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Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 CONSEJO DIRECTIVO DE LA SOCIEDAD PERUANA DE UROLOGIA 2008-2010 COMITÉ DIRECTIVO FILIAL SUR Presidente Dr. Raúl Pastor Medina Ninacondor Presidente Dr. Javier Villegas Paredes Vicepresidente Dr. Miguel Alberto Meza Díaz Secretario Dr. Rolando Torres Valdivia Secretario General Dr. Jorge Pólo Cortez Tesorero Ricardo Barriga Delgado Tesorero Dr. Giovanni Falconi Galvez Vocal Dr. Ayar Peralta Vizcarra César Gomez Bellido Secretario de Actas Dr. Genaro Vargas Hernández Past President Secretario de Acción Científica Dr. Luis Guerra Galarza Past President Dr. Daniel Hidalgo Cuellar COMITÉ DE ACCION CIENTIFICA Dr. Luis Guerra Galarza Dr. Daniel Hidalgo Cuellar Dr. José Antonio Arrus Soldi Dr. Miguel Suárez Meza COMITÉ DE ETICA Dr. Miguel Alberto Meza Diaz Dr. Juan Guillermo Corrales Riveros Dr. Julián Villareal Valerio FILIAL DEL NORTE Presidente Dr. Rodil Cruzalegui Henriquez Vicepresidente Dr. Victor Morales Ramos Secretario Dr. Juan Terrones Deza Tesorero Dr. Cesar Vallejos Valderrama Vocal Dr. Javier Ruiz Murga Past Presidente Santos Eloy Castañeda Carranza Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 COMITÉ DE LA REVISTA CONTENIDO EDITORIAL …………………………… ………………………………………………………………………… ……………………………………………….......................................…………… EDITOR UROGINECOLOGIA Juan Guillermo Corrales Riveros Rosa Reategui Rengifo Nicanor Rodríguez Gutarra REDACTORES Benjamin Torrico Herrera ARTICULOS ORIGINALES Características clínico-epidemiológicas, manejo y complicaciones de la fractura de pene en el Hospital Belén de Trujillo. Juan Manuel Terrones Deza, Willy Gustavo Gamboa Vicente, Víctor Manuel Soles Quineche……………………………...................................…………..…......................……. 5 Variables relacionadas a sobrevida en pacientes nefrectomizados por cáncer renal: experiencia en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. José Medina, Raúl Medina, Luis Zegarra, Waymer Melgarejo, Alfonso del Castillo, Roberto Sánchez. Humberto Condori, Patricia Medina ………. 11 Comparación entre tomografía espiral multicorte y radiografía de abdomen simple para el diagnóstico de litiasis urinaria en emergencia. Juan G. Corrales, Luis Lavander, Álvaro Rodríguez, José Rodríguez………………… ……………………………………………………............................................................ 17 José Antonio Arias Delgado Néstor Arturo Aviles Martínez ENDOUROLOGIA Roberto Rafael Febres Zaldívar Edmundo Guarnizo Olivera Luís Alberto Guerra Galarza Alfredo Martínez-Velazco Elvis Sueldo-Guevara Chávez Jesús Barahona Mendoza COMITÉ EDITORIAL LITOTRICIA EXTRACORPOREA Ulises Núñez Chávez ONCOLOGIA Rolando Torres Valdivia Carlos Morante Deza Julio Jimenez Ramírez Víctor Destefano Urrutia Luis Sevilla Torres 4 Potencia y continencia después de prostatectomía radical retropúbica: estudio prospectivo. Gilmer A. Díaz, Daniel Hidalgo C. y José Arias D.… 23 CASOS CLINICOS Hematoma renal post litotricia extracorpórea. Michael Salirrosas S, Alejandro Fribourg C., José Avilés C., Hugo Del Pozo M., Nicanor Rodríguez G., Santiago Gutiérrez M., Enrique Azabache P., Carlos Díaz Ch., Pedro Mejía P. y HugoGallo S…………………………………………………..…… 30 Nefroma quístico gigante en una niña de 9 meses de edad reporte de un caso. Juan G. Corrales Riveros, Miguel Meza Díaz José Zorrilla Osorio David Avendaño Zanabria y Julio Miney Yonamine ………...................................................................................................................................….… 35 ARTICULO DE OPINION El Vía Crucis de la Revista Peruana de Urología Alfredo Martínez Velazco……………………………………………… ……………………………………………………………………….....................................…………………………. 38 UROLOGÍA PEDIATRICA Julio Miney Yonamine LAPAROSCOPIA José Zorrilla Osorio Alexis Alva Pinto Luis Barreto Espinoza ARTICULO DE REVISION INTERNACIONAL Serenoa repens para la hiperplasia benigna de la próstata Wilt T, Ishani A, Mac Donald R. ………………………………… ……………………………………………………………………………………………….................................…………… 43 Mario Garrido Toribio Victor Salirrosas Bermudez UROLOGIA GENERAL Leonardo Lazo Bisbal TRANSPLANTE RENAL Carlos Santa María Iglesias Luís Zegarra Montes Juvenal Socola Rojas Jorge Rabanal Capto Miguel Vásquez Anicama Pedro Toledo Ramal VIDA INSTITUCIONAL XX Congreso Peruano de Urología 2008 y Juramentación de la nueva Junta Directiva SPU ......................................................................................... 50 VIDA INSTITUCIONAL Discurso del Dr. Raúl Medina Ninacondor Presidente SPU 2008-2010 …………… ………………………………………………….................................……………...…. 52 CALENDARIO UROLOGICO ………………………… ………………………………………………………………………… ……………………….................................…….....…………… 54 INFORMACION PARA LOS AUTORES ……………… ………………………………………………………………………… ………………................................…………....………….. 55 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 EDITORIAL ARTICULO ORIGINAL EDITORIAL El tiempo pasa demasiado rápido en nuestros días. El mundo globalizado y los conceptos cambiantes son la regla; nada es estático, todo está transformándose. Aparentemente no tenemos espacio para poder redactar nuestras experiencias, ya que en nuestra residencia de urología no nos han acostumbrado ha cultivar algo de la investigación científica. Algunos logros esporádicos existen, pero no son la regla en nuestra sociedad urológica y eso debe cambiar. Casi siempre estamos en periodos de crisis en nuestro país pero no podemos dejar de reconocer que actualmente estamos mejor que ayer. A inicios de los noventa los médicos que estamos ahora por alrededor de cincuenta años de edad, no teníamos acceso al crédito, no podíamos comprar equipos, pocos viajaban al exterior con mucho esfuerzo, muchas veces endeudándose. Hoy en día con mucho agrado, vemos que la asistencia de los urólogos peruanos a los congresos es masiva, y que la adquisición de equipos de vanguardia es posible. Sin embargo, hay una carencia de producción de trabajos científicos y creemos que es por falta de costumbre más que por falta de tiempo. Actualmente los residentes pueden rotar con más facilidad que antes por los diferentes servicios de urología del país, lo cual mejora su entrenamiento: sin embargo, estamos lejos de tener un profesional promedio competitivo y competente a nivel mundial. En parte por que el período de estudio de 3 años es corto, la mayoría de escuelas tienen de 4 a 6 años de residencia. No vamos a tratar de resolver la problemática de la residencia en urología, pero sí tratar de inculcar a nuestros residentes a terminar sus estudios de la especialidad con algunos trabajos científicos publicados. Es nuestra intención tratar de editar dos números anuales, pero no va a poder ser posible sin la colaboración de ustedes. Nos hemos visto en la necesidad de publicar algunos trabajos debido a la falta de colaboración de los miembros de nuestra sociedad que no nos ha enviado artículos a pesar de haberlos solicitado. La mayoría de urólogos preguntan cuando es la fecha límite para presentar su trabajo para ver si lo envían o no, pero no deben pensar de esta manera. Finalmente hemos sugerido a nuestra Sociedad Peruana de Urología, la creación de un premio anual al mejor trabajo publicado con el fin de incentivar la producción de artículos científicos en Urología. Agradecemos a los autores de los artículos a publicarse en la presente revista y a todos ustedes por la lectura de ellos. La Revista Peruana de Urología está al servicio de todos sus asociados y estamos atentos a cualquier opinión o sugerencia que sera bien recibida. Características clínico-epidemiológicas, manejo y complicaciones de la fractura de pene en el Hospital Belén de Trujillo Juan Manuel Terrones Deza*, Willy Gustavo Gamboa Vicente, Víctor Manuel Soles Quineche Servicio de Urología. Hospital Belén de Trujillo * Correspondencia: terrones_juan@hotmail.com RESUMEN Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo longitudinal en el que se revisaron las historias clínicas de 39 pacientes varones con diagnóstico de fractura de pene hospitalizados en el Servicio de Urología del Hospital Belén de Trujillo durante el periodo 1995-2008, con el objetivo de conocer las características clínico-epidemiológicas, el manejo y complicaciones. Se encontró que el grupo etáreo mas afectado fue entre 20-29 años, el tercio medio del pene se lesionó en el 51,3% de casos. La lesión fue unilateral en todos los casos. No se registró lesión de uretra. El edema, equimosis, dolor, incurvación y hematoma fueron los signos y síntomas más frecuentes. El tratamiento fue quirúrgico en el 94,9% de casos. Hubo complicaciones en 7 pacientes operados. El tratamiento quirúrgico debe ser el tratamiento de elección para pacientes con fractura de pene, en base a nuestra experiencia y a lo reportado por la literatura, ha demostrado ser seguro y efectivo para restaurar la función sexual. Palabras Clave: Fractura de pene, tratamiento ABSTRACT We performed a retrospective longitudinal descriptive study, which reviewed the medical records of 39 male patients diagnosed with penile fracture were hospitalized at the Department of Urology Hospital Belén de Trujillo during the period 1995-2008, to ascertain the nature clinical and epidemiological, management and complications. We found that the age group most affected was between 2029 years, the middle third of the penis was injured in 51.3% of cases. The lesion was unilateral in all cases. There was no urethral injury. Edema, ecchymosis, pain, curvature and hematoma were the most frequent signs and symptoms. The treatment was surgical in 94.9% of cases. There were complications in 7 patients operated on. Surgical treatment should be the treatment of choice for patients with penile fracture, based on our experience and that reported in literature, has proven to be safe and effective in restoring sexual function. Key words: Penile fracture, treatment INTRODUCCION La fractura de pene se define como la ruptura traumática de la albugínea del cuerpo cavernoso del pene en estado de erección. La ruptura es habitualmente unilateral y transversa, pero puede extenderse y afectar al cuerpo esponjoso y a la uretra. Es una patología relativamente rara e infrecuentemente reportada en la literatura; no se encuentra entre las causas de consulta urológica más frecuentes (1). La fractura de pene o ruptura del cuerpo cavernoso representa una entidad que ha sido reportada de manera aislada (2,6). Es el trauma de pene no penetrante más común (7). Constituye una entidad probablemente subreportada, su incidencia anual promedio se estima en 0,33 casos por 100 000 habitantes (8). Ocurre más comúnmente durante el coito, representando esta etiología un 58% de los casos (7,9); otras incluyen a la masturbación, el rodar sobre la cama con el pene en erección, doblamiento del pene para producir detumescencia y a la manipulación nocturna inconciente (10). El compromiso uretral ocurre en un 10 a 22% de los casos reportados (9,11). 5 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 A pesar de ser una entidad poco frecuente y que no pone en riesgo la vida del paciente, la fractura de pene representa una urgencia urológica que requiere un tratamiento inmediato. El correcto acercamiento diagnóstico y terapéutico es crucial para preservar la función, prevenir el daño psicológico y sexual a largo plazo (12,13). El diagnóstico se basa en la anamnesis y en los hallazgos clínicos (6,14). El diagnóstico es clínico, el ultrasonido puede ser de utilidad para corroborar el mismo (5); cuando existe duda o el caso es atípico, la resonancia magnética y la cavernosografía son los exámenes de elección (15,17). En relación al tratamiento, la mayoría de estudios revisados sobre el manejo del trauma de pene en la población civil se avocan a comparar el tratamiento quirúrgico y el conservador en el traumatismo cerrado. Existe consenso en incentivar la pronta intervención quirúrgica terapéutica en vez del manejo conservador de la fractura de pene. La cirugía inmediata o precoz (en las primeras 72 horas de producido el trauma) reduce en gran medida la incidencia de complicaciones a largo plazo (angulación del pene, coito y erección dolorosa, disfunción eréctil, priapismo, aneurismas, pseudodivertículos, fístulas, estenosis uretral, etc.), disminuye el tiempo de hospitalización, disminuye la morbilidad y favorece el rápido retorno a la actividad sexual plena (2,8,13,18,21). El porcentaje de complicaciones postoperatorias es bajo, alrededor del 10 y 12,2% (8,15). Dincel y col (22) reportan a la infección de herida operatoria como complicación temprana; durante el primer mes postoperatorio se reportó también fibrosis residual y dolor leve durante el coito. Al ser una entidad poco frecuente como lo describe la literatura revisada, su incidencia en nuestro medio requiere que estemos familiarizados con las características clínicoepidemiológicas, el manejo y las complicaciones de este tipo de trauma. Por este motivo se realizó el presente trabajo a fin de disponer de datos de nuestra realidad y contribuir así al mejor conocimiento de esta patología. Presentamos una serie de pacientes con fractura de pene atendidos en el Hospital Belén de Trujillo durante el periodo 1995-2008. MATERIAL Y METODO Se realizó un estudio de tipo descriptivo retrospectivo longitudinal cuya población estuvo constituida por todos los pacientes con diagnóstico de fractura de pene atendidos en el Servicio de Urología del Hospital Belén de Trujillo durante el periodo 1995-2008. 6 Para la identificación de las historias clínicas, se recurrió a la Unidad de Estadística del Hospital Belén de Trujillo; y para evitar el subregistro se revisaron los libros de altas hospitalarias del Departamento de Cirugía, correspondientes a dicho periodo. Se encontró un total 39 historias clínicas con el diagnóstico de fractura de pene durante el periodo de estudio, se realizó la revisión de las historias y se registró la información incluyendo datos de aspectos clínicos, epidemiológicos, de manejo y complicaciones. Los datos fueron ordenados, tabulados y procesados en el programa Microsoft Office Excel 2003. Se presentan los resultados en tablas con sus respectivas frecuencias para su análisis estadístico descriptivo. RESULTADOS El diagnóstico fue clínico en el 100% de casos. La edad de los pacientes fluctuó entre 16 y 55 años, los grupos etáreos más afectados fueron el de 20-29 ( 46,1%), seguido de los 30-39 (23,1%) y el menos afectado el grupo de 50-59 (5,1%). (Tabla Nº 1) La etiología más frecuente fue la manipulación con 19 casos (48,7%), seguida del coito con 18 casos (46,2%). La localización de la lesión más frecuente fue el tercio medio ( 51,3%) y en los restantes fue el tercio proximal del pene (48,7%). La afección del cuerpo cavernoso fue unilateral en la totalidad de pacientes. El cuerpo esponjoso se afectó en dos pacientes (5,1%). No se registró pacientes con lesión uretral. Los signos y síntomas más frecuentes fueron: edema 100% (39), dolor leve a moderado 94,9% (37), equimosis 94,9% (37), incurvación 74,4% (29) y hematoma 61,5% (24). El manejo fue quirúrgico en el 94,9 % de los casos (37). Un paciente no se operó por no aceptar la intervención quirúrgica y solicitar retiro voluntario, y el otro paciente se decidió por manejo conservador por tener psoriasis y presentar lesiones por esta enfermedad en el pene y además por ser una lesión leve. El tiempo promedio entre la producción de la injuria y el inicio del tratamiento quirúrgico fue de 20,1 horas (rango entre 4-144 horas). La estancia hospitalaria promedio fue de 4,1 días (rango entre 2-10 días). Tabla Nº 2. Siete pacientes con fractura de pene registran complicaciones: necrosis de piel de pene (2), parafimosis secundaria a cicatriz no retráctil (2), dolor con la erección (2), priapismo (1) y edema de prepucio (1). 7 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 comparado con la fuerza prolongada pero inferior durante la masturbación ( 23). DISCUSION Aproximadamente 1642 casos de fractura de pene han sido reportados en varios países (23). La mitad de casos, 745 (56 %), se han originado en la zona del mediterráneo incluyendo a Turquía. Probablemente por que estos pacientes desconocen las características anatómicas del pene, se plantea que una buena información sobre la sexualidad y la anatomía genital dentro de la sociedad podrían disminuir la alta incidencia de fractura de pene en esta comunidad. La mayoría de pacientes pensaban que el pene tiene hueso, cartílago y junturas que están involucradas en la erección, de esta manera manipulan al pene como si se tratara de sus dedos. El pene es empujado forzadamente hacia abajo o lateralmente para lograr la detumescencia y placer (18). El cuadro clínico en la fractura de pene se caracterizó por edema, dolor leve a moderado, equimosis, incurvación hacia el lado opuesto a la lesión y hematoma; coincidiendo con la mayoría de autores que los describen como manifestaciones clínicas típicas (2,10,13,14). La sensación de ruptura (chasquido o “clic”) sólo fue descrita en el 43,6% de los pacientes, explicable por la subjetividad del dato o por la falta de experiencia del entrevistador. Fig 1. Paciente con fractura de pene (Fuente Archivo Dr. Juan Terrones) El tiempo promedio entre la producción de la fractura y el inicio del tratamiento quirúrgico fue de 20,1 horas, esto está en concordancia con el consenso que incentiva la intervención quirúrgica precoz, dentro de las 72 horas de producido el trauma, con el fin de disminuir la estancia hospitalaria y disminuir las complicaciones. El 17,9% de los pacientes con fractura de pene presentaron complicaciones en los treinta primeros días de producida la injuria, todos sometidos a tratamiento quirúrgico; siendo estas, a excepción del edema de prepucio, reportadas también como complicaciones a largo plazo o tardías y presentes también en un menor porcentaje en pacientes con manejo quirúrgico (2,8,20). Este porcentaje contrasta con el 4,7, 10 y 12% de complicaciones postoperatorias reportado por otros autores (8,15,18). Los pacientes usualmente consultan durante las primeras horas de ocurrido el trauma. Han sido reportadas edades entre 12 y 82 años, con edades promedios en su mayor parte en la cuarta década (8). Nosotros encontramos que la tercera década fue el grupo etáreo más afectado. Respecto a esto, diversos autores han encontrado en series sobre fractura de pene que la edad promedio en estos pacientes fluctúa entre 27 y 32 años (14, 18, 24, 25) Encontramos, a diferencia de la mayoría de autores citados, a la manipulación como el factor etiológico más frecuente (48.7%), seguido del coito (46,2%) el cual es considerado la causa principal en occidente (7,10,15,26,20,27). En el hemisferio oriental la causa más común de fractura de pene es la manipulación durante la masturbación (2,28). Ekwere y Al Rashid (29) reportan causas no relacionadas al coito en un 73,7%, Zargooshi (18) reporta en 172 pacientes a la manipulación como causa en el 69,1%. Reportamos también un caso de fractura de pene por manipulación nocturna inconciente, uno por caída sobre el pene erecto y otro por golpe del pene en erección contra una silla, causas fortuitas según la bibliografía revisada (2,10). Fig 2. Paciente con fractura de pene y compromiso de la Fascia de Buck(Fuente Archivo Dr. Juan Terrones) A pesar de nuestros resultados con las complicaciones, apoyamos el tratamiento quirúrgico precoz de la fractura de pene, puesto que las complicaciones con el tratamiento conservador son mayores. CONCLUSION Encontramos al tercio medio como lugar de fractura más frecuente en el 51,3%, seguido del tercio proximal en el 48,7%. Lazo (30) reporta 6 casos de afección del tercio proximal, 6 del tercio medio y 2 del distal. No se presentó ningún caso de lesión de uretra a diferencia de otros estudio, en que se reporta su ocurrencia en un 10 a 22% (9,11), probablemente debido a que su incidencia está asociada más frecuentemente en casos de fractura de pene de etiología coital que de una lesión por manipulación. Esto puede estar explicado asumiendo como premisa que una fuerza más llena de énfasis es expendida en el coito, 8 El manejo fue quirúrgico en casi la totalidad de pacientes, en conformidad con la evidencia clínica actual (8,13,15,18). En nuestra serie la fractura de pene fue más frecuente en la tercera década de la vida, afectando más al tercio medio del pene, la causa más frecuente fue la manipulación, el diagnóstico fue clínico en todos los casos y el tratamiento quirúrgico fue realizado en casi todos los casos, con un porcentaje de complicaciones ligeramente superior a lo reportado en otras series. Fig 3. Paciente con fractura de pene, zona de la lesión de la albugínea con hematoma. Fuente Archivo Dr. Juan Terrones) El tratamiento quirúrgico debe ser el tratamiento de elección para pacientes con fractura de pene, en base a nuestra experiencia y a lo reportado por la literatura, ha Fig. 4. Necrosis de piel de pene en pacinte postoperado por fractura de pene (Fuente Archivo Dr.Juan Terrones) demostrado ser seguro y efectivo para restaurar la función sexual. La frecuencia de fractura de pene en nuestro medio probablemente esté asociada a factores socioculturales y no a particularidades físicas o genéticas. BIBLIOGRAFIA 1. Mohr AM, Pham AM, Lavery RF, Sifri Z, Bargman V, Livingston DH. Management of trauma to the male external genitalia: the usefulness of American association for the surgery of trauma organ injury scales. J Urol 2003;170(6):2311-5. 2. Eke N. Fracture of the penis. Br J Surg 2002;89(5):55565. 3. Soylu A, Yilmaz U, Davarci M, Baydinc C. Bilateral disruption of corpus cavernosum with complete urethral rupture. Int J Urol 2004;11(9):811-2. 4. Chaljub G, Ernst R, Rodriguez G, Callas J, Sandler CM. Emergent MRI utilizing a 5-inch surface coil to evaluate for acute penile fracture. Emerg Radiol 2002;9(1):35-7. 5. Martinez E, Arnaiz F, Perez JA, Nogueras MA, Crespo V, Espuela R. Fracture of the penis: two new cases, review of the literature, usefulness of echography. Arch Esp Urol 1997;50(10):1099-102. 6. Schrama J, Skjetne O, Vada K. Penis fracture. Tidsskr Nor Laegeforen 1998;118(13):2017-8. 9 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ARTICULO ORIGINAL 7. Mydlo JH, Harris CF, Brown JG. Blunt, penetrating and ischemic injuries to the penis. J Urol 2002;168(4):1433-5. 20. Jack GS, Garraway I, Reznichek R, Rajfer J. Current treatment options for penile fractures. Rev urol 2004;6(3):114-20. 8. Hinev A. Fracture of the penis: treatment and complications. Acta Med Okayama 2000;54(5):211-6. 21. 9. Nicolaisen GS, Melamud A, Williams RD, McAninch JW. 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Fracture of the Penis: Management and Long-Term Results of Surgical Treatment. Experience in 300 Cases. J Trauma 2008;64(1):121–125. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 10 Tsang T, Demby AM. Penile fracture whit urethral injury. J Urol 1992;147(2):466-8. Van der Horst C, Martinez Portillo FJ, Seif C, Groth W, Jünemann KP. Male genital injury: diagnostics and treatment. BJU Int 2004;93(7):927-30. Morey AF, Metro MJ, Carney KJ, Miller KS, McAninch JW. Consensus on genitourinary trauma: external genitalia. BJU Int 2004;94(4):507-15. Nouri M, Koutani A, Tazi K, El Khadir K, Ibn Attya A, Hachimi M, et al. Fractures of the penis: apropos of 56 cases. Prog Urol 1998;8(4):542-7. El-Bahnasawy MS, Gomha MA. Penile fractures: the successful outcome of immediate surgical intervention. Int J Impot Res 2000;12(5):273-7. Prunet D, Bouchot O. Penile injuries. Prog Urol 1996;6(6):987-93. Uder M, Gohl D, Takahashi M, Derouet H, Defreyne L, Kramann B, et al. 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Las variables analizadas fueron demográficas (edad, sexo), clínicas (forma de presentación, anemia, hematuria, dolor en flanco, perdida de peso, status de performance), histopatológicas (tipo histológico, escala de Fuhrman, necrosis tumoral coagulativa, diferenciación sarcomatoide e invasión grasa del seno renal) y estadiaje (TNM). Se aplicó el Método de Kaplan-Meier para determinar la sobrevida y el método de regresión de Cox para determinar las variables relacionadas a sobrevida. Resultados: La edad promedio de los pacientes en estudio fue 64.5 ± 6.7 años. El 68.6% fue masculino. La forma de presentación mas común fueron con síntomas locales (74.3%). El carcinoma de células claras fue el tipo mas frecuente (82.9%). La sobrevida global a 5 años fue de 65.3%, para los estadios T1, T2 y T3 + T4 fueron 100%, 66.7% y 43.6% respectivamente. Para el grado de Fuhrman 1 fue 100%, Fuhrman 2 fue 75.9% y Fuhrman 3 + 4 fue 30%. Los factores relacionados a sobrevida fueron el grado de Fuhrman (OR=27.42, 95% IC 1,9 – 397.0), la presencia de ganglios (OR=14.3, 95% IC 1,7 – 120.3) y el status de performance. (OR=10.8, 95% IC 1.2 – 95.2) Conclusiones: La sobrevida en el cáncer renal depende directamente del estadiaje y del grado de Fuhrman. Los factores relacionados con sobrevida fueron el grado de Fuhrman, la presencia de ganglios y el status de performance. Palabras Claves: Sobrevida, cancer renal, estadiaje, patología, anemia, hematuria. ABSTRACT OBJETIVE: To determine the survival rate to 5 years and variables related to the survival of patients who underwent nephrectomy for kidney cancer at the National Hospital Cayetano Heredia. Material And Methods: A retrospective study of type series of cases conducted from 1988 to 2003, obtained 35 patients. The variables analyzed were demographic (age, sex), clinics (mode of presentation, anemia, hematuria, flank pain, weight loss, performance status), histopathological (histological type, scale Fuhrman, tumor necrosis, sarcomatoid differentiation and sinus kidney fat invasion) and staging (TNM). The method of Kaplan-Meier were apply to determine survival and the method of Cox regression to identify the variables related to survival. Results: The average age of the patients in study was 64.5 ± 6.7 years. 68.6% were male. The most common mode of presentation were local symptoms (74.3%). The clear cell carcinoma was the most frequent type (82.9%). The overall survival at 5 years was 65.3%, for stages T1, T2 and T3 + T4 were 100%, 66.7% and 43.6% respectively. For Fuhrman grade 1 was 100%, for grade 2 was 75.9% and for grade 3 + 4 was 30%. The factors related to survival were Fuhrman (OR = 27.42, 95% CI 1.9 - 397.0), the presence of lymph (OR = 14.3, 95% CI 1.7 - 120.3) and the status of performance. (OR = 10.8, 95% CI 1.2 - 95.2) 11 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Conclusion: The survival in kidney cancer depends directly on the staging and Fuhrman grade. Factors associated with survival were Fuhrman, the presence of lymph and the status of performance. Informe de anatomía patológica confirmando los hallazgos quirúrgicos Tabla 1. Características generales. Pacientes nefrectomizados por cáncer renal (n=35). Hosp. Cayetano Heredia, 1988-2003 Seguimiento del paciente hasta 5 años después de la cirugía Keywords: Survival, renal cancer, staging, Fuhrman, anemia, hematuria. CRITERIOS DE EXCLUSION INTRODUCCIÓN Informe de anatomía patológica diferente a cáncer renal El carcinoma de células renales es responsable de un 3% de todos los procesos malignos en la edad adulta y además es el mas letal de todos los canceres urológicos. Se presenta en una relación hombre: mujer de 3:2. Más de un 40% de los pacientes con carcinoma de células renales fallecen como consecuencia del tumor, en comparación con la tasa de mortalidad de los carcinomas de próstata y vejiga de aproximadamente 20%. Ausencia de historias clínicas en el archivo del Hospital Nacional Cayetano Heredia Luego de los años 70, la incidencia de carcinoma de células renales ha aumentado en un promedio del 3 al 4% por año, debido a la utilización de la ecografía y la tomografía para evaluar las distintas manifestaciones gastrointestinales. Este incremento en la incidencia se correlaciona con el aumento de la detección incidental de tumores y con un aumento de la tasa de supervivencia a 5 años en dichos pacientes. Las variables que se evaluaron en este trabajo fueron las siguientes: edad, sexo, anemia, hematuria, disfunción hepática, perdida de peso, anorexia, hipoalbuminemia, fatiga, dolor en flanco, hipercalcemia, hipertensión, trombocitosis, fiebre, sudoración nocturna, escalofríos, eritrocitosis, caquexia, forma de presentación clínica, status de performance, estadiaje tumoral, clasificación histológica, escala de Fuhrman, necrosis tumoral coagulativa, diferenciación sarcomatoide e invasión grasa del seno renal. MATERIALES Y METODOS Se utilizo el software estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences) versión 13.o en español Es un estudio retrospectivo de tipo serie de casos realizado en el Hospital Nacional Cayetano Heredia durante el periodo de tiempo comprendido entre el año 1988 y el año 2003 (15 años). La población objeto de análisis, está constituida por los pacientes que fueron nefrectomizados por el diagnostico de carcinoma de células renales en el mencionado hospital, que cumplan los criterios de inclusión y de exclusión detallados a continuación CRITERIOS DE INCLUSION Nefrectomía realizada en el Hospital Nacional Cayetano Heredia entre el año 1988 y el 2003 12 Imposibilidad de seguir al paciente hasta el quinto año después de la cirugía. ANALISIS ESTADISTICO Se aplica seguidamente el Método de Kaplan-Meier para determinar la sobrevida general a 5 años, se realizó Logrank Test para diferenciar entre categorías cuando la diferencia era significativa. III. RESULTADOS Se presenta la tabla de características demográficas de los pacientes nefrectomizados por cáncer renal (tabla 1), síntomas y signos de los pacientes nefrectomizados por cáncer renal (tabla 2) y características generales de los pacientes nefrectomizados por cáncer renal (tabla 3) 13 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Tabla 3. Características según Estadiaje. Pacientes nefrectomizados por cáncer renal (n=35). Hosp. Cayetano Heredia, 1988-2003 Respecto a la presencia de ganglios se encontraron diferencias significativas entre las categorías N0 y N1; se observa que la sobrevida para N0 a los 5 años fue de 92%, mientras que para N1 fue de 16.7% (p=0,0001) ( Grafico 4). Para el cálculo de los factores pronóstico aplicamos el modelo de regresión de Cox y el log Rank test (Tabla 6), donde sólo la escala Fuhrman, la presencia de ganglios y el Status de perfomance fueron significativos (p<0.05). Encontramos que un paciente con Fuhrman grado 3 o 4 tiene 27 veces más riesgo de fallecer a los 5 años de la nefrectomía que un paciente con Fuhrman grado 2 (p=0.015). Un paciente que tiene ganglios positivos tiene 14 veces mas riesgo de fallecer a los 5 años de la operación respecto a los pacientes que no presentaron ganglios (p=0.014). Por último, los pacientes con algún déficit de actividad tuvieron 11 veces más riesgo de morir con respecto a los pacientes sin déficit de actividad (p=0.032) al cabo de 5 años de la nefrectomía.(tabla 5). BIBLIOGRAFIA 1. Sobin L, Wittekind C, eds. International Unión Against Cancer (UICC). TNM classification of malignant tumors. 6th edn. New York: Wiley-Liss; 2002. P: 193-195. Aplicando el método de Kaplan-Meyer se determinó que la sobrevida global a 5 años fue de 65.3% ( Gráfico 1). Se determinó que la sobrevida a los 5 años según el estadiaje fue para T1 de 100%, para T2 de 66.7% y para T3 y T4 de 43.6% (Grafico 2). Mientras que la sobrevida a los 5 años de la nefrectomía según el grado de Fuhrman fue para el grado 1 de 100%, para el grado 2 de 75.9% y para el grado 3 y 4 de 30%. (Grafico 3). 14 2. Frank I, Blute M, Leibovich B, Cheville J, Lohse C, Zincke H. Independent validation of the 2002 American Joint Committee on cáncer primary tumor clasificación for renal cell carcinoma using a large, single institution cohort. J Urol 2005;173:1889-1892. 3. Salama M, Gurú K, Stricker H, et al. pT1 substaging in renal cell carcinoma: validation of the 2002 TNM staging modification of malignant renal epithelial tumors. J Urol 2005;173:1492-1495. 15 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ARTICULO ORIGINAL 4. Ficarra V, Schips L, Guille F, et al. Multiinstitutional European validation of the 2002 TNM staging system in conventional and papillary localized renal cell carcinoma. Cáncer 2005;104:968-974. 13. Cheville J, Lohse C, Zincke H, Weaver A, Blute M. Comparisons of outcome and prognostic features among histological subtypes of renal cell carcinoma. Am J Surg Pathol 2003;27:612-624. 5. Bonsib SM. The renal sinus is the principal invasive pathway: a prospective study of 100 renal cell carcinomas. Am J Surg Pathol 2004:28:1594-1600. 14. Patard J, Leray E, Rioux-Leclercq N, et al. Prognostic valué of histological subtypes in renal cell carcinoma: a multicenter experience. J Clin Oncol 2005;23:27632771. 6. Thompson R, Leibovich B, Cheville J, et al. Is renal sinus fat invasión the same as perinephric fat invasión for pT3a renal cell carcinoma? J Urol 2005;174:12181221. 7. Han K, Bui M, Pantuck A, et al. TNM T3a renal cell carcinoma: adrenal gland involvement is not the same as renal fat invasión. J Urol 2003;169:899-903. 8. Thompson R, Leibovich B, Cheville J, et al. Should direct ipsilateral adrenal invasión from renal cell carcinoma be classified as pT3a? J Urol 2005;173:918-921. 9. Thompson R, Cheville J, Lohse C, et al. Reclassification of patients with pT3 and pT4 renal cell carcinoma improves prognostic accuracy. Cáncer 2005;104:53-60. 10. Terrone C, Cracco F, Porpiglia F, et al. Reassessing the current TNM lymph node staging for renal cell carcinoma. Eur Urol 2006;49:324-331. 11. Lam J, Shvarts O, Leppert J, Figlin R, Belldegrun A. Renal cell carcinoma 2005: new frontiers in staging, prognostication and targeted molecular therapy. J Urol 2005;173:1853-1862. 12. Fuhrman S, Lasky L, Limas C. Prognostic significance of morphologic parameters in renal cell carcinoma. Am J Surg Pathol 1982;6:655-663. Comparación entre tomografía espiral mutilcorte y radiografía de abdomen simple para diagnóstico de litiasis urinaria en emergencia Juan G. Corrales*, Luis Lavander*, Álvaro Rodríguez**, José Rodríguez** Servicios de Urología* y Radiología** Clínica Ricardo Palma 15. Kim H, Belldegrun A, Freitas D, et al. Paraneoplastic signs and symptoms of renal cell carcinoma: implications for prognosis. J Urol 2003;170:1742-1746. 16. Kim H, Han K, Zisman A, Figlin R, Belldegrun A. Cachexia-like symptoms predict a worse prognosis in localized T1 renal cell carcinoma. J Urol 2004;171:18101813. 17. Patard J, Leray E, Cindolo L, et al. Multi-institutional validation of a symptom based classification for renal cell carcinoma. J Urol 2004;172:858-862. 18. Bensalah K, Leray E, Fergelot P, et al. Prognostic valué of thrombocytosis in renal cell carcinoma. J Urol 2006;175:859-863. 19. Patard J, Leray E. Rodríguez A, Rioux-Leclercq N, Guille F, Lobel B. Correlation between symptom graduation, tumor characteristics and survival in renal cell carcinoma. Eur Urol 2003;44:226-232. 20. Walsh P, Retik, A, Vaughan E, Wein A. Campbell`s Urology: Renal Tumours. Philadelphia. Saunders company; 2004. P:2672-2731. * Correspondencia: jg1corrales@yahoo.es RESUMEN La tomografía espiral multicorte (TEM) se ha convertido en el mejor estudio para la detección de litiasis urinaria en cólico renal agudo. Tiene como ventajas el no utilizar sustancia de contraste y la rapidez de su realización. Dentro de sus desventajas están el costo y la posible mayor irradiación. Presentamos la experiencia de 58 casos de pacientes que acudieron a Emergencia en el periodo Enero 2007-Enero 2009 en los que se realizó radiografía de abdomen simple, examen de orina y TEM. Comparativamente la TEM fue superior a la placa de abdomen simple. Palabra clave: Tomografía espiral, multicorte, litiasis urinario, diagnóstico. ABSTRACT Multislice CT (TEM) has become the best study for the detection of urolithiasis in acute renal colic. Is no merit in the substance use of contrast and speed of implementation. Among its disadvantages are the cost and possible increased irradiation. We present the experience of 58 patients attending the Emergency period January 2007 to January 2009 who underwent simple abdominal X-ray, urine test and TEM. The TEM was comparatively higher than the simple plate of the abdomen. Key words: Multislice CT scan, urolithiasis, diagnosis La tomografía espiral multicorte (TEM) es el mejor estudio en casos de pacientes con cólico renal agudo y con la que rápidamente podemos confirmar el diagnóstico de litiasis urinaria, saber su tamaño y localización. Estudios recientes refieren que su eficacia en el diagnóstico de litiasis es de aproximadamente 100% (1) (2). Debido a ello en los Estados Unidos de America su utilización se ha incrementado de 3 millones de estudio por año en el 1980 a 62 millones de estudios en el 2006 (3) Generalmente el paciente con dolor abdominal o lumbar es recibido por el médico de emergencia, el cual hace el diagnóstico presuntivo de litiasis por el cuadro clínico. Luego 16 de ello solicita un examen de orina y una placa de abdomen simple o una ecografía renal y vesical y llama al especialista urólogo para que lo trate en forma especializada, el cual complementa el estudio con un urograma, tomografía con contraste o TEM sin contraste. En nuestro país no existe una guía de diagnóstica unitaria para el estudio de litiasis en emergencia, debido que no se cuentan con medios diagnósticos semejantes o a la falta de coordinación entre los urólogos. Presentamos la comparación entre la placa de abdomen simple y la TEM en el diagnóstico de cólico renal agudo evaluado en el Servicio de Emergencia de la Clínica Ricardo Palma. MATERIAL Y MÉTODOS En el periodo Enero 2007-Enero 2009 se revisaron los estudios de 58 pacientes consecutivos que llegaba a emergencia por dolor abdominal en flanco, fosa iliaca o dolor lumbar, en el examen físico había dolor a la puño percusión lumbar o en puntos renoureterales y a todos se les solicito un examen de orina. Se seleccionaron los casos en los que previamente se había solicitado una placa de 17 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 abdomen simple excluyendo aquellos que tenían ecografía renal o aquellos sin radiografía simple de abdomen. A estos pacientes con placa simple de abdomen se les solicito un examen de tomografía multicorte con vejiga llena para confirmar la presencia de litiasis urinaria. La placa de abdomen simple solicitada fue sin preparación y el tomógrafo multicorte utilizado fue de la marca Siemens con 6 líneas de resolución. No hemos considerado los casos en los cuales la TEM no fue capaz de visualizar litiasis. En 3 casos la tomografía y la placa de abdomen simple no mostraron litiasis, sin embargo eran de 2 mujeres y un hombre que el diagnostico clínico era dudoso y se efectuó la tomografía a fin descartar que la causa del dolor sea de origen urinario. RESULTADOS La TEM demostró la existencia de litiasis en un 100%. En 49 (85%) pacientes con placa de abdomen simple aparentemente sin litiasis la tomografía fue capaz de demostrar la existencia de cálculo en la vía urinaria, unilateral en 44 y 5 pacientes en forma bilateral (Figura 1). En 9 (15%) pacientes fue posible visualizar un cálculo en la placa de abdomen simple, de los cuales la tomografía multicorte confirmo la existencia de litiasis pero en 4 (7%) de ellos había litiasis renal bilateral no visible a la radiografía de abdomen simple (Figura 2). De los 58 pacientes con litiasis comprobada, en 48 (82%) casos el tamaño del cálculo en uréter era menor de 5 mm. En 5 casos era menor de 7 mm (9%) y en 5 (9%) casos el cálculo fue mayor de 7 mm. La micro hematuria estuvo presente en 42 (72%) de los 58 casos de litiasis y en todos ellos la tomografía multicorte fue capaz de demostrar la existencia de litiasis. DISCUSIÓN Aproximadamente el 8% de todos los cálculos renoureterales no son radiopacos o son de baja densidad (4). La mayoría de estos cálculos están compuestos de ácido úrico y uratos, los de cistina y xantina son mucho más infrecuentes (5). Muchos cálculos son una mezcla de sustancias como los de acido úrico que contienen pequeñas cantidades de oxalato 18 de calcio y fosfato de calcio las cuales son insuficientes para ser detectadas en la radiografía de abdomen simple de abdomen (6). Un cálculo debe ser denso y de un tamaño promedio de 3 mm para ser visto en la placa simple de abdomen (7). Se necesita también de una adecuada preparación intestinal (que muchas veces no es aceptada por el paciente) y un análisis por el especialista a fin de tener un diagnóstico adecuado y la placa de abdomen simple nos da una idea indirecta de la localización de la litiasis. Con la tomografía convencional fue posible detectar cálculos de 0.5 cm aún los no radiopacos a la radiografía simple convencional con valores de absorción por encima de 70 unidades Hounsfield (8). La tomografía multicorte actual visualiza fácilmente cálculos menores de 2 mm permite determinar su exacta localización en el aparato urinario cuando se hacen reconstrucciones coronales o curvadas (cortes coronales reconstructivos). Figura3. Es conocida la baja sensibilidad de la radiografía de abdomen simple para el diagnóstico de litiasis que varía de 45 a 59% (10). En este estudio el diagnóstico de litiasis con placa de abdomen simple fue posible solo de un 15 % de casos debido probablemente a que los pacientes no tuvieron preparación intestinal y que los cálculos eran en su mayoría menores de 5 mm requiriendo sólo tratamiento médico. La TEM nos permite cada vez más visualizar cálculos en la vía urinaria y de tamaños menores a 2 mm y medirlos en forma precisa (11). Pero lo realmente útil es que nos ahorra tiempo en el diagnóstico debido a que generalmente en un Servicio de Emergencia se realiza una placa de abdomen simple o una ecografía y se deja para el día siguiente la urografía excretoria cuando el paciente no es hospitalizado. Su utilización rutinaria en los servicios de Emergencia puede ser discutible debido al costo y a la posible sobreexposición a radiación. La exposición a radiación esta generalmente expresada en Grays (G) y donde 1 Gy es igual a un Joule (J) de radiación absorbida por kilogramo de tejido. Esta exposición se distribuye diferentemente en todos los órganos, siendo importante determinar el nivel de riesgo ellos. Debido a la heterogeneidad de exposición orgánica se ha estimado un total del daño proporcional el cual es calculado y su estimación es la dosis efectiva expresada en sieverts (Sv). Dos placas de abdomen simple irradian 1.7 mSv, la urografía excretoria 2.5 mSV y la TEM 10mSV para abdomen y algo similar para pelvis. El peligro esta cuando se repiten las exposiciones radiológicas a más de 3 por año y esta establecido que no es recomendable sobrepasar a una exposición de más de 50 mSV por año (9). Con respecto a los costos en promedio para las compañías de seguros son: TEM sin contraste 650 soles. Placa de abdomen simple 60 soles, ecografía renal y vesical 270 soles, urografía excretoria 350 soles. Si sumamos los costos de la placa de abdomen simple, ecografía renal vesical, y urograma que es lo que estamos acostumbrados a realizar en nuestro medio es costo es igual o superior al de una TEM con las ventajas de que no se inyecta sustancia de contraste y se ven fácilmente cálculos mayores de 3 mm que muchas veces los vemos en forma indirecta a la urografía o simplemente no los vemos. Figura 1A Figura 1B FIGURA 1. Paciente de 36 años con cólico renal izquierdo. 1ª Placa de abdomen simple sin litiasis. 1B. TEM Se aprecia cálculo mayor de 7 mm en uréter izquierdo y otro de menor tamaño en cáliz superior de riñón derecho. 1C. Medida en corte axial del calculo ureteral. 1D Corte axial del cálculo renal. 19 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Figura 2B Figura 1C Figura 2A Figura 1D FIGURA 2. Cólico renal izquierdo de paciente sometido a litotricia. 2A Placa simple se insinúan un cálculo renal y ureteral inferior izquierdos 2B TEM aprecia además cálculo en riñón derecho. 2C El cálculo del riñón izquierdo es también visible a la TEM 20 Figura 2C FIGURA 3. Reconstrucción coronal de paciente con cólico renal izquierdo apreciando 2 pequeñas litiasis una en uréter inferior y otra en cáliz superior. Se dio tratamiento medico con tamsulosina, hioscina y ketoprofeno 21 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ARTICULO ORIGINAL CONCLUSIÓN El estudio de litiasis con TEM es superior a la placa de abdomen simple. Permite realizar un diagnóstico rápido de litiasis urinaria, nos informa sobre su localización, tamaño y podemos sugerir tratamiento médico o litotricia. Si el cuadro clínico en emergencia es de un cólico renal agudo podemos solicitar una TEM abdominal sin contraste como examen de primera elección (12). Debemos de estar concientes de que puede haber una mayor exposición a radiación pero ello no limita el efectuar este procedimiento ya que el costo y beneficio es favorable para el paciente. BIBLIOGRAFIA 1. Zarse CA, McAteer JA, Tann M, Sommer AJ, Kim SC, Paterson RF, Hatt EK, Lingeman JE y col. Helical computed tomography accurately reports urinary stone composition using attenuation values: in vitro verification using high-resolution micro-computed tomography calibrated to fourier transform infrared microspectroscopy. Urology 63(5):823-33, 2004 2. Wiliams JC, Paterson RF, Kopecky KK, Lingeman JE, McAteer JA. High resolution detection of internal structure of renal calculi by helical computerized tomography. J Urol 167(1):322-6, 2002 3. IMV 2006 CT Market Summary Report. Des Plains, Illinois: IMV Medical Information Division 4. Prien EL. The análisis of urinary calculi. Urol Clin N Am 1: 229, 1974 22 Potencia y continencia después de prostatectomía radical retropúbica: Estudio prospectivo 5. Mejias, J. Matos-San Juan, L. Utilidad de la tomografía axial computada para el diagnóstico de los cálculos no radiopacos. Rev Venez Urol. 33: 3-16, 1981 6. Emmet J.L. y Witten DM. Clinical Urography. Third Edition. WB Saunders Co. Philadelphia: 608, 1971 7. Menon, M y Resnick, M. Urinary lithiasis: Etiology, diagnosis and medical management. Campbell’s Urology. Philadelphia. Saunders: 3268, 2002 8. Segal AI, Spataro RF, Linke CA, Etal L. Diagnosis of non opaque calculi by computed tomography. Radiology 129: 447, 1978 9. Ferrandino MN, Bagrodia A, Pierre SA, Scales CD Jr., Rampersaud E, Pearle Margaret S, Preminger GM Radiation Exposure in the Acute and Short-Term Management of Urolithiasis at 2 Academic Centers.. J Urol 181: 668-673, 2009 10. González-Medina A, Sánchez-Villanueva G. Utilidad de la tomografía multicorte en la valoración del paciente con cólico renoureteral. Rev Sanid Milit Mex. 61 (5): 290-301, 2007 11. Wen-Chiung Lin, Raul N. Uppot, Chao-Shiang Li, Peter F. Hahn and Dushyant V. Sahani. Value of Automated Coronal Reformations From 64-Section Multidetector Row Computerized Tomography in the Diagnosis of Urinary Stone Disease. J Urol 178, 907-911, 2007 12. Newhouse, J. Imaging the adult patient with an acute abdomen: CT or Ultrasound?. Radiology Web. Junio, 2009. Gilmer A. Díaz Pérez*, Daniel Hidalgo C. y José Arias D. Servicio de Urología. Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, Lima * Correspondencia: gilmeruro@yahoo.com. Servicio de Urología Oncológica, Hospital General Santa Rosa RESUMEN El cáncer de próstata es la neoplasia maligna más comúnmente diagnosticada en varones mayores de 60 años. La prostatectomía radical (PRR) ofrece la mejor alternativa para su curación definitiva en su estadio localizado. El objetivo de este estudio prospectivo es evaluar la preservación de la continencia y la potencia a largo plazo después de una PRR, como también las complicaciones post operatorias y algunos factores de riesgo de incontinencia e impotencia en pacientes sometidos a una PRR durante el período 2005-2006. Se evaluaron en forma prospectiva 50 pacientes sometidos a PRR con un promedio de edad de 62,18+-6,94 años (37-70), en quienes se preservaron una o ambas bandeletas neurovasculares. La incontinencia post operatoria fue del 10%, y el índice de función sexual (IIEF-5) disminuyó significativamente de 21,22+-4,54 a 8,28+-3,42 puntos. En el análisis de regresión hecho en nuestro trabajo encontramos que la posibilidad de disfunción eréctil (DE) se ve negativamente afectada por la mayor edad, el menor índice de función sexual pre operatorio, el mayor Gleason de la pieza operatoria y/o si el paciente tiene un Tp 3 ó mayor, mientras que el factor de afección positiva o si queremos llamarlo protector es el mayor tiempo quirúrgico que tendría que ver con el mayor cuidado para la disección y separación de las bandeletas. Necesitamos agregar más casos a nuestra casuística y depurar cada vez más nuestra técnica quirúrgica, para hacer de esta cirugía aún más segura. Palabras clave: Prostatectomia radical, disfunción erectil. ABSTRACT The cancer of the prostate is the most commonly diagnosed cancer in older males of 60 years. The radical prostatectomy (RRP) offers the best alternative for its final healing in its l located stage. The objective of this prospective study is to evaluate the preservation of the continence and the erectile function after a RRP, as also the complications post operating and some incontinence and impotence risk factors in patients submitted to a RRP during the period 2005-2006. They were evaluated in prospective form 50 patients submitted to RRP with an average of age of 62,18+6,94 years (37-70), in whom we preserved one or both neurovasculars bundles. The incontinence post operating was of the 10%, and the index of sexual function (IIEF-5) diminished significantly of 21, 22+-4,54 to 8,28+-3,42 points. In the analysis of done decline in our work we find that the possibility of erectile dysfunction (ED) is seen negatively affected by the greater age, the smaller index of operating pre sexual function, the major Gleason of the operating piece and/or if the patient has a Tp 3 ó greater, while the factor of positive affection or if we want to call it protector is the major surgical time that would have to would do with the major care for the dissection and separation of the bandles. We need to add more cases to ours casuistic and to purify each time more our surgical technique, to do of this still more sure surgery. Key Words: Radical prostatectomy erectile dysfuction INTRODUCCIÓN El cáncer de próstata es la neoplasia maligna más comúnmente diagnosticada en varones mayores de 60 años (1). La prostatectomía radical ofrece la mejor alternativa para su curación definitiva en su estadío localizado. Sin embargo, existen posibles riesgos de complicaciones post 23 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 operatorias como son la impotencia y la incontinencia (2). Walsh y Donker introdujeron la prostatectomía radical retropúbica con preservación nerviosa (PRR) (3). Durante la cirugía la próstata es removida con hemostasia controlada, permitiendo visualizar el esfínter uretral y las bandeletas neurovasculares del cuerpo cavernoso. De esta manera la erección y la continencia urinaria pueden ser preservadas en la mayoría de pacientes (2,4,7). La PRR con preservación nerviosa ha sido realizada por dos décadas, sin embargo limitados datos acerca de la potencia y la continencia a largo plazo están asequibles en estudios prospectivos. Mientras que Walsh reportó tasas de potencia de 86% y tasas de continencia de 93%, resultados de las series comunitarias, de series mezcladas (comunitarias y académicas) y estudios de poblaciones seguidas en forma retrospectiva han mostrado resultados menos favorables (5,11). El objetivo de este estudio prospectivo es evaluar la preservación de la continencia y la potencia a largo plazo después de una PRR, como también las complicaciones post operatorias y algunos factores de riesgo de incontinencia e impotencia en pacientes sometidos a una PRR durante el período 2005-2006. MATERIAL Y MÉTODOS Los pacientes con cáncer de próstata localizado que sometidos a prostatectomía radical retropúbica en el período de tiempo entre Junio 2005 hasta Diciembre 2006. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN. • TABLA 01. CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES RESULTADOS Prostatectomía radical retropúbica sin preservación de ambas bandeletas neurovasculares. • Tratamiento hormonal pre y/o post operatorio. • Tratamiento con radioterapia pre y/o post operatorio. • Pacientes impotentes y/o incontinentes. • Pacientes que desarrollen fístula urinaria en el post operatorio. El total de pacientes evaluados en forma prospectiva fue de 50, quienes fueron sometidos a PRR con preservación de una o ambas bandeletas neurovasculares y en las siguientes tablas presentamos sus características y las de sus biopsias prostáticas y piezas operatorias, así como los datos referentes a la potencia medida mediante el puntaje de la IIEF-5 y continencia tanto pre como post-operatorio. SEGUIMIENTO. Se evaluará la potencia y continencia de los pacientes a los seis meses después de la cirugía, mediante una encuesta personal y con la aplicación del IIEF-5 (escala de valoración de la función eréctil cuya puntuación va desde el 5 hasta el 25). DISCUSIÓN TABLA 02. CARÁCTERÍSTICAS DE LA CIRUGÍA DEFINICIÓN DE TÉRMINOS • • POTENTE: Aquel paciente quien tenía antes de la cirugía una erección suficiente para mantener relaciones sexuales y que mantenía la función eréctil después de la misma con o sin el uso de inhibidores de la 5-fosfodiesterasa. TABLA 03. CARACTERÍSTICAS PATOLÓGICAS CONTINENTE: Aquel paciente quien después de la cirugía requiere ningún o como máximo un paño u otra protección para mantener sus pantalones secos. ANÁLISIS ESTADÍSTICO CRITERIOS DE INCLUSIÓN. • Pacientes operados de cáncer de próstata clínicamente localizado. • Prostatectomía radical retropúbica con preservación de bandeletas neurovasculares. • Pacientes con erecciones que le permitan mantener relaciones sexuales. • Pacientes sin incontinencia urinaria. Las variables que serán considerada en la base de datos son: edad, PSA preoperatorio, estadío clínico y patológico, grado de Gleason, tiempo entre la biopsia y la cirugía, pérdida sanguínea intraoperatoria y tiempo quirúrgico. El test de chi cuadrado se usará para comparar la función eréctil en hombres de acuerdo a la preservación de las bandeletas neurovasculares, estadío clínico y estadío patológico. Se usará el test de chi cuadrado para la tendencia a comparar el retorno de las erecciones por edad, PSA pre operatorio, grado de Gleason, tiempo entre la biopsia y la cirugía, pérdida sanguínea en el intraoperatorio y tiempo quirúrgico. El modelo de regresión múltiple se usó para evaluar los factores de riesgo asociados a la disfunción eréctil post quirúrgica. 24 TABLA 04. PRESERVACIÓN DE BANDELETAS SEGÚN Tp La Prostatectomía Radical Retropúbica que era el tratamiento de elección sin discusión hasta hace pocos años, debe enfrentar en la actualidad a una serie de técnicas revolucionarias que pretenden tomar el protagonismo en el tratamiento del cáncer prostático localizado. La población cada vez con mejores condiciones de vida y con buenas expectativas de longevidad, exige tratamientos curativos pero de baja morbilidad tanto intraoperatoriamente, como en el largo plazo. Por este motivo parece interesante analizar las experiencias de ya varios años de uso de una misma técnica quirúrgica, ponerla a disposición de la comunidad científica y analizar la información recopilada, de manera de evaluar la relación costo beneficio específicamente frente a la Prostatectomía Perineal, la Prostatectomía Laparoscópica y las técnicas de Radioterapia tanto externas como intersticiales. Nuestra estudio comprendió la evaluación prospectiva de 50 pacientes. Con respecto a la selección de la serie intentamos limitarnos a los patrones sugeridos para la edad y las contraindicaciones clásicas. Con respecto a la técnica misma, solo queremos comentar que nuestros tiempos quirúrgicos están dentro de lo habitual para la mayoría de los centros y que esta cirugía es rápida y segura en la actualidad, pues no se producen accidentes importantes en el intra operatorio, es así que nuestros volúmenes de sangrado tampoco difieren de los encontrados en otras instituciones. No tenemos accidentes vasculares en la Linfadenectomía que se efectuó en los pacientes en quienes estaba indicada. Usamos la técnica descrita por P. Wallsh en 1992 (12), en relación a incluir en la anastomosis el complejo profundo que anatómicamente se ha observado esta inmerso en el complejo esfinteriano de la uretra membranosa y con lo cual este autor mejoró la continencia inmediata de sus pacientes. Nosotros además de ese punto y obviamente respetar el manejo del ápex prostático de la 25 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 manera más conservadora y respetando su forma convexa de terminar en la uretra, hemos estandarizado nuestra técnica en utilizar cuatro a seis puntos de Vycril 3-0 en todos los pacientes y en dejar un cuello que permite el paso ajustado de una sonda número 18 ó 20 Fr. La sonda la mantenemos en esta serie siempre por 12-14 días y estamos concientes que ya existen grupos que la dejan tiempos menores con buenos resultados. Nuestros pacientes están cinco días hospitalizados. En la práctica, esta cirugía tiene un postoperatorio mejor que una cirugía benigna de la próstata, dado la ausencia de hematuria y mucho mejor que cualquier cirugía abdominal dado su carácter extraperitoneal y no existen motivos para que estos pacientes permanezcan más tiempo que una Prostatectomía Laparoscópica o Perineal, argumentos habitualmente utilizados para marcar una diferencia. En relación a la morbilidad tardía, tenemos fundamentalmente el problema de la disfunción eréctil. Así como otras series (13,16) no nos preocupamos inicialmente de este problema y nuestros esfuerzos estuvieron orientados a efectuar una cirugía oncológicamente eficiente y con bajas tasa de incontinencia. Sabemos que cada día los pacientes serán más jóvenes y exigentes en no perder la potencia sexual. Estamos intentando preservar las bandeletas, luego de un largo período de utilizar la técnica en forma estandarizada y sin complicaciones importantes en el intraoperatorio, lo que sumado al tratamiento de tumores cada vez más pequeños, nos estimulan a perfeccionar esta técnica. La ayuda de fármacos como el Sildenafil han permitido que los pacientes mejoren su vida sexual. La revisión de la literatura pone de manifiesto dos aspectos esenciales. En primer lugar, llama la atención la discrepancia entre el elevado índice de DE y el impacto aparentemente bajo en la calidad de vida sexual (QoL). De hecho, la DE no parece ser un problema de mayor preocupación en los enfermos que van a ser sometidos a prostatectomía radical y la mayoría de los estudios muestra un índice de satisfacción general superior al 80% en relación con el tratamiento. Posiblemente el concepto de QoL sea demasiado impreciso en la estimación de las verdaderas consecuencias de la cirugía sobre la salud sexual. En segundo lugar, la literatura difiere considerablemente en los índices de prevalencia de DE luego de la prostatectomía, probablemente como consecuencia de imperfecciones en el diseño de las investigaciones y por diferencias en las poblaciones evaluadas. La mayoría de los estudios se llevó a cabo en forma retrospectiva sin la adecuada consideración de DE previa y de trastornos fisiológicos y psicológicos que podrían afectar la evolución posquirúrgica. La diabetes, hipertensión, 26 TABLA 05. CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES POST-QUIRÚRGICAS. TABLA 06. CONTINENCIA SEGÚN Tp TABLA 07. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DEL GLEASON Y DEL IIEF-5 TABLA 08. ANÁLISIS DE REGRESIÓN. ECUACIÓN DE PRONÓSTICO: IIEF-5 Post Qx = 278.655 -3.960 Edad - 10.520 IIEF-5 Pre Qx - 2.190 Gp - 22.444T3N + 1.988 Tiempo + Gp*T3N + 0.157 Edad*Pre enfermedad cardíaca, niveles bajos de colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad, tabaquismo, drogas y depresión son indudablemente factores que deben ser tenidos en cuenta en este contexto. Por su parte, en la mayoría de los estudios publicados no se utilizaron herramientas de diagnóstico y valoración de la DE, tales como las que se emplean en la actualidad -el International Index of Erectile Funcion (IIEF) y el Sexual Encounter Profile (SEP). Estas mediciones tienen la ventaja de que permiten una evaluación estandarizada de múltiples dominios de funcionalidad sexual. En último lugar, es común que los enfermos no comenten sus dificultades sexuales con el médico. La función eréctil antes de la intervención es, sin duda, el factor de mayor predicción pronóstica. Debido a que el cáncer de próstata habitualmente se detecta entre la sexta y la octava décadas de la vida, cabe asumir que en el 50% de los pacientes con cáncer de próstata puede haber DE antes de la intervención. La preservación de la inervación (procedimiento que respeta la inervación) es otro elemento determinante en el mantenimiento de la función eréctil. Estudios recientes en animales mostraron que la resección nerviosa bilateral se asocia con un descenso significativo de la enzima sintetasa de óxido nítrico con lo cual se compromete la función del músculo liso y del endotelio en los cuerpos cavernosos. Sin embargo, la posibilidad de realizar un procedimiento que respete la anatomía del sistema nervioso tiene que ver con el estadio tumoral, la experiencia del cirujano y el número de intervenciones que se llevan a cabo en una determinada institución. Una investigación reciente reveló que el índice de complicaciones posquirúrgicas directas y tardías se reduce considerablemente cuando la operación la practica un médico que hace muchas intervenciones por año en un hospital con un número elevado de dichas cirugías. Es indispensable, no obstante, que este concepto no se anteponga a la necesidad de lograr el control de la neoplasia. Debido a que el plexo neurovascular se localiza muy cercanamente a la cápsula de la próstata, la preservación de dichas estructuras sólo es posible cuando el tumor es limitado y no puede ser un objetivo primario en enfermos con patología localmente avanzada. La concentración sérica de antígeno prostático específico, el examen rectal, la ecografía transrectal, el grado histológico Gleason, el número de ganglios afectados y la evaluación microscópica de los márgenes son parámetros a tener en cuenta en el momento de decidir el tipo de cirugía. El uso cada vez más frecuente de estas valoraciones permite que entre el 60% y el 80% de los pacientes con reciente diagnóstico tengan enfermedad confinada a la próstata. El conocimiento preciso de la anatomía es otro elemento esencial. Hasta 1982, cuando Walsh y Donker describieron la anatomía periprostática, la prostatectomía no era una opción bien vista porque se asociaba con una elevada incidencia de impotencia y de incontinencia urinaria. Además, cuando la intervención se realizaba por vía retropubiana se acompañaba de hemorragia importante. Gracias al mejor conocimiento anatómico se lograron superar estos inconvenientes y la menor pérdida de sangre permite una mejor visualización de los márgenes. La DE ocurría esencialmente porque se desconocía la localización de los nervios cavernosos. Los avances tecnológicos incluyen, entre otros, el uso de anteojos de aumento, análisis intraoperatorio de las muestras, injerto de nervios y respeto de las vesículas seminales. En la demarcación de las estructuras nerviosas, la estimulación intraquirúrgica podría facilitar la identificación pero los resultados no han sido alentadores. Aunque se sugirió que la respuesta eréctil que sigue a la remoción tisular podría predecir la funcionalidad sexual luego de la cirugía, el porcentaje de hombres que conserva la potencia sexual es aún insatisfactorio, incluso en presencia de respuesta eréctil intraoperatoria. El beneficio de la preservación neural puede obedecer a la correcta selección de los enfermos y no a la técnica per se, hecho que se puede observar en nuestra serie en donde encontramos diferencias importantes entre el estadiaje clínico y el patológico. Los hombres con DE prequirúrgica y con neoplasias más avanzadas son menos frecuentemente sometidos a cirugía con conservación neurológica. Además, la respuesta a la estimulación no necesariamente se correlaciona con la localización anatómica precisa de los nervios cavernosos. La manipulación quirúrgica, las modificaciones en la inervación del piso pelviano y el proceso de cicatrización son algunos de los factores adicionales que pueden influir considerablemente en la aparición de DE. En teoría, un procedimiento que restaure la integridad neural podría asociarse con beneficio notable, tal como lo establecieran Quinlan y colaboradores en 1991 cuando encontraron resultados positivos con el injerto nervioso en ratas. Sin embargo, fue recién hacia fines de la década del noventa que el procedimiento se aplicó y evaluó en el hombre. El grupo de Scardino publicó su experiencia con injerto de nervio sural después de la ablación deliberada de los dos grupos neurovasculares durante la prostatectomía radical. 27 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 El procedimiento parece asociarse con recuperación de la función eréctil entre cuatro a cinco meses después de la intervención y podría ser una estrategia aplicable en pacientes seleccionados. En el análisis de regresión hecho en nuestro trabajo encontramos que la posibilidad de disfunción eréctil se ve negativamente afectada por la mayor edad, el menor índice de función sexual pre operatorio, el mayor Gleason de la pieza operatoria y/o si el paciente tiene un Tp 3 ó mayor, mientras que el factor de afección positiva o si queremos llamarlo protector es el mayor tiempo quirúrgico que tendría que ver con el mayor cuidado para la disección y separación de las bandeletas. Es importante recalcar que el control en los pacientes de nuestro estudio fue realizado seis meses después de la cirugía, hecho que podría, mejorar la puntuación de su índice al control un año después de la misma. La incontinencia urinaria es un problema frecuente en la Prostatectomía radical (17). Si bien es cierto la gran mayoría de las veces es una incontinencia de grandes esfuerzos, ocasional y que no obliga al paciente a utilizar protección importante, es un punto que debe mencionarse al paciente especialmente si es mayor de 70 años, pues parece ser el factor predictivo más importante(17). La mayoría de las series minimizan sus complicaciones con la Incontinencia y es por esto que las estadísticas tienen una gran dispersión que va de 0 a 60%18-20. Si se utiliza la clasificación de la Sociedad Internacional de la Continencia (17), que describe como aceptablemente seco al paciente que requiere menos de dos toalla higiénicas al día, la mayoría de las series no supera el 10%2,8. Esta serie reporta un porcentaje de incontinencia grado I del 10% lo que representa un porcentaje aceptable. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 28 Walsh, P. C., Partin, A. W. and Epstein, J. I.: Cancer control and quality of life following anatomical radical retropubic prostatectomy: results at 10 years. J Urol, 152: 1831, 1994. Walsh, P. C. and Donker, P. J.: Impotence following radical prostatectomy: insight into etiology and prevention. J Urol, 128: 492, 1982. 4. Steiner, M. S., Morton, R. A. and Walsh, P. C.: Impact of anatomical radical prostatectomy on urinary continence. J Urol, 145: 512, 1991. 5. Lerner, S. E., Blute, M. L., Lieber, M. M. and Zincke, H.: Morbidity of contemporary radical retropubic prostatectomy for localized prostate cancer. Oncology, 9: 379, 1995. 6. Zincke, H., Oesterling, J. E., Blute, M. L., Bergstralh, E. J., Myers, R. P. and Barrett, D. M.: Long-term (15 years) results after radical prostatectomy for clinically localized (stage T2c or lower) prostate cancer. J Urol, 152: 1850, 1994. 7. Eastham, J. A., Kattan, M. W., Rogers, E., Goad, J. R., Ohori, M., Boone, T. B. et al: Risk factors for urinary incontinence after radical prostatectomy. J Urol, 156: 1707, 1996. 8. Walsh, P. C., Marschke, P., Ricker, D. and Burnett, A. L.: Patient-reported urinary continence and sexual function after anatomic radical prostatectomy. Urology, 55: 58, 2000. 9. Mettlin, C. J., Murphy, G. P., Sylvester, J., McKee, R. F., Morrow, M. and Winchester, D. P.: Results of hospital cancer registry surveys by the American College of Surgeons: outcomes of prostate cancer treatment by radical prostatectomy. Cancer, 80: 1875, 1997. CONCLUSIONES La prostatectomía radical retropúbica es una cirugía segura en el aspecto oncológico, con baja morbimortalidad, rápida y con niveles de continencia en los rangos aceptados internacionalmente. La disfución eréctil observada en nuestra serie se explicaría por la edad de los pacientes, su índice de función sexual pre operatoria, el mayor estadiaje patológico y/o el mayor Gleason de la pieza operatoria. Necesitamos seguir investigando y depurando cada vez más la técnica quirúrgica, sin perder el sentido oncológico de esta cirugía. Landis, S. H., Murray, T., Bolden, S. and Wingo, P. A.: Cancer statistics, 1999. CA Cancer J Clin, 49: 8, 1999. prostatectomy. The National Medicare Experience: 1988–1990 (updated June 1993). Urology, 42: 622, 1993. 16. VARGAS R, MERHE E, LÓPEZ L. Prostatectomía radical retropúbica en el tratamiento del cáncer prostático. Rev Chil Urol 1996; 61: 31. 11. Gaylis, F. D., Friedel, W. E. and Armas, O. A.: Radical retropubic prostatectomy outcomes at a community hospital. J Urol, 159: 167, 1998. 17. SIEGSMUND M, JÜNEMANN K, TOKTOMAMBETOVA L. Incontinencia urinaria luego de prostatectomía radical retropúbica. Rev Chil Urol 2000; 65: 104-9. 12. WALSH PC. 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Centro Médico Naval La tomografía abdominal confirmó la presencia de una colección de densidad heterogénea de 130 x62 x 103 mm de localización sub-capsular renal izquierda que se extendía a región infrarenal con engrosamiento de la fascia posterior, compromiso del pilar diafragmático y pared abdominal adyacente (Figura 2). * Correspondencia: michaelsalirrosas@hotmail.com RESUMEN La litotripsia extracorpórea es actualmente un procedimiento de uso frecuente para el tratamiento de la litiasis urinaria por su eficacia y por ser un tratamiento mínimamente invasivo; sin embargo no está exenta de complicaciones. Dentro de las complicaciones severas se encuentra el desarrollo de un hematoma renal. Nosotros describimos un caso que fue tratado con manejo conservador, revisamos la literatura y destacamos los factores de riesgo. Palabras claves: Litotripsia extracorpórea, hematoma renal. ABSTRACT Nowdays, extracorporeal lithotripsy is a procedure of frequent use for the treatment of the urinary lithiasis by the efficiency and to be minimally invasive; nevertheless the procedure is not exempt of complications. A severe complication is the renal hematoma. We present a case that was treated by conservative therapy; we review the literature and define the risk factors. Key words: Extracorporeal lithotripsy, renal hematoma. CASO CLÍNICO Paciente masculino de 49 años que debuta con dolor intenso en fosa lumbar izquierda con irradiación a genitales 6 horas posteriores a procedimiento de litotricia extracorpórea con ondas de choque por litiasis renal de 7 x 7 mm ubicada en cáliz medio de riñón izquierdo. El procedimiento fue realizado con un litotriptor electromagnético (Lithostar Multiline de Siemens), siendo el número de disparos de 4000 (nivel de energía de 1 a 4). El paciente tenía un catéter pig tail ureteral izquierdo colocado 2 meses antes luego de haberse realizado una ureteroscopía por litiasis renal múltiple. 30 Los signos vitales del paciente al ingreso mostraban una Presión Arterial de 110/70 mmHg, frecuencia cardíaca de 87 lat/min y temperatura de 36.8ºC. Como antecedente el paciente presentaba litiasis renal recidivante (por hipercalciuria e hiperuricosuria) desde los 26 años y fue sometido a múltiples sesiones de litotripsia extracorpórea en ambos riñones, del lado izquierdo había recibido un total de 4 sesiones de litotripsia con una anterioridad de 12 meses la última sesión. Otros antecedentes relevantes del paciente son sindrome de Wolff-Parkinson-White, cifoescoliosis dorsal y como antecedentes quirúrgicos hernioplastia inguinal derecha a los 32 años, amigdalectomía a los 33 años y ureteroscopía derecha por litiasis a los 47 años. Como examen auxiliar se realizó una ecografía renal revelando una colección de 130 x 100 mm a nivel peri renal izquierda, motivo por el cual se decidió su hospitalización para estudio y tratamiento (Figura 1) Figura 1.-Colección de 130 x 100mm a nivel perirenal izquierdo. Durante la hospitalización el paciente evolucionó hemodinámicamente compensado, el control de hemoglobina a las 48 horas incrementó a 9.4 g/dl y el hematocrito a 27% sin realizarse transfusión sanguínea. Por la evolución clínica estable del paciente se decidió adoptar una conducta conservadora. A partir del 3er. día, el paciente presentó fiebre de 38ºC vespertina durante 9 días, el urocultivo realizado al ingreso en el servicio de emergencia fue negativo; sin embargo recibió tratamiento antibiótico como profilaxis. Inicialmente estuvo cubierto con ceftriaxona 2g/día más ciprofloxacina 1g/día, al 5to. día fue evaluado por el servicio de infectología quien recomendó suspender la ceftriaxona y continuar con ciprofloxacina más la asociación de cefoperazona y sulbactam 3g/día. Este último tratamiento fue indicado por 9 días, continuando luego con ciprofloxacina 1g/día durante 30 días. El control tomográfico fue realizado a las 48 horas y posteriormente a los 15 días mostrando leves cambios significativos. A los 30 días fue realizada una resonancia magnética nuclear de abdomen, observándose en este estudio una disminución a 95 x 85 mm de la colección hemática peri renal y sub capsular a nivel del lóbulo inferior del riñón izquierdo (Figura 3). Por la evolución estable del paciente, se decidió su egreso hospitalario. En controles ulteriores el paciente ha evolucionado satisfactoriamente, luego de 5 meses de seguimiento el nivel de hemoglobina incrementó a 15.3 g/dl y el hematocrito a 44.6%. 31 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Asimismo el control por tomografía y resonancia magnética nuclear mostró una disminución del hematoma a 50 mm (Figura 4 y 5). Figura 4.- Tomografía de Abdomen que muestra una disminución del hematoma peri renal. DISCUSIÓN La litotripsia extracorpórea con ondas de choque fue introducida en Alemania por Chaussy et al en 1980 para el tratamiento de las litiasis urinarias. (1) Desde entonces es un procedimiento válido y la mayoría de los pacientes con síntomas por esta patología pueden ser tratados inicialmente con litotripsia extracorpórea. (2, 3) Si bien es considerado un tratamiento mínimamente invasivo no está exenta de complicaciones. En la mayoría de los casos las complicaciones son leves y transitorias; pero existen complicaciones mayores que debemos conocer para tratarlas correctamente. (4,5) Entre las complicaciones serias de la litotripsia extracorpórea se encuentran el hematoma perirenal- subcapsular y la obstrucción ureteral con urosepsis. (6) El hematoma perirenal es una rara complicación que se encuentra entre el 0.28%7 y el 1%8 dependiendo de las series. Una reciente evaluación por Pastor Navarro y col. (9) quienes revisaron 4815 sesiones de litotripsia extracorpórea han tenido 7 casos solamente de hematomas graves, representando una incidencia mucho más baja (0.15%). Figura 2.- Hematoma subcapsular de 130 x 62 x 103 mm del riñón izquierdo que se desplaza caudalmente con engrosamiento de la fascia posterior, compromiso del pilar diafragmático y pared abdominal adyacente. Las teorías propuestas para explicar el desarrollo de una lesión tisular por la litotripsia extracorpórea son varias, entre ellas destaca el fenómeno de cavitación que sería consecuencia de la dificultad de los diferentes fluidos de soportar grandes presiones negativas, afectando a los pequeños vasos venosos del parénquima. (7, 9) Los factores de riesgo sugeridos para el desarrollo del hematoma perirenal son la hipertensión arterial, trastornos de la coagulación, edad avanzada (>60 años), diabetes mellitus, arterioesclerosis, enfermedad coronaria y riñones pequeños. (6, 7) Figura 3.- Resonancia Magnética de Abdomen de control 30 días posteriores al procedimiento. Colección hemática peri renal y subcapsular de riñón izquierdo de 95 x 85 mm 32 Asimismo se ha señalado que el número elevado de ondas de choque, una alta energía aplicada y un intervalo muy cercano entre cada sesión favorecerían el daño tisular (se recomienda un intervalo mínimo de 36 a 48 horas). (8) Figura 5.- Resonancia Magnética Nuclear de Abdomen, corte coronal, se observa el hematoma perirenal izquierdo residual, 5 meses posteriores a la litotricia extracorpórea. 33 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 CASO CLÍNICO CONCLUSIÓN Un dolor intenso en la región lumbar posterior a una sesión de litotripsia extracorpórea nos obliga a descartar la presencia de un hematoma renal y una ecografía rápidamente debe ser realizada como primera herramienta diagnóstica. De confirmarse su presencia una tomografía está indicada para valorar su severidad y un monitoreo estricto debe ser realizado bajo hospitalización del paciente. Esta complicación poco habitual debe ser informada a nuestros pacientes cuando son sometidos a litotripsia extracorpórea y nosotros debemos tenerla presente sobre todo en aquellos pacientes con factores de riesgo predisponentes. 5. Auge BK, Preminger GM.: Update on shockwave lithotripsy technology. Curr Opin Urol 2002; 12: 28729. 6. Drach GW, Dretler S, Fair W, Finlayson B. Report of the United States cooperative study of extracorporeal shock wave lithotripsy. J Urol 1986; 135: 1127–11330. 7. 8. BIBLIOGRAFIA 1. Chaussy C, Brendel W, Schmiedt E. Extracorporeally induced destruction of Kidney stones by shock waves. Lancet 1980; 2:1265-8. 2. Lingeman JE, Woods J, Toth PD, Evan AP, McAteer JA. The role of lithotripsy and its side effects. J Urol.1989; 141(3 Pt 2):793-7. 3. Prevention and treatment of kidney stones. NIH Consensus Conference Statement. JAMA 1988; 260:978. 4. Pérez Herms S, Castellanos Acosta R, Cortadellas Ángel R, Guzmán Fernández A, Ballesteros SampolL JJ.: Nefrectomía tras tratamiento con ESWL de una litiasis coraliforme complicada con urinoma. Arch Esp Urol 1992; 45 (7):691-693. 9. Collado Serra A, Huguet Perez J, Monreal Garcia de Vicuna F et al. 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El estudio con ecografía y tomografía computada mostraba imágenes quísticas que ocupaban todo el hemiadomen izquierdo. La niña fue sometida a nefrectomía radical la patología fue informada como nefroma quístico. Se revisa la literatura con respecto a este tumor poco frecuente. Palabras clave: Nefroma quístico ABSTRAC We presented the case of a girl of 9 months of age with a large abdominal tumor origin of the left kidney. The study with ultrasonography and computed tomography showed cystic images occupying the entire left hemiadomen. The girl underwent radical nephrectomy, the pathology was reported as cystic nephroma. A review of the literature on this uncommon tumor is made. Key words: Cystic nephrona CASO CLÍNICO El nefroma quístico es una tumoración renal benigna que es muy difícil de diferenciarse del neuroblastoma quístico parcialmente diferenciado, una variante rara del tumor de Wilms. Es más para algunos ambos tumores en niños muy pequeños representan la misma entidad, sin embargo en adultos el nefroma quístico no es considerado como tumor de Wilms (1). Con respecto al tratamiento se recomienda cirugía sola sin quimioterapia previa (2) La niña de 9 meses de edad procedente de Yurimaguas, fue transferida a nuestro servicio con una ecografía que mostraba una tumoración quística gigante en el abdomen izquierdo. El diagnóstico fue complementado con una tomografía abdominal (figura 1) que mostraba imágenes quísticas que ocupaban todo el hemiabdomen izquierdo. 34 La niña presentaba una polipnea y espasmo bronquial bronquiales, por la compresión tumoral del abdomen hacia el diafragma. Su hemoglobina era de 8.9 ng/ml y su creatinina normal. La niña (Figura 2) fue sometida a nefrectomía radical izquierda con una incisión xifopubiana y se aplico transfusión sanguínea en el acto operatorio. La disección del parietocólico izquierdo fue sencilla debido a que el tumor había desplazado todas las asas intestinales hacia el hemiabdomen derecho. Ya en el retroperitoneo, se empezó la liberación y disección por el polo inferior del riñón y se fue subiendo hasta encontrar la vena cava e hilio renal que fue ligado y seccionado, procediendo a extraer el riñón y conservando la suprarrenal (Figura 3). No hubo sangrado importante en el acto operatorio y la evolución post operatoria fue satisfactoria. El peso de la niña era de 9.800 Kg. y el del tumor renal izquierdo fue 2.480 Kg. DISCUSIÓN El nefroma quístico es una neoplasia benigna rara de origen incierto. El tumor fue descrito por vez primera por Edmunds en 1892 como “adenoma quístico” (3). Luego de 35 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ello aparecieron múltiples términos sinónimos incluyendo al nefroma quístico multilocular benigno, nefroblastoma quístico, nefroma, tumor de Wilms quístico. El nefroma quístico y el neuroblastoma parcialmente diferenciado en niños representan aproximadamente el 0.56 % de los tumores renales (4) FIGURA 1. Tomografía corte axial a nivel renal 1A. Corte por debajo del riñon. Fig 1.B Corte a nivel de pelvis osea En la actualidad el nefroma quístico esta clasificado conjuntamente con el neuroblastoma (quístico) parcialmente diferenciado como tumores quísticos multiloculares del riñón. Ambos son anatómicamente y radiologicamente idénticos pero anatómicamente distintos. En 1989 Joshi y Beckwith (5) proponen modificar la terminología y refinar el criterio diagnóstica de estas dos entidades a fin de diferenciarlas de otros tumores renales tales como el tumor de Wilms con formaciones quísticas. Los síntomas varían de acuerdo a la edad. En los niños típicamente se presenta como una masa indolora que incrementa progresivamente su tamaño, puede palparse en el abdomen o flanco dependiendo de su volumen y pude detectarme incidentalmente. En adultos puede haber otros síntomas inespecíficos como dolor en abdomen o en flanco, infección urinaria e hipertensión. Hematuria microscópica o macroscópica franca puede ocurrir tanto en niños como adultos. Los grados variables obstrucción del sistema colector pueden llevar a la compresión y herniación de este provocando hematuria la cual puede aparecer también por infección urinaria (6). Con la ecografía podemos apreciar la tumoración con múltiples quistes anecoicos separados por tabiques hiperecoicos, el doppler no muestra mayor vascularidad. Con la tomografía se aprecia la tumoración con márgenes bien definidos, con una arquitectura interna compuesta por quistes múltiples, con tabiques bien visibles, hay usualmente un significativo efecto de masa y herniación de los múltiples quistes hacia la pelvis renal y uréter (7). La anatomía patológica macroscópica(8) se aprecia que la mayor parte del riñón ha sido reemplazado por una masa de burbujas con paredes quísticas finas, los quistes son translucidos conteniendo liquido acuoso claro. Las loculaciones quísticas van de 0.1 a 5 cm de diámetro. No se identifica componente sólido. El uso de biopsia por aguja para el diagnóstico esta contraindicado (9) y no ayuda. La nefrectomía con escisión completa del tumor es suficiente para el tratamiento 36 Figura 2. Abdomen distendido por la presencia del tumor Figura 1A del nefroma quístico. La nefrectomía parcial debe estar reservada solo a casos especiales como riñón único o tumor bilateral (10) CONCLUSIÓN Presentamos un caso de nefroma quístico gigante en una niña de 9 meses de edad, el tratamiento indicado es la nefrectomía total y debe diferenciarse patológicamente de otras entidades semejantes tal como la neuroblastoma quístico parcialmente diferenciado. BIBLIOGRAFIA Figura 1 B 1. Eble JN and Bonsib SM: Extensively cystic renal neoplasms:cystic nephroma, cystic partially differentiated nephroblastoma,multilocular cystic renal cell carcinoma, and cystichamartoma of renal pelvis. Am J Surg Pathol 1998; 15: 2. 2. Castillo OA, Boyle ET Jr and Kramer SA: Multilocular cysts of kidney: a study of 29 patients and review of the literature.Urology 1991; 37: 156. 3. (7) Edmunds W. Cystic adenoma of the kidney. Trans Pathol Soc London 1892; 43:89-90. 4. Blakely ML, Shamberger RC, Norkool P, Beckwick JB. Green DM, Rithchey ML. Outcome of children with cystic partially differentiated nephroblastoma treated Figura 3. Tamaño del tumor en comparación con el cuerpo de la niña with or without chemotherapy. J Pediatr Surg 2003; 38: 897 5. Joshi VV, Beckwith JB. Multilocular cyst of the kidney (cystic nephroma) and cystic, partially differentiated nephroblastoma: terminology and criteria for diagnosis. Cancer 1989; 64:466-479. 6. Madewell JE, Goldman SM, Davis CJ, Hartman DS, Feigin DS, Lichtenstein JE. Multilocular cystic nephroma: a radiologic-pathologic correlation of 58 patients. Radiology 1983; 146:309-321 7. Dalla-Palma L, Pozzi-Mucelli F, di Donna A, PozziMucelli R. Cystic renal tumors: US and CT findings. Urol Radiol 1990; 12:67-73 8. Hopkins JK, Giles Jr HW, Wyatt-Ashmead Josephine, Bigler SA. Cystic Nephroma. RadioGraphics 2004;24:589-593. 2004 9. Blakely ML, Shamberger RC, Norkool P, Beckwith JB, Green DM and Ritchey ML: Outcome of children with cystic partially differentiated nephroblastoma treated with or without chemotherapy. J Pediatr Surg 2003; 38: 897. Treatment of cystic and cystic partially differentiated nephoblastoma. A report from de SIOP/ GPOH Study Group. 10. Luithle T, Szavay P, Furtwängler R, Graf N, Fuchs J. Treatment of cystic and cystic partially differentiated nephoblastoma. A report from de SIOP/GPOH Study Group. J Urol 177(1): 294-296, 2007 37 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ARTICULO DE OPINIÓN El via crucis de la Revista Peruana de Urología Alfredo Martínez Velazco* Servicio de Urología. Clínica Borja * Correspondencia: drmartinezv@hotmail.com He decidido escribir este artículo porque he sido testigo y he vivido todas las situaciones de la Revista Peruana de Urología. He sido uno de sus fundadores, formé parte del primer Comité de la Revista y continué hasta el Volumen III, 1, Enero - Julio, 1978; posteriormente, entre 1998 y el 2000 fui Editor y entre el 2004 y 2005 ejercí el cargo de Director – Editor. Todos estos hechos me dan cierta autoridad para describir el recorrido de nuestra Revista. Pero hay algo más. Varios factores me han incentivado a tomar esta decisión, siendo la principal, mi preocupación por dejar aclarada las cosas y para evitar que el tiempo borre el curso de la historia de la Revista. Para escribir este artículo he tratado de documentarme en los archivos de la Sociedad Peruana de Urología, pero lamentablemente no he encontrado un registro de correspondencias y documentos, ni los Libros de Actas de la Sociedad hasta antes del Consejo Directivo presidido por el Dr. Luis Zegarra. He tenido que atenerme a algunos documentos sueltos, a mis recuerdos y a las conversaciones de algunos colegas. Posiblemente no será del agrado de todos, pero la historia es la narración de sucesos que no se pueden ni se deben modificar. Cuando yo realizaba mi formación en Urología, por el año 1960, en el Servicio de Urología del Hospital Carrión del Callao, a menudo escuchaba al Profesor Dr. Enrique Blondet, Jefe de dicho Servicio, hablar con sus asistentes, sobre la necesidad de publicar una Revista de Urología y, esta misma inquietud circulaba en el Servicio de Urología del Hospital de Policía, donde trabajaba el Dr. Eduardo Delgado Castro, quien tenía estrechos vínculos con el servicio del Carrión. Esta idea no se llegó a plasmar. Su gestación duró ocho años, hasta que fue fundada en 1968 en medio de un visible entusiasmo, cuando era Presidente de la Sociedad el Dr. Rómulo Velásquez Corsano y gracias a la tenacidad y empeño del Dr. Eduardo Delgado Castro, quien fue nombrado Director de la Revista y su comité lo conformamos los siguientes doctores: Allan Elías, Oscar Gavilano, Alfredo Martínez, Alfredo Altamirano y Jorge Terrones. 38 La Revista Peruana de Urología desde su fundación hasta cuando dejamos el cargo (Octubre, 2006), ha tenido un desenvolvimiento con avatares, vicisitudes e interrupciones ya sea por falta de financiación económica, ya sea por carencia de artículos científicos y ya sea por indiferencia y desinterés de los colegas y de los Servicios de Urología y de algunos Consejos Directivos; unas veces todas estas causas, pero más frecuentemente por ausencia de trabajos científicos. Después de la fundación de la Revista tuvo que pasar todavía casi un año para lograr la edición de su primer número, a pesar de nuestra preocupación, de nuestro entusiasmo y de nuestros denodados esfuerzos, solicitando sin cesar trabajos científicos a los colegas y a los Servicios de Urología, así como al Consejo Directivo para que nos envíen datos de las actividades de la Sociedad y de los eventos científicos realizados; ya sea por teléfono o mediante visitas personales. La verdad es que unas veces era decepcionante y otras agobiante, pero seguimos nuestra aventura quijotesca. Recuerdo que cuando solicité en el Servicio de Urología del Hospital Nacional “2 de Mayo” un trabajo científico para la Revista, el Jefe del Servicio me contestó: “no hay nada nuevo que publicar.”¡Qué barbaridad! Y se trataba del primer hospital del Perú. Luego de superadas las dificultades mencionadas y gracias al espíritu incansable del Dr. Delgado Castro, por fin nació el primer número de la Revista Peruana de Urología que fue entregada a la Sociedad el 31 de Mayo de 1969 en una Sesión Extraordinaria. En ese entonces, el Dr. Delgado Castro dijo: “La tarea de editar la Revista Peruana de Urología que nos encomendó la Sociedad Peruana de Urología, la vemos cumplida hoy, al entregarla, sintiéndose satisfechos de haber contribuido a la cristalización de un viejo anhelo. Para lograrlo ha sido necesario recorrer un largo camino que fue exitosamente superado gracias a la colaboración brindada por los doctores: Allan Elías, Jorge Terrones, Oscar Gavilano, Alfredo Martínez y Alfredo Altamirano, a quienes solicitamos su concurso como integrantes del Comité Directivo”. El alboroto y entusiasmo que produjo la primera publicación de la Revista Peruana de Urología duró muy poco, porque la siguiente edición de la Revista entró en un marasmo prolongado, por las causas ya mencionadas. Después de ocho años de silencio, con gran fervor se reinició la edición de la Revista, en forma periódicamente continua cuando era Presidente de la Sociedad el Dr. Enrique Quimper. Esta época de buena edición comprendió los siguientes números: Vol. 2 Nº 1, Julio – Diciembre, 1977; Vol.3, Nº 1, Enero – Junio, 1978 y el Vol.3, Nº2, Julio – Diciembre, 1978. El recomenzar la publicación de la Revista, naturalmente costó muchísimo trabajo y esfuerzo continuo. Es justo recordar lo que escribió el Dr. Delgado Castro en el Editorial del Vol.2, Julio – Diciembre, 1977: “hacemos justicia al decir que la publicación de este nuevo número de la Revista Peruana de Urología ha sido gracias a la colaboración de los doctores: Rómulo Velásquez Corsano, Alfredo Martínez Velasco, Leoncio Kisilevich y al interés del actual Presidente de la Sociedad Peruana de Urología, Dr. Enrique Quimper Gallo.” La mayor parte de estos números de la Revista fueron editados aprovechando los trabajos científicos presentados en el V Congreso Peruano de Urología (Agosto, 1976) y el VI Congreso Peruano de Urología (Agosto 1978). Después de esta relativa continuidad de publicación, el vuelo editorial de la Revista quedó postergado otra vez durante mucho tiempo, desgraciadamente por las mismas causas conocidas. Todavía tuvo que pasar mas de 9 años para que se editara el Vol. 4, 1987, cuando el Dr. Gilberto Tam Pow Sang era Presidente de la Sociedad Peruana de Urología y el Dr. Julio Pow Sang Editor Responsable, solo con tres trabajos científicos de los doctores Leoncio Kisilevich (Incontinencia Urinaria de esfuerzo en la mujer), Alfredo Martínez (Nefrolitotricia ultrasónica percutánea) y Gilberto Tam Pow Sang (Tuberculosis urogenital: Hospital Hipólito Unánue, 1970 - 1985). Pero lo más importante fue que se volvió a editar la Revista. En 1988 , el Dr. Gilberto Tam Pow Sang fue nombrado Director de la Revista Peruana de Urología y como tal, retomó el interés por su publicación y consiguió editar el Vol.V, 1988. Es justo destacar que el Dr. Tam Pow Sang con el apoyo del entonces Presidente de la Sociedad, Dr. Hércules Saldaña, tuvo la visión de conseguir la financiación de la edición bimestral de nuestra Revista por el Laboratorio Schering Peruana S.A. Sin embargo, inexplicablemente la edición de la Revista no fue continuada y volvió otra vez a un luengo olvido. Había financiamiento económico pero, paradógicamente, parecía que el entusiasmo y el esfuerzo de los editores no eran suficientes para vencer las dificultades ya repetidas. Después de cuatro años, cual Ave Fénix reapareció la Revista con el Vol. VI, 1992 y apenas con cuatro trabajos científicos y una separata del trabajo del Dr. Reinhard Nagel sobre “Tratamiento conservador del carcinoma de la próstata”. Aún así, lo importante fue que la Revista volvió a salir. Posterior a este volumen, la Revista siguió publicándose en forma continua, solo una vez por año hasta el Vol. X, 1996. Después de la edición de este Vol. el Dr. Gilberto Tam Pow Sang renunció al cargo de Director y simultáneamente la Revista entró en silencio durante dos años. El 04 de Julio de 1998, cuando era Presidente de la Sociedad, el Dr. Luis Susaníbar la posta dejada por el Dr. Tam fue tomada por el Dr. Humberto Gallegos, cuyo Comité fue constituido de la siguiente forma: Director Dr. Humberto Gallegos, Editor Dr. Alfredo Martínez y Redactores los doctores Juan Corrales, Zarela Solis, Elvis Sueldo y Alberto Velarde. Nos declaramos prácticamente en sesión permanente y después de elaborar un plan de trabajo, decidimos transformar totalmente la Revista, ya sea en su formato, en su aspecto y en su contenido, de acuerdo con la tendencia editorial mundial y actual. Estaba pues naciendo una nueva revista y una nueva era editorial de nuestro quehacer urológico. Aunque algo retrasada, la nueva revista salió a luz con el Vol. XI, Enero – Julio, 1998, después de superar la ausencia de trabajos científicos y la falta de una “caja chica” (para los gastos de papelería, cinta de máquina de escribir, tinta de computadora, llamadas telefónicas, etc.) que nos fue negada por el Consejo Directivo vigente de la Sociedad. Es interesante recordar que cuando salió este número de la Revista, muchos colegas se atrevieron a criticarnos diciendo: “que la mayoría de trabajos científicos de la Revista eran de los miembros del Comité de la Revista”. ¡Que tal ironía! ¿Dónde estaban ellos? ¿Por qué no nos enviaron sus trabajos? Después de vencer muchas dificultades, especialmente la carencias de trabajos científicos se logró editar el Vol. XII, Enero – Julio, 1999. Este número de la Revista fue muy interesante no solo por sus artículos científicos, sino, por su informática sobre las actividades de la Sociedad y porque hace un resumen del XV Congreso Peruano de Urología y del V Curso Internacional de Urología (05 – Agosto – 1998), con comentarios de los trabajos presentados y sugerencias finales del Comité de la Revista. 39 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Cuando ya habíamos logrado colocar el tren de la Revista sobre rieles notábamos que para poner en marcha el Vol. XII, Agosto – Diciembre, 1999, no solo era necesario nuestro esfuerzo y nuestro empeño, sino, la ansiada y esperada colaboración de los colegas y de los Servicios de Urología. Tuvimos que volver a las andadas anteriores, solicitando iterativamente trabajos científicos. Nuestra tenacidad y nuestra insistencia dieron sus frutos y parecía que se estaba iniciando la cultura de escribir y publicar. Para complacencia de todos, el Vol. XII, Agosto – Diciembre, 1999 salió a luz. La edición del Volumen XII, 2000, llamada Urología 2000, no solo por alusión al milenio, sino, por el afán de enfocar en forma global la situación de nuestra especialidad, del nivel alcanzado por los diferentes Servicios de Urología y naturalmente de nuestra Revista. La ambición del Comité fue sacar un número especial y para lograrlo llegamos a conseguir la colaboración de los colegas programados y de los Servicios de Urología, así como la amplia cooperación del Laboratorio Schering Peruana S.A. ¡Oh! asombro. Cuando este número especial estaba en plena preparación se originó un viacrucis. Resultó que el Consejo Directivo de la Sociedad, presidido por el Dr. Alejandro Rodríguez Llave, rompió el convenio que la Sociedad tenía con el Laboratorio Schering Peruana S.A. para la financiación bimestral de la edición de la Revista y, al mismo tiempo, arbitrariamente quiso cesar al Comité de la Revista. Con entereza y con el estatuto de la Sociedad en las manos, defendimos la continuación del Comité y logramos salvar la edición de este singular número de la Revista. Su publicación nos costó un esfuerzo titánico y una fortaleza a toda prueba, pero valió la pena, porque este volumen resultó sencillamente formidable como todos pudimos comprobarlo. Después de la publicación del Vol. 2000 de la Revista, su edición se interrumpió durante tres años por causas ajenas a nuestra voluntad, precisamente cuando estaba en pleno auge y desarrollo. Cuando el Consejo Directivo de la Sociedad estuvo presidido por el Dr. Luis Zegarra Montes, en Asamblea General Extraordinaria del 15 – Enero – 2004 fui ratificado en el cargo de Editor de la Revista Peruana de Urología y en la Asamblea General Extraordinaria del 31 – Marzo – 2005 fui elegido nuevamente Editor de la Revista por el término de dos años como manda el estatuto de la Sociedad. Después de tres años de silencio obligado de la Revista, volvimos a la edición del Vol. XIV, Enero – Junio, 2004, con el entusiasmo y afán de trabajo de siempre, sin enconos, ni animadversiones a nadie, solo deseando que la Revista 40 tuviera un permanente respaldo económico y que nunca mas sea objeto de interrupciones. A partir de este volumen, la financiación de la Revista fue asumida por la Sociedad Peruana de Urología. Oportunamente solicitamos al Consejo Directivo vigente de la Sociedad, la financiación de este número de la Revista y obtuvimos una respuesta favorable y diríamos hasta encomiable, por la frase “tienen todo nuestro apoyo”. Entonados con esta respuesta, como siempre nos pusimos a trabajar sin sosiego, pero, por dificultades económicas tuvimos que recortar y adecuar el contenido de la Revista, cuyo Vol. XIV Enero – Junio, 2004, fue publicado solo con la mitad de los trabajos científicos. La distribución de la Revista fue realizada por el Comité de la Revista de acuerdo con el Consejo Directivo de la Sociedad. Posteriormente, después de cerciorarnos de que contábamos con la financiación económica de parte de la Sociedad, presidida por el Dr. Daniel Hidalgo, sin dilación nos dedicamos a preparar el Vol. XIV, Julio – Diciembre, 2004. Luego de subsanar algunas objeciones planteadas por el Consejo Directivo de la Sociedad, sobre este número de la Revista, felizmente conseguimos editarla. Su distribución fue realizada por el Consejo Directico a pedido de su Presidente el Dr. Hidalgo. El Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005 fue el último número de la Revista que nosotros editamos, siempre manteniendo su buena presentación y su excelente contenido, pero como otras veces, a costa de superar dificultades conocidas. El recorrido de la edición Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005 de la Revista Peruana de Urología, fue la más abrupta de todos los que editáramos y cuyos motivos no merecen recordarlos. Este volumen salió lamentablemente con errores especialmente ortográficos que los tiene cualquier publicación (El Comercio, Caretas, etc.), a pesar de tres correcciones realizadas junto con el Dr. Candiotti (Gerente de la imprenta) antes de su edición. A raíz de estos errores el Consejo Directivo de la Sociedad montó todo un show innecesario, pero luego de hacer las coordinaciones respectivas con este Consejo, se hicieron las correcciones del caso y la Revista fue distribuida por el Consejo Directivo a solicitud de su presidente. Siempre hemos creído que las buenas formas de actuar nos conducen por mejor camino y que un diálogo o una conversación alturada solucionan problemas. Tan pronto se distribuyó el Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005 de la Revista, empezamos a trabajar el Vol. XVI, Enero – Junio, 2006, con intención de que fuera bimestral, como está indicado en el estatuto de la Sociedad y si fuera posible, acompañado de un CD, pero el 29 – Agosto – 2006, el nuevo Presidente de la Sociedad Dr. Renán Otta nos envió una carta diciendo: “solicitamos a Ud. se sirva permanecer a cargo como editor de La Revista hasta que se convoque a una Asamblea General Extraordinaria de acuerdo a nuestro estatuto”. Con fecha 11 – Setiembre – 2006 contestamos a esta correspondencia haciendo al mismo tiempo las siguientes solicitudes: 1) que se nos precise el tiempo de permanencia del actual Comité de la Revista de acuerdo al estatuto de la Sociedad; 2) que se respete la libertad intelectual, moral y administrativa de la Revista; 3) que la distribución de la Revista sea realizada por el Comité, ya que era su función; 4) que se financie oportunamente la publicación bimestral de la Revista; 5) que todos los trabajos científicos que se presenten en la Sociedad (reuniones hospitalarias, jornadas, cursos, congresos, etc.) sean remitidos al Comité de la Revista; 6) que se destine un ambiente del local de la Sociedad para el Comité de la Revista. Ante esta carta, el Consejo Directivo nos citó a sesión del 06 – Octubre – 2006, en la que aceptaron nuestras peticiones y nos ofrecieron todo su apoyo para que termináramos la edición del Vol. XVI, Enero – Junio, 2006 de la Revista, desde que la función de nuestro Comité cesaba todavía el 31 – Marzo – 2007. ¡Oh! Sorpresa. Cuando el Vol. XVI, Enero – Junio, 2006 de la Revista estaba en plena preparación, el Consejo Directivo vigente, convocó a la Asamblea General Extraordinaria del 27 – Octubre – 2006 para elegir el nuevo Editor de la Revista. Siendo nombrado el Dr. César Heredia Demis. De esta manera se frustró la edición del Vol. XVI, Enero – Junio, 2006 de la Revista que estábamos realizando. Este recuento de la vida y el desarrollo de la Revista Peruana de Urología, desde su fundación hasta la Asamblea General Extraordinaria del 27 – Octubre – 2006 para nombrar nuevo Editor de la Revista induce a un análisis y a una reflexión. Si reflexionamos sobre los avatares de la Revista Peruana de Urología surgen las siguientes preguntas: ¿Por qué la mayor parte de los urólogos peruanos muestran casi siempre su indiferencia ante un bien común como la Revista? ¿Por qué una gran parte de los Servicios de Urología no se esfuerzan para colaborar con la Revista?, ¿acaso no cuentan con tanta patología, con potencial humano suficiente (asistentes, residentes, internos) y con material mediático? ¿Por qué algunos Consejos Directivos no se preocupan por la edición continua de la Revista? ¿Por qué hasta la fecha la Revista sigue siendo una cenicienta de la Sociedad, a pesar de que mirándolo bien es una fuente económica importante de la Sociedad? Por ultimo, ¿por qué no cultivamos la cultura de escribir y publicar artículos científicos? Como no tuvimos la oportunidad de despedirnos con unas palabras en la Revista, quiero aprovechar esta ocasión para manifestarles que hemos tratado de cumplir lo mejor posible el encargo que nos diera la Sociedad Peruana de Urología, convirtiendo a la Revista en una publicación moderna y de carácter internacional. Hemos logrado editar siete volúmenes, de los cuales uno especial llamado Urología 2000. Esta misión difícil y casi quijotesca no habría sido posible sin la ayuda eficaz de los doctores: Humberto Gallegos López, Juan Corrales Riveros, Zarela Solis Vásquez y Alberto Velarde Ponce, a quienes les debo mi gratitud y mi agradecimiento. Quiero también manifestar mi reconocimiento a los doctores: Elvis Sueldo Guevara, Alberto Pazos Franco y Eduardo Garrido Toribio, quienes también formaron parte del Comité de la Revista en alguna oportunidad. ¡Que perviva la Revista! ¡Que la cordialidad y las coincidencias reinen entre nosotros! Alfredo Martínez Velasco Ex – Editor de la Revista Peruana de Urología Haciendo un análisis breve, creemos que estas vicisitudes de la Revista Peruana de Urología se produjeron por que el articulado del estatuto de la Sociedad Peruana de Urología referente a la Revista es confuso e inespecífico. Porque esta Revista es de carácter mixta: científica y boletín informativo de la Sociedad. Porque esta Revista no es un ente cultural, moral y económicamente libre y solo debería depender de la Sociedad para el nombramiento de su Director como sucede en muchas revistas el mundo. 41 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 ARTICULO DE REVISION INTERNACIONAL Serenoa repens para la hiperplasia benigna de la prostata* Wilt T, Ishani A, Mac Donald R. * La Biblioteca Cochrane Plus, Issue 3, 2008. Oxford: Update Software. Aporte Dr. Raúl Médina La última modificación significativa de esta revisión sistemática se hizo por última vez el 20 Marzo 2002. Las revisiones Cochrane se revisan periódicamente y se actualizan de ser necesario. RESUMEN Criterios para la valoración de los estudios de esta revisión Antecedentes Tipos de estudios La hiperplasia benigna de la próstata (HBP), un aumento de volumen de la próstata no maligno, puede causar síntomas obstructivos e irritativos del tracto urinario bajo (STUB). El uso farmacológico de plantas y hierbas (fitoterapia) para el tratamiento de los STUB asociados con HBP ha crecido en forma estable últimamente. El extracto de la palma enana americana, Serenoa repens (también conocida por su nombre botánico de Sabal serrulatum), es uno de los varios agentes fitoterapéuticos disponibles para el tratamiento de la HBP. Ensayos clínicos controlados aleatorios. OBJETIVOS El objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar los efectos de Serenoa repens en el tratamiento de los síntomas del tracto urinario bajo (STUB) concordantes con HBP. El resultado principal fue la eficacia de la Serenoa repens versus placebo o el control activo para mejorar las puntuaciones de la escala de síntomas urológicos o el informe global de síntomas urinarios (mejorado versus estable o empeorado). Las medidas de resultado secundarias incluyeron cambios en nicturia, flujo urinario máximo y promedio, volumen residual de orina, tamaño de la próstata y efectos secundarios asociados al uso de Serenoa repens. Estrategia de búsqueda Se realizaron búsquedas de los ensayos en las bases de datos electrónicas generales y especializadas (MEDLINE, EMBASE, la Cochrane Library, Phytodok), mediante la verificación de las bibliografías y el contacto con los fabricantes y autores de los ensayos. Tipos de participantes Hombres con síntomas de tracto urinario bajo en concordancia con la hiperplasia prostática benigna. Tipos de intervenciones Comparación de preparados de Serenoa repens con placebo o tratamientos médicos para la HBP con una duración de tratamiento de al menos 30 días. Tipos de medidas de resultado Puntuaciones de síntomas urológicos (Boyarsky, Puntuación de la Asociación Americana de Urología (American Urologic Association Score), Puntuación Internacional de Síntomas de la Próstata, CISP (International Prostate Symptom Score:IPSS)); Medidas urodinámicas (definidas como cambios en el flujo urinario máximo (FUM), flujo urinario promedio (FUP), volumen residual de orina); cambios en el tamaño de la próstata (medidos en cc); nicturia (veces/por noche); y evaluación general de salud médico/paciente. Recopilación y análisis de datos Se obtuvo información sobre pacientes, intervenciones y resultados por al menos dos revisores independientes mediante un formulario estándar. La principal medida de resultado para comparar la efectividad de Serenoa repens con placebo u otros fármacos para la HBP fue el cambio en las puntuaciones de la escala de síntomas urológicos. Los resultados secundarios incluyeron cambios en nicturia 43 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 y medidas urodinámicas. La principal medida de resultado para los efectos secundarios fue el número de hombres que informaron dichos efectos. RESULTADOS • Síntomas urinarios: • Se informaron los resultados de la puntuación de la escala de síntomas en 13 estudios [ Mandressi 1983; Champault 1984; Reece Smith 1986; Gabric 1987; Carbin 1990; Descotes 1995; Carraro 1996; Metzker 1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997; Bauer 1999; Marks 2000; Gerber 2001]. La diferencia de promedios ponderados para las puntuaciones de la escala de síntomas urinarios para la Serenoa repens versus placebo fue -1,41 puntos (rango de la escala = 0 a 19) (mejoría absoluta del 28% versus placebo) (IC del 95%: -2,52; -0,30) [ Braeckman 1997]. La diferencia de promedios ponderados para el cambio promedio del valor inicial para el CISP en relación con placebo fue -2,20 puntos (mejoría absoluta del 12% versus placebo) (IC del 95%: -4,40; 0,30) [ Gerber 2001]. Versus finasteride, la diferencia de promedios ponderados fue 0,37 puntos CISP (rango de la escala = 0 a 35) (mejoría absoluta del 37% desde el valor inicial para Serenoa repens versus mejoría absoluta del 40% desde el valor inicial para finasteride) (IC del 95%: -0,45 a 1,19) [ Carraro 1996; Sokeland 1997]. La diferencia de promedios ponderados para el preparado en combinación de Sabal-Ortiga versus placebo fue -3,50 puntos CISP (rango de la escala = 0 a 35) (mejoría absoluta del 17% versus placebo) (IC del 95%: -6,75; -0,25) [ Metzker 1996]. Existieron más probabilidades de que los participantes y sus médicos informaran mejoría en los síntomas en hombres tratados con Serenoa repens que con placebo. La razón de riesgo ponderado (RR) para los participantes que se autocalificaron una mejoría en los síntomas urinarios para Serenoa repens versus placebo fue 1,76 (IC del 95%: 1,21; 2,54) [ Mandressi 1983; Champault 1984; Carbin 1990; Descotes 1995; Metzker 1996; Braeckman 1997]. El RR ponderado para la calificación de los médicos de mejoría de síntomas urológicos para Serenoa repens versus placebo fue 1,72 (IC del 95%: 1,11; 2,66) [ Champault 1984; Descotes 1995; Braeckman 1997]. • Nicturia: 44 • Los resultados de nicturia se informaron en 12 estudios [Boccafoshi 1983; Emili 1983; Mandressi 1983; Champault 1984; Cukier 1985; Tasca 1985; Pannunzio 1986; Reece Smith 1986; Carbin 1990; Mattei 1990; Descotes 1995; Carraro 1996]. La Serenoa repens redujo la nicturia en un 25% (diferencia absoluta) comparada con placebo. Fue comparable con finasteride y Pygeum africanum. La diferencia de promedios ponderados para nicturia fue -0,76 veces por noche versus placebo (IC del 95%: -1,21; -0,32) [ Boccafoschi 1983; Emili 1983; Mandressi 1983; Champault 1984; Cukier 1985; Tasca 1985; Reece-Smith 1986; Carbin 1990; Mattei 1990; Descotes 1995]. versus finasteride, la diferencia de promedios ponderados fue -0,05 (IC del 95%: -0,49; 0,39) [ Carraro 1996] y -0,20 (IC del 95%: -1,69; 1,29) versus Pygeum africanum [ Mandressi 1983]. Doce estudios proporcionaron información relacionada con el volumen residual [ Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Cukier 1985; Reece-Smith 1986; Gabric 1987; Carbin 1990; Mattei 1990; Lobelenz 1992; Metzker 1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997]. La diferencia de promedios ponderados para el volumen residual fue -22,95 ml (IC del 95%: -42,33; -3,56) versus placebo [ Emili 1983; Champault 1984; Gabric 1987; Carbin 1990; Mattei 1990; Braeckman 1997], 5,70 ml versus finasteride (IC del 95%: -5,42; 16,82) [ Sokeland 1997]. • Las medidas de flujo urinario y tamaño de la próstata: • Efectos adversos: • La Serenoa repens fue superior al placebo y comparable a finasteride en su mejoría de las tasas máxima y promedio del flujo urinario y volumen de orina residual. El flujo urinario máximo se informó en 16 estudios [ Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca 1985; Pannunzio 1986; Reece Smith 1986; Gabric 1987; Lobelenz 1992; Descotes 1995; Carraro 1996; Metzker 1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997; Bauer 1999; Marks 2000; Gerber 2001]. Las diferencias de promedios ponderados para el flujo urinario máximo fueron 1,86 ml/ seg (IC del 95%: 0,60; 3,12) versus placebo [ Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca 1985; Reece Smith 1986; Gabric 1987; Descotes 1995; Braeckman 1997; Gerber 2001] y -0,74ml/seg versus finasteride (IC del 95%: -1,66; 0,18) [ Carraro 1996; Sokeland 1997], 2,0 ml/seg versus caproato de gestonorona (IC del 95%: 1,36; 2,64) [ Pannunzio 1986] y 1,6 ml/seg para SabalOrtiga versus placebo (IC del 95%: -1,67; 4,87) [ Metzker 1996]. • Los efectos adversos debidos a la Serenoa repens fueron generalmente leves y comparables al placebo. Las tasas de retiros fueron: Serenoa repens 8,9%; placebo 7,1% y finasteride 9,0% de (p = 0,17 para Serenoa repens versus placebo y p = 1,0 versus finasteride). Se informaron eventos adversos específicos en 11 ensayos. Se informó impotencia en 1,1%; 0,7% y 4,9% de los hombres tratados con Serenoa repens, placebo y finasteride, respectivamente (p = 0,58 para Serenoa repens versus placebo y p < 0,001 versus finasteride). Se informaron efectos secundarios gastrointestinales en un 1,3%; 0,9% y 1,5% de los hombres tratados con Serenoa repens, placebo y finasteride, respectivamente (p > 0,5 versus placebo y finasteride.) El flujo urinario promedio se informó en nueve estudios [ Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca 1985; Reece-Smith 1986; Carbin 1990; Lobelenz 1992; Carraro 1996; Braeckman 1997; Bauer 1999]. Las diferencias de promedios ponderados para el flujo urinario promedio fueron 2,22 ml/seg (IC del 95%: 1,17; 3,27) [ Emili 1983; Champault 1984; Carbin 1990; Braeckman 1997] y -0,40 ml/ seg versus finasteride (IC del 95%: -0,95 a 0,15) [ Carraro 1996]. La Serenoa repens no redujo el tamaño de la próstata; las diferencias de promedios ponderados para el tamaño de la próstata fueron -2,14 cc (IC del 95%: -10,92; 6,65) [ Mattei 1990; Braeckman 1997] versus placebo y 4,80 cc (IC del 95%: 1,42; 8,18) versus finasteride [ Carraro 1996]. Discusión Los datos disponibles indican que la Serenoa repens (sola o en combinación con otros agentes fitoterapéuticos) proporciona una mejoría de leve a moderada en síntomas urinarios y medidas de flujo. . Los hombres que recibieron Serenoa repens mostraron casi el doble de probabilidades de informar una mejoría en los síntomas que los hombres que recibieron placebo. Comparada con finasteride, la Serenoa repens proporcionó respuestas similares en síntomas urológicos y medidas de flujo y se asoció a una tasa inferior de impotencia. Las características de los participantes al inicio del estudio con respecto a edad, volumen de la próstata, flujo urinario máximo y puntuaciones de la escala de síntomas fueron similares a ensayos anteriores y los metanálisis que incluían el tratamiento farmacológico de la HBP ( Boyle et al 1996 , Chapple et al 1996 , Roehrborn et al 1996 , McConnell 1998). CONCLUSIONES DE LOS AUTORES Implicaciones para la práctica El extracto de la palma enana americana, la Serenoa repens, proporciona una mejoría de leve a moderada en los síntomas urinarios y las medidas de flujo en hombres con hiperplasia prostática benigna. Comparada con finasteride, la Serenoa repens produce mejorías similares en los síntomas urinarios y la medida de flujo, se asocia con menos efectos adversos del tratamiento y menor costo. Se desconoce la efectividad a largo plazo, la seguridad y la capacidad de la Serenoa repens de evitar las complicaciones de la HBP, incluida la necesidad de intervención quirúrgica. Aunque la Serenoa repens puede ser una opción útil de tratamiento, pacientes y proveedores deben saber que no hay garantía alguna de la pureza y potencia del producto. Implicaciones para la investigación Se necesitan ensayos adicionales controlados con placebo y estudios que comparen la Serenoa repens con los alfa antagonistas. Los ensayos futuros deben ser del tamaño y la duración suficientes para detectar diferencias importantes en los puntos finales clínicamente pertinentes. Como mínimo, estos estudios deben evaluar e informar los promedios y las desviaciones estándares al inicio del estudio y la conclusión para las siguientes variables: edad, número de pacientes que inició y finalizó el estudio, puntuaciones estandarizadas de la escala de síntomas urológicos, flujo urinario promedio y máximo, volumen de vaciamiento, tamaño de la próstata, volumen residual de orina, complicaciones de la HBP, necesidad de tratamiento posterior y efectos adversos a largo plazo de la Serenoa repens. 45 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 REFERENCIAS Descotes {published data only} Mattei {published data only} Referencias de los estudios excluidos de esta revisión Referencias de los estudios incluidos en esta revisión Descotes JL, Rambeaud JJ, Deschaseaux P, Faure G. 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El programa científico urológico fue variado, con temas de actualidad en andrología, laparoscopía y cirugía robótica, uroginecología, urodinamia, vejiga hiperactiva, oncología urológica, transplante renal, tecnología del futuro en urología, hiperplasia benigna de próstata por último cirugía mínimamente invasiva y uretra en urología pediátrica que fueron desarrollados por los siguientes once profesores extranjeros a los cuales agradecemos por su asistencia y colaboración: temas libres habiendo sido distinguido y premiado como el mejor trabajo libre el de Nefrectomía laparoscópica del donante vivo para transplante renal en el Hospital Edgardo Rebagliati del Dr. Elvis Sueldo. El 23 de Agosto del 2008 tuvo lugar en nuestro local institucional, la juramentación de la nueva junta directiva integrada por nuestro presidente Raúl Medina Ninacondor, Miguel Meza Díaz Vicepresidente, Secretario General Dr. Jorge Polo Cortez, Tesorero Dr. Giovanni Falconi Galvez, Secretario de Actas Dr. Genaro Vargas Hernández y Secretario de Acción Científica Dr. Luis Guerra Galarza. Dr. Juan Carlos Tejerizo (Argentina). Vejiga hiperactiva, Cistitis Intersticial Dr. Richard Babayan. Dr. Joao Abdo y Dr. Miguel Rivero. Dr. Ricardo Munárriz Dr. Humberto Villavicencio, Dr. Juan Carlos Tejerizo y Dr. Antonio Lima Pompeo Dr. Miguel Rivero (Argentina). Andrología Dr. Flavio Santinelli (Argentina). Laparoscopía Dr. Joao Abdo (Brasil). Andrología Dr. Mariano Mirandolino (Brasil). Laparoscopia Dr. Paulo Palma (Brasil). Incontinencia urinaria femenina Dr. Renan Otta, Dr. Raúl Medina y Dr. Decio Streit Dr. Decio Streit (Brasil). Urología Pediátrica Dr. Antonio Lima Pompeo (Brasil). Oncología Urológica Dr. Humberto Villavicencio (España). Transplante Renal Dr. Ricardo Munárriz (USA). Andrología Dr. Richard Babayan (USA). Laparoscopia Robótica Dr. Jack Elder (USA). Urología Pediátrica Además de contar con la participación de profesores nacionales, se desarrollaron un Simposio de la Sociedad latinoamericana de Medicina sexual (SLAM) y un Curso para Enfermeras. También fueron presentados posters y 50 Dr. Flavio Santinelli, Dr. Renán Otta, Dr. Miguel Rivero y Dr. Raúl Medina Dr. Juan Corrales y Dr. Jack Elder 51 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 VIDA INSTITUCIONAL Discurso del Dr. Raul Medina Ninacondor Presidente SPU 2008-2010 - Estimados colegas: - Desde hace 3 períodos vengo participando en las juntas directivas de la SPU las cuales gracias al trabajo de sus Presidentes y componentes ha logrado plasmar hechos sumamente trascendentales como: - Confección del nuevo Estatuto de la SPU obra trascendental que contó con la colaboración total de nuestros grandes maestros con muchas horas de trabajo totalmente desinteresado el cual finalmente logro adecuarse a los requerimientos legales y se pudo inscribir en los Registros Públicos lo que nos convirtió en una organización con deberes y derechos ante el Estado y nuestra Sociedad . - La adquisición del local de la SPU el cual se ha acondicionado adecuadamente para nuestras actividades Académicas, Sociales y Administrativas . - La apertura de la SPU a los colegas Urólogos de todo el País plasmado en el nuevo Estatuto en la condición de Asociados. - - Desde hace 2 periodos se inicia la Descentralización de la SPU , realizándose eventos científicos en las filiales (Trujillo, Ica, Arequipa) convirtiéndose en actividades calendarizadas. Se realizo el reconocimiento a nuestros miembros mayores de 70 años a quienes merecidamente se les exonera del pago de la membresía . Mirando hacia el futuro la formalización, la globalización y la interrelación con otras sociedades Urológicas, nos hará enfrentar nuevos retos y nos acarrea mayores responsabilidades (como por ejemplo: la recertificación, peritaje en procesos contenciosos, consultarías del Comité Nacional de Residentado Medico en lo referente a nuestra especialidad, el requerimiento de ser miembro de la 52 - Intensificar el programa de descentralización de la SPU. Departamentos como Lambayeque y Cuzco que cuentan con un numero significativos de colegas están muy interesados en iniciar los tramites para formar filiales Fomentar una mayor participación en las actividades científicas, a través de un programa de incentivos a los miembros con mayor asistencia Calendarización de las actividades científicas a nivel nacional para que los Miembros de nuestra Sociedad puedan también concurrir a las actividades científicas y sociales. - Implementar y mejorar los servicios que brinda la Sede Institucional de la SPU - Reforzar la Relaciones Internacionales, con el propósito de obtener Becas y propiciar la capacitación en el exterior - Implementar el Programa de Proyección a la Comunidad, en acciones de Promoción y Prevención - Incorporar al programa de actividades científicas los Forum por sub-especialidades - Incrementar la confraternización de los miembros de nuestra sociedad . - Daremos apoyo y orientación jurídica a las filiales que deseen inscribirse o regularizar su inscripción en los Registros Públicos del Departamento de procedencia Estamos convencidos que con la participación activa de todos Ustedes podremos mejorar el nivel académico y científico de nuestra querida Sociedad Dr. Raúl Medina (al centro) en la Ceremonia de Juramentación de la Nueva Junta Directiva de la SPU 2008-2010 SPU tramite exigido actualmente por cualquier entidad extranjera que ofrezca una beca o pasantia.) lo que significa que la SPU debe velar por la mejora de nuestros estándares académicos, desarrollar la investigación, promover la actualización y capacitación de nuestros asociados a través de diversas becas o pasantias otorgadas por entidades Internacionales o Nacionales. - Por estas razones y considerando que la infraestructura del local de la SPU ha alcanzado un nivel adecuado, pretendemos : - Priorizar las actividades académicas y científicas que es la razón de ser de nuestra Sociedad. - Mejorar y optimizar los logros obtenidos por las gestiones anteriores - Estar atentos a las sugerencias y planteamientos que se nos haga llegar - Reanudar la publicación semestral de la Revista de la SPU para lo cual como indica el Estatuto se llamara a una Asamblea General Extraordinaria para elegir al Presidente del Comité Editorial - Impulsar mejoras en la página WEB 53 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 Calendario Urológico 2009 Febrero Octubre Reunión Interhospitalaria Hospital Guillermo Almerara I. ESSALUD. Martes 17 de Febrero World Congress of Endourology & SWL. Munich 6-10 Octubre Marzo Reunión de Sub Especialidad Urología Pediátrica. Martes 20 de Octubre Reunión de la Sub-especialidad de Laparoscopía. Martes 17 de Marzo 52 Curso de Urología. Fundación Puigvert. Barcelona 21-23 Octubre Información para los autores 1. Los trabajos deberán ser enviados al Editor de la Revista, Dr. Juan G. Corrales Riveros, Jr. Huamachuco N° 1960 Jesús María, celular: 999097658, e-mails: jg1corrale@yahoo.es, spu_urologia@yahoo.es, página web: www.spu.org.pe, Lima, Perú. Congreso Anual EAU. Estocolmo. 17-21 Marzo Congreso Argentino de Urología. Buenos Aires 07-09 Octubre 2. Abril XXXII Congreso Chileno de Urología. Coquimbo 28-31 Octubre 3. El comité de la revista acusará recibo del trabajo, evaluará el mismo y en 15 días comunicará si ha aceptado, propondrá las modificaciones que considere conveniente. Reunión Interhospitalaria Centro Médico Naval. Martes 21 de Abril Noviembre AUA Annual Meeting. Chicago 25-30 Abril XXX Congreso de la SIU. Shangai. 1-5 Noviembre Mayo XXXII Congreso Brasileño de Urología. III Curso Descentralizado en la Ciudad de Arequipa. 15-16 Mayo. Goiania. 07-11 Noviembre Reunión Interhospitalaria Instituto de Salud del Niño. Martes 19 de Mayo Junio Reunión Interhospitalaria Hospital Nacional María Auxiliadora. Martes 17 de Noviembre Curso Descentralizado de Urología en la Ciudad de Ica V Curso Internacional de Urología. Hospital Central Fuerza Aerea del Perú. Lima. 04-06 Junio CIII Congreso Francés de Urología. Reunión de Sub Especialidad Manejo del Piso Pélvico. Martes 16 de Junio LX Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Urología. Monterrey. 17-22 Noviembre IV Curso Descentralizado de Urología en la Ciudad de Trujillo. 26-27 de Junio Julio Reunión Interhospitalaria Hospital Cayetano Heredia. Martes 21 de Julio X Curso de Cirugías Urológicas por Video.Goiania. Brasil. 20-25 Julio Agosto XII Jornada Peruana de Urologia. Jueves 06, viernes 07 y sábado 08 de Agosto. Sheraton Lima Hotel & Convention Center XLIV Congreso Internacional de Urología. Bogotá. 12-16 de agosto. Setiembre Reunión Interhospitalaria Hospital FAP. París. 18-21 Noviembre Diciembre VIII Congreso Uruguayo de Urología. III Congreso de Urología del MERCOSUR. 37 Jornadas Rioplatenses de Urología. Punta del Este 02-05 de Diciembre. Congreso Centroamericano y Cubano de Urología. La Habana 7-11 Diciembre XXIV Jornadas Nacionales para Residentes de Urología. III Jornadas Latinoamericanas para Médicos Residentes de Urología. Hospital Privado de Mar del Plata. Tema Central: Uro-oncología. 10-12 Diciembre. Enero 2010 XI Congreso de Urología de la Asociación Académica de Urología de las Fuerzas Armadas, 28, 29, 30 Enero. Miraflores Park Plaza Las Sociedades Internacionales AUA, EAU, CAU, SIU tienen su propia agenda anual y pueden visitarse en sus respectivas páginas WEB d. Discusión: Debe interpretar los resultados y los aspectos que desee resaltar o comparar con otros trabajos, haciendo hincapié en los aspectos nuevos e importantes del estudio. Los trabajos deben ser inéditos y no deben ser presentados simultáneamente a otra publicación. 4. Una vez aceptados los trabajos son propiedad de esta revista y no podrán ser reimpresos sin autorización del Comité Editorial. Mencionar la importancia académica, teórica o práctica de los resultados obtenidos sobre las nuevas vías deinvestigación que se abren como resultado del trabajo. e. Conclusiones: Deben derivar del estudio y de la comparación con los trabajos previos de otros autores sobre la misma materia. f. Bibliografía: Se ajustará a las normas del Index Medicus y será presentada en hoja aparte exactamente en el orden que aparece en el texto entre paréntesis. 5. Los trabajos deberán ser escritos en Castellano y sólo en Inglés si son de colaboración internacional. 6. Los autores son los responsables exclusivos de todas las opiniones, métodos y conclusiones que presenten. Bibliografía de revistas 7. Presentación de los trabajos • Apellidos e iniciales de todos los autores (a partir de 3 autores se añadirá ‘y col’), título del trabajo, en su idioma original, abreviatura de la revista según patrón internacional del Index Medicus, número del volumen, primera página y año. Remitir los trabajos mecanografiados o por computadora, a doble espacio, papel bond 80 g formato A-4 original y copia o en disquette. No deberá exceder de 10 páginas. La primera página contendrá: el título del trabajo, apellidos y nombres del autor o autores, centro de trabajo, ciudad y país, resumen del trabajo en castellano e inglés y las palabras clave. El resumen contará de las siguientes partes: Objetivos, métodos, resultados y conclusiones. No excederá de 30 líneas. Al pie de página, para correspondencia, indicar dirección, teléfono y fax. El desarrollo del trabajo se hará en las páginas correlativamente numeradas siguiendo las partes clásicas de que consta un original científico: a. Introducción: Debe exponer el problema y hacer un corto resumen de los conocimientos actuales y precisar el objetivo del estudio. Bibliografía de libros • Apellidos e iniciales de todos los autores, título del libro en su idioma original, páginas, editorial, ciudad y año, en este orden. Figuras • Se enviará las figuras o fotos por duplicado, en papel blanco (tamaño 9 x 13 cm) o diapositivas. La revista se reserva el derecho a rechazar las figuras que no considere de calidad o inapropiadas. También la revista decidirá cuando las figuras irán en color y cuando en blanco y negro. Las figuras serán hechas con tinta china negra sobre cartulina blanca, estar perfectamente numeradas e identificadas con el título y nombre del autor, así como la posición en que han de publicarse señaladas con b. Material y métodos: Debe describir las características del material estudiado y los métodos utilizados. c. Resultados: Deben ser expuestos en forma estrictamente objetiva con el análisis estadístico, sin interpretación personal y acompañado de tablas e ilustraciones. Martes 15 de Setiembre 54 55 Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009 una flecha, indicando claramente el lugar del texto donde deben ser ubicadas. Los pies de figura (leyenda) irán en hoja aparte. No escriba con rotulador o bolígrafo detrás de las fotografías, pues se traspasan y se estropean. En las fotografías, esquemas, tablas extraídas de revistas o libros, deberá consignarse la fuente, autor y permiso (si lo hubiese). Tablas • Con sus títulos correspondientes, serán incluidas separadamente, con numeración independiente de las figuras y utilizando caracteres romanos. 8. Casos clínicos Deberán presentarse en forma concisa. No ocuparán más de 6 páginas. Tendrán un máximo de 4 ilustraciones y 10 citas bibliográficas. Enviar original y copia de texto y figuras. 9. El primer firmante del artículo será el responsable de la correspondencia. Las galeras serán remitidas para su corrección al primer firmante. Estas galeras serán devueltas al editor de la revista de la Sociedad Peruana de Urología. El primer firmante se responsabiliza de los errores aparecidos en la publicación definitiva y la incorrecta posición de las figuras en caso de no haberse realizado una corrección adecuada.