donde se realizó laparotomía exploratoria. Los hallazgos operatorios fueron: quiste hidatídico 15x20cm localizado en pelvis mayor y menor en intima relación con vejiga y recto, adherencias de epiplón mayor y asas intestinales delgadas. Quiste presenta múltiples vesículas hijas. Quiste hidatídico retrovesical Esta forma de hidatidosis suele manifestarse clínicamente con sintomatología urinaria inespecífica (5,6) como disuria, polaquiuria, tenesmo e incluso retención urinaria. (7,8). Ocasionalmente (no más del 15% de las hidatidosis retrovesicales) pueden fistulizarse sobre todo a la vejiga o algún órgano adyacente (como vagina o colon). Cuando existe una fístula quistovesical, la presencia de hidatiduria (orina con material gelatinoso y la presencia de «pellejos de uva») es patognomónico de quiste hidatídico fistulizado a la vía urinaria. (9). Es difícil el diagnóstico de hidatidosis retrovesical. En nuestro medio hay que tener la sospecha clínica basada en los antecedentes epidemiológicos (10) (ocupación y lugar de procedencia), antecedentes personales (cirugía abdominal o pélvica por hidatidosis), la sintomatología hace difícil el diagnóstico temprano por el lento crecimiento que tiene el quiste, pasando muchos años en condición de asintomático hasta que se presentan síntomas inespecíficos (irritativos u obstructivos). El diagnóstico se complementa con la serología, aunque su sensibilidad (88–96%) y especificidad (95-100%) varían por la localización hidatídica, (2,11) se producen falsos positivos por reacción cruzada con otros parásitos; dentro de las técnicas de imágenes, la ecografía es la llave diagnóstica en casos de quistes hidatídicos y la TAC es útil cuando el diagnóstico está en duda o para determinar la relación con otros órganos adyacentes, (12) además se basa en reconocer estructuras propias del parásito (líquido, arenilla, membranas y vesículas hijas) y/o la adventicia configurando, de acuerdo al momento biológico características de los quistes hidatídicos. (13). A pesar de esta baja frecuencia a nivel urinario, el conocimiento de estas características radiológicas antes mencionadas nos permitirá realizar un diagnóstico diferencial, sobre otro tipo de lesiones quísticas de mayor frecuencia, principalmente a nivel renal. La hidatidosis es una entidad rara en la localización urinaria, siendo la hidatiduria un signo clínico específico para esta patología, la cual no se presentó en nuestro caso, en donde las características epidemiológicas y la imagenología adquieren importancia en el diagnóstico presuntivo y la conducta a seguir. El tratamiento de esta entidad suele ser quirúrgico en la mayoría de los casos con la resección del quiste, aunque en ocasiones por las características del quiste o la situación clínica del paciente se decide una actitud conservadora y tratamiento farmacológico con benzimidazoles, en especial el albendazol, que actúa inhibiendo el transporte de glucosa. En este caso se decidió el tratamiento quirúrgico de la hidatidosis retrovesical, recibiendo previamente albendazol a dosis de 10 a 14 mg/kg/d con el fin de esterilizar el quiste y de esta manera evitar la diseminación durante el acto quirúrgico. (14). 43 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS retroperitoneal hydatidosis: Clinical study of 10 cases and literature review. J Urol 1998;159:76-82. 1. Bustíos C, Uribe R, Vargas G, Mayurí C. Quiste hidatídico hepático asociado a hipertensión portal. Rev Gastroenterol Per. 1999;19 (4). 8. Henríquez R, Bravo J, Gómez María. Quiste hidatídico retrovesical: localización única. Rev Chil Urol 1992;56(2):86-89. 2. Larrieu E, Belloto A, Arámbulo P, Tamayo H. Echinococcosis quística: epidemiología y control en América del Sur. Parasitol Latinoam 2004;59:82-89. 9. Pintor E, García P, Moral J.M, Barbosa J. Resolución espontánea de un quiste hidatídico retrovesical. Enferm Infecc Microbiol Clin 2004;22:246-247. 3. Ozbey I, Aksoy Y, Polat O, Atmaca AF, Demirel A. Clinical management of hydatid disease of the urinary tract. J Int Med Res 2002;30(3):346-352. 10. 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Moguillansky S, Giménez R, Villavicencio R. Radiología e imagen diagnóstica y terapéutica - Abdomen. Tomo 2. Lippincott Williams & Wilkins. 1999:47-72. CASO CLINICO URETROPLASTIA CON CONDUCTO ILEAL EN ESTENOSIS DE URETRA POSTERIOR COMPLEJA Renán J. Otta-Gadea*, Edwin F. Torres-Alvarado*, Giovanni Falconi-Gálvez*, Willy Ramos** Servicio de Urología Hospital Dos de Mayo Lima*. Instituto de Investigaciones Clínicas. Facultad de Medicina. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima** Correspondencia: renanjael@hotmail.com INTRODUCCIÓN Reportamos dos casos clínicos de estenosis de uretra posterior compleja consecuencia de traumatismo, a los cuales se realizó como parte del tratamiento una uretroplastía con conducto ileal. Describimos esta técnica por no haberse reportado previamente en la literatura, pudiendo constituirse en una alternativa al manejo convencional ABSTRACT Two case report with posterior urethral stenosis complex consequence of traumatism, as part of the treatment was conducted with a urethroplasty ileal conduit. We describe the technique because not finding similar work in the bibliography, being able to be constituted in an alternative to conventional managing. Palabras clave: Uretroplastía, conducto ileal, estenosis de uretra. INTRODUCCIÓN La estenosis o estegnosis (del griego στένωσις, “contraído”) define a la estrechez o el estrechamiento de la luz de un orificio o conducto. La uretra es el conducto distal único de la vía urinaria por donde discurre la orina, la cual muestra diferencias en función y longitud de acuerdo al sexo; por esta razón, se observa primordialmente estenosis en uretra masculina. Dependiendo de su localización, se divide anatómicamente en dos porciones: a) uretra anterior, que incluye la uretra esponjosa (navicular, pendular y bulbar) y b) uretra posterior que incluye la uretra membranosa y la prostática. Las causas de estenosis de la uretra han cambiado en el tiempo, anteriormente la causa de mayor frecuencia era inflamatoria, luego se produjo un aumento del tipo instrumental, y actualmente existe un incremento por 44 traumatismo uretral(1,2,3). Para el tratamiento, 500 años antes de Cristo, Susruta recogía en el Ayurveda hindú los intentos de manejo de las estenosis uretrales con dilatadores graduados hechos de metal o de madera. Díaz en 1588, describía su instrumento cisorio para tratamiento de las “carnosidades” de la uretra (un inicio de la uretrotomía interna)(4). En la actualidad cuando se produce una estenosis de la uretra, hay diferentes técnicas para su resolución, las cuales serán seleccionadas de acuerdo a su localización, tamaño, número y complejidad(5). En el manejo quirúrgico de la estenosis de uretra posterior, está indicada la uretrotomía interna o anastomosis termino-terminal en estenosis de corta longitud, mientras que el uso de colgajos o injertos es mandatario en estenosis grandes y complejas. Los colgajos y/o injertos, pueden ser conformados como parches (onlays) (dorsal, ventral, lateral) o tubularizados(6). Para injertos se ha probado distintos materiales: sintéticos u orgánicos, homólogos o autólogos. Entre los sintéticos destaca el uso de silicona, polietileno, ácido poliglicólico etc(7). Dentro los orgánicos homólogos, la duramadre liofilizada a mostrado pobres resultados a no ser que se use como “onlay” pequeño, se desaconseja su uso además por el riesgo de transmisión de virus de encefalopatías; tampoco la uretra humana crioconservada ha respondido a las expectativas despertadas inicialmente. Entre los materiales autólogos figuran una serie de tejidos o estructuras que no han resistido el paso del tiempo, como son los segmentos de vena safena o la vaginal testicular en injerto libre (de 45 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 resultados imprevisibles), o el apéndice y el uréter; en tanto que otros se han ido consolidando: la piel genital en forma de colgajos vascularizados o en injerto libre y la mucosa vesical u oral(8-12). Cuando la lesión afecta la uretra posterior, de gran longitud, con disrupción compleja y compromiso de esfínter uretral, pensamos que la mejor técnica seria una sustitución de tipo tubular. Para esto debe determinarse si se usará un colgajo de piel o un injerto; el tipo de abordaje (Transanorectal o abdominal) con pubotomía o pubectomía. En el presente reporte presentamos dos casos clínicos de estenosis de uretra posterior compleja, en los cuales se utilizó un segmento intestinal para el tratamiento, debido a que no se ha descrito esta técnica aún en la literatura revisada. REPORTE DE CASOS CASO 1 Paciente varón de 40 años de edad, que sufre accidente de transito con traumatismo de pelvis, presentando uretrorragía y retención urinaria. Ingresa a sala de operaciones (22/03/06) con el diagnóstico inicial de fractura inestable y traumatismo de uretra posterior. Los hallazgos operatorios confirmaron la existencia de fractura conminuta de ramas de pubis con desplazamiento de astillas óseas, ruptura de cara anterior de la vejiga, desmembramiento de la unión vesico-prostática, con ruptura total de uretra posterior. Técnica quirúrgica: realineamiento primario de uretra mas cateterización con sonda Foley en uretra nº 20 Ch, rafia de vejiga y talla vesical con fijación externa de pelvis. En el post-operatorio de control se realiza una uretrocistoscopia (18/08/06), ingresando hasta 8 cm del meato uretral, confirmándose estenosis de uretra. La uretrocistografía retrógrada y cistografía por talla vesical, muestran una estenosis desde la uretra anterior hasta la uretra posterior, vejiga pequeña, mala apertura del cuello vesical y de la uretra prostática (a pesar de maniobras de Valsalva). Se intenta medir la longitud de la estenosis uretral con Beniques la cual es frustra por no localizar el orifico del cuello vesical, probablemente como consecuencia de fractura de las ramas isquio-pubianas que conforman el anillo óseo pélvico (Figura 1). De acuerdo a lo anteriormente expuesto, el paciente es diagnosticado de esclerosis de uretra anterior/posterior y reintervenido (13/11/2006). 46 FIGURA 1: Estenosis uretral. 1A) Uretrocistografía retrograda. Cistografía por talla vesical. 1C) Maniobra con Beniques 1B) Se realiza incisión mediana infraumbilical y se diseca por planos hasta cavidad abdominal. Se procede a liberar 30 cm de íleon a partir de 20 cm de válvula ileocecal, se restablece continuidad intestinal con anastomosis termino terminal en dos planos: primer plano: cara posterior con catgut crómico 3/00 puntos surget simple y cara anterior Connel; segundo plano: con seda negra 3/00 puntos de Lember, sierra brecha mesentérica. Del conducto ileal de 30 cm se procede a: 1) Liberar peritoneo visceral del mesenterio del conducto ileal por ambas caras (para tener mayor longitud del pedículo). 2) Dejar intacto un segmento intestinal de su porción distal de 12 cm, 3) Aperturar por el borde antimesenterico del segmento intestinal de 10 cm, y 4) Resecar de la porción proximal del conducto ileal (Borde mesentérico) un segmento intestinal de 8 cm (Figura 2). Luego se realiza apertura longitudinal de la vejiga que inicia a nivel del cuello vesical y se continúa por toda la cara anterior. Se realiza pubotomía. Luego se procede a la tunelización del sitio donde se localizará la neouretra, que va desde el cuello de vejiga (Pasando por la cara ventral subdérmico del pene) hasta 6 cm del meato uretral. Para la ampliación vesical y plastilla del cuello vesical se procede a: 1) Suturar el parche intestinal a la cara anterior de la vejiga (Figura 2) con ácido poliglicólico 3/00 puntos surget simple. 2) Anastomosis de la plastilla del cuello vesical (que esta formada por el cuello vesical estenosado más la ampliación con el parche intestinal) con el conducto ileal usando ácido poliglicolico 3/00 y puntos separados. El conducto es pasado en forma isoperistáltica, se realiza una incisión transversal en cara ventral del pene, y se anastomosa con la uretra previa espatulación con ácido poliglicolico 4/00. Se deja talla vesical con sonda Foley 18 Ch y se cateteriza neouretra con sonda Foley siliconizada 14 Ch (Figura 2). Durante su estancia hospitalaria el paciente presentó una FIGURA 2: Uretroplastía con conducto ileal- 2A) Preparación del conducto ileal. 2B) Técnica quirúrgica. 2C) Anastomosis Uretraileal. 2D) Ampliación de vejiga. 2E) Sutura incisión de cuerpo del pene. Dos de Mayo; se le solicita análisis pre-quirúrgico y cistouretrografía, confirmándose el diagnóstico de estenosis de uretra posterior compleja y litiasis vesical. Es intervenido el 12 de marzo del 2007, la técnica quirúrgica fue la siguiente: a) Incisión mediana infra-umbilical. b) Disección por planos hasta cavidad abdominal. c) Liberación adherencia intestinales. d) Liberación de 15 cm de íleon a partir de 30 cm de válvula ileocecal. e) Restablecimiento de la continuidad intestinal con anastomosis termino-terminal en dos planos (Primer plano: cara posterior con catgut crómico 3/00 puntos surget simple y cara anterior Connel; segundo plano: con seda negra 3/00 puntos de Lember), sierra brecha mesentérica. fístula vesico-cutánea en el día post quirúrgico 14 que cede cuando se cambia talla vesical por sonda Foley Nº 22 Ch. Se retira la sonda de la uretra en el post quirúrgico 44, presentando el paciente continencia, disfunción sexual eréctil (Esta última presente desde el traumatismo de pelvis). Se le realiza uretrocistrografia retrograda de control, evidenciándose estenosis en la unión del conducto ileal y la uretra (Figura 3A). El paciente en su evolución refirió disminución del diámetro del chorro urinario (Figura 3B), y para su tratamiento, el propio paciente se cateteriza con sondas Nelaton 14 al 16 sin dificultad. Actualmente paciente ya no se dilata y refiere buen chorro urinario. FIGURA 3: 3A). Micción voluntaria del paciente 3B) Uretrocistografía retrograda de control Del conducto ileal de 15 cm se procede a: 1) Liberar el peritoneo visceral del mesenterio del conducto por ambas caras (Para tener mayor longitud del pedículo) dejándose intacta la porción distal del segmento intestinal de 10 cm. 2) Resecar de la porción proximal del conducto ileal (por el borde mesentérico) un segmento intestinal de 5 cm (Figura 4). 3) Realizar una incisión a nivel del rafe medio del escroto identificando uretra proximal sana para espatulación. 4) Realizar pubectomía para mejor visualización de espacio retropúbico. 5) Remover el tejido fibrótico consiguiendo un túnel para la anastomosis del conducto ileal isoperistáltico, a nivel de cuello vesical con poliglicólico 3/00 puntos separados, y anastomosis con uretra con ácido poliglicólico 4/00 puntos separados. 6) Dejar talla vesical con sonda Foley 18 Ch. 7) Cateterizar neouretra con sonda Foley 16 Ch. Durante la estancia hospitalaria paciente cursa en el día post quirúrgico 12 con seroma y dehiscencia de sutura de pared. Se retira la sonda de la uretra en el post quirúrgico 21, presentado buen chorro urinario y continencia. La uretrocistrografía retrograda de control (Noviembre 2007) no mostró estenosis (Figura 4). Actualmente paciente se encuentra estable y con buena evolución FIGURA 4: 4A) Esquema del conducto intestinal. 4B) Uretrocistografia retrógrada: se evidencia vejiga, conducto intestinal (por la valvas intestinales) y anastomosis con la uretra (durante el llenado). 4C) Uretrocistografía retrógrada durante la micción espontánea del paciente. CASO 2 Paciente varón de 19 años de edad, que refiere haber sido intervenido quirúrgicamente en otro hospital en dos ocasiones. La primera en el año 2001 por accidente de transito, realizándose una laparotomía exploratoria de emergencia, rafia intestinal y talla vesical; es dado de alta con los diagnósticos: traumatismo intestinal, vesical y de uretra con fractura de pelvis. La segunda, fue reintervenido en el 2003 por estenosis de uretra posterior, no refiere técnica quirúrgica de uretroplastia, pero fue frustra. El paciente acude al Servicio de Urología del Hospital 47 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 DISCUSIÓN Las lesiones de la uretra prostática-membranosa y lesiones complejas no son frecuentes(3) Pratap y col. (13) definieron en su trabajo disrupción o lesión de uretra posterior compleja como una estenosis con extensión mayor de 3 cm asocianda a fístula perineal o rectal, cavidades periuretrales, falsas vías, apertura del cuello de vejiga, o reparación fallida. La esclerosis se define como estenosis uretral de más de 5 cm de longitud, con un evidente espongiofibrosis profunda(14). Nuestros pacientes fueron catalogados según estas definiciones como lesión posterior compleja o esclerosis de la uretra, estas cuya reparación implica la realización de uretroplastía. Para la uretroplastía en lesiones de uretra posterior, algunos autores están a favor del abordaje abdominal transpúbico perineal(13), refiriendo un procedimiento seguro con mínimas complicaciones de continencia e impotencia; otros autores están a favor del abordaje sagital posterior transanorectal en posición de navaja Sevillana(15,16), con buena exposición, refiriendo que evita el daño neurológico a los plexos sacros ubicados lateralmente y disminuye el índice de impotencia e incontinencia. Nosotros preferimos en estos pacientes el abordaje abdominal con incisión perineal anterior o pene, debido a que el paciente se encuentra en decúbito dorsal y en litotomía lo que permite: a) El uso de injerto de mucosa oral o de vejiga en caso de ser necesario. b) Apertura del abdomen, y como en estos casos un conducto intestinal c) Evaluar y reparar alguna alteración de la vejiga, como la que se presentó en el primer paciente. Sobre el mejor tratamiento en los casos de trauma uretral posterior, para el manejo inicial algunos están a favor de realineamiento primario inmediato, pudiendo ser: endoscópico, abierto o mediante el uso de sondas magnéticas(17). Las complicaciones más frecuentes son la estenosis (66-100%), incontinencia (20%) e impotencia (2.562%). Cuando el manejo es diferido, algunos autores prefieren sólo realizar una cistotomía suprapubica de urgencia, con menor grado de incontinencia (1.7%) e impotencia(11%) (15,18); otros autores refieren que esta maniobra produce fibrosis extensa y estenosis larga debido al hematoma disecante en la pelvis. Nuestros pacientes presentaron estenosis compleja después del tratamiento inicial de talla vesical y realineamiento primario en el primer caso, y falla de la uretroplastia en el segundo caso. La literatura refiere que para una reintervención se debe diferir por lo menos 48 de 3 a 6 meses, pero aún así es un reto, por el riesgo de complicaciones intraoperatorias de sangrado, lesión de órganos adyacentes, secuela de reestenosis, impotencia e incontinencia(19). Nosotros preferimos esperar para la reintervención más de 6 meses antes de intentar la plastia uretral Al plantear la técnica quirúrgica más adecuada para estos pacientes encontramos como primer problema el tipo de uretroplastía a realizar: Diversos autores apoyan la frase de Turner-Warwick: “No hay mejor sustituto de la uretra que la propia uretra”, esto es una anastomosis termino terminal con un éxito a 90%(4,20). El problema radica en que produce incurvamiento del pené cuando la longitud de la estenosis es grande, como son las lesiones de nuestros pacientes. Mehrsai(21) en su trabajo concluye que la uretroplastía tubular con mucosa bucal es un procedimiento fácil, de buenos resultados y que puede ser usado en pacientes con uretroplastías anteriores fallidas. Piana(22) refiere buenos resultados con una combinación de injerto mucosa bucal para el plato uretral y colgajo de piel para terminar el conducto de la neouretra en un solo tiempo quirúrgico, utilizando las ventajas de ambos métodos: tubulizado por doble parche onlay. Por lo descrito decidimos usar una plastía tubular. El segundo problema en los pacientes con traumatismo de uretra posterior compleja y estenosis de cuello de vejiga, es que al realizar un injerto tubular, podría comprometerse la continencia urinaria. Cualquier procedimiento reparador sería anastomosado a nivel del cuello vesical previa plastía en su porción proximal y una anastomosis distal a la uretra pendular, esta neouretra haría un puente a los esfínteres interno y externo de la uretra prostática. La solución sería colocar un esfínter artificial en la misma cirugía o diferido, este último procedimiento es muy caro para la población de pacientes que atendemos, además uno de nuestros pacientes presentaba lesiones vesicales conjuntas, lo cual haría muy difícil esta técnica. También se describe colocaciones de Sling periuretral masculino, en pacientes con incontinencia post-prostatectomia radical o adenomectomia(23,24). En estos pacientes pensamos si tuvieran un injerto tubular, y la colocación Sling entre el tejido del injerto y el lecho quirúrgico, pondría en riesgo y la vitalidad de dicho injerto. Sobre el injerto tubular, se refiere que injertos de piel tubulada producen una contracción en un 50%, mientras que en los injertos de mucosa oral y vesical tubulada se produce contracción en 10% de su longitud. Nosotros preferimos usar colgajo para asegurar una buena irrigación, debido a esto no podemos usar mucosa de boca o vejiga quedando el uso de colgajo de piel, pero esta produce mucha contracción. Otra estructura que se utiliza en Urología para la sustitución y reparación es el intestino, que nos da dos peculiaridades: teóricamente se comporta como un colgajo y es tubular. Nosotros usamos conducto intestinal ileal en estos pacientes por lo siguiente: a) Permite usar una parte del intestino como parche ileal de la vejiga para ampliación vesical. b) Uso en plastía de cuello (Anastomosis con el conducto ileal). c) Uso del conducto ileal como neouretra. d) El conducto ileal aporta el mecanismo de continencia, por los pliegues mucosos redundantes que cierran el orificio del conducto intestinal. e) Por la amplia experiencia del servicio de Urología del Hospital Nacional Dos de Mayo en procedimientos con intestino delgado (Neovejigas, ampliaciones vesicales, derivaciones no continentes etc). En estos pacientes no se esperaba desequilibrios hidroelectrolítico y acido-base que se presentan por el contacto de la orina con la mucosa intestinal debido a su corta longitud, que se utiliza el segmento para tránsito y no para almacenamiento; además, la literatura describe alteraciones de la mucosa intestinal ileal como atrofia de las vellosidades con aumento de longitud de criptas(25). En nuestra revisión encontramos uretroplastia con segmento intestinal pero de conducto rectal, en dos casos, descrito por Landa y Espinosa. Landa et al(15) en su revisión de uretroplatía por abordaje sagital posterior trans-anorectal, menciona la utilización de colgajo de recto, refiriendo que puede ser una alternativa cuando se necesita segmento largos, teniendo ellos una evolución regular (Pacientes que radiologicamente o endoscopicamente tienen estenosis leve, incontinencia rectal y urinaria leve, disfunción sexual eréctil, pero que no requieren operación). Espinosa(26) menciona un caso semejante de colgajo rectal pero con evolución tórpida. Nosotros no pensamos en la utilización de recto debido a que sus pedículos vasculares son cortos y de mayor diámetro como segmento total en comparación con el íleon. La evolución de los casos reportados ha sido buena(15). Pensamos que esta técnica puede ser útil cuando se plantea en un solo procedimiento quirúrgico, reparar una lesión uretral posterior compleja con plastilla de cuello y/o ampliación vesical. Es necesario realizar estudios prospectivos con mayor número de pacientes con la finalidad de determinar la eficacia y seguridad de esta técnica quirúrgica. BIBLIOGRAFÍA 1) Smith P, Kaisary A. Late results of optical urethrotomy. J Royal Soc oMed 1984; 77: 105-8. 2) Basurto B, Pacheco G et al. Experiencia en el manejo de la estenosis de uretra posterior. Rev Uro Mex 2001; 61: 278-83 3) Hosam S. Al-Qudah. Et al Extended Complications Of Urethroplasty. 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Rev Mex Urol 2005; 65: 221-5. 12) Gómez R, Marchetti P, et al. Reconstrucción Uretral Empleando Injerto De Mucosa Bucal. Rev Chi Uro 2006; 71: 102-7. 13) Pratap A, Agrawal CS, et al. Complex posterior urethral disruptions: Management by combined abdominal transpubic perineal urethroplasty. J Urol 2006; 175: 1751-4. 14) Guzmán E. Monnerat R et al. Utilidad de la uretrostomia perineal enla estenosis de uretra complicada. Rev Mex Urol 1998; 58: 201-5. 15) Landa J, Menesses J. Experiencia en el manejo de estenosis de uretra posteior complicada por abordaje sagital posterior trananorectal. Rev Uro Mex 2005; 65: 49 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 CASO CLINICO 33-44. 16) Baeza H, Real G. Et al. Origen y evolución del acceso sagital posterior para el manejo de las malformaciones anorrectales y su aplicación en otras entidades. Bol Med Hos Inf Mexi 1997; 54: 98-105. 17) Arias J. Traumatismo de Uretra. Resúmenes de la X Jornada Peruana de Urología (4-6 agosto 2005). Rev Peru De Uro 2005; 15: 80-5. 18) Chabert Ch. Early or Late: The management of posterior urethral injuries. Trauma Grapevine 2004; 3: 57-64. 19) Chapple C. Urethral injury. BJU International 2000; 86, 318-26. 20) Ortiz G, Vicente P et al. Resultado a largo plazo de la uretroplastia término-terminal. Actas Urol Esp 2005; 29: 499-505 21) Mehrsai A, Djaladat H, et al. Buccal Mucosal Graft in repeat Urethroplasty. Urol J 2005: 2: 206. 22) Piana, M; Favre G. Et al. Reconstrucción de toda la circunferencia uretral combinando injerto de mucosa bucal y colgajo de piel de pené. Rev Arg de Urol 2005; 70: 86-96. CÁNCER DE TESTÍCULO CON METÁSTASIS A ESTÓMAGO 23) Ríos L, Tonin R et al. Male perineal sling with autologous aponeurosis and bone fixation – Description of a technical modification. International Braz J Urol Vol 2003; 29: 524-7. Néstor Avilés Martínez, Silvia Acosta Flores, Genaro Lujan Zavaleta*, Marlene Flores**, Cesar Porro Gutierrez, Gilberto Tam Pow Sang, Telmo Manyari Tello, Fernando Almonacid, Jimmy Fernandez, Juan Carlos Ramos, Claudia Delucchi Lagos Servicios de Urología, Gastroenterología* y Anatomía Patológica** Hospital Nacional Hipólito Unanue, Lima 24) Schall C, Costa R, Et al. Longitudinal Urethral Sling With Prepubic And Retropubic Fixation For Male Urinary Incontinence. International Braz J Urol 2004; 30: 307-12. 25) Salinas S, Valer C. Et al. Cambios estructurales en la mucosa ileal de los conductos urinarios. Actas Urol Esp 2000; 24: 659-63. 26) Espinosa Ch. Reconstrucción uretral por vía transrectal sagital posterior. Rev Mex Urol 1997; 57:16-9. Correspondencia: dr.nestoraviles@hotmail.com INTRODUCCIÓN Se reporta el caso clínico de un paciente varón de 25 años, que ingresa al hospital por un cuadro de Hemorragia digestiva alta, en el cual los estudios indican una metastasis gastrica de un cáncer de testículo. Palabra clave: seminoma, hemorragia digestiva alta, cancer de testiculo ABSTRACT We are reporting a case of a 25 .year old male, who enters the hospital because of a digestive hemorrhage, whom the studies indicate methastasic gastric lesion from testicle cancer. Key word: seminoma, digestive hemorrhage, testicle INTRODUCCION La enfermedad metastásica que involucra sistema digestivo es muy infrecuente y puede resultar en hemorragia gastrointestinal. La incidencia de cáncer testicular es de 3-5 casos por 100.000 habitantes. Es el tumor más frecuente en varones de 20 a 35 años. El aumento de tamaño del testículo o la aparición de una masa testicular dolorosa representan el signo clínico más habitual al diagnóstico (70-90%). La mitad de los pacientes presentan enfermedad metastásica al momento del diagnóstico, sin embargo el involucro gastrointestinal es extremadamente raro. El paciente había presentado 2 meses antes del ultimo ingreso un cuadro de pancreatitis y hemorragia digestiva por lo que se había realizado endoscopia alta en la que se encuentró Lesiones sésiles erosionadas D/C Adenoma Vs Malformación vascular. Se tomó muestra para estudio patológico. Se realiza el tratamiento de endoligadura tras lo cual se le da de alta. Al examen físico se encuentra Paciente en AREG, AREH, AREN, paciente se observa adelgazado con palidez marcada de piel y mucosas. No se palpan ganglios axilares ni inguinales Tórax : No contributorio. CV: Ruidos cardiacos taquicárdicos , no soplos. Abdomen: Plano, no dolor a la palpación no se palpan masas no circulación colateral, no ascitis, RHA presentes. Genitales externos: Se observa tumoración de aproximadamente 10 cm de diámetro al parecer dependiente de testículo derecho, móvil, no doloroso a la palpación. Figura 1.y 2 Ampliando la anamnesis el paciente refirió que empezó a notar aumento del volumen testicular desde casi 1 año antes al ingreso actual REPORTE DE CASO Paciente varón de 25 años, natural de lima, que acude por Emergencia del hospital con un tiempo de enfermedad de 3 días en cuales presenta malestar general, dolor abdominal tipo cólico de moderada intensidad en forma difusa a predominio de epigastrio que se incrementa con la ingesta de alimentos. Además debilidad y palidez marcada 50 Figura 1 Figura 2 51 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Exámenes de laboratorio: BIBLIOGRAFIA Hemograma: Leucocitos 10,700 bandas 00. Hb. 4.75 g/l. Hto. 14.7 % Plaquetas. 432,0 Perfil Hepático: Bill. Total: 2,76 BD: 2.15 BI: 0,61 Alb: 3,70 Glob: 3.07. Rel. Alb/ Glob. 1.20. TGO: 46. TGP: 32. Fosfatasa alcalina: 597Glucosa: 120. Urea: 47. Creatinina: 1.63 Electrolitos: Sodio: 142.4, Potasio: 4.00, Cloro: 108.0 1. Cáncer de testículo algoritmo diagnóstico y terapéutico algoritmo diagnóstico y terapéutico Federación Argentina de Urología Noviembre 2002 Set viral: HBs.Ag: No reactivo. ANTICORE: No reactivo. HVC: No reactivo. Aglutinaciones: Negativo. Marcadores tumorales. AFP: 2.5 ng/ml DHL: 2250 U/L Se realiza ecografia abdominal en la cual se encuentra Nódulo Hepático D/C Hemangioma Vs Hamartoma. ENDOSCOPIA DIGESTIVA ALTA. 22/06/10. Ulcera gástrica Forrest II a. Inyectoterapia mas escleroterapia. ECOGRAFIA ABDOMINAL RETROPERITONEAL Y TESTICULAR. Tumor sólido testicular derecho. Metástasis hepática Hidronefrosis bilateral leve. Sospecha de compromiso infiltrativo en antro gástrico. Figura 3 y 4 Figura 3 Ecografía escrotal: tumor sólido en testículo derecho Figura 4 Ecografía renal: hidronefrosis Radiografia de torax muestra imágenes nodulares compatibles con metastasis. Figura 5 2. Metástasis inguinal por cáncer testicular a propósito de un caso. Rev Chilel Urol 73 (3): 232, 2008 El resultado de la muestra obtenida en la endoscopia realizada en el primer episodio de HDA informa imágenes compatibles con metastasis de seminoma El paciente se rehusó al tratamiento quirúrgico (orquiectomía). Consciente de su diagnostico es referido al hospital Neoplásicas para recibir tratamiento. DISCUSION Las neoplasias testiculares son tumores relativamente poco frecuentes, con una incidencia aproximada de 1 – 2 por cada 100.000 habitantes, de los cuales, la gran mayoría corresponde al tipo seminomatoso en el adulto. Muchos tumores germinales testiculares son diagnosticados como una masa no dolorosa, no obstante, un 5-10% de los casos se presentan con signos y/o síntomas secundarios a la existencia de metástasis. Sólo 5% de los tumores metastásicos afectan el tracto gastrointestinal, más frecuentemente los tumores germinales no seminomato-sos y en especial el coriocarcinoma.5 La mayoría de las metástasis gastrointestinales (GI) se producen por infil-tración directa a los ganglios linfáticos retroperitoneales adyacentes a los cuales drena el testículo, por lo que los sitios más frecuentemente invadidos son el intestino y en especial el duodeno (95%).6 El coriocarcinoma de manera similar a otras lesiones metastásicas intesti-nales invaden la submucosa y se expande rápidamente comprometiendo el flujo vascular y causando erosiones y ulceraciones de la mucosa. 3. Mixed Testicular Germ Cell Tumor Presenting as Metastatic Pure Choriocarcinoma Involving Multiple Lung Metastases That Was Effectively Treated with High-dose Chemotherapy Cancer Res Treat. 41(4):229232, 2009 4. Tumor testicular: tumor de yolk sac. Presentación de un caso Clínico Revista de Posgrado de la VIa Cátedra 12 de Medicina 149 : Septiembre 2005 5. Hemorragia digestiva como presentación de un tumor germinal testicular. J. Iglesias García, E. Lopez García, F. Macías García, J. Castro Castro. Rev. . Española de Enfermedades Digestivas. V.101 n.10 Madrid oct. 2009 6. Testicular choriocarcinoma with gastric metastasis presenting as hematemesis Harikumar R, Harish K, Aravindan KP, Varghese Thomas Indian Journal of Gastroenterology 2004 November – December, 23 (6) 223-4 7. Hemorragia masiva del tracto digestivo como manifestación inicial de coriocarcinoma testicular metastático Urdiales-Ortiz Alejandro, Fulda-Graue Santiago, Pérez-Becerra Rodrigo, Rev Mex Urol 2009; 69(4) : 163-166 8. Upper Gastrointestinal Bleeding From Metastatic Testicular Cancer Adeyinka O. Laiyemo, MD, MPH; Momodu Jack, MD; Fitzroy W. Dawkins, MD; Duane T. Smoot, MD Journal of the National Medical Association vol. 101, no. 8, august 2009 9. Cancer Testicular: Estudio De Extensión Con TC De Cuerpo Entero Drs. Jaime Schwaner C, Pablo Giacaman G, Edgardo San Martín M Francisco Sanhueza U, Cristián Fuentes L , Alfred Pugh M, Esteban Arias, Jorge Madariaga B. Revista Chilena de Radiología. Vol. 11 Nº 4, año 2005; 193- 200 10. Gastrointestinal hemorrhage due to metastatic choriocarcinoma with gastric and colonic involvement J. Molina Infante, I. Beceiro Pedreño, C. Ripoll Noiseux, I. Marín Jiménez, C. González Asanza and P. Menchén Fernández-Pacheco. Rev. Española de Enfermedades Digestivas Vol. 96. N.° 1, pp. 77-80, 2004 CONCLUSION Figura 5 Figura 5: Radiografía de torax - imágenes nodulares 52 La hemorragia gastrointestinal es un indicador de mal pronóstico en estos pacientes y en casos severos deberá tratarse endoscópicamente, angiográficamente o mediante cirugía en casos seleccionados. En este caso el paciente no presto atención a la sintomatología inicial que fue el aumento de volumen del testículo y recién busco atención cuando se manifestaron los síntomas gastrointestinales. 53 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 VIDA INSTITUCIONAL SIMPOSIUM: INMUNOTERAPIA ACTIVA COMO TRATAMIENTO EN CANCER DE PROSTATA AVANZADO El día Miercoles 24 de Marzo se llevo a cabo este importante simposium desarrollado y expuesto por la distinguida Doctora Gisela María Gonzales Marinello de Cuba a las 08.00 pm en el auditorio de nuestra Sociedad. VI CURSO DESCENTRALIZADO DE UROLOGIA, FILIAL SUR AREQUIPA El 09 y 10 de Abril se llevo a cabo en la Ciudad de Arequipa un nuevo curso descentralizado contando con reconocidos urólogos nacionales y se desarrollaron temas de HBP, Litiasis Renal, Urología Oncológica, Urología Pediatrica, Incontinencia Urinaria y Transplante Renal. Los coordinadores fueron los doctores Javier Villegas Paredes y Ayar Peralta Vizcarra. Los doctores Ayar Peralta, Javier Villegas y Alexis Alva durante una cena en Arequipa CURSO DE TRATAMIENTO ENDOSCOPICO DE REFLUJO VESICOURETERAL El día 22 de abril se realizó el Curso de Tratamiento Endoscópico de Reflujo vesicoureteral teniendo como invitado especial al Doctor Andrew Kirsch de la ciudad de Atlanta, uno de los expertos más reconocidos en este campo, quien habló además de su nueva aguja Injekt (Cook) El Dr. Andrew Kirsh en el auditorio de nuestra Sociedad V CURSO DESCENTRALIZADO DE UROLOGIA FILIAL NORTE TRUJILLO El 25 y 26 de Junio se realizó en la Ciudad de Trujillo un curso descentralizado de Urología teniendo como coordinador de dicho evento al Doctor Rodíl Crazalegui Henriquez De izquierda a derecha Juan Villaverde, Miguel Meza, Renan Otta, Virgilio Herrera, Aviles, Elvis Sueldo, Felipe Hernandez, Raul Medina y Rodil Cruzalegui en Trujillo 55 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 ELECCION DEL NUEVO CONSEJO DIRECTIVO SPU 2010-2012 Siendo las 09.00 a.m. del día 11 de Julio del 2010, en el local de la Sociedad Peruana de Urología, ubicado en el Jr. Huamachuco N° 1960, del Distrito de Jesús María, el Presidente del Comité Electoral, luego de haber dispuesto la instalación de la mesa de votación, dio inicio al proceso electoral convocado por el Presidente de la Asociación de acuerdo a lo establecido por el Estatuto Social, para elegir al nuevo Consejo Directivo de la Sociedad, para el período comprendido entre el 24-08-2010 al 23-08-2012, el que se llevó a cabo en los siguientes términos: En dicha justa electoral, se presentaron 2 listas: La lista N° 1, compuesta por los siguientes candidatos: PRESIDENTE Dr. Miguel Alberto Meza Díaz VICE PRESIDENTE Dr. Julián Aníbal Villarreal Valerio SECRETARIO GENERAL Dr. Elvis Sueldo Guevara Chávez TESORERO Dr. Giovanni Falconi Gálvez SECRETARIO DE ACTAS Dr. Rodil Cruzalegui Henríquez SECRETARIO DE ACCION CIENTÍFICA Dr. Luis Alberto Guerra Galarza Teniendo como su personero acreditado al Dr. Luis Alberto Valdivia Safra La lista N° 2, compuesta por los siguientes candidatos: PRESIDENTE Dr. José Antonio Arias Delgado VICEPRESIDENTE Dr. Alberto Juan Pazos Franco SECRETARIO GENERAL Dr. Juan Santos Villaverde Masaki TESORERO Dr. Weymar Leandro Melgarejo Zeballos SECRETARIO DE ACTAS Dr. Luis Fernando Benites Jara SECRETARIO DE ACCION CIENTIFICA Dr. Carlos Francisco Santa María Iglesias Teniendo como su personero acreditado al Dr. Jesús Leopoldo Barahona Mendoza Habiendo llegado las 13.00 p.m. del día 11 de Julio del 2010, de conformidad con la convocatoria, el Presidente del Comité Electoral dio por concluido el acto de votación y se procedió al conteo de los votos en presencia de los personeros presentes de ambas listas, siendo el resultado siguiente: Lista N° 01 Número total de votantes 92 para Lima 13 para Filial Sur (Arequipa) 14 para Filial Norte (Trujillo) 119 votantes 56 38 votos a favor en Lima 08 votos a favor en Filial Sur (Arequipa) 10 votos a favor en Filial Norte (Trujillo) Total 56 votos a favor Lista N° 02 51 votos a favor en Lima 05 votos a favor en Filial Sur - Arequipa 04 votos a favor en Filial Norte -Trujillo Total 60 votos a favor Obteniendo un total de votos a nivel nacional como sigue: Lista N° 01 Lista N° 02 En blanco y viciados TOTAL 56 Votos 60 Votos 03 Votos 119 Votos Concluido el conteo de votos, quedó establecido que la lista ganadora fue la N° 02 57 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 Revista Peruana de Urología I Volumen XIX I Enero-Julio 2010 INFORMACION PARA LOS AUTORES 1. Los trabajos deberán ser enviados al Editor de la Revista, Dr. Juan G. Corrales Riveros, jr. Huamachuco N° 1960 Jesús María, celular: 999097658, e-mail: jg1corrale@ yahoo.es, spu_urologia@yahoo.es, página web: www. spu.org.pe, Lima, Perú. 2. Los trabajos deben ser inéditos y no deben ser presentados simultáneamente a otra publicación. 3. El comité de la revista acusará recibo del trabajo, evaluará el mismo y en 15 días comunicará si ha aceptado, propondrá las modificaciones que considere conveniente. 4. Una vez aceptados los trabajos son propiedad de esta revista y no podrán ser reimpresos sin autorización del Comité Editorial. 5. Los trabajos deberán ser escritos en Castellano y sólo en Inglés si son de colaboración internacional. 6. Los autores son los responsables exclusivos de todas las opiniones, métodos y conclusiones que presenten. 7. Presentación de los trabajos Remitir los trabajos mecanografiados o por computadora, a doble espacio, papel bond 80 g formato A-4 original y copia o en disquette. No deberá exceder de 10 páginas. La primera página contendrá: el título del trabajo, apellidos y nombres del autor o autores, centro de trabajo, ciudad y país, resumen del trabajo en castellano e inglés y las palabras clave. El resumen contará de las siguientes partes: Objetivos, métodos, resultados y conclusiones. No excederá de 30 líneas. Al pie de página, para correspondencia, indicar dirección, teléfono y fax. El desarrollo del trabajo se hará en las páginas correlativamente numeradas siguiendo las partes clásicas de que consta un original científico: a. Introducción: Debe exponer el problema y hacer un corto resumen de los conocimientos actuales y precisar el objetivo del estudio. b. Material y métodos: Debe describir las características del material estudiado y los métodos utilizados. c. Resultados: Deben ser expuestos en forma estrictamente objetiva con el análisis estadístico, sin interpretación personal y acompañado de tablas e ilustraciones. 58 d. Discusión: Debe interpretar los resultados y los aspectos que desee resaltar o comparar con otros trabajos, haciendo hincapié en los aspectos nuevos e importantes del estudio. Mencionar la importancia académica, teórica o práctica de los resultados obtenidos sobre las nuevas vías de investigación que se abren como resultado del trabajo. e. Conclusiones: Deben derivar del estudio y de la comparación con los trabajos previos de otros autores sobre la misma materia. f. Bibliografía: Se ajustará a las normas del Index Medicus y será presentada en hoja aparte exactamente en el orden que aparece en el texto entre paréntesis. Tablas • Con sus títulos correspondientes, serán incluidas separadamente, con numeración independiente de las figuras y utilizando caracteres romanos. 8. Casos clínicos Deberán presentarse en forma concisa. No ocuparán más de 6 páginas. Tendrán un máximo de 4 ilustraciones y 10 citas bibliográficas. Enviar original y copia de texto y figuras. 9. El primer firmante del artículo será el responsable de la correspondencia. Bibliografía de revistas Las galeras serán remitidas para su corrección al primer firmante. • Apellidos e iniciales de todos los autores (a partir de 3 autores se añadirá ‘y col’), título del trabajo, en su idioma original, abreviatura de la revista según patrón internacional del Index Medicus, número del volumen, primera página y año. Estas galeras serán devueltas al editor de la revista de la Sociedad Peruana de Urología. El primer firmante se responsabiliza de los errores aparecidos en la publicación definitiva y la incorrecta posición de las figuras en caso de no haberse realizado una corrección adecuada Bibliografía de libros • Apellidos e iniciales de todos los autores, título del libro en su idioma original, páginas, editorial, ciudad y año, en este orden. Figuras • Se enviará las figuras o fotos por duplicado, en papel blanco (tamaño 9 x 13 cm) o diapositivas. La revista se reserva el derecho a rechazar las figuras que no considere de calidad o inapropiadas. También la revista decidirá cuando las figuras irán en color y cuando en blanco y negro. Las figuras serán hechas con tinta china negra sobre cartulina blanca, estar perfectamente numeradas e identificadas con el título y nombre del autor, así como la posición en que han de publicarse señaladas con una flecha, indicando claramente el lugar del texto donde deben ser ubicadas. Los pies de figura (leyenda) irán en hoja aparte. No escriba con rotulador o bolígrafo detrás de las fotografías, pues se traspasan y se estropean. En las fotografías, esquemas, tablas extraídas de revistas o libros, deberá consignarse la fuente, autor y permiso (si lo hubiese). 59