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Simposio sobre dolor Rev. Arg. Anest (2005), 63, 6: 424-433 Simposio sobre dolor Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica en su diagnóstico y terapéutica Palabras Clave Disfunción craneomandibular Diagnóstico diferencial del dolor de la A.T.M. Odontología neuromuscular Instrumentación bioelectrónica Tratamiento interdisciplinario. s s s s s RESUMEN: El odontólogo recibe frecuentemente la consulta de pacientes con diagnóstico de disfunción craneomandibular, disfunción temporomandibular o simplemente pacientes de ATM (SIC), cuyos síntomas podrían ser el resultado de una o múltiples entidades concomitantes que requieren un diagnóstico específico y diferencial. El dolor en el área de la articulación temporomandibular (A.T.M.) puede deberse a uno o una combinación de diversos síndromes clínicos: capsulitis crónica, artritis reumatoidea, patologías musculoesqueléticas, afecciones miogénicas, Síndrome de Ernest, neuralgia occipital menor que irradia allí y otras enfermedades sistémicas. Por otra parte, el cuadro de disfunción craneomandibular (D.C.M.) que es su nombre correcto suele ser tratado como sinónimo de bruxismo actividad parafuncional que se produce como consecuencia de un aumento del tono muscular fundamentalmente de músculos maseteros, temporales y pterigoideos internos, lo cual es un error, si bien ambas entidades pueden coexistir. El presente artículo tiene como objetivos: a) utilizando instrumentación bioelectrónica, hacer una revisión y actualización sobre la fisiopatología, el cuadro clínico, los diagnósticos diferenciales, el concepto de sistema estomatognático y el abordaje diagnóstico, pronóstico y terapéutico de la D.C.M. desde la concepción de la odontología neuromuscular y b) resaltar la importancia de un tratamiento interdisciplinario entre odontólogos, médicos expertos en medicina del dolor y otras especialidades médicas para un eficaz diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes; como la D.C.M. es una patología de origen multifactorial, su detección y terapéutica oportuna requiere de toda la artillería que tenemos a nuestra disposición. Dra. *Myriam Carballo Dr. **Carlos Capmourteres Cranio-mandibular dysfunction: Integration of bio-electronic instruments for diagnosis and therapy SUMMARY: The dentist is often consulted by patients who have been diagnosed with craniomandibular dysfunction, temporomandibular dysfunction or simply TMA (sic) patients, whose symptoms could be the result of one or multiple concomitant illnesses that require a specific and differential diagnosis. Pain in the area of the temporomandibular articulation (T.M.A.) may be due to one or a combination of various clinical syndromes: chronic capsulitis, rheumatoid arthritis, skeletal-muscle pathologies, myogenic afflictions, Ernest Syndrome, minor occipital neuralgia that radiates from there and other systemic illnesses. Furthermore, the syndrome of craniomandibular dysfunction (C.M.D.) which is its correct name is usually treated like a synonym of bruxism a para-functional activity that is a consequence of an increase in the muscle tone, basically of the masseter, temporal and internal pterygoideus muscles which is a mistake, * Odontóloga U.B.A. especialista en Ortodoncia y Ortopedia funcional de los maxilares. Postgrado en Odontología neuromuscular Universidad de Pittsburgh. ** Odontólogo U.B.A. Especialista en rehabilitación oral e implantes. Postgrado en Odontología neuromuscular Universidad de Pittsburgh. Presidente de la Sección Sudamericana del I.C.C.M.O. (International College of Cranio-Mandibular Orthopedics). 424 | Volumen 63 / Número 6 Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica Key words Craneo-mandibular dysfunction Differential diagnosis of T.M.A. pain Neuro-muscular dentistry Bio-electronic instruments Interdisciplinary treatment s s s s s although both afflictions may co-exist. This paper has the following objectives: a) to review and update, using bio-electronic instruments, the physiopathology, the clinical picture, the differential diagnoses, the concept of stomatognatic system and the diagnostic, prognostic and therapeutic approach to C.M.D. from the conception of neuro-muscular dentistry and b) to underline the importance of an interdisciplinary treatment between dentists, medical specialists in pain treatments and other medical specialties for the efficient diagnosis and treatment of our patients; as C.M.D. is a pathology originating in multiple factors, its early detection and therapy requires all the artillery available to us. Disfunção craniomandibular: integração da instrumentação bioeletrônica no diagnóstico e na terapêutica Es frecuente que recibamos en nuestro consultorio pacientes con diagnóstico de disfunción craneomandibular, disfunción temporomandibular o simplemente pacientes de ATM (SIC),cuyos síntomas podrían ser el resultado de una o múltiples entidades concomitantes que requieren un diagnóstico específico y diferencial. El dolor como síntoma en estas afecciones puede ser el resultado de: - una capsulitis crónica, - una artritis reumatoidea, - patologías musculoesqueléticas, - afecciones miogénicas de los músculos masticatorios (tendinitis del temporal) o no masticatorios (dolor miofascial del trapecio superior), - una posible respuesta inflamatoria del ligamento estilomandibular (Síndrome de Ernest), s s Introducción Palavras-chave Disfunção craniomandibular Diagnóstico diferencial da dor da A.T.M. Odontologia neuromuscular Instrumentação bioeletrônica Tratamento interdisciplinar s s s RESUMO: O odontologista é freqüentemente consultado por pacientes com diagnóstico de disfunção craniomandibular, disfunção temporomandibular ou simplesmente pacientes de ATM, cujos sintomas seriam o resultado de uma ou múltiplas entidades concomitantes que precisam de um diagnóstico específico e diferencial. A dor na região da articulação temporomandibular (A.T.M.) pode ser causada por uma ou uma combinação de diversas síndromes clínicas: capsulite crônica, artrite reumatoidea, patologias musculoesqueléticas, lesões miogénicas, Síndrome de Ernest, neuralgia occipital menor que irradia nessa área e outras doenças sistêmicas. Por outro lado, o quadro de disfunção craniomandibular (D.C.M.) seu nome correto costuma ser considerado de modo errôneo sinônimo de bruxismo hábito parafuncional causado pelo aumento do tônus muscular, fundamentalmente dos músculos masseter, temporais e pterigóides internos, embora ambas entidades possam coexistir. Os objetivos do presente artigo são: a) utilizando instrumentação bioeletrônica, fazer uma revisão e atualização da fisiopatologia, quadro clínico, diagnósticos diferenciais, conceito de sistema estomatognático e abordagem diagnóstica, prognóstica e terapêutica da D.C.M. a partir da concepção da odontologia neuromuscular, e b) ressaltar a importância de um tratamento interdisciplinar de odontologistas, médicos especialistas em medicina da dor e outras especialidades médicas para um eficaz diagnóstico e tratamento de nossos pacientes; considerado que a D.C.M. é uma patologia de origem multifatorial, sua detecção e terapêutica oportuna exige dispor de todos os recursos com que contamos. - una neuralgia occipital menor que irradie dolor a las áreas parietal, temporal, retroorbital y/o al oído, - o más de una entidad concomitante con patrones de dolor superpuestos. Recordemos la convergencia de las fibras del nervio trigémino y de las raíces cervicales superiores en las mismas neuronas sensoriales dentro del subnúcleo caudal, que es el sustrato anatómico y fisiológico para la irradiación del dolor entre los territorios de dichos nervios. Estas entidades por sólo nombrar algunas pueden presentar dolor localizado o irradiado a la zona de la articulación temporomandibular (A.T.M.), que podría interpretarse como disfunción craneomandibular (D.C.M.). Entonces cabe preguntarse si esta entidad es: - un síndrome doloroso - un desorden funcional progresivo Revista Argentina de Anestesiología 2005 | 425 Simposio sobre dolor - un proceso degenerativo un desorden psicosocial una disfunción hormonal, estructural o neural el resultado de la presencia de actividad parafuncional o bruxismo Ante estos cuestionamientos, debemos comenzar por diferenciar el bruxismo de la D.C.M. El bruxismo es una actividad parafuncional que se produce como consecuencia de un aumento del tono muscular de músculos maseteros, temporales y pterigoideos internos, entre otros. Dicha hiperactividad del sistema muscular masticatorio puede deberse a una sobrecarga emocional o distrés que activa la formación reticular (puerta de entrada del sistema límbico) con la consecuente liberación de serotonina, la que a su vez interviene en el aumento del tono muscular. Existen además causas químicas que desencadenan el bruxismo, como algunos elementos tóxicos, y también afecciones de la fascia o aumento de la tensión aponeurótica. Por otro lado, un proceso linfático inflamatorio local puede iniciarlo. El paciente apretará sus dientes con o sin deslizamiento dentario. Este hábito puede presentarse durante el día o la noche, y generalmente se desarrolla durante la fase 3 y 4 del sueño (vigilia-fase 1-2-3-4- sueño paradojal o REM), que es el período en el cual se produce la liberación de los movimientos automáticos. Ahora bien, el paciente puede ser bruxómano o apretador, y desarrollar o no una D.C.M. y una consecuente patología de la A.T.M. Con el tiempo, el bruxismo per se, y si se superan ciertos límites biológicos de adaptación, puede gatillar la patología que definiremos como D.C.M. La D.C.M. se define como una relación anormal entre el maxilar superior y el inferior acompañada por hiperactividad de los músculos masticatorios y disarmonía oclusal. Dicha hiperactividad es un mecanismo compensatorio destinado a ubicar las A.T.M.s desplazadas por una prematuridad oclusal, una dimensión vertical impropia, o una patología primaria de dicha articulación1. El ser humano necesita masticar sus alimentos para poder deglutirlos y alimentarse, entendiéndose por masticación el conjunto de movimientos destinados a la incisión, a la fragmentación y a la trituración de los alimentos para volverlos adecuados a la sucesiva deglución, evento que desplaza el bolo desde la cavidad oral a lo largo del tubo digestivo. Dicho evento se inicia como un acto voluntario y prosigue por vía refleja. Se distinguen tres fases: oral, faríngea y esofágica. Este acto, rítmico fisiológico, continuo e involuntario, que se repite aproximadamente de 500 a 2000 veces por día, requiere que la mandíbula sea fijada al cráneo por medio de la oclusión dentaria, es decir, la forma en que nuestras piezas dentarias superiores articulan con las inferiores; allí 426 | Volumen 63 / Número 6 la mandíbula se estabiliza brevemente y luego vuelve a la posición de reposo. En condiciones fisiológicas, todas estas acciones neuromusculares y la dinámica mandibular se desarrollan sin necesidad de trabajo muscular extra compensatorio. Pero en el paciente con D.C.M., la necesidad de estabilización mandibular en la deglución crea una cadena de compensaciones neuromusculares que generan parte de la sintomatología que caracteriza a este síndrome. Cuando se alcanzan los límites fisiológicos, se activan diversos neuromecanismos protectores de refuerzo diseñados para reducir la mayor probabilidad de daño a los tejidos2. El dolor irradiado desde el sistema masticatorio o desde zonas gatillo miofasciales distantes converge en los patrones aferentes en el subnúcleo caudal del nervio trigémino, que localiza el dolor irradiado en el masetero y la cápsula de ambas A.T.M.s. Las complejas coordinaciones musculares entre los músculos poscervicales y los grupos musculares prevertebrales cervicales afectan sustancialmente la posición espacial del maxilar inferior. Dentro de su ciclo funcional habitual, estos músculos deben tener la oportunidad de restaurar las reservas de energía agotadas. Cuando ellos son sobreexigidos como resultado de una sobrecarga crónica, se producen cambios fisiológicos y bioquímicos que se presentarán como las manifestaciones clínicas que caracterizan la D.C.M., incluyendo: - Cefaleas por tensión agudas y crónicas - Rigidez de cuello y hombros - Otalgia - Disfunción del conducto de Eustaquio - Tinnitus - Vértigo - Neuralgia facial atípica - Dolor de ambas A.T.M.s por desplazamiento del cóndilo mandibular en sentido posterior dentro de la cavidad glenoidea con compresión de la zona retrodiscal articular, exquisitamente inervada. - Limitación de la apertura bucal como consecuencia en un primer estadio de co-contracción muscular protectora y, finalmente, de un desplazamiento anteromedial del disco articular como consecuencia de un desorden intracapsular con falla del ligamento bilaminar posterior y los ligamentos que limitan los movimientos articulares. - Ruidos articulares durante el ciclo de apertura y cierre mandibular que, en una primera etapa de la disfunción, corresponderán a un ruido seco denominado clic que indica una incoordinación en el desplazamiento del complejo cóndilo-disco. A medida que avanza la afección, este click se convertirá en un ruido continuo y arenoso, denominado crepitación, que ya nos está indicando la existencia de un proceso degenerativo en las superficies articulares. - Signos intrabucales: facetas de desgaste sobre las superficies dentarias, fracturas dentarias, pérdida de piezas den- Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica tarias, abfracciones cervicales, retracción de encías a nivel del cuello dentario, hipersensibilidad dentaria al frío o calor y movilidad dentaria. - Puntos gatillo (Trigger-points) localizados a nivel de los músculos masticatorios y del cuarto superior (diagnóstico diferencial con los puntos sensibles o tender-points de la fibromialgia). - Presencia frecuente de trastornos del sueño y de la personalidad: fenómeno típico del paciente con dolor crónico que hace necesario un correcto diagnóstico diferencial con patologías tales como fibromialgia, Síndrome de fatiga crónica y síndromes reumáticos. Resumiendo: en el paciente portador de una D.C.M., para lograr una oclusión habitual con máxima intercuspidación y posicionar los cóndilos, la musculatura entrará en una hiperactividad compensatoria. Si esta situación se perpetúa a lo largo del tiempo, excediéndose la capacidad de bioadaptabilidad del sistema estomatognático, se desencadenará una franca patología con los signos y síntomas citados con anterioridad, cuya secuencia y patrón de respuesta dependerá de la causa o defecto primario, localización de la alteración y tiempo de acción del factor estresante inicial, pudiendo desencadenarse, entonces, una disfunción descendente o disfunción ascendente3. En ambas disfunciones, la posición de reposo postural mandibular se encontrará disminuida a causa de la hiperactividad muscular, transformándose en una posición adaptativa para minimizar el daño al sistema masticatorio y cervical. Por lo tanto, este desorden musculoesquelético compromete A.T.M.s, aparato dental, y sistema neuromuscular; actúan no solo factores mecánicos, sino también factores psicológicos, y requiere la determinación de parámetros de salud / enfermedad o función / disfunción, bien establecidos y, sobre todo, demostrables. Es aquí donde la instrumentación bioelectrónica nos permite capturar una medida objetiva de muchos de esos fenómenos biológicos, que podrán utilizarse para un diagnóstico certero, un análisis crítico del tratamiento a realizar y una prueba irrefutable de los logros obtenidos luego de nuestra terapéutica4-6. Entonces no solo diremos que la rehabilitación de ese sistema disfuncionado fue exitosa, sino también podremos demostrarlo objetivamente. La inspección física sola en la D.C.M. puede llevarnos a innumerables fallas diagnósticas. El uso de la palpación no siempre nos permite distinguir un músculo hiperactivo de un músculo en espasmo preventivo, o de una anomalía muscular estructural. La auscultación de las A.T.M.s no nos permitirá detectar aquellos sonidos por debajo de 200Hz, pues los mismos son inaudibles en el rango de audición humana. La velocidad de los movimientos mandibulares, así como el rango de apertura y cierre mandibular, y sus desviaciones en el plano frontal y sagital, serán sumamente difíciles de evaluar sólo por inspección clínica, siendo signos de vital importancia para definir el grado de movilidad de los cóndilos articulares7-8. Entonces, podremos arribar a un diagnóstico adecuado de la D.C.M. a través del uso integrado de: - Diagnóstico por imágenes: laminografías de articulación temporomandibular, resonancia magnética, tomografía computada, telerradiografía de frente y perfil, radiografías de columna, etc. - Diagnóstico de laboratorio: para la evaluación de todas aquella patologías sistémicas que podrían afectar tanto a las articulaciones como al sistema neuromuscular en sí. - Diagnóstico clínico: incluye la evaluación clínica del patrón ventilatorio, de la postura y de la visión, y, finalmente - Diagnóstico por instrumentación bioelectrónica, que aporta a las anteriores medidas objetivas de cuantificación del sistema neuromuscular por electromiografía (EMG), un estudio objetivo de los ruidos articulares de acuerdo con su frecuencia, correlacionándolos con el momento del ciclo de apertura / cierre en que tienen lugar electrosonografía (ESG), y estudios de cinemática mandibular y obtención y archivo de la posición fisiológica de reposo mandibular, que será tomada como punto de partida diagnóstica y punto final de llegada con nuestra rehabilitación del sistema craneomandibular (CMS). Electro-bio-medicina: instrumentación bioelectrónica En los últimos años, la única modificación substancial en el concepto de oclusión fue el cambio de localización de la posición condilar ideal en la relación céntrica, que pasó de ser la más superior y posterior a la más superior y anterior del cóndilo mandibular, con el disco interpuesto entre ambas superficies óseas articulares. Este concepto basado, en principios mecánicos, sin el uso de medidas objetivas, creará una oclusión que se obtendrá por diferentes métodos de manipulación, cuyas implicancias fisiológicas neuromusculares serán prácticamente desconocidas. La capacidad de registrar y analizar los movimientos mandibulares, los sonidos articulares y la actividad del sistema muscular nos permitirá crear una oclusión cuyos parámetros musculares fisiológicos serán conocidos y manejados para obtener salud muscular, articular y oclusal estables a lo largo del tiempo9-10. Componentes de la instrumentación bioelectrónica Estudios de cinemática mandibular Estos estudios, llevados a cabo por el escáner mandibular computarizado, registran la posición y movimientos mandi- Revista Argentina de Anestesiología 2005 | 427 Simposio sobre dolor bulares a través del monitoreo de un pequeño imán colocado en la gíngiva vestibular inferior, el cual se desplazará en un campo electromagnético creado por cuatro imanes que forman parte del casco que se colocará al paciente (Figura 1 a 4). La cinemática mandibular nos permitirá registrar y analizar: - Rango del movimiento mandibular: máxima apertura, movimientos laterales y movimientos protrusivos. - Características de estos movimientos: velocidad, fluidez y dirección de dichos movimientos durante el ciclo de apertura y cierre mandibular. - Posición de reposo mandibular y trayectoria desde esta posición hacia máxima intercuspidación. - Posición y movimiento mandibular durante la deglución y masticación (ciclos masticatorios). Todos los datos obtenidos pueden ser archivados para futuros análisis y comparaciones a medida que el tratamiento avance, y dichos datos pueden ser correlacionados con la actividad eléctrica postural de los músculos masticatorios durante la cinemática mandibular11-15. Fig. 2. Velocidad Pre-TENS. Ciclo de apertura y cierre mandibular en el plano frontal. Trazado irregular de Diskinesia, con clic recíproco. Electromiografía (EMG) La técnica de electromiografía (EMG) de superficie utiliza electrodos bipolares que son ubicados siguiendo el eje mayor del músculo testeado. Nos provee información del tipo de actividad muscular, incluyendo el grado de reclutamiento de unidades motoras involucradas en dicha actividad y asociadas con la oclusión dental (Figuras 5 a 7). Cuatro grupos musculares pueden ser monitoreados bilateral y simultáneamente En la clínica diaria habitualmente registraremos la actividad eléctrica postural de temporales anteriores, temporales posteriores o trapecios, maseteros y vientre anterior del digástrico. Fig. 1. Jaw-Tracking mandibular. Los ocho imanes, cuatro a cada lado, crearán un campo electromagnético dentro del cual se desplazará el imán bucal ubicado en la gíngiva externa inferior. 428 | Volumen 63 / Número 6 Fig. 3. Trazado simultáneo del ciclo de apertura-cierre mandibular en el plano frontal y sagital combinado con rango de velocidad de dicho ciclo. Fig. 4. Rango y características del movimiento mandibular en apertura y cierre mandibular en el plano frontal y sagital, conjuntamente con rango de movimiento en lateralidad derecha e izquierda. Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica Fig. 5. EMG. Actividad eléctrica postural pre y pos terapia con TENS. La disminución de la Hiperactividad luego de la aplicación de la Estimulación Eléctrica Transcutánea será indicativo del componente miogénico en la D.C.M., y sugerirá un buen pronóstico en nuestro tratamiento. Fig. 6. Cuadro indicativo para el paciente con escala graduada en colores, de acuerdo al grado de Hiperactividad de cada uno de los músculos monitoreados, según el EMG Revista Argentina de Anestesiología 2005 | 429 Simposio sobre dolor Electrosonografía (ESG) Fig. 7. EMG. Recuento de unidades motoras reclutadas en máximo apretamiento que demuestran el estado muscular: la eficacia muscular para realizar una determinada fuerza. La secuencia de registros será la siguiente: - Actividad eléctrica postural en reposo en la presentación inicial del paciente: es el estado del paciente cuando llega a nuestro consultorio y posterior a la desprogramación con estimulación eléctrica neural transcutánea (TENS). Será muy importante el análisis de los trazados obtenidos, pre y post TENS, para un diagnóstico y pronóstico del caso a tratar. Este test comparativo nos permitirá demostrar la hiperactividad siempre presente en la D.C.M., y la capacidad de disminuir dicha hiperactividad a través de la terapia de TENS, mejorando la salud muscular. Además podremos realizar el diagnóstico diferencial entre una D.C.M. y una fibromialgia, puesto que en la segunda, los valores de hiperactividad no disminuirán con terapia de TENS. - Registro de la actividad eléctrica muscular en función durante máximo apretamiento, apertura y cierre, y deglución. - Reclutamiento de unidades motoras en máximo apretamiento, registros comparativos en oclusión habitual, eliminando la propiocepción y variando la dimensión vertical con rollos de algodón, y en oclusión con orthosis o bien en la posición oclusal final obtenida con nuestra rehabilitación oral. Estos registros nos informarán sobre la eficacia muscular en función permitiéndonos arribar a un diagnóstico mucho más preciso de las necesidades del sistema neuromuscular de nuestro paciente, y conocer con objetividad el grado de éxito de nuestro tratamiento. - Localización de la posición de reposo mandibular. - Determinación de la existencia de una oclusión bilateral balanceada a través del análisis de disparo secuencial muscular durante el cierre mandibular, permitiéndonos detectar prematuridades oclusales16-20. - Determinación de la existencia de fatiga muscular. 430 | Volumen 63 / Número 6 La electrosonografía es la técnica de registro y procesamiento de sonidos provenientes de ambas A.T.M.s durante los ciclos de apertura y cierre mandibular. Los sonidos se analizarán de acuerdo con su amplitud (poder) y frecuencia (calidad), pudiendo establecerse en qué momento del ciclo de apertura-cierre mandibular se está produciendo, con lo cual variará su significado e importancia diagnóstica. La presencia de sonidos articulares es con frecuencia una de las características de función articular no óptima, incoordinación de las estructuras articulares, alteración en la anatomía normal de las articulaciones o degeneración articular; sin embargo, la presencia de sonidos por sí sola no indica la necesidad de intervención terapéutica, y la ausencia de sonidos no necesariamente indica ausencia de patología. La electrosonografía debe evaluarse en conjunto con la cinemática mandibular, la EMG, el diagnóstico por imágenes y, por supuesto, la clínica criteriosa, sin la cual la batería diagnóstica no tendría sentido21-23. Estimulación eléctrica neural transcutánea El término TENS describe dos tipos diferentes de aparatología: - uno de alta frecuencia y bajo amperaje, sumamente efectivo en el control del dolor, que según la Teoría de la Compuerta de Melzac y Wall bloquea las vías aferentes al SNC con una barrera de estímulos de bajo nivel - otro de baja frecuencia y bajo amperaje que producirá la relajación muscular por estimulación de los nervios trigémino y facial, causando un bombeo sanguíneo rítmico que activará el sistema linfático y limpiará al músculo de sus elementos de desecho, incluido el ADP y el ácido láctico. Aumenta en ocho veces la eficacia del metabolismo transformándolo de anaeróbico a aeróbico, y estimula la secreción de péptidos opioides como las endorfinas, produciendo alivio del dolor en forma mucho más duradera que el de alta frecuencia. El TENS utilizado por los autores es el J 4 Myo-Monitor de la Myotronics-Noromed, Inc. (Figuras 8 a 10). El estimulador produce un estímulo de 8 a 12 mA durante 500 microsegundos, con una frecuencia de 1.5 segundos. El mismo es aplicado bilateralmente a la altura de las A.T.M.s, entre éstas y el proceso coronoides, donde el espesor de la piel permite que la transmisión del estímulo sea efectivo en un 80%. Un tercer electrodo será colocado en la nuca (tierra), y no recibe estímulo. La terapia de TENS es utilizada para reducir la hiperactividad común en las D.C.M. Con la musculatura relajada, la mandíbula asume una posición en la cual habrá una mínima actividad eléctrica postural de los músculos antagónicos (elevadores y depresores). Esta posición, más ergonómica y fisiológica, se denomina posición fisiológica Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica Fig. 8. Electrodos bilaterales y 3º electrodo (tierra). Fig. 10. J-4 Myomonitor. Unidad TENS. Una vez obtenida esta estabilización, y chequeada la misma con instrumentación bioelectrónica, diagnóstico por imágenes y evaluación de la sintomatología, en nuestra rehabilitación deberemos respetar la posición oclusal otorgada por la PRN, ya sea mediante prostodoncia, ortodoncia o el uso permanente de la placa24-26. Conclusión Fig. 9. Emergencia del V y del VII pares craneales estimulados por el TENS. de reposo, a partir de la cual el maxilar inferior iniciará un arco de cierre llamado trayectoria neuromuscular. Sobre ésta se identificará la oclusión neuromuscular, que será la posición oclusal terapéutica que registraremos mediante la toma de una mordida con diferentes materiales. Los autores utilizan un etil-metacrilato, el Blue Sapphire, H. Bosworth, Skokie, III . La mordida deberá ser chequeada en la boca mediante EMG, debiendo registrarse la máxima actividad eléctrica bilateral y simultánea en función durante el máximo apretamiento. Con este registro construiremos la placa de reposicionamiento neuro-músculo-oclusal (PRN u ortosis), con la cual estabilizaremos el sistema neuromuscular reposicionando las A.T.M.s, descomprimiendo la zona retrodiscal y ofreciendo así al organismo las condiciones necesarias para la estabilización del sistema. Como la D.C.M. es una patología de origen multifactorial, para su detección y tratamiento debemos contar con toda la artillería diagnóstica y terapéutica a nuestra disposición. Es de vital importancia la atención del paciente disfuncionado en forma interdisciplinaria, atendiendo no sólo la entidad craneomandibular. Simultáneamente, el equipo médico tratará la patología sistémica, si la hubiera. Se evaluará en conjunto la postura, el patrón ventilatorio y la visión. Será fundamental la existencia de interconsultas con otorrinolaringólogos, neurólogos y traumatólogos. En algunos casos, la kinesiología es otro aporte necesario. Se impone, a la vez, la evaluación psicológica, dada la particularidad del paciente que cursa un dolor crónico. Todo el equipo debe tener presente que se trata de un síndrome que puede conducir a una hiperalgesia central; de allí el rol que cumple el experto en medicina del dolor. Si encaramos nuestra terapéutica apoyándonos sólo en nuestra área de atención, estaremos mirando la habitación a través del ojo de la cerradura y seguramente no tendremos el éxito deseado en nuestro plan terapéutico. El protocolo diagnóstico y terapéutico planteado en este trabajo integrando la bioelectro-medicina se orienta hacia Revista Argentina de Anestesiología 2005 | 431 Simposio sobre dolor Fig. 11. Registro de Posición de Fisiológica de Reposo, Trayectoria Neuromuscular y Oclusión Habitual. El scan corresponde, en las dos últimas imágenes, a un paciente ya rehabilitado, con un espacio libre interoclusal de 1.2mm. Figs. 12 a 15. Paciente portadora de una hipoplasia de cóndilo lateral izquierdo, laterodesviación y mordida cruzada del mismo sector. Obsérvese la asimetría facial (entre las orejas, de frente). Desprogramación con TENS y construcción de una Placa de Reposicionamiento Neuromuscular (PRN). Primera etapa de tratamiento o etapa estabilizadora. Instalación y microajustes oclusales con TENS. la odontología neuromuscular, campo en el cual trabajan los autores. Sin embargo, hay que hacer una clara distinción entre el significado de Odontología neuromuscular e instrumentación bioelectrónica. La primera se vale de la segunda, pero eso no significa que aquel profesional que no trabaje con un abordaje neuromuscular no pueda utilizar la artillería bioelectrónica en su propio campo de acción. 432 | Volumen 63 / Número 6 Debe quedar claro que, independientemente de la línea terapéutica adoptada para el tratamiento del paciente con una D.C.M., se debería incorporar la instrumentación bioelectrónica a la batería diagnóstica y terapéutica que el profesional maneje, pues ella le brinda la objetividad necesaria para medir fenómenos biológicos que, de otra manera, estaría simplemente presumiendo, con el error inherente y las limitaciones que esto traería aparejado al resultado final del tratamiento. Disfunción craneomandibular: integración de la instrumentación bioelectrónica Referencias bibliográficas 1. Thomas NR: Physiology and Pathophysiology of Craniomandibular Dysfunction. ICCMO´s 11 th Annual. Bernard Jankelson Memorial Lecture Forum. 2. 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