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VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica – Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Conferencias Invitadas María Jesús Coma del Corral Secretaria del CEIC de Burgos-Soria. Responsable de la Unidad de Investigación Hospital General Yagüe Burgos. España Correspondencia: Dra. María Jersús Coma Unidad de Investigación Hospital General Yagüe Avda. del Cid 96 09005 Burgos Telf: +34 947 281 612 Fax: +34 947 281 612 E-mail: mjcoma@uninet.edu El patólogo y los ensayos clínicos La investigación traslacional, principalmente a través de Ensayos Clínicos multicéntricos debe ser conducida por equipos multidisciplinarios de clínicos e investigadores básicos (Lehmann y col. 2003), lo que incluye farmacólogos, biólogos moleculares, bioquímicos, especialistas en diagnóstico por imagen, epidemiólogos, estadísticos, científicos bioinformáticos y por supuesto en una posición destacada, patólogos capaces de relacionar conclusiones biológicas con el resultado clínico. Esto requiere tambien capacidad de trabajar estrechamente con los laboratorios que diseñan los programas de investigación y Ensayos Clínicos de nuevos medicamentos. Es deseable alcanzar una buena colaboración entre los laboratorios que investigan nuevos fármacos, las unidades clínicas que tratan directamente a los pacientes y los servicios centrales de los Hospitales, entre ellos destacadamente, el Servicio de Patología. La Unidad de Investigación centraliza el control de los ensayos clínicos que se realizan en un centro sanitario y debe trabajar para conseguir una sinergia capaz de crear, mantener y completar círculo de interacciones positivas, además de proporcionar ayuda metodológica y apoyo científico y logístico. Palabras clave: patología; ensayos clínicos; medicina; role; investigación Biología Molecular, diagnóstico por Imagen y Patólogos. Cada vez más, los clínicos deben tener acceso a la ciencia básica y la experiencia necesaria para el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas y su desarrollo clínico. EL PATÓLOGO EN LOS ENSAYOS CLÍNICOS Hay un general acuerdo en que: "La investigación en Patología se beneficia de un intercambio dinámico y eficaz de información en los ensayos clínicos o en la evaluación de nuevos tratamientos, y el sistema de información en Anatomía Patológica debe contemplar estas funciones del patólogo" (García Rojo y Pardo Mindán, 2004). Hoy día existe la opinión generalizada de que la introducción de una nueva tecnología en Sanidad tiene carácter de investigación y deberá por tanto estar sometida a controles similares a los utilizados para la evaluación de nuevos medicamentos, teniendo en cuenta además los principios básicos de la Ética respecto de la Investigación en humanos y los Ensayos Clínicos (Arteaga Hernández, 2004). La intervención del patólogo en los ensayos clínicos con nuevos medicamentos, incluye por supuesto diagnosticar la citología o biopsia y en su caso, realizar la necropsia. También es preciso unificar los criterios de diagnóstico, estadiaje etc., aspecto éste crítico, hasta el punto de que a veces hay que plantear la función de un "laboratorio central" de Patología (Scott y col. 1995) que unifique los criterios de diagnóstico, grado y estadiaje tumoral, etc. para que los sujetos participantes en la investigación sean correctamente valorados, se trate de muestras representativas y puedan obtenerse del estudio resultados homogéneos, equiparables y debidamente aplicables. El camino que conduce al desarrollo óptimo de nuevos tratamientos requiere esfuerzos notables en materia de investigación traslacional. Hacen falta clínicos de vanguardia capaces de hacer compatible la investigación básica y clínica, y enfocar sus actividades a la investigación traslacional conducida como Ensayos Clínicos, y que se integren en equipos multidisciplinarios con expertos en Farmacología, Los Centros de Datos promueven y aseguran un flujo óptimo de coordinación y comunicación, creando procedimientos de traslación entre los departamentos. -1- Actas Hispanoamericanas de Patología VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica – Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Conferencias Invitadas Hay que prestar apoyo y atención a los Bancos de Tejidos y Tumores centralizados y conjuntamente con el archivo de preparaciones histológicas y bloques de parafina, conectado al Centro de Datos, debe estar en condiciones de suministrar tejido de pacientes participantes en Ensayos Clínicos y, si fuera preciso, hacer la revisión histológica pertinente para actualizar o mejorar la calidad de un diagnóstico patológico precedente. Dadas las ventajas clínicas y el ahorro económico potencial de prevenir la enfermedad recurrente y optimizar la terapia desde la fase más temprana de la patología Dranitsaris y col. (2003) realizaron un análisis económico con objeto de determinar si era más rentable investigar el marcador en el momento del diagnóstico inicial. Para ello, obtuvo la relación de costes de la determinación de HER2 en tres departamentos de Patología canadienses. El desglose de los gastos incluía todos los recursos empleados para recuperar el bloque, transportarlo, hacer nuevos cortes y teñidos con H&E, tiempo de personal de laboratorio y del patólogo para repasar las preparaciones del tumor y seleccionar un bloque representativo, etc. El promedio de las estimaciones obtenidas de los tres centros, fue de 73 $ US. El costo de la inmunohistoquímica (2 anticuerpos) fué de 30 $ US, y el de la hibridación in situ 250 $ US. Estas cifras palidecen cuando se contrastan con el coste del nuevo tratamiento. Los resultados de la evaluación económica determinaron que indagar el estado HER2 de todos los pacientes con cáncer de mama en estadio I-III en el momento del diagnóstico inicial, en lugar de hacerlo cuando aparece la metástasis, proporcionarían un ahorro económico neto relevante. Además, el uso eficaz de este indicador pronóstico podría también dar lugar a la selección de la quimioterapia óptima, susceptible de ahorrar costes adicionales y mejorar el cuidado del paciente (Dranitsaris y col. 2003). Las bases moleculares de la carcinogénesis están siendo rápidamente exploradas y documentadas. Ya disponemos en la clínica de dianas inmunológicas, marcadores biológicos y hormonales y asistimos al desarrollo de tratamientos con anticuerpos conjugados contra tales dianas, que están cambiando el panorama de especialidades como Oncología, Inmunología, etc. Veamos unos ejemplos: uno de los descubrimientos oncológicos más importantes en los últimos 50 años sobre el cáncer de mama, ha sido la identificación de los receptores de estrógenos y de progesterona. Los pacientes con tumores que expresan estos receptores serán probablemente más beneficiadas de terapia hormonal que las pacientes negativas para estos mismos receptores (Forbes 1997). De la misma manera, el receptor del factor de crecimiento humano 2 (HER2, o HER2/neu), una proteína perteneciente a la familia del receptor del factor de crecimiento epidérmico, parece demostrarse como una herramienta pronóstica y predictora igualmente valiosa en el tratamiento de tumores de mama, pulmón, colon, etc. (Cooke y col. 2001; Stein y col. 2006; Fijolek y col. 2006; Kountourakis y col. 2006), una proteína cuya amplificación / sobreexpresión está asociada a crecimiento tumoral agresivo y mal pronóstico. Esta amenaza está siendo convertida en una oportunidad gracias al desarrollo de anticuerpos monoclonales humanizados dirigidos contra dicha proteína, convertida así en diana terapéutica de nuevos fármacos como el trastuzumab. Una vez realizados los Ensayos Clínicos pertinentes, este fármaco ha sido aprobado por las autoridades sanitarias para su comercialización. Antes de iniciar el tratamiento con dicho fármaco hay que examinar el tejido tumoral mediante inmunohistoquimia o hibridación in situ, para ver si hay o nó sobreexpresión de HER2, lo que se suele hacerse hasta ahora con ocasión de aparición de la enfermedad metastásica. Una vez reafirmada la necesidad, oportunidad y beneficios de la cooperación del patólogo, quizás sea el momento de preguntarnos sobre la efectividad y el reconocimiento del quehacer anatomopatológico en la realización de ensayos clínicos en la práctica. Los Ensayo Clínicos representan una significativa proporción del total de trabajos de Investigación del Hospital General Yagüe de Burgos. Un centro sanitario debe tener programas de investigación potentes, que realcen las opciones del tratamiento para los pacientes. (Huber, 1993). Durante los últimos 5 años (2001-2005) el Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC) de Burgos ha evaluado un total de 248 Protocolos, de los que 174 corresponden Ensayos Clínicos sobre 116 nuevos medicamentos en fase de investigación clínica y 5 productos sanitarios a realizar en los centros de su ámbito, que comprenden las provincias de Burgos y Soria. Los Promotores o patrocinadores de estos ensayos son principalmente compañías farmacéuticas, grupos cooperativos de investigación, el Instituto de Salud Carlos III, y hay -2- Actas Hispanoamericanas de Patología VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica – Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Conferencias Invitadas una corta variedad de otras fuentes de financiación. En nuestro caso, la industria financió 152 Ensayos con medicamentos, y 5 con productos sanitarios. Los restantes 17, fueron trabajos promovidos por grupos cooperativos altruistas, con mínima financiación. En esta serie, se calcula que el patólogo ha tenido participación relevante ya sea para el diagnóstico, la extensión de la enfermedad, la cuantificación de datos citohistológicos, u otras actividades de examen citohistológico, en 86 Ensayos Clínicos promovidos por Laboratorios y 3 cooperati-vos, lo que representa un 51% de los casos. El patólogo ha sido recordado a la hora del presupuesto, como un investigador más entre los participantes, en 3 ocasiones, lo que corresponde a un 3.48% de los casos de Ensayos Patrocinados por la Industria Farmacéutica en nuestro medio. Como es preceptivo, el Comité Ético de Investigación Clínica evalúa todos los protocolos y antes del inicio de cualquier Ensayo Clínico, debe conceder su aprobación, así como la de la dirección del centro y las autoridades sanitarias nacionales. La valoración del protocolo por el CEIC, incluye la consideración ética de los objetivos de la investigación, la ponderación del riesgo-beneficio, el procedimiento de la selección de pacientes, la salvaguarda de los derechos de los pacientes, y los requisitos generales y particulares para obtener el consentimiento informado de cada sujeto. Cuando la investigación es promovida por un Laboratorio Farmacéutico, debe quedar claramente explicitada en un contrato entre todas las partes implicadas, todos los aspectos económicos, y lo habitual es que sea el Promotor quien asuma todos los gastos adicionales derivados de la investigación en el centro, lo cual debe incluir la pertinente compensación por el trabajo adicional que realiza tanto el personal propiamente investigador, como el de los que realizan tareas auxiliares que la posibilitan. El trabajo investigador beneficia en primer lugar a los pacientes, pero evidentemente, el tiempo y trabajo desarrollado por el facultativo debe tener su adecuada compensación. El CEIC asimismo examina el presupuesto del ensayo y evalúa si las compensaciones económicas interfieren con los postulados éticos. Ningún miembro del CEIC recibe compensación alguna, directa ni indirecta de los Promotores de los Ensayos Clínicos. Las implicaciones financieras del presupuesto de los Ensayos Clínicos no se han investigado lo suficiente para apreciar todos los aspectos económicos susceptibles de análisis. Un trabajo exploratorio sobre la valoración del trabajo de los investigadores consistió en la presentación del resumen de dos hipotéticos Ensayos Clínicos a los servicios administrativos de los nueve centros regionales oncológicos de la provincia de Ontario (Canadá), con la solicitud de que fueran presupuestados cada uno de ellos bajo dos perspectivas: la primera, que el Patrocinador fuera un grupo cooperativo federal, y la segunda, como si fuera patrocinado por la industria farmacéutica. El presupuesto total por paciente para el primer ensayo osciló entre 1.352 y 3.082 dólares cuando fue considerado como un ensayo cooperativo, y entre 1.700 y 7.217 dólares cuando se consideró patrocinado por industria. El segundo ensayo, obtuvo la misma disparidad de cifras presupuestarias: entre 2.251 y 5.826 dólares según se suponía que lo patrocinaba un grupo cooperativo y entre 2.251 y 11.304 dólares cuando se pensaba que lo hacía la industria farmacéutica. Lo más notable es que las diferencias estaban basadas sobretodo en las compensaciones por el trabajo investigador de médicos, enfermeras y radiólogos (Wright y col. 2005), lo cual ilustra sobra la capacidad de altruismo de los profesionales de la sanidad, cuando se trata de contribuir con la investigación al beneficio del enfermo. La experiencia nos dice que, por lo que se refiere al patólogo, el interés crematístico es prácticamente nulo. Asch y col. 1998 evaluaron los efectos de la cuantía del incentivo en las tasas de respuesta a una encuesta de salud por parte de un grupo de médicos de Atención Primaria, en los E.E.U.U. observando que un incentivo superior rindió una tasa de respuesta más alta, pero las tasas de respuesta marginal fueron aumentando tras recordar la solicitud y el nivel incentivo no influyó en la calidad de los datos. Por lo que se refiere a la necropsia, en prácticamente todos los protocolos de Ensayos Clínicos, no solo se prescinde de su eventualidad, sino que simplemente se ignora su posibilidad, aun cuando, en la mayoría de los ensayos de fase I de fármacos antineoplásicos la eventualidad del deceso a corto y medio plazo es, inicialmente, más que probable. Los criterios establecidos por el College of American Pathologist Found (1984) determinan que debe realizarse la autopsia en todos los fallecimientos de pacientes que han participado en Ensayos Clínicos. En el -3- Actas Hispanoamericanas de Patología VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica – Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Conferencias Invitadas ordenamiento jurídico actual español, está contemplado que la necropsia debe realizarse en los casos en que "un estudio clínico haya bastado para caracterizar la enfermedad suficientemente, pero exista un interés científico definido en conocer aspectos de la morfología o de la extensión del proceso" (Sirvent y Blázquez 2002). REFERENCIAS 1. Antman K. Reimbursement issues facing patients, providers, and payers. Cáncer. 1993 Nov 1;72(9 Suppl): 2842-5 2. Arteaga Hernández E. La autopsia clínica. Un procedimiento científico de gran beneficio social. Conferencia en el V Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patologica. 2004. Disponible online: http://conganat.sld.cu/conferencias/conf_ernesto.html En el caso del CEIC de Burgos y Soria, en 70 Ensayos Clínicos de la muestra analizada, era de esperar cierta probabilidad de exitus del paciente a corto o medio plazo. Además, en otros 23 casos, en los que no requería ninguna actuación del patólogo durante la enfermedad, la probabilidad de fallecimiento era considerable (casos de ictus, sepsis grave, cardiopatía isquémica, etc.). Sin embargo en el protocolo, la opción de necropsia brilla, prácticamente siempre, por su ausencia. Solo ocasionalmente algunos protocolos hacen “una recomendación" al investigador principal: que si se produce como acontecimiento adverso el resultado de muerte, intente obtener el permiso para realizar la autopsia. La autopsia en pacientes sometidos a Ensayos Clínicos ha sido ocasionalmente reclamada por algunos patólogos (González González 2004), si bien no deja de ser algo testimonial en parte motivado por el deseo de incrementar el índice de las que realiza un centro sanitario 3. Asch DA, Christakis NA, Ubel PA. Conducting physician mail surveys on a limited budget. A randomized trial comparing $2 bill versus $5 bill incentives. Med Care. 1998;36:95-9 4. College of American Pathologist Found. The autopsy: revitalizing the ultimate medical consultation. Arch Pathol Lab Med 1984;108:429-523. 5. Cooke T, Reeves J, Lannigan A, Stanton P. The value of human epidermal growth factor receptor-2 as a prognostic marker. Eur J Cáncer 2001;37(suppl 1):S3– 10 6. Dranitsaris G, Norris B, Hanna W, O’Malley FP, Gelmon K. Identifying the optimal timing of HER2 testing in patients with breast cáncer: a Canadian economic evaluation. Current Oncology, 2003;10:36-44. La legislación, las políticas sanitarias y las decisiones administrativas tienen un impacto directo sobre la Medicina. Cada vez más, estas decisiones de políticas de salud están siendo tomadas por expertos de salud pública, economistas, gestores de la seguridad social, etc. (Antman, 1993). Evidente-mente, el arte de curar y una adecuada distribución de los recursos, exige el concurso de muchos profesionales y entendidos en todas estas áreas. Sin embargo, la participación en la toma de decisiones en materia de sanidad por profesionales no sanitarios, no exime a los médicos de estar siempre en disposición de influir adecuadamente en el desarrollo de políticas médicas, especialmente por lo que se refiere a la prevención, el diagnóstico, y el tratamiento del paciente. Y en este campo, el patólogo sigue siendo el garante de la calidad del diagnóstico 7. Fijolek J, Wiatr E, Rowinska-Zakrzewska E, Giedronowicz D, Langfort R, Chabowski M, Orlowski T, Roszkowski K. p53 and HER2/neu expression in relation to chemotherapy response in patients with nonsmall cell lung cáncer. Int J Biol Markers. 2006;21:81-7. 8. Forbes JF. The control of breast cáncer: the role of tamoxifen. Semin Oncol 1997;24(suppl 1):S1-5–S1-19. 9. García Rojo M, Pardo Mindán FJ. Anatomía Patológica (Patología) en la historia de la salud electrónica. Los sistemas de información en Anatomía Patológica (SIAP). Disponible Online: http://www.conganat.org/seis/informes/2004/PDF/CAPITULO7.pdf 10. González González MM. La comisión de mortalidad: la gran aliada del patólogo. Rev. Esp. Patol. 2004; Vol 37, n.º 1: 19-22. 11. Kountourakis P, Pavlakis K, Psyrri A, Rontogianni D, Xiros N, Patsouris E, Pectasides D, Economopoulos T Clinicopathologic significance of EGFR and Her-2/neu in colorectal adenocarcinomas. Cáncer J. 2006;12:229- Agradecimientos: A C. Santolaya y Y. Lozano por su colaboración técnica en la revisión de Protocolos. A Martín de Frutos, Presidente del CEIC de Burgos y Soria por su revisión crítica y apoyo constante. 36. -4- Actas Hispanoamericanas de Patología VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica – Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Conferencias Invitadas 15. Sirvent JJ, Blázquez S. Papel de la autopsia en la Patología actual. Conferencia en el V Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patologica. 2002. Disponible online: http://conganat.uninet.edu/conferencias/C007/ 12. Lehmann F, Lacombe D, Therasse P, Eggermont AM. Integration of Translational Research in the European Organization for Research and Treatment of Cáncer Research (EORTC) Clinical Trial Cooperative Group Mechanisms. J Transl Med. 2003;1:2. 16. Stein MN, Shin J, Gudzowaty O, Bernstein AM, Liu JM. Antibody-dependent cell cytotoxicity to breast cáncer targets despite inhibitory KIR signaling. Anticancer Res. 2006;26(3A):1759-63. 13. Shaw MJ, Beebe TJ, Jensen HL, Adlis SA. The use of monetary incentives in a community survey: impact on response rates, data quality, and cost. Health Serv Res. 2001;35:1339-46 17. Wright JR, Roche K, Smuck B, Cormier J, Cecchetto S, Akow M, Pilatzke S, Pritchard KI. Estimating per patient funding for cáncer clinical trials: an Ontario based survey. Contemp Clin Trials. 2005;26:421-9. 14. Scott CB, Nelson JS, Farnan NC, Curran WJ Jr, Murray KJ, Fischbach AJ, Gaspar LE, Nelson DF. Central pathology review in clinical trials for patients with malignant glioma. A Report of Radiation Therapy Oncology Group 83-02. Cáncer. 1995;76:307-13. -5- Actas Hispanoamericanas de Patología