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CURSO INTRODUCCIÓN A LA FARMACOECONOMIA Y A LA GESTIÓN EN SALUD DOCUMENTO 04 Evaluación fármaco económica de los medicamentos anestésicos - La racionalidad debe superar la restricción PROGRAMA DE ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL A DISTANCIA - CICLO 2006 Contador Joaquín Miguel Paladino Doctor en Medicina Miguel Angel Paladino LOS DESAFÍOS DE LA REGULACIÓN ECONÓMICA DE FÁRMACOS El gasto en salud tiende a crecer y dentro del gasto en salud también tiende a crecer la participación del gasto en medicamentos. En los países desarrollados ese crecimiento está asociado a un mayor acceso de la población a los medicamentos pero en los países en desarrollo no. De hecho, en los países en desarrollo el gasto en medicamentos crece más rápido que en los países desarrollados y esto ocurre de forma simultánea a una menor utilización. Otra evidencia es que en los países desarrollados el gasto en medicamentos es predominantemente financiado con recursos públicos mientras que en los países en desarrollo lo es con recursos privados. “Nadie puede servir a dos amos.” dicta el evangelio (Mateo 6:24). Esta tensión entre dos amos (salud pública o mercado) atraviesa la regulación de medicamentos. La pregunta clave de la regulación es: ¿cómo distinguir en cada momento y para cada producto a cuál amo se debe obedecer? En otros términos, ¿cuándo considerar a los medicamentos como bienes de consumo y cuándo como bienes sociales? Hablamos del riesgo de que el árbol no deje ver el bosque. En esos mismos términos, el bosque (la política de medicamentos) podría ser representado a través de un triángulo en cuyos vértices se ubican la política industrial, la política de ciencia y tecnología y la política sanitaria. Desde la perspectiva de la política de ciencia y técnica la preocupación se centra en la investigación y el desarrollo. Los gobiernos nacionales y locales utilizan para ello diferentes herramientas de fomento a la innovación, tales como subsidios directos e indirectos, la protección de patentes, el desarrollo de programas de cooperación entre universidad y empresas, etc … Aún desde la perspectiva de la política 1 sanitaria la problemática no se limita a velar por el acceso de la población a los medicamentos. Hay también toda una compleja área de fiscalización y vigilancia que involucra la garantía y el control de calidad de los productos, la seguridad de su efecto terapéutico y la fármacovigilancia en su conjunto. Karen Bloor, de la University of York ironiza sobre el tema aludiendo a que la incorporación de la economía en la regulación constituiría una cuarta valla que los laboratorios deberían saltar para entrar en los mercados pero que no se trata de un requisito lo suficientemente fuerte como para que los mismos se vean forzados a enfrentarlo. La preocupación sanitaria por el acceso comparte con la política industrial la promoción de la competencia vía precios y con la política de Ciencia y técnica la preocupación por promover avances terapéuticos. A su vez, esta última comparte con la política industrial el estímulo a la innovación y a la calidad. Generalmente uno de los lados de este triángulo resulta más amplio que los otros. La imagen de una política de medicamentos integrada es sólo un objetivo a perseguir que no debe inhibir la formulación de políticas. En esta representación se podría postular que en el vértice superior, cuando se regula con objetivos sanitarios, se asume al medicamento como bien social. Mientras que cuando las prioridades se desplazan hacia la política industrial y la innovación, se estaría tendiendo a una lectura del medicamento como bien de consumo. Cabe advertir que, como todo modelo, es una abstracción y una reducción de la realidad (que siempre es más compleja) a unas pocas variables. También cabe advertir que aunque la conducción de la política se haga claramente desde uno de los vértices, aún hay márgenes de operación. Es decir, no es lo mismo una política de medicamentos conducida por las autoridades sanitarias que prioriza el acceso que otra que privilegia la calidad de los productos o su seguridad. La farmacoeconomía auxilia pero no substituye la toma de decisiones. LA CALIDAD EN LA MEDICINA TIENE DOS ELEMENTOS ESENCIALES: LA CALIDAD MÉDICA Y LA CALIDAD DE LOS SERVICIOS La economía según Samuelson es el estudio de la manera en que los hombres y la sociedad utilizan unos recursos productivos escasos para obtener distintos bienes y distribuirlos para su consumo presente o futuro entre los miembros de la sociedad. La ciencia económica examina la conducta derivada de la escasez de los medios disponibles. La economía no se ocupa en determinado reino de valores o estrato de 2 finalidades, su campo de estudio no es el de los fines ni el de los medios (como la tecnología). Su dominio se halla en la relación entre los medios y los fines. AGENTES QUE INTERVIENEN EN LA UTILIZACIÓN DE MEDICAMENTOS EN EL HOSPITAL Los principales agentes que influyen en la utilización de los medicamentos son los médicos, los farmacéuticos hospitalarios, la dirección, la industria farmacéutica, los pacientes y los compradores de servicios. La principal labor del medico es la aplicación de sus conocimientos para lograr el mayor beneficio terapéutico posible de los pacientes con los que mantiene una relación de agencia. Sin embargo, a veces, sus patrones de comportamiento están más influenciados por la publicidad, la opinión de los expertos y compañeros de profesión, la observación y los pacientes, que por la información objetiva derivada de los ensayos clínicos controlados. A pesar de la dificultad de utilizar criterios fármaco - económicos en la práctica clínica, esta situación se está modificando favorablemente, debido al uso cada día más frecuente de servicios específicos, medibles y a un precio establecido. Las actividades de implantación de los criterios fármaco económicos deben comenzar por la educación continuada, la objetividad de la información, y la potenciación de la comunicación, sin olvidar que en la definición de las políticas y estrategias fármaco terapéuticas se deben tener en cuenta los criterios éticos, como lo es en la evaluación clínica, debiéndosele exigir una evaluación económica junto a la clínica, como paso previo a la introducción de un nuevo fármaco en el hospital. El uso racional de los medicamentos exige siempre una prescripción racional. En la prescripción inciden factores culturales, antropológicos y sociales, que explican las variaciones regionales en el consumo y que pueden significar una importante variación en los costos de un tratamiento. Uno de los objetivos de la industria farmacéutica es la obtención de un beneficio económico, incidiendo mediante el marketing en el comportamiento de los distintos agentes. La industria centra su atención en la valoración de las consecuencias, si bien la creciente participación de la Dirección del Hospital y de los compradores de servicios en la selección de medicamentos, hace que las compañías farmacéuticas comiencen a evaluar sus productos desde un punto de vista fármaco económico. La industria farmacéutica comienza a adoptar la fármaco - economía como un criterio más para mostrar las ventajas socioeconómicas de sus productos. 3 La Administración Pública tiende a mantener el equilibrio presupuestario en su conjunto y el del hospital, variando las demás consideraciones según la política económica y social imperante. Por tanto, valora la relación existente entre los costos y los efectos de forma distinta a los demás agentes. Las aseguradoras de servicios sanitarios realizan su compra fundamentándose en la maximización del beneficio económico alcanzando por su gestión en lo que incluye la satisfacción del cliente, determinando una utilización de los recursos que minimice el costo de los episodios cubiertos por los términos del aseguramiento. Cada vez es mayor el interés por el análisis y control de los costos de fármaco terapia hospitalaria, y por la determinación de estrategias para su obtención. Esta contención puede realizare sin la utilización de la Farmacoeconomía, pero la elección racional de los fármacos exige que el hospital aplique directamente las técnicas de evaluación económica, convirtiéndolas en uno de los principales criterios de gestión. Es difícil medir con exactitud los costos globales de la farmacoterapia hospitalaria debido a que el tratamiento de una enfermedad normalmente exige la aplicación de terapias coadyuvantes o, al menos, vigilancia sanitaria, y suele llevar aparejado el uso de otros fármacos y otros servicios complementarios. Además, el hospital no realiza un seguimiento lineal del paciente, sino que se centra en los episodios de la enfermedad que tienen lugar en el hospital, haciéndose más hincapié en los costos intra hospitalarios que en los extra hospitalarios normalmente asumidos por otros agentes. 4 LA EVALUACIÓN ECONÓMICA Desarrollo del cuadro: La evaluación económica de los fármacos podría definirse como la determinación de la eficiencia*, tomando, la relación costo – efectos de un tratamiento farmacológico y su comparación con otras opciones, con el fin de seleccionar aquella que la relación sea más favorable. Con independencia de la situación económica de cada país o cada institución, los recursos para la salud son siempre limitados, por lo que es necesario gastarlos de la mejor manera posible. Los gastos deben ser eficientes, entendiéndose eficiencia*, como el máximo beneficio con el menor gasto de una opción frente a las demás similares. Los medicamentos representan un gran porcentaje de los consumos en salud. Por ello su evaluación económica* se ha convertido en uno de los ejes fundamentales en la economía de la salud. La evaluación económica de medicamentos está englobada dentro de una disciplina más amplia, la evaluación económica de las tecnologías sanitarias. El fin principal de este tipo de evaluaciones es la selección de aquellas opciones que tengan un impacto más positivo, convirtiéndose así en un instrumento apto para la toma de decisiones. A menudo, la evaluación económica de un fármaco es interpretada erróneamente como un proceso para usar la opción, cuyo costo directo sea menor. Aunque a 5 veces esto ha sido cierto, el verdadero propósito para la evaluación de una droga es, además de su costo y eficacia, tender a un uso racional de la misma. Para evaluar el impacto financiero de un medicamento se usan normalmente algunos focos trascendentales de análisis: A. B. C. D. E. Costo Costo Costo Costo Costo mínimo, - efectividad - utilidad - beneficio - eficacia A. Una idea de costo mínimo sería utilizar drogas de bajo costo como Éter, Morfina, Diazepam y Gallamina en detrimento de Isoflurano, Remifentanilo o Fentanilo, Midazolám y Vecuronio. No se tendría en cuenta los costos indirectos, tales como la duración de los efectos y las reacciones adversas que pueden condicionar mayores gastos en internación y drogas para antagonizar los efectos adversos o tratar sus consecuencias. B. El análisis de costo – efectividad*, compara los costos totales (directo y indirecto) para los regímenes terapéuticos y el resultado clínico encontrado. Aún cuando un plan terapéutico esté asociado con costos mayores, éste puede ser el régimen preferido si mejora el resultado y disminuye el costo de la prestación. Esto es llamado por los economistas valor agregado de un producto. C. El análisis del costo - utilidad para un nuevo régimen de droga puede describirse en términos del costo a largo plazo. Para los anestesiólogos, estos valores relativos en términos de resultado son a menudo subjetivos y arbitrarios y lo hacen difícil de aplicar rigurosamente en nuestra práctica clínica. D. El análisis del costo – beneficio* involucra una estimación monetaria de la proporción de costos totales en relación con los beneficios obtenidos. Este concepto es discutible y discutido. E. El análisis de la relación costo eficacia. La eficacia es una medida de la calidad de los servicios y promueve la satisfacción del cliente. Cuando se incrementa la calidad y se bajan los costos se incrementa la eficacia. Cuando comparamos costos y eficiencia entre distintas medicaciones anestésicas debemos considerar cuatro áreas 1. Disminución en el costo sin cambio en la eficacia 2. Disminución del costo con disminución de la eficacia 6 3. Aumento del costo de las drogas con aumento de la eficacia 4. Aumento del costo sin cambio o disminución de la eficacia ASPECTOS ÉTICOS Probablemente muchos médicos y otros profesionales de la salud piensen que no es ético que los aspectos económicos influyan en sus decisiones terapéuticas. La tradición hipocrática basada en el principio de la beneficencia, en la que el paciente debe recibir lo mejor, se contrapone con el principio de justicia que es otro principio ético. El principio debe ser entendido en este contexto como la distribución justa de los recursos presupuestados. La solución probablemente pase por tratar de conciliar el bien colectivo en relación con el bien particular de cada uno de nuestros pacientes. Es necesario que los médicos asistenciales tomemos conciencia de la realidad económica de nuestros lugares de trabajo y basemos nuestras decisiones en el uso racional de los fármacos y en la eficacia y el costo de los mismos. Y no en conocimientos empíricos carentes de base científica e interesados en dirigir el uso de ciertos fármacos. Las autoridades sanitarias no deben caer en la simplicidad que racionalizar significa recortar los gastos y disminuir la calidad de la prestación LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA La Gestión adecuada del cambio planeado requiere: Voluntad política Pensamiento sistémico Adecuada capacidad de decisión Establecer un sistema de costos Tener un sistema de información y estar informado. Determinar los objetivos generales y específicos. Dotar de medios. Establecer una estructura funcional LA FARMACOECONOMÍA EN EL HOSPITAL La aplicación de la farmacoeconomía por el hospital, supone la realización de evaluaciones económica de medicamentos y la aplicación de los criterios de 7 eficiencia en la utilización de los mismos, constituyéndose tanto en una ayuda básica para la toma de decisiones como en una toma de pensamiento. Para alcanzar la eficiencia en la utilización de los recursos hospitalarios disponibles según la distribución realizada por nuestra sociedad en un entorno económico cada vez más restrictivo y con cada vez mayores exigencias sanitarias, es necesario considerar dos circunstancias comúnmente enfrentadas: la calidad y el costo de la asistencia sanitaria. Por ello el hospital debe colaborar en la definición del valor económico del uso de los medicamentos, mediante la combinación de los criterios clínicos con los económicos para incidir directamente en los factores endógenos del consumo y modificar adecuadamente la actuación de los agentes exógenos, logrando así un uso más racional de los medicamentos. La farmacoeconomía hospitalaria estudia como influye en el hospital la discusión y análisis de los costos de la terapia farmacológica en nuestro sistema de salud y en nuestra sociedad. Su objetivo básico es identificar el valor económico y terapéutico de las farmacoterapias hospitalarias para distinguir las diferencias entre las alternativas existentes y así poder elegir con criterios de eficiencia* y equidad* la opción más optima para el nivel de restricción presupuestaria al que está sometido el hospital. Además, debe ser un instrumento de decisión esencial que permita la selección y utilización racional de los medicamentos y su aplicación debe realizarse, tanto por el hospital, como por el resto de los agentes que inciden sobre el consumo de medicamentos que en allí se realizan. En la era del conocimiento tendrán éxito quienes … Tengan una visión sistémica Generen valor Promuevan la innovación Usen y compartan información Mejoren su productividad Disminuyan los costos Den nuevos servicios Sostengan sus ventajas competitivas Empleen tecnologías sanitarias que hayan demostrado eficiencia clínica Tobar Federico, Godoy Garraza, Lucas. “Estrategias económicas y financiamiento del medicamento”. Cuadernos Médico Sociales 80: 6791. Noviembre del 2001. Principales usos de la farmacoeconomía en la regulación de medicamentos 8 Herramienta regulatoria Aplicación Objeto • Registro • Financiación selectiva • Comparación de drogas • Costo beneficio, • Costo efectividad • Costo utilidad de las drogas. • Monitoreo • Financiación • Aranceles • Diseño de políticas y en particular de los esquemas de financiación de los medicamentos. • Colaborando para definir criterios de ingreso al mercado de nuevos productos. • En el diseño de listas para financiación pública y colectiva de medicamentos • El análisis de las funciones y costos de producción permite identificar elementos para corregir distorsiones y efectos perversos. Por ejemplo: separar la financiación de la investigación y el desarrollo de la producción o de la comercialización mayorista y minorista. Eso permitiría corregir el rumbo de la oferta hacia la cosmética e incentivar que no haya enfermedades huérfanas (por ejemplo, vacuna contra el Chagas) • Financiación selectiva • Provisión directa • Evaluación del impacto redistributivo de las políticas de medicamentos. • Evaluación del impacto económico del uso irracional de medicamentos • La investigación sobre financiación permite identificar productos donde la regresividad de la financiación es mayor. Por ejemplo: identificando en cuáles productos se produce la mayor brecha en la financiación • La estimación de los gastos que genera el uso irracional y la estimación de los ahorros que se pueden generar evitándolos también contribuye al diseño de políticas. CONCLUSIONES La farmacoeconomía puede generar un fuerte apoyo a la regulación de medicamentos pero también puede generar un uso irracional de la misma. 9 En los países donde aún falta avanzar mucho en términos de acceso a los medicamentos, la principal prioridad tanto de las políticas regulatorias como de los estudios económicos que la apoyen, debe ser favorecer la equidad* y promover el acceso a los medicamentos. Esto exige operar con una concepción de amplia de farmacoeconomía considerando que la misma puede (y debe), no sólo evaluar costos y consecuencias del uso de determinados productos, sino también asistir a la formulación y evaluación de las políticas reguladoras. En particular a través del diseño y examen de los esquemas de financiación y sus consecuencias. Farmacoeconomía es mucho más que evaluación económica de medicamentos. * Ver término en Glosario BIBLIOGRAFÍA 1. Pécoul, Bernard; Chirac, Pierre; Trouiller, Patrice; Pinel, Jacques. “Access to Essential Drugs in PoorCountries”. Journal of Américan Medical Association (vol 281) No.4.:36367. 2. Grabowski.H. “The effect of pharmacoeconomics on company research and development decisions. “Pharmacoeconomics (vol 5): 389397. 1997. 3. Lanza, Oscar. ”Análisis de la promoción de medicamentos en Bolivia”. Boletín Fármacos volumen 1(2) Septiembre de 1999 página 16. Disponible en: www.boletinfarmacos.org 4. Zerda A, Velázquez G, Tobar F, Vargas JE. Sistemás de seguros de salud y acceso a medicamentos. Washington DC: OMSEdiciones Isalud; 2001. Página 35. 5. Tobar Federico & Godoy Garraza, Lucas. “Estrategias económicas y financiamiento del medicamento”. Cuadernos Médico Sociales 80: 6791. Noviembre del 2001. 6. Tobar, Federico. “Las políticas de medicamentos y el problema del acceso”(editorial) en Boletin Fármacos. 2002. 7. Bloor, K. “U.K experiencie of Pharmacoeconomics. Is the fourt hurdle high enough?. Pharmacoeconomics: international Experiencies. Sao Paulo. 21 to 22 of novemebr, 2002. 8. Abraham J y Lewis G. Routledge Regulating medicines en Europe: Competition, expertise and public health, London. 2000. 9. Extraído de la reseña de Nuria Homedes en boletín fármacos volumen 2(1) Febrero de 1999 página 9. Disponible en: www.boletinfarmacos.org en el mismo número de esta publicación hay una reseña de Antonio Ugalde sobre una nota editorial del British Medical Journal del 3 de octubre de 1998 (BMJ 317:899900) titulado: Is the FDA approving drugs too fast? Probably not but drug recalls have sparked debate. 10. “Las decisiones del instituto de excelencia implican que el NHS ha de financiarlas”. El Global, Madrid. 14 al 20 de octubre de 2002. 2º Jornada de Economía de la Salud. Página 24. 11. Acción Internacional para la Salud. “Tendencias en el campo farmacéutico. Documento para debate”. En Boletín Fármacos (II) 2000. 10 12. Godoy Garraza, Lucas & Monsalvo, Mauricio. “Impacto de la política de utilización del Nombre genérico de los medicamentos en Argentina”. Disponible en: www.remediar.gov.ar 13. Drummond. M.F. “Guidelines for Pharmacoeconomic Studies”. PharmacoEconomics 1994. 6 (6): Páginas 493497. 11