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Vol.50 Julio - Diciembre 2004 • INFORMACIÓN PARA LOS AUTORES INFORMACIÓN PARA LOS AUTORES • A. La REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA es el órgano oficial de divulgación de la SOCIEDAD VENEZOLANA DE UROLOGÍA, su publicación es semestral en idioma castellano. H. El articulo debe ser redactado en secuencia de: Introducción, Pacientes, Materiales y métodos, Resultados y Discusión, extensión máxima de 20 páginas tamaño carta doble espacio. B. Los Trabajos deberán ser enviados al director de la revista Dr. José Manuel Pardo F., a la sede de la Sociedad Venezolana de Urología Urbanización los Palos Grandes Av. Francisco de Miranda Edificio Mene Grande, piso 6 Oficina 6-4. Chacao. Edo. Miranda, Venezuela. Teléfonos: 2858077/ 2853676 / Fax: 2856240. Deben ser en original y copia, además de un disquete con el artículo en formato de Word. I. Las referencias según las normas de Vancouver. En caso de revistas : apellidos e iniciales de los autores, iniciales del nombre sin colocar puntos; título del artículo, nombre de la revista abreviado; año de publicación seguido de coma, volumen seguido de dos puntos, página inicial, guión, página final. En acaso de citas de libros se pondrá el apellido e iniciales de los autores, título de la obra en idioma original, ciudad, casa editora, año primera y última página. C. Los trabajos no deben haber sido publicados con anterioridad ni presentados simultáneamente en otras publicaciones y una vez aceptados pasaran a ser propiedad de esta revista y no podrán ser impresos sin autorización. D. La Revista y su comité editorial se reserva el derecho de aceptar o rechazar los originales que considere para su publicación así como proponer modificaciones de forma y presentación de los trabajos. E. La responsabilidad científica y legal que pueda derivarse del contenido de los artículos será totalmente exclusiva de los autores. F. Los artículos deben constar de las siguientes partes: Titulo, nombre del autor o autores con sus respectivos cargos y dirección para envío de correspondencia; resumen y palabras claves; cuerpo del artículo, referencias bibliográficas y tablas. G. El titulo debe ser corto y relacionarse estrictamente al objetivo del trabajo. El manuscrito debe contener un resumen en Español, título y abstract en Inglés que no exceda las 150 palabras, el resumen debe incluir el objetivo del estudio, materiales, métodos, procedimientos, resultados; debe contener una conclusión breve de lo hallado en el estudio. 44 • REV VEN UROL J. Las imágenes incluidas en cada trabajo deberán presentarse preferiblemente en original ó digitalizadas a una resolución superior a los 300 dpi. Cada una debe estar identificada con el nombre del trabajo, del autor y el número de gráfico o figura. A estas debe hacerse clara referencia en el texto. Modalidades de contribuciones: • Editorial: se relacionará a las actividades e la Sociedad, eventos, información de la publicación; esta será entera responsabilidad del editor o persona asignada para la edición. • Trabajos originales: contribuciones de carácter inédito en su totalidad. • Casos clínicos deben presentarse en forma concreta, no excediéndose de 5 páginas con máximo de 5 ilustraciones. • Artículos de Revisión: son revisiones exhaustivas de diferentes temas con un máximo de 25 páginas a doble espacio. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Vol. 50 Julio- Diciembre 2004 Fundada en 1941 COMITÉ EDITORIAL. DR. José Manuel Pardo. Director-editor: Dr. Teodoro Sucre. Dr. Segundo Ortiz. Dr. Luis Guaiquirian. Dr. Leonardo Borregales. Dr. Alberto Páez. DIRECTIVA NACIONAL DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA DE UROLOGÍA. PERÍODO 2002-2004 DRA. CARMEN MARTÍNEZ N. Presidente: Vicepresidente: DR. NICOLO D’ANNA C. DR. ALESSANDRO COLANTUONO. Secretario General: DR. JOSE MANUEL PARDO F. Secretario de Finanzas: Secretario de Eventos Científicos: DR. RENE SOTELO N. Secretario archivo y biblioteca: DR. SEGUNDO ORTIZ. DR. ALEXIS AMARIO. Secretario de Relaciones Institucionales: Vocales: DR. ALBERTO PAEZ. DR. ALEXIS AULAR. DR. FERNANDO GIORDANO. DR. FRANCISCO CANONICO. DR. RICARDO MONTIEL. COMISIÓN DISCIPLINARIA. Principales: Suplentes: DR. HUGO DAVILA. DR. ANTONIO UGAS. DR. OMAR BETHENCOURT. DR. ALDO RICCIO. DR. MIGUEL VITALE. DR. LEONEL STREDEL. COMISIÓN ELECTORAL. Presidente: Secretario: Vocales: DR: ENRIQUE PARRA BERNAL. DR. ENRIQUE GRANADOS. DR. DOUGLAS LEON NATERA. DR RUBEN GALLO. DR. ANTONIO UGAS. Director de la Revista y Pagina WEB: DR. JOSE MANUEL PARDO F. Director del Boletín: DR. RENE SOTELO N. DIRECCIÓN DE LA REVISTA. Dr. José Manuel Pardo F. Sociedad Venezolana de Urología. Urbanización Los Palos Grandes, Avenida Francisco de Miranda, Edificio Mene Grande, Piso 6 Oficina 6-4. Chacao. Edo. Miranda, Venezuela. Teléfonos: 285.80.77/ 285.36.76. Fax: 285.62.40. Administración y Distribución: Informe Médico de Venezuela Dirección: Avenida Principal de los Ruices, Centro Empresarial Los Ruices, Piso 5, Oficina 514. Telf: (0212) 232.52.93 / 238.73.76 / 239.00.31 • Cel: (0416) 631.97.08 Fax: (0212) 239.71.29 • e-mail: informed@cantv.net. Diseño y diagramación: Marielena Delgado. Telf: (0212) 761.15.24 REV VEN UROL • 45 Vol.50 Julio- Diciembre 2004 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Información para los autores .......................................................................................................................... 44 Junta Directiva ................................................................................................................................................. 45 Editorial ............................................................................................................................................................ 49 Artículos de Revisión VARICOCELE EN POBLACION JUVENIL Parte I Revisión de un tema controversial. Julio César Potenziani Bigelli, Silvia Daniela Potenziani Pradella. PARAFILIAS Rubén Hernández Serrano. ........................................................................................ 51 ...................................................................................................................................... 64 Trabajos Originales USO DE CIANOACRILATO EN LA SÍNTESIS DE LAS FIMOSECTOMÍAS Francisco Pinto Acosta, Henry Yaime González, Luis Guaiquirian Arenas, José Rojas Chávez, Luis Ávila Moreno, Luis Roquet, Yocasta Pernia, Metodio Castillo, Hugo Diaz, Robert De Andrade, Reynaldo Caldera, Oswaldo Carmona, Marco De Prisco, Marco Berrios, Juan C. Martínez, Andrés Hansen. ................................................................................... 70 CORRELACIÓN ENTRE LA DISTANCIA VERUMONTANUM CUELLO VESICAL CON EL TACTO RECTAL Y VOLUMEN PROSTÁTICO Laura G. Rojas L., Eduardo Trujillo C., Juan C. Luigi, Eddy J. González, Franzo Marruffo C., José G. Sabino, Alberto Paez, Otto Moreira, Gonzalo Parra, Ramón Aguilar, David Garcia, José Manuel Pardo. ..................................................................... 75 TÉCNICA MODIFICADA DE CINTA SUBURETRAL DE PROLENE EN EL TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO. INFORME PRELIMINAR. Antonio Sosa, Antoun Banna, Heberto Andrade , Jóse Pineda, Carlos Pirela. .......................................................................... 81 Reportes de Casos Clínicos MALACOPLAQUIA RENAL CON COMPORTAMIENTO INFILTRATIVO LOCAL ML. De Prisco, L. Guaiquirian, MS. Castillo, R. Cutanda , MH. Berrios, JC. Martínez, J. Rojas. .................................................... 85 CORRECCIÓN QUIRÚRGICA DEL PENE SUMERGIDO: TÉCNICA DE SMEULDERS Carlos J. Delgado G, Carlos De La Fuente. .................................................................................................................. 87 CISTECTOMIA PARCIAL LAPAROSCÓPICA ASISTIDA CON CISTOSCOPIA POR ENDOMETRIOSIS DEL DETRUSOR Parra Chacín Ernesto, Mora Kumboz Elias, Nieves Simón, Minuta Troconis José . ................................................................... 90 DUPLICACIÓN PENEANA Carlos De La Fuente Grosch, Carlos Delgado, Pilar Blanco, Nelson Guillén, Alexis Aular, Vilma Barragán, Rafael Paredes, Yelitza Balladares ............................................................................................................................ . 94 DESINSERCIÓN URETERAL TRANSURETRAL CON APOYO DE TROCAR LAPAROSCÓPICO TRANSVESICAL. UNA ALTERNATIVA VIABLE PARA LA NEFROURETERECTOMIA LAPAROSCÓPICA Ernesto Parra Chacín, Juan Vicente León, Franco Pedrotti, Favio Silveri, Fernando Zambrano. ................................................... 96 MANIPULACIÓN URETRAL: UNA PARAFILIA INUSUAL. Nelson Argenis Medero Parrilla, Nelson Arturo Medero Álvarez, Rubén Hernández Serrano. ..................................................... 100 REV VEN UROL • 47 Vol.50 Enero - Junio 2004 Dirigido a mis compañeros de Directiva, faltan escasamente cuatro días para entregar una gestión compartida y de gran motivación; con el compromiso de acompañarles en momentos difíciles, la decisión de todos de trabajar en conjunto fue mi mejor aliciente para emprender el camino, luchar contra todos los obstáculos materiales, humanos y de la naturaleza. Los pilares fundamentales de nuestra sociedad, reglamentos y estatutos, fueron nuestra piedra angular; los compromisos contritos y las actividades científicas: jornadas y congresos, se llevaron a cabalidad; un congreso digno de una Sociedad de reconocimiento internacional fue lo más emblemático; la naturaleza con toda su fuerza nos enseño que debemos asumir sus designios y así fue aceptado y entendido, no correspondía en la fecha señalada, todos ustedes pasaron por situaciones difíciles, pero al final prevaleció la institución como unidad mágica. Mi deseo es que mantengan la armonía y la honestidad, como los principios del manejo en equipo. Agradeciendo a todos ustedes por su participación, y a la próxima directiva éxito en su gestión. Dra. Carmen Martínez Natera Presidente REV VEN UROL • 49 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 51-63 Artículo de Revisión VARICOCELE EN POBLACION JUVENIL PARTE I Revisión de un tema controversial. Julio César Potenziani Bigelli*, Silvia Daniela Potenziani Pradella **. * Especialista urólogo Hospital Privado Centro Médico de Caracas. ** Estudiante de Medicina UCV. Escuela Luis Razetti. Resumen El presente artículo de revisión tiene como objetivo mencionar aspectos importantes del tema del varicocele juvenil, pasando por su definición, clasificación, historia, temas controversiales, fisiopatología, factores pronósticos, diagnóstico, biopsia testicular, indicaciones de cuando estudiar a éstos pacientes juveniles, terapias actuales con una extensa bibliografía. Palabras clave: Varicocele juvenil, infertilidad, biopsia testicular. Abstract This review article mentions important issues about youth varicocele like its definition, classification, history, controversial issues, pathophysiology, prognosis factors, diagnosis, testicular biopsies, when to study this patients, recents therapeutics and extense bibliography. Key words: Youth varicocele, infertility, testicular biopsy. Introducción El tema del varicocele en la población juvenil es controversial ya que la decisión terapéutica una vez diagnosticado, quedará supeditado al enfoque personal de cada urólogo o cirujano infantil en base a su experiencia, estudios y status del paciente que busca la atención del especialista, ya que como refiere Bong (2004) a pesar de que la prevalencia de varicocele en poblaciones juveniles alcanza el 15 %, similar a la de las poblaciones adultas, también es cierto según la Organización Mundial de la Salud (WHO 1992) que el 80 % de los adultos con varicocele no presentan transtornos de fertilidad. ¿Es una enfermedad progresiva?, ¿Hay que proceder inmediatamente a su corrección quirúrgica?, ¿Existen posibilidades ciertas de ayudar al paciente afectado?, ¿Hay elementos de juicio para saber con qué pacientes debemos proceder inmediatamente a su corrección quirúrgica y/o con conducta expectante?. El presente artículo podría sentar las bases por las cuáles los pacientes juveniles con varicocele deberían ser tratados, para evitar el deterioro de la función testicular, evitar transtornos de la histología testicular, el deterioro del volumen testicular y evitar los consabidos transtornos de la fertilidad del paciente en grados diversos. Se define el varicocele como la dilatación anormal (más de 2-3 mm) de las venas constituyentes del plexo pampiniforme o cremasterico, y de las venas espermáticas internas, que tienen la función del drenaje venoso del testículo. Chiou (1997) refiere que deben existir de 2 a 3 venas de mas de 3 mm de diámetro con reflujo durante REV VEN UROL • 51 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 VARICOCELE EN POBLACIÓN JUVENIL la maniobra de Valsalva por 1 segundo o más para definir un varicocele. Varicocele subclinico se define como aquel que no ha podido ser detectado a través de un examen físico, sino a través de examenes como la ecografía escrotal, ecografía Doppler testicular, termografía escrotal, gammagrafía escrotal, venografía (Pryor 1996). Gorelik (1993) y Witt (1993) definen el varicocele como dilataciones anormales del plexo venoso pampiniforme consideradas como una lesión progresiva, con el deterioro progresivo de la función testicular (espermatogenesis y esteroidogenesis) por flujo sanguineo retrogado, aumento del calor intratesticular, y por aumento de la presión intersticial con el correr del tiempo y que el hecho de haber tenido fertilidad previa no le confiere resistencia al efecto nocivo (gonadotóxico) del varicocele sobre la espermatogenesis, agregandose que defectos moleculares-geneticos podrían determinar la extensión de la infertilidad. El varicocele en la población juvenil, es enfocado como el varicocele en el hombre adulto y sin duda es diferente, ya que tiene sus particularidades que lo hacen especial y por ende merecedor de un enfoque terapeutico también diferente. La presencia de varicocele en un adulto infértil ya se tenía cuando era un jóven, por lo tanto debemos enfocarlo de una manera mas consciente de todos sus alcances negativos. Desde el momento que sabemos que el varicocele en un jóven tendrá efectos nocivos sobre el crecimiento-volumen testicular, sobre la histología del testículo y sobre la función del mismo, su presencia representará para el médico un reto que debe ser resuelto de la mejor manera posible evitando las consecuencias del mismo (Kass 1987, 1995, 2001), es la causa corregible más frecuente de infertilidad (Nabi 2004). Recientemente Diamond (2004) refiere en su trabajo sobre 41 jovenes de 7 a 19 años que ni el grado del varicocele ni los cambios en el volumen testicular se incrementaron en el correr del tiempo de manera estadisticamente significativa, lo cual podría tomarse como un argumento en contra del caracter “progresivo” de la enfermedad y por ende en un argumento en contra de proceder quirurgicamente, o de por lo menos retardarlo, pero éste enfoque tiene sus consecuencias que pudieran ser de peso, ya que si decidimos proceder quirurgicamente sólo ante la evidencia de un cambio del volumen testicular 52 • REV VEN UROL (más de un 20 % de volumen diferencial) , o por el grado del varicocele, podríamos encontrarnos con cambios histopatológicos irreversibles del parenquima testicular, que era lo que inicialmente queriamos evitar. Greenfield (1996, 1998, 2000) menciona que existen numerosas pruebas que demuestran que el adolescente con varicocele estará asociado con futuras anormalidades de la espermatogenesis y con infertilidad por lo que se hace necesario tomar medidas preventivas y enfocar un tratamiento adecuado. Se han hecho cuestionarios entre cirujanos pediatras, urólogos pediátras o urólogos generales o endocrinologos, para conocer qué tipo de manejo se le podría realizar a un jóven en su etapa adolescente con un varicocele y han dado resultados bastante parejos considerando la conducta quirúrgica y la conducta conservadora-expectante, tomando en cuenta varios aspectos que desarrollaremos en éste trabajo de investigación (Richter 2001). Es bastante generalizada la confusión de los efectos del varicocele sobre el volumen testicular, disminuyendolo, sobre la consistencia testicular disminuyendola ablandandola, sobre los parametros seminales, deteriorandolos (Nishida 2004) y sobre la esfera del dolor en el area anexial, dando sensación de pesadez del testículo afectado y del cordón espermático, pero trataremos de esclarecerlo lo mejor posible, en base a la revisión y comentario de los articulos y publicaciones investigados. La incidencia que se menciona es de un 15 % de hombres de la población general afectados de varicocele y segun Skoog (1997) es el mismo porcentaje entre la población juvenil. Sabemos que podría aparecer entre los 10 y los 15 años, aparece en 30-45 % de los hombres evaluados por infertilidad primaria y entre 45 y 80 % de hombres con infertilidad secundaria. Según la OMS-1992 descrito por Fretz (2002) la incidencia de varicocele fué de 25.4 % en hombres con parametros seminales alterados y 11.7 % en hombres con parametros seminales normales y más del 80 % de los varicoceles no están asociados con infertilidad. Según Akbay (2000) la prevalencia de varicocele en adolescentes es del 7.8 % en edades de 11 a 14 años y del 14.1 % en jóvenes entre 15 y 19 años. En edades prepuberales su incidencia vá del 2 % al 11 % (Vasavada 1997, Aragona 1998). JULIO C. POTENZIANI B. Y COL. La mayoría de los varicoceles ocurren del lado izquierdo (80 % - 85 % de incidencia), el varicocele bilateral está presente en 15 % a 20 % de las veces. La incidencia del varicocele derecho sólo es extremadamente raro (2 %). En la actualidad están descritos dos modalidades anatómicas de varicocele, una extratesticular, que es la más frecuente y una variedad intratesticular descrita por Weiss en 1992 (Weiss 1992, Diamond 2004). Esta última se diagnostica como una lesion anecoica intratesticular con flujo activo al Doppler. Según Diamond (2004) su significación clínica no ha sido todavía descrita, solamente el 15 a 20 % de los adultos que presentan varicocele serán infértiles (Skoog 1997). Siguiendo una cirugía de varicocele 30 a 45 % de los pacientes tendrán una mejoría en los test funcionales (espermogramas computarizados, determinaciones ecosonográficas del volumen testicular, determinación de gonadotrofinas séricas, realizar test de estimulación de hormonas liberadoras de gonadotrofinas (GnRH) para identificar una disfunción de la células de Leydig y por supuesto biopsias testiculares) y de éstos un 40 % o más, tendrán embarazos en sus parejas. Los pacientes sometidos a varicocelectomia serán mejores candidatos a técnicas de reproducción asistida, según Stone (1994) tendremos mejoría de los parámetros seminales en 50-70 % de los casos sometidos a varicocelectomía, por cualquier técnica, y 35-50 % de las parejas tendrán un embarazo siguiendo a las varicocelectomía. Son numerosos los investigadores que recomiendan en el varicocele en población juvenil, tratamiento precoz debido a que durante ésta etapa de la vida de un hombre, los testiculos están en franco crecimiento y desarrollo y es cuando mas nocivo pueden resultar los efectos gonadotóxicos del varicocele (Lenzi 1998, Sayfan 1997, Lund 1999, Laven 1992, Lemack 1998). Pryor-Howard (1987) demostró que 2/3 partes de los pacientes tendrían una mejoría en los parametros seminales despues de la varicocelectomía y 40 % podrán fecundar a sus parejas. Sin duda el tener un varicocele podría ocasionar preocupación en el paciente y en su familia por ser la causa mas frecuente de infertilidad en el hombre con repercusiones personales, familiares, étnicas y religiosas en diversas comunidades a lo largo del mundo entero. Vol.50 Julio- Diciembre 2004 En segundo lugar es bien conocido que el efecto gonadotoxico del varicocele (efecto nocivo sobre la espermatogenesis testicular), evidenciado por la disminución del volumen testicular, con o sin repercusiones espermatogenicas (Haans 1991), descrito por LipshultzCorriere (1977), podría aumentar con el paso de los años, lo que haria necesario tomar una decision lo más pronto posible pero con las bases de conocimiento que aseguren que la decisión tomada sea la más correcta. En tercer lugar sabemos que es la causa más común y facilmente tratable de infertilidad masculina (Lipshultz 2002). En cuarto lugar el tamaño del varicocele no tendrá correlación ni con la fertilidad (capacidad fecundativa del paciente), ni con los resultados obtenidos posterior al tratamiento quirurgico (varicocelectomía), sin embargo ésta premisa tendrá sus detractores como veremos más adelante. Para finalizar se debe decir que el hecho de seguir viendo en los consultorios médicos y hospitalarios un gran número de pacientes con varicocele hace pensar que no están siendo detectados en etapas precoces, es decir, en la etapa juvenil. Varicocele en la Historia de la Medicina En la Grecia Clásica se describía la asociación entre venas escrotales dilatadas y atrofia testicular del mismo lado. En el siglo de oro del imperio romano (siglo I A.D) en el texto médico “De Medicinia” Celso, famoso médico romano da crédito a los griegos en la descripción previamente mencionada aunado al hecho de que la reducción del volumen testicular sería mas intensa si el paciente tenía problemas de mala nutrición. En el siglo XVI Ambrosio Paré (1517-1590) famoso médico-cirujano renacentista describió ésta anormalidavascular como “sangre melancólica”. El en siglo XIX el cirujano británico Barfield propuso por primera vez la relación infertilidad-varicocele. La primera descripción de recuperación de la fertilidad posterior a una ligadura de varicocele fue descrito en el año 1929 por Macomber-Sanders (Potenziani 2001, 2002). Desde 1885 se conocen trabajos científicos que hablan de la relación entre varicocele en adolescentes y la perdida del volumen testicular y que despues de haber realizado la ligadura de las venas del plexo pampiniforme REV VEN UROL • 53 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 VARICOCELE EN POBLACIÓN JUVENIL dilatadas, hay un aumento del volumen testicular y la consistencia del testículo se vuelve un poco más dura (Barwell 1885). Bennet (1889) la denominaba como “una condición congenita raramente observada antes de la pubertad que involucra principalmente al testículo izquierdo”. Menciona Fretz en las Clínicas Urológicas del 2002 el terrible episodio de un cirujano francés del siglo XVIII Delpech (1772-1832) quien fué asesinado por un paciente inconforme con los resultados de una cura de varicocele que le había practicado el malogrado cirujano (Noske 1999). Clasificación Se ha tratado de crear una clasificación en base al tamaño que alcanza a simple vista y a su presencia o no en base a esfuerzos (maniobras de valsalva) y al hecho de ser palpados y/o visualizados. A continuación mostramos una clasificación útil para los pacientes portadores de varicocele (Potenziani 2001, 2002). Varicocele subclínico o grado S: no palpable y no visible y solamente diagnosticable por ecografía escrotal, eco-doppler, venografia y que es descubierto o bien casualmente o como parte de exámenes diagnósticos de infertilidad, o por investigación de causas de disminución del volumen testicular (hipotrofia-atrofia). Varicocele pequeño o grado I: Solamente palpable con maniobras de Valsalva (pujo), de tamaño pequeño y no visible. Varicocele mediano o grado II: Palpable con el paciente de pié, sin necesidad de las maniobras de Valsalva (pujo) y de tamaño moderado. Visible a simple vista. Varicocele grande o grado III: Visible a simple vista, sin necesidad de recurrir a la palpación, pero confirmada por ella y sin necesidad de maniobras de Valsalva (pujo) Denominado “bolsa de gusanos”. Aspectos Anatómicos - Vasculares La irrigación arterial viene dada por la arteria testicular, la arteria deferencial y la arteria cremasterica anastomosandose entre ellas a nivel testicular, para garantizar una excelente irrigación arterial. En relación al drenaje venoso tendrá numerosas variaciones anatómicas de paciente en paciente. Por arriba del nivel testicular habrá una red venosa denominada plexo pampiniforme, cuyo 54 • REV VEN UROL drenaje se garantizaría por la vena testicular, las venas pudendas y las venas cremastericas. Examen Físico El motivo que lleva al paciente con varicocele al urólogo de manera característica no es el dolor o molestia escrotal (que es extremadamente rara), a pesar de autores como Belani (2004) y Hauser (2001) que refieren que el dolor y la infertilidad son las causas por las cuáles buscan atención médica los pacientes, sino la explicación del por qué no puede tener hijos y en ocasiones la presencia de una masa irregular y blanda en el escroto, que se confunde con patologías testiculares, o en casos de exámenes físicos de rutina en empresas (exámenes de pre-empleo) o en el servicio militar, como un hallazgo casual, asi como el hallazgo de un medico general, o la referencia de un ginecólogo que está descartando factores de infetilidad en su paciente estudiada, de un pediatra o de un urólogo que examine al paciente. El examen físico deberá realizarse siempre de pié y realizando maniobras de Valsalva pero cuando tengamos un alto índice de sospecha, si no hemos conseguido a la palpación indicios de varicocele debemos agregar al examen físico una ecosonografía escrotal, posterior a la confirmación de la presencia del varicocele éste deberá clasificarse por grados. Usualmente se detecta el varicocele del lado izquierdo, aún cuando en nuestra casuistica hemos tenido más de un 60 % de casos con varicocele bilaterales en virtud del diagnóstico ecográfico. Es importante precisar el volumen del testículo o bien con la ecosonografía escrotal o bien con el orquidometro de Prader (1966), que según Cayan (2002) y Costabile (1992), dá los mismos resultados que con la ecografía escrotal, o los elipsoides de Nasu, que van de 1 a 30 ml y se colocan alrededor del testículo hasta conseguir el apropiado para el tamaño del testículo de cada paciente, o los discos elipticos de Takahira (1983). En relación al volumen testicular debemos saber que aumenta considerablemente al alcanzar la pubertad. El tamaño testicular es una guía fiel del grado de madurez seminal y espermatogénico. Con pocos excepciones, el paciente que tiene un volumen testicular bajo será un paciente con transtornos en los parametros seminales y posiblemente con un bajo porcentaje de capacidad fecundativa. JULIO C. POTENZIANI B. Y COL. Existen tablas de volumen testicular de acuerdo a la edad del paciente, por la cual deberemos regirnos. Como normativa debemos saber que entre ambos testículos de un adolescente no debe haber más de 2 ml de diferencia entre uno y el otro. De manera general, podríamos mencionar que el volumen testicular normal para un afroamericano y para un caucasico es de aprox. 24±4cc, sabiendo que los asiaticos tienen un volumen inferior. Se debe medir la diferencia entre los dos testículos (de su eje mayor o longitudinal) y si esté difiere en más de 0.5 cm podríamos considerar como significativo el hallazgo y profundizar en el estudio del paciente (pruebas funcionales). Otro dato importante para inferir el estado de la espermatogénesis es la consistencia del testículo. Si palpamos un testículo blando y más pequeño es casi seguro que tendremos un paciente con trastornos de la espermatogenesis. El testículo debe siempre tener una consistencia dura. Gat (2004) refiere 4 modalidades diagnosticas para diagnosticar la presencia de varicocele bilateral ya que si dependiera su diagnostico solamente del examen físico el varicocele derecho subclinico se dejaría de diagnosticar en más del 90 % de los casos y del lado izquierdo en más del 10 % de los casos. No debemos olvidar que varicocele subclinicos aún siendo pequeños podrían tener una repercusion fisiopatológica significativa (Dubin y Amelar 1971) (Kunnen 1992), ya que el tamaño del varicocele no se correlaciona con la patología testicular que el ocasiona. McClure (1986), Basile-Fasolo (1986) y Comhaire (1976) refieren que el varicocele subclinico está presente en un 24 % a 83 % de hombres infertiles, con lo cual su busqueda se torna una obligación para el médico tratante. Es indispensable realizar tacto prostático para descartar patologías inflamatorias prostáticas que secundariamente puedan afectar la esfera seminal del paciente asi como su capacidad fecundativa. El diagnóstico diferencial es con aquellas patologías escrotales-testiculares que podrían confundir el diagnóstico con un varicocele y entre ellas tendremos: 1. Quiste cordón espermático. 2. Quiste cabeza epididimaria. 3. Epididimitis crónica de la zona de la cabeza epidi dimaria (tumefacción indolora de la cabeza epididi- Vol.50 Julio- Diciembre 2004 maria). 4. Lipoma del cordón. 5. Hernia inguinal indirecta. 6. Hidrocele del cordón espermático. 7. Espermatocele. Sintomatología El varicocele muy raramente ocasiona sintomatología clínica y sólo en algunos casos ocasiona una sensación de molestia consistente en pesadez del area escrotal supratesticular, aunada a largos períodos en posición de pié. La sintomatología ocasionada por el varicocele es tema de gran controversia, ya que la mayoría de los pacientes no tienen ningun tipo de sintomatología, aún cuando tengan varicoceles grandes y los sintomas que podrían tener, son usualmente ocasionados por patologías de tipo anexial asociadas (epididimitis-funiculitis), o tener sintomas asociados a “sensación de pesadez” en el area de proyección del varicocele, que no es otra que la parte superior de los testículos hacia la zona superiorexterna de la hemibolsa escrotal correspondiente. Efectos Patológicos (Gonadotoxico) del Varicocele Los Efectos Nocivos del Varicocele Causaran Anormalidades del Espermograma (disminución de la motilidad, disminución de la densidad espermática, alteraciones morfologicas del espermatozoide, afectación de la traslación del espermatozoide). Cambios Histopatológico Testiculares (Hiperplasia de las celulas de Leydig, disminución del número de espermatogonias por tubulo, disminución de la spermatogénesis, detención o arresto de la maduración espermática, desprendimiento del epitelio germinal, y fibrosis intersticial), por lo cual es innegable que se deben evitar dichos efectos ya que podrían afectar definitivamente la capacidad fecundativa del jóven portador de varicocele. Fisiopatología de la disfunción Testicular Zorgniotti y McLeod (1973) fueron los primeros que expusieron los factores que en pacientes con varicocele afectarán la espermatogénesis, asi como afectación del eje de las gonodatropinas, del volumen testicular, de cambios histológicos testiculares, terminando en la afectación de la fertilidad. Los factores que en la actualidad se consideran, son los siguientes: REV VEN UROL • 55 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 VARICOCELE EN POBLACIÓN JUVENIL 1. Elevación de la temperatura escrotal (0.6ºC-0.8ºC) ocasionando una alteración en el mecanismo de intercambio de calor, afectando la microcirculación a nivel intersticio-tubular testicular y enlenteciendo o deteniendo la espermatogenesis, con los cambios consecutivos en el espermograma. 2. Estancamiento de sangre en el sistema circulatorio testicular con falta de oxigenación (hipoxia) en la espermatogonia (primera fase evolutiva o etapa primitiva del espermatozoide). 3. Reflujo venoso de metabolitos de desecho de la circulación suprarenal y renal por la vena espermática (gonadal). 4. Supresión de la producción de testosterona con disminución de la hormona luteinizante (LH) y son estos los casos que tratados muchas veces empíricamente mejorarán con el tratamiento a base de gonadotropinas corionicas humanas o citrato de clomifeno, ya que aumentarán los niveles de testosterona intratesticular. 5.Alteración en el eje Hipotálamo-Hipófisis Gónadas. 6. Kim (2002), Baccetti (1996) y Lin (1997) asocian el varicocele con un aumento de la apoptosis en las células germinales, visto tanto en biopsias del testículo ipsilateral al varicocele como en el contralateral y su importancia por asociarse a hipoespermatogenesis y por ende con infertilidad masculina. 7. Los pacientes con varicocele e infertilidad tienen niveles elevados de ROS (especies oxígeno reactivas) asociados a stress oxidativo y a infertilidad por motilidad y morfología espermatica alterada Padron (1997), Hendin (1999). 8. Los pacientes con varicocele tienen bajo niveles de TAC (capacidad antioxidante total) en su plasma seminal y son casos clinicos que se beneficiarian de la utilización de suplementos antioxidantes Hendin (1999). 9. Los hombres infértiles con prostatitis cronica tienen bajos puntajes ROS-TAC. Chen (2004) refiere que en recientes estudios se ha puesto en evidencia la asociación entre disfunción espermática y excesiva producción de especies oxígeno-reactivas (ROS) (Krausz 1994). Tener un citoplasma exiguo con una deficiente protección por los antioxidantes, convierte a los espermatozoides en estructuras muy delicadas y sobre todo vulnerables al daño oxidativo (Sanocka 1997). Se concluye que el stress oxidativo juega un papel determinante en la disfunción espermatica de 56 • REV VEN UROL varones con varicocele (Hendin 1999). 10. La actividad física ha sido asociada al deterioro de los parametros seminales, disminuyendo la movilidad, alteración de la morfología (disminución de las formas normales). 11. Los fumadores tienen 2 veces más probabilidades de tener varicocele y los fumadores que tienen varicocele tienen 10 veces más probabilidades de tener oligospermia que los hombres con varicocele que no fuman, por un efecto directo gonadotoxico de la nicotina, asi como secreción de catecolaminas nicotinainducidas por la medula suprarenal con flujo retrogado hacia los testiculos y por el cadmio de los cigarrillos o por radicales libres ocasionando daño oxidativo (Chia 1994, Klaiber 1987). 12. El varicocele se asocia con aumento de la apoptosis dentro del tejido testicular (Simsek 1998, Hopps 2003). Según Bacetti (1996) el porcentaje de celulas germinales apoptosicas aumenta un 10 % en hombres con varicocele comparado con 0.1 % en hombres fertiles normales. El varicocele podría inducir apoptosis por factores tipo calor, deprivación androgenica, y acumulación de materiales tóxicos (Lue 1999), (Sinha-Hikim 1995, 1997), (Benoff 1997). Incluso Simsek (1998) revelaba que el porcentaje de células apoptosicas por el total de células germinales por campo de alto poder de resolución fué del 14.7 % en hombres con varicocele comparado al 2 % en hombres control. Fujisawa-Ishikawa (1999) investigaron un marcador para apoptosis entre los pacientes con varicocele reconociendo una forma soluble de Fas, entendiendo que el sistema Fas/Fas L es el mayor regulador de la espermatogénesis normal igual que Tanaka (2002) con resultados similares. En relación al reflujo venoso de metabolitos tóxicos hacia la vena espermática tenemos que hay 3 trabajos investigativos de 30 años atrás cuyos autores (Ito 1982, Cohen 1975 y Combine 1974) mencionan en sus trabajos el reflujo de prostaglandinas E y F, catecolaminas y cortisol-catecolaminas respectivamente a nivel de la circulacion venosa de la vena espermática interna. En relación a la hipoxia se han medido en la circulación venosa testicular comparadola con sangre venosa periférica parámetros como CO2, O2, pH y electrolitos sin encontrar diferencias significativas. Esto se ha estado investigando desde hace mas de 30 años sin haber podido JULIO C. POTENZIANI B. Y COL. encontrar una demostración de la hipoxia. Autores relevantes como Rodríguez Netto (1977) y Turner (1987) han dejado demostrado éste aspecto. En relación a los disturbios del sistema termoregulatorio de los testículos de los pacientes con varicocele, Zorgniotti-Mac Leod (1973) han dejado con un trabajo magistral demostrando, que al igual que otras especies animales, una temperatura por arriba de cierto grado, en relación a los testículos, enlentecerá o impedirá la espermatogenesis. Al someter al paciente a una ligadura de las venas dilatadas del plexo pampiniforme (varicocele), mejorará (disminuirá) la temperatura intratesticular y con ello mejorará la espermatogenesis con todas sus consecuencias positivas. Mieusset (1995) y Simsek (1998) revelan el calor sobre los testículos causa un efecto directo sobre las células germinales alterandose el metabolismo, incrementadose la apoptosis, alterandose la funcionalidad de las células de Sertoli, instalandose cambios vasculares con aumento de las comunicaciones arteriovenosas, disminución actividad enzimatica en la sintesis de ADN, disminución de nutrientes y oxígeno a los testiculos. Saypol (1981) en ratones y perros, al igual que Fussel (1981) en monos y Hurt (1986) en ratones demostraron y confirmaron los hallazgos de Zorgniotti (1973). Entonces sabemos que el aumento del flujo sanguíneo testicular interferirá con el intercambio de calor resultando en una elevación de la temperatura y en una afectación de la espermatogenesis. Re-Ianitelli-Cerasaro (1983) dejaron en claro los hallazgos histoquímicos en pacientes con varicocele que eran subfertiles, encontrando: disminución en las reservas de glucógeno de las células de Sertoli, y un aumento en la actividad de la fosforilasa todo esto producto del aumento de la actividad metabolica por la elevación de la temperatura antes mencionada. En relación a la alteración en el eje HipotálamoHipófisis-Gónadas, lo podremos ver en muy esporadicos casos, donde el varicocele afecte indistintamente tanto las celulas intersticiales como el epitelio germinal. Al final del deterioro histológico tubular y germinal veremos niveles de gonadotrofinas elevadas. Vol.50 Julio- Diciembre 2004 El Test de estimulación GnRH según Kass (1987, 1987) podria ayudarnos a corregir precozmente un paciente con varicocele en etapas tempranas de su desarrollo, antes que sea demasiado tarde, Pero de una manera general los niveles periféricos y en vena espermatica de LH, FSH, testosterona y estradiol usualmente no varian, por lo cual Kass (1987) asevera que el eje hipotalamo-hipofisis, gonadas no se afecta por la presencia de un varicocele, del grado que fuere vascular como “sangre melancólica”. En un trabajo recientemente publicado Góes (2002) concluye que los pacientes infértiles con varicocele tienen mayores niveles de FSH y tienen además los testículos más pequeños y tienen una más baja concentración espermática y una menor movilidad espermatica cuando se compara con pacientes-control con y sin varicocele. Cedenho (2003) en Brasil hizo un estudio reciente donde analiza la capacidad del espermatozoide de penetrar la zona pelucida en adolescentes que tienen varicocele comparada con aquellos adolsecentes que no tienen varicocele y su conclusión fue que los espermatopzoides de aquellos jóvenes con varicocele grado II, III unilateral o bilateral presentan una disminución de la capacidad penetrante del espermazoide cuando entra en la zona pelucida del oocito, lo que podríamos considerar otra causa mas de los que defendemos la posición de cirugía en los jóvenes con varicocele. Solamente un 25 a 50 % de los varones operados de varicocele que tienen problemas de fertilidad podrían volver a tener una fertilidad normal, lo que significaria que un 50 a 75 % de varones operados de varicocele siempre tendrán algun tipo de deterioro en su capacidad fecundativa. Esto es algo que debemos advertir a nuestros pacientes para no crearle al paciente expectativas que podrian no ajustarse a la realidad. Es también sabido que una vez que el varicocele aparece en la vida de un adolescente, ya no desaparecerá jamás (no se han descrito casos de desaparición espontanea del varicocele) y por lo tanto podría presentarse la duda de a quién de los varones afectados le ocasionaría un cuadro de infertilidad y a quién no, lo que también se traduciría en a quién tratar o a quién no?. “Tener un varicocele no significa que el paciente es o será infértil, en cambio cuando el paciente es evaluado REV VEN UROL • 57 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 VARICOCELE EN POBLACIÓN JUVENIL por infertilidad y se le descubre un varicocele, éste probablemente, será la causa de dicha infertilidad”. Se tiene la esperanza de que los tratamientos precoces podrían mejorar los resultados consistente en: mejoría de los parámetros seminales, mejoría del volumen testicular y mejoría de la capacidad fecundativa del varón, con el consiguiente aumento del porcentaje de embarazos logrados en sus parejas. Hay Escuelas Urológicas que recomiendan, en virtud de que no todos los adolescentes con varicocele serán infértiles, estudiar a fondo e identificar lo mejor posible aquellos adolescentes en riesgo de serlo, para que sean tratados los mas precozmente posibles. Factor Pronóstico Numerosos autores consideran que el grado o tamaño del varicocele no guarda relación alguna con el posible efecto dañino que produzcan sobre la espermatogenesis (efecto gonadotoxico) y sobre el volumen del testículo. Sin embargo es indudable el efecto deletereo sobre el volumen testicular por parte del varicocele, principalmente del testículo izquierdo, aún cuando el mecanismo por el cual se produce permanece todavía sin explicación, por lo cual cuando vemos un testículo disminuido de volumen implicaría que su función espermatogénica y no la función hormonal está disminuida y muchas veces ausente. Steeno (1976) afirmaba que 34 % de varones entre 12 y 25 años con un varicocele grado II tenían cambios testiculares en comparación con un 81 % de los que presentaban varicocele grado III. Dentro de éste último grupo en edades comrendidas entre 18 y 25 años un 98 % tenían cambios testiculares, confirmando que la hipotrofia testicular es un efecto inevitable de los varicoceles de grados avanzados (grado III), (Steeno 1976, Laven 1992, Turek 1995, Paduch 1997, Paduch 2001). Es importante que descartemos cualquier otra causa que haya podido llevar al paciente a una disminución de su volumen testicular, como por ejemplo antecedentes de inflamación-infección anexial o testicular (epididimoorquitis), o antecedentes de haber tenido traumatismos en el area escrotal por agresiones físicas, caidas con trauma genitoescrotal o durante actividades deportivas, antecedentes de torsion testicular o los antecedentes de criptor- 58 • REV VEN UROL quidia, ya que serían factores todos ellos que podrían ocasionarnos disminución de volumen testicular sin relacionarlo obligatoriamente con la presencia de varicocele (Ku). Es importante que destaquemos que el Indice de Atrofia (AI) (Thomas 2002) es determinado por la formula: Volumen del testículo derecho-Volumen del testículo izquierdo x 100. /Volumen del testículo derecho. El número resultante será considerado el porcentaje de atrofia del testículo en estudio. La atrofia testicular se define como la disminución de por lo menos un 15% del testículo izquierdo en comparación al testículo derecho (Thomas 2002). Ku (2002) refiere que cuando hay jóvenes con varicocele éste afectará negativamente el volumen del testículo del lado afectado y a mayor grado del varicocele habrá mas posibilidades de hipetropfia del testículo contralateral. El mismo autor refiere su definición de atrofia y la coloca como la disminución de 25 % o más del volumen por ml en comparación con el testículo contralateral o una diferencia de 3 cm o más en el tamaño de ambos testículos. Steeno (1976) reveló en un estudio excelente que habia pérdida de volumen testicular asi como cambios en la consistencia del testículo (más duro), en el testículo del mismo lado del varicocele en 1/3 de los pacientes con un varicocele grado II y en un 80 % de los pacientes con varicocele grado III (ambos detectados en el examen físico). Es importante aclarar que la mayoría de los investigadores en el mundo entero consideran al testículo derecho como normal, aunque tengamos la presencia de varicocele derecho, que por razones aun no explicadas a plenitud, no sufre las mismas consecuencias deletereas sobre el volumen testicular como ocurre con el testículo izquierdo. Refiere Gershbein (1999) que entre un 70-80 % de pacientes adolescentes con hipotrofia testicular izquierda operados de varicocele, muestran signos de aumento del volumen testicular en su período postoperatorio tardío. JULIO C. POTENZIANI B. Y COL. Amelar-Dubin (1970) publicaron un estudio en la prestigiosa revista Fertility Sterility, donde mencionaban que aún los varicoceles subclínicos diagnosticados por eco-doppler podrían tener los mismos efectos dañinos sobre el testículo que los varicoceles de gran tamaño. Según Amelar-Dubin (1970) el varicocele subclinico tiene una incidencia del 21 al 80 %. Fariss (1981) contradice ésta hipotesis de AmelarDubin (1970) en un trabajo publicado en la misma revista, donde menciona que varones con grandes varicoceles tienen repercusiones seminales (parámetros seminales alterados) más significativas que varones con varicoceles mas pequeños, sobre todo referido al contaje espermatozoico (concentración y volumen total). Inclusive hay numerosos autores que aseveran que los resultados de la cirugía de varicocele no serán iguales, dependiendo del volumen del varicocele. A mayor tamaño del varicocele mejores resultados postoperatorios en el area seminal (Bsat 1988), es decir, se obtendrán mejoras sustanciales de los resultados del espermograma. En su trabajo mencionaba que aquellos pacientes con varicoceles palpables mejoraban un 85 % sus parametros seminales en cambio aquellos cuyo varicocele no era palpable mejoraban solo un 27 %. Ésto sin embargo tiene para nosotros un punto a rebatir y es el caso de los varicoceles bilaterales, donde sabemos que sucede exactamente lo contrario, es decir si dejamos de operar el varicocele subclínico derecho y sólo operamos el varicocele clinicamente evidente izquierdo, tendremos peores resultados postoperatorios en el area seminal (parametros del espermograma) y obtendremos peores porcentajes de embarazo en las esposas de dicho pacientes. Belani (2004) concluyó en su trabajo sobre 65 pacientes con varicoceles unilaterales o bilaterales que los varicoceles grado III tienen unas venas del plexo pampiniforme mas grandes si las comparamos con los pacientes con varicocele grado I. Recientemente Thomas (2002) publicó un trabajo de investigación en 124 pacientes entre 7 y 18 años concluyendo que los adolescentes con varicocele tienen un riesgo sustancial de detener su crecimiento testicular, sin tener relación con el grado de varicocele. Hay autores que preconizan que en los jóvenes adolescentes con varicocele solamente aquellos que Vol.50 Julio- Diciembre 2004 presentan varicocele clinicamente detectables a traves de palpación deberían ser considerados potencialmente significativos y no utilizar en lo jóvenes eco-doppler ni darle importancia a los varicoceles subclínicos. Esto también tiene un punto débil y es que la predisposición a tener el varicocele lo presentan ambos plexos pampiniformes y podría ser causa de una mejoría parcial y no de una mejoría más completa el hecho de enfocar solamente la cura de varicocele unilateral, aún siendo un jóven adolescente. Esto es por supuesto tema de debate en congresos y jornadas de urología y en el campo de la fertilidad. Según varios autores el volumen testicular no aumentará luego de los 14 años, ya que el crecimiento testicular se completa a ésta edad y solamente la zona intersticial testicular podría seguir desarrollandose para la producción hormonal de testosterona (Cayan 2002, 2004). Otro de los factores pronósticos que se manejan en la actualidad son los factores endocrinológicos donde tener un FSH por debajo de 300 ng/ml o menos de 11.7 mIU/ml podrían predecir un incremento en la fertilidad postoperatoria (Marks 1986, Yoshida 2000). Referencias 1. Agarwal S. Vascular morphology in testes of infertile males with varicocele. Indian J Med Res 94:228-231, 1991. Agger P, Johnson SG. Quantitative evaluation of testicular in varicocele. Fertil Steril 29:52-57, 1978. 2. Andrew Eskew L, Jarow JP. Can ultrasonography advance the diagnosis of varicocele? Contemporary Urology 6 (8);23-27, Aug 1994. 3. Akbay E, Cayan S, Doruk E, Duce MN, Bozlu M. 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Resumen El campo de las parafilias ha estado presente en la literatura científica desde finales del siglo XIX (Kraft-Ebing). Paradójicamente, allí nació la sexología científica como tal. Comenzó tratando lo que para la época eran las perversiones sexuales, luego las desviaciones sexuales y ahora desde 1981 lo que Jhon Money bautizó como parafilias (APADSM-4) (OMS-CIE-10). Cada vez más se describen o se hacen aparentes nuevas formas de comportamientos sexuales. En el presente trabajo, se actualiza el conocimiento de la materia en referencia, haciendo énfasis en la clasificación fenomenológica propuesta por el autor en el Programa de Salud Sexual de la Asociación mundial de Psiquiatria (WPA) 2004. Palabras Clave: Sexología, parafilias, desviaciones sexuales, salud sexual. Abstract The field of paraphilias has been present in the scientific literatura since XIX century ( Kraft-Ebing). Paradoxically, sexology fron the scientific point of view was created since date. Beginning with the study of the sexual perversions, the sexual deviations and since 1981, Moneys paraphilias (APA-DSM-4) (WHO-ICD-10). Each time we are seeing new forms of unusual sexual behaviors. In this paper we update knowledge about this matter, presenting the phenomenological classification proposed by the author in the World Psychiatric Association (WPA) Sexual Health Educational Program 2004. Key words: Sexology, paraphilias, desviations, sexual health. Introducción Las parafilias han cautivado el conocimiento científico desde tiempos ancestrales. A Richard Von Kraft Ebing (1840-1902) le debemos el primer enfoque de clasificación y la aproximación al estudio fenomenológico que aún en nuestros días caracterizan el estudio de las mismas. Psychophatias Sexualis es aún un Libro de consulta para el que se inicie en el estudio de este fascinante campo de estudio. Moll, Freud, Hirschfeld, Bloch, creador del término SEXOLOGÍA y Havelock Ellis hicieron también importantes contribuciones. 64 • REV VEN UROL Más recientemente Kinsey, Money, Coleman, Brenda Love, Flores Colombino y Hernández-Serrano y las clasificaciones DSM-IV y la CIEM-10 han establecido algunos parámetros objetivos: La clasificación de las parafilias. El Cine también se ha encargado de trasmitir estereotipos y crear actitudes que no se compaginan con la verdad científica. Es larga la lista de iconos en el área, basta señalar algunas: La Historia de O, Quills, La Venus de las Pieles, Portero de Media Noche, Caligula, 9 semanas y Las edades de Lulu, Ojos bien cerrados, Sexo, Mentiras y video, Los muchachos no lloran, Relaciones Peligrosas, El Inquilino, Emanuelle, Asesinos por RUBÉN HERNÁDEZ SERRANO Naturaleza, El Silencio de los Inocentes, El Imperio de los Sentidos, Todo Sobre Mi Madre, Belleza Americana etc. Cuantos premios han sido otorgados y cuantos troquelamientos han sido generados. El concepto de Desviación Sexual es entendido como aquel comportamiento sexual regresivo que sustituye con predilección y a veces en forma exclusiva las condiciones del orgasmo o las conductas relacionadas con él en una relación sexual normal. Este término ha sido sustituido hoy por el concepto de Parafilia, establecido por Money, el cual indica que son formas anómalas o patológicas de satisfacer la conducta sexual instintiva y que incluyen patrones de conducta sexual en los que la fuente predominante de gratificación es diferente a la relación heterosexual clásica. Coleman, en su trabajo sobre Conducta Sexual Compulsiva, diferencia las mismas en: 1) Conductas Sexuales Impulsivas parafílicas: Definida como una conducta sexual no convencional, y en las cuales no existe el amor o la intimidad. 2) Conductas Sexuales Impulsivas No Parafílicas: Estas involucran conductas sexuales convencionales y consideradas normales, las cuales no son controladas por la voluntad individual, produciendo un marcado estado de ansiedad. Para nosotros, la definición de Parafilia estaría dada por aquellas conductas sexuales cuyo estímulo sexual que las originan no está aceptado socio culturalmente y que produce un estado de temor, ansiedad y búsqueda, el cual generalmente no produce un estado de satisfacción pleno, esto conduce a nuevas y muy variadas formas de intentar alcanzar esa satisfacción. Estas parafilias poseen ciertas características comunes: 1) Son de carácter sexual. 2) Representan alteraciones de la Norma, lo cual implica el deseo sexual con objetos o en actividades inusuales, no acordes con el contexto social donde se desenvuelve la persona. 3) Son de carácter impulsivo. 4) Son repetitivas, es decir, tienden a regresar una y otra vez, con frecuencia variable particular para cada persona. 5) Son estereotipadas, la parafilia tiene la particularidad de ser generalmente la misma y se presenta o Vol.50 Julio - Diciembre 2004 tiende a realizarse de la misma manera, constituyéndose en un ritual característico. 6) Sin embargo puede ser única o pueden presentarse varias parafilias en un mismo individuo. La DSM-IV, la clasificación más actualizada de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana, define y especifica los criterios diagnósticos para las parafilias más frecuentes que serían: 302.4 302.81 302.89 302.2 302.83 302.84 302.3 302.82 302.9 EXHIBICIONISMO. FETICHISMO. FROTEURISMO. PEDOFILIA. MASOQUISMO SEXUAL. SADISMO SEXUAL. FETICHISMO TRANSVESTISTA. VOYEURISMO. PARAFILIA NO CLASIFICADA PREVIAMENTE. También la Clasificación Internacional de las Enfermedades Mentales, en su Décima Revisión, (CIEM10 ó ICD-10), incluye a las parafilias dentro de los Trastornos de la Personalidad y del Comportamiento del Adulto, en un parte codificado como F65 y las cataloga como Trastornos de las Inclinaciones sexuales: F65 F65.0 F65.1 F65.2 F65.3 F65.4 F65.5 F65.6 F65.8 F65.9 Trastornos de la Inclinación Sexual. Fetichismo. Transvestismo fetichista. Exhibicionismo. Escoptofilia (voyeurismo). Paidofilia. Sadomasoquismo. Trastornos múltiples de la inclinación sexual. Otros trastornos de la inclinación sexual. Trastorno de la inclinación sexual sin especi ficación. Es de notar que estas clasificaciones están muy limitadas, el panorama cada vez se hace más extenso y estos códigos pudieran incluir muchas de las entidades clínicas que Money describió en 1981, de las cuales se pudiera producir una ramificación muy extensa y que de manera muy sencilla implican: APOTEMOFILIA: Placer sexual con amputados. ASESINATO LUJURIOSO: Muerte de una o más personas en medio de una orgía sexual. REV VEN UROL • 65 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 PARAFILIAS CLEPTOMANÍA: Placer sexual al robar o hurtar objetos. COPROFILIA: Placer sexual con heces o excrementos. ESCATOLOGÍA TELEFÓNICA: Placer sexual al escuchar conversación erótica por teléfono. ESCOPTOFILIA: Placer sexual observando personas mediante telescopios, cámaras de video/fotografía etc. ESTRANGULACIÓN ERÓTICA: Placer sexual al estar entre la vida y la muerte. EXHIBICIONISMO: Exposición de genitales a personas extrañas. FETICHISMO: Utilización de objetos específicos que producen excitación sexual. FROTEURISMO: Toque o roce con una persona que no consiente. GERONTOFILIA: Placer sexual con personas de edad avanzada. GINECOMIMETISMO: Placer sexual al transformar la apariencia de un sexo a otro. INCESTO: Actividad sexual con personas con primer grado de consanguinidad. KLISMAFILIA: Placer sexual con enemas u objetos por vía anal. MASOQUISMO: Placer sexual con Humillación, maltrato físico o verbal y/o traumatismos que producen dolor o sufrimiento. MASTURBACIÓN COMPULSIVA: Autoerotismo impulsivo no controlable que altera la vida rutinaria normal. MISOFILIA: Placer sexual en medio de la suciedad. NARRATOFILIA: Placer sexual al recibir o emitir un mensaje erótico verbal. NECROFILIA: Placer sexual con objetos inanimados o muertos. ONDINISMO: Placer sexual en medio del agua (playa, bañera, jacuzzi, piscinas). PEDOFILIA: Placer sexual con niños. PICTOFILIA:Placer sexual con obras de arte, especialmente pinturas. SADISMO: Satisfacción sexual que produce el acto de hacer sufrir. TROILISMO: Actividad sexual entre tres personas. UROFILIA: Placer sexual con la orina o en el proceso de la micción. VIOLACIÓN: Actividad sexual sin consentimiento y de carácter violento generalmente, que implica utilizar a otro/a. VOYEURISMO: Placer sexual al observar personas en actividades eróticas. ZOOFILIA: Placer sexual con animales. 66 • REV VEN UROL Posteriormente, Brenda Love en el XI Congreso Mundial de Sexología Río de Janeiro, presentó un trabajo sobre 400 tipos de conducta sexuales inusuales. Nuestra experiencia en el Instituto de Medicina Legal de Caracas, ha permitido la observación directa de muchos de estos casos clínicos. La mayoría de estos pacientes fueron remitidos por los Tribunales de Justicia y por los organismos policiales, debido a que presentaban problemas de orden médico-legales, lo cual ameritó la realización de una evaluación psiquiátrica forense. Desde 1974 iniciamos en Venezuela la grabación en video-tape de estos casos lo cual ha constituido una herramienta fundamental en la docencia universitaria tanto en los pregrados como en los postgrados en las Escuelas de Medicina como en las de Ciencias Jurídicas y Criminalisticas. Problemática Médico Legal La problemática médico-legal en este campo se puede concretar fundamentalmente así: a) Comprobación de la alteración como entidad patológica en los casos en que sea preciso el diagnóstico. Y diagnóstico diferencial entre ella y una enfermedad que determine anomalías en el comportamiento sexual por vía sintomática, por ejemplo exhibicionismo y Parálisis General Progresiva o Retardo Mental, u otras patologías orgánicas. Hoy los avances de la Imagenologia permiten corroborar la Clínica en un porcentaje ya casi acercándose a lo exacto. b) Determinación de nexos de causalidad entre la afección y las formas de conducta objeto de averiguaciones. Especialmente en la comisión de delitos sexuales y particularmente en los atentados contra el pudor "strictus sensu" y de ultra ius publico al pudor. c) Comprobación de la naturaleza de las lesiones y efectos en las formas de desviación que supone actitudes agresivas (ej : sadismo). d) Relaciones de la parafilia con la disfunción eréctil prematrimonial (absoluta y permanente) que pueda dar lugar a la anulación del matrimonio. (Art. 47 del Código Civil Venezolano). e) Tipificación de las alteraciones como causales de divorcio, de acuerdo con el ordinal 3o. del Art. 185 del Código Civil (excesos, sevicia o injuria grave que hagan imposible la vida en común). RUBÉN HERNÁDEZ SERRANO Cuando han tenido lugar hechos constitutivos de un delito de escándalo público, se requiere de una intervención del médico legista, con la cual se pretende, fundamentalmente, aclarar tres extremos: 1) Demostración de la realidad de conductas tipificadas o no, como delitos. 2) Estado mental del inculpado. 3) Comprobación del estado patológico en el inculpa do y su relacion con la conducta. 4) Describir las modalidades terapeuticas que el caso especifico señale. 1) El primer extremo, sólo es posible demostrar en algunos casos concretos, tales como actos pedofilicos, violencias, sádicas o masoquistas y ayuntamientos bestiales y otros. Es necesario el examen tanto del autor como de la víctima, extendiéndolo a investigaciones especiales, como la demostración de esperma en la cavidad anal, al igual que sobre el vestido o en el local donde se realizó el acto, búsqueda y estudio de apéndices pilosos de partes genitales en el autor y sobre la víctima o en sus ropas interiores, presencia de restos de materias fecales sobre los genitales del autor de un acto pederástico, y otros. 2) El segundo extremo es el estado mental del inculpado. Cuando se trata de verdaderos enfermos mentales en los que la desviación del instinto sexual es una expresión sintomática de su trastorno general, por ejemplo en retardo mental, parálisis general, demencias orgánicas, epilepsias y otros, el médico debe pronunciarse por la inimputabilidad, proponiendo su ingreso en un establecimiento adecuado. En efecto, dadas las características de su psiquismo falta en ellos la conciencia del alcance del acto que realizan y, por lo mismo, son incapaces de inhibir el impulso patológico que los empuja a él. En cambio, frente a las acciones sexuales de los psicópatas, la postura del perito médico debe ser diferente. En estos sujetos la inteligencia por lo general, está conservada, no hay deformación alguna del componente pensante de su psiquismo, conocen perfectamente el alcance de lo que hacen y las consecuencias de lo que de ello se puede derivar. Su voluntad no se halla alterada, por tanto, si tiene interés pueden dominar sus impulsos, si no lo hace es porque le resulta tan agradable, le produce tanto placer que los esfuerzos, para no hacerlo, no compensan la intensidad del deseo. En nuestra opinión estas características de los psicópatas justifican una plena imputabilidad. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Los mismos argumentos pueden ser esgrimidos frente a los neuróticos, bajo las formas de obsesiones y compulsiones, pues se consideraba que la mayor parte de los delincuentes sexuales presentaban estos diagnósticos. Los puntos de vista actuales son contradictorios, ya que la moderna psiquiatria forense se orienta más al tratamiento y a decidir de que forma la sociedad puede resolver mejor cada caso en particular. En Venezuela carecemos totalmente de instituciones especializadas para el tratamiento de personas que hayan cometido delitos sexuales producto de una o mas parafilias, lo cual es relativamente frecuente. 3) Aunque es una eventualidad rara en la práctica, si se alega como justificación de actos con carácter de escándalo público, algún estado patológico del inculpado, el reconocimiento médico se hace preciso para comprobarlo, con lo que se haría patente la falta de voluntariedad y quedaría sin base la existencia de un delito en caso que se detecte esa patología. 4) Señalar o sugerir las modalidades terapéuticas tiene un altísimo valor, dados los avances de la terapéutica en sexología medico legal. Algunos países particularmente Dinamarca, Inglaterra y Canadá han desarrollado programas complejos de tratamiento que implican diversos esquemas o modalidades. Clasificar las parafilias, debe seguir una metodología que en los actuales momentos solamente puede ser descriptiva y fenomenológica. Buscar la etiología de las mismas implicaría varios proyectos de investigación a futuro, que establecería algunos parámetros para identificar experiencias traumáticas previas, fenómenos de troquelamiento (imprinting), estructura familiar, inicio sexual, relación con la información y educación sexual, aprendizaje, reforzamiento, y muchos otros factores que inciden en su aparición. Sintetizando el trabajo de Love, Francouer y nuestra experiencia, podemos señalar las siguientes entidades clínicas o conductas sexuales inusuales, que de cumplir criterios diagnósticos específicos podrían originar una Clasificación de las Parafilias, que en un principio seria fenomenológica para luego avanzar a criterios mas precisos de carácter etiológico. SEXO RITUAL: Danza del vientre, ritos de fertilidad, circuncisión masculina, mutilación sexual femenina, Niddah, Purdah, Tantra, taoísmo, practicas indígenas, REV VEN UROL • 67 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 PARAFILIAS cultura Goajira, venganza árabe y otros con características particulares. SEXO MATRIMONIAL: Por arreglo, por captura, por la dote, por correo, grupal, por compra, por conveniencia, judicial, simulación. SEXO EN GRUPO: Casas de baño, burdel, baile erótico, talleres de intimidad, harem, hot tubs, venta de esclavos, orgía sexual, póker desnudo, desnudo progresivo, campo nudista, parques, playas, montañas, lagos, arco iris humano, náutico, juegos sexuales. POLITEROFILIA: Actividad sexual con varias personas, para luego producir orgasmos múltiples. FETICHISMO: Zapatos, objetos de cuero, dildos, muñecas, ropas íntimas, cigarrillos, tabacos, condones, sedas, disfraces, máscaras entre muchos otros objetos. ANACLITISMO: Placer sexual con pañales u objetos infantiles. PODOFILIA: Placer sexual con los pies. PSICROCISMO: Actividad sexual en el frío, con nieve o lluvia. TRICOFILIA: Actividad sexual con el pelo. ANDROGINIA: Actividad sexual con personas de sexo indiferenciado. INFANTALISMO: Actividad sexual efectuando conductas infantiles. SISSY BOY SINDROME: Conducta sexual regresiva pueril pedofilica (Green R.). TRANSEXOFILIA: Actividad sexual con personas que parecen de un sexo pero que son de otro (Hernández Serrano R.). ACUSTICOFILIA: Placer sexual con sonidos particulares. CLAUSTROFILIA: Actividad en ambientes cerrados específicos. DISMORFILIA: Actividad sexual con enanos. HIEROFILIA: Actividad sexual con objetos religiosos. ACROFILIA: Actividad sexual en aviones. ANDROIDISMO: Actividad sexual con maniquíes o muñecas. COPROLALIA: Actividad sexual con lenguaje o conversación vulgar. FURTLING: Observación sexual escudado en periódicos o revistas. HODOFILIA: Actividad sexual en viajes a diferentes países. ONIROFILIA: Actividad sexual sutil con personas en estado de sueño (Hernández Serrano R.). MORTIFILIA: Actividad sexual en funerarias: conquista, seducción. (Hernández Serrano R.). HOMILOFILIA: Actividad sexual en conferencias, 68 • REV VEN UROL congresos. SCANNING SEXUAL: Busca de pareja en conglomerado humano. MAIEUSOFILIA: Actividad sexual con mujeres embarazadas. SATIRIASIS: Hiperfilia masculina. NINFOMANÍA: Hiperfilia femenina. WHORKSHIPFILIA: Actividad sexual con personas de buen desarrollo físico. PORNOGRAFILIA: Actividad sexual con pornografía. TIMOFILIA: Actividad sexual con dinero o monedas. LACTAFILIA: Actividad sexual con leche o sus derivados. FIGEFILIA: Actividad sexual con cartas o correspondencia. VIDEOFILIA : Grabación de actividades sexuales en video tape. SONOFILIA: Grabación de los sonidos de la actividad sexual. XENOFILIA: Actividad sexual con personas extrañas o extranjeras. FISTING: Introducción de mano en ano y recto. BRAQUIPROCTOSIG: Introducción de mano y brazos en ano, recto y colon. MOIDISMO: (Bianco F.). COREOFILIA: Actividad sexual relacionada con la danza o baile. BUNDLING: Actividad sexual sin desvestirse. DOCKING: Actividad homosexual masculina de juegos con los penes. PIROFILIA: Actividad sexual relacionada con fuego (fogatas, chimeneas). PIERCING: Placer sexual asociado a perforaciones puntuales y colocación de aros y zarcillos. TICKLING: Actividad sexual relacionada con cosquilleo. SOFOCAFILIA: Actividad sexual asociada a la sofocación. MUD WRESTLING: Lucha en medio del barro. ECUTERISMO: Búsqueda de placer sexual al escuchar en las paredes. BIHARI: Creencia de mejorar la vida sexual si aumenta el tamaño del pene. OBSCENOFILIA: Actividad sexual de carácter particularmente obsceno. TATUAJE ERÓTICO: Actividad sexual asociado a tatuajes íntimos. COITO A CHEVAL: Placer sexual asociado a montar caballo. ENTOMOCISMOFILIA: Actividad sexual asociada RUBÉN HERNÁDEZ SERRANO con insectos: abejas, moscas. OFIDIOFILIA: Actividad sexual relacionada con serpientes. ANTROPOFAGIA: Actividad sexual relacionada con la ingesta de seres vivos o partes de ellos. COPROFAGIA: Placer sexual relacionado con heces o excrementos. MUCOFAGIA: Placer sexual con ingestión de mocos o secreciones relacionadas. FOBOFILIA: Actividad sexual relacionada con el miedo, temor, peligro. RINOFILIA: Actividad sexual relacionada con olores particulares. MECANOFILIA: Actividad sexual relacionada con objetos mecánicos. FRUTIFILIA: Actividad sexual con frutas (bananas, pepinos). NEGATIVISMOFILIA: Búsqueda de placer sexual al obtener respuestas contrarias a las que se desean (Hernández Serrano R.). URETROPLOMOFILIA: Introducción de balines de plomo en la uretra con la finalidad de dispararlos en el proceso de la masturbación contra objetos metálicos (Hernández-Serrano R.). El análisis descriptivo de las conductas sexuales que ahora emergen, que salen del escaparate, sin duda que conducirá a agrupar a estas en diferentes entidades clínicas. Los conceptos de conducta sexual compulsiva o adición sexual desarrollados por Coleman, tendrán que producir también nuevos criterios, al igual que los criterios de frecuencia que llevaron a Money a describir las hiperfilias y las hipofilias, solamente estimables actualmente de acuerdo a criterios arbitrarios. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Describir estas conductas de manera didáctica representa un reto, que solo busca iniciar la discusión científica y académica que permitirá en el breve futuro obtener evidencias en un campo que ha sido totalmente negado a su abordaje objetivo, científico y académico. La utilización de anglicismos obedece asi mismo a las dificultades para la traducción a otros idiomas. Referencias 1. 2. MONEY, J.; MUSAPH, H. Handbook of Sexology. Elsevier. 1978. LOVE, B. Institute for Advances Studies in Human Sexuality. S. Francisco, US 400 Inusual Sexual Behaviors Video-Tape. 3. HERNÁNDEZ SERRANO, R. V Simposium Internacional de Ley, Sexualidad y Violencia. Caracas, 1983. 4. HERNÁNDEZ SERRANO, R.; BIANCO, F. Sexology: An independent Field. Elsevier. Caracas, 1990. 5. HERNÁNDEZ SERRANO, R.; CASTRO, J. Experiencias del Instituto de Medicina Legal de Caracas. 1974-1975. 6. HERNANDEZ SERRANO R , PARRA COLMENAREZ A. VIOLENCIA. Ediciones de la Universidad Central de Venezuela . Caracas . l998. 7. HERNANDEZ SERRANO R. PARRA COLMENAREZ A. XI Congreso Latinoamericano de Sociedades de sexología y Educación Sexual. Margarita,Venezuela 2002. 8. HERNANDEZ SERRANO R. II Congreso Venezolano de Derecho Medico, Avedeme. Caracas. 2002. 9.- HERNANDEZ SERRANO R. Advances in treatment of Sexual Disorders. Forum Psychiatry.and Human Sexuality. Current Opinión in Psychiatry. 2000,13, 271-273. 10.- CONAPO. Antología de la Sexualidad Humana. Variantes de las Prácticas Eróticas o Expresiones del Comportamiento Erótico 1994. 11.- COLEMAN, E. Is your Patient Suffering Compulsive Sexual Behavior? University of Minnesota. Psychiatric Annals. 12.- WORLD PSYCHIATRIC ASSOCIATION SEXUAL HEALTH EDUCATIONAL PROGRAM. Mezzich JE, Hernández Serrano R. 2004 WPA. REV VEN UROL • 69 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 70-74 Trabajos Originales USO DE CIANOCRILATO EN LA SÍNTESIS DE LAS FIMOSECTOMÍAS Francisco Pinto Acosta*, Henry Yaime González **, Luis Guaiquirian Arenas ***, José Rojas Chávez*, Luis Ávila Moreno*, Luis Roquet*, Yocasta Pernia*, Metodio Castillo*, Hugo Diaz*, Robert De Andrade **, Reynaldo Caldera **, Oswaldo Carmona **, Marco De Prisco *****, Marco Berrios *****, Juan C. Martínez *****, Andrés Hansen ****. * Adjunto del servicio de Urología HMPC, ** Egresado del servicio de Urología HMPC, ***Jefe del servicio de Urología HMPC. **** Adjunto del servicio de Cirugía I HMPC, *****Residente del servicio de Urología HMPC. Resumen Objetivos: Investigar la utilidad del uso de Cianocrilato en la síntesis de heridas de fimosectomías realizadas en el Hospital “Miguel Pérez Carreño” durante el período de Enero a Diciembre de 2003. Métodos: Se realizó estudio prospectivo, procediéndose a la síntesis de heridas de fimosectomías con Cianocrilato en 10 pacientes y comparándose con 10 pacientes en quienes la síntesis se realizó con Catgut Crómico, tomando en cuenta el tiempo utilizado en la síntesis, dolor, complicaciones y el tiempo para reinicio de relaciones sexuales. Resultados: Con el uso de Cianocrilato no se evidenciaron cicatrices hipertróficas. El tiempo utilizado en la síntesis con Cianocrilato fue significativamente menor que con la sutura (P< 0,0001), al igual que el dolor a las dos semanas de postoperatorio (P<0,000092) y el tiempo de reinicio de relaciones sexuales (P<0,00033) con un valor de 4.87 y 11.03 días más corto. Palabras clave: Cianocrilato, Síntesis, Fimosectomías. Abstract Purpouse: We investigated the utility of the use of cyanoacrylate in phymosectomy wound synthesis, performed at “Miguel Pérez Carreño” Hospital, from January through December 2003. Methods: A prospective, randomized study was done, performing the synthesis of the phymosectomy wound with cyanoacrylate on 10 patients (study group), compared to 10 patients whose wound closure was performed with tradicional suture technique (chromic Catgut). We determined the difference between both groups, based on time required for synthesis, pain, complications and time elapsed before sexual intercourse. Results: The use of cyanoacrylate in phymosectomy wound synthesis does not statistically increase the incidence of complications, decreases the synthesis time (P< 0,0001), the pain at the second postoperative week (P<0,000092), and also decreases the sexual abstinence period between 4.87 and 11.03 days (P<0,00033). Conclutions: The encouraging results we obtained in this study, warrant further investigation of the use of this tissue adhesive in urology. Key words: Cyanoacrylate, Synthesis, Phymosectomy. 70 • REV VEN UROL FRANCISCO PINTO ACOSTA Y COL. Introducción Actualmente, debido al alto costo relativo a la cirugía aunado a la necesidad de desarrollar nuevas técnicas alternativas para la síntesis, que disminuyan el tiempo necesario para su realización, garantizando la integridad de la misma y a pesar de la presencia de condiciones que favorezcan la dehiscencia, se ha planteado el uso de materiales adhesivos. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 La tasa de complicaciones después de una circuncisión es de 0,2 – 0,6 % correspondiendo a la hemorragia y la infección la mayoría de éstas, seguido de la dehiscencia de la herida, fímosis recurrente y cicatrices aberrantes. Recientemente, métodos alternativos de síntesis de heridas han sido estudiados con la finalidad de disminuir dichas complicaciones, además del tiempo quirúrgico y mejorar los resultados cosméticos (1). El uso de nuevos materiales, no solo se realiza con la intención de disminuir costos, sino también para ofrecer nuevas alternativas en materia de síntesis que permitan al cirujano diferentes y más prácticas maneras de realizarlas. La necesidad actual de disminuir costos operativos de la cirugía en relación a tiempo operatorio, material utilizado y nuevas técnicas, sin compromiso de la calidad e integridad del procedimiento, ha llevado al estudio y desarrollo de nuevos materiales de síntesis entre los cuales se encuentra el Cianocrilato (20- 21). El conocimiento relativo al uso de polímeros como sustancias adhesivas, materiales de embolización y agentes hemostáticos, ha permitido múltiples experiencias clínicas tanto en modelos animales como en humanos, promoviendo cada vez más su uso en la actualidad. Las razones potenciales para el uso de adhesivos titulares en cirugía son mejorar su efectividad, reducir complicaciones, disminuir el tiempo operatorio e incrementar la aplicabilidad de la cirugía mínimamente invasiva (22). Entre estos nuevos materiales adhesivos encontramos al Cianocrilato, cuyo nombre químico es 2ciano-2ácido propenóico etíl ester, el cual forma parte de un grupo de adhesivos sintéticos que generan un fuerte enlace por polimerización en presencia de una sustancia básica (agua, exudado) (1). La molécula de cianocrilato fue sintetizada por primera vez en 1949 por Airdis, pero fue en 1960 cuando Coover y colaboradores describieron sus propiedades y sugirieron su posible uso como adhesivo tisular, investigando las posibles aplicaciones en diferentes áreas como Oftalmología, Cirugía Plástica, Odontología y Cirugía Abdominal desde entonces (21). El grupo de moléculas que corresponden a los Cianocrilatos, comparten estructuras químicas, pero las propiedades (fuerza tensil, flexibilidad y toxicidad) de las diferentes formas, pueden variar notablemente. Estas propiedades dependen de la longitud de cadena Alfil lateral, la combinación de monómero y polímero y de la adición de estabilizadores, entre otros (1- 2). La circuncisión es un procedimiento de práctica común en los servicios de Urología y Cirugía y aunque aún persiste la controversia en cuanto a si practicarla o no en neonatos, cerca de 1,2 millones de neonatos son circuncidados en los Estados Unidos de América anualmente (1-2) . En últimos cien años se ha visto la evolución de varios técnicas e instrumentos para aplastar, sujetar y facilitar el procedimiento. Doyen (1920) desarrolló su écraseur para la circuncisión del neonato. El prepucio fue aplastado y cortado en cuatro maniobras separadas con un sangrado muy pequeño, sin necesidad de suturas adicionales (10). Inflamación, necrosis tisular, dehiscencia de heridas pueden ocurrir si el cianocrilato es implantado en el tejido subcutáneo. Dicho proceso se piensa que está relacionado con los productos de degradación: cianoacetato y formaldehído. Las concentraciones locales de dichos compuestos están en directa relación con la tasa de degradación del compuesto madre (25). La FDA aprobó el uso de octil-cianocrilato en la síntesis de heridas en piel en 1998. Además en enero de 2001 se aprobó su uso como método de barrera contra agentes bacterianos comunes como E. coli, Stafilococcus y Pseudomonas, sin embargo la FDA no ha autorizado ningún uso para indicación urológica (23-33). Población y métodos La muestra se conforma por todos aquellos pacientes a quienes se les realizó Fimosectomía entre Enero 2003 a Diciembre 2003, en el servicio de Urología del Hospital REV VEN UROL • 71 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 USO DE CIANOCRILATO... “Miguel Pérez Carreño” del I.V.S.S en Caracas DF. Venezuela: un grupo Control: 10 Pacientes a quienes se le practicó la síntesis de fimosectomías con sutura convencional y un grupo de estudio, constituido por 10 pacientes a quienes se le practicó la síntesis de fimosectomías con Cianocrilato. La variables a considerar en el estudio fueron: el Tiempo de síntesis, presencia de Cicatriz Hipertrófica, Dehiscencia de la herida, Infección, tiempo de reinicio de relaciones Sexuales y Dolor. Las diferentes intervenciones, fueron practicadas por el personal médico perteneciente al servicio de Urología del Hospital Miguel Pérez Carreño contando siempre con la presencia de al menos uno de los autores del trabajo. En los dos grupos se utilizó la técnica de anestesia local infiltrativa con Lidocaína al 2 % en la raíz del pene a la dosis de 9 mg/Kg de peso, utilizándose para esta jeringa de 20 cc con aguja con bisel calibre N° 24. Todos los pacientes recibieron una dosis de 1 gr. De Cefalotina I.V. como antibiótico terapia profiláctica. En Ambos grupos también se usó la misma técnica de fimosectomía de doble manguito (Anexos 3, 4 y 5) y se indicó en el período post-operatorio Cefadroxilo 500 mg V.O. BID y Diazepam 5 mg VO OD 10:00 pm por 5 días con la finalidad de disminuir la frecuencia de erecciones nocturnas. El grupo control: se practicó la síntesis de la herida de fimosectomía con Catgut Crómico 4.0, colocando cuatro puntos cardinales y luego se colocaron entre 2 y 3 puntos simples del mismo material en cada cuadrante entra cada punto cardinal. El grupo estudio: se practicó la síntesis de la herida de fimosectomía, colocando cuatro puntos cardinales con Catgut Crómico 4.0 y luego se aplicó Cianocrilato (Dermabond® Ethicon Inc., Johnson and johnson, Somercille, New Jersey, USA) en cada cuadrante entre cada punto cardinal, (Anexo 6, 7 y 8). En ambos grupos se midió el tiempo en minutos, necesario para la síntesis para cada procedimiento, sin tomar en cuenta el tiempo utilizado para la resección del prepucio. Los pacientes fueron evaluados en post-operatorio inmediato, a los 7 días y luego a las 2, 4, 8 y 12 semanas. 72 • REV VEN UROL Se escogieron al azar 4 pacientes del grupo estudio a los cuales se le practicó biopsia de la cicatriz bajo anestesia local, en la semana 8 de post-operatorio, tomándose este período basado en otras investigaciones sobre cicatrización con este material. Resultados La muestra constituida por los pacientes a quienes se les practicó la síntesis con Cianocrilato estuvo representada por pacientes con edades comprendidas entre 18 y 54 años, con una edad promedio de 33 años. Los diagnósticos preoperatorios fueron los siguientes: Fimosis en 5 casos representando un 50 %, Balanitis Xerótica Obliterans en 3 de los casos (30 %), Balanopostitis en 1 caso (10 %) y VPH en 1 caso representando el 10 %. El total de complicaciones correspondiente a este grupo fue de 1 caso, representado por una dehiscencia parcial de la herida de 1,5 cm. Los pacientes a quienes se les practicó la síntesis con la utilización de Catgut Crómico estuvo representada por 10 personas, con edades comprendidas entre 17 y 65 años, con una edad promedio de 30 años. Los diagnósticos preoperatorios fueron los siguientes: Fimosis en 5 casos representando un 50 %, Balanitis Xerótica Obliterans en 2 de los casos (20 %), Balanopostitis en 2 caso (20 %) y VPH en 1 caso representando el 10%. En este grupo no hubo complicaciones. El tiempo requerido para el reinicio de las relaciones sexuales en el grupo estudio (cianocrilato, Dermabond®), parece ser significativamente menor que grupo control (Catgut Crómico). Las varianzas de ambos materiales parecen ser bastante similares. Al evaluar el nivel de dolor presente en el post-operatorio inmediato, se demostró que no hubo diferencia estadísticamente significativa, pero a las dos semanas que en el grupo estudio (Síntesis con Cianocrilato) el nivel se ubica entre 1 y 2 puntos, mientras que en el grupo control (Catgut Crómico) el nivel de dolor a las dos semanas se ubica entre 2 y 5 puntos, por lo tanto no sólo la media parece ser mayor, sino también la varianza, existiendo FRANCISCO PINTO ACOSTA Y COL. una diferencia significativa entre los niveles de dolor a las dos semanas para los dos tipos de material: Dermabond® y Catgut Crómico. Con el uso de Cianocrilato el tiempo medio para el reinicio de las relaciones sexuales es entre 4.87 y 11.03 días más corto que con el uso de Catgut Crómico (Figuras 1 y 2). El tiempo de síntesis con Cianocrilato parece ser significativamente menor que el tiempo requerido con Catgut Crómico, l tiempo de síntesis para el Grupo Control fue entre 4.93 y 8.53 minutos mayor que el tiempo de síntesis para el Grupo Estudio. Se presentó 1 complicación (10 %) en pacientes a quienes se les realizó síntesis con Cianocrilato y ninguna complicación a quienes se les realizó la síntesis con Catgut Crómico esta diferencia no fue estadísticamente significante (Figura 3). Discusión En la literatura mundial existen muchos reportes en relación al uso tópico de Cianocrilato como adhesivo tisular, sin embargo el uso de este mismo producto para la síntesis de heridas de fimosectomías es muy poco documentada, y solo se reportan casos en pacientes con edades predominantemente pediátricas (1). Con muy pocos casos practicados en adultos, con excelentes tasas de éxito (88 %) y en los cuales las pocas complicaciones tuvieron relación con la edad, por lo cual sería interesante realizar estudios de gran magnitud para reevaluar el índice de complicaciones y revisar si los resultados obtenidos en nuestros estudio con muestra menor son diferentes. En nuestro estudio, la tasa de complicaciones fue de 10 % para la técnica con Cianocrilato y no hubo ninguna complicación en la técnica con Catgut Crómico, lo que a simple vista impresionara que esta última técnica es más segura, sin embargo, cuando se aplican pruebas estadísticas, no hay diferencia significante (P:1,000), lo cual coincide con la literatura internacional. Esta complicación estuvo representada por: dehiscencia parcial de la herida, la cual cicatrizó por segunda intención en 7 días, una tasa comparable con estudios internacionales (8 a 11 %). Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Otra de las variables en estudio fue la tasa de infecciones, en nuestro trabajo no se presentaron casos de infecciones de heridas en ninguno de los dos grupos, a pesar de haberse incluido en ambos, pacientes con Balano-postitis. En cuanto a la reacción tisular se procedió a tomar de manera aleatoria en cuatro pacientes del grupo en estudio (Cianocrilato) biopsia de la cicatriz a las 8 semanas de post-operatorio observándose que no hubo alteración en el proceso de cicatrización. Con relación al dolor post-operatorio, observamos que no hubo diferencia entre ambos grupos, durante el período post-operatorio inmediato, sin embargo si hubo diferencia significativa en el dolor a la segunda semana de post-operatorio, lo que traduce un beneficio en la evolución de los pacientes con el uso de Cianocrilato (pvalor = 0.00009). Finalmente y con respecto al reinicio de las relaciones sexuales nuestro estudio arrojó que si existe diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos, siendo el período de tiempo más corto para el grupo de estudio (Cianocrilato) con una media entre 4.83 y 11,07días con una P-valor = 0.00003. Es bueno hacer notar que dicha diferencia pudo ser afectada por la variable edad, como podemos observar la edad aumenta el tiempo hasta el re-inicio de las actividades sexuales, y tenemos confianza del 95 % de que este aumento se situó entre –0.01 y 0.19 días por cada año en la edad del paciente. Además, tenemos confianza del 95 % de que el uso de Dermabond (en comparación al material crómico) reduce el tiempo hasta el re-inicio de las relaciones sexuales entre 4.65 y 10.69 días. Conclusión Es importante hacer notar que en líneas generales el paciente se beneficia del uso del Cianocrilato en la síntesis de heridas de fimosectomías, en cuanto a dolor postoperatorio y reinicio de relaciones sexuales, sin embargo es importante hacer notar que el uso de este tipo de material es costoso, más aún en medios hospitalarios. Esta técnica de síntesis se convirtió en nuestra preferida, especialmente, en pacientes jóvenes, demostrando ser una técnica sencilla, cómoda y fácil de practicar además de segura para el paciente. REV VEN UROL • 73 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 USO DE CIANOCRILATO... Figura 1. Técnica de sintesis. Aplicación del Cianocrilato. Referencias 1. Figura 2. Técnica de sintesis. Cianocrilato Figura 3. Grupo Estudio (Dermabond) Evaluación) post-operatoria 2 semanas. 74 • REV VEN UROL Petratos PB et al “Evaluation of cyanoacrylate for wound repair of clinical circumscision and skin incisional healing in a nude rat model” J Urology; Feb. 2002; 167; 667-9. 2. Walsh P et al “Campbell’s urology” 7° edición 1998 3330-32. 3. British Journal Urology vol 83 suplement 1 jan 1999 Department of Health Statistics, UK 1990-96. 4. Abernathy J. “The Consequences of Gonorrhea.” Lectures on Anatomy, Surgery and Pathology: Including Observations on the nature and treatment of local diseases; delivered at St. Bartholomew's and Christ's Hospitals, Chapt XXII, 163. The Strand, London: James Bulcock, 1828:315'6. 5. Calendar GW, Willet A. “Brief notes of the surgical practice of the Hospital”. St Bart's Hosp Rep 1865; I: 35-62. 6. Remondino PC. “Some reasons for being circumcised. History of Circumcision from Earliest Times to the Present”. Chapt XVII. Philadelphia: F. Davies Co. 1900: 200-5. 7. Walsham WJ. “Circumcision. Surgery, its Theory and Practice”. 8th edn. Chapt XiV, London: Churchill 1903: 1034-6. 8. Treves F. “Circumcision. AManual of Operative Surgery”, II. Chapt VI. London: Cassell 1903: 670-3. 9. 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REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 75-80 Trabajos originales CORRELACIÓN ENTRE LA DISTANCIA VERUMONTANUM CUELLO VESICAL CON EL TACTO RECTAL Y VOLUMEN PROSTÁTICO Laura G. Rojas L.*, Eduardo Trujillo C.*, Juan C. Luigi*, Eddy J. González*, Franzo Marruffo C.*, José G. Sabino*, Alberto Paez*, Otto Moreira*, Gonzalo Parra **, Ramón Aguilar **, David Garcia **, José Manuel Pardo ***. Servicio de Urología. Hospital Vargas de Caracas, San José, Caracas, DM. * Residente del Post-grado de Urología del Hospital Vargas de Caracas. ** Adjunto del Servicio de Urología del Hospital Vargas de Caracas.*** Jefe de Cátedra de Urología del Hospital Vargas de Caracas. Resumen Objetivos: Establecer si la medición de la distancia verumontanun cuello (DVC) se relaciona con el tamaño prostático y con el volumen prostático como predictor de tamaño prostático. Materiales y métodos: Se efectuó la revisión de 350 uretrocistoscopias de pacientes masculinos en el Hospital Vargas de Caracas. Para la conversión de cm a cm3 en el tacto digital rectal y DVC se empleó la medida de que cada 1cm de próstata medido equivale a 10 cm3 de tejido prostático. En el análisis estadístico se aplicaron medidas de tendencia central, usándose la correlación de Rangos de Spearman (r) para volumen prostático en cm3 DVC en cms, y el tacto rectal prostático en cm. Resultados: En los 350 pacientes la media de la edad fue de 29,98 +14,66 años, del DVC en 3,53 + 1,17 cm y del tacto rectal en 3,83 +1,19 cm. De los 30 pacientes con ecografía endorrectal, la media de la edad 65 +14,903 años, DVC 3,98+1,29 cm y del volumen prostático 46,63+12,27 cm3. Al dividir los resultados en < de 40 cm3 por ecografía y> 40 cm3 encontramos, en <de 40 cm3 una media de volumen prostático en de 35,75 cm3 y un DVC de 2,83 + 0,49 cm, al realizar la correlación volumen vs DVC r = 0.82561, r2 = 0.681627, p=0,00094. En próstatas con volumen > 40 cm3, la media del volumen 53,88 + 10,35 cm3, del DVC 4,75 + 1,06 cm con una correlacion volumen prostático vs DVC r = 0,85497, r2 =0,73097 p=0,00001; la media del tacto digital rectal es 4,94 + 1,16 cm que al relacionarla con volumen prostático r = 0,841201, r2 = 0,707619, p= 0,000012. Conclusiones: Se evidenció una correlación directa entre volumen prostático vs DVC en cm y volumen prostático y tacto digital rectal en cm, siendo esta correlación mayor en próstatas mayores de 40 cm3. Palabras clave: Volumen prostático, tacto rectal, distancia verumontanun cuello. Abstract The measurement of the prostate is a factor prognostic to decide which technique surgical is appropriate in each patient or the therapeutic response to medical options. Objective: To establish if the measurement of the distance verumontanun neck (DVC) is related to the prostatic size and the prostatic volume in onder predict to prostatic size. Materials and methods: The revision of 350 uretrocistoscopic of masculine patients, conducteda at the Service of Urology of the Hospital Vargas (Caracas of March of the 2002 to May of the 2004). From these patients, 30 had prostate endorrectal ecografic, measurement cm3. Results: Correlation of Pearson of the 30 patients revealed, the prostate volume versus DVC r = 0.93209 r2 = 0,868787 when using coefficient of correlation between prostate volume and digital rectal examination r = 0.88195, r2 = 0,777841, p = 0.00001. Conclusions: We demonstrated a direct correlation between prostate volume versus DVC in cm and prostate volume and digital rectal examination in cm, being this greater correlation in 40 bigger prostates in cm3. Key words: Prostate volume, rectal tact, distance verumontanun neck. REV VEN UROL • 75 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CORRELACIÓN ENTRE LA DISTANCIA VEROMONTANUM... Introducción La próstata se compone de elementos estromales y epiteliales, existiendo una cascada de acontecimientos que llevan al crecimiento prostático entre los que podemos mencionar, la disminución de la muerte celular, interacciones estroma epitelio, los andrógenos, estrógenos, receptores androgénicos, factores de crecimiento, células inflamatorias, factores familiares, genética y prolactina (1 ,2, 3, 4). La uretrocistoscopia es un procedimiento endourológico empleado para la visualización directa de la uretra anterior, posterior, cuello vesical, y vejiga, siendo su utilización primaria el diagnóstico de enfermedades del tracto urinario bajo, así como el acceso para tratamiento endoscópico de enfermedades a este nivel (5). La ecosonografía prostática endorrectal esta considerada como el método de mayor utilidad para el diagnóstico de crecimiento prostático benigno, prostatitis y cáncer prostático. Tiene un papel importante en la evaluación pre y post tratamiento de la farmacoterapia en el crecimiento prostático o en tratamientos invasivos (6,7,8,9). El Objetivo de nuestro trabajo es establecer si la medición de la distancia verumontanun cuello (DVC) se relaciona con el tamaño prostático y con el volumen prostático como predictor de tamaño prostático. Pacientes y métodos Se efectuó la revisión de 350 uretrocistoscopias de pacientes masculinos, efectuadas en el servício de Urología del Hospital Vargas de Caracas, de marzo del 2002 a mayo del 2004, con diagnósticos de crecimiento prostático benigno, adenocarcinoma prostático, prostatitis, litiasis vesical, estrechez uretral, traumatismo uretral, insuficiencia renal crónica terminal en protocolo de transplante, vejiga neurogénica y hernias inguinales, de estas se tomaron los siguientes datos: edad del paciente, diagnóstico, distancia verumontanun, cuello vesical en centímetros y tacto rectal. Se revisaron 30 ecosonogramas prostáticos endorrectales de pacientes que fueron sometidos a uretrocistoscopia, de los que se tomo la medida del volumen prostático total medido en cm3. Para la conversión de cms a cm3 en el tacto digital 76 • REV VEN UROL rectal y DVC se empleó la medida de que cada 1cm de próstata medido equivale a 10 cm3 de tejido prostático. El método estadístico empleado fue: descriptivo, medidas de tendencia central; usándose la correlación de Rangos de Spearman (r) para volumen prostático en cm3 DVC en cms, y el tacto rectal prostático en cm. Resultados De los 350 pacientes la media de la edad fue de 29,98 + 14,66 años, del DVC en 3,53 + 1,17 cm y del tacto rectal en 3,83 + 1,19 cm. De los 30 pacientes con ecografía endorrectal, la media de la edad 65 + 14,903 años, DVC 3,98 + 1,29 cms y del volumen prostático 46,63 + 12,27 cm3. Al dividir los resultados en < de 40 cm3 por ecografía y >40 cm3 encontramos: en < de 40 cm3 una media de volumen prostático en de 35,75 cm3 y un DVC de 2,83 + 0,49 cms, al realizar la correlación volumen vs DVC r = 0.82561, r2 = 0.681627, p=0,00094 (Gráfico1) la media del tacto digital en su diámetro mayor es 3,5 cms, al correlacionar en < de 40 cms3 tacto rectal vs volumen prostático r = 0.720176 r2 = 0,518654, p=0.008 (Gráfico 2). En próstatas con volumen > 40 cms3, la media del volumen 53,88 + 10,35 cms3, del DVC 4,75 +1,06 cms con una correlacion volumen prostático vs DVC r = 0,85497, r2 =0,73097 p=0,00001 (Gráfico 3); la media del tacto digital rectal es 4,94 + 1,16 cms que al relacionarla con volumen prostático r = 0,841201, r2 = 0,707619, p= 0,000012 (Gráfico 4). Al realizar correlación de Pearson a los 30 pacientes, del volumen prostático vs DVC r = 0,93209 r2 = 0,868787 (Gráfico 5) y al emplear coeficiente de correlación entre volumen prostático y el tacto digital r = 0,88195, r2= 0.777841, p= 0.00001 (Gráfico 6). Discusión En el estudio del síndrome urinario bajo, la uretrocistoscopia ocupa un lugar importante. En nuestro servicio se efectua con la indicación de hematuria, en el descarte de lesiones vesicales u otras; las estrecheces uretrales y de acyuerdo al volumen prostático para decidir conducta quirúrgica. La medición rutinaria de la distancia cuello vesical y vero muntanun, junto al tacto rectal y podría operacionalizarse a través de tablas y estimar de manera rápida, sin LAURA G. ROJAS L. Y COL. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Gráfico 1. En Próstata ≤ a 40 grs. VOLÚMEN PROSTÁTICO VS. DVC DVC 2,83 + o - 0,49 Correlación r= 8256 DVC VOLÚMEN Gráfico 2. En Próstata ≤ a 40 grs. VOLÚMEN VS. TACTO (Casewise MD deletion) Tacto= -8121 + .12062 * VOLUMEN CORRELATION r= .72018 TACTO VOLÚMEN REV VEN UROL • 77 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CORRELACIÓN ENTRE LA DISTANCIA VEROMONTANUM... Gráfico 3. En Próstata > a 40 grs. VOLÚMEN VS. DVC (Casewise MD deletion) DVC= .02674 + .08765 * VOLUMEN CORRELATION r= .85497 DVC VOLÚMEN Gráfico 4. En Próstata > a 40 grs. VOLÚMEN VS. TACTO (Casewise MD deletion) TACTO= -.1457 + .09446 * VOLUMEN CORRELATION r= .84120 TACTO VOLÚMEN 78 • REV VEN UROL LAURA G. ROJAS L. Y COL. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Gráfico 5. Todos los casos. VOLÚMEN VS. DVC (Casewise MD deletion) DVC= -.5852 + .09797 * VOLUMEN CORRELATION r= .93209 DVC VOLÚMEN Gráfico 6. Todos los casos. VOLÚMEN VS. TACTO (Casewise MD deletion) TACTO= .28706 + .08748 * VOLUMEN CORRELATION r= .88195 TACTO VOLÚMEN REV VEN UROL • 79 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CORRELACIÓN ENTRE LA DISTANCIA VEROMONTANUM... otros estudios, el volumen prostático. Podría tratarse de un auxiliar en instituciones que no posean otros métodos. Conclusiones 1.- Se evidenció una correlación directa entre el volumen prostático y la distancia verumontanum - cuello y volumen prostático y tacto digital rectal . Esta correlación es mayor en próstatas > 40 cm3 . 2.- En próstatas mayores de 40 gramos por cada centimetro de DVC o cada centímetro al tacto digital rectal la relación con el volumen prostático es aproximadamente 10cm3 /cm. Referencias 1. Garraway WM, Collins GN,Lee RJ. High prevalence of benign prostatic hypertrophy in the community.Lancet 1991; 338;469-471 2. Potenzani – BJC editor. 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J Urol 163:13-20, 2000. 80 • REV VEN UROL REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 81-84 Trabajos originales TÉCNICA MODIFICADA DE CINTA SUBURETRAL DE PROLENE EN EL TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO. INFORME PRELIMINAR Antonio Sosa*, Antoun Banna **, Heberto Andrade ***, Jóse Pineda ***, Carlos Pirela ***. * Jefe de servicio de Urología. Hospital Central Universitario Antonio M. Pineda. ** Adjunto del servicio. *** Residentes. Resumen Objetivo: Describir nuestra técnica para colocación de cinta suburetral de malla de polipropileno en el tratamiento primario de pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo y analizar su efectividad basada en parámetros clínicos y análisis de un cuestionario. Población y Método: Se presenta el informe preliminar de un estudio prospectivo descriptivo sobre las primeras 20 pacientes sometidas a colocación de cinta suburetral de polipropileno de 1 x 30 cm. Mediante nuestra adaptación a las agujas de colocación retrograda de malla entre Abril de 2002 y Noviembre 2003. El diagnóstico de incontinencia fue realizado por examen físico, prueba de Q-tip, cuestionario de síntomas preoperatorios, volumen residual postmiccional (VRP), urocultivo y cistoscopia. La evaluación postoperatoria incluyo examen físico, VRP y cuestionario de síntomas y calidad de vida. La edad promedio fue de 56 años y el seguimiento postoperatorio de 14 meses (rango 6 – 25). Resultados: No se registraron complicaciones perioperatorias y todas las pacientes egresaron a las 24 horas. Hubo 2 pacientes con retención urinaria postoperatoria, una de las cuales fue temporal resolviéndose antes del mes, la otra amerito uretrolisis por retención permanente. 18 de las 20 pacientes (90 %) expresaron estar “secas” al momento de la evaluación con un porcentaje global de mejoría de 89 %. Conclusión: Los primeros resultados demuestran que nuestro método de colocación de malla suburetral de prolene representa una alternativa sencilla, segura y efectiva para tratamiento primario de pacientes con de incontinencia urinaria de esfuerzo. Como en otros procedimientos de cincha, queda por evaluar su efectividad a largo plazo. Palabras clave: Cincha vaginal, incontinencia, sling. Abstract Purpose we describe our technique for placement of suburethral polypropylene mesh tape in the primary treatment of patient with stress urinary incontinence. Population and Method: We report the preliminary results of a descriptive prospective study on the first 20 patients who underwent a placement of suburethral polypropylene mesh by means our needles between April of 2002 and November 2003. The patients were evaluated by physical exam, Q-tip test, questionnaire of preoperative symptoms, postmicional residual volume (VRP), urinary culture and cistoscopy. The postoperative evaluation includes physical exam, VRP and questionnaire of symptoms and quality of life self-reported. The average age was of 56 years and the postoperative following was 14 months (range 6 - 25). Results: We did not register perioperative complications, all the patient were discharged at 24 hours. There were 2 patients with postoperative urinary retention, one of those was temporary being solved before the month, the other needs urethrolisis for permanent retention. 18 of the 20 patients (90 %) expressed to be "dry" to the moment of the evaluation with a global symptoms improvement of 89 %. Conclusion: The first results demonstrate that our method to placement a suburethral prolene mesh represents a simple, secure and effective alternative for primary treatment of patient with of stress urinary incontinence. As a other tape procedures, it is necessary to evaluate their long term effectivenes. Key words: Suburethral tape, urinary incontinence, sling. REV VEN UROL • 81 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CINTA SUBURETRAL... Introducción Aunque el concepto del uso de la cincha pubovaginal fue introducido hace casi cien años; en la última década esta técnica quirúrgica se ha popularizado como tratamiento en pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo y su aplicación se ha fundamentado en la baja morbilidad y tasa de éxito reportada (1-2). La cincha pubovaginal incrementa la presión de cierre uretral y eleva la unión uretrovesical por lo que se ha utilizado en el tratamiento de todos los tipos de incontinencia de esfuerzo tanto por hipermovilidad uretral, deficiencia intrínseca del esfínter o mixtos con buenos resultados anatómicos y funcionales (3- 4). Existen comercialmente Kit de cinchas de polipropileno (TVT ®, SPARC®) pero para muchos centros los costos de los mismos han sido prohibitivos y han generado la utilización de medios para autoconfeccion y colocación de estas cintas con efectividad comparable y a menor costo (5-6). Así mismo, buscando la mejor costo efectividad en el diagnóstico y manejo de las pacientes con incontinencia se han establecido criterios clínicos preoperatorios suficientes como para decidir la cirugía en pacientes con síntomas predominantes de incontinencia de esfuerzo; dejando los estudios urodinamicos para casos complicados, recurrentes y con manifestaciones significativas de urgencia (7-9). Evaluación preoperatoria: Las pacientes fueron evaluadas y seleccionadas preoperatoriamente mediante la elaboración de historia clínica, cuestionario adaptado de síntomas urinarios dando puntuación a los síntomas de urgencia y de esfuerzo, examen físico, calibre uretral, residuo urinario postmiccional, urocultivo y cistoscopia. Así mismo se cuantifico el numero de toallas sanitarias de protección requeridas por día. Fueron excluidas aquellas pacientes con hallazgos sugestivos incontinencia de urgencia (puntaje de síntomas de urgencia >12), volumen residual postmiccional mayor de 200 cc, antecedentes patológicos (trauma pélvico, radioterapia, enfermedades neurológicas) o con cirugías previas para incontinencia a quienes además se les solicitó evaluación urodinámica y pasaron a otro grupo de trabajo. Técnica Operatoria Bajo anestesia peridural y en posición ginecológica con colocación de sonda vesical se procedió a realizar una incisión suburetral en la mucosa vaginal y por disección roma se separa los espacios para uretrales y retropubicos a nivel de la uretra media. Se prepara un segmento de malla de polipropileno 1 x 30 cm de longitud sin funda y se fija al sistema de agujas con nylon 2-0. Fue adaptada a las agujas de colocación retrograda de malla una base metálica desmontable con rosca (Figura 1). Figura 1. Segmento de malla de polipropileno. El Hospital Central Antonio Maria Pineda donde funciona nuestro servicio de Urología no escapa a la crisis económica que ha envuelto a los centros de salud en los últimos años, lo que ha llevado a crear métodos alternativos para evaluar y tratar a los pacientes. Esta investigación tiene como objeto describir nuestro método de colocación cinta suburetral de autoconfeccion con malla de polipropileno en el tratamiento primario de pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo y analizar su efectividad basada en parámetros clínicos y análisis de un cuestionario. Población y Métodos Se presenta el informe preliminar de un estudio descriptivo prospectivo realizado sobre las primeras 20 pacientes con diagnóstico de incontinencia urinaria de esfuerzo tratadas quirúrgicamente con cinta suburetral de polipropileno en el Servicio de Urología del Hospital Central Universitario Antonio Maria Pineda entre Abril del 2002 y Noviembre de 2003. 82 • REV VEN UROL A continuación se realizan dos incisiones de un 1 cm en la piel de la región suprapubica. Luego se coloca la malla suburetral y se desliza a cada lado en los espacios parauretrales por medio de las de agujas vía retropubica hasta exteriorizarla por las incisiones suprapubicas. ANTONIO SOSA Y COL. Una vez colocada la malla en uretra media se fija al tejido subcutáneo suprapubico, colocando previamente entre la uretra y la malla una tijera de Metzenbaum de manera de no comprimir la uretra y suspenderla sin tensión. Finalmente se cierran las incisiones en piel y mucosa vaginal. Posteriormente se realizó cistoscopia para corroborar indemnidad uretral y vesical. El seguimiento postoperatorio incluyó control al mes y luego cada 6 meses o según la evolución de la paciente. Fue realizado examen físico, medición de calibre uretral y residuo urinario postmiccional y se pidió a las pacientes responder sin asistencia un cuestionario de síntomas urinarios y calidad de vida incluyendo test de toallas. Los datos fueron analizados en frecuencias simples y porcentajes. Además se estableció una correlación entre el porcentaje de mejoría y el grado de satisfacción por medio de sistema de correlación de Pearson, con significancia estadística cuando el valor resulta mayor de 0,01. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 El seguimiento promedio fue de 14 meses (rango 6 – 25 meses). 18 pacientes (90 %) reportaron mantenerse secas al momento de la evaluación con una disminución a 0,25 del promedio de toallas postoperatorio, sin síntomas de urgencia de novo en ninguna paciente. El porcentaje global reportado de mejoría de la incontinencia luego de la cirugía fue de 89 %, con un puntaje de satisfacción con el procedimiento de 8.8 en promedio (Escala visual gradual de 0 no satisfecha –10 muy satisfecha). Hubo una correlación significativa entre el grado de mejoría reportado y la satisfacción de las pacientes con el tratamiento (R = 0,91). Solo 1 paciente, quien fue sometida a uretrolisis por síntomas obstructivos postoperatorios, manifestó estar peor que antes de la cirugía con 1 punto en la escala visual de satisfacción persistiendo sus síntomas obstructivos con un residuo postmiccional normal. Finalmente, 19 pacientes respondieron que se someterían de nuevo a un procedimiento de este tipo de ser necesario y serían capaces de recomendarlo. Discusión Resultados El procedimiento fue realizado a 20 pacientes con diagnóstico de incontinencia urinaria de esfuerzo (puntaje de síntomas de esfuerzo >7 puntos) con edad promedio de 56 años (rango 34 – 82). Nueve de ellas (45 %) habían sido sometidas previamente a histerectomía. En el preoperatorio, 18 de las 20 pacientes (90 %) reportaron utilizar toallas de protección con un promedio de 3 toallas (Rango de 1 – 10). La cirugía fue realizada mediante la técnica descrita en todos los casos, sin complicaciones transoperatorias. A 7 de las pacientes (35 %) se les practico cirugía simultánea para corrección de prolapso genital (cistocele, rectocele). El tiempo de hospitalización fue de 24 horas. A 18 de las 20 pacientes se les retiro sonda uretrovesical a las 72 horas sin complicaciones, 2 pacientes presentaron retención urinaria postoperatoria, de las cuales en 1 paciente fue temporal y amerito dilatación uretral y autocateterismo resolviéndose antes del mes luego de la cirugía. La otra paciente amerito corte de la malla al segundo mes postoperatorio por retención urinaria permanente. El tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria de esfuerzo ha evolucionado sustancialmente en los últimos años en la medida que se ha comprendido la fisiopatología del trastorno. Se ha descrito la hipermovilidad uretral (causa anatómica) y la deficiencia intrínseca del esfínter (causa funcional) como factores responsables, los cuales en muchos casos pueden coexistir. En tal sentido la cincha suburetral, en vista de corregir ambas causas, se ha convertido en el método quirúrgico de elección. En este trabajo fue seleccionado un grupo de pacientes para tratarlos con cinta suburetral en base solo a hallazgos clínicos y cuantificación de síntomas urinarios mediante un cuestionario preoperatorio, criterios reportados como excelentes para decidir cirugía sin estudios adicionales (9). De igual manera existen reportes que destacan que los métodos urodinamicos, útiles para tipificar la incontinencia de esfuerzo y descartar inestabilidad del detrusor, no son costo efectivos ni mejoran los resultados en pacientes con incontinencia de esfuerzo tratadas en forma primaria con cinta suburetral (8-9). REV VEN UROL • 83 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CINTA SUBURETRAL... Nosotros desarrollamos una técnica de colocación de cinta suburetral realizando una adaptación al sistema de agujas de colocación retrograda tipo TVT con un mango de soporte metálico desmontable para poder reutilizar estas agujas, así mismo, se confeccionó una cinta de malla a partir de una original Ethicon® de 30 x 30 cm, la cual es útil para 30 casos. La idea de combinar este sencillo instrumental con una malla muy económica en una técnica libre de tensión, no solo reduce enormemente los costos, sino como ha sido reportado por otros autores, los resultados son similares en seguridad y eficacia a los obtenidos con kit comerciales (10-11). Dichos reportes se corresponden con este trabajo donde no conseguimos complicaciones inmediatas inherentes al procedimiento, egresando todas las pacientes en las primeras 24 horas. fracaso del procedimiento, amerito uretrolisis al mes por retención urinaria permanente y negativa de la paciente a realizarse cateterismo vesical limpio intermitente, no pudiendo dar el margen de tres meses de espera postoperatorio para tomar tal conducta, tiempo dentro del cual ha sido reportado una alta tasa de recuperacion (15). Como demuestran algunas investigaciones (12-13), la aplicación de cuestionarios a los pacientes facilita la evaluación de la evolución postoperatoria de la cirugía anti-incontinencia. Además por no existir una clara definición de “curación” luego de esta cirugía, habiendo serias discrepancias entre los hallazgos “objetivos” de los análisis postoperatorios y los reportes “subjetivos” de las pacientes en cuanto a la mejoría (14), en este trabajo se adapto un cuestionario validado y aplicado por Haab y col (12) donde se toman en cuenta los síntomas urinarios, el uso de toallas de protección y el grado de satisfacción para evaluar el éxito. Los resultados preliminares demuestran que nuestro método de colocación de malla suburetral de prolene representa una alternativa sencilla, económica, segura y efectiva para tratamiento primario de pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo seleccionadas en base a criterios clínicos. Queda pendiente aumentar el número de casos y el tiempo de seguimiento para evaluar esta eficacia a largo plazo. Al evaluar el efecto de nuestro método en las pacientes pudimos evidenciar un alto porcentaje de mejoría, con una correlación significativa entre esa mejoría y la satisfacción con el procedimiento, hallazgo contrario a muchas investigaciones donde se reportan bajas tasas subjetivas de curación (13). Conclusión Referencias 1. 2. En tal sentido, en un período promedio de seguimiento de 14 meses, el 90 % de nuestras pacientes reportaron mantenerse “secas” luego de la cirugía con una importante disminución del uso promedio de toallas a 0,25 hallazgos compatibles con las tasas de éxito descritas entre el 85 y 95 % (1, 2, 5). Cabe destacar, que ha sido mencionada como complicación postoperatoria frecuente la aparición de síntomas de urgencia de novo (1-2), los cuales no fueron hallados en nuestros casos. La cinta suburetral se ha descrito como el procedimiento mas obstructivo de las cirugías anti-incontinencia con una incidencia de retención entre el 2 y el 19 % (14), siendo involucrado factores como el exceso de tensión de la malla y el edema peri-operatorio como responsables. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Nosotros tratamos de mantener el principio de colocación de malla sin tensión excesiva interponiendo una tijera metzenbaum entre la uretra y la malla durante su fijación. Solo 2 pacientes presentaron retención postoperatoria, una de las cuales recupero un vaciamiento vesical adecuando antes del mes. La otra, considerada como 84 • REV VEN UROL 13. 14. 15. Cross, C; Cespedes, D; McGuire, E: Our experience with pubovaginal slings in patients with stress urinary incontinence. J. Urol. 1998. 159: 1195 – 1198. Morgan, T; Westney, O; McGuire, E. Pubovaginal sling 4-year out-come analysis and quality of life assessment. J. Urol. 1999. 161: 105. Kuo, H. Anatomical and functional results of pubovaginal sling procedure using polypropylene mesh for the treatment of stress urinary incontinence. J. Urol. 2001. 166: 152 – 157. Chaikin, D; Rosenthal, J; Blaivas, J; Pubovaginal fascial sling for all types of stress urinary incontinence: long term analysis. J. Urol. 1998. 160: 1312 – 1316. Laurikainen, E; Rosti, J; Pitkanen, Y; Kiilholma, P. The Rosti sling: a new, minimally invasive, tension-free technique for the surgical treatment of female urinary incontinence- the first 217 patients. J. Urol. 2004. 171: 1576-1580. Lange, D. Urinary incontinence in women, without urodynamic studies. J. Urol. 1982. 88: 609-613. Weber, A; Taylor, R; Wei, J; Lemack, G; Piedmonte, M; Walters, M. the Costeffectiveness of preoperative testing (basic office assessment vs. urodynamics) for stress urinary incontinence in women. BJU Int. 2002. 89: 356-363. Lemack; Zimmern, P. 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Venezuela Introducción La Malacoplaquia del parénquima renal (MPR) es una patología inflamatoria crónica granulomatosa muy rara de características benignas cuyo diagnóstico definitivo es anatomopatológico y se logra mediante el reconocimiento de los histiocitos de von Hansemann y los cuerpos de Michaelis-Gutmann (2). El diagnóstico diferencial preoperatorio con el carcinoma de células renales es prácticamente imposible (2), por lo que estos pacientes son usualmente sometidos a nefrectomía radical ya que la lesión se presenta con características imagenológicas francamente tumorales (1). células realza posterior a la administración de contraste, áreas hipodensas sugestivas de necrosis. No eliminación del contraste por riñón derecho. Acentuada alteración de la densidad perirrenal. Conclusión: Hallazgo sugestivo de tumor renal derecho con extensión perirrenal. Diagnóstico preoperatorio de tumor renal derecho con extensión perirrenal. Hallazgos: tumor renal derecho infiltrante a segunda porción de duodeno y músculo psoas, laxamente adherido al colon ascendente. A continuación reportamos un caso de MPR derecha con comportamiento local infiltrativo presentando invasión de la pared duodenal y del músculo psoas. Procedimiento: nefrectomía radical con resección parcial de pared duodenal en bloque, duodenorrafia transversal con parche seroso de yeyuno, exclusión pilórica y gastroenteroanastomosis lat-lat. Evolución postoperatoria satisfactoria y egreso a los 13 días. Anatomía patológica: Malacoplaquia renal (Figura 2). Caso clínico Discusión Paciente femenina de 52 años quien presentaba dolor lumbar derecho de 10 meses de evolución asociado con disuria, nocturna, hematuria macroscópica y fiebre. La MPR es una enfermedad inflamatoria crónica granulomatosa descrita por primera vez en 1902 por Michaelis y Gutmann (3). El término Malacoplaquia deriva de griego malakos (suave) y plakos (placa) (4). Hasta 1958 se pensaba que solo ocurría en el tracto urinario pero actualmente se ha reportado en casi todos los sistemas (1). Usualmente afecta a la vejiga (46 %) (1-5) y el sistema colector, el riñón es el segundo órgano más afectado del tracto urinario (20 %) (6). Ecosonograma renal alteración de la arquitectura con pérdida de la ecogenicidad renal; imagén sugestiva de LOE renal derecho. Tomografía axial computada abdomen-pelvis riñón derecho aumentado de tamaño, irregular, parénquima alterado, masa tumoral con densidad de tejidos blandos que el segundo órgano más afectado del tracto urinario (20 %) (6) (Figura 1). Macroscópicamente asemeja a la pielonefritis xantogranulomatosa, la tuberculosis renal y al carcinoma de las Macroscópicamente asemeja a la pielonefritis xantogranulomatosa, la tuberculosis renal y al carcinoma de células renales; usualmente es multinodular e irregular con destrucción de gran parte del parénquima, no presenta cápsula verdadera y puede deformar el sistema calicial. REV VEN UROL • 85 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 MALAKOPLAQUIA RENAL El diagnóstico diferencial con los tumores renales es prácticamente imposible (3). Figura 1. Tomografía axial computada. Microscópicamente los hallazgos más específicos son los histiocitos (células de von Hansemann) asociados con inclusiones intra y extracitoplasmaticas de restos bacterianos calcificados o calcosferas (cuerpos de MichaelisGutmann) (3 -6). Predomina en mujeres 4:1, mayores de 50 años (6-7), es bilateral en el 37 % (4) y multiorgánic. Usualmente se presenta con fiebre, dolor lumbar, piuria, hematuria y nefromegalia (1). Se ha descrito uremia en caso de bilateralidad (4), insuficiencia renal (8 -9) y simulación de tumores renales (6-10) como en el caso que se presenta. La etiopatogenia es desconocida, sin embargo se han implicado a las bacterias gram negativas específicamente Eschierichia coli. Se piensa que existe una capacidad disminuida de los macrófagos para la lisis de bacterias debido a disminución en la relación GMPc/ AMPc, lo cual explica la formación de inclusiones bacterianas intracitoplasmaticas (cuerpos de Michaelis-Gutmann) (4-11). Figura 2. Corte histológico de riñón. Malacoplaquía renal. Radiologicamente se evidencia agrandamiento irregular o focal del riñón con defectos de llenado del sistema colector; la angiografía puede revelar lesiones hipovasculares, la tomografía axial y la resonancia magnética no distinguen la lesión de una neoplasia renal. La presencia de placas calcificadas en el tracto urinario sugiere el diagnóstico de MPR sin embargo son poco frecuentes. La mayoría son unilaterales con diagnóstico preoperatorio de a en el 50 % de los casos (pelvis renal, uréter, vejiga) (3). La mayoría de los pacientes tienen historia de infecciones urinarias recurrentes (90 %) y alteraciones sistémicas con compromiso inmunitario (40 %) como alcoholismo, diabetes, trasplante renal con inmunosupresión farmacológica (2, 6, 7) tumor maligno por lo cual son tratadas mediante nefrectomía radical (2). En este caso evidenciamos un comportamiento inusual de la MPR con hallazgos intraoperatorios altamente sugestivos de malignidad, debido a la infiltración local de múltiples estructuras adyacentes. No se tienen informes anteriores de comportamiento infiltrativo local de la MR similar al descrito en este caso. Esta situación infrecuente podría sin duda aumentar la morbimortalidad postoperatoria debido a la complejidad del procedimiento quirúrgico necesario para la extirpación total de la lesión con criterios oncológicos, sin embargo, hasta el momento no es posible realizar el diagnóstico diferencial preoperatorio de estas lesiones tumorales tan agresivas. En vista de la imposibilidad para diferenciar en forma preoperatorio a la MR de las patologías neoplásicas del riñón, la nefrectomía radical se mantiene como la alternativa para tratamiento de esta entidad nosológica. 86 • REV VEN UROL Referencias 1. Petersen RO. Malakoplakia renal in Urologic Pathology Textbook JB Lippincott Co. 1992.; 4: 51-56. 2. Pickhardt PJ et al. Infiltrative renal lesions: Radiologic-pathologic correlation. Radiographics 2000; 20: 215-243. 3. Michaelis L, Gutmann C. Ueber einschlusse in Blasentumoren. Z Klin Med 1902; 47: 208-215. 4. Jenn-Jye Hong et al. Bilateral renal parenchymal malakoplakia presenting as haemolytic-uraemic syndrome. Nephrol Dial Transplant 1999; 14: 2206-2209. 5. Curran FT. Malakoplakia of the bladder. Br J Urol 1987 59(6): 559-563. 6. Schaeffer AJ. Infections of the urinary tract in Campbell’s Urology Saunders 2003; cap 14. 7. Dobyan DC et al. Renal malacoplakia reappraised. Am J Kidney Dis 1993; 22(2): 243-252. 8. Albitar S et al. The febrile patient presenting with acute renal failure and enlarged kidneys- another presentation of malakoplakia. Nephrol Dial Transplant 1997; 12: 1724-1726. 9. Ling BN et al. Acute renal failure due to bilateral renal parenchymal malacopakia. Am J Kidney Dis 1989; 13: 430-433. 10. Trillo A et al. Malakoplakia of kidney simulating renal neoplasm. Urology. 11. Van der Voort HJ et al. Malacoplakia. Two case reports and a comparison of treatment modalities based on a literature review. Arch Int Med 1996 156(5): 577. REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 87-89 Reporte de caso clínico. CORRECCIÓN QUIRÚRGICA DEL PENE SUMERGIDO: TÉCNICA DE SMEULDERS Carlos J. Delgado G*, Carlos De La Fuente*. * Hospital J.A Vargas – Hospital Central de Maracay. Introducción La corrección quirúrgica del Pene Sumergido es un reto difícil. Se han descrito diferentes procedimientos, pero los resultados han sido desalentadores. Una reevaluación de la anatomía de esta condición sugiere que es el resultado de una falla en la separación de los planos de migración en el desarrollo de los genitales externos masculinos. Utilizamos una nueva técnica para corregir el pene sumergido, descrita por Smeulders en el año 2000, obteniendo muy buenos resultados cosméticos. El pene Sumergido fue inicialmente descrito por Keyes en 1919. Consistía de un eje peneano por lo demás normal, pero sumergido en una sobreabundancia de grasa prepùbica. Las opiniones publicadas varían grandemente de las causas subyacente del pene sumergido. Muchos autores describen adherencias que anclan el cuerpo del pene profundamente, las cuales piensa la mayoría se originan de la fascia dartos. Se piensa que la falla en la migración para separar los planos tisulares en el desarrollo de los genitales externos masculinos causa la persistencia de adherencias entre esos planos. Este conocimiento es esencial para la adecuada liberación del pene sumergido, así como también el cuerpo del pene y el escroto están afectados. Embriológicamente, durante el sexto mes cuando la protuberancia escrotal comienza a aparecer a ambos lados de los pliegues uretrales. En el tope craneal de los pliegues uretrales esta el tubérculo genital, el cual rápidamente se elonga hacia el falo empujando los pliegues uretrales hacia delante. Los pliegues uretrales se fusionan sobre el plato uretral para formar la uretra peneana. Mientras tanto las protuberancia escrotales, las cuales se encuentran inicialmente en la región inguinal, migran caudalmente donde se unen a través del septum escrotal. Si estos planos de desarrollo fallan en separarse, el cuerpo peniano queda anclado a la fascia profunda, mientras el escroto permanece alto en la ingle. Kenawi postuló una causa similar para la apariencia del pene sumergido. En su punto de vista una falla parcial de la migración posterior de los pliegues labioescrotales pudiera explicar esta condición. Otras teorías de defectos subyacentes en el pene sumergido han sido: • Escasez de la piel del cuerpo peneano. • Inadecuada fijación de la piel y de la fascia dartos a la fascia peneana de Buck. • Excesivo tejido adiposo suprapúbico. • Unión de la ingle con la raíz del pene anormalmente baja. Como una consecuencia de estas hipótesis, muchos procedimientos diferentes para la corrección del PS han sido descritos. • Liberación de las adherencias al eje peneano. • Denudación del pene hasta la fascia de Buck. • Disección de la raíz del pene. • División del ligamento suspensorio del pene. • Desplegamiento prepucial. • Fijación de la piel a la base del pene o a la sínfisis pubica. • Lipectomia abierta. • Varias Zeta plastias y Flaps de piel. • Abordajes tanto ventrales como dorsales. Este es un estudio multicéntrico realizado en dos Hospitales públicos, a ocho niños entre las edades de 18 meses a 12 años; se les realizó cirugía correctiva entre Marzo de 2002 a Febrero de 2004. Con un seguimiento de 6 meses. REV VEN UROL • 87 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 PENE SUMERGIDO Métodos Figura 2. Dirección de farcia profunda. Se realizó una incisión entre el escroto y el cuerpo peneano en forma de V, con base en raíz del escroto y cuyo vértice se encuentra en el extremo superior de rafe medio escrotal (Figura 1). Figura 1. Procedimiento quirúrgico. Pene sumergido. La disección de la fascia profunda permite al escroto asumir una posición más caudal (Figura 2). A cada lado del cuerpo peniano un plano de tejido alveolar se encuentra entre la fascia peniana de Buck y la fascia de Scarpa. La disección circunferencial a lo largo de la fascia de Buck libera al pene de sus anclajes profundos. Al continuar la disección más distal libera el saco prepucial del cuerpo peneano (Figura 3). El saco prepucial es abierto por su porción ventral y la piel prepucial interna redundante es extirpada dejando un margen de mucosa sobre el glande (Figura 4). El rectángulo de piel peniana es envuelta alrededor del pene y anastomosada al margen de mucosa. La incisión ventral en forma de diamante remanente cerrada en una línea vertical. La apariencia es la de un pene circuncidado (Figura 5). 88 • REV VEN UROL Discusión Esta técnica se parece muchísimo a la de Joseph después de una incisión ventral en la unión penoescrotal Joseph llevaba a cabo una disección extensa de la base del pene a lo largo del eje del pene. Lo cual es similar a este método, aunque no requiere una disección extensa de en la raíz del pene, porque una baja fusión del cuerpo probablemente no es responsable por el pene sumergido; tampoco se colocan suturas de anclaje. Como en este método Joseph extirpa la piel prepucial interna, sin comprometer la cobertura de piel. La presente técnica puede además ser comparada con la usada por Boemers y De Jong, la cual usa una disección ventral hacia la base del pene y escroto superior. En CARLOS J. DELGADO G. Y COL. Figura 3. Liberación del saco prepucial. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 contraste la disección escrotal en el presente método se extiende mucho mas lateralmente y no se colocan suturas de fijación del dartos a la base del pene. Mientras aquellos autores usan piel prepucial “desplegada” para lograr cobertura de piel, nosotros encontramos que la liberación de las adherencias resultaron en una buena longitud de piel peneana para el cierre, permitiendo la escisión de la piel prepucial interna anormal. A siete de los pacientes se le realizo la técnica original, solo a uno hubo que modificar la técnica porque ya se le había realizado circuncisión exagerada, en otro centro, lo cual produjo el sumergimiento del pene. Conclusiones Figura 4. Saco prepucial abierto. Al disecar todos los planos se libera el eje del pene de sus fijaciones más profundas, colocando al escroto en una posición más caudal. Cuando recubrimos el pene con la piel dorsal adquiere una apariencia normal Circuncisa, obtenemos una buena protrusion del pene, y una apariencia cosmética satisfactoria. Ninguno de los pacientes hasta los momentos ha mostrado signos de recurrencia de pene sumergido todos los pacientes mayorcitos mejoraron el aspecto psicológico. Referencias 1. Figura 5. Cierre de incisión Vertical. Sadler TW. Langman's Medical Embryology. 6th edn. Chapt 15. New York: William and Wilkins, 1990: 283±6. 2. Crawford BS. Buried penis. Br J Plast Surg 1977; 30: 96±9. 3. Wollin M, Duffy PG, Malone PS, Ransley PG. Buried penis. A novel approach Br J Urol 1990; 65: 97±100. 4. Bergeson PS, Hopkin RJ, Bailey RB Jr, McGillLC, Piatt JP. The inconspicuous penis. Pediatrics 1993; 92: 794±9. 5. Alter GJ, Horton CE, Horton CE Jr. Buried penis as a contraindication for circumcision. J Am Coll Surg 1994; 178: 487±90. 6. Joseph VT. A new approach to the surgical correction of buried penis. 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REV VEN UROL • 89 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 90-93 Reporte de caso clínico CISTECTOMÍA PARCIAL LAPAROSCÓPICA ASISTIDA CON CISTOSCOPIA POR ENDOMETRIOSIS DEL DETRUSOR Ernesto Parra Chacín *, Elias Mora Kumboz *, Simón Nieves **, José Minuta Troconis ***. * Médico Urólogo. Servicio Integral de Urología, Clínica Sanatrix, Caracas. ** Médico Urólogo. Residente Fellow de Urología Policlínica Metropolitana, Caracas. *** Médico Residente Post Grado Urología. Hospital “Dr. Miguel Pérez Carreño”, Caracas. La endometriosis es una patología ginecológica común, afecta del 5 al 15 % de las mujeres fértiles con una prevalencia mayor entre los 25 y 45 años (1-2) que de manera poco frecuente involucra la esfera urológica, entre un 1 a 2 % (1, 2, 3, 4) y que de los órganos urinarios involucrados, la vejiga constituye alrededor de un 85 a 90 % de los casos. Su diagnóstico se basa en lo característico de los síntomas y diversas evidencias paraclínicas que llevan a un diagnóstico presuntivo ya que no siempre se define un diagnóstico anatomopatológico si no hasta realizar pruebas terapéuticas o cirugía. El tratamiento puede ser de carácter médico como terapia anticonceptiva, progestágenos, andrógenos o analogos GnRh3 pero con índices de recaida importantes (1, 2, 5) lo que obliga a realizar tratamientos quirúrgicos que involucran el órgano afectado tales como cistectomías, ureterectomías, nefrectomías y resecciones transuretrales entre otras (2, 3, 4, 5, 6) . Los adelantos terapéuticos han permitido que muchos de estos procedimientos tradicionales realizados con cirugía abierta sean sustituidos por procedimientos de cirugía mínimamente invasiva, habiéndose reportado en la actualidad diversas experiencias con cistectomía parcial laparoscópica con resultados exitosos (7, 8, 9, 10). Caso Clínico Paciente femenina de 36 años de edad, quien acude a la consulta en Diciembre del 2003 por presentar síntomas urinarios irritativos bajos, intermitentes, caracterizados por poliaquiuria, disuria y tenesmo vesical con sensación de residuo post miccional, 2 años de evolución, asociado en ocasiones a infección urinaria baja y que mejora con tratamiento sintomático. Concomitantemente dolor hipogástrico. 90 • REV VEN UROL Antecedentes de cistitis bacteriana corroboradas por urocultivo en varias ocasiones, I gesta y I cesárea, el examen funcional no revela alteraciones y al examen físico no se evidencian alteraciones de importancia excepto dolor hipogástrico. El laboratorio muestra una hematología y química normal; el uroanálisis reporta una orina turbia, con leucocitos abundante sin hematíes. El ultrasonido renal visualiza una leve pieloectasia izquierda con una vejiga de pared engrosada en el techo vesical. Se decide realizar una videouretrocistoscopia con el hallazgo de múltiples lesiones bulosas, semitransparentes, con fondo rojizo y tamaño variable que se ubican a nivel del techo con pared lateral izquierda y que abarcan un área de aproximadamente 15 mm de diámetro, de lo cual se toma muestra para biopsia. Se solicita una Tomografía Axial Computarizada (TAC) de pelvis, donde se corrobora un engrosamiento circunscrito a nivel de la pared vesical izquierda con techo, que abarca el grosor total de la misma. El resultado de anatomía patológica reporta una cistitis crónica severa erosiva quística y glandular sin atipias, dado las características tomográficas de la lesión que abarca la totalidad del espesor de la pared vesical se plantea realizar una cistectomía parcial. La paciente es llevada a quirófano para realizársele una Cistectomía Parcial Laparoscópica asistida por Cistoscopia. Se practica anestesia general con monitoreo permanente incluyendo oximetro y capnografo. Se le coloca una sonda nasogástrica tipo Levine y se vacía estómago. ERNESTO CHACÍN PARRA Y COL. Se coloca a la paciente en posición de litotomía de forma de mantener acceso para la evaluación transuretral, se prepara equipo de videocistoscopia con luz de Xenon y se realiza cistoscopia exploradora corroborando la presencia y ubicación de la lesión. Se coloca sonda uretrovesical y se vacía la vejiga. Con el cirujano colocado al lado izquierdo del paciente, se procede a la colocación de trocar 10-12 mm en línea media infraumbilical previa insuflación con aguja de Veress hasta lograr una presión intraabdominal de 15 mm Hg y se realiza exploración laparoscópica con óptica de 10 mm, de la cavidad pélvica para proceder posteriormente a la colocación bajo visión directa de los trocares laterales complementarios, de 10 mm derecho y 5 mm izquierdo, a nivel de la unión de una linea imaginaria entre el ombligo y la espina ilíaca anterosuperior en su cruce con el borde externo del recto del abdomen. Se procede a colocar a la paciente en Trendelemburg, aproximadamente 20-30 grados. Se instilan 250 cc de solución fisiológica en vejiga a través de la sonda uretrovesical y se identifica área de aspecto fibrótico en la reflexión peritoneal sobre el domo vesical, hacia la pared vesical izquierda, cercana al útero y ligamento redondo. Se procede a retirar la sonda uretrovesical y se realiza nueva cistoscopia, en esta oportunidad identificando la lesión y verificando la ubicación de la misma con los hallazgos laparoscópicos. Se procede a seccionar el peritoneo a nivel del techo vesical con cauterio y así descubrir la cara extraperitoneal de la vejiga seguido de movilización y transiluminación con el cistoscopio del área de la lesión con apagado simultaneo de la luz del laparoscopio. Una vez identificada el área a resecar, se procede a la apertura de la pared vesical según los límites señalados por el cistoscopio, hasta alcanzar la luz vesical y observar el balón de la sonda de Foley. Se constata visualmente la lesión a nivel de la mucosa vesical y la extensión de la misma, se visualizan ambos meatos ureterales eyaculando y se continua la extensión de la sección de la pared vesical circunferencialmente con cauterio, seccionando las adherencias fibróticas del peritoneo, apoyándose en un cuarto trocar de 5 mm introducido a nivel suprapúbico. Una vez resecado el segmento de pared vesical se procede a practicar hemostasia de los bordes de la inci- Vol.50 Julio - Diciembre 2004 sión y se inicia la rafia de las paredes vesicales con sutura laparoscópica con Vicryl® 0 continua, un solo plano, con nudos intracorporeos. Se fabrica con un guante de látex una bolsa para retiro de la pieza, la cual se extrae por el orificio del trocar del laparoscopio, previa revisión de cavidad pélvica y se procede a retiro de los demás trócares luego de haber vaciado el total de gas introducido. Se mantiene in situ la sonda de Foley, el tiempo total de la cirugía fue de 1 hora 55 minutos, las perdidas hemáticas se calculan inferiores a 50 cc y el total de gas insuflado fue de 6 litros. La paciente evoluciona satisfactoriamente en su post operatorio inmediato y se egresa a las 38 horas de la cirugía. La biopsia definitiva reporta la presencia de una Endometriosis Quística del Detrusor, describiéndose múltiples glándulas quísticas revestidas por epitelio cilíndrico endometrioide y rodeadas de estroma endometrial en el músculo detrusor. Discusión La endometriosis se define como la presencia de glándulas endometriales y estroma fuera de la cavidad uterina (1-2) afecta entre el 5 y 15 % de las mujeres en edad fértil con una prevalencia entre los 25 y 45 años y un pico entre los 30 y 40 (1 ,2, 3). Su localización más frecuente es la pelvica, afectando el aparato genital femenino; en un 1 % se afecta el tracto urinario y en un 85 a 90 % de estos es la vejiga la involucrada. La primera descripción de endometriosis vesical fue reportada por Judd en 1921. Las teorías de su origen son múltiples, considerándose la teoría embrionaria (restos embrionarios plurivalentes), la teoría metaplásica (origen en el mesotelio celómico) y la teoría migratoria (menstruación retrógrada, siembra post cirugía o hematolinfática). De estas, es la teoría migratoria la mayormente aceptada, incluso en la endometriosis del detrusor (2-11). Se describen dos tipos de endometriosis del detrusor, a saber: la forma primaria, que se observa en mujeres sin cirugía ginecológica previa y la forma secundaria, en aquellas mujeres con cirugía pélvica previa, constituyéndose la cesárea como la más frecuente, presentándose en alrededor de un 50 % de los casos (2-11). REV VEN UROL • 91 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 CISTECTOMIA PARCIAL... Los síntomas más frecuentemente vistos son la urgencia miccional, frecuencia miccional, dolor suprapúbico, incontinencia de urgencia y dispareunia, que se tienden a observar mayormente los 5 días previos a la menstruación y durante la misma. La hematuria solo se observa entre un 0 y 30 % de las pacientes lo que se explica por el hecho de que no siempre la endometriosis del detrusor involucra la mucosa vesical (1, 2, 3). El examen físico usualmente no muestra hallazgos relacionados con la patología aunque en ocasiones se describe la presencia de masas en la pared vaginal anterior. Los estudios complementarios se reducen a la cistoscopia, la cual según algunos reportes puede dar el diagnóstico hasta en un 72 % de los casos y que usualmente muestra la presencia de tumores submucosos, bulosos o quísticos, con edema periférico y de aspecto azulado, que tienden a aumentar su tamaño y pigmentación con la menstruación y se ubican retrotrigonales o en el fondo vesical, usualmente únicas y de 1 centimetro de diámetro. Sin embargo estas imágenes pueden confundirse con tumores vasculares, papilomas, úlceras inflamatorias e incluso cáncer. La toma de biopsia de esta lesión pudiera darnos un diagnóstico certero previo a cualquier intervención quirúrgica. La resonancia magnética nuclear o la tomografía axial computarizada nos permiten no solo evaluar no la presencia de alteraciones intraluminales en el caso de lesiones excrecentes si no que nos muestra la alteración presente en el grosor del detrusor y su localización. El tratamiento puede ser médico o quirúrgico, recomendándose la terapia con anticonceptivos orales, progestágenos, danazol y más recientemente los análogos GnRH que buscan reducir la secreción de gonadotropinas e inhibir la secreción estrogénica. Sin embargo, a pesar de que con tratamientos conbinados se consiguen buenos resultados, la recidiva después de los 6 meses de tratamiento puede llegar hasta un 56 % (2-12). En el tratamiento quirúrgico implica la resección de la lesión, para ellos, existe la posibilidad en selectos casos, de realizar una resección transuretral de la placa endometrial, sin embargo, no se recomienda dado a que rara vez la endometriosis afecta solo la mucosa vesical por lo que la resección muscular debe ser amplia y profunda, presentandose el riesgo importante de una perforación vesical o en su defecto, dejando tejido infiltrado sin resecar (2, 3 ,4). 92 • REV VEN UROL El tratamiento definitivo para la endometriosis del detrusor indudablemente es la cirugía. Por supuesto, el tratamiento definitivo de la endometriosis en general queda en manos del ginecólogo mediante tratamientos hormonales o en otros casos mediante la histerectomía y oofororectomía bilateral. La cistectomía parcial con resección del endometrioma usualmente cumple con las expectativas de curación de estos pacientes, sin embargo, el desarrollo de la cirugía laparoscópica ha permitido que existan diversas series de cistectomías parciales laparoscópicas con resultados exitosos que han permitido sustituir en la mayor parte de los casos la cirugía abierta, con el beneficio propio de la cirugía mínimamente invasiva y la posibilidad de obtener un diagnóstico anatomopatológico mediante el estudio de la pieza quirúrgica. La adición de la cistoscopia a la cirugía laparoscopica vesical por endometriosis fue descrita inicialmente por Seracchioli y colaboradores en Noviembre del 2002 en un caso de endometriosis del detrusor sin afectación vesical, con el objeto de resecar solo el detrusor afectado, monitorizando simultáneamente por cistoscopia el mantenimiento de la indemnidad de la mucosa, la cual se conservaría y no sería resecada con la pieza (10). Dada la circunstancia de que la grasa perivesical y el peritoneo pueden esconder el sitio de la lesión, en nuestro caso nos valimos de la imagen cistoscópica para ubicar la lesión vía laparoscópica, mediante el efecto mecánico de empuje sobre la pared vesical y en segunda instancia mediante la transiluminación de la pared, lo que nos permitió disecar el área a explorar y posteriormente delimitar laparoscópicamente los límites de la lesión y así resecar el área de pared vesical estrictamente relacionada con el endometrioma, preservando buena cantidad de vejiga con fines de mantener la capacidad cercana a lo normal. Conclusiones A pesar de que la endometriosis vesical se observa en una baja frecuencia, sus síntomas y diagnósticos diferenciales hacen que estas pacientes deban ser atendidas y estudiadas de manera completa para lograr una solución a su problema. ERNESTO CHACÍN PARRA Y COL. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 La cistectomía parcial la laparoscópica constituye el principal procedimiento quirúrgico a ofrecer en estos pacientes. El uso del cistoscopio simultáneo a la laparoscopia permite aligerar el tiempo quirúrgico al permitir la ubicación más precisa y rápida de la lesión, especialmente en la endometriosis del detrusor sin afectación peritoneal y con afectación mucosa, a la vez que nos permite delimitar con mayor precisión el área a resecar y conservar la mayor cantidad de pared vesical posible. Además, la visualización de los meatos ureterales y la posibilidad de cateterización de los mismos puede ser una ayuda en algunos casos de lesiones cercanas al trígono o al trayecto intravesical de los uréteres. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Westney L, Amundsen C, McGuiere E. The bladder endometriosis: conservative management. J Urol, 2000. 163 (6) 1814-1817. Casasola J, Gutierrez Garcia S, Fernández F y col. Endometriosis vesical. Diagnóstico y tratamiento. 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REV VEN UROL • 93 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGIA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 94-95 Reporte de caso clínico DUPLICACIÓN PENEANA Carlos De La Fuente Grosch*, Carlos Delgado*, Pilar Blanco*, Nelson Guillén*, Alexis Aular*, Vilma Barragán*, Rafael Paredes*, Yelitza Balladares*. * Servicio de Urología y Patología. * Hospital Central de Maracay, I.V.S.S. La Ovallera, Universidad de Carabobo. Maracay, Venezuela. Introducción La duplicación peneana es considerada como una rara anormalidad congénita, debido a una falla o fusión incompleta del tubérculo genital, coexistiendo con una variedad adicional de defectos genitales y extragenitales en etapas tempranas del desarrollo fetal. La forma completa es la menos común, el cual posee cuerpos cavernosos y glandes separados y son totalmente independientes. Las uretras separadas hasta la vejiga pueden ser o no funcionales. Tiene una incidencia en Norteamérica de 1 por cada cinco millones de nacidos vivos y en conjunto han sido reportados 100 casos entre 1609 y el 2000, con una tasa de publicación cada dos años desde 1933. Los defectos orgánicos asociados ha sido predominantemente la hipospadias, epispadias, extrofia vesical, anormalidades ano rectales, disyunción sínfisis pubiana, criptorquídea, ausencia o duplicación uretral, vesical, y renal, ano imperforado, riñón en herradura, escroto bífido, etc. Una clasificación anatómica orientada fue propuesta por Schneider quién propuso tres grupos diferentes: (1) Glande Bífido, (2) Difalia bífida, y (3) Difalia completa o doble pene. Una cuarta variedad (pseudodifalia) fue agregada por Villanova y Raventos. Pagano introdujo un subgrupo que incluye un subgrupo que incluye casos de penes ectópicos accesorios. Abdel en 1972 reclasificó los casos reportados en dos grandes grupos: Verdadera difalia (completa o parcial) y Fallus bífido (completa y parcial glande bífido y cuerpo bífido). Independientemente del tipo de 94 • REV VEN UROL clasificación propuesta, es necesaria la presencia de cuerpos cavernosos y esponjosos en el órgano extra para considerar una verdadera difalia. Caso clínico Un escolar masculino fue referido a nuestro servicio a la edad de diez años. Según la madre, no tiene antecedentes familiares conocidos de alguna anormalidad congénita. Su madre (32 años), padre (33 años) y dos hermanos sin algún padecimiento de enfermedad aparente. La madre durante su embarazo (controlado desde el principio), refiere no haber tenido contacto con sustancias ambientales tóxicas o padecimiento de algún cuadro infeccioso. Al nacer, su patología estuvo asociado con ano imperforado realizándose su colostomía derivativa, posteriormente se realizó su anorectoplastia sagital posterior a los tres años de edad con controles posteriores irregulares para su dilatación rectal. Su restitución del transito intestinal fue a los cuatro años de edad con igual irregularidad para su control post-operatorio. Fue referido en varias oportunidades a un servicio de urología pediátrica. Al examen físico se evidenció una pseudoextrofia vesical con diastasis sínfisis pubiana corroborada con estudios imagenológicos, dos falos separados uno del otro, desarrollados con rotación parcial de ambos penes, ambas bolsas escrotales de buena implantación y sus testículos de buen desarrollo, aspecto y configuración normal (Figura 1). En los estudios radiológicos se evidenció en la cistografía miccional, doble trayecto uretral completo y ausencia de reflujo vesicorrenal (Figura 2) . La CARLOS DE LA FUENTE G. Y COL Figura 1. Duplicación peneana. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 maniobra de Credé demostrando disminución del calibre del chorro urinario del lado izquierdo. Meatos ureterales lateralizados en posición “C” y forma de herradura. El estudio Urodinámico no pudo ser realizado, ya que no contamos con el mismo en nuestro centro y la dificultad por parte de la madre (bajo nivel socio cultural) a no garantizar el reingreso a nuestro servicio para su pronta resolución. El estudio cromosómico reveló cariotipo XY y una cromatina sexual apropiada. Durante su procedimiento quirúrgico, se realizó falectomía izquierda con sección uretral a nivel membrana bulbar, y como modalidad una intususcepción de la uretra proximal hacia vejiga, insertándose en la mucosa del cuello vesical con catgut crómico. De ésta manera, se evita un defecto diverticular adquirido y posibles cuadros infecciosos urinarios posteriores. Urografía excretora sin evidencia de anomalía del tracto urinario superior. Se demostró micción espontánea de ambas uretras con predominio del derecho y erecciones de ambos penes el cual fue provocado con 10 mcg de Alprostadil. Fue demostrado, la presencia de urotelio y cuerpos cavernosos en cortes histológicos de la pieza extraída. Actualmente el niño presenta micción satisfactoria, sin residuo urinario y erecciones espontáneas. Referencias Figura 2. Cistografía miccional. Doble uretra. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. El estudio uretrocistoscópico evidenció uretras de buen calibre, llegando cada una a un cuello vesical común, llama la atención una oblicuidad pronunciada en la uretra posterior del pene izquierdo, realizándose 12. Wecker SS: Pene gemino quidam, Obs Med Admirab Moust Lib Y: De partibus Genitalibus, Francoforth, 1609. Hollowell JG: Embryologic considerations of diphallus and asso ciated anormalies, J Urol 117:728, 1977. Schneider P. 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Br J Urol, 79:43, 1997. REV VEN UROL • 95 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 96-99 Reporte de caso clínico DESINSERCIÓN URETERAL TRANSURETRAL CON APOYO DE TROCAR LAPAROSCÓPICO TRANSVESICAL. UNA ALTERNATIVA VIABLE PARA LA NEFROURETERECTOMÍA LAPAROSCÓPICA Ernesto Parra Chacín*, Juan Vicente León **, Franco Pedrotti*, Favio Silveri **, Fernando Zambrano*. * Médico Especialista Adjunto Departamento de Urología Hospital Militar “Dr. Carlos Arvelo”, Caracas. ** Médico Residente Post Grado Urología Hospital Militar “Dr. Carlos Arvelo”, Caracas. Resumen La nefroureterectomía es un procedimiento indicado en ciertos casos de tumores uroteliales del tracto urinario superior. Tradicionalmente, el mismo implica la realización de una incisión abdominal anterior muy amplia o un abordaje lumbar en conjunto con una segunda incisión abdominal baja para la realización de la desinserción ureteral y el manguito o collarete vesical. El advenimiento de la cirugía laparoscópica ha propiciado la aparición de nuevas técnicas para dicho fin, describiéndose desde la nefrectomía laparoscópica acompañada de la desinserción por método abierto tradicional hasta nuevas técnicas vía transuretral con apoyo de resectoscopio, catéteres ureterales, globos de oclusión, agujas transvesicales, etc. Presentamos una novedosa técnica de desinserción ureteral realizada vía transuretral mediante la liberación con cuchilla de Collins del meato ureteral y túnel submucoso, apoyándose con la inserción de un trocar de laparoscopia de 5mm transvesical que permite la manipulación del uréter en proceso de liberación facilitando así la disección del mismo hasta alcanzar la grasa perivesical y que a la vez puede ser utilizado para realizar cualquier método de ligadura del mismo, logrando la oclusión completa para el momento de aplicar la técnica del “tirón” durante la nefroureterectomía laparoscópica. Palabras clave: Nefroureterectomia laparoscopica, manguito vesical. Abstract Nephroureterectomy is the treatment of choice in upper urinary tract urothelial cancers. Either and abdominal incision or a lumbotomy are usually necessary for this procedure with another incision in the lower abdomen for the management of the distal ureter and the bladder cuff. With the laparoscopic techniques there have been described differents approaches, including from the initial laparoscopic nephrectomy with an open excision of the distal ureter and bladder cuff to the most recent transurethral techniques with resection of the ureteral orifice, ureteral catheters or ureteral balloons. We report a novel technique for the management of the distal ureter with bladder cuff with a transurethral approach using a Collins knife to cut circumferentially the ureteral orifice and through the full thickness bladder wall, assisted with a suprapubic transvesical 5 mm laparoscopic port which help grasping the bladder cuff while the excision is made with the Collins knife through the perivesical fat and to occlude the ureter with an endoloop or a clip before the ureteral traction is made during the laparoscopic nephroureterectomy. Key words: Laparoscopic nephroureterectomy, bladder cuff. 96 • REV VEN UROL ERNESTO CHACÍN PARRA Y COL. Introducción La nefroureterectomía es un procedimiento indicado en ciertos casos de tumores uroteliales del tracto urinario superior. Tradicionalmente, el mismo implica la realización de una incisión abdominal anterior muy amplia o un abordaje lumbar en conjunto con una segunda incisión abdominal baja para la realización de la desinserción ureteral y el manguito o collarete vesical 1. El advenimiento de la cirugía laparoscópica ha propiciado la aparición de nuevas técnicas para dicho fin, describiéndose desde la nefrectomía laparoscópica acompañada de la desinserción por método abierto tradicional hasta nuevas técnicas vía transuretral con apoyo de resectoscopio, catéteres ureterales, globos de oclusión, agujas transvesicales, etc (2, 3, 4, 5). Presentamos una técnica de desinserción ureteral realizada vía transuretral mediante la liberación con cuchilla de Collins del meato ureteral y túnel submucoso, apoyándose con la inserción de un trocar de laparoscopia de 5 mm transvesical que permite la manipulación del uréter en proceso de liberación facilitando así la disección del mismo hasta alcanzar la grasa perivesical y que a la vez puede ser utilizado para realizar cualquier método de ligadura del mismo, logrando la oclusión completa para el momento de aplicar la técnica del “tirón” durante la nefroureterectomía laparoscópica. Esta técnica presenta tanto ventajas no solo para el procedimiento extraperitoneal o retroperitoneoscopia si no que tambien permite mantener los principios oncológicos de la cirugía abierta con escasos riesgos de complicaciones y sin prolongar en demasía el tiempo quirúrgico. Caso Clínico (Técnica) Se evaluó un paciente con diagnóstico de carcinoma de celulas transcicionales del tracto urinario superior (pélvis renal) luego de hallazgos sospechosos en un estudio urotomográfico, incluyendo cistoscopia diagnóstica para evaluar el resto de la vejiga en relación a la ausencia de otras lesiones y la capacidad vesical. En quirófano, bajo anestesia general, se coloca al paciente en posición de litotomía y de Trendelemburg (20 a 30 grados) y se realiza con resectoscopio 27 Fr de flujo contínuo y óptica de 30 grados nueva cistoscopia exploradora, en esta oportunidad con el apoyo de Glicina al 1,5 % para la irrigación. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Con el uso de la cuchilla de Collins, se procede a “mapear” el área alrededor del meato ureteral involucrado, marcando un círculo u óvalo, calculando alrededor de 1 cm de radio, de forma tal de delimitar la cercanía del meato ureteral contralateral y evitar la lesión del mismo. Con la misma cuchilla de Collins, se comienza a profundizar el corte inicialmente sobre la mucosa y seguidamente sobre la capa muscular más superficial hasta lograr formar un pequeño cabo con el meato y su porción transmural más distal. Con la vejiga totalmente plenificada se procede a insertar un trocar laparoscópico de 5 mm a nivel suprapúbico, aproximadamente a uno o dos traveses de dedo del pubis con la linea media, siempre bajo visión directa a través del resectoscopio. Este trocar debe colocarse de manera cuidadosa, en un solo intento y se puede fijar a la piel con sutura de seda o en su defecto, si se dispone, usar un trocar con sistema de balón de fijación de forma tal de prevenir fuga de líquido al espacio prevesical. Se introduce un grasper a través del trocar transvesical y se toma el cabo de uréter liberado inicialmente con el resectoscopio y se tracciona de forma tal de facilitar la continuación con la cuchilla de Collins de la pared vesical periureteral hasta permitir la liberación de un segmento mayor de un (1) centímetro aproximadamente del mismo. Se introduce la punta de la cuchilla de Collins en el meato ureteral, se tracciona el uréter discretamente y con la misma cuchilla de Collins se presiona contra el trígono de forma de visualizar la porción ya liberada, manteniéndolo en esta posición mientras se retira el grasper y se introduce un clip laparoscopico de 5 mm a través del trocar suprapúbico y se procede a clipear la porción distal del uréter, se cauteriza el interior del meato ureteral antes de retirar la cuchilla de Collins. Se introduce nuevamente el grasper y se procede a traccionar el uréter en sentido anteromedial lo que permite elevar la porción afectada del trígono y se continúa el corte con la cuchilla de Collins a través de la pared vesical, cuidando de mantener un trayecto tangencial con el uréter intramural y evitando así la perforación o sección del mismo y la lesión de otras estructuras extravesicales, hasta observar la grasa perivesical y confirmar que el uréter puede ser movilizado hacia dentro de la vejiga e incluso intususceptado parcialmente dentro de la grasa perivesical seccionada, esto en un trayecto aproximado de unos 3 cm. REV VEN UROL • 97 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 DESINSERCIÓN VESICAL TRASURETRAL... Se procede a cauterizar la mucosa vesical periférica al meato incidido y del tejido subyacente con fines hemostáticos y evitar dejar células neoplásicas sembradas. Se vacía la vejiga, se retiran trocar y resectoscopio consecutivamente y se introduce una sonda de Foley transuretral calibre 22 o 24 Fr. Una vez concluido el procedimiento se procede a colocar al paciente en la posición indicada para la nefroureterectomía. Resultados El tiempo del procedimiento fue de 90 minutos aproximadamente, no se consideraron pérdidas hemáticas significativas, la orina se mantuvo clara permanentemente y no se evidenció pérdida de orina a través del orificio suprapúbico. La colocación de un dren en retroperitoneo posterior a la nefroureterectomía permite que cualquier filtración posible por el orificio del uréter resecado se exteriorize inmediatamente. Discusión La desinserción del uréter es una parte vital de la nefroureterectomía por enfermedad urotelial neoplásica del tracto urinario superior y en este caso, no es solo el desinsertar el ureter lo que importa si no la necesidad de resecar un manguito vesical perimeatal en conjunto con la pieza. La cirugía abierta permite realizar este procedimiento a través de la misma incisión de la nefrectomía o en una incisión secundaria más baja 1. La cirugía laparoscópica en cambio nos ha mostrado hasta la fecha varias alternativas para realizar esta parte del procedimiento que pueden combinar la cirugía abierta, la laparoscópica y la endoscópica (2-5). Una posibilidad es realizar la desinserción por cirugía abierta, una vez completada la nefrectomía laparoscópica por cualquier vía, mediante un abordaje abdominal bajo que permite la desinserción según la técnica tradicional abierta por un abordaje de Gibson, Pfanestil o medio infraumbilical y permite extraer la pieza quirúrgica por la misma incisión (1-3). La segunda posibilidad descrita es la técnica laparoscópica realizada vía transperitoneal que implica la liberación del pedículo vesical superior y el engrapado a nivel de la inserción del uréter, dejando un mango vesical cerrado y simultáneamente la vejiga cerrada, con el deta- 98 • REV VEN UROL lle de que las grapas de titanio en la vejiga podrían migrar y servir de matriz para la formación de cálculos (2-3). Una tercera alternativa consiste en la resección del transuretral del meato y de el segmento intramural del uréter en su totalidad hasta llegar a la grasa perivesical. En este caso, quedaría el uréter seccionado abierto al momento de su liberación laparoscópica, permitiendo la posibilidad de siembra en retroperitoneo (ya reportado), implicaría una probable disección más laboriosa ya que se debe llegar hasta la vejiga propiamente y no sería solo su tracción en sentido cefálico. Además de que no permite la extracción de la pieza en bloque (2- 3). La alternativa desarrollada en la Cleveland Clinic, implica la liberación del uréter con cuchilla de Collins, con la colocación de 2 trocares de 2 mm cada uno vía transvesical para la colocación de una pinza tipo grasper, útil como apoyo para la disección, y un endoloop para realizar la ligadura y oclusión del uréter (4- 5). La técnica aquí descrita es similar a la usada en la Cleveland Clinic, con la diferencia de que se utiliza un solo trocar de 5 mm transvesical a través del cual se coloca el clip metálico oclusivo y el grasper de apoyo para la tracción del uréter en proceso de liberación con tensión suficiente dado el calibre del instrumento, y este mismo grasper dado la característica de la punta del instrumento permite ayudar con la disección roma del uréter intramural y asi disminuir el daño potencial que produciría el electrocauterio al alcanzar las estructuras más externas de la vejiga y sus órganos vecinos. Las ventajas que se le pudieran atribuir son diversas: 1. Permite la resección de un manguito vesical adecuado que involucre todas las capas de la vejiga con el uréter intramural incluido. 2. Permite la movilización, disección y liberación ureteral con total integridad bajo visión directa. 3. Permite la evaluación contínua del trígono y meato ureteral contralateral. 4. La liberación de un trayecto importante del uréter facilita su posterior extracción laparoscópica. 5. La oclusión del mismo antes de su liberación de la vejiga así como la fulguración del meato evita la fuga de orina hacia el retroperitoneo con posibilidad de siembra tumoral. 6. Permite la posibilidad de colocación de una sonda ERNESTO CHACÍN PARRA Y COL. de cistostomía a través del trocar suprapúbico, lo que garantiza un drenaje adecuado de la vejiga y podría disminuir el escape de orina hacia el retroperitoneo en el post operatorio ya que la vejiga no se sutura. Las desventajas de este y de otros procedimientos son básicamente: 1. La posibilidad de fuga del clip de titanio utilizado para ocluir el uréter al momento de su tracción por la laparoscopia, a pesar de que para ese momento ya el uréter debe estar ligado u ocluido para preparar la extracción de la pieza. 2. La posibilidad de escape de líquido de irrigación al retroperitoneo durante la disección del uréter. 3. La posibilidad de escape de orina al retroperitoneo en el post operatorio, lo que justificaría el uso de un resectoscopio de flujo continuo y la colocación de un dren en retroperitoneo antes del retiro de los trocares. 4. La posibilidad de escape de orina al espacio prevesical si el trocar se retira accidentalmente, es mal colocado o si se trabaja con mucha presión en la vejiga. 5. La necesidad de un cateterismo vesical por un período de 2 semanas mientras cicatriza el orificio dejado en el trígono. 6. Se agrega a la nefroureterectomía un procedimiento extra que dependiendo de la habilidad del cirujano puede prolongar en mayor o menor grado el tiempo del procedimiento. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Conclusiones La desinserción ureteral transuretral con apoyo de un trocar de laparoscopia transvesical para la nefroureterectomía por carcinoma urotelial del tracto urinario superior es un procedimiento simple, sencillo, que permite cumplir con los principios oncológicos básicos de realizar una extracción de la pieza en bloque sin producir la siembra tumoral, de fácil realización, corto en tiempo, seguro y que puede ser extrapolado incluso a la cirugía abierta si se quiere limitar el número de incisiones o la magnitud de las mismas. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Messing E, Catalona W. Urothelial tumor of the renal pelvis and ureter, en Walsh P, Retik A, Vaughan E & Wein A Jr: Campbell’s Urology, Seventh edition, Vol 3, WB. Saunders Company, 1998; pp 2383-91. Shalhav A, Portis A, Mc Doubal E et al. Nefroureterectomia laparoscopica. Clin Urol Nor Am, Vol 27. Mc Graw HillInteramericana, 2000; pp 807-819. Steinberg J, Matin S. Laparoscopic radical nephroureterectomy: dilemma of the distal ureter. Cur Opin Urol. Mar 2004, 14 (2): 615. Gill I, Sung G, Hobart M, Savage S et al. Laparoscopic radical nephroureterectomy for upper tract trasitional cell carcinoma: the Cleveland Clinic Experience. J Urol, 164 (5) Nov 2000: 1513-22. Gill I, Soble J, Miller S, Sung G. A novel technicue for management of the en bloc bladder cuff and distal ureter during laparoscópica nephroureterectomy. J Urol, 161 (2), Feb 1999: 430-34. REV VEN UROL • 99 REVISTA VENEZOLANA DE UROLOGÍA Revista Venezolana de Urología Vol.50 No.2 (2004) 100-102 Reporte de caso clínico MANIPULACIÓN URETRAL: UNA PARAFILIA INUSUAL Nelson Argenis Medero Parrilla*, Nelson Arturo Medero Álvarez** Rubén Hernández Serrano*** * Cirujano- Urólogo. Policlínica Metropolitana. Profesor Cátedra de Urología. Hospital Universitario de Caracas. UCV. ** Medico Residente. Policlínica Metropolitana. *** Medico Psiquiatra y Sexólogo. Unidad de Terapia y Educación Sexual. Santa Paula.Caracas/ IML, Psiquiatria Forense UCV. Resumen Nosotros reportamos un caso de auto- introducción de cuerpo extraño en uretra con motivos eróticos y buscando mejor control eyaculatorio, en un paciente con trastornos psiquiatricos y consumo frecuente de drogas. El diagnóstico, tratamiento endoscópico y sus complicaciones desde el punto de vista urológico son descritos, dentro de un enfoque multidisciplinario. Palabras clave: Parafilias. Uretro-parafilia. Cuerpos extraños intrauretral Abstract The case of a middle-aged man who inserted a foreign body into his urethra is described. The self-inserted foreign body was removed by endoscopic means. A Forensic Psychiatric evaluation is recommended for all patients, with appropriate medical therapy when indicated. Late manifestation has included urethral structure disease, and a close followup, albeit difficult in these patients, is desirable. Key words: Paraphilia. Intraurethral foreign bodies. Introducción Las Parafilias son trastornos psiquiatricos que incluyen fantasías o excitaciones recurrentes intensas de carácter sexual, así como urgencias sexuales que incluyen conductas o comportamientos que por lo general involucran la utilización y manipulación de objetos extraños sobre si mismo, sus parejas, otras personas o niños sin su consentimiento (APA DSM-IV,1994). La descripción de casos se ha hecho cada vez mas variada y extensa. Numerosos casos de cuerpos extraños intrauretrales de gran variedad e inusuales han sido reportados en la 100 • REV VEN UROL literatura médica. Tales cuerpos extraños son introducidos por estimulación sexual y durante estados de intoxicación y confusión mental. Psicopatología concomitante esta frecuentemente presente, lo cual obliga a una evaluación integral psicológica, psiquiátrica sexológica, con atención a otros actos tales como intento suicida, mutilación, psicosis o abuso de sustancias prohibidas, con el objeto de reducir el riesgo de recurrencia. Desde el punto de vista clínico urológico entre los síntomas reportados frecuentemente se encuentran: polaquiuria, disuria, hematuria, secreción uretral purulenta, dificultad para la micción o retención completa de orina, así como tumoración genital. NELSON ARGENIS MEDERO PARRILLA Y COL. Dependiendo del tipo de cuerpo entraño, tamaño, forma y localización, diversos métodos de extracción han sido descritos, incluyendo meatotomía, cistoscopia uretrotomía externa o endoscópica, cistostomía suprapúbica, cateterismo con fogarty e inyección de solventes. Vol.50 Julio - Diciembre 2004 Figura 1. Cuerpo extraño uretral. El método más recomendable de remoción del cuerpo extraño depende del tamaño y movilidad del objeto localizado. Cuando es posible técnicas minimamente invasivas y endoscópicas preferentemente deben ser utilizadas. Las más frecuentes complicaciones son uretritis, estrechez uretral, desgarro uretral, absceso periuretral, fístula uretral, uretrorragia y divertículo uretral. Nosotros reportamos un caso de un paciente con trastornos de personalidad y uso de sustancias prohibidas, el cual se introdujo un cuerpo extraño intrauretral durante estado de excitación sexual (masturbación). Un abordaje urológico endoscópico y enfoque multidisciplinario es descrito. Materiales y Métodos Un hombre de 58 años de edad con trastornos psiquiátricos y antecedentes de consumo frecuente de drogas (Cocaina), fue atendido de emergencia por presentar secreción uretral purulenta y fétida asociada a disuria y dificultad para la micción, de 7 días de evolución. Refiere la aparición de tales síntomas, posterior a introducción de collar de nácar intrauretral, motivado durante excitación erótica y sexual. Para un mejor control eyaculatorio. Pinza de cuerpo extraño y cesta de nitinol para cálculos fueron utilizada por vía endoscópica para lograr una efectiva y segura remoción en este paciente (Figura 2, Figura 3). Uso concomitante de antibióticos de amplio espectro en el pre y post-operatorio fue requerido según sensibilidad del cultivo reportado. Evaluación psiquiatrica fue recomendada. Estrechez uretral como complicación post-operatoria ameritó dilatación uretral periódica con evolución satisfactoria. Figura 2. Cuerpo extraño uretral. Extracción. Al examen físico se encontró tumefacción lateral izquierda en la base del pene de consistencia blanda que al exprimir se acompañaba de salida de secreción purulenta por el meato uretral. Radiografía simple del pene reveló la presencia de cuerpo extraño en forma de collar sobre la silueta peneana en su porción ventral y próximal. Resultados Bajo anestesia peridural se procedió mediante abordaje endoscópico a través de la uretra, la extracción de totalidad del cuerpo extraño tipo collar de nácar localizado en un seudo-divertículo abscedado en la uretra bulbar (Figura 1). REV VEN UROL • 101 Vol.50 Julio - Diciembre 2004 MANIPULACIÓN URETRAL... Figura 3. Cuerpo extraño uretral extraído. La descripción de estos casos es cada vez más frecuente al romperse los viejos mitos que tradicionalmente impedían el abordaje científico de la temática sexológica. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Conclusión 6. Una parafilia inusual caracterizada por la presencia de cuerpos extraños producto de manipulación uretral corresponde a una entidad nosológica. Dicha patología debe ser diagnosticada en pacientes considerados de alto riesgo por sus antecedentes psicológicos asociados con síntomas y signos del tracto urinario bajo y representa un desafío que a menudo requiere pronta intervención multidisciplinaria. 7. 102 • REV VEN UROL 8. 9. AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION. DSM IV. ( 1994 ) Washington DC. USA. Love B.; Enciclopedia de las practicas sexuales inusuales. Instituto de Estudios Avanzados de Sexualidad Humana. San Francisco. USA. ( 1993). Hernández R. Parafilias ; Una Clasificación Fenomenológica, Memorias Congreso Internacional Perversiones Sexuales, Roma. Italia, Instituto de Sexología Clínica. (2000) Mezzich JE, Hernández R, WPA / SHEP Programa Educativo Salud Sexual. (2004) Hernández R., Parra A. Violencia. Ediciones de la UCV. Caracas. ( 1998 ). Mitchell WM; Self-insertion of urethral foreign bodies.Psychiatr Q. 1968 Jul;42(3):479-86. Rahman NU, Elliott SP, McAninch JW; Self-inflicted male urethral foreign body insertion: endoscopic management and complications. BJU Int. 2004 Nov;94(7):1051-3 Phillips JL; Fogarty catheter extraction of unusual urethral foreign bodies. J Urol. 1997 Jan;157(1):2 Quin G, McCarthy G; Self insertion of urethral foreign bodies. J Accid Emerg Med. 2000 May;17(3):231.