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2 ISSN 0718 - 3127 REVISTA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE FUNDADA EN EL AÑO 2006 Profesor Dr. Luis Tisné Brousse (1909-1995) Director Hospital Santiago Oriente “Dr. Luis Tisné Brousse” Dr. Julio Montt Vidal Sub Director Médico Dr. Carlos Gómez Ewert Jefe de Servicio Obstetricia y Ginecología Director de Revista Dr. Patricio Gayán Barba Editor Jefe Dr. Jorge Varas Cortés Comité Editorial Dr. Dr. Dr. Dr. Ricardo Benítez Molina Italo Campodónico Garibaldi Manuel Sedano Lorca Jorge Tisné Torreblanca Revista de distribución gratuita a los profesionales médicos de obstetricia y ginecología. Toda correspondencia debe ser envia da a l Editor Jefe, Dr. Jorge Va ra s C., a la s siguientes direcciones: Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospita l Sa ntia go Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Avenida La s Torres 5150, Peña lolén, Sa ntia go. Teléfono 4725293. E ma il: drjorgeva ra s@gma il.com ©Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospita l Sa ntia go Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. 3 4 INDICE VOL 1 Nº 1 ABRIL 2006 EDITORIAL Dr. Jorge Varas C. 7 NOTAS HISTÓRICAS Profesor Dr. Luis Tisné Brousse (1909 - 1995) Dr. Patricio Gayán B. 9 Dr. Jorge Varas C. Dr. Ramón Almuna V. Sra. Wilma Schmied P. 12 Centro de Referencia Perinatal Oriente (CERPO): Experiencia de tres años Dr. Juan G. Rodríguez A. Dr. Cristian Herrera G. Dra. Gabriela Enríquez G. Dr. Osvaldo Koller C. Dr. Hugo Salvo F. Dr. Patricio Gayán B. Dra. Catalina Soto S. 17 Implicancia de diferentes modalidades de THR oral en los componentes del síndrome metabólico en las mujeres en climaterio del Servicio de Salud Metropolitano Oriente (Santiago, Chile) Dr. Dr. Dr. Dr. 23 Las Espátulas de Thierry Dr. José Lattus O. Dr. Axel Paredes V. Dr. Jean P. Frez B. 30 Histerectomía obstétrica de emergencia. Experiencia en el Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Dra. Bárbara Aguilera R. Dra. Karen Sepúlveda S. Dr. José Lattus O. Int. Valeria Pantoja C. Int. Felipe Moscoso J. Int. Cristian Guichard T. Int. Ana Fritis L. 39 Resultado de cirugía de ampliación de bordes en cáncer de mama. Dra. Alejandra Catalán B. Dr. Jean P. Frez B. Dra. Paola Ruiz D. Dra. Paula Escobar O. Dra. Fancy Gaete V. 45 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Eclampsia en el siglo XXI Sócrates Aedo M. Arnaldo Porcile J. Domingo Laiz R. Fernando Urzúa V. 5 ARTÍCULOS ESPECIALES Cirugía oncoplástica de la mama Dra. Paula Escobar O. 50 Derechos de las adolescentes: Salud sexual y reproductiva Dr. Jorge Varas C. 57 ÉTICA MÉDICA Relación médico-paciente: Algo está cambiando Dr. Jorge Varas C. 60 ARTÍCULOS DE REVISIÓN Evaluación sonográfica del cuello uterino en la predicción del parto prematuro. Primera parte. Dr. Enrique Bardi O. 64 Corticoides prenatales: Beneficios y riesgos asociados a su uso indiscriminado. Dra. Ximena Alegría P. 69 Corticoides en Síndrome HELLP anteparto Dr. Cristian Herrera G. 72 INSTRUCCIONES A LOS AUTORES 6 77 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 7-8 EDITORIAL Revista de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse D esde la Creación, cada hombre y cada grupo humano, ha buscado construir su propia identidad y ha escrito su propia historia. Para ello ha elegido diversas formas de expresiones culturales a través del lenguaje, la música, la pintura y tantas otras manifestaciones artísticas que le permiten reconocerse a sí mismo y a los demás. Nuestro Servicio de Obstetricia y Ginecología, tiene también su propia historia y su propia identidad. Un día, a comienzos del siglo XX, fue creado y desde entonces cada uno de sus integrantes le fue dando forma, sentido y características propias, hasta llegar a ser lo que es hoy: un grupo humano con liderazgo, reconocido por cada uno de sus integrantes y por la sociedad en general1-3. Año tras año, se incorporan a él nuevas generaciones de gíneco-obstetras en calidad de becados en la especialidad. Además, alumnos e internos de la carrera de Medicina de la Universidad de Chile reciben docencia permanente. Todos ellos deben saber y conocer que este Servicio no sería lo que actualmente es, si no fuera porque detrás de todos y cada uno de nosotros, vivieron esta especialidad con cariño, vocación y superando dificultades, muchos médicos que hoy nos acompañan o bien sólo están en nuestros recuerdos. El Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse, es heredero de una gran tradición, en el cual su quehacer principal y fundamental, ha sido la salud de la mujer y su hijo(a) y donde además, valores y principios éticos, han sido traspasados de generación en generación. Conscientes del rol preponderante de la mujer en la familia y en nuestra sociedad, creemos necesario dar a conocer el trabajo y experiencia clínica desarrollados en nuestro Servicio, el que necesariamente debe trascender y proyectarse hacia el resto del país y de Latinoamérica, mediante una Revista de carácter científico destacando el hecho que la información presentada se genera en una institución de salud pública. Nuestra Revista se basa en los siguientes principios: I. Honrar la memoria del Profesor Dr. Luis Tisné Brousse4-6. II. Honrar la memoria de todos los especialistas que, a través del tiempo, trabajaron en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Salvador y de quienes heredamos su espíritu asistencial y docente. III. Constituir un factor más de unión interpersonal y de motivación de las nuevas generaciones de especialistas. IV. Proyectar al Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, en el tiempo. Se han propuesto los siguientes objetivos: I. Dar a conocer el trabajo clínico de los especialistas del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, a través de «Artículos de Investigación», «Artículos de Revisión», «Artículos Especiales», «Casos Clínicos» y otros. II. Difundir nuestros logros en el ámbito nacional y latinoamericano. 7 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 7-8 III. Posibilitar a los especialistas a reforzar conocimientos, a los médicos generales aclarar dudas y a las matronas servir de reforzamiento continuo de los conocimientos adquiridos. Todo esto en beneficio de la salud de la mujer, quien se constituye en el eje alrededor del cual gira nuestro constante interés en servir y ayudar. Agradezco a quienes han contribuido a hacer realidad esta iniciativa: Dr. Patricio Gayán B., Jefe de Servicio Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse, Sra. Wilma Schmied P., Matrona Jefe, Laboratorios Saval y sus ejecutivos, autores y coautores de los trabajos científicos publicados y a quienes abrirán las páginas de esta Revista. Dr. Jor ge Var as Cor tés Editor Jefe REFERENCIAS 1. MAYORGA L. Historia de la Obstetricia en Chile. Rev Chil Obstet Ginecol 1976; 41: 1-13. 2. CRUZ H. Historia de la Ginecología en Chile. Rev Chil Obstet Ginecol 1976; 41: 14-24. 3. IGLESIAS J. Historia de la Maternidad del Hospital del Salvador. Rev Chil Obstet Ginecol 1983; 48: 276-85. 8 4. RUBIO R. Profesor Luis Tisné Brousse. Maestro de la Obstetricia y Ginecología Chilena. Rev Chil Obstet Ginecol 1983; 48: 286-92. 5. CAMPODÓNICO I. Dr. Luis Tisné Brousse, Profesor Emérito. Rev Chil Obstet Ginecol 1993; 58: 83-90. 6. GAYÁN P. Profesor Dr. Luis Tisné Brousse 1909-1995. Rev Chil Obstet Ginecol 1995; 60: 315-7. REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 9-11 NOTAS HISTÓRICAS Profesor Dr. Luis Tisné Brousse (1909-1995) Patr icio Gayán Bar ba Jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. M uchos de los gíneco-obstetras que actualmente desempeñamos nuestras funciones profesionales en este hospital, tenemos el orgullo de decir que fuimos formados por el Profesor Tisné. Para mí es un gran honor y motivo de íntimo regocijo el intentar escribir una apretada remembranza de quien fuera nuestro Maestro. Con motivo de la inauguración de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, creemos que es de suma importancia que, los que fuimos sus discípulos, recordemos las múltiples facetas de nuestro forjador tanto en lo profesional como en lo humano y, al mismo tiempo, las divulguemos entre las generaciones más jóvenes que no tuvieron la suerte de conocerlo personalmente pero que, estoy seguro, han oído hablar con reverencia de su personalidad y del rol que cumplió en beneficio de la Obstetricia y Ginecología nacional y latinoamericana y, muy especialmente, de las usuarias de los consultorios y del servicio de obstetricia y ginecología del sector oriente de la ciudad. El Dr. Luis Tisné Brousse nació en Santiago el 15 de abril de 1909, hijo de padres franceses avecindados en este país. Su educación primaria y secundaria la recibió en el Colegio de los Padres Franceses e ingresó a la carrera de medicina en la Universidad de Chile haciendo su internado de Obstetricia en el Hospital del Salvador, primer contacto con el que sería el Servicio donde desarrollaría toda su carrera profesional en la especialidad. Su tesis de título fue sobre el tema «Bacteriofagoterapia de las infecciones estafilocócicas», en 1933, época pre antibiótica. Los primeros dos años de su carrera los dedicó a trabajos en el laboratorio del Seguro Obrero y a una ayudantía en la Cátedra de Bacteriología de la Facultad de Odontología. Pero, su deseo de hacer clínica lo llevó a ingresar en esa misma época a la Asistencia Pública, en la cual trabajó por trece años llegando a ser Jefe de Turno en la Posta N°2 por cuatro años. Esta rica experiencia le dio las bases médico quirúrgicas necesarias para el desempeño posterior en nuestra especialidad. Sin embargo, en 1935 inclinó su vocación hacia la gíneco-obstetricia y le solicitó al Profesor Víctor Manuel Avilés, Jefe del Servicio del Hospital del Salvador, su ingreso como médico a d honorem, a la maternidad. De ahí en adelante nunca abandonaría el Servicio, desarrollando una exitosa carrera tanto en lo asistencial como en lo docente llegando a ser Profesor Titular y Jefe de Servicio en 1959, ambos cargos ganados por concurso y luego de la jubilación del Profesor Dr. Avilés a quien el Profesor Tisné consideraba como su Maestro. Estos cargos los ejerció hasta su jubilación voluntaria en 1981, es decir, durante 22 años. Personalidad multifacética y emprendedora lo llevó a participar en diversas actividades relacionadas a la profesión, y es así como fue Socio Fundador de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología en 1935, de la cual llegaría a ser su Presidente en 1958, ginecólogo del Consultorio N° 1 del Seguro Obrero, ayudante y posteriormente Jefe de Turno de la Asistencia Pública, gíneco-obstetra de la Compañía Chilena de Electricidad, durante 14 años se desempeñó como asesor gíneco-obstétrico de la Superintendencia de Seguridad Social en representación del Colegio Médico de Chile, años en los cuales recorrió todo el país viendo en terreno las fortalezas y debilidades de la atención médica nacional. Eran innumerables las anécdotas que él contaba de esta experiencia al encontrarse con ex alumnos en los lugares más recónditos del país. 9 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 9-11 Sin duda, estas enriquecedoras vivencias fueron la base de lo que serían las grandes obras del Dr. Tisné reconocidas tanto nacional como internacionalmente. Prueba de ello es que ya en 1964 es nombrado relator principal del tema «Protección Materno Neonatal en los países en desarrollo» en el 4° Congreso Mundial de la Especialidad, celebrado en Buenos Aires, República Argentina. De igual manera, su producción científica fue de excelencia, presentó más de cien trabajos de investigación en calidad de autor, siendo el primero de ellos en 1938 titulado «Consideraciones sobre la septicemia puerperal por bacilo perfringens» tema en el cual se transformaría en experto con el correr de los años con publicaciones que aún son citadas en la literatura mundial. Sus estudios fisiopatológicos en relación a la función tiroidea durante el embarazo normal y molar, en conjunto con la Unidad de Endocrinología del Hospital del Salvador, también constituyeron estudios pioneros en la especialidad que aún tienen plena vigencia y que figuran como referencias bibliográficas aun en textos de medicina interna. Desde que le correspondió ejercer la Jefatura de Servicio, comenzó a desarrollar sus ideas en relación a la atención integral de las pacientes obstétricas. Es así como, conciente de que muchos de los resultados adversos ocurrían por razones de distancia entre la medicina y los beneficiarios, creó 11 consultorios periféricos en el sector oriente de Santiago en donde instaló matronas y luego médicos del Servicio, los cuales nos turnábamos para entregar una asistencia gíneco-obstétrica descentralizada. Con este solo hecho logró disminuir considerablemente las tasas de morbimortalidad materna y perinatal durante su gestión. Uno de estos consultorios fue el de Peñalolén, comuna en la cual se encuentra ubicado el Hospital que hoy día lleva su nombre y que no hace otra cosa que reconocer la encomiable labor del Profesor Tisné. El siempre contaba que el único lugar que encontró para instalar una matrona y una técnico paramédico, fue una casa de muros de piedra en los primeros faldeos cordilleranos en donde funcionaba una cantina. No tuvo reparos en hacerlo de esta manera, el que, con posterioridad, se transformaría en el consultorio de la comuna al integrarse otras especialidades médicas. Este consultorio funcionó por varias décadas en el mismo lugar y consistía en una serie de pequeñas habitaciones comunicadas entre sí con puertas muy bajas que obligaban a inclinar la cabeza para pasar de una habitación a otra. De esta manera, el Dr. Tisné fue recorriendo el sector y creando lugares de atención obstétrica con 10 el expreso fin de incrementar el control prenatal y, de ese modo, disminuir los riesgos de madres y recién nacidos. Gran defensor de la actividad profesional de las matronas, convencido de que estas profesionales eran y son un soporte fundamental de la atención del binomio madre-hijo, fundó con la anuencia del Servicio Nacional de Salud, la Escuela de Obstetricia en la Maternidad del Hospital del Salvador, cuya primera promoción de graduadas fue en 1969 y en la cual se formaron varias generaciones de matronas bajo su dirección. Los médicos y las matronas del Servicio participábamos con mucho entusiasmo en la docencia teórico-práctica de la Escuela, estimulados por el espíritu positivo del Profesor. Su gran obra de extensión de la atención médica y de matronas hacia la periferia del sector oriente de la capital y el ordenamiento en la asistencia por él organizado y dirigido, llegó a conocimiento de instituciones privadas y gubernamentales de Estados Unidos quienes le solicitaron y apoyaron la fundación de un Centro Docente de Planificación Familiar Integral, el que inició sus funciones en 1975, manteniéndose en actividad hasta la jubilación del Dr. Tisné en 1981. En cursos teórico-prácticos de uno a tres meses de duración, 333 profesionales universitarios, médicos, matronas y enfermeras universitarias de los distintos países de Sudamérica y América Central, fueron formados en el Centro, conociendo la experiencia chilena de organización de la atención gíneco-obstétrica, que no era otra cosa que las ideas del Dr. Tisné llevadas a la práctica en el sector oriente. Coincidente con la idea de descentralización de la atención obstétrica, siempre soñó con una maternidad separada del hospital base y que se transformara en un Instituto de la Mujer. En esos años él la ideaba en la comuna de Ñuñoa, e incluso llegó a tener los planos arquitectónicos y el financiamiento gubernamental para su proyecto. Sin embargo, cambios políticos imprevistos echaron por tierra esta idea con gran desazón del Dr. Tisné. Con el correr de los años, en gran medida esta idea se materializó con la fundación del hospital en que nos encontramos actualmente en la Comuna de Peñalolén, fundamentalmente gíneco-obstétrico y que con justicia lleva su nombre. Es larga la lista de reconocimientos que le fueron entregados y que reflejan su dilatado y meritorio quehacer profesional: Premio Winthrop de la Sociedad Médica de Chile, Premio Lucas Sierra, Secretario General y luego Presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, en varias ocasiones premios de la misma Sociedad por sus trabajos de PROFESOR DR. LUIS TISNÉ BROUSSE (1909-1995) investigación, Maestro de la Obstetricia y Ginecología Chilena en 1984, Maestro de la Gíneco-Obstetricia Latinoamericana el mismo año, Condecoración Orden de la Cruz del Sur, en el Grado de Gran Cruz en 1989 en reconocimiento del Gobierno de Chile a su labor, Miembro Honorario de la Academia de Medicina de Chile, Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en 1993, y Maestro de la Gíneco-Obstetricia Mundial, galardón entregado durante el Congreso Mundial de la especialidad en Montreal, Canadá, en 1994, un año antes de su fallecimiento. Hasta aquí una apretada síntesis de su trayectoria profesional. Pero no puedo cerrar este relato sin dedicar unos momentos a narrar algunos aspectos de la personalidad de nuestro Maestro, en lo referente a sus condiciones humanas y familiares. Mientras se desempeñaba como obstetra de la Compañía Chilena de Electricidad, conoció a la Srta. Corina Torreblanca Droguet, Asistente Social con quien intercambiaban opiniones sobre los casos sociales que le tocaba atender. Contrajeron matrimonio en 1944 y desde ese momento, su esposa se transformó en una compañera infatigable y consejera de primer nivel para el desarrollo de todos los proyectos que él tenía en mente. Fruto de este matrimonio nacieron Luis y Jorge, este último gíneco-obstetra que desempeña sus funciones en este hospital y que ha seguido la senda trazada por su padre. La Sra. Corita era de carácter muy alegre y su felicidad de vivir se la transmitía al Profesor, permitiéndole sanos momentos de relajo luego de las agotadoras jornadas diarias. Gran polemista y de extraordinaria rapidez mental, siempre encontraba los argumentos precisos para defender su posición; entremezclaba con gran habilidad lo serio con lo jocoso, lo que hacía muy difícil ser su oponente en cualquier intercambio de ideas. Me correspondió ser su Ayudante Ejecutivo del Programa Maternal que él dirigía y debíamos ir regularmente a reuniones con los otros Jefes de Servicio y representantes del Ministerio a las oficinas, de lo que se denominaba la V Zona de Salud, ubicadas en un antiguo edificio al inicio de la calle Independencia. En esas reuniones, el Profesor trataba de imponer sus ideas con erudición y con conocimiento cabal de todo lo que pasaba en la obstetricia nacional, lo que hacía imposible oponerse a sus argumentos. Como no recordar las visitas del Dr. Tisné a su Servicio a mediodía, cuando, según él, había más tiempo para conversar una vez terminada la labor asistencial de rutina. Recorría las salas y saludaba a los funcionarios, interiorizándose de la problemática familiar de cada uno de ellos y de su situación personal, tomándolas en consideración para cuando tenía que asumir su labor administrativa. Esta preocupación por sus subordinados la viví personalmente cuando me correspondió viajar al extranjero, con fines de capacitación profesional en 1980. Durante todo ese tiempo el Profesor Tisné llamaba regularmente a mi hogar preocupado del bienestar de mi familia, ofreciendo su ayuda ante cualquier caso de necesidad. Acciones como ésta se agradecen desde lo más profundo y no se olvidan jamás. Los fines de semana visitaba la Maternidad a cualquier hora y preguntaba acerca de la marcha de la Residencia, compartiendo gratos momentos con los médicos de turno, dando las indicaciones que estimaba pertinentes muchas veces con lenguaje subliminal que era necesario interpretar para sacar las conclusiones. Gran impulsador del desarrollo profesional de los médicos de generaciones más jóvenes. El siempre decía que el rol protagónico debía tenerlo la gente en la edad media de la vida. Por esta razón se preocupaba personalmente que quienes trabajábamos en su Servicio pensáramos en trabajos de investigación e ingresáramos como socios a la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología. Tenía una sutil manera de presionar para lograr dicho fin en la medida que en cada encuentro, en la sala o en los pasillos, nos recordaba que aún estaba esperando una respuesta o un informe preliminar del trabajo de ingreso o de la tarea encomendada en relación a investigación clínica. Creo que con justa razón todos estos aspectos de la productiva vida del Profesor Tisné, en tantas y diferentes facetas, fueron considerados por las autoridades del Servicio de Salud Metropolitano Oriente para ponerle su nombre a este Hospital. Nada más acorde a los méritos de una persona que vivió para la obstetricia nacional y que marcó un camino señero en la atención del binomio madrehijo legando sabias enseñanzas para las generaciones futuras, con una nutrida producción científica, formando especialistas con sentido social de la profesión, dando un ejemplo de cómo se debe manejar un Servicio, aportando el aspecto humano al desarrollo de la especialidad y, en resumen, iluminando el horizonte de la obstetricia con la claridad propia que solo le corresponde a los verdaderos Maestros. 11 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 12-16 TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Eclampsia en el siglo XXI Jorge Varas C, Ramón Almuna V, Wilma Schmied Pa. RESUMEN Entre el 20 de a gosto del a ño 2002, fecha en que inicia sus a ctivida des a sistencia les el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospita l Sa ntia go Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, y el 31 de diciembre de 2005, fueron a tendida s 20 pa cientes con dia gnóstico de ecla mpsia . Se estudia su incidencia , a spectos bio-socia les, ca ra cterística s de los episodios convulsivos, resolución del emba ra zo, complica ciones ma terna s y neona ta les y se presenta n sus resulta dos. Desta ca la importa ncia de conta r con conceptos a ctua liza dos de esta pa tología , a sí como ta mbién disponer de a poyo multidisciplina rio: gíneco-obstetra s, ma trona s, a nestesiólogos, Unida d de Tra ta miento Intensivo Adulto, Unida d de Cuida do Intensivo Neona ta l, a fin de obtener mejores resulta dos, en el ma nejo de esta gra ve pa tología del emba ra zo. SUMMARY The Service of Obstetrics a nd Gynecology of the Sa ntia go Oriente Hospita l, Dr. Luis Tisné Brousse, initia ted its a ctivities on August 20, 2002. Since tha t da te a nd December 31, 2005, twenty pa tients with a dia gnosis of Ecla mpsia were trea ted. The following a spects were a na lyzed: frequency, bio-socia l a spects, cha ra cteristics of convulsive episodes, pregna ncy outcome, ma terna l a nd neona ta l complica tions. Conclusions: It is of significa nt va lue to ha ve upda ted knowledge of the pa thology a nd to count on a multi-professiona l tea m: OB/GYN, midwives, a nesthesiologists, a dult a nd infa nt ICU, a ll with the purpose of obta ining better results in the ca re of pregna ncy. Key words: Ecla mpsia , Incidence, Outcome. INTRODUCCIÓN S e define eclampsia, como el cuadro clínico caracterizado por convulsión generalizada, no causada por epilepsia u otra enfermedad convulsiva, que se presenta durante el embarazo, parto o puerperio, asociada a síntomas y signos clínicos de preeclampsia1. El curso clínico se caracteriza por aumento de peso progresivo, seguido de hipertensión y proteinuria y culmina con la instalación de convulsiones generalizadas o coma. Existen una serie de síntomas y signos de alerta, previos a las convulsiones. Ellos Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. a Matrona Jefe Correspondencia : drjorgevaras@gmail.com 12 son: cefalea severa y persistente, visión borrosa, fotofobia, irritabilidad, cambios mentales transitorios, dolor en epigastrio o hipocondrio derecho, náuseas y vómitos. Las convulsiones eclámpticas pueden presentarse en el hogar de la paciente, cuando es trasladada a un centro asistencial, mientras se realiza la evaluación de preeclampsia antes de la hospitalización o durante ella1. En su fisiopatología, fenómenos de vasocontricción generalizada y agregación plaquetaria, conducen a inadecuada perfusión tisular e isquemia. Se ha propuesto que la isquemia cerebral, ocasiona la crisis eclámptica2. Es una complicación grave del embarazo, que provoca morbilidad y en ocasiones la muerte de la madre y su hijo1,2. ECLAMPSIA EN EL SIGLO XXI PACIENTES Y MÉTODO Estudio de tipo descriptivo, retrospectivo. Entre el 20 de agosto del año 2002 y el 31 de diciembre de 2005, fueron atendidas en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, 20 pacientes con diagnóstico de eclampsia. Se estudian en ellas: I. Aspectos bio-sociales: edad, paridad, previsión, estado civil, domicilio. II. Convulsiones: edad gestacional en la que se presenta, su relación con el parto (anteparto, intraparto, postparto), número de crisis, lugar de ocurrencia. Anticonvulsivante empleado. III. Vía de resolución del embarazo, tipo de anestesia utilizada. IV. Complicaciones maternas. Días de hospitalización en Unidad de Tratamiento Intensivo. V. Peso, Apgar de los recién nacidos, días de hospitalización en Unidad de Cuidado Intensivo. El lugar de ocurrencia de la eclampsia fue: En 8 casos (40%) durante la hospitalización, 6 casos en el domicilio de las pacientes, 5 en el domicilio y a su ingreso al Servicio y 1 caso en el domicilio y en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU). Tabla 1. Edad de las pacientes Años Menor 20 21-30 31-40 Mayor 41 n % 10 6 3 1 50 30 15 5 Tabla 2. Paridad RESULTADOS En el período en estudio, se atendieron 20 pacientes con diagnóstico de eclampsia y un total de 22.572 partos, lo que genera una incidencia de 9 por 10.000. I. La eda d de la s pa cientes fluctuó entre 15 y 41 a ños, siendo 50% menor de 20 a ños (Ta bla 1). Paridad: once primíparas (55%), 3 multíparas de uno, 3 multíparas de dos, una multípara de tres y dos multíparas de cuatro (Tabla 2). Previsión: Beneficiarias tramo A (atención gratuita) del Fondo Nacional de Salud: 16 pacientes (80%); tramo D (paga el 20% de la atención) 3 pacientes; Isapre: 1 embarazada (trasladada desde clínica privada). Estado civil: solteras 11 (55%), casadas 5, conviven 4. Comuna de residencia: Peñalolén 13 pacientes (65%), Macul 2, Barnechea 1, Providencia 1, La Florida 1, Temuco 1 (derivada para estudio fetal), Los Andes 1 (transitoriamente en la comuna de Peñalolén). II. La eda d gesta ciona l a l momento de ocurrir la ecla mpsia fue: 36 a 38 sema na s: 10 pa cientes (50%); 33 a 35 sema na s: 2 ca sos; 30 a 32 sema na s: 6; 28 a 29 sema na s: 2 (Ta bla 3). En 17 pacientes (85%), la eclampsia se presenta antes del parto y en 3 casos en el postparto, dentro de las primeras 8 horas del puerperio. Número de episodios: una crisis convulsiva: 11 pacientes (55%); dos crisis: 7; tres crisis: 1; cuatro crisis: 1 (Tabla 4). Paridad Primípara Multípara 1 Multípara 2 Multípara 3 Multípara 4 n % 11 3 3 1 2 55 15 15 5 10 Tabla 3. Edad gestacional Semanas 36-38 33-35 30-32 28-29 n % 10 2 6 2 50 10 30 10 Tabla 4. Episodios convulsivos Nº crisis 1 2 3 4 n % 11 7 1 1 55 35 5 5 13 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 12-16 Se utilizó como anticonvulsivante, sulfato de magnesio en dosis inicial de 5 g endovenoso lento, seguido de fleboclisis en dosis de 1 a 2 g/hora, en todas las pacientes. En una puérpera de cesárea, la crisis convulsiva se presentó a pesar del uso del fármaco antes descrito. Se registró un mortinato. Su madre de 25 años de edad, multípara de 4, presentó cuatro episodios convulsivos en su domicilio, constatándose a su ingreso, el diagnóstico de óbito fetal. No hubo mortineonatos. III. La vía de resolución del emba ra zo fue media nte opera ción cesá rea en 18 ca sos (90%). Dos pa cientes tuvieron pa rto norma l (ecla mpsia postpa rto). La anestesia empleada fue raquídea en 11 casos (55%), general en 6 y epidural en 3 pacientes. DISCUSIÓN IV. Toda s la s pa cientes presenta ron proteinuria y cifra s de presión a rteria l eleva da s, 11 de ella s (55%) cifra s dia stólica s ma yor o igua l a 110 mmHg. La complicación más frecuente fue el síndrome HELLP, en 10 casos (50%), asociado a insuficiencia renal aguda en 3 casos y a desprendimiento prematuro de placenta normo inserta (DPPNI) en 2 casos. Tres pacientes presentaron metrorragia severa, en el postparto inmediato, requiriendo múltiples transfusiones sanguíneas. En una de ellas se realizó histerectomía subtotal debido a útero de Couvelaire. Once pacientes (55%), debieron permanecer en Unidad de Tratamiento Intensivo, entre 2 y 15 días (promedio 4,5 días). Una paciente permanece con hemiparesia braquio crural izquierda severa, como secuela. No hubo muertes maternas. V. Recién na cidos: 9 de ellos (45%), pesa ron menos de 2.000 g (Ta bla 5). En 10 casos (50%) se hizo el diagnóstico de pequeño para edad gestacional. El test de Apgar a los 5 minutos fue mayor o igual a 7, en 19 casos. Doce recién nacidos debieron permanecer en Unidad de Cuidado Intensivo, entre 6 y 86 días (promedio 35 días). La eclampsia constituye una urgencia obstétrica y continúa siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y perinatal en el mundo. Su incidencia ha sido estudiada por diversos autores (Tabla 6)2-6. En nuestro Servicio, es de 9/10.000 partos, lo que nos obliga a estar atentos a la aparición de nuevos casos. Fa ctores de riesgo. La edad materna, es el factor de riesgo más fuertemente asociado. Las embarazadas adolescentes, tienen mayor riesgo de desarrollar eclampsia que las mayores de 20 años. Las pacientes multíparas son también significativamente más susceptibles4,5. En nuestro estudio, el 50% de las pacientes eran menores de 20 años. Tabla 5. Recién nacido Peso (gramos) n % 1.000-1.500 1.501-2.000 2.001-2.500 2.501-3.000 3.001-3.500 7 2 3 4 4 35 10 15 20 20 Tabla 6. Eclampsia: incidencia Autor País Rugarn O. Chen C. Saftlas A. Douglas K. Perucca E. Suecia Singapur Estados Unidos Reino Unido Chile 14 Período Incidencia 1973-1979 1994-1999 1979-1986 1992 1985-1993 7,3/10.000 6,7/10.000 5,6/10.000 4,9/10.000 10,0/10.000 ECLAMPSIA EN EL SIGLO XXI Clínica . El cuadro convulsivo, es precedido por preeclampsia, trastorno multisistémico, de etiología desconocida, que ocurre durante el embarazo. Las embarazadas presentan hipertensión y proteinuria asociada con trastornos de la coagulación, alteración de la función hepática, falla renal, isquemia cerebral7. El ataque eclámptico puede presentarse en cualquier momento y se caracteriza por convulsiones clónicas y tónicas, durante las cuales ocurre pérdida de conciencia seguido por un estado de coma. Puede presentarse antes del parto, durante el trabajo de parto o en el puerperio, hasta 48 horas8. La eclampsia que ocurre antes del parto, en embarazos de pretérmino, se asocia con mayor porcentaje de complicaciones maternas y mayor mortalidad neonatal. Ambos factores, prematuridad y ocurrencia anteparto, son particularmente peligrosos para la madre y el feto9. Entre las complicaciones maternas, se mencionan: paro cardíaco, distress respiratorio del adulto, síndrome HELLP, coagulación intravascular diseminada, embolia pulmonar, falla renal, a bruptio pla centa e, secuelas neurológicas1,9. Ma nejo. Deben adoptarse las siguientes medidas de urgencia: vía aérea permeable, vía venosa permeable, sonda Foley vesical, estudio de laboratorio: función renal, hepática, recuento de plaquetas, ultrasonografía obstétrica y hepática5,9. Los Servicios de Obstetricia y Ginecología, deben contar con protocolos respecto a prevención y tratamiento de las convulsiones, control de la hipertensión, resolución del embarazo5,9. I. Prevención y tra ta miento de la s convulsiones. El sulfato de magnesio, ha emergido como el anticonvulsivante de elección en eclampsia. Debe considerarse su uso en embarazadas con preeclampsia severa o en riesgo de eclampsia. La dosis recomendada es 4 a 5 g endovenoso lento, seguido de 1 g/h7. Es importante conocer los niveles plasmáticos de magnesio a fin de evitar la intoxicación, siempre que se disponga de ellos con rapidez y los resultados sean confiables. Clínicamente, la pérdida del reflejo rotuliano ocurre con concentraciones plasmáticas de magnesio de 8-10 mEq/l; la depresión respiratoria con concentración mayor de 11 mEq/l y el paro respiratorio con valores sobre los 13 mEq/l10. La dosis de mantención debe ser reducida en mujeres con falla renal severa11. No existe evidencia consistente de efecto inhibitorio sobre la contractilidad miometrial10. Sulfato de magnesio, ha sido comparado con diazepam, fenitoína y con la asociación clorpromazina-prometazina-petidina, en estudios randomizados, demostrando ventajas en el tratamiento de la crisis eclámptica, como terapia de mantención y en evitar la recurrencia de convulsiones7. II. Tra ta miento de la hipertensión a rteria l severa . Un objetivo importante en el cuidado de la embarazada con hipertensión arterial severa, con o sin proteinuria, es reducir la presión sanguínea, a fin de evitar la encefalopatía hipertensiva y la hemorragia cerebral. Hasta que se disponga de mejor evidencia, la elección dependerá de la experiencia clínica con una droga en particular7. En nuestro Servicio utilizamos labetalol 10 mg endovenoso. Si la presión arterial no disminuye al nivel deseable en 10 minutos, se administran 20 mg, pudiendo aumentarse a 40 mg en los 10 y 20 minutos siguientes, no excediendo la dosis total de 220 mg8. III. Resolución del emba ra zo. Debe decidirla el gíneco-obstetra, comunicando oportunamente esta decisión a especialistas en neonatología, anestesiología y cuidados intensivos. La vía del parto dependerá de las condiciones obstétricas y de la evaluación de Unidad FetoPlacentaria, al momento de decidir1,2,10. Debe informarse oportunamente a la familia, la gravedad del cuadro clínico. Los avances en cuidados intensivos obstétricos y neonatales, han permitido una mejoría significativa en los resultados materno y perinatal de estos embarazos. Las pacientes con eclampsia deben ser atendidas en centros con experiencia en el manejo de las complicaciones maternas y cuidado intensivo de los recién nacidos de pretérmino1. 15 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 12-16 REFERENCIAS 1. SIBAI B. Maternal-perinatal outcome in eclampsia. Am J Obstet Gynecol 1990; 163: 1049-55. 2. RUGARN O, MOEN S, BERG G. Eclampsia at a tertiary hospital 1973-99. Acta Obstet Gynecol Sca nd 2004; 83: 240-5. 3. CHEN C, KWEK K, TAN K, YEO G. Our experience with Eclampsia in Singapore. Singa pore Med J 2003; 44: 088-093. 4. SAFTLAS A, OLSON D, FRANKS A, ATRASH H, POKRAS R. Epidemiology of preeclampsia and eclampsia in the United States. Am J Obstet Gynecol 1990; 163: 460-5. 5. DOUGLAS K, REDMAN C. Eclampsia in the United Kingdom. BMJ 1994; 309: 1395-400. 6. PERUCCA E, CAZENAVE H, FERNÁNDEZ A, B ARRERA C. Eclampsia: Experiencia de 8 años. Rev Chil Obstet Ginecol 1994; 59: 79-86. 7. DULEY L. Pre-eclampsia and the hypertensive disorders of pregnancy. Br Med Bull 2003; 67: 161-76. 8. Williams Obstetrics 21th edition 2001. McGraw-Hill Companies INC. 9. THOMPSON S, NEAL S, CLARK V. Clinical risk management in obstetrics: eclampsia drills. BMJ 2004; 328: 269-71. 10. PRITCHARD J, CUNNINGHAM G, PRITCHARD S. The Parkland Memorial Hospital protocol for treatment of Eclampsia: Evaluation of 245 cases. Am J Obstet Gynecol 1984; 148: 951-63. 11. REPORT OF THE NATIONAL HIGH B LOOD PRESSURE EDUCATION PROGRAM. Working Group on High Blood Pressure in Pregnancy. Am J Obstet Gynecol 2000; 183: S1-S22. Agra decimientos A la Sra. Marjorie Berríos Segovia, de Centro Saval de Cooperación Científica, Sede Hospital Dr. Luis Tisné Brousse, por su apoyo constante en la búsqueda de información científica. 16 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 17-22 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Centro de Referencia Perinatal Oriente (CERPO): Experiencia de 3 Años Juan Guillermo Rodríguez A1, Cristian Herrera G1, Gabriela Enríquez G2, Osvaldo Koller C3, Hugo Salvo F4, Patricio Gayán B1, Catalina Soto S5. RESUMEN Chile ha logra do una reducción importa nte en los índices de sa lud perina ta l, con un a umento de la importa ncia rela tiva de la s ma lforma ciones congénita s en la morta lida d perina ta l e infa ntil. Pa ra ma ntener esa tendencia es necesa rio desa rrolla r estra tegia s, pa ra reducir la morta lida d a socia da a ma lforma ciones congénita s. En respuesta a esta nueva situa ción, se creó el Centro d e Referencia Perina ta l Oriente (CERPO), constituid o por un equipo multidisciplina rio de profesiona les, en funciona miento desde a bril del a ño 2003. El objetivo principa l es el tra ba jo coordina do pa ra mejora r la ca lida d de a tención y los resulta dos perina ta les dependientes de ma lforma ciones congénita s del á rea oriente y regiones. Pa ra logra r esos objetivos se esta blece un modelo de a tención integra l, multidisciplina rio, orienta do a sa tisfa cer sus necesida des. Se describe en deta lle el modelo de a tención CERPO y la s a ctivida des rea liza da s desde su crea ción. Palabr as claves: Ma lforma ciones congénita s, centro de referencia , morta lida d perina ta l. SUMMARY Chile ha s a chieved a n importa nt improvement in the indices of perina ta l hea lth, which ha s increa sed the impa ct of congenita l ma lforma tions in perina ta l a nd infa nt morta lity. In order to ma inta in this reduction it is necessa ry to develop stra tegies to improve the morta lity a ssocia ted to congenita l ma lforma tions. In a nswer to this new situa tion, it wa s crea ted the «Centro de Referencia Perina ta l Oriente» (CERPO). A multidisciplina ry tea m of professiona ls. Our objective is to work coordina ted in order to improve the qua lity of a ttention a nd perina ta l results of pregna nt women of Ea stern Sa ntia go a nd regions, whose fetuses present a congenita l ma lforma tion tha t will require of neona ta l a ttention in high complexity pedia trics centers. In order to a chieve the objectives, a model of integra l, multidisciplina ry a ttention wa s settled, with the purpose of sa tisfy their necessities. It is described in deta il the model of a ttention «CERPO» a nd the a ctivities ma de during these yea rs of work. Key words: Feta l a bnorma lities, referra l center, perina ta l morta lity. Centro de Referencia Perinatal Oriente (CERPO), Servicio de Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. 2Centro Cardiovascular, Hospital Luis Calvo Mackenna. 3Servicio de Pediatría, Instituto de Neurocirugía e Investigaciones Cerebrales Alfonso Asenjo. 4 Servicio de Neonatología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. 5Centro de Referencia de Salud Cordillera Oriente. Correspondencia : jrodrigueza@terra.cl 1 17 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 17-22 INTRODUCCIÓN E n los últimos años, Chile ha logrado una importante mejoría en los índices de salud maternoperinatal, disminuyendo significativamente la mortalidad materna, infantil y perinatal. Simultáneamente, se observó una disminución de los nacimientos y de la tasa de natalidad1-3, acercándose a las observadas en países desarrollados de la región4,5. Algunas publicaciones muestran un aumento de la prevalencia de ciertas malformaciones congénitas en algunas maternidades chilenas, sin embargo, no queda claro si este aparente aumento se debe a un mejor diagnóstico prenatal o a un aumento real. Asimismo, las cardiopatías siguen siendo las malformaciones congénitas más frecuentes6. Chile ha alcanzado un nivel de salud perinatal, desde el cual, cada vez es más difícil mantener la tendencia observada en los últimos años. Para lograr esto es necesario reducir la mortalidad perinatal e infantil asociada a malformaciones congénitas y prematurez extrema, objetivos complejos y de alto costo económico. En este contexto se observa que las malformaciones congénitas han incrementado su importancia relativa en la mortalidad perinatal e infantil, como en la génesis de niños discapacitados y en los altos costos asociados al tratamiento6,7,10,11. De esta manera, en el año 2004, en el Servicio de Neonatología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse (HLT), el 41,1% de las muertes neonatales correspondieron a malformaciones congénitas, el 53,4% a prematurez, el 1,4% a asfixia perinatal y el 2,7% a otras causas específicas8. Las malformaciones congénitas más frecuentes en todas las series son las de origen cardíaco. Es así como las cardiopatías congénitas representaron el 38% de las todas las malformaciones congénitas referidas al Centro de Referencia Perinatal Oriente (CERPO) en su primer año de funcionamiento9. La mayor cobertura de los programas maternales y de la ultrasonografía ha significado una mayor capacidad diagnóstica de las malformaciones fetales. Asimismo, la mejoría del nivel cultural de las beneficiarias, la mayor información por el mejor acceso a las comunicaciones, se traduce necesariamente en mayores exigencias. Estas pacientes demandan una atención personalizada y una mejor calidad de atención, especialmente en el diagnóstico, tratamiento y pronóstico más preciso de sus problemas, las que por su complejidad deben ser atendidas en centros terciarios. En Chile, la mayoría de estos centros están concentrados en Santiago. Debido a nuestra geografía, con frecuencia los recién nacidos malformados, especialmente los con cardiopatías congénitas que requieren cirugía, deben viajar grandes distancias, con altos costos económicos para el sistema público de salud. Debido a que el aborto es ilegal en todas sus formas, 18 los recién nacidos malformados reciben atención neonatal, independiente de la naturaleza o de su gravedad, la que debe ser oportuna y adecuada para reducir las tasas de mortalidad. La reducción de la mortalidad perinatal en fetos malformados es un desafío para los perinatólogos del país, problema menor en los países donde se practica el aborto eugenésico. Consistente con la alta incidencia de cardiopatías congénitas y con la progresiva mejoría en su capacidad diagnóstica prenatal, una de las primeras patologías en ser integradas al régimen de garantías explícitas en salud fueron las cardiopatías congénitas. De esta manera el Hospital Luis Calvo Mackenna (HLCM) y el HLT fueron designados como centros de referencia nacional de cardiopatías congénitas con diagnóstico o sospecha prenatal, con la consiguiente asignación de 17 servicios de salud, lo que representa más de 50% de todas las cardiopatías congénitas del país. El CERPO recibe pacientes del Servicio de Salud Metropolitano Oriente (SSMO) en las que se sospecha o se ha confirmado una cardiopatía congénita, pacientes con otras indicaciones de ecocardiografía fetal, sospecha o confirmación de otras malformaciones congénitas o alteraciones cromosómicas, translucencia retronucal alterada, polihidroamnios marcado y exposición a teratógenos. Asimismo se reciben pacientes de otros servicios de salud del país en las que se sospecha o se ha confirmado una cardiopatía congénita, de acuerdo a la distribución geográfica determinada por el Ministerio de Salud. El objetivo de esta comunicación, es presentar a la comunidad hospitalaria la experiencia del CERPO en los primeros 3 años de funcionamiento. MATERIAL Y MÉTODOS Crea ción CERPO. El HLCM y el Instituto de Neurocirugía e Investigaciones Cerebrales Alfonso Asenjo (INAA), pertenecientes al SSMO, son centros de referencia nacional, capacitados para manejar la mayoría de las patologías de estos recién nacidos. El Centro Cardiovascular del HLCM es el principal centro de referencia nacional de cardiopatías congénitas. Asimismo, el complejo CRS Cordillera Oriente y el HLT, inaugurado en agosto de 2002, cuenta con el servicio de neonatología más moderno y mejor implementado del país. En este contexto y en repuesta a los nuevos desafíos de la perinatología en Chile, el 1º de abril de 2003 se creó el CERPO, el que se implementó con los recursos existentes y constituido por un equipo multidisciplinario de perinatólogos, cardiólogo-pediatras, neonatólogos, cirujanos infantiles, neurocirujanos, cardiocirujanos, trabajadores sociales, psicólogos y genetistas, pertenecientes a los centros antes mencionados. CENTRO Funciona miento del CERPO. La referencia se realiza de la forma más expedita posible, siendo el lapso entre la solicitud de referencia y la atención menor a 10 días. El traslado de las pacientes a Santiago y regreso a su ciudad de origen es de responsabilidad del Servicio de Salud correspondiente. Una vez referida, entre las 22 y 26 semanas, la paciente recibe una atención multidisciplinaria, que incluye, según corresponda, una evaluación general, ecografía de tercer nivel, ecocardiografía fetal, doppler fetal, cariograma fetal, procedimientos terapéuticos fetales, como también apoyo psicológico y consejo genético perinatal. Además se proporciona acomodación en el Hogar de Acogida a aquellas pacientes de regiones que deban permanecer en Santiago en el período periparto y que no tengan otra posibilidad de estadía. De acuerdo a la naturaleza de la patología o condiciones asociadas el plan de manejo es: – devolución de la paciente a su equipo o médico tratante, – reevaluación posterior en el CERPO, – resolución del parto en una maternidad de mayor complejidad del área de salud correspondiente, – hospitalización en la Unidad de Medicina Perinatal y resolución del parto en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del HLT. Si se sugiere resolución del parto en el HLT, se coordina el control en el Policlínico de Alto Riesgo del CRS Cordillera Oriente. Aquellas pacientes en las que por la condición y complejidad de su patología surgen dilemas éticos relevantes en el manejo de las mismas, se presentan al Comité de Ética del centro correspondiente. La comunicación con los equipos de salud referentes es fundamental para el buen funcionamiento del CERPO, por lo cual cada vez que la paciente es evaluada, se informa al equipo tratante, mediante correo electrónico, el resultado de la evaluación y la sugerencia de manejo. De igual manera, la base de datos CERPO contiene la información del resultado perinatal de las pacientes referidas, la que está disponible a todos los equipos de salud referentes. La comunicación al interior del equipo se realiza mediante la «Actualización CERPO», que se envía semanalmente por correo electrónico a todos los miembros del equipo y médicos tratantes. Asimismo se publica en las Unidades de Medicina Perinatal, Cuidados Intensivos Neonatales y Pre Partos del HLT. Esta informa de las pacientes en control, sus diagnósticos actualizados, la evolución y se sugiere la vía de parto. De igual manera, se realiza una reunión semanal de coordinación y análisis clínico de las pacientes en control. A esta reunión asisten los integrantes del equipo e invitados atingentes a los temas a analizar. DE REFERENCIA PERINATAL ORIENTE (CERPO): EXPERIENCIA DE 3 AÑOS Beneficios a socia dos a l CERPO. La presencia de una malformación congénita tiene implicancias psicológicas, familiares, sociales y económicas muy fuertes, por lo que la posibilidad de brindar una atención personalizada en red, permitirá mejorar el pronóstico12,13. En el plano económico, la detección oportuna de esas condiciones genera ahorro en tratamientos por detecciones tardías, fortaleciendo el concepto de Red Asistencial. Un diagnóstico preciso permite un manejo obstétrico y perinatal que se traduce en un ahorro económico importante. Así el conocimiento antenatal de una malformación o genopatía incompatible con la vida, permitirá evitar la realización de conductas o procedimientos innecesarios, y concentrar esfuerzos y recursos en aquellos fetos que tienen posibilidad de sobrevida. Esto fortalece la coordinación y el apoyo con otros equipos de salud involucrados en el manejo. En el ámbito docente permite mejorar la capacitación de médicos de otros servicios, especialmente de regiones, aumentando la capacidad resolutiva y la derivación de los pacientes que requieran de tratamientos no realizados en el hospital de origen. Asimismo, es parte integral de la formación de los médicos del Programa de Especialización en Obstetricia y Ginecología del Campus Oriente y de los médicos del Programa de Subespecialización en Medicina Materno Fetal del Campus Norte, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. El CERPO ha significado una instancia de aprendizaje activo, fomentando la investigación y publicación de trabajos científicos y el ingreso de los autores a las sociedades científicas relacionadas con la especialidad. RESULTADOS En el período comprendido entre abril de 2003 y marzo 2006, se realizaron un total de 2.374 prestaciones. En este mismo período fueron referidas al CERPO un total de 969 mujeres embarazadas desde el área oriente u otras regiones, con sospecha o diagnóstico de un feto con malformación congénita. En 299 pacientes (31%) se confirmó la presencia de una malformación congénita, motivo por el cual fueron ingresadas al CERPO y se manejaron de acuerdo al modelo de atención descrito. En 670 pacientes (69%) se descartó la presencia de una malformación congénita, motivo por el cual no fueron ingresadas al CERPO y continuaron su control prenatal en su centro de origen (Figura 1). De las 299 pacientes ingresadas, el 40,93% provenían de otras regiones del país y 59,07% de Santiago (Figura 2). En el grupo de pacientes ingresadas se realizaron un total de 1.705 prestaciones, la distri- 19 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 17-22 bución de éstas fue: 1.090 ecografías, 270 ecocardiografías fetales, 280 estudios de Doppler y 65 procedimientos invasivos (Figura 3). Las malformaciones congénitas correspondieron a cardiopatías (42%), sistema nervioso central (20%), nefro-urológicas (15%), gastrointestinales (12%), musculoesqueléticas (3%) y 20% a otras malformaciones (Figura 4). Se realizaron un total de 64 procedimientos invasivos, previa consejería y firma de consentimiento informado. La consejería se realizó de manera objetiva, destacando los riesgos y beneficios del procedimiento, especialmente en relación al estudio del cariograma fetal. Se ofreció estudio de cariograma fetal a 94 pacientes, de éstas 45 declinaron la realización del examen y 49 estuvieron de acuerdo en su realización. No hubo ninguna muerte fetal que pudiera ser atribuida directamente a los procedimientos invasivos. En la Figura 5 se muestra el total de procedimientos invasivos, y en la Figura 6 la distribución del resultado de los cariogramas efectuados. El 57,6% de los embarazos fueron resueltos mediante operación cesárea. En relación al resultado perinatal de las pacientes resueltas, éste fue adverso en 61 pacientes, con 11 óbitos fetales y 50 mortineonatos. El peso de nacimiento promedio fue de 2.836 g, y el Apgar promedio al primer y quinto minuto de vida fue 6 y 7, respectivamente. Se realizó cirugía en un total de 30 recién nacidos. Figura 1. Manejo de las 969 pacientes referidas a CERPO, 2003-2006. Figura 2. Origen de las 299 pacientes ingresadas al CERPO, 2003-2006. Figura 3. Distribución de las 1.705 prestaciones realizadas en pacientes ingresadas a CERPO, 20032006 (se excluyen prestaciones psicológicas). 20 CENTRO DISCUSIÓN Los niveles de salud perinatal alcanzados por Chile nos enfrentan a un nuevo desafío para seguir progresando al ritmo observado en los últimos años. Necesariamente debemos adaptarnos y abordar la morbimortalidad asociada a malformaciones congénitas. La infraestructura del SSMO, al cual pertenecen el DE REFERENCIA PERINATAL ORIENTE (CERPO): EXPERIENCIA DE 3 AÑOS INAA y el HLCM, centros de referencia nacionales de patología neurológica y pediátrica respectivamente, nos permite desarrollar este modelo de atención integral, inserto en el sistema público de salud, acorde a los nuevos requerimientos de nuestras pacientes y a las políticas ministeriales en este ámbito. El CERPO desde su creación ha respondido a los objetivos planteados, constituyéndose en uno de los principales Figura 4. Naturaleza de las 299 malformaciones congénitas ingresadas a CERPO, 2003-2006. Figura 5. Distribución de los 65 procedimientos invasivos efectuados en CERPO, 2003-2006. Figura 6. Resultados de los 49 cariogramas fetales, 2003-2006. 21 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 17-22 centros de referencia perinatal del país. Sin embargo, la validación depende de nuestra capacidad para consolidar el funcionamiento y demostrar el impacto positivo en la red pública de salud. Consideramos fundamental mantener y mejorar la comunicación y coordinación con los médicos o equipos de salud referentes, esto nos permitirá a través del tiempo consolidar su confianza, basado en la calidad de atención a las pacientes y el respeto a los diversos manejos médicos. El rol básico del CERPO es de un servicio interconsultor y de apoyo a la labor que realizan los distintos equipos de salud, manteniendo la responsabilidad del manejo de estas pacientes, en la gran mayoría de ellas, en manos de sus equipos médicos. También está en nuestros objetivos, capacitar al equipo CERPO en diversos aspectos bioéticos y psicológicos relacionados con el manejo de estas pacientes, por ejemplo, la donación de tejidos en fetos no viables, situación no infrecuente, incluso planteada por nuestras pacientes y que requiere de una consejería, orientación y coordinación apropiada. Es nuestro objetivo promover la creación de otros centros similares a lo largo del país, manteniendo y fortaleciendo el concepto de atención en la red asistencial del sistema público de salud. De igual manera es fundamental fortalecer la docencia a los médicos en formación de los programas de la Universidad de Chile, como así también a médicos en capacitación de otros servicios del país. Asimismo, el trabajo colaborativo con otros centros similares, incluso del extrasistema, nos permitirá concentrar la patología y mejorar los registros. Hemos alcanzado un nivel de madurez fundamental para diversificar el adiestramiento y la experiencia en procedimientos perinatales, optimizando los recursos, con el propósito de mejorar el manejo clínico de patologías complejas y de relativa baja incidencia. REFERENCIAS 11. HOFFMAN JI. Incidence of Congenital Heart Disease: II. Prenatal incidence. Pedia tr Ca rdiol 1995; 16: 15565 [Medline]. 12. BODE M, O’SHEA T, METZGUER K, STILES A. Perinatal regionalization and neonatal mortality in North Carolina, 1968-1994. Am J Obstet Gynecol 2001; 184(6): 1302-7 [Medline]. 13. HEIN H, LOFGREN M. The changing pattern of neonatal mortality in a regionalized system of perinatal care: A current update. Pedia trics 1999; 104: 1064-9 [Medline]. 1. Departamento de Estadísticas en Información de Salud, Ministerio de Salud, 2003. 2. POBLETE A, DONOSO E. Definiciones e indicadores estadísticos de uso frecuente en salud pública perinatal nacional. En: González R, Gómez R, Castro R (eds.) Guía Perina ta l, Ministerio de Sa lud. Capítulo 3. Santiago, Chile, 2003. 3. DONOSO E. Mortalidad Materna, Perinatal e Infantil en Chile. Análisis comparativo entre el año 1990 y 1998. Rev Chil Obstet Ginecol 2000; 65: 473-7 [Lilacs]. 4. MAC DORMAN M, MINIMO A, STROBINO D, GUYER B. Annual Summary of Vital Statistics-2001. Pedia trics 2002; 110: 1037-52. 5. Centers for Disease Control and Prevention. Surveillance Summaries, Febrero 21, 2003. MMWR 2003; 52 (No. SS-2). 6. NAZER J, ARAVENA T, CIFUENTES L. Malformaciones congénitas en Chile. Un problema emergente (período 1995-1999). Rev Méd Chile 2001; 129: 895-904. 7. BEDREGAL P, ORFALI C, NORERO E, VERCELLINO P. Mortalidad por anomalías congénitas en Chile (1969-1997). Rev Méd Chile 2000; 128: 392-8. 8. RODRÍGUEZ JG, ENRÍQUEZ H, ENRÍQUE ET AL. Centro de referencia perinatal oriente (Cerpo): evaluación de la experiencia del primer año. Rev Chil Obstet Ginecol 2004; 69: 107-11. 9. ALARCÓN J, ARAVENA F. Información estadística, Servicio de Neonatología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné B. 10. Ministerio de Salud. División de Programas de Salud. Departamento de Epidemiología. Situa ción de Sa lud. Chile 1996. 22 Agra decimientos: En la creación, implementación y desarrollo; agradecemos la valiosa participación de: - Ministerio de Salud: Dr. René Castro. - Centro de Referencia de Salud Cordillera Oriente: Drs: Rodrigo Martínez, Ivonne Henríquez, Isabel Avendaño, Patricia Muñoz. Sras. María Eugenia Estefan, Maritza Florín, Mariela Fernández, Carolyn Araya, Jannette Rivera. - Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse: Drs: Julio Montt, Carlos Gómez, Juan Astorquiza, Patricio Gayán, Manuel Sedano, Eduardo Salgado, Octavio Silva, Ramón Almuna, Axel Paredes, Juris Liepins, Jorge Varas, Angélica Díaz, Mario Leyton, Jaime Martínez, Juan Gana, Enrique Bardi, José Lattus, Hugo Salvo, Jaime Alarcón, Ximena Vascopé, Oscar Pizarro, Ricardo González. - Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina, Campus Oriente, Universidad de Chile: Drs. Italo Campodónico, Leonardo Zúñiga, Susana Aguilera. - Hospital Luis Calvo Mackenna: Drs: Mónica Hinrichsen, Paulina Doggenweiler, Pilar Soler, Francisco Ossandón, José Royzen, Mariana Aracena, Carmen Astete. REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 23-29 TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Implicancias de diferentes modalidades de THR oral en los componentes del síndrome metabólico en las mujeres en climaterio del Servicio de Salud Metropolitano Oriente (Santiago de Chile) Sócrates Aedo M, Arnaldo Porcile J, Domingo Laiz R, Fernando Urzúa V. RESUMEN Intr oducción: Los riesgos demostra dos con los prepa ra dos hormona les combina dos continuos ora les en el clima terio, ha n puesto en duda sus venta ja s. Por ende, es importa nte conocer compa ra tiva mente con otra s moda lida des de tera pia hormona l de reempla zo ora l, sus efectos en el clima terio eva lua ndo pa rá metros meta bólicos. Mater ial y Método: Se revisa ron los registros de 190 mujeres, de 55 a 69 a ños, usua ria s de tera pia hormona l con estrógenos ora les con dura ción ma yor a 6 meses, eutiroidea s, con prueba s hepá tica s norma les y sin uso de hipolipemia ntes. Se a grupa ron según uso de tera pia hormona l con estrógeno en: grupo 1 dosis ba ja estrógeno, n=47; grupo 2 dosis a lta estrógeno con progestina periódica , n=70; y grupo 3 dosis a lta estrógeno con progestina continua , n=73. Y se compa ra ron según: eda d, IMC (peso/ ta lla 2), eda d de menopa usia y niveles séricos en a yuna s de: glicemia , colesterol tota l, colesterol HDL, colesterol LDL, colesterol VLDL, triglicéridos. Ademá s, se revisó si los grupos difería n en incid encia d e hipertensión a rteria l crónica , d ia betes mellitus y sínd rome meta bólico. Resultados: Toda s la s va ria bles eva lua da s no mostra ron diferencia s significa tiva s entre los 3 grupos; sa lvo colesterol VLDL y triglicéridos que se encontra ron a umenta dos significa tiva mente (p <0,05) en el grupo 2 y 3. Discusión y conclusiones: En la pobla ción chilena estudia da la tera pia hormona l, del clima terio con estrógeno en dosis a lta s con progestina periódica o continua , a fecta nega tiva mente a l perfil lipídico a diferencia de lo observa do cua ndo se usa n dosis ba ja s de estrógeno. En los otros pa rá metros estudia dos no se observa ron diferencia s significa tiva s entre la s 3 moda lida des de tra ta miento. Palabr as claves: Lipoproteína s; tera pia hormona l de reempla zo; postmenopa usia ; estrógenos; progestina ; menopa usia SUMMARY Intr od u ction: The risks d emonstra ted with the ora l continuous combined hormone repla cement thera py (HRT) in the clima cteric ha ve put in doubt their a dva nta ges. It is importa nt to know compa ra tively with other moda lities of ora l HTR his effects in the clima cteric women eva lua ting some meta bolic pa ra meters. Mater ial and method: The registries of 190 women were reviewed: 55 to 69 yea rs old, users >6 months of HRT, with euthyrodism, with Departamento de Obstetricia y Ginecología. Facultad de Medicina. Campus Oriente. Universidad de Chile. Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia : saedo@vtr.net 23 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 23-29 norma l hepa tic tests a nd tha t they do not use pla sma lipid lowering trea tment. They were grouped a ccording to the use of HTR in: low dose of estrogen (group 1), n=47; HRT in high dose of estrogen with periodic progestin (group 2), n=70; a nd HRT in high dose of estrogen combined with continuous progestin (group 3), n=73. And they were compa red a ccording to: a ge, IMC (weight/height2 ), a ge of menopa use, a nd fa sting seric levels of: glucose, tota l cholesterol, cholesterol-HDL, cholesterol-LDL, cholesterol-VLDL, triglycerides. In a ddition, wa s reviewed if the groups differed in incidence of chronic a rteria l hypertension, dia betes mellitus, a nd meta bolic syndrome. Results: All the eva lua ted pa ra meters did not show significa nt differences, except for cholesterol-VLDL a nd triglycerides tha t increa sed significa ntly (p <0.05) in the group 2 a nd group 3 in compa rison with group 1. Discussion and conclusions: In the Chilea n popula tion studied the hormona l thera py of the clima cteric with ora l estrogen in high doses with periodic or continuous progestin it a ffects nega tively to the seric lipoprotein profile, unlike the observed thing when low doses of estrogen a re used. In the other studied pa ra meters significa nt differences between the 3 moda lities of trea tment were not observed. Key words: Lipoproteins, hormone repla cement thera py; postmenopa usa l; progestin; estrogen; menopa use. INTRODUCCIÓN D urante el climaterio ocurre la declinación hasta el cese completo de la función ovárica folicular, con el consiguiente hipoestrogenismo y aparición del síndrome climatérico1,2, lo cual impacta en forma desfavorable la calidad de vida de la mujer3-8. En la actualidad existen evidencias basadas en ensayos clínicos controlados bien diseñados, en que el empleo de terapia de reemplazo hormonal con estrógenos tiene efectos beneficiosos, eficaces no sólo sobre el síndrome climatérico9-15, sino también sobre el metabolismo de hidratos de carbono y perfil lipídico9,16-22; pero los riesgos9,23-27 demostrados con los preparados hormonales combinados continuos han puesto en duda aquellas ventajas metabólicas. Por ello es importante revisar los efectos metabólicos de otras modalidades de terapia hormonal con estrógenos, especialmente con dosis más bajas de estrógenos y evitando aplicar la progestina de manera continuada9. Con esa finalidad, se decidió revisar algunos parámetros metabólicos en una población chilena de mujeres posmenopáusicas que están usando, por tiempo prolongado, diferentes modalidades de terapia hormonal con estrógenos orales. MATERIAL Y MÉTODO En nuestra población consultante (Unidad de Ginecología Endocrinológica del Hospital Luis Tisné Brousse) entre agosto 2002 y mayo 2004, en forma retrospectiva, se seleccionaron y revisaron los regis- 24 tros de 190 mujeres que poseían las siguientes características: 1. Edad entre 55 a 69 años. 2. Motivo consulta: control usando terapia hormonal con estrógenos orales. 3. Sin contraindicaciones para usar terapia de hormonal con estrógenos orales. 4. Uso de terapia de hormonal con estrógenos orales según tipos señalados en Tabla 2, con una duración de mayor de 6 meses. 5. Pruebas hepáticas y tiroideas normales. 6. No usuarias de hipolipemiantes. 7. Triglicéridos séricos <400 mg/dL. Se registró en cada caso: edad, peso, talla, IMC (peso/talla2), edad de menopausia, hipertensión arterial crónica (definida como presión arterial mayor o igual a sistólica/diastólica = 140/90 mm de Hg y/o uso de antihipertensivos), diabetes mellitus (definido como glicemia en ayunas mayor o igual a 7,0 nmol/ L en dos tomas o prueba de sobrecarga glucosa 75 gramos mayor o igual de 11,1 nmol/L a las 2 horas y/ o tratamiento con hipoglicemiantes orales)28, síndrome metabólico (criterios ATP III modificados, Tabla 1)28-30, glicemia en ayunas, colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL, colesterol VLDL y triglicéridos. Según la modalidad de terapia hormonal con estrógenos (Tabla 2) se obtuvieron 3 grupos: Grupo 1 (n=47; 24,74%) Grupo 2 (n=70; 36,84%) Grupo 3 (n=73; 38,42%). Las muestras de sangre extraídas en ayunas para el perfil lipídico y glicemia fueron procesadas en el laboratorio del Centro Referencia Secundario Cordillera Oriente. Se utilizó la fracción sérica. Se aplicó GOD FS enzima tic photometric test para la glicemia; CHOP-PAP, enzima tic photometric test para colesterol total; HDL-C Immuno FS para colesterol-HDL; y colorimetric enzima tic test para triglicéridos. Se usa- IMPLICANCIAS DE DIFERENTES MODALIDADES DE THR ORAL EN LOS COMPONENTES DEL SÍNDROME METABÓLICO EN LAS MUJERES EN CLIMATERIO DEL SSMO DE CHILE ron productos manufacturados por DiaSys Diagnostic System GMBH&Co. La sensibilidad analítica y coeficientes de variación interensayo e intraensayo de los reactivos utilizados en la medición de las muestras son respectivamente los siguientes: Glicemia= 0,056 nmol/dL; 1,74-1,28%; 0,69-1,19%. Colesterol total= 0,08 nmol/L; 1,14-0,93%; 1,62-0,61%. Colesterol HDL= 0,03 nmol/L; 1,88%; 0,73-0,81%. Triglicéridos= 0,01 nmol/L; 1,6-1,04%; 1,47-1,82%. Colesterol LDL se determinó con la fórmula de Friedewald (colesterol LDL=colesterol total-colesterol HDL-triglicéridos/ 5)31,32. El colesterol VLDL se calculó a partir de los triglicéridos (triglicéridos/5)31,32. Los datos se introdujeron en base de datos Microsoft Excel 2003 y se analizaron con SPSS versión 11.0.1, utilizando la prueba de Kruskal-Wallis se compararon los grupos 1, 2 y 3 (Tabla 3) según valores de edad, IMC, edad menopausia, glicemia ayunas, colesterol total, colesterol HDL, triglicéridos, colesterol VLDL. En aquellos casos en que la prueba dio significancia estadística se procedió a utilizar la prueba Mann-Whitney para detectar cuáles son los grupos con diferencias estadísticas. Utilizando las pruebas: Chi-cuadrado de Pearson y razón de Verosimilitud se comparó, para cada uno de los distintos grupos de uso de terapia hormonal con estrógenos orales (grupos 1, 2 y 3), la frecuencia hipertensión arterial crónica, frecuencia diabetes mellitus y frecuencia síndrome metabólico. Además se comparó el grupo 1 (uso estrógenos baja dosis con y sin progestina periódica) y grupo 2 (uso estrógeno alta dosis con y sin progestina periódica), de acuerdo a las frecuencias de uso de estrógenos solos y estrógenos con progestina periódica (acetato de medroxiprogesterona 5 mg por 10 días). Tabla 1. Criterios para síndrome metabólico según ATP III modificado28-30 Se considera síndrome metabólico a la presencia de 3 o más criterios: 1. IMC igual o mayor de 25† 2. Glicemia ayunas mayor de 100mg/dl£ y menor de 126 3. HDL colesterol menor de 50 mg/dl 4. Triglicéridos mayor o igual a 150 mg/dl 5. Cifras tensionales mayores o iguales a 130/85 †Se considera IMC según definición de America n Associa tion of Clinica l Endocrinologist29,30. £El valor de glicemia mayor a 100 mg/dl incluye un grupo que tiene un incremento en la prevalencia de insulinorresistencia según varias definiciones28,30. RESULTADOS Al comparar los 3 grupos según tipo de terapia hormonal con estrógenos usada (grupos 1, 2 y 3) (Tabla 3) se observa que la edad es menor (estadísticamente significativo) en el grupo 2 respecto de los grupos 1 y 3 entre los que no hay diferencias en la edad. Por otra parte, no observamos diferencias respecto a IMC, edad menopausia, frecuencia hipertensión arterial crónica, frecuencia diabetes mellitus y frecuencia síndrome metabólico en los 3 grupos estudiados. En relación a glicemia en ayunas, colesterol total, colesterol HDL, y colesterol LDL (Tabla 4) no apreciamos diferencias al comparar los 3 grupos de uso de terapia hormonal con estrógenos orales (grupos 1, 2 y 3), pero sí se aprecia una diferencia Tabla 2. Criterios de clasificación de 190 mujeres usuarias de más de 6 meses de terapia hormonal de reemplazo con estrógenos orales Grupo 1 Terapia hormonal de reemplazo con dosis baja de estrógeno: incluye usuarias con dosis de estrógenos conjugados 0,3 mg, valeranato de estradiol 1 mg o estradiol micronizado 1 mg, con o sin asociación de acetato de medroxiprogesterona 5 mg por 10 días. Grupo 2 Terapia hormonal de reemplazo con dosis alta de estrógeno con progestina periódica: incluye usuarias de estrógenos conjugados 0,625 mg, valeranato de estradiol 2 mg o estradiol micronizado 2 mg; con o sin asociación de acetato de medroxiprogesterona 5 mg por 10 días. Grupo 3 Terapia hormonal de reemplazo con dosis alta de estrógeno con progestina continua: incluye usuarias de estrógenos conjugados 0,625 mg, valeranato de estradiol 2 mg o estradiol micronizado 2 mg, con el agregado de acetato de medroxiprogesterona 2,5 mg en forma continua. 25 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 23-29 Tabla 3. Compara características respecto de edad, IMC, edad menopausia, frecuencia hipertensión arterial crónica, frecuencia diabetes mellitus y frecuencia síndrome metabólico, en 190 mujeres de 55 a 69 años posmenopáusicas según tipo de terapia hormonal con estrógeno oral usado Grupo 1 n=47 Grupo 2 n=70 Grupo 3 n=73 Edad años M±DE 60,92±4,46 58,70±3,18* 59,88±3,38 IMC M±DE 29,09±4,68 28,97±4,32 29,05±4,45 Edad menopausia M±DE 48,95±4,36 47,87±5,19 49,30±4,68 Hipertensión arterial crónica % (n casos) 61,70% (29) 58,57% (41) 46,58% (34) Diabetes mellitus % (n casos) 10,64% (5) 11,43% (8) 6,85% (5) Síndrome metabólico % (n casos) 34,04% (16) 48,57% (34) 49,32% (36) Característica *Kruskal-Wallis p <0,05 (0,016). Mann-Whitney grupo 1 versus grupo 3 p=0,352; grupo 1 versus grupo 2 p=0,011; grupo 2 versus grupo 3 p=0,025. estadísticamente significativa en los valores de triglicéridos y colesterol VLDL para cada uno de los 3 grupos de terapia con estrógenos orales (grupos 1, 2 y 3), encontrando al grupo 1 en rangos normales; en cambio, aumentados en los otros 2 grupos y con mayor aumento en el grupo 3 (Tabla 4). No hay diferencias significativas estadísticas al comparar la frecuencia de mujeres que usan estrógenos solos y estrógenos más acetato de medroxiprogesterona 5 mg por 10 días (Tabla 5) en los grupos 1 y 2. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN Como observamos en los resultados, existe una alta frecuencia de empleo de terapia hormonal con altas dosis de estrógeno, lo que se correlaciona con las indicaciones clínicas de la terapia hormonal de reemplazo usadas en el momento en que se realizó el estudio. Se observa que el uso de terapia hormonal de reemplazo con estrógenos en altas dosis más proges- 26 tina periódica, es utilizado por mujeres de menor edad respecto de los otros grupos, lo cual se correlaciona con la indicación clínica de usar dicha terapia en mujeres jóvenes, desplazando el uso de la terapia hormonal de reemplazo con progestina continua en mujeres de mayor edad que no desean sangrar, asimismo observamos, además, que el empleo de terapia hormonal de reemplazo con estrógenos en baja dosis es utilizado en mujeres de mayor edad, lo cual podría explicarse debido a que la dosis reducida de estrógeno es disminuida con la edad para evitar efectos indeseables. Al observar, retrospectivamente, en nuestra población el efecto de los distintos tipos de terapia hormonal, con estrógeno oral administrado en forma crónica sobre la glicemia en ayunas y perfil lipídico, podemos concluir que en la población que hemos estudiado, la terapia hormonal de reemplazo con baja dosis de estrógeno se asocia a un perfil lipídico y glicemia ayunas normal, a diferencia del grupo de terapia hormonal de reemplazo con estrógeno en alta dosis con progestina periódica donde se observa un aumento del colesterol VLDL y triglicéridos (fuera IMPLICANCIAS DE DIFERENTES MODALIDADES DE THR ORAL EN LOS COMPONENTES DEL SÍNDROME METABÓLICO EN LAS MUJERES EN CLIMATERIO DEL SSMO DE CHILE Tabla 4. Compara valores de glicemia en ayunas y perfil lipídico sérico según tipo de terapia hormonal de reemplazo con estrógeno oral usada Grupo 1 n=47 Grupo 2 n=70 Grupo 3 n=73 Glicemia ayunas nmol/L M±DE 4,65±0,48 4,86±1,24 4,86±0,57 Colesterol total nmol/L M±DE 5,44±0,99 5,82±1,10 5,79±1,17 Colesterol HDL nmol/L M±DE 1,47±0,38 1,38±0,35 1,29±0,38 Colesterol LDL nmol/L M±DE 3,34±0,93 3,67±1,13 3,55±1,19 Triglicéridos* nmol/L M±DE 1,59±0,78* 2,01±0,87* 2,33±0,87* Colesterol VLDL **nmol/L M±DE 0,32±0,16** 0,40±0,17** 0,47±0,17** Características *Kruskal-Wallis p <0,01 (0,000) Mann-Whitney: grupo 1 versus grupo 3 p <0,01 (0,000); grupo 1 versus grupo 2 p <0,05 (0,004); grupo 2 versus grupo 3 p <0,05 (0,031). **Kruskal-Wallis p <0,01 (0,000) Mann-Whitney: grupo 1 versus grupo 3 p <0,01 (0,000); grupo 1 versus grupo 2 p <0,05 (0,004); grupo 2 versus grupo 3 p <0,05 (0,031). Tabla 5. Distribución de TRH con estrógenos solos o con estrógenos más acetato de medroxiprogesterona 5 mg por 10 días, según tipo de dosis de estrógeno usada Grupo 1 Estrógeno baja dosis EC= 0,300 mg VE2=1 mg E2=1 mg Grupo 2 Estrógeno alta dosis EC= 0,625 mg VE2= 2 mg E22= 2 mg Uso de estrógenos solos n casos (% del total grupo) 13 (27,66%) 19 (27,14%) Uso de estrógenos más acetato de medroxiprogesterona (5 mg por 10 días) n casos (% del total grupo) 34 (72,34%) 51 (72,86%) 47 70 Tipos de terapia de reemplazo hormonal según uso o no de progestina Total casos EC: estrógenos conjugados; VE2: valerato de estradiol; E2: estradiol micronizado oral. 27 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 23-29 del rango normal) los cuales se incrementan aún más cuando la modalidad de la terapia de reemplazo hormonal usada es la terapia hormonal con estrógeno en dosis alta con progestina continua, lo cual difiere con lo comunicado en ensayos clínicos con casos seleccionados y bien controlados9,16-22. Nuestros resultados se explicarían probablemente porque éste es un estudio retrospectivo de corte transversal donde los sujetos no son seleccionados por sus características (edad, IMC, hipertensión arte- rial crónica, diabetes mellitus, síndrome metabólico, etc.), lo que sin lugar a dudas tiene importancia para los clínicos, dado que permite conocer resultados reales de efectividad en la población general, al emplearse diferentes modalidades de terapia hormonal de reemplazo con estrógenos orales. Se puede concluir que es recomendable elegir la modalidad de la terapia hormonal de reemplazo con baja dosis de estrógeno oral, por no afectar el perfil lipídico. REFERENCIAS 11. PORCILE A, MARTÍNEZ E, VENEGAS E. Esquema terapéutico con etinil estradiol y medroxiprogesterona acetato en el climaterio. Rev Chil de Obstet y Ginecol 1987; 52: 107-13. 12. HEINEMANN LAJ, DOMINH T, STRELOW F, GERBSCH S, SCHNITKER J, SCHNEIDER HPG. The menopause rating scale (MRS) as outcome measure for hormone treatment? A validation study. Hea lth a nd Qua lity of Life Outcomes 2004; 2: 67-73. 13. REBAR RW, TRABAL J, MORTOLA J. Low-dose esterified estrogens (0.3 mg/day): long-term and short-term effects on menopausal symptoms and quality of life in postmenopausal women. Clima cteric 2000; 3: 176-82. 14. GAMBACCIANI M, CIAPONI M, CAPPAGLI B, MONTELEONE P, BENUSSI C, BEVILACQUA G, GENAZZANI A. 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En este período los médicos residentes opta ron por utiliza r en el pa rto la s (ET) y la s Espá tula s de Vela sco (EV), o instrumento no a rticula do de la cla sifica ción genera l de los fórceps (F), que de a cuerdo con la evidencia , respecto de la s lesiones ma terno y feta les, son significa tiva mente menores cua ndo se la s compa ra con el fórceps a rticula do y fenestra do (FK), por lo que se ha sugerido su conocimiento y a diestra miento en los Servicios de la especia lida d, y el ca mbio en el concepto de la Presa del Crá neo Feta l o bipa rieto ma la r por la Toma Libre Fa cio Ma la r. Palabr as claves: Espá tula s, fórceps, lesiones ma terno feta les. SUMMARY We present our experience a nd the evolution of the instrumented delivery during the la st fifteen yea rs 1991-2005 a t our Obstet a nd Gyna ecol service; it is a tea ching depa rtment of the Hospita l del Sa lva dor & Hospita l Dr. Luis Tisné Brousse & Universida d de Chile ca mpus Oriente. With respect of ma terna l a nd feta l lesions evidence showed tha t spa tula s or none a rticula ted instrument of the genera l cla ssifica tion of forceps a re significa ntly lower when compa red to the a rticula ted a nd fenestra ted Kjella nd forceps. We propose its repla cement a t the OB-GYN services. We a lso propose cha nging of cra nia l ma la r feta l press to fa cia l ma la r gra sp or a pprehension concept. Key words: Spa tules, forceps, ma terna l & feta l injuries INTRODUCCIÓN E l FK, tan bien considerado por los obstetras, lleva en nuestros arsenales más de 500 años de apoyo a la clínica, y por lo cual el adiestramiento se ha llevado a cabo con éste y otros ya eliminados de la práctica clínica como el fórceps de Tarnier (Figura 1)9,24,77, para planos altos, hemos planteado un título sugestivo que pueda servir para hacer notar al grupo de especialistas chilenos en ginecología y obstetricia, Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología, Hospital del Salvador y Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, Universidad de Chile, Campus Oriente Peñalolén. a Becario Correspondencia : jose.lattus@gmail.com 1 30 una nueva alternativa para la resolución de parto complejo como hemos definido a aquel parto que debe utilizar instrumentos para la extracción fetal, opción que se ha adoptado en nuestro Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología en el Hospital del Salvador, actual HSO Dr. Luis Tisné Brousse, de parte de los residentes. Varios son los países de Europa y Latinoamérica que ya han reemplazado al FK, un instrumento de origen anglosajón utilizado para la extracción del feto en situaciones de urgencia, por las ET, rectas y paralelas que facilitan el desarrollo exitoso de tales partos. Los especialistas que se han familiarizado con la técnica, son categóricos en expresar que prefieren este nuevo instrumento obstétrico de origen franco-belga, ya LAS ESPÁTULAS DE THIERRY Figura 2. Instrumento no articulado, no fenestrado, las “Manos de Hierro”. que produce menores lesiones tanto en la madre como en el feto. La idea de las espátulas, toma su real dimensión en la instrumentación científica y estudio concienzudo en el célebre cirujano anatomista de Gante Jean Palfyn, quien crea su instrumento «Manos de Hierro» (Figura 2), que presentó en sus obras especializadas sobre Órganos de la Reproducción Humana, de la Pelvis y del Mecanismo del Parto, en la Academia de Ciencias de París en 1720. Decía Palfyn: «Con este fórceps de mi invención pretendo ayudar sin causar ningún perjuicio, a toda mujer en la cual la cabeza fetal se encuentra detenida o enclavada en el canal pélvico»6,10,46, y fue quien planteó la posibilidad de asir la cabeza fetal en el canal del parto, como si se tomara con ambas manos, en forma suave, sin comprimir la zona craneal y dando paso a ésta al desplazar los componentes anatómicos del canal blando del parto. Varias son las ideas aplicadas al instrumento, entre las que destaca la idea de Chassagny que, en el año 1860, ya sostenía que el fórceps cruzado debería desaparecer de la obstetricia, su idea central era de prolongar las cucharas para disminuir la compresión craneal e introduce el principio de la tracción axial o dirección en la línea de Carus, y la definitiva toma menos traumática facio malar, en vez de cráneo malar tipo presa de los fórceps articulados y fenestrados, que incluían un tractor20,26,28,29,31,36,37,51,54. En el año 1950, E. Thierry1-4 plantea la posibilidad de reemplazar el F articulado en sus distintos diseños, Kjelland, Simpson, Naegele, Barton, Tarnier, etc. (Figuras 3 y 4), por un instrumento no articulado que Figura 3. Fórceps articulados y fenestrados. Figura 4. Fórceps articulados y fenestrados. Figura 1. Fórceps fenestrados y articulados con tractor. 31 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 30-38 denominó ESPÁTULAS (ET) (Figura 5), retomando la idea antigua de Palfyn y su base era que los puntos de apoyo de este instrumento eran los tejidos del canal del parto y no la cabeza fetal (Figura 6), cambiando el concepto de PRESA CRANEO MALAR o biparieto malar fetal, por el concepto de toma facio malar móvil y deslizante que realizaban las ET5,7,8,10,11,42. La idea era abandonar la escuela anglosajona de los fórceps articulados iniciada por Chamberlen en el siglo XVII (Figura 7). E Thierry al igual que Chassagny y Palfyn, concretó la idea que nosotros en el área oriente de Santiago compartimos, y por lo cual adoptamos el reemplazo progresivo de los fórceps articulados, primero el fórceps de Tarnier y luego el de Kjelland. Figura 7. Fórceps articulado y fenestrado del siglo XVII. Figura 5. Espátulas de Velasco y Thierry, no articulados ni fenestrados. Figura 6a. Figura 6b. Figura 6. Puntos de apoyo y mecanismo de acción de fórceps y espátulas. A: (Imitado de Thierry) A-B: ángulo formado por fórceps y la pared pelviana. 1: sentido de la tracción, que se acompaña de una gran elongación de los tejidos perineales. 2: separación poco efectiva de los mismos. 3: sentido de la fuerza que tiende a cerrar más las cucharas. P-A: punto de apoyo. B: A-B: ángulo formado por la espátula y la pared pelviana. P-A: punto de apoyo. 1: sentido de la tracción, que se acompaña de poca elongación de los tejidos perineales con (2) gran separación de los mismos. 32 LAS ESPÁTULAS DE THIERRY MATERIAL Y MÉTODO Se analizaron día a día, en forma prospectiva todos los partos complejos o instrumentados durante un período de 15 años, desde el 1º de enero de 1992 al 31 de diciembre de 2005. Un total de 124.033 partos, de los que fueron resueltos con instrumentos 8.726 partos (7,03% global), FK o ET. Correspondiendo en los 15 años a n=2.406 (27,6%) de FK y n=6.320 (72,4%) de ET. En nuestro servicio se ha implementado el arsenal de instrumentos desde el año 1965, contando en la actualidad con 4 fórceps de Kjelland, 1 fórceps de Simpson, 3 pares ET originales, 1 espátula de Velasco y 3 espátulas con algunas modificaciones que representan a otros fórceps paralelos no articulados, hechas en Chile con una aleación de acero inoxidable quirúrgico. Con los n anuales se graficó en barras el comportamiento de la residencia obstétrica (Figura 8). Se consignaron las lesiones atribuidas a la instrumentación, tanto en el feto como en la madre, de los partos resueltos con ET y FK, buscando las diferencias estadísticas de ambos grupos de estudio. Como lesiones fetales menores se consideró: marca de las cucharas (que constituyen el mayor porcentaje), erosiones, equimosis, hematomas, heridas, parálisis facial transitoria. Lesiones mayores como hundimientos óseos, fracturas, compromiso de arco periorbital y lesiones oculares. Y en las lesiones maternas: laceraciones vulvares, vagina y cuello uterino, como desgarros cervicales y vaginales, desgarros perineales con compromiso de esfínter anal, episiotomía propagada, fracturas de cóccix y hematomas. RESULTADOS De esta experiencia en nuestro servicio en los 15 años, destaca un notorio cambio a partir del año 1995, en que, basado en la evidencia, la residencia obstétrica adopta la aplicación de las ET en los partos complejos de forma preferente. Así vemos un aumento notorio en el número de ET, llegando en el año 2001 a 97%, y de 2004 en adelante a 98%, dejando al FK sólo para la docencia y enseñanza a los médicos en formación avanzada de la especialidad, para su práctica y conocimiento, teniendo en cuenta que la mayoría de las clínicas privadas y servicios de salud también cuentan a veces sólo con FK (Figura 8). Figura 8. Evolución y porcentajes de fórceps de Kjelland versus espátulas de Thierry en la Maternidad del Hospital del Salvador y HSO Dr. Luis Tisné Brousse. Años 1991-2005. 33 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 30-38 Tabla 1. Número total de partos en la Maternidad del Hospital del Salvador y HSO Dr. Luis Tisné Brousse. Distribución por año 1991 a 2005 Año 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Nº total de partos 10.914 10.450 10.260 10.068 9.411 8.849 8.185 7.945 7.426 7.004 6.770 6.591 6.762 6.946 6.452 En el período de 15 años el total de partos fue de 124.033 (Tabla 1), de los cuales 8.726 fueron partos vaginales asistidos con instrumentos, y corresponde a 7,03% global del total de partos. La gran mayoría de los partos vaginales asistidos utilizaron ET 6.320 (72,4%), y el resto utilizó FK 2.406 (27,6%). Evidenciamos una menor frecuencia de lesiones traumáticas vaginales (14% v/s 43%; p <0,01) y fetales (6,5% vs 25%; p <0,01) en el grupo que utilizó ET comparado con el uso del FK. No hubo diferencias significativas en los resultados secundarios, ni mortalidad materna ni fetal adjudicada a la instrumentación. Destacamos además que aquellos RN cuyo Apgar a los 5 min fue menor a 7, tenían como antecedente previo a la instrumentación, meconio espeso, circulares irreductibles y/o monitorización compleja, con desaceleraciones tardías en un TTC (+), cuyos pH estuvieron cercanos a 7. Como dato agregado: del total de partos anuales, la anestesia epidural administrada durante el parto, fluctuó entre 47% y 92%, con un promedio de 69% en los 15 años. Los porcentajes promedios de los diferentes procedimientos en los 15 años, partos eutócicos: 63,63%, cesárea 29,27%, primíparas 12,23%, multíparas 17,04%. Cesárea en el universo de primíparas: 29,76%. La Tabla 2 nos muestra el número y porcentaje de FK y ET, y la Tabla 3 muestra los indicadores en RN, entre los años 1992 y 2002 extractados de estadísticas del Servicio de Neonatología. El número de partos no coincide con el número de RN por la cifra no despreciable de partos múltiples, gemelares y triples. 2005 La asfixia severa, considerando el test de Apgar <4 a los 5 minutos, se ha mantenido entre 0,9 y 1,4%, y de este porcentaje la muerte neonatal asociada a asfixia severa ha variado entre el 2,3 y 9,5%. La mortalidad perinatal expresada en %oo, ha bajado desde 1992 de 17,4%oo, a 10,17%oo en el año 2001. Cabe destacar que las causas de muerte que integran la mortalidad perinatal, según clasificación de Wigglesworth, en el servicio 40% está asociada a malformaciones, 38% asociada a prematurez, 13% asociada a hipoxia y a causas específicas como infecciones, hidrops y otras 7%. El mayor porcentaje de muerte por asfixia en el parto se relacionó con síndrome aspirativo meconial, presencia de meconio espeso, o circulares irreductibles cervicales, DPPNI, no hubo mortalidad neonatal relacionada con el parto instrumentado. De los RN hospitalizados, 10% tenía en sus antecedentes el de parto instrumentado, asociado a sufrimiento fetal por circulares apretadas o irreductibles, meconio, TTC (+), y expulsivo detenido por distocia de posición cefálica, de éstos 2/3 de los RN fueron dados de alta sin complicaciones, y 1/3 Tabla 2. Número total de partos instrumentados y porcentajes desde 1991 a 2005. Maternidad del Hospital del Salvador y HSO Dr. Luis Tisné Brousse Instrumento Número Fórceps Kjelland Espátulas de Thierry Total Porcentaje 2.406 6.320 8.726 27,6% 72,4% 100,00% Tabla 3. Indicadores en recién nacidos en 11 años de estudio. Servicio de Neonatología Hospital del Salvador y HSO Dr. Luis Tisné Brousse* Año Total RN vivos Mortalidad perinatal ‰ Asfixia severa Apgar <4 Muerte asociada a asfixia 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 10.244 17,4 1,0% 9,5% 10.260 13,7 1,2% 5,8% 10.068 12,2 1,1% 3,9% 9.411 13,8 1,2% 3,1% 8.888 16,31 1,2% 3,1% 8.222 14,59 0,9% 7,6% 7.983 13,52 1,3% 6,3% 7.271 13,20 1,4% 8,7% 7.014 11,55 1,2% 8,5% 6.882 10,17 1,2% 2,3% 6.632 14,61 2,6% 3,0% *Fuente: Información Estadísticas del Servicio de Neonatología Hospital del Salvador y HSO Dr. Luis Tisné Brousse. 34 LAS ESPÁTULAS DE THIERRY siguieron en control en poli de lactantes con el diagnóstico de encefalopatía hipóxico isquémica, adjudicada al sufrimiento fetal por aspiración de meconio, circulares y pH <7 en sangre de cordón al momento del nacimiento43,87,88. En control promedio 4 lactantes en el año con diagnóstico de encefalopatía hipóxico isquémica por TTC (+), circular irreductible cervical y síndrome aspirativo meconial que es la causa de más gravedad para el pronóstico neonatal. DISCUSIÓN Hemos querido insistir en el concepto de parto complejo, para aquellos partos que necesitan de apoyo instrumental, ya sea con FK o ET. Dejando constancia que existe diferencia estadística significativa en las lesiones maternas y fetales cuando se compara resultados en casuísticas numerosas64,65,84. Reconocemos no obstante, que la mayoría de los centros hospitalarios del país, conocen y están adiestrados en la aplicación del FK, instrumento que por larga data ha sido parte del arsenal de instrumentos de los hospitales estatales. La historia de las ET en Chile, se inicia el año 1965, presentadas a la Sociedad Chilena de Obstetricia por el Dr. Rafael Viada, y más tarde en el año 1969 por el Dr. Antonio Mery, ambos con casuísticas en los Hospitales Dr. Félix Bulnes Cerda y del Salvador, respectivamente12,17. En Colombia, el Dr. Álvaro Velasco Chiriboga, presenta sus espátulas en el año 1975 como un nuevo instrumento obstétrico para extracción fetal19,20,23,25-28,33. Se reinicia la información de casuísticas luego de veinticinco años, y nuestro servicio ha presentado experiencias del grupo de residentes con las ET en el año 199664, 199765, 2001, ésta con las espátulas de Velasco84, en el 2003 una comparación entre ambos instrumentos durante un período de 11 años89, que demuestran diferencias importantes y con significación estadística relacionada con las lesiones tanto del feto como en la madre64,65,84,89, estudios que se han prolongado por más de 20 años en los que evidenciamos esta menor frecuencia de lesiones. En el año 1995 y ante esta evidencia el porcentaje de ET sobrepasó al FK paulatinamente hasta llegar a las cifras que publicamos89, 98% versus 2%, y que es la actual opción de los residentes del Departamento de Obstetricia y Ginecología del HSO. Queremos además destacar que la ACOG es categórica al aconsejar que el parto instrumentado deba limitarse sólo a la instrumentación en IV plano de Hodge o plano de salida, en casos especiales en cabeza en plano medio bajo, y en la retención de cabeza última del parto en podálica, con el F de Piper34,35. Por tales razones el fórceps de Tarnier y todos aquellos que poseían tractor han desaparecido del arsenal de los obstetras, ya que como grandes tractores, estaban indicados en planos altos, hoy no aceptados por los especialistas y la ACOG9,24,77. De modo que con las ET que no hacen presa de la cabeza fetal y actúan como calzador del talón en el zapato, permite la rotación espontánea dentro de las cucharas por quedar libre, e incluso facilita el desplazamiento como en tobogán y el desprendimiento cefálico por deflexión en el expulsivo de esta cabeza fetal libre de la toma. Básicamente las ET constituyen un instrumento valioso para resolver los problemas del período expulsivo como un elemento inofensivo para el feto y la madre. Todos los autores no anglosajones coinciden que la mejor opción en la instrumentación de partos complejos son las ET ya que su adiestramiento en la práctica y docencia es más breve. Hacen referencia a un menor porcentaje de lesiones en el canal del parto respecto de los fórceps articulados, realzando así sus ventajas sobre este último1,3,5,7,8,10-23,25,27,28,33,36,46,55,64,65,68,84. Lo que no significa que la instrumentación con las ET esté exenta de riesgos y complicaciones, como se destaca en las publicaciones. En la última década el parto instrumentado ha experimentado un fuerte incremento, y así lo han informado diversos servicios de obstetricia y ginecología de países como EE.UU, Inglaterra, Canadá, España, Suecia y Dinamarca por nombrar algunos75,76. En estos países anglosajones el FK ha sido reemplazado en algunos servicios por la ventosa o vacuum extractor (VE), y presentan casuísticas que comparan el FK con el VE, precisamente para disminuir las lesiones menores que constituyen la marca de las cucharas, los hematomas y equimosis, las erosiones, heridas y hundimientos, provocados por la presa de cucharas fenestradas del instrumento articulado 29,30,32,34,37,39,44,45,47,49,52,53,58,62,7779,81,82,85,88,89. Por otra parte, el aumento exponencial de las demandas por mal praxis en los últimos años, apunta justamente al parto de resolución compleja que da lugar a litigios por el ciclo y círculo vicioso que significa hoy la disminución de la enseñanza en el adiestramiento del fórceps34,39,41,53,56,60,63,75,76,80,83,85-89. El círculo se transforma en virtuoso sólo si mejoramos la enseñanza del parto instrumentado al dar todas las posibilidades a nuestros aprendices en la especialidad, y que nos aporta la obstetricia moderna, una de estas posibilidades es el conocimiento de las ET, que debe formar parte del arsenal de instrumentos de todos los hospitales del país para que, enfrentados en el momento del parto a una inminente instrumentación, 35 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 30-38 podamos elegir de entre los fórceps, el que nos de mayor seguridad y provoque menores lesiones de la cabeza fetal y del canal blando del parto47,48,50,53,59. La notable humanización en la atención del parto y la administración de anestesia en períodos precoces del trabajo de parto con dosis altas anestésicas57,61,66,67,69,83, permiten que la cabeza fetal adopte posiciones anómalas al descender en el canal del parto38,40,70-74, lo que requiere muchas veces de rotación manual difícil y parto instrumentado en el expulsivo detenido con una cabeza fetal enclavada en el canal y en distocia de posición, habitualmente occípito posteriores y occípito sacra. Esto último prolonga el expulsivo y se altera el registro de los latidos cardio fetales en la monitorización electrónica86. Estudios retrospectivos del Departamento de Anestesia del Hospital St. Louis de la Universidad de Washington66,69 demuestran que a dosis menores de bupivacaína en la epidural tiene un mejor resultado; a mayor concentración de anestésico, mayor es el porcentaje de posición anómala de la cabeza fetal por alteración del mecanismo de encaje, específicamente en la rotación interna de la cabeza, que la ejecutan, entre otros, los músculos elevadores del ano al ser estimulados y comprimidos por la cabeza fetal que es empujada pasivamente por propulsión de los fenómenos activos de la fibra muscular lisa del motor uterino. Algunos estudios prospectivos informaron un aumento de la operación cesárea con dosis mayores de bupivacaína durante el trabajo de parto, no así en aquellas pacientes que recibieron placebo desde los 8 cm de dilatación cervical. Pero nuevas revisiones, trabajos prospectivos y metaanálisis de centros académicos con atención obstétrica intensiva guiada por esquemas que incluyen uso de oxitocina y amniotomía temprana, concluyeron que la epidural no se relaciona con el aumento de la tasa de cesáreas, y las diferencias notadas no tienen significación estadística, pero sí es categórico el hecho de que sí lo hace con el trabajo de parto que es más prolongado y aumenta notoriamente el parto instrumentado al relajar la musculatura pelviana y permite el encajamiento de la cabeza fetal en posición anómala u occípito posterior y sacra como se comentó antes67,71-73. Podríamos concluir de nuestra experiencia en nuestro servicio que el parto vaginal asistido con espátulas de Thierry reduce la frecuencia de lesiones traumáticas maternas y fetales, comparado con el fórceps de Kjelland, y sugerimos su implementación en el arsenal hospitalario de los servicios de obstetricia y su uso rutinario en la atención del parto vaginal asistido. REFERENCIAS 10. LLOYD F, GEISLER H, LUSHBAUGH, H. Unarticulated forceps in operative obstetrics. The spatules of Thierry. Am J Obst & Gynec 1964; 90: 925-8. 11. VELASCO CH A, HANDZER B. Las Espátulas de Thierry. Rev Col Obstet y Ginecol 1964 Vol XV, (61). 12. VIADA R. Las espátulas de Thierry. Rev Chile Obstet y Ginecol 1965; Vol 30 (5): 325-30. 13. GUYOMAR J. Valeur obstetricale des spatules de Thierry. Resultats de 1000 applications. Rev Fr Gynecol & Obstet (Fra nce) 1965; 60: 775-83. 14. RUF H, MERITE G, B OSSI G. Utilisation des spatules de Thierry comme forceps d’essai. 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Experiencia en el Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse Bárbara Aguilera R, Karen Sepúlveda S, José Lattus O, Valeria Pantoja Ca, Felipe Moscoso Ja, Cristian Guichard Ta, Ana Fritis La. RESUMEN Se presenta ca suística de ma dres sometida s a histerectomía obstétrica (HTO) en los tres y medio a ños de funciona miento de nuestro servicio. La principa l indica ción es la hemorra gia obstétrica severa (HO). No hubo muerte ma terna por esta ca usa , y se d esta ca el a lto requerimiento de volúmenes a porta dos en la corrección de la volemia como pa rte del ma nejo de esta situa ción de emergencia obstétrica . Palabr as claves: Hemorra gia obstétrica severa e histerectomía . SUMMARY We present a ca suistic of obstetrics hysterectomy in three a nd ha lf yea rs of study. The most common indica tion for this procedure is severe uterine ha emorrha ge, which could not be controlled by conserva tive mea sures. There wa s none ma terna l dea th a nd we wont to note the high volume of fluids needed to repla ce the volemia loss a s consequence of the obstetric emergency. Key Words: Severe obstetric ha emorrha ge & hysterectomy. INTRODUCCIÓN L a hemorragia obstétrica (HO) o metrorragia peri parto1,2, forma parte de los grandes desafíos para el equipo multidisciplinario y sigue siendo una de las principales causas de muerte materna en el mundo pese a los adelantos en fisiología materna y en el manejo del shock hipovolémico3-7. La HTO es una de las soluciones en el manejo de las hemorragias severas o masivas, procedimiento que no está exento de complicaciones8-18. Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, Universidad de Chile. Campus Oriente-Peñalolén. a Internos de Medicina. Correspondencia : barbara.aguilera@gmail.com MATERIAL Y MÉTODO Se realiza análisis retrospectivo de 24 casos de pacientes sometidas a HTO, de un total de 24.003 partos, durante el período comprendido entre el 20 de agosto de 2002 y el 28 de febrero de 2006. Los datos fueron agrupados en una planilla Excel para edad, paridad, edad de gestación, patologías asociadas al embarazo, vía de resolución del parto, datos del RN, diagnósticos pre y posthisterectomía, tipo de intervención realizada, tiempo operatorio, volúmenes transfundidos, exámenes preoperatorios, intervenciones complementarias a la HTO y resultado de la anatomía patológica de la pieza extraída. Para la determinación de los volúmenes totales se incluyó la administración de éstos desde el preoperatorio hasta el postoperatorio. 39 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 39-44 RESULTADOS De un total de 24.003 partos, 24 pacientes requirieron HTO, que corresponde a una tasa de 1 por mil partos. Cinco de las HTO fueron subtotales (20,8%) y 19 histerectomías totales (79,2%). La edad de las pacientes fluctuó entre 20 y 41 años, con un promedio de edad de 33,7 años. Sólo 2 pacientes eran primigestas y 22 eran multíparas de 2 a 4. De las 24 pacientes 11 eran portadoras de cicatriz de cesárea, 6 con una cicatriz, 1 con doble cicatriz y 4 con triple cicatriz. De las patologías agregadas destacan: placenta previa (PP) en 4 pacientes, 3 de ellas con sospecha ultrasonográfica de acretismo placentario confirmado por anatomía patológica, presentando metrorragia sólo 2 de éstas. Síndrome hipertensivo en 3 pacientes y síndrome HELLP en 1 paciente. Destacan de la casuística 4 pacientes multíparas con abortos menores a 20 semanas (16,7%). El estudio histopatológico informó 2 pacientes con endomiometritis, una de ellas con un hallazgo incidental de cáncer in situ cérvico uterino, una perforación de cara anterior de un útero bicorne, y la última con características de acretismo placentario en paciente con triple cesárea anterior y aborto incompleto. La resolución del parto pre HTO, fue por Tabla 1. Forma de resolución del embarazo pre HTO Tipo de resolución (n) (%) Parto normal Parto instrumentado Cesárea de urgencia Cesárea electiva Aborto 5 0 10 5 4 20,8 0 41,7 20,8 16,7 Total 24 100 Tabla 2. Indicaciones de la HTO de emergencia Indicación Inercia uterina Acretismo placentario Metritis Rotura uterina DPPNI Propagación de desgarros Total 40 (n) (%) 9 7 5 1 1 1 37,5 29,2 20,8 4,2 4,2 4,2 24 100% cesárea en 15 de ellas, 10 de urgencia (41,7%), y electiva en 5 (20,8%), y parto vaginal en 5 (20,8%) (Tabla 1). Respecto de la indicación de la HTO, destaca la inercia uterina en 9 pacientes (37,5%), acretismo placentario en 7 (29,2%), y metritis en 5 (20,8%). En la casuística no se reportó mortalidad materna (Tabla 2). De los resultados perinatales destacan 2 mortinatos, uno en paciente de 41 años, multípara de 2, gestación de 37+6 semanas, diabetes gestacional, parto espontáneo de feto en podálica, hidrops y trisomía 18 con estudio cromosómico antenatal; el otro en paciente de 20 años, multípara de 1, cesárea anterior, gestación de 35+2 semanas, sometida a cesárea por SHIE, DPPNI y descompensación hemodinámica. Se obtuvo 19 RN sanos, con pesos entre 2.094 y 4.130 g con un peso promedio de 3.197 g, test de Apgar 9-9, excepto un parto gemelar cuyo Apgar fue de 6-8 en el 1º gemelo y 4-8 en el 2º gemelo. DISCUSIÓN Clásicamente se define hemorragia obstétrica severa como una pérdida de sangre sobre 1.500 ml, hemoglobina igual o menor a 4 g/dl, disminución del hematocrito mayor a 10% o la necesidad de transfusión de más de 4 unidades de glóbulos rojos. Según autores franceses se define como una pérdida de más de 2.500 ml en las primeras 24 horas posteriores al parto. La HO se presenta aproximadamente en 5% de todos los embarazos, y es severa en 6-7 x 1.000 del total de partos. La principal causa de HO severa es la inercia uterina y responde, en la mayoría de los casos, a tratamiento médico con oxitócicos (y sus derivados), misoprostol, o prostaglandinas f2!, siendo esta última el tratamiento de elección vía intramuscular, endovenoso e incluso intra útero. Se debe recurrir a ligadura de arterias hipogástricas cuando el sangrado fluctúa entre los 2.000 y 3.000 mL, describiéndose su uso incluso con pérdidas de 1.500 a 2.100 mL. La HO severa es la segunda causa obstétrica de ingreso a cuidados intensivos, después de los síndromes hipertensivos1,2. La tasa de ingreso a cuidados intensivos es variable, describiéndose tasas de 36 por 100.000 RN vivos (Francia) a 883 x 100.000 RN vivos (Memphis, EE.UU). La mortalidad materna por HO en países en vías de desarrollo es de 1 x 1.000 partos, por el contrario en Inglaterra es 1 por 100.000 partos. En EE.UU corresponde a 21,7% de las muertes maternas de causa obstétrica5. Un estudio nacional desarrollado en el Hospital San Borja-Arriarán mostró 10 casos de HISTERECTOMÍA OBSTÉTRICA DE EMERGENCIA. EXPERIENCIA EN EL HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE «DR. LUIS TISNÉ BROUSSE» Tabla 3. Muestra edad, semanas de gestación y los exámenes pre HTO de los casos Caso Edad EG Hto Hb Plaquetas LDH MTR KBA CGN ESL LMM RLM NMT CLD SCA DGG SSM PGA ACS BOD FVG MUB CRN MAG FQA NCV PVA MAC LPB MCF 38 33 31 31 31 33 24 37 32 38 35 34 39 31 35 37 35 39 38 27 41 20 38 33 35+1 8 38 8 34+2 38+5 34+3 40+6 37+2 38 41 11+4 19+3 32 38 39+5 40+6 21+1 37+4 40 37+6 35+2 38 38 30,4 24,8 21,6 14,6 38 40,5 19 28,5 29 38,7 38,6 28,6 41 12,3 23,1 29,1 15,1 21,1 15,8 12,9 34 36 9,7 8,4 6,9 4,85 13 6,4 9,8 9,9 12,9 13 4,2 7,7 9,1 5,0 7,1 4,3 10,9 11,4 198.000 73.000 245.000 117.000 81.000 250.000 200.000 734 516 507 - EG= edad gestacional, Hto= hematocrito, Hb= hemoglobina, LDH= lactato deshidrogenada. La Tabla 3, destaca el hematocrito pre HTO, que en algunos casos fue cercano al 12%. El tiempo total promedio de duración de la HTO fue de 88 minutos, con un rango entre 40 minutos y 3 horas. hemorragia postparto graves que requirieron tratamiento quirúrgico, donde el 50% fue secundario a inercia uterina. El 80% de los casos requirió de ligadura de arterias hipogástricas después de la HTO12. En Chile la hemorragia corresponde a la cuarta causa de muerte materna correspondiendo a 7-8%3-7. Del total de muertes maternas en Inglaterra y Holanda el 60% está relacionada con condiciones inadecuadas de atención, en Francia alcanza 90% pues sólo el 60% recibe atención adecuada, donde los principales factores se asocian a falta de servicios o atención inadecuada, por la falta de médico anestesista y el manejo y control en maternidades que atienden menos de 500 partos al año por la menor capacidad de equipos; en Chile no hay datos al respecto. La HO severa según publicaciones nacionales es causada por inercia uterina, acretismo placentario19,21, rotura uterina y desgarros prolonga- dos de los ángulos en la histerectomía, resolviéndose por ligadura de las arterias hipogástricas entre el 27% y el 88% y a través de HTO total y subtotal entre el 70% al 84%. La mortalidad materna en Chile es de 3,2% según García Huidobro muy similar a las publicadas en Turquía que es de 4,5%, según un estudio del año 2001, que incluyen 165 casos de HO profusa. Desde el año 1999 se han publicado al menos 4 series de manejo de HO con embolización arterial selectiva en pacientes sin respuesta a tratamiento médico, los resultados son buenos pero se han señalado complicaciones y muertes maternas, y su uso está limitado por la gravedad de las pacientes2. El 90% de las HO corresponde a causa uterina y el 10% a causa no uterina. Aproximadamente el 80% de las causas uterinas son por inercia, en segundo lugar está la placenta previa sobre todo la que presenta adherencias anormales útero placentarias o 41 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 39-44 Tabla 4. Resume los volúmenes transfundidos a cada paciente, en unidades y calculados en litros para cada paciente Casos GR (U) Plasma (U) Plaquetas (U) Coloides (ml) Cristaloides (ml) Cp (U) Vt (ml) MTR KBA CGN ESL LMM RLM NMT CLD SCA DGG SSM PGA ACS BOD FVG MUB CRN MAG FQA NCV PVA MAC LPB MCF 7 2 6 4 13 7 12 24 2 6 4 2 4 3 17 8 5 7 4 5 4 9 6 5 4 30 5 4 15 2 2 4 2 5 5 4 5 3 8 3 6 6 16 4 17 13 8 5 11 4 - 1.000 1.750 3.000 1.500 500 1.000 1.000 2.500 2.000 1.000 1.500 500 1.000 1.500 5.500 1.500 2.500 2.000 5.500 1.000 1.000 4.500 3.000 4.500 5.500 4.000 2.500 3.500 3.000 2.500 4.000 3.000 3.500 2.500 1.500 3.500 4.000 1.500 14 7 4 3 - 5.600 5.350 10.300 3.700 13.180 7.850 8.160 11.910 5.960 8.300 5.700 4.600 6.200 4.900 12.130 10.130 5.500 8.100 3.700 4.750 6.540 10.860 7.500 5.250 GR= glóbulos rojos; Cp.=crioprecipitado. 1U GR= 300 ml, 1U plasma= 250 ml, 1U plaquetas= 60 ml, 1U Cp= 30 ml. Los volúmenes que recibió cada paciente que se aprecian en la Tabla 4, van desde 3.700 a 13.180 ml, con un promedio de 7.340 ml por paciente. cierto grado de acretismo1,2,18-20. Dentro de las causas no uterinas se incluyen los desgarros del tracto genital inferior, las coagulopatías, la enfermedad de von Willebrand, el síndrome HELLP, la CID, la trombocitopenia y los hematomas2. En relación a la placentación anormal (acreta increta - percreta) el riesgo está en estricta relación con la cicatriz de cesárea y con la inserción de la placenta sobre esta cicatriz, el 67% se relaciona con más de 4 cesáreas anteriores, y pacientes de más de 35 años. En un estudio sobre 109 pacientes con placenta percreta se hizo un diagnóstico anteparto en 50%, en el 80% de éstos por ultrasonografía, con elevación de alfa feto proteína en el 11% de los casos, y el resto se confirmó con resonancia nuclear magnética. En los casos confirmados de percretismo 42 anteparto la indicación principal fue la HTO con o sin ligadura de arterias hipogástricas. La tasa de HTO fluctúa entre 0,5 y 2 por mil en las publicaciones nacionales e internacionales. El tratamiento conservador se hizo en 7% (el tratamiento conservador se refiere a que no se extrae la placenta por el efecto traumático que significa el procedimiento, realizando posteriormente el tratamiento indicado). Dentro de las complicaciones destacan la rotura uterina, lesión de vejiga, ligadura del uréter, infecciones graves y transfusiones masivas, muerte perinatal (9%) y muerte materna (7%)18-20. Otras patologías que presentan HO severa es el síndrome HELLP2. En un estudio de 304 pacientes el 69% presentó hemorragias. No debe desestimarse la sintomatología pues el dolor epigástrico puede indi- HISTERECTOMÍA OBSTÉTRICA DE EMERGENCIA. EXPERIENCIA EN EL HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE «DR. LUIS TISNÉ BROUSSE» car una cápsula de Gleeson muy distendida que puede complicarse con una rotura hepática, de ahí la importancia del control con exámenes21,22. El 20% de las pacientes con embolia de líquido amniótico presentan hemorragias, falleciendo la mayoría de ellas en la primera hora de presentación del cuadro. CONCLUSIONES De los datos recabados podemos concluir que en nuestro servicio la tasa de HTO es de 1 por mil partos, que coincide con lo informado en publicaciones nacionales e internacionales, desde 0,5 a 2 por mil. Destacamos que la técnica más utilizada fue la HTO total (19 casos, 79,2%). La literatura informa de porcentajes diversos para ambas técnicas dependiendo de las indicaciones de la HTO, incluso observándose casuísticas de 50% para cada técnica1,2,12-14,17. Las principales causas fueron la inercia uterina en 37,5% de los casos, el acretismo placentario en 29,2% y la metritis en 20,8% de los casos, que se confirmaron en los informes anatomopatológicos y concuerdan con la mayor parte de las publicaciones. Destaca en esta casuística ausencia de mortalidad materna. Del total de las histerectomías, 4 correspondieron a embarazos menores de 20 semanas (16,6%). Además llama REFERENCIAS 1. HAZRA S, CHILAKA VN, RAJENDRAN S, KONJE JC. Massive postpartum haemorrhage as a cause of maternal morbidity in a large tertiary hospital. J Obstet & Gyna ecol 2004; 24: 519-20. 2. BONNAR J. Massive obstetric haemorrhage. Ba illiere’s Clinica l Obstetrics & Gyna ecol 2000; 14: 1-18. 3. DONOSO S. Mortalidad materna en Chile: tras el cumplimiento de una meta. Rev Chil Obstet Ginecol 2002; 67: 44-6. 4. Anuario de Estadísticas Vitales 2003. Página 292. Código 072. 5. HERRERA M. Mortalidad materna en el mundo. Rev Chil Obstet Ginecol 2003; 68: 536-43. 6. 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De las 24 pacientes sometidas a HTO, 6 (25%) requirieron de reoperación, 5 por hemoperitoneo, logrando identificar en 4 el sitio activo de sangrado, y una por una colección hemorrágica infectada. La literatura informa de esta complicación, y se puede concluir que por el edema del infundíbulo pélvico ligado, se produciría la retracción de las arterias uterinas u otras cercanas que serían la causa del sangrado, por lo que se recomienda la doble ligadura de los vasos cuidadosamente disecados. La complejidad de este cuadro obstétrico requiere de un equipo multidisciplinario que muchas veces se ve sobrepasado por las actividades propias de un servicio de urgencia como lo es una maternidad, que se caracterizan por su alta demanda. Los casos descritos indican que las medidas terapéuticas deben tomarse a tiempo, antes que las condiciones de la paciente se deterioren, por lo tanto la HTO debe decidirse en conjunto con el equipo multidisciplinario. 9. ASTORQUIZA J, CONTRERAS R, SCARELLA A. 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RESUMEN Se a na liza ron retrospectiva mente los ca sos de 41 pa cientes con dia gnóstico de cá ncer de ma ma , opera da s en la unida d de ma stología . El objetivo fue determina r el resulta do de cá ncer residua l a l rea liza r una cirugía de a mplia ción de bordes. Se compa ró este ha lla zgo a l esta do de los má rgenes quirúrgicos informa dos en la biopsia contemporá nea o diferida previa . Se eva luó eda d, dia gnóstico histopa tológico, dista ncia a bordes comprometidos y resulta dos de la a mplia ción. En el 37% de los ca sos se encontró cá ncer residua l en la biopsia de a mplia ción. El ma yor porcenta je de cá ncer residua l se encontró en a quella s muestra s con bordes comprometidos en la biopsia diferida (87% del tota l de cá nceres residua les posta mplia ción), siendo mucho menor pa ra bordes que esta ba n a <1 mm y entre 1-2 mm. Se desta ca que en 54% de la s veces que el informe mostra ba bordes positivos la cirugía de a mplia ción resultó en cá ncer residua l. Palabr as claves: Amplia ción bordes, cá ncer de ma ma . SUMMARY 41 pa tients in the Unit of Ma stology with d ia gnosis of brea st ca ncer were a na lyz ed retrospectively with the objective to determine being from residua l ca ncer when ma king a surgery of extension of edges a ccording to wha t it wa s a lrea dy informed in the previous contempora ry or deferred biopsy. Age, histopa tology dia gnosis, dista nce to edges jeopa rdizes a nd results of the extension were fa cts eva lua ted. The pa tient’s a vera ge a ge wa s 57, in 15 ca ses (37%) the result it wa s residua l ca ncer in the biopsy of extension; the grea ter percenta ge of residua l ca ncer wa s in those sa mples with edges it jeopa rdize (87% of the tota l residua l ca ncerous post extension) being much sma ller for edges tha t were <1 mm a nd between 1-2 mm; empha sizing tha t in 54% of the times tha t the report showed positive edges the surgery of extension wa s a residua l ca ncer. Key words: Re-excision positive ma rgins, brea st ca ncer. Becados de Ginecología y Obstetricia. Hospital Dr. Luis Tisné B, Sede Oriente. Universidad de Chile. 2 Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología. Unidad de Mastología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné B, Universidad de Chile. 3 Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné B. Correspondencia : alecatalan@manquehue.net 1 45 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 45-49 INTRODUCCIÓN E l manejo quirúrgico de las pacientes con cáncer de mama muestra, como una de sus más atractivas opciones, al manejo conservador y el éxito de esta cirugía va a depender no sólo de una selección apropiada de la paciente, sino también, de los márgenes quirúrgicos adecuados con un resultado estético aceptable. El margen quirúrgico se ha definido como la distancia entre las células tumorales y el borde marcado con tinta de la pieza extirpada. Un margen positivo se considera como marcador de la cuantía de carcinoma residual en el resto de la mama y, aunque no se dispone de una definición estándar de margen positivo o negativo, el compromiso microscópico del margen quirúrgico por células tumorales se asocia con un aumento de las recidivas locales1,2. Estudios prospectivos aleatorizados confirman que no hay diferencia estadística significativa en relación a la supervivencia entre las pacientes tratadas con cirugía conservadora o con mastectomía, siendo la finalidad de los procedimientos quirúrgicos extirpar completamente el tumor dejando unos «márgenes negativos»3-7. Una nueva cirugía que amplíe el sitio anterior de la biopsia para asegurar márgenes negativos en la resección debe realizar cuidadosamente para lograr el objetivo, evitando el retiro excesivo de tejido alcanzando un buen resultado cosmético8. Es por esto que los cirujanos buscan la obtención de «márgenes negativos» dado el beneficio significativo que se muestra en la recidiva local y la supervivencia global9-11. En este artículo se ha revisado la relación que hay entre el estado de los márgenes según resultado anatomopatológico informado (intra y postoperatorio) y la concordancia histológica posterior a la ampliación de los bordes. MATERIAL Y MÉTODO El estudio consideró una revisión de las fichas clínicas de las pacientes derivadas al Servicio de Mastología con diagnóstico de cáncer de mama, a las que se decidió realizar una cirugía de ampliación de bordes tras una cirugía conservadora inicial. Se incluyeron 41 pacientes operadas entre agosto 2003 y agosto 2005 en la unidad de mastología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. El acto quirúrgico se realizó según los protocolos de la unidad, enviando a biopsia rápida las piezas quirúrgicas obtenidas dependiendo del diagnóstico preoperatorio. Se realizó cirugía de ampliación de bordes quirúrgicos según los hallazgos encontrados en las biopsias tanto contemporáneas como diferidas. Dentro de las variables analizadas destaca la edad, diagnóstico histopatológico, distancia a bordes comprometidos y resultados de la ampliación. Los datos fueron procesados mediante Excel versión 2003 obteniendo los promedios, y porcentajes en cada una de las variables numéricas analizadas. RESULTADOS La edad promedio correspondió a 57 años, con rango entre 30 y 79 años. La histología correspondió a carcinoma ductal infiltrante (CDI) en 66% (27 casos), carcinoma ductal in situ en 26% (11 casos), carcinoma lobulillar infiltrante en 5% (2 casos), carcinoma ductolobulillar en 3% (1 caso) (Figura 1). Respecto a la cirugía de ampliación 12 casos correspondieron a ampliación según el resultado de la biopsia rápida y 29 por la biopsia diferida. Del total de ampliaciones de márgenes realizadas, en 15 casos (37%) se encontró cáncer residual (Figura 2). Figura 1. Histología de los cánceres de mama con ampliación de bordes. 46 RESULTADO DE CIRUGÍA DE AMPLIACIÓN DE BORDES EN CÁNCER DE MAMA DISCUSIÓN Figura 2. Resultado histológico postampliación. De las ampliaciones en que se encontró cáncer comprometiendo al borde, 13 casos (87%) se describieron en la biopsia previa comprometiendo el borde, 1 caso estaba a menos de 1 mm del borde y otro entre 1 y 2 mm. De ellos, 8 correspondían a CDI, 6 a CDIS y 1 a carcinoma lobulillar infiltrante (Figura 3). De las ampliaciones en que no hubo compromiso neoplásico del nuevo borde resecado, 11 casos (42%) comprometían el borde en la biopsia previa, en 5 casos (19%) el cáncer estaba a menos de 1 mm del borde, 9 casos (35%) éste se encontraba entre 1 y 2 mm del borde y en 1 caso (4%) se encontraba a más de 2 mm. La influencia de los márgenes en las recidivas locales ha sido publicado por diferentes autores y estos resultados se han corroborado en metaanálisis reciente1-7. La mayoría de estos estudios son retrospectivos y no clasifican el estado de los márgenes quirúrgicos de igual forma. De hecho, se diferencia entre márgenes negativos y positivos, pero no se determina la distancia a la que se encuentra el margen negativo. En muchos estudios, los «márgenes positivos» se definen como células tumorales en contacto con el margen de resección. En cuanto a los «márgenes negativos», algunos autores los reclasifican en márgenes negativos pero próximos (con distancias del tumor al margen desde 1 ó 2 hasta 5 mm). Cuando los estudios se agrupan según la definición de «margen negativo», es decir, positivo frente a negativo, >1 mm, >2 mm, las diferencias de recidivas entre márgenes positivos y negativos eran estadísticamente significativas para cada grupo9-14. Igualmente, el Consenso Chileno de Cáncer de Mama indica que «el hallazgo de compromiso masivo de márgenes en la biopsia diferida o la imposibilidad de precisarlos es indicación de reoperación. Márgenes mayores de 2 mm., no requieren reoperación. Entre margen focal mínimamente comprometido y 2 mm se sugiere la discusión del caso en comité oncológico multidisciplinario». La pregunta respecto a cuándo es necesaria la ampliación de la negatividad del margen muestra como evidente que unos «márgenes positivos» no son aceptables desde el punto de vista oncológico. Se podría pensar que mientras más alejado se esté del margen tumoral o más amplio sea el margen negatiFigura 3. Cáncer residual en la ampliación según distancia al borde comprometido. 47 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 45-49 vo es menor la recidiva, sin embargo los estudios no son concluyentes respecto a la recidiva local14-16. Es obvio que la primera cirugía proporciona la mejor oportunidad para conseguir un resultado estético aceptable sobre consecutivas operaciones para obtener márgenes negativos; por ello, es importante establecer técnicas eficaces para asegurar al máximo los márgenes negativos. Los cirujanos desempeñan un papel esencial en la evaluación y obtención de márgenes negativos en la cirugía inicial y es importante que estén familiarizados con las diferentes técnicas que pueden ayudar a prevenir «márgenes positivos». Según nuestra observación, reconociendo que el número de casos es limitado, hay que destacar que más de 50% de las veces en que el informe inicial comunica «margen positivo» éste resulta comprometer el margen resecado en la ampliación posterior; igualmente se mantienen porcentajes considerables en proximidades del tumor al margen hasta 2 mm; ésto al compararlo con otras series en la literatura muestra similares porcentajes, destacando que las ampliaciones o re-escisiones estaban más asociadas con cáncer residual cuando había claro compromiso de los bordes17,18. Es por esto que en la unidad se ha normado buscar en el intraoperatorio un margen macroscópico libre de tumor de 1 cm y se realiza una cirugía de ampliación de bordes cuando hay compromiso del margen microscópico hasta los 2 mm. Analizado los datos se puede decir que en aproximadamente 50% de los casos en que se ha decidido realizar una cirugía de ampliación ésta se ha justificado. No hay consenso claro acerca de la adecuada amplitud del margen quirúrgico. Es esencial la cooperación entre el cirujano y el patólogo para la evaluación de los márgenes en el cáncer de mama. El margen es el único factor pronóstico que está en la mano del cirujano y el indicador primario de una exéresis adecuada del tumor. La importancia de obtener «márgenes negativos» será cada vez más importante con el aumento de las aplicaciones de la cirugía conservadora en el cáncer de mama. REFERENCIAS 7. MORRIS AD, MORRIS RD, WILSON JF ET AL. Breastconserving therapy vs mastectomy in early-stage breast cancer: a meta-analysis of 10-year survival. Ca ncer J Sci Am 1997; 3: 6-12. 8. MORROW M, STROM E, BASSETT LW. Standard for breast conservation therapy in the management of invasive breast carcinoma. CA Ca ncer J Clin 2002; 52: 277-300. 9. PARK CC, MITSUMORI M, NIXON A, RECHT A, CONNOLLY J, GELMAN R ET AL. 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Con ta l fin se deben pla nifica r a nticipa da mente el a borda je quirúrgico má s conveniente pa ra disimula r el defecto, la s incisiones má s a propia da s que no produzca n retra cciones y los sitios de biopsia s e incisiones, de ma nera ta l, que se sitúen en sitios cosmética mente a cepta bles o en futuros tra yectos de ma stectomía s. Existen a demá s a lguna s técnica s descrita s en la s que los tumores a extirpa r constituyen pa rte del tejido elimina do en una ma stopexia o reducción ma ma ria . La s ma stectomía s ta mbién deben rea liza rse con a lguna s técnica s plá stica s, preserva ndo el surco ma ma rio y la ma yor ca ntida d de piel posible con mira s a una reconstrucción con un mejor resulta do estético. Key words: Brea st, oncopla stic surgery. L a cirugía oncoplástica de la mama es el término empleado para definir el abordaje quirúrgico oncológico de la mama, manteniendo la integridad cosmética de ésta1,2. El concepto implica: a. Cirugía resectiva apropiada con apego estricto a los criterios oncológicos. b. Evitar en lo posible deformidades importantes al realizar cirugía conservadora, para lo cual se planifican anticipadamente incisiones y colgajos. c. Reconstrucción parcial, en el caso de deformidades postcirugía conservadora. d. Mastectomías menos radicales en las situaciones en que sea posible. e. Reconstrucción mamaria en el caso de mastectomía, idealmente inmediata. f. Corrección de asimetría contralateral. El mejor momento para obtener un buen resultado cosmético es la instancia de la primera cirugía3,4. Para esto es imprescindible tener una adecuada evaluación preoperatoria de la paciente, en la que se Unidad de Mastología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia : paulaescobaro@yahoo.com 50 decida, en conjunto por los distintos profesionales involucrados, la programación de los pasos y tratamientos a seguir. Así, se hace necesaria, la participación de un equipo interdisciplinario. HISTORIA DE LA CIRUGÍA MAMARIA En 1894 Halsted introduce el concepto de Mastectomía Radical en la que se persigue la extirpación del tumor y un amplio margen de tejido vecino para evitar recidiva local y enfermedad a distancia. Se propone la resección de la glándula mamaria con la piel que la cubre, más los músculos pectorales subyacentes y los niveles axilares 1, 2 y 3. Con el paso del tiempo diversos autores entre ellos, Madden y posteriormente Pattey, señalan que la preservación de los músculos pectorales no afecta los índices de sobrevida y recaída local, y sin embargo, la morbilidad y gran defecto cosmético de la mastectomía radical se reducen considerablemente. Nace así en 1948 la Mastectomía Radical modificada5,6. Un avance significativo se produce en la década de los setenta, en que se conocen los resultados de Veronesi y Fischer que muestran que la cirugía conservadora de la mama más radioterapia tiene igual sobrevida CIRUGÍA ONCOPLÁSTICA DE LA MAMA que la cirugía más radical7,8. Comienzan además los primeros intentos por brindar un procedimiento reconstructivo con implantes de silicona a las pacientes mastectomizadas8-11. Donegan plantea en 1995 la necesidad de lograr un equilibrio entre la radicalidad de la cirugía y el resultado cosmético de la mama, con el fin de disminuir la posibilidad de carcinoma residual a un menor costo estético (Figura 1). La revolución incluye el desarrollo de los distintos tipos de colgajos autólogos para la reconstrucción mamaria, como son el dorsal ancho y el TRAM (colgajo transverso de músculo recto abdominal), como así, la mastectomía con preservación de piel12-16. CONSIDERACIONES DE LA CIRUGÍA CONSERVADORA El primer objetivo del tratamiento conservador de la mama es obtener el control oncológico equivalente al de la mastectomía y el segundo, lograrlo manteniendo la forma normal de ésta. Mientras el primer objetivo ha sido claramente demostrado, se ha objetivado también, que entre 20 a 30% de las pacientes tiene un resultado cosmético pobre o medio con deformidad, fibrosis postradiación y, por lo tanto, asimetría17. A medida que el número de candidatas a cirugía conservadora ha ido aumentando, lo han ido haciendo también el número de pacientes con resultados subóptimos. W. Audrescht propuso el término «oncoplástico» para enfrentar la cirugía de estos tumores con un criterio más estético. Esto significa asumir anticipadamente que se producirá deformación de la mama, ya sea por la ubicación o por el tamaño de la lesión, y por lo tanto, intentar evitar o reparar intraoperatoriamente este defecto. Este apronte novedoso consistió, originalmente, en realizar al momento de la cirugía una mamoplastía remodeladora y una simetrización contralateral. Sin embargo, actualmente el término oncoplástico ha sido extensivo a la cirugía mamaria en general. La cirugía conservadora de la mama con criterio oncoplástico persigue los siguientes beneficios cosméticos: incisiones más estéticas (ocultas), conservación de la forma mamaria, permitir la simetrización contralateral y evitar reconstrucciones secundarias1,4,18. ABORDAJES ONCOPLÁSTICOS EN CIRUGÍA CONSERVADORA Riesgos oncológicos. La recurrencia y sobrevida de las pacientes con cáncer de mama no se ven afectadas cuando se aplican estas técnicas. Clough ha reportado que la cirugía oncoplástica conservadora ha permitido extirpaciones más audaces y compara el peso habitual en su centro de un espécimen de mastectomía parcial que es de 40 g versus el promedio extirpado con técnicas oncoplásticas que alcanza 220 g2. Rietjens y Petit por su parte, señalan que la mamoplastía contralateral, es una oportunidad de encontrar carcinomas ocultos que en su serie de 445 pacientes fue de 4,5%19. Resulta dos cosméticos. Se han propuesto diversos abordajes dependiendo de la localización y tamaño del tumor. Estos van desde la simple movilización de colgajos glandulares para cerrar el lecho operatorio, cuando el daño no es muy pronunciado, hasta la planificación de la resección sobre un patrón de reducción mamaria o mamoplastía (Figura 2). Es importante una estrecha comunicación con el radioterapeuta al momento de programar estos abordajes, ya que se producen nuevos desafíos como lo Figura 1. 51 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 50-56 Figura 2. Paciente del Hospital Santiago Oriente con tumor filodes de cuadrante inferior externo, resecado durante una mamoplastía de reducción bilateral con técnica de pedículo inferior. Dos semanas postoperación. La simetrización se obtuvo en este caso. realizando cirugía simultánea a la mama sana. son el aumento de la zona a irradiar, producto del incremento en el tamaño de las cicatrices en comparación con la escisión clásica y la necesidad de una sobreimpresión precisa, la que requiere de una marca adecuada al lecho tumoral. En los últimos años algunos autores, entre ellos Rainsbury y Noguchi, han publicado el uso de colgajos de músculo dorsal ancho, a los que han denominado mini flaps, para reparar primariamente grandes defectos producidos principalmente en los cuadrantes externos y centrales. Estos han demostrado su gran versatilidad, relativa facilidad técnica y su bajo índice de complicaciones. Dado que solamente es el músculo el tejido utilizado, la radioterapia en la zona no es un inconveniente y no afecta el resultado estético ya que no se produce necrosis grasa ni disminución del volumen mamario20,21. CONSIDERACIONES RESPECTO A LA MASTECTOMÍA La mastectomía es una cirugía mutilante para la mujer. En una actitud moderna y más conservadora de enfrentar la mastectomía, ésta se realiza y planifica pensando en la posibilidad de una reconstrucción. El mejor resultado cosmético posible de obtener es a través de una reconstrucción idealmente inmediata y cuando se preservan algunos hitos anatómicos que no van a alterar tan drásticamente ni la forma mamaria, ni el volumen, ni la simetría. Se ha descrito que la preservación de piel, que es el continente de la nueva mama, junto con el pliegue submamario son fundamentales en este aspecto. 52 Con el objeto de preservar piel y surco submamario, la mastectomía debe planificarse desde el momento del diagnóstico de la lesión. ABORDAJES ONCOPLÁSTICOS A LA MASTECTOMÍA Riesgos oncológicos. La mastectomía con preservación de piel (SPM) fue descrita por Toht y Lappert en 1991. Desde entonces ha incitado a muchos autores, como Kroll, Fischer, Carlson y Slavin, entre otros, a pronunciarse sobre el tema. Las aprehensiones iniciales se dirigían a la seguridad de ésta como procedimiento oncológico, sin embargo, con el seguimiento y número de pacientes adecuados se ha logrado validar su uso. La recurrencia local descrita oscila entre 3 y 6,2%22-29. Publicaciones recientes dan cuenta del resultado de estudios preliminares en que se ha conservado el complejo areola-pezón, ya sea mediante la certificación histológica intraoperatoria de ausencia de lesión, como también, del uso de radioterapia intraoperatoria (ELIOT) en el caso del estudio del grupo de Milán. Se trata de pacientes seleccionadas con tumores alejados de la zona central de la mama, en los que la recurrencia no sería mayor en relación a la MRM. Estos estudios, aunque entusiastas, requieren mayor seguimiento y significación estadística para alcanzar un nivel de evidencia aceptable para ser considerados en nuestra práctica clínica actual30-34. Resulta dos cosméticos. Se han descrito diferentes abordajes a la mastectomía con preservación de piel, CIRUGÍA ONCOPLÁSTICA DE LA MAMA Figura 3. Mastectomía izquierda en HSO con preservación de piel con incisión circumareolar y reconstrucción inmediata con TRAM flap pediculado. Fotografía a los tres meses de la cirugía en la cual se observa en el cuadrante superior interno la cicatriz de la escisión del sitio de entrada del trocar utilizado para la biopsia percutánea. entre las cuales, la más popular es la circumareolar o «en ojo de cerradura» que dependiendo del tamaño de la mama y de la areola permite acceso a la axila28,35-39 (Figura 3). MAMA CONTRALATERAL Las pacientes que han sido tratadas por un cáncer de mama unilateral están expuestas a un mayor riesgo de desarrollar un carcinoma contralateral. El riesgo varía con el tipo de cáncer e historia familiar, pero en el caso del CDI es de 0,7% por año de vida. Por otro lado, muchas veces se requiere cirugía sobre la mama contralateral para lograr simetría. La cirugía contralateral puede consistir en una mastopexia, reducción o aumento mamario con implantes de localización submuscular según las circunstancias. El momento de la cirugía contralateral puede ser definido con la paciente, sin embargo, se prefiere realizar en forma simultánea40-45. La cirugía contralateral también debe considerar la mastectomía electiva que se conoce como mastectomía profiláctica y cuyo momento ideal es durante la primera intervención, ya que la reconstrucción bilateral es la que otorgará mejor simetría y reducirá los riesgos de un carcinoma en la otra mama46. Otro argumento para realizar mastectomía profiláctica contralateral es el oncológico. Kroll reporta neoplasia oculta en una serie de 88 pacientes sometidas a este procedimiento y reconstrucción inmediata bilateral, en la cual existe 3,4% CDI, 5,7% de CDIS y 20% de hiperplasia ductal atípica47. MASTECTOMÍA PROFILÁCTICA Los méritos de la mastectomía profiláctica han sido discutidos por muchos años, tanto en términos de sus beneficios oncológicos, como de sus resultados estéticos. La mastectomía subcutánea bilateral consiste en la remoción del tejido glandular, conservando el complejo areola pezón y ha sido la protagonista de esta controversia. Perdió credibilidad debido a la presencia de tumores malignos en pacientes sometidas a este tipo de cirugía y que además presentaban un resultado cosmético adverso48-53. Hoy en día, ha variado el concepto oncológico y ha mejorado la cirugía reconstructiva, lo que ha influido en la actualización de la mastectomía profiláctica49,55-60. Si bien, no existe acuerdo respecto a la conservación del complejo areola pezón y los diversos grupos argumentan unos a favor y otros en contra de este punto, la recomendación nacional generada en el último Consenso de Mastología es a la extirpación de éste. Son indicaciones relativas de mastectomía profiláctica bilateral la detección de genes predisponentes al cáncer de mama, la fuerte historia familiar y personal. La Sociedad de Cirujanos Oncólogos Americanos ha determinado que no existen indicaciones absolutas61-67. Estudios revelan que en mujeres con historia familiar y con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, la reducción del riesgo de cáncer por la mastectomía es del orden de 90%. A pesar que hoy, la cirugía mamaria empieza como un problema oncológico y termina siendo plástico, la mastectomía profiláctica bilateral constituye la cirugía en que más relevancia adquiere el resultado estético. 53 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 50-56 REFERENCIAS 1. BAILDAM AD. Oncoplastic surgery of the breast. Br J Surg 2002; 89: 532-3. 2. CLOUGH KB ET AL. Oncoplastic techniques allow extensive resections for breast-conserving therapy of breast carcinomas. Ann Surg 2003; 237: 26-34. 3. B UCHELS HK. Surgical therapy of primary breast carcinoma—options and perspectives. La ngenbecks Arch Chir Suppl Kongressbd 1997; 114: 1207-11. 4. MASETTI R ET AL. Oncoplastic techniques in the conservative surgical treatment of breast cancer. Brea st Ca ncer 2000; 7: 276-80. 5. FISHER B. From Halsted to prevention and beyond: advances in the management of breast cancer during the twentieth century. Eur J Ca ncer 1999; 35: 1963-73. 6. VERONESI U, ZURRIDA S. Breast cancer surgery: a century after Halsted. J Ca ncer Res Clin Oncol 1996; 122: 74-7. 7. FISHER B, WOLMARK N. New concepts in the management of primary breast cancer. Ca ncer 1975; 36: 627-32. 8. VERONESI U. 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LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 57-59 ARTÍCULOS ESPECIALES Derechos de las adolescentes: Salud sexual y reproductiva Jorge Varas Cortés RESUMEN La a dolescencia es una de la s eta pa s má s hermosa s en la vida de ca da persona . Emociones, sentimientos, ca mbios corpora les, proyectos de vida , se entremezcla n dura nte esos a ños. Influencia s positiva s, educa ción y va lores a dquiridos en esa s eda des, se verá n refleja dos a lo la rgo de toda la vida . El descubrimiento del a mor y la a tra cción sexua l ha cia una persona de distinto sexo, da rá n pa so a l desperta r sexua l, a l reconocimiento de su propia sexua lida d, a a prender cómo guia rla y enca uza rla ha cia objetivos que la na tura leza ha dota do a l ser huma no, como son el impulso sexua l y la rela ción sexua l. Key words: Adolescent hea lth; Ethics; Lega l issues, Confidentia lity. SITUACIÓN ACTUAL L a Organización Mundial de la Salud (OMS), define como adolescente a aquellas personas entre 10 y 19 años de edad. Se estima que constituyen el 20% de la población mundial, de las cuales el 85% vive en países en vías de desarrollo. En Chile, un millón quinientas mil personas son adolescentes, y el 50% son mujeres. Se les ha considerado tradicionalmente como un grupo que goza de buena salud, en especial si se les compara con niños o adultos mayores. Por tanto, las políticas de salud no han prestado suficiente atención a sus demandas. Sin embargo, cada vez existe mayor tendencia a reconocer que las adolescentes tienen problemáticas en salud sexual y reproductiva. Unidad de Obstetricia y Ginecología Adolescente, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia : drjorgevaras@gmail.com MEDIOS DE COMUNICACIÓN Aunque el inicio precoz de la actividad sexual puede ser causado por diversos factores, se estima que los medios de comunicación juegan un rol significativo. Cine, televisión, radio y medios escritos, son cada vez más explícitos en diálogos y conductas cuyos mensajes contienen, la mayoría de las veces, información errada y ajena a la realidad, que los jóvenes aceptan como tal sin cuestionar. Estos medios representan la influencia más fácilmente remediable en las actitudes y conductas sexuales de las adolescentes. Otro medio a considerar, de manera especial, es la oferta en Internet de sitios de pornografía, los cuales distorsionan la percepción de los adolescentes1. PADRES Es deseable el compromiso y participación activa de los padres en salud sexual y reproductiva. La comunicación de calidad entre padres e hijos se 57 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 57-59 relaciona con la capacidad de retrasar la primera relación sexual, disminuir la posibilidad que las hijas se embaracen y aumentar el uso de anticonceptivos, por parte de las adolescentes2. De manera básica deberá haber una actitud sana hacia el sexo en el hogar de los jóvenes. Si los progenitores están bien adaptados en el ámbito sexual y tienen una actitud saludable respecto al sexo, entonces los hijos tendrán la misma actitud y, en general, reaccionarán ante él en la misma forma que lo hacen sus padres. Por otra parte, si los progenitores poseen una actitud enfermiza hacia el sexo y están saturados de sentimientos de culpa y represiones, entonces sus hijos probablemente aprenderán la misma actitud trastornada y sufrirán por ella toda su vida. Ambos progenitores deben estar seguros de ellos mismos, es decir, tener ideas concretas y comunes acerca del sexo. El padre no hará ciertas peticiones y presentará un conjunto de ideas, mientras la madre plantea inquietudes diferentes. La incongruencia sólo produce confusión e inseguridad en los jóvenes. Si una niña acepta las ideas del padre, se sentirá culpable por no haber aceptado las ideas de la madre y viceversa. La adolescente tendrá que guiarse por un solo conjunto de normas y no por un grupo separado por cada progenitor. Los padres deben transmitir a sus hijas una actitud justa y amable hacia sus semejantes, enseñándoles a ser éticos en todas sus relaciones, incluidas las sexuales. No debería haber engaños, mentiras ni aprovechamiento de los demás, haciéndoles ver que cuando su conducta, en cualquier forma, dañe al prójimo o a sí mismo, este comportamiento debe ser reconsiderado porque es una conducta inadecuada. Los padres deben hacer sentir a sus hijos amor y respeto, y en caso de buscar un amigo, buscar primero a su padre o a su madre, sabiendo que recibirán apoyo de cualquiera de los dos. RELIGIOSIDAD La religión puede desempeñar un rol importante en la familia, particularmente en lo que se refiere a entrega de valores2. La religiosidad ha demostrado ser útil en postergar la primera relación sexual y este efecto no muestra diferencias de género. Específicamente, una mayor religiosidad entre los 15 y 16 años, se asocia significativamente, con permanecer virgen dos años más tarde3. 58 EDUCACIÓN Diversos estudios han demostrado que la educación en salud sexual y reproductiva, de manera ética, transparente, sin tabúes, conduce a una actitud sexual responsable, que incluye postergar la edad de la primera relación sexual y el uso adecuado de anticonceptivos4. Las adolescentes deben conocer la estructura biológica y fisiológica del hombre y de la mujer, reconociendo el hecho que, por ejemplo, los hombres se excitan sexualmente con mayor facilidad que las mujeres y son excitados por técnicas y estímulos diferentes a los de ellas. Las jóvenes deben saber cuáles son estas técnicas para poder evitarlas en muchas situaciones, pero también para utilizarlas en circunstancias adecuadas. Los adolescentes deben conocer los métodos y técnicas del desahogo sexual. Deben saber que la masturbación y las caricias constituyen modos normales de comportamiento que pueden satisfacer las urgencias sexuales y, sin embargo, no producen los problemas inherentes al coito5. Se les debe comentar a las adolescentes, que la abstinencia es el método más eficaz para prevenir el embarazo y las infecciones de transmisión sexual; que esta conducta es normal y sana y que muchas de sus pares también optan por ella6. Si con toda esta información, junto con la ayuda y orientación proporcionada en el hogar, la adolescente decidiese tener relaciones sexuales, debe conocer y tener acceso a los diversos métodos anticonceptivos, así como también estar bien informada acerca de las enfermedades de transmisión sexual y del embarazo. CÓDIGO PENAL DE CHILE Según el Artículo 362, del Código Penal, modificado por ley 19.927, artículo 1, número 6, decreto oficial 14 de enero del año 2004, se establece que «El que accediere carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una persona menor de catorce años, será castigado con presidio mayor en cualquiera de sus grados, aunque no concurra circunstancia alguna de las enumeradas en el artículo 361». De lo enunciado anteriormente, se desprende que la relación sexual con una mujer menor de catorce años, constituye un delito grave. Se abren diversas materias a considerar en nuestra especialidad. • Debe denunciarse todo embarazo en adolescentes menores de catorce años. DERECHOS DE LAS ADOLESCENTES: • Es sabido que la actividad sexual se inicia a edades cada vez más precoces7. La iniciación de relaciones sexuales, por una adolescente de catorce años o menos, constituye un delito de violación que debe ser investigado. • La prescripción de métodos anticonceptivos a adolescentes menores de catorce años con actividad sexual, ¿forma parte del secreto profesional y del derecho de toda paciente a la intimidad y confidencialidad, o es constitutivo de delito? • Debe establecerse el trámite formal a seguir, en lo que se refiere a: Información a la adolescente menor de 14 años. - Información a los padres de la paciente. - Información a organismos encargados de la protección de niñas en riesgo social. - Información al Servicio de Salud respectivo. - Información o denuncia a los organismos judiciales pertinentes. La respuesta a éstas y otras interrogantes, relativas a este tema, deben ser resueltas a la brevedad por las entidades científicas, éticas y jurídicas correspondientes, a fin de actuar conforme a la ley sin descuidar los derechos del médico y de la paciente. ROL DEL GINECÓLOGO-OBSTETRA La salud sexual y reproductiva de las adolescentes está inmersa en la ginecología y obstetricia. Comprende educación en sexualidad, prevención del embarazo, control prenatal, atención profesional del parto y puerperio, así como educación, prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual y citología del cuello uterino, entre otros. A las adolescentes, especialmente en lo que se refiere a sexualidad, se les debe hablar en términos claros, sencillos, realistas, seguros y, por tanto, convincentes. Se debe respetar su intimidad, garantizar el derecho a la privacidad y confidencialidad, elementos valiosos en su búsqueda de acceso a la información, interés por comunicar sus inquietudes y buscar respuestas a sus interrogantes5,8. Los profesionales que las atienden deben velar por el cumplimiento de sus derechos, con la colaboración y acción decidida de los Sistemas de Salud y Educación. COMENTARIO Se debe crear y fortalecer los Centros de Atención Ginecológica de niñas y adolescentes, con énfasis en Salud Sexual y Reproductiva, a lo largo de todo el país. Ellos deben contar con los medios necesarios que permitan educar y proporcionar alternativas de anticoncepción adecuadas, para cada caso en particular. Con el esfuerzo de todos lograremos adolescentes sanas, física y emocionalmente, con conocimientos claros, que les permitirán ser mejores adultos y transmitir a sus hijos una mejor información. Un país se desarrolla en valores permanentes, en la medida de una educación pertinente a sus creencias y objetivos. En el caso de nuestro país, por las encuestas internacionales, de todos conocidos, estamos muy lejos de alcanzar los consensos necesarios. Recursos, definiciones, conceptos religiosos y decisiones políticas, entre otros, son elementos que deben confluir para resolver un tema de alto interés en un mundo de cambios rápidos y sorprendentes. REFERENCIAS 1. KANUGA M, ROSENFELD W. Adolescent Sexuality and the Internet: The Good, the Bad and the URL. J Pedia tr Adolesc Gynecol 2004; 17: 117-24. 2. MESCHKE L, BARTHOLOMAE S, ZENTALL S. Adolescent Sexuality and Parent - Adolescent Processes: Promoting Healthy Teen Choices. J Adolesc Hea lth 2002: 264-79. 3. HARDY S, RAFFAELLI M. Adolescent religiosity and sexuality: an investigation of reciprocal influences. J Adolesc 2003; 26: 731-9. 4. EDOUARD L, BERNSTEIN D. The implementation of reproductive health programs: experiences, achieve- SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA 5. 6. 7. 8. ments and challenges. Int J Gynecol Obstet 2000; 70: 25-34. FELDMANN J, MIDDLEMAN A. Adolescent sexuality and sexual behaviour. Curr Opin Obstet Gynecol 2002; 14: 489-93. RIMSZA M. Pediatrics in Review, en español. Asesoramiento de la adolescente sobre métodos anticonceptivos 2004; 25: 83-91. FERNÁNDEZ L, BUSTOS L, GONZÁLEZ L, PALMA D, VILLAGRÁN J, MUÑOZ S. Creencias, actitudes y conocimientos en actividad sexual. Rev Méd Chile 2000; 128: 574-83. COOK R, DICKENS B. Recognizing adolescents’ ‘evolving capacities’ to exercise choice in reproductive healthcare. Int J Gynecol Obstet 2000; 70: 13-21. 59 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 60-63 ÉTICA MÉDICA Relación médico-paciente: Algo está cambiando Jorge Varas Cortés RESUMEN La sa lud constituye una a spira ción de ca da persona y de toda la huma nida d. Su construcción es una ta rea crea tiva e individua l y tiene un ca rá cter esencia lmente subjetivo 1 . La medicina , como prá ctica socia l, impa cta sobre el bienesta r y la vida de la s persona s, siendo sus a tributos má s va liosos su efica cia y eficiencia . Sin emba rgo, la pa ra doja má s nota ble, es que nunca puede ser completa mente exitosa 1 . A pesa r de la va ria da ga ma de a ctivida des que un médico puede desa rrolla r a ctua lmente, un motivo centra l pa ra escoger la profesión, sigue siendo el interés de rela ciona rse y a tender persona s2 . La confia nza es la ba se de la rela ción médico-pa ciente y ésta es la que fina lmente y por diversos motivos es a mena za da . Key words: Ethics, medica l; Physicia n-pa tient rela tions. E xisten diversos modelos según las relaciones que se establezcan entre médico y paciente. En cada uno de ellos predomina alguna racionalidad. El modelo contractual destaca la dimensión de acuerdo o contrato, mayor o menor según el contexto, el amical la benevolencia y beneficencia que siempre se predica respecto del trabajo médico, el magisterial y el pastoral la expectativa de que los doctores enseñen y prediquen sobre la salud y el bienestar, el tecnocrático la pureza de la intervención ajustada a reglas precisas y el taumatúrgico la esperanza, en situaciones de riesgo y desesperación, de que los médicos obren milagros. Cada uno de estos modelos refleja una faceta del encuentro entre un profesional que posee el conocimiento y el paciente que lo ignora1. Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia : drjorgevaras@gmail.com 60 El modelo de relación entre médico y paciente ha evolucionado desde una relación paternalista, donde el paciente aceptaba sin cuestionamientos la terapia indicada por el médico, a otra donde se impone una mayor participación del paciente en la toma de decisiones. Esto exige otro tipo de actitud y disposición por parte del profesional, el que debe esforzarse en interactuar con el paciente como persona, capaz de decidir según sus intereses y valores3. Para la ley chilena, la relación médico-paciente se consolida en un contrato tácito en que el médico adquiere el deber de cuidado y el paciente adquiere derechos. Los deberes del paciente y los derechos del médico casi nunca se mencionan, lo que ocasiona asimetría puesto que un contrato supone dos partes. Así, rara vez se reconoce la autonomía del médico, en tanto que uno de los cambios más relevantes ha sido reconocer que el paciente tiene derecho a decidir acerca de su salud, como parte de su autonomía. RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE: La creciente conciencia de sus derechos por parte de los pacientes, ha derivado en una mayor exigencia de resultados, lo que en muchos casos conduce a insatisfacción y a querellas contra los médicos4. El cambio más notorio, en la interacción entre médicos y pacientes, ha sido atribuido al mayor acceso a la información sobre temas médicos por la población, reflejo de cambios mayores en la sociedad5. Este conocimiento, aunque sea superficial les brinda mayor seguridad a los pacientes, y cambia el tipo de relación que se establece2. El reconocer que los pacientes tienen medios de acceder a información, a tecnologías y a utilizar métodos alternativos de tratamiento, requiere de nuevas habilidades, donde más que ofrecer un saber, los médicos deben evaluar la información y entregar la mejor alternativa según los valores y preferencias del paciente2. En otro tipo de cambio en la relación social, el paciente parece sentir menos impedimentos para cuestionar directa o indirectamente la conducta profesional médica. Ahora su actitud es más crítica, aparece como más recelosa, produciéndose diversas formas de desafío de la autoridad médica, desde las formas más silenciosas a las más violentas y litigantes, dando lugar al surgimiento de la llamada «medicina defensiva»5. La creciente introducción del derecho en medicina, interferiría en la tradicional relación uno a uno, pues el paciente está respaldado por otros actores sociales, generando un tipo de medicina defensiva2. Por su parte, un profesional médico tiene dentro de sus derechos, la facultad de aceptar o rechazar a un paciente o una terapia. En el Código de Ética 2004 del Colegio Médico de Chile, se realizan las siguientes precisiones: Artículo 17. «El médico a tenderá profesiona lmente a su pa ciente en una rela ción de confia nza y respeto, que ga ra ntice la liberta d y a utonomía de a mbos». Artículo 19. «La pérdida de confia nza y de respeto entre médico y pa ciente pone en riesgo la continuida d y la ca lida d de la a tención. En ta l ca so el fa culta tivo deberá procura r que otro colega se ha ga ca rgo del pa ciente, pa ra lo cua l le tra nsmitirá toda la informa ción necesa ria pa ra una correcta a tención». Artículo 20. «El médico a quien se solicita ren presta ciones que va ya n en contra de su conciencia o su convencimiento clínico, podrá nega rse a intervenir. En esta s circunsta ncia s, procura rá que otro colega continúe a sistiendo a l pa ciente, sa lvo que ello produjere gra ves e inmedia tos da ños pa ra la sa lud del enfermo»6. De tal forma queda suficientemente aclarado que es derecho del médico, aceptar o rechazar la aten- ALGO ESTÁ CAMBIANDO ción de un enfermo con la sola limitación que no exista otro colega que pueda hacerse cargo del enfermo. Del mismo modo, está implícito que dentro de su independencia técnica pueda rechazar una terapia o un procedimiento solicitados si no los juzga apropiados. Estos derechos parecen simétricos con los del paciente de elegir a su médico y de aceptar una terapia. Otro factor a destacar, es la notoriedad de los sistemas de comunicación escritos y audiovisuales en una actitud ambivalente y polarizada. Por un lado, contribuyen a la mistificación de la biomedicina, exaltando logros espectaculares y sensacionalistas sin mayor evaluación y, por otro, fomentan y sirven de vitrina para la exhibición de errores y denuncias de la acción de los médicos. La salud y la enfermedad constituyen materia predilecta de opiniones y convicciones del imaginario colectivo5. Se ha hecho común que los medios de comunicación, en virtud del derecho a la información, publiquen hechos que dañan el buen nombre de los médicos, así como de otras personas, antes de que se compruebe la veracidad de ellos, y con un efecto a veces irreversible4. La Constitución Política del Estado, asegura a todas las personas: «El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y su familia. La infracción de este precepto cometida a través de un medio de comunicación social, y que consistiere en la imputación de un hecho o acto falso, o que cause injustificadamente daño o descrédito a una persona o a su familia, será constitutiva de delito y tendrá la sanción que determine la ley». Sin embargo, debemos lamentar que a pesar de este y otros resguardos, en pocas ocasiones se repara el daño causado por imputaciones hechas con amplia publicidad y que muchas veces resultan falsas4. La introducción de variables económicas en la profesión también es asociada a la pérdida del arte en medicina y al nivel de control en el ejercicio de la profesión2. Los médicos perciben que su autonomía profesional, y por consiguiente, su libertad, se ha visto limitada por motivos adicionales a la actitud de los pacientes. Ante los ojos de los médicos como actores sociales, han irrumpido principios y conceptos como el de productividad, racionalización, costo beneficio, rendimiento, así como mecanismos de regulación y auditoría del rendimiento y desempeño del médico5. Según la percepción de los médicos, la tecnificación y especialización médica han provocado en gran parte su deshumanización. Los estándares internacionales, la medicina basada en la evidencia y la 61 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 60-63 tecnología van reemplazando el arte de la medicina, la experiencia y habilidades clínicas del médico2. La veneración por la tecnología no sólo ha influido en el desarrollo de la institución social llamada medicina, sino que la ha transformado por completo. La tecnología de «medio» se ha transformado en «fin». Las nuevas maquinarias se modifican por exigencias cada vez mayores de expertos cuya finalidad es la perfección inherente a su oficio, además de la salud y bienestar de las personas1. Los cambios en la relación clínica implican un nuevo tipo de profesionalismo, con un balance diferente del poder y la autonomía del profesional y del paciente. Los médicos perciben una invasión en la profesión, perdiendo progresivamente el control sobre su práctica, mientras usuarios y otras entidades ganan posiciones2. Médicos y pacientes han contribuido a la idealización de la medicina mediante un pacto irreal que finalmente ocasiona frustración a ambos. Es necesario reemplazar este acuerdo por uno más realista, donde los médicos acepten sus limitaciones y los pacientes ajusten sus expectativas y conozcan la naturaleza incierta de la medicina2. Pacientes y médicos deben saber y acordar que la muerte, la enfermedad y el dolor son parte de la vida y que la medicina es riesgosa y posee un poder limitado, especialmente para solucionar problemas sociales5. La condición humana implica vulnerabilidad ante la enfermedad y la muerte y también la posibilidad del error y el fracaso, por ello el compromiso del médico no es de éxito sino que de procedimiento, de atenerse a la Lex Artis. Esta se refiere a la ley no escrita que consagra la manera de actuar conforme al estado actual de la ciencia y el arte de la profesión, como lo haría la mayoría de los médicos en la misma condición y circunstancia4. El Artículo 21 del Código de Ética del Colegio Médico de Chile, establece que «Ningún médico, por la na tura leza de la ciencia y a rte que profesa , puede a segura r la precisión de su dia gnóstico, ni ga ra ntiza r la cura ción del pa ciente». En el Artículo 22 señala que «Fa lta a la ética el médico que en la a tención de un enfermo a ctúe con negligencia , imprudencia o impericia », definiendo cada una de estas acepciones y dejando claramente establecido que «Un dia gnóstico equivoca do, o el fra ca so de un tra ta miento o de cua lquier otra a cción médica , ha biéndose usa do todos los elementos disponibles, no constituye necesa ria mente negligencia »6. Nos enfrentamos a una realidad compleja que requiere de análisis. Si bien se proclama a un paciente más informado, autónomo y exigente, la 62 idea de un paciente como individuo que decide en conciencia aisladamente es una abstracción. El papel del médico, su conocimiento, experiencia, ponderación y su rol de consejero, es insustituible2. ¿QUÉ OCURRE EN OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA? El continuo avance del conocimiento científico, ha permitido que la obstetricia y ginecología posea actualmente herramientas eficaces no sólo para tratar a la mujer con patologías en las diferentes etapas de su vida, sino además preocuparse de la prevención de ellas3. El Artículo 8 del Código de Ética del Colegio Médico de Chile, señala que «Toda intervención médica rea liza da dura nte los nueve meses de gesta ción, deberá vela r siempre por el mejor interés de la ma dre y del hijo»6. Es una realidad que los gíneco-obstetras actúan y deciden de distintas maneras. Muchos adoptan una actitud «exitista », especialmente frente a las intervenciones quirúrgicas, sin informar los riesgos que ellas involucran, sus complicaciones y consecuencias7. Algunos realizan una cesárea o una histerectomía en una paciente en la cual otros no la practicarían, unos realizan ciertos procedimientos que otros no están dispuestos a hacer, algunos consideran que ciertas acciones sobre las pacientes no son correctas y otros sí. No es una tarea fácil ni sencilla, establecer quién tiene la razón, sin embargo la verdad ética existe y es necesario encontrarla. La pregunta por la adecuada acción médica es la pregunta de la ética clínica. La pregunta sobre cuál es la conducta adecuada en el campo de la ginecología y obstetricia, es la pregunta que la sociedad científica debe ayudar a responder a sus miembros, entregando directrices fundamentadas racionalmente y por tanto al alcance de todo aquel que posea una recta y bien orientada inteligencia3. Sin duda, el acontecimiento social más espectacular y trascendente dentro de la medicina se vive alrededor del embarazo y el nacimiento de un nuevo ser. El entorno familiar-emocional que rodea a la embarazada, crea múltiples expectativas. Surgen preguntas tales como «¿a qué eda d gesta ciona l puedo sa ber el sexo feta l? y ¿qué posibilida d de error ha y en su dia gnóstico?», «¿vendrá con a lgún problema ?» lo que pone de manifiesto el interés por el bienestar fetal además de un interés de tipo emocional. Cualquier respuesta que indique problemas en la salud del feto, tanto en su anatomía como en su desarrollo, requiere de múltiples explicaciones y RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE: ALGO ESTÁ CAMBIANDO valida el apoyo psicológico a los padres. No se espera otra información que no sea aquella que señale el completo bienestar materno y fetal, siendo cualquier informe adverso en este sentido, causa de conflicto al interior del núcleo familiar y en la relación médico-paciente. Hasta hace algunos años, el embarazo consideraba la «dulce espera ». Actualmente, en muchos casos se ha transformado en la espera impaciente, con veladas y a veces directas presiones para que «na zca lo a ntes posible». Es aquí, más que en ninguna otra especialidad, donde se exige al médico el máximo de eficacia y eficiencia. El resultado materno-fetal debe ser excelente. Cualquier imprevisto durante el trabajo de parto crea ansiedad en la familia, que rápidamente, solicita explicaciones y exige soluciones al respecto. Toda la armonía en la relación entre la embarazada, su familia y el gíneco-obstetra alcanzada durante los controles prenatales, se torna frágil, llegando a quebrarse si el resultado no es óptimo o les merece algunas dudas las decisiones tomadas por el especialista. La operación cesárea ha sido de gran ayuda en nuestra especialidad y tiene indicaciones precisas, claramente establecidas. Sin embargo, para las pacientes, aparece como la gran solución a sus expectativas, generándose esta dualidad: por una parte el derecho de las pacientes a proponer al especialista la vía del parto y, por otra, las estrategias de los Servicios de Salud en cuanto a disminuir el índice de cesáreas. Surge un conflicto que pone al especialista en medio del debate. La práctica clínica de nuestra especialidad es fértil en situaciones donde el especialista se enfrenta a decisiones que pueden afectar a uno, dos o más pacientes. Patologías maternas o fetales, en embarazos únicos o múltiples, ponen al gíneco-obstetra en dilemas éticos complejos con serias repercusiones legales3,7. La relación médico-paciente centrada en la persona exige una información difícil de equilibrar, entre aquella que agota todo tipo de complicaciones posibles y las que ayudan al médico en la terapia buscada. La confusión habitual entre un efecto adverso y una mala práctica, exige la presencia de un documento «Consentimiento Informado», que demuestre que la información fue entregada adecuada y oportunamente. La particular realidad de la obstetricia y ginecología requiere de directrices claras al respecto. La educación continua, el análisis crítico de los casos más complejos, la información oportuna a la paciente y su familia de su situación clínica, el registro detallado de los eventos en la ficha clínica así como los fundamentos que justifican una decisión, permitirán a los Servicios de Obstetricia y Ginecología, mantener un diálogo permanente con las pacientes, de manera honesta y transparente, sin crear falsas expectativas. Es imprescindible dar a conocer a la comunidad que la obstetricia y ginecología, al igual que toda la medicina, es inexacta, tiene múltiples y graves imprevistos, accidentes y situaciones de urgencia, que a pesar de todos los avances tecnológicos, la experiencia y dedicación de los especialistas, darán origen a resultados adversos de mayor o menor cuantía, fetales y maternos. Con esto no se intenta buscar una justificación, sino más bien ser realista y actuar con honestidad. REFERENCIAS 4. GARRIDO J. Acerca de los derechos del médico. Rev Chil Obstet Ginecol 2002; 67: 507-12. 5. HORWITZ N. El cambio de la práctica médica. Desafíos psicosociales para la profesión. Rev Méd Chile 2004; 132: 768-72. 6. Código de Ética 2004. Colegio Médico de Chile A. G. Ed Atenas Limitada. 7. HERRERA M, B ESIO M, MONTOYA D, WELCH E. Aspectos Éticos y Médico Legales en Obstetricia y Ginecología. Rev Chil Obstet Ginecol 2000; 65: 87-95. 1. LOLAS F. Bioética y Medicina. Ed. Biblioteca Americana, 2002. 2. BASCUÑÁN M. Cambios en la relación médico-paciente y nivel de satisfacción de los médicos. Rev Méd Chile 2005; 133: 11-6. 3. BESIO M. La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología y el desafío ético: una propuesta para un adecuado enfrentamiento. Rev Chil Obstet Ginecol 2001; 66: 64-7. 63 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 64-68 ARTÍCULO DE REVISIÓN Evaluación sonográfica del cuello uterino en la predicción del parto prematuro. Primera parte Enrique Bardi Ordóñez S e ha incorporado, en el Plan de Garantías Explícitas en Salud, la medición del cuello uterino con ultrasonido como evaluación imprescindible en la prevención y diagnóstico del parto prematuro. Así lo establece la Guía Clínica de Prevención del Parto Prematuro, editada por el Ministerio de Salud en 2005. En nuestro Servicio de Obstetricia y Ginecología, conforme a esta normativa, se realiza la medición sonográfica del cuello uterino tanto en la atención de la amenaza de parto prematuro, presencia de contracciones uterinas con o sin cambios cervicales, como en aquellas pacientes que son derivadas de los consultorios periféricos para su evaluación por presentar un mayor riesgo de parto prematuro, según los criterios señalados por la Guía Clínica propuesta por el MINSAL en el manejo y prevención del parto prematuro. Revisar el tema de la evaluación sonográfica del cuello uterino en la prevención y diagnóstico del parto prematuro, para precisar algunos conceptos básicos en relación a su técnica de ejecución y la adecuada interpretación del examen, es el propósito que nos motiva de presentar esta exposición a consideración de los médicos que están a cargo de la atención del alto riesgo perinatal y de quienes trabajan en la residencia obstétrica. Unidad de Ultrasonografía, Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia : mebardi@entelchile.net 64 DESCRIPCIÓN ANATÓMICA DEL CUELLO UTERINO El cuello uterino es la porción inferior del útero que entra en la vagina y forma con ésta un ángulo recto. Mide entre 2 y 4 cm de largo. Su punto de unión al cuerpo uterino está marcado por una constricción de la luz llamada istmo. Por su parte anterior, el cuello uterino está separado de la vejiga por una capa de tejido graso; en su parte posterior está cubierto por peritoneo que se extiende a la pared vaginal posterior y allí se refleja hacia el recto formando el fondo de saco de Douglas. A los lados, el cuello uterino está conectado a los parametrios y al ligamento ancho a través del cual llega su aporte de sangre, de las arterias uterinas. Los uréteres descienden alrededor de 2 cm por fuera del cuello y describen una curva por debajo de las arterias uterinas2. El canal cervical se extiende desde el orificio cervical interno, donde se une a la cavidad uterina, hasta el orificio cervical externo que se proyecta hacia la cúpula vaginal. El istmo se desplaza hacia el cuerpo uterino para formar el segmento inferior al final del embarazo. Muchas de estas características anatómicas se ven con la ecografía transvaginal. En el plano sagital, el cuello se ve como una estructura cilíndrica de ecogenicidad moderada con un canal central. En el embarazo, el orificio cervical interno se identifica con las membranas ovulares o el polo de la presentación fetal inmediatamente superior a él. En el plano transverso, el cuello se ve como una estructura circular, de ecogenicidad moderada con un punto central que corresponde al canal cervical, cuando éste no está dilatado. EVALUACIÓN SONOGRÁFICA DEL CUELLO EL PROCESO DE MADURACIÓN CERVICAL El cuello uterino cumple una función esencial en la duración del embarazo. Si bien la longitud cervical va disminuyendo a medida que se aproxima el término del embarazo normal, el cuello uterino se mantiene firme y cerrado durante todo el embarazo a pesar del progresivo crecimiento fetal y la consecuente distensión uterina. Esta función cervical depende de la regulación metabólica del tejido conectivo que predomina en su estructura anatómica. El estroma cervical está constituido por una matriz extracelular cuyo principal componente es el colágeno; más elastina y varias glucoproteínas, entre estas últimas la fibronectina. El colágeno es considerado como el más importante de los componentes, pues determina el grado de resistencia a la distensión del tejido conectivo cervical1,2. La iniciación del parto es precedida por un proceso de maduración cervical que consiste en un reblandecimiento de su consistencia, un acortamiento y dilatación progresiva, antes de sobrevenir las contracciones uterinas del trabajo de parto. La dilatación cervical comienza por el orificio cervical interno produciendo un borramiento y acortamiento progresivo del cuello uterino, que la exploración digital del cuello uterino no pone de manifiesto porque el orificio cervical externo permanece cerrado. El borramiento cervical que comienza con la dilatación del orificio cervical interno sólo se puede descubrir con el examen ecográfico del cuello uterino. El cuello uterino en borramiento toma una configuración en embudo a medida que el saco amniótico se introduce en el canal cervical a través del orificio cervical interno en dilatación, proceso que ha sido descrito en los trabajos publicados sobre el tema con el término de funneling (del inglés funnel, que significa embudo). Es decir, funneling es la dilatación del orificio cervical interno con prominencia de las membranas ovulares dentro del canal cervical1-11. El estudio ultrasonográfico del cuello uterino, durante el embarazo ha puesto en evidencia que el proceso de maduración cervical o borramiento se produce mucho antes que el comienzo del parto, alrededor de las 32 semanas de gestación en los partos de término y tan temprano como las 16-24 semanas en el parto prematuro 6. Es un proceso asintomático que se desarrolla lentamente. El borramiento cervical y la dilatación del orificio cervical interno modifica la morfología anatómica del cuello uterino quedando a la visión ecográfica constituido por dos segmentos: 1) una porción UTERINO EN LA PREDICCIÓN DEL PARTO PREMATURO. PRIMERA PARTE superior constituida por el funneling o configuración en embudo, 2) una porción inferior que corresponde al canal cervical restante, no borrado y sin dilatación, que se extiende desde el vértice del embudo hasta el orificio cervical externo y que se denomina longitud funcional del cuello uterino4,8. EL EXAMEN ECOGRÁFICO DEL CUELLO UTERINO El examen ecográfico transvaginal es actualmente el método preferido para realizar la evaluación sonográfica del cuello uterino. En el pasado, el examen más comúnmente usado en el estudio del cuello uterino fue la ecografía transabdominal, pues era el único método disponible para realizar la evaluación obstétrica del segundo y tercer trimestre del embarazo. Mediante la ecografía transabdominal el cuello uterino se visualiza mejor cuando la vejiga está llena, pero la distensión vesical puede falsamente elongar el cuello y enmascarar la presencia de una configuración en embudo o funnel por compresión sobre el cuello y el segmento inferior. Las partes fetales pueden obscurecer la visión nítida del cuello uterino dificultando su adecuada evaluación, especialmente después de las 20 semanas. Además, en la ecografía transabdominal, la distancia entre el transductor y el cuello es mayor que en la transvaginal2. La otra técnica ecográfica utilizable para el examen del cuello uterino es la transperineal o translabial, que muestra una buena correlación con las mediciones cervicales realizadas transvaginalmente. Sin embargo, la ecografía transperineal es más difícil desde un punto de vista técnico. Puede haber dificultad para distinguir el cuello uterino de las estructuras que lo rodean que tienen una impedancia acústica similar, y el canal cervical suele orientarse en ángulo recto con respecto a la porción distal de la vagina. El gas en el recto, que obscurece la región del orificio externo del cuello, puede causar una medición errónea con disminución de la longitud cervical2. La exploración transvaginal ofrece una mejor visualización del cuello uterino y una medición más reproducible de la longitud cervical, sin embargo no está totalmente exenta de errores cuando no se observa una cuidadosa aplicación de su técnica. De ahí la importancia de hacer una detallada descripción de la manera cómo debe realizarse el examen3,510,12. Para la realización del examen transvaginal, la paciente debe vaciar primero la vejiga. Una vejiga 65 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 64-68 llena puede encubrir la configuración en funnel y aumentar por compresión la verdadera longitud del cuello uterino. En seguida, la paciente se coloca en posición supina con sus muslos abducidos. Se introduce en la vagina el transductor cubierto con un condón lubricado, y se coloca en el fondo de saco vaginal anterior. Lo primero que debe hacer el operador, es identificar la vejiga, el saco amniótico y la presentación fetal. La imagen sonográfica debe proporcionar una óptima visión sagital del cuello uterino y del segmento inferior. Se obtiene así una visión sagital del cuello uterino y de la mucosa endocervical ecogénica que se delinea a lo largo del canal cervical desde el orificio cervical interno hasta el externo. El canal cervical, el orificio cervical interno y el externo, son los tres reparos anatómicos para realizar la evaluación ecográfica del cuello uterino. Después de visualizar estos tres reparos anatómicos, hay que retroceder un poco el transductor hasta que la imagen se ponga algo borrosa, y se reaplica el transductor ejerciendo una suave presión hasta obtener nuevamente una visión satisfactoria. Esta maniobra tiene por objeto evitar que una presión excesiva distorsione la configuración del cuello uterino y del segmento inferior. Reparar, en seguida, si existe a nivel del orificio cervical interno una configuración en Y con una porción superior constituida por el funneling, las dos ramas divergentes, y la inferior que corresponde a la longitud cervical funcional o residual del cuello no borrado representado por el trazado vertical de la letra. Antes de proceder a la medición cervical, debe ampliarse la imagen hasta ocupar por lo menos los 2/3 de la pantalla, sin que los orificios cervicales interno y externo dejen de ser visualizados. Al mismo tiempo, hay que comprobar que el estroma cervical por arriba y debajo del canal cervical tenga la misma apariencia y grosor. Si bien son muchos los componentes que diversos autores han recomendado medir en el examen ecográfico del cuello uterino, en la actualidad se considera que la medición más simple y reproducible, y a la vez con mayor sensibilidad y valor predictivo, es la longitud de la porción residual o funcional del cuello uterino. El cuello uterino se mide desde el orificio cervical interno hasta el externo. La medición se realiza tres veces, y se registra en el informe la medida más corta. Como el canal cervical presenta en la imagen sonográfica un trayecto curvilíneo, algunos autores han propuesto la medición del cuello en dos seg- 66 mentos rectilíneos; sin embargo, hay que tener presente que cuando existe un acortamiento cervical significativo, menor de 25 mm, el canal cervical tiene casi siempre un trayecto rectilíneo. Por lo que en la práctica se obvia este detalle, y el cuello se mide rectilíneamente desde el orificio cervical interno al externo. Más aún, un canal cervical curvilíneo denota indirectamente una longitud cervical normal, sin riesgo de prematurez. Si hay funneling o configuración en embudo, se mide el cuello residual o funcional desde el vértice de la configuración en embudo hasta el orificio cervical externo. Finalmente, se aplica una presión sobre el fondo uterino durante 15 segundos, y se examina cualquier cambio que se produzca en la longitud del cuello y la eventual formación de un funnel inducido por la maniobra. Estos cambios en la configuración del cuello uterino pueden observarse también espontáneamente o en relación a una contracción uterina y al desplazar manualmente la presentación. Se les denomina cambios dinámicos, y el acortamiento cervical producido por la formación o agrandamiento de un funnel inducido o espontáneo debe registrarse en el informe, pues aumenta el valor predictivo de la longitud cervical. La configuración en embudo del cuello uterino en borramiento denota anatómicamente una menor resistencia del estroma cervical a la distensión y constituye probablemente, en conjunto con el progresivo acortamiento cervical, un proceso fisiopatológico continuo que conduce a la interrupción del embarazo11, que cuando éste se produce después de las 37 semanas se designa como parto de término. Cuando ello ocurre entre las 24 y 36 semanas se trata de un parto prematuro o de pre-término. Cuando la interrupción de la gestación ocurre entre las 16 y 24 semanas se ha denominado tradicionalmente incompetencia cervical, con membranas ovulares que protruyen por el orificio cervical externo en forma de reloj de arena. El funneling, por su conformación, es un hallazgo subjetivo de variable grado de detección y de escasa uniformidad en el resultado de su evaluación entre distintos examinadores. Esta configuración también puede diagnosticarse por error con una vejiga sobredistendida, con contracciones del segmento inferior del útero, o con presión excesiva sobre el cuello al utilizar la ecografía transvaginal. Es debido a las dificultades que presenta la detección y el examen de la configuración cervical en embudo, y que muchas veces su formación es inestable y transitoria, que el valor predictivo del riesgo de parto prematuro está centrado fundamentalmente en la longitud cervical. EVALUACIÓN SONOGRÁFICA DEL CUELLO UTERINO EN LA PREDICCIÓN DEL PARTO PREMATURO. PRIMERA PARTE La longitud del canal cervical por ultrasonografía realizada en el segundo y tempranamente en el tercer trimestre del embarazo tiene un rango de 10 a 50 mm. El percentil 50 es de 35 mm, y el percentil 10 es de 25 mm. El riesgo de parto prematuro aumenta a medida que la longitud del cuello decrece a través de todo el rango de longitud cervical. Una longitud cervical a las 22-24 semanas que está debajo de 25 mm se relaciona con un aumento de más de seis veces de tener un parto prematuro antes de las 35 semanas, en comparación con las mujeres que presentan una longitud cervical sobre el percentil 755,6. Una longitud de 25 mm, entre las 22-24 semanas, ha sido establecida como umbral clínico para identificar predictivamente a la paciente con mayor riesgo de tener un parto prematuro. En las pacientes sintomáticas, una longitud cervical de menos de 20 mm no necesariamente es predictiva de parto prematuro; en cambio, una longitud de más de 30 mm excluye el riesgo que se produzca un parto prematuro6,10. Recientemente se ha postulado la hipótesis, basada en la similitud de los resultados obtenidos en diversos trabajos de investigación clínica, sobre la predicción del parto prematuro por medio de la evaluación sonográfica del cuello uterino, que en la población obstétrica de bajo riesgo el hallazgo de un acortamiento cervical por debajo del percentil 10 (una longitud menor de 25 mm) no siempre significa un mayor riesgo de tener un parto antes de término, a menos que concomitantemente la exploración ultrasonográfica muestre la presencia de funneling. Es decir, es posible que en algunas pacientes un acortamiento cervical por debajo del umbral clínico establecido actualmente, constituya sólo una variación biológica normal. En cambio, la presencia de una configuración cervical en embudo cuando el cuello está acortado sí señala un pronóstico adverso de eventos como el parto prematuro, la corioamnio- nitis y la rotura prematura de las membranas. De ahí la recomendación actual de categorizar como presente o ausente la visión de funneling cuando existe un acortamiento cervical significativo11. Al examinar el cuello uterino hay que tener presente la posibilidad de encontrar un segmento inferior insuficientemente desarrollado como resultado de un retraso de su formación o de una contracción uterina, lo que es un impedimento para determinar su verdadera longitud. Se ha sugerido como criterio diagnóstico una longitud excesiva del cuello uterino (más de 50 mm), un canal cervical en forma de S, un aparente orificio cervical interno desplazado en sentido cefálico con relación a la reflexión vesical, y un marcado engrosamiento de la pared uterina que aumenta la distancia que separa la reflexión vesical de la cavidad amniótica. Si el segmento inferior no está bien formado, la longitud cervical no se mide7,9-10. No reconocer correctamente esta anomalía puede llevarnos a una conclusión con una falsa impresión de seguridad y confianza, basada en una medición cervical errónea. Se han descrito otros signos9, independientes de la longitud cervical, relacionados con la predicción de parto prematuro: la visión de una mínima dilatación (1-4 mm) en el canal cervical, y el hallazgo de la separación corioamniótica de las membranas ovulares que están en contacto con el orificio cervical interno; pero hace falta reunir una mayor experiencia clínica que sustente su incorporación en la evaluación de la paciente con riesgo de tener un parto prematuro. Lo que está fuera de toda discusión es la evidente asociación que se ha establecido entre el parto prematuro y el acortamiento del cuello uterino. Existe una extensa casuística que respalda esta afirmación3,5-10,12-13. El riesgo de parto prematuro aumenta inversamente con la longitud cervical. La medición ultrasonográfica del cuello uterino es el examen más simple y reproducible de todos. REFERENCIAS 3. IAMS JD, PARASKOS J, LANDON MB. Cervical sonography in preterm labor. Obstet Gynecol 1994; 84: 40. 4. BERGHELLA V, KUHLMAN K, WEINERS S, TEXEIRA L, WAPNER RJ. Cervical funneling: sonographic criteria predictive of preterm delivery. Ultra sound Obstet Gynecol 1997; 10: 161. 5. IAMS JD, GOLDENBERG RL, MEIS PJ, MERCER BM, MOAWAD A, DAS A, THOM E, MCNELLIS D, COPPER RL, JOHNSON F, ROBERTS JM FOR THE NATIONAL INSTITUTE OF CHILD HEATH 1. GERVAS MT, ROMERO R, MAYMON E, PACORA P, JEANTY P. Ultrasound examination the uterine cervix during pregnancy. Sonography in Obstetrics and Ginecology. Arthur C. Fleischer 2001 Sixth Edition. 2. SCHEERER LJ, B ARTOLUCCI L. Evaluación ecográfica del cuello uterino. Ecografía en Obstetricia y Ginecología Peter W. Callen 2000 Cuarta Edición. 67 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 64-68 AND HUMAN DEVELOPMENT MATERNAL FETAL MEDICINE UNIT NETWORK. The length of the cervix and the risk of spontaneous premature delivery. N Engl J Med 1996; 334: 567-72. 6. IAMS JD. Prediction and early detection of preterm labor. Obstet Gynecol 2003; 101: 402-12. 7. OWEN J, YOST N, BERGHELLA V, THOM E, SWAIN M, DILDY G, MIODOVNIK M, LANGER O, SIBAI B, MCNELLIS D FOR NATIONAL INSTITUTE OF CHILD HEATH AND HUMAN DEVELOPMENT MATERNAL FETAL MEDICINE UNITS NETWORK. Midtrimester endovaginal sonography in women at high risk for spontaneous preterm birth. JAMA 2001; 286: 1340-48. 8. BERGHELLA V, BEGA G, TOLOSA J, B ERGHELLA M. Ultrasound assessment of the cervix. Clin Obstet Gynecol 2003; 46: 947-62. 68 9. OWEN J. Evaluation of the cervix by ultrasound for the prediction of preterm birth. Clin Perina tol 2003; 735-55. 10. DOYLE N, MONGA M. Role of the ultrasound in screening patients at risk for preterm delivery. Obstet Gynecol N Am 2004; 31: 125-39. 11. RUST OA, ATLAS RO, KIMMEL S, ROBERTS WE, HESS LW. Does the presence of a funnel increase the risk of adverse perinatal outcome in patient with a short cervix? Am J Obstet Gynecol 2005. 12. WELSH A, NICOLAIDES K. Cervical screening for preterm delivery. Curr Opin Obstet Gynecol 2002; 14: 195-20. 13. GUZMÁN ER, ANANTH CV. Cervical length and spontaneous prematurity: laying the foundation for future intervencional randomized trials for the short cervix. Ultra sound Obstet Gynecol 2001; 18: 195-9. REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 69-71 ARTÍCULO DE REVISIÓN Corticoides prenatales: Beneficios y riesgos asociados a su uso indiscriminado Ximena Alegría Palazón E l parto prematuro ocurre entre 7-10% de los embarazos, siendo causa importante de morbimortalidad, en relación a un aumento en la incidencia de síndrome de distress respiratorio (SDR), hemorragia intraventricular (HIV), ductus arterioso persistente (DAP), enterocolitis necrotizante (ECN), sepsis y retinopatía entre otros1. El uso de corticoides prenatales ha logrado grandes beneficios al ser utilizado adecuadamente, introducido por primera vez como terapia prenatal en 1972. El primer estudio clínico controlado en relación al uso de corticoide prenatal y maduración pulmonar fue realizado por Liggins en 1969, Nueva Zelanda2. Actualmente, a pesar de los beneficios descritos en base a numerosos estudios experimentales en animales y estudios controlados, randomizados en humanos, el uso de corticoide prenatal no tiene una cobertura cercana al 100%. Se han utilizado 2 tipos de corticoides: betametasona y dexametasona, los cuales molecularmente son similares y cuya actividad biológica es idéntica. Ambas atraviesan fácilmente la placenta y poseen mínima actividad mineralocorticoidea e inmunosupresora. La vida media de ambos es más prolongada que el cortisol y metilprednisolona. La dexametasona utiliza sulfitos como preservante, componente que se ha asociado a mayor incidencia de leucomalacia periventricular (LPV). Estudios in vivo (animales) con el uso de dexametasona más Servicio de Neonatología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Facultad de Medicina, Campus Oriente, Universidad de Chile. Correspondencia : xalegria@yahoo.com sulfitos, han demostrado muerte en placa cortical y tálamo3. Baud en 1999 publicó un estudio retrospectivo observacional, que incluyó 833 recién nacidos prematuros, donde dexametasona más sulfito incrementó el riesgo de LPV versus betametasona4. Las dosis utilizadas, elegidas desde un comienzo arbitrariamente son para la betametasona 2 dosis de 12 mg intramuscular a intervalo de 24 horas y para la dexametasona 4 dosis de 6 mg intramuscular a intervalo de 12 horas5. El beneficio óptimo comienza 24 horas después de la iniciación de la terapia y dura 7 días. Se ha descrito que el efecto continúa posterior a 7 días, pero con menor intensidad. La evidencia actual sugiere una reducción principalmente en mortalidad, SDR, HIV, ECN aun si el tratamiento se ha iniciado antes de 24 horas del parto. BENEFICIOS DE CORTICOIDES PRENATALES En base al metaanálisis de Crowley6, que incluyó más de 3.000 recién nacidos prematuros, al utilizar un curso de corticoide prenatal (2 dosis de betametasona) se observó una reducción en la mortalidad neonatal precoz en 40% (RR: 0,6; 95 IC: 0,5-0,8), SDR en 50% (RR: 0,5; 95% IC: 0,4-0,6), HIV en 50% (RR: 0,5; 95% IC: 0,3-0,9). Otros beneficios adicionales descritos en otros estudios7 han demostrado una reducción en más de 40% en la presencia de ductus arterioso persistente (RR: 0,56; 95% IC: 0,35-0,9) y asociación con reducción en la incidencia de enterocolitis necrotizante8. Recientes reportes han asociado una mayor maduración de piel, mejor balance hidroelectrolítico, menor incidencia de hiperkalemia, 69 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 69-71 esto último, asociado a mayor maduración de la bomba Na-K ATPasa9. Estudios randomizados y controlados a largo plazo, 20 años posterior al uso de un curso de corticoide prenatal, revelan ausencia de efectos adversos en variables médicas, psicológicas e intelectuales10. Evaluación de factores de riesgo cardiovasculares a 30 años de seguimiento revela que un curso de corticoide prenatal no tiene efecto adverso cardiovascular11. Con la evidencia actual no se ha demostrado mayor riesgo de infección ni supresión importante adrenal, la cual regresa rápidamente a lo normal al discontinuarse el tratamiento. EFECTOS MOMENTO ADVERSOS DE CORTICOIDES PRENATALES Esto se ha demostrado con su uso indiscriminado, es decir, con la utilización de más de un curso de corticoide prenatal. En la literatura se ha descrito la utilización de hasta 16 cursos12. Estos efectos adversos incluyen principalmente daño del sistema nervioso central (SNC), sistema cardiovascular, desarrollo pulmonar, sistema inmunológico, desarrollo óseo y restricción del crecimiento entre otros13. A nivel del SNC se ha descrito una reducción significativa del perímetro cefálico dado por una disminución del tamaño cerebral. Este efecto tóxico puede ser directo o indirecto al interferir en la función de factores de crecimiento y mecanismos protectores en contra de la hipoxia e hipoglicemia. El efecto degenerativo neuronal es dosis dependiente, donde múltiples dosis de corticoide prenatal causan alteración de la migración neuronal durante el desarrollo cerebral. Este efecto deletéreo también se evidencia en el desarrollo de los vasos cerebrales en respuesta al CO2. Clínicamente se ha traducido en un mayor riesgo de parálisis cerebral14. A nivel pulmonar, el exceso de corticoide prenatal altera la alveolización (disminución en el número de alvéolos), lo cual alteraría el intercambio gaseoso, asociándose un incremento en la incidencia de displasia bronco pulmonar15. A nivel inmunológico altera la función leucocitaria interfiriendo en la quimiotaxis, alteración en la funcionalidad de inmunoglobulinas, por tanto mayor riesgo de sepsis1. EVIDENCIA ACTUAL DE CURSOS REPETIDOS La literatura actual no recomienda el uso de cursos repetidos de corticoide prenatal14,16 dado los riesgos a corto y largo plazo. Guinn evaluó el efecto de 70 curso simple versus múltiple, debiendo suspender el estudio dado un incremento en la incidencia de HIV severa17. El metaanálisis de la base de datos Cochrane, que incluyó el estudio de Guinn (n=502), McEvoy (n=37) y Murphy con el estudio piloto MACS (n=12), ha concluido que no existe evidencia suficiente en relación a beneficios versus riesgos, para recomendar la administración de cursos repetidos de esteroides en mujeres a riesgo de parto prematuro. Actualmente, se encuentran en curso varios protocolos, que están comparando el uso de curso simple versus múltiple de corticoide prenatal. DE USO DE CORTICOIDE PRENATAL Y FARMACOCINÉTICA En relación al momento óptimo de uso de corticoide prenatal la evidencia sugiere que debe ser utilizado en embarazos a riesgo de parto prematuro desde las 24-34 semanas de edad gestacional (EG). Al evaluar uno de los efectos benéficos como lo es la reducción de la incidencia de SDR, esta reducción es más marcada entre las 28-34 semanas EG, que entre 24-28 semanas de EG, pero cuando se presenta entre 24-28 semanas de EG es significativamente menos severo que el SDR, que presentan los prematuros sin antecedentes de uso de corticoide prenatal. El uso sobre las 34 semanas de EG no está recomendado como práctica de rutina, dado que el SDR es menos frecuente, menos severo y la evidencia no ha demostrado un mejor outcome 18. Los corticoides administrados durante el embarazo se unen a las proteínas transportadoras en la circulación materna dándose una distribución materno-fetal compleja que involucra equilibrio entre la forma unida y la libre. La betametasona y dexametasona se unen menos a las globulinas si se comparan a otros esteroides. La enzima beta hidroxiesteroide deshidrogenasa presente en la placenta, tiene como función limitar el acceso de esteroides maternos al feto inactivándolos, pero en relación a beta y dexametasona, la enzima tiene poca afinidad. La forma libre del esteroide se une a un receptor específico, donde la presencia de este receptor determina que un tejido responda o no al esteroide y su número limita la concentración hormonal máxima a medida que los receptores son copados. El aumento en la velocidad de transcripción se inicia aproximadamente una hora después de la administración intramuscular del esteroide. El máximo incremento en el contenido de ARNm y proteínas se da entre 2448 horas, respectivamente. Por tal motivo el beneficio es máximo si el parto se da después de 48 horas CORTICOIDES PRENATALES: B ENEFICIOS Y de la primera dosis. La dosis recomendada copa 75% de los receptores, lo que produce respuesta en órganos blanco cerca del máximo, por tanto no se justifica dosis más alta1. Los estudios han sido realizados en su mayoría con uso de corticoide intramuscular. Escasa es la evidencia relacionada al uso de corticoide prenatal endovenoso, práctica en algunos centros norteamericanos sólo cuando el parto es inminente, dado los beneficios de éstos. La dosis utilizada es 12 mg de betametasona endovenosa como dosis única minutos antes del parto. USO DE CORTICOIDES Y ROTURA DE MEMBRANAS Basados en los metaanálisis de Ohlson (1989) y Crowley (1992), no se demostró un incremento en el riesgo de infección fetal-neonatal al usar corticoide prenatal en embarazos con rotura prematura de membranas. Sus beneficios son menores si se compara al uso en embarazos con membranas intactas. Debe ser usado en ausencia de corioamnionitis19. reducción de la incidencia de SDR, sino también en otras patologías como HIV y reducción de mortalidad, entre otros. Recomiendan su uso en todos los embarazos a riesgo de parto prematuro, desde las 24-34 semanas de EG. La decisión de uso no debe ser retrasada por la disponibilidad de surfactante ya que el efecto es aditivo. En relación a cursos múltiples, coinciden en permitir su uso sólo en estudios controlados, randomizados, con el suficiente poder para evaluar la seguridad y eficacia, minimizando la exposición de la madre y el feto a los posibles riesgos. También recomiendan su uso en gestación múltiple, basados en el riesgo de parto prematuro aunque no exista fuerte evidencia de su beneficio como el observado en embarazos únicos5. RECOMENDACIONES DE CORTICOIDES Y GESTACIÓN MÚLTIPLE No hay datos suficientes para valorar la efectividad de corticoides en gestación múltiple. Estudio multicéntrico no reveló beneficios19. – – RECOMENDACIÓN DEL CONSENSO NIH AÑO 2000 Y ACOG Ambas entidades reconocen los beneficios de corticoide prenatal utilizado criteriosamente en base a un curso prenatal, cuyos beneficios no son sólo en REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. FRIEDMAN. Clinics in Perina tology 2004; 31: 529-45. LIGGINS. Pedia trics 1972; 50: 515-25. BAUD. Pedia tr Res 2001; 50: 706-11. BAUD. NEJM 1999; 341: 1190-6. NIH Consensus Development Conference Statement, Online. Agosto 17-18, 2000. 6. CROWLEY. NIH Cochrane Collaborative Review Group. online 7. AGHAJAFARI. Am Journa l Obstet a nd Gynecol 2001; 185: 1073-80. 8. PRECIOSO A. Rev Hosp Clin S. Pa ulo 2002; vol 5. EN EL USO DE CORTICOIDES PRENATALES Basados en los beneficios del uso de corticoides prenatales a nivel de múltiples sistemas del neonato, se sugiere lo siguiente: – USO RIESGOS ASOCIADOS A SU USO INDISCRIMINADO – – Utilizar un curso de betametasona, en embarazos a riesgo de parto prematuro desde las 24-34 semanas de EG, equivalente a 2 dosis de 12 mg intramuscular a intervalo de 24 horas. Utilizar aunque el parto sea inminente. Puede considerar usar una dosis de 12 mg endovenoso de betametasona, a pocos minutos antes del parto. Usar en embarazo múltiple, con riesgo de parto prematuro desde las 24-34 semanas de EG. Preferir betametasona a dexametasona, dado a que la dexametasona viene diluida en componente con sulfitos, a los cuales se ha asociado un rol en el mayor riesgo de leucomalacia periventricular. No debe utilizarse cursos repetidos fuera del contexto de estudios clínicos controlados. 9. MARIOTTI. J Ma tern Feta l Neona ta l Med 2004; 16 suppl 2: 5-7. 10. DESSENS. Pedia trics 2000; 105 (6) e 77: 1-7. 11. DALZIEL. La ncet 2005; 365: 1856-62. 12. WALFISCH. Obstet Gyna ecol 2001; 1998: 491-7. 13. DIMITRIOU. Arch Dis Child Feta l Neona ta l Ed 2005; 5. 14. FRENCH. Am Journa l Obst a nd Gynec 2004; 3: 588-95. 15. GRIER. Semina rs in Neona tology 2003; 8: 83-91. 16. GUINN. Am Journa l Obst a nd Gynec 2004; 3: 585-7. 17. GUINN. JAMA 2001; 286: 1581-7. 18. BOGGESS. Am Journa l Obstet a nd Gynecol 2005; 193: 1415-23. 19. SPITZER. Neona ta l Intensive Ca re. Edition 2004. 71 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 72-76 ARTÍCULO DE REVISIÓN Corticoides en síndrome HELLP anteparto Cristian Herrera Gallardo RESUMEN El síndrome HELLP es una gra ve complica ción de la preecla mpsia , pa ra la cua l existe un limita do a rsena l tera péutico a pa rte de la resolución del emba ra zo. La investiga ción clínica se ha centra do en el uso de corticoides, especia lmente dexa meta sona como una herra mienta útil en el ma nejo d e este tipo d e pa cientes. La presente revisión a na liz a la evolución d el conocimiento de la tera pia corticoida l en síndrome HELLP y la informa ción que se dispone a ctua lmente. Palabr as claves: Síndrome HELLP - corticoides - dexa meta sona . INTRODUCCIÓN Los síndromes hipertensivos complican aproximadamente el 5 a 7% de los embarazos dependiendo de las series analizadas, lo cual incluye la hipertensión crónica y la preeclampsia/eclampsia en sus diversas formas clínicas1. Una de las presentaciones más severas de la preeclampsia es el síndrome HELLP, término acuñado por Weinstein en 19822, que engloba a un subgrupo de pacientes que presentan hemólisis microangiopática, trombocitopenia y enzimas hepáticas elevadas. Los criterios diagnósticos para el síndrome HELLP incluyen: trombocitopenia bajo 150.000 células por ml; disfunción hepática caracterizada por aspartato amino transferasa (ASP) mayor a 40 y/o alanino aminotransferasa (ALT) mayor a 40 y LDH >600; evidencia de hemólisis y la asociación con preeclampsia o eclampsia. Algunas publicaciones clasifican la gravedad del síndrome HELLP basándose en el recuento plaquetario, siendo el tipo I con plaquetas <50.000, el tipo II con recuento plaquetario entre Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Facultad de Medicina, Campus Oriente, Universidad de Chile. Correspondencia : cristianherrera@123mail.cl 72 50.000 y 100.000 y el tipo III con recuento plaquetario mayor a 100.0003. La etiología del síndrome HELLP es aún desconocida, y aparte de la resolución del embarazo, existen pocas estrategias de manejo capaces de estabilizar o mejorar el curso de la enfermedad. Por este motivo, la investigación se ha centrado en la terapia con corticoides, que a lo largo de los años ha demostrado utilidad en el manejo anteparto y postparto de estas pacientes. Los siguientes párrafos de esta revisión analizan la evolución del conocimiento que existe a este respecto, hasta llegar a la información que actualmente se dispone. CORTICOIDES EN SÍNDROME HELLP: TERAPIA ANTEPARTO En un inicio numerosos estudios pequeños y de reportes de casos, observaron que la administración de corticoides, con objeto de producir maduración pulmonar fetal, producían una mejoría en algunos parámetros de laboratorios que constituyen el síndrome HELLP4. El efecto benéfico de los corticoides en el síndrome HELLP fue publicado, en primera instancia, por Thiagarajah et al en 19845. Ellos observaron una mejoría en las anormalidades de laboratorio en 5 pacientes con síndrome HELLP que recibieron corticoides. CORTICOIDES EN SÍNDROME HELLP ANTEPARTO En 1993, Magann et al6, publican un estudio con 27 pacientes con síndrome HELLP e informa que, en un gran porcentaje de las pacientes que recibieron corticoides, mejoraron las anormalidades hematológicas, comparado con las que no recibieron terapia con corticoides. Sin embargo, el grado de beneficio no fue cuantificado. Con el objetivo de demostrar el efecto de los corticoides sobre el recuento plaquetario y sobre los parámetros de función hepática en mujeres embarazadas con síndrome HELLP, Matthew et al7 en 1999, publicaron su experiencia con 93 pacientes con diagnóstico de síndrome HELLP entre las 24 y 34 semanas de gestación. Todas estas pacientes recibieron terapia corticoidal intramuscular con betametasona o dexametasona, con regímenes de betametasona 12 mg IM cada 12 horas, betametasona 12 mg IM cada 24 por dos veces, y 6 mg de dexametasona administrada 4 veces al día cada 4 horas. Fueron comparados los parámetros mencionados, antes y después de la administración de corticoides, para cada régimen en particular y en conjunto. Los resultados mostraron que el recuento plaquetario aumentó significativamente en 23.300/mL (p < ,001), y hubo una diferencia significativa en las aminotransferasas y fosfatasas alcalinas en las pacientes que recibieron corticoides, independiente de la dosis administrada (Figura 1). De los tres regímenes analizados, el con mejores resultados fue el de betametasona cada 12 horas, principalmente mejorando los parámetros de función hepática (Figura 2). Una vez que numerosos estudios, como el analizado previamente, demostraron la utilidad del uso de corticoides en mejorar los parámetros clínicos del síndrome HELLP, nuevas líneas de investigación plantearon la necesidad de establecer qué corticoide era el que produciría un mayor beneficio en este sentido. Es así como en el año 2001 Isler et al8 publican un estudio prospectivo, randomizado, que compara dexametasona administrada endovenosa y betametasona administrada en forma intramuscular en el tratamiento de mujeres con síndrome HELLP anteparto, con dosis de maduración pulmonar. Los end point planteados incluyeron: valores de laboratorio y parámetros clínicos. En total se enrolaron 40 pacientes, Figura 1. Modificaciones en los parámetros de síndrome HELLP luego de terapia corticoidal. Tomado y modificado de Matthew et al7. Figura 2. Resultado de las modificaciones en síndrome HELLP, según el corticoide y dosis utilizada. Tomado y modificado de Matthew et al7. 73 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 72-76 19 en el grupo de dexametasona y 21 en el de betametasona. Se encontró diferencia significativa para los cambios en ASP (dexametasona, -20,4 ± 9,6 U/L; betametasona, 9,9 ± 8,9 U/L; p= ,029), PAM (dexametasona, -15,6 ± 1,4 mmHg; betametasona, 8,1 ± 1,4 mmHg; p < ,001), flujo urinario (dexametasona, 12,9 ± 8,6 mL/h; betametasona, -11,9 ± 8,2 mL/ h; p= ,043) y uso de antihipertensivos de urgencia (p < ,001). No hubo diferencias significativas para: recuento plaquetario, AST, LDH, otros parámetros obstétricos como operación cesárea, inducciones, parto instrumental etc, ni tampoco en el resultado perinatal. ¿Qué explicación dan los autores a este fenómeno? Una posible es la ruta de administración, dado que dexametasona es suministrada directamente en el espacio intravascular, en cambio betametasona es administrada en forma intramuscular, lo que puede retrasar su acción o reducir su impacto sobre la microvasculatura. Otra posible explicación es que dexametasona tiene una potencia biológica relativa 1,25 veces superior a betametasona9. Además las dosis utilizadas en el caso de dexametasona son superiores en términos relativos a las de betametasona. Con el conocimiento hasta ahora analizado tenemos que el uso de corticoides es benéfico en términos de maduración pulmonar fetal, en mejorar parámetros clínicos y de laboratorio en síndrome HELLP y que dexametasona sería el corticoide de elección en estos casos. La duda que surge al respecto es cuál es la dosis de dexametasona que debe ser utilizada. Para tratar de responder esta interrogante, O’Brien10, diseñó un estudio retrospectivo con 37 mujeres que desarrollaron síndrome HELLP y que recibieron corticoides, que fueron clasificadas en tres grupos en base a las dosis utilizadas. El Grupo 1 no recibió corticoides (11 pacientes), el Grupo 2 recibió una dosis estándar de corticoides con el fin de promover maduración pulmonar (15 pacientes) y el grupo 3 recibió un régimen de altas dosis de corticoides principalmente 10 mg dexametasona intravenosa cada 6 horas por 2 veces, seguida de 6 mg endovenosos cada 6 horas por 2 a 4 dosis (11 pacientes). Fueron analizados los parámetros de laboratorio anteparto y posparto. Para todos los parámetros de laboratorio analizados los 2 grupos que recibieron corticoides tuvieron mejorías estadísticamente significativas con respecto al grupo 1 (p <0,001), concordante con los estudios existentes al respecto. Una mayor mejoría significativa se encontró en el recuento plaquetario comparando los grupos 2 y 3, con 81% en el grupo de altas dosis y 17% en el de dosis estándar (p= 0,04). El intervalo entre el diagnóstico y el parto fue mayor 74 significativamente en el grupo tratado con altas dosis (51 ± 25 horas) con el de dosis estándar (26 ± 20 horas) y con el que no recibió tratamiento (13 ± 11 horas); p < ,001. Este estudio confirma los conocimientos antes planteados con respecto al beneficio que tienen los corticoides especialmente la dexametasona en el síndrome HELLP anteparto, y además pone de manifiesto que altas dosis de dexametasona producirían un beneficio aún mayor en este tipo de pacientes, respecto a la utilización de dosis estándar para maduración pulmonar y prolongaría el tiempo disponible para maduración pulmonar al prolongar el intervalo entre el diagnóstico y la resolución del embarazo. La repercusión que este conocimiento tuvo en el manejo del síndrome HELLP se reflejaron en la publicación de Martin et al11, en el año 2003, quienes diseñaron un estudio retrospectivo que comparó la evolución de las pacientes con síndrome HELLP, antes y después del conocimiento obtenido con respecto a corticoides en altas dosis y síndrome HELLP. Se encontró que el uso de corticoides aumentó de 16% de las pacientes a 90%, por indicación materna. Una reducción de complicaciones maternas evidenciada en mejoría de los parámetros de laboratorio, reducción del progreso de la enfermedad a HELLP tipo 1, niveles de hipertensión, necesidad de terapia antihipertensiva de urgencia, uso de transfusiones y morbilidad materna (p < ,05) (Figura 3). También se encontró que la recuperación postparto fue significativamente más corta (p <0,001). Un estudio publicado el año 2005 y analizado en el último número de la Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología12, entrega resultados contradictorios al conocimiento expuesto anteriormente. Fonseca et al13, diseñaron un estudio clínico prospectivo, doble ciego aleatorizado con un n de 132 mujeres con síndrome HELLP, las que fueron asignadas a recibir tratamiento con dexametasona o a un grupo placebo. Las mujeres tratadas recibieron 10 mg de dexametasona endovenosa cada 12 horas previo al parto y 3 dosis adicionales postparto. En pacientes tratadas sólo en el puerperio se dieron 2 dosis de dexametasona 10 mg. El outcome principal de este trabajo fue la duración de la hospitalización. Outcome secundarios fueron el tiempo de recuperación de los parámetros de laboratorio y clínicos y la frecuencia de complicaciones. Los resultados resultan asombrosos, con un tiempo de recuperación menor en el grupo placebo (6,5 vs 8,2 días), diferencia no estadísticamente significativa, (p= 0,37). No existió diferencia significativa en el tiempo de recuperación del recuento plaquetario, LDH, ASP y en la presencia de CORTICOIDES EN SÍNDROME HELLP ANTEPARTO Figura 3. Comparación morbilidad materna en grupo A previo al conocimiento existente a corticoides en altas dosis y grupo b posterior a los estudios analizados. Destaca la mayor cantidad de complicaciones renales, no apreciadas en estudios previos. Tomado y modificado de Martin et al11. complicaciones, tanto en el grupo preparto como en el de puérperas. En conclusión este estudio desaconseja el uso de corticoides como terapia materna en el síndrome HELLP. Destaca que las dosis de dexametasona utilizadas, son menores a las que se recomendaban en estudios anteriores (2 dosis de dexametasona 10 mg versus al menos 3 dosis en estudios previos), lo cual podría explicar las diferencias en los resultados. CONCLUSIONES El síndrome HELLP es una complicación grave de la preeclampsia, que pone en riesgo vital a las pacientes en las cuales se manifiesta, y que no es infrecuente de diagnosticar en maternidades de centros terciarios como el Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse. El equipo médico que se ve enfrentado a estas patologías consta de escasas REFERENCIAS 1. American College of Obstetricians and Gynecologists. Hypertension in pregnancy. Technical Bulletin Nº 219. Washington, DC: The College; 1996. 2. WEINSTEIN L. Syndrome of hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet count: a severe consequence of hypertension in pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1982; 142: 159-67. 3. MARTIN JN JR, BLAKE PG, PERRY KG JR, MCCAUL JF, HESS LW, MARTIN RW. The natural history of HELLP syndrome: patterns of disease progression and regression. Am J Obstet Gynecol 1991; 164: 1500-13. herramientas para resolver esta complicación aparte de la resolución del embarazo. Dentro de este reducido arsenal terapéutico contamos con medidas de sostén y el uso de corticoides. El empleo de corticoides se encuentra ampliamente difundido en la actualidad a este respecto, evolucionando el conocimiento de su utilización desde los primeros reportes de casos que observaban mejoría clínica en las pacientes en las que se utilizaban, hasta estudios bien diseñados que concluyen que el uso de altas dosis de dexametasona producen un mejoría clínica y de laboratorio de las pacientes tratadas5-8,10,11 . Recientes estudios ponen en tela de juicio su uso en estos casos, lo que nos muestra que aún no existe una última palabra al respecto12. Nos parece prudente, fomentar el uso de dexametasona en altas dosis en pacientes con síndrome HELLP tipo 1 y 2, hasta que nuevos estudios sean llevados a cabo con el fin de dilucidar esta interrogante. 4. CLARK SL, PHELAN JR, ALLEN SH, GOLDE SR. Antepartum reversal of hematologic abnormalities associated with the HELLP syndrome. J Reprod Med 1986; 31: 70-2. 5. THIAGARAJAH S, BOURGEOIS FJ, HARBERT GM, CAUDLE MR. Thrombocytopenia in preeclampsia: associated abnormalities and management principles. Am J Obstet Gynecol 1984; 150: 1-7. 6. MAGANN EF, BAS D, CHAUHAN SP, SULLIVAN DL, MARTIN RW, MARTIN JN. Antepartum corticosteroids: disease stabilization in patients with the syndrome of hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelets (HELLP). Am J Obstet Gynecol 1994; 171: 1148-53. 75 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ B ROUSSE. 2006; VOL 1 (1): 72-76 7. TOMPKINS MJ, THIAGARAJAH S. HELLP (hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet count) syndrome: The benefit of corticosteroids. Am J Obstet Gynecol 1999; 181: 304-9. 8. ISLER CM, B ARRILLEAUX PS, MAGANN EF, BASS JD, MARTIN JN. A prospective, randomized trial comparing the efficacy of dexamethasone and betamethasone for the treatment of antepartum HELLP (hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet count) syndrome. Am J Obstet Gynecol 2001; 184: 1332-9. 9. American Hospital Formulary Service drug information 1999. Bethesda (MD): American Society of Health-System Pharmacists; 1999. 10. O’BRIEN JM, MILLIGAN D, BARTON JR. Impact of highdose corticosteroid therapy for patients with HELLP (hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet 76 count) syndrome. Am J Obstet Gynecol 2000; 183: 921-4. 11. MARTIN JN, THIGPEN BD, ROSE CH, MD, CUSHMAN J, MOORE A, MAY WL. Maternal benefit of high-dose intravenous corticosteroid therapy for HELLP syndrome. Am J Obstet Gynecol 2003; 189: 830-4. 12. MIRANDA T, YONY, CARVAJAL C. El tratamiento con dexametasona no mejora el resultado de mujeres con síndrome de HELLP: Un estudio clínico controlado randomizado, doble ciego (1). Rev Chil Obstet Ginecol 2005; 70: 418-19. 13. FONSECA J, MÉNDEZ F, CATAÑO C, ARIAS F. Examethasone treatment does not improve the outcome of women with hellp syndrome: a double-blind, placebo-controlled, randomized clinical trial. Am J Obstet Gynecol 2005; 193: 1591-8. REVISTA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNE BROUSSE INSTRUCCIONES A LOS AUTORES Los trabajos enviados a la Revista de Obstetricia y Ginecología, del Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse, deberán ajustarse a las siguientes instrucciones. 1. El trabajo debe ser escrito en papel tamaño carta, dejando un margen de al menos 3 cm. en los cuatro bordes. Todas las páginas deben ser numeradas en el ángulo superior derecho, empezando por la página del título. Debe entregarse dos ejemplares idénticos de todo el texto, acompañados por una copia idéntica para computador en CD, con espaciado a 1,5 líneas, con tamaño de letra 12 pt, tipo Times New Roman, justificada a la izquierda. Las figuras que muestren imágenes deben entregarse en copias fotográficas de excelente calidad. Al pie de la página del título, debe mostrarse un recuento computacional de palabras, contadas desde el comienzo de la Introducción hasta el término de la Discusión (se excluyen para el recuento, la página del Título, el Resumen, los Agradecimientos, las Referencias, Tablas y Figuras). Se solicita que los “Artículos de Investigación” no sobrepasen 2.500 palabras, los “Artículos de Revisión” y los “Especiales” pueden extenderse hasta 3.000 palabras. Los “Casos Clínicos” no deben exceder 1.500 palabras, pudiendo agregárseles hasta dos Tablas y Figuras y no más de 20 referencias. Las “Cartas al Editor” no deben exceder 1.000 palabras, pudiendo agregárseles hasta 6 referencias y una tabla o figura. 2. Los Artículos de Investigación deben dividirse en secciones tituladas: “Resumen”, “Introducción”, ”Material y Método”, ”Resultados” y “Discusión”. Otros tipos de artículos, tales como los “Casos Clínicos” y “Artículos de Revisión”, pueden acomodarse mejor a otros formatos pero deben ser aprobados por el Editor. 3. Artículos de Investigación. Deben ser originales e inéditos. El ordenamiento de cada trabajo será el siguiente: 3.1. Pá gina del Título La primera página del manuscrito debe contener: 1) El título del trabajo, que debe ser conciso pero informativo sobre el contenido central de la publicación. 2) El o los autores, identificándolos con su nombre de pila, apellido paterno e inicial del materno. Al término de cada nombre debe identificarse con número en “superíndice”, el 3) Nombre de la o las Secciones, Departamentos, Servicios e Instituciones a las que perteneció dicho autor durante la ejecución del trabajo. 4) Nombre y dirección del autor con quien establecer correspondencia o solicitarle separatas. Debe incluirse su número de fax y correo electrónico. 5) Fuente de apoyo financiero si lo hubo, en forma de subsidio de investigación (gra nts), equipos, drogas o todos ellos. Debe aclararse toda ayuda financiera recibida, especificando si la organización que la proporcionó tuvo o no tuvo influencia en el diseño del estudio; en la recolección, análisis o interpretación de los datos; en la preparación, revisión o aprobación del manuscrito. 6) Señale con letras minúsculas en “superíndices” a los autores que no sean médicos y use dichos superíndices para identificar su título profesional o su calidad de alumno de una determinada escuela universitaria. 7) Al pie de la página del título coloque el recuento computacional de palabras. 8) Cada una de las secciones siguientes (3.2 a 3.8) debe iniciarse en nuevas páginas. 3.2 Resumen. La segunda página debe contener un resumen en español e inglés de no más de 250 palabras que describan los propósitos del estudio o investigación, el material y método empleados, los resultados principales y las conclusiones mas importantes. Los autores pueden proponer 3 a 10 “palabras clave” (key words). 3.3 Introducción. Breve exposición de los objetivos de la investigación y de la literatura estrictamente atingente al estudio. Limite su extensión, en lo posible, a no más de 200 palabras. 3.4 Ma teria l y Método (o “Pa cientes y Método”). Describa la selección de los pacientes, animales de experimentación o tejidos y sus respectivos controles. Señale el número de casos u observaciones, los métodos estadísticos utilizados y el nivel de significación elegido. Si el estudio se efectuó en seres humanos, explicite si la investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Institución. 3.5 Resulta dos. Presente sus resultados siguiendo una secuencia lógica y concordante, en el texto, las Tablas y las Figuras. Los datos no pueden presentarse simultáneamente en Tablas y Figuras. En el texto destaque las observaciones importantes, sin repetir todos los datos presentados en las Tablas o Figuras. No discuta los resultados en esta sección. 3.6 Discusión. Discuta los resultados obtenidos en su investigación y no una revisión del tema. No repita detalladamente datos que aparecen en “Resultados”. Explicite las concordancias o discordancias de sus resultados con otros estudios. Conecte sus conclusiones con los propósitos del estudio establecidos en la “Introducción”. Evite formular conclusiones que no estén respaldadas por sus resultados. Cuando sea apropiado proponga recomendaciones. 3.7 Agra decimientos. Exprese su agradecimiento solo a personas que hicieron contribuciones substantivas a su trabajo. Los a utores son responsa bles por la mención de persona s e instituciones a quienes los lectores podría n a tribuir un a poyo a los resulta dos del tra ba jo y sus conclusiones. 3.8 Referencia s. Limite las referencias (citas bibliográficas) a las más relevantes. Numérelas en el orden según aparecen en el texto, 77 identificadas entre paréntesis por números arábigos al final de la frase o párrafo en que se las alude. Las anotaciones de cada referencia debe ser la siguiente: a) Para artículos de Revistas. Apellido e inicial del nombre del o los autores en mayúsculas. Mencione todos los autores cuando sean seis o menos; si son siete o más incluya los seis primeros y agregue “et al”. Limite la puntuación a comas que separen los autores entre sí. Sigue el título completo del artículo, en su idioma original. Luego el nombre de la revista en que apareció, abreviado según el estilo usado por el Index Medicus, año de publicación; volumen de la Revista, página inicial y final del artículo. Ejemplo: Scholl T, Hediger M, Belsky D. Prenatal care and maternal health during adolescent pregnancy:a review and meta – analysis. J Adolesc Health 1994; 15(6): 444-456. b) Para capítulos en libros. Ejemplo: 18. Croxatto H. Prostaglandinas. Funciones endocrinas del riñón. En: Pumarino H, ed. Endocrinología y Metabolismo. Santiago: Editorial Andrés Bello, 1984; 823 – 840. c) Para artículos en formato electrónico: citar autores, título del artículo y revista de origen tal como para su publicación en papel, indicando a continuación el sitio electrónico donde se obtuvo la cita y la fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo: Rev Med Chile 2003; 131: 473–482. Disponible en www.scielo.cl (Consultado el 14 de julio de 2003). Los autores son responsables de la exactitud de sus referencias. 3.9 Ta bla s, Figura s e Ilustra ciones. Deben ser originales y venir en hojas separadas. Presente cada tabla, separando sus celdas con doble espacio (1,5 líneas). Numérelas en orden consecutivo y asígneles un título que explique su contenido sin necesidad de buscarlo en el texto del manuscrito (Título de la Tabla). Sobre cada columna coloque un encabezamiento corto o abreviado. Separe con líneas horizontales solamente los encabezamientos de las columnas y los títulos generales. Las columnas de datos deben separarse por espacios y no por líneas verticales. Cuando se requieran notas aclaratorias, agréguelas al pie de la tabla. Use notas aclaratorias para todas las abreviaturas no estándar. Cite cada Tabla en su orden consecutivo de mención en el texto del trabajo. Denomine “Figura” a cualquier ilustración que no sea Tabla (Ejemplos: gráficos, ecografías, radiografías, electrocardiogramas, etc.). Las Figuras deben tener un título que exprese claramente el contenido. Las fotografías de pacientes deben cubrir parte(s) de su rostro para proteger su anonimato. Es deber del médico ga ra ntiza r que los pa cientes a que se ha ga referencia en publica ciones científica s, reuniones clínica s y presenta ciones pública s perma nezca n en el a nonima to. Con todo si fuera imprescindible revela r la identida d de a lgún pa ciente, el fa culta tivo deberá conta r siempre con el consentimiento escrito de a quél. (Artículo 34, Código de Ética, Colegio Médico de Chile A. G. ) Las drogas deben designarse por su nombre genérico y no por su nombre comercial. La publicación de Figuras en colores debe ser consultada con el Editor. 3.10 Unida des de medida . Use unidades correspondientes al sistema métrico decimal. Las abreviaturas o símbolos que se emplean con mayor frecuencia, aparecen listadas en la Revista. 78 3.11 La s idea s, opiniones o conclusiones expresa da s en los a rtículos son de la exclusiva responsa bilida d de los a utores. 3.12 El Comité Editoria l de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospita l Sa ntia go Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, se reserva el derecho de no publica r a quellos tra ba jos que no cumpla n con los requisitos a ntes seña la dos. 4. Toda correspondencia debe ser enviada al Editor Jefe, Dr. Jorge Varas C., a las siguientes direcciones: Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Avenida Las Torres 5150, Peñalolén, Santiago. Teléfono 4725293. E mail: drjorgevaras@gmail.com Advertencia: El Director, Editor Jefe y Comité Editorial de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse, no asumen ninguna responsabilidad por injurias o daños a personas o propiedades (bienes), que pudieran derivar del uso de productos, métodos, procedimientos, instrucciones o ideas contenidas en el material presentado. Debido al rápido avance de la ciencia médica, se debe, en particular, realizar siempre una verificación independiente de los diagnósticos y dosis de fármacos. ABREVIATURAS PARA UNIDADES DE MEDIDA La siguiente lista indica las abreviaturas o símbolos de uso internacional que representan a las unidades de medida empleadas con mayor frecuencia en los trabajos publicados por la Revista. Los autores deben utilizar estas abreviaturas o símbolos en el texto, Tablas y Figuras de los trabajos que envían a la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospita l Sa ntia go Oriente, Dr. Luis Tisné Brousse para su publicación. TERMINOLOGIA ABREVIATURA O SÍMBOLO CORRECTO cuentas por minuto cuentas por segundo curie Equivalente Gramo Hora unidad internacional kilogramo litro metro minuto segundo kilo-(prefijo) deci-(prefijo) centi-(prefijo) mili-(prefijo) no significativo número de observaciones probabilidad (estadístico) cpm cps Ci Eq g h IU kg l m min s k d c m NS n P Nótese que a ninguna a brevia tura o símbolo se le a grega “s” pa ra indica r plura l. Una lista má s completa de a brevia tura s o símbolos de uso común en biología y medicina a pa rece publica da en Anna ls of Interna l Medicine 90: 98 – 99, 1979.