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Buenos Aires, 30 de diciembre de 2011 Nº 854 El año fue de mayor a menor y cierra con importantes desafíos Luces y sombras del 2011 A nivel mundial, el año que termina fue turbulento y volátil, plagado de episodios de relevancia económica y geopolítica y, por sobre todo, cargado de una incertidumbre que se prolonga a 2012. En la Zona del Euro, por los efectos negativos del ajuste fiscal y los conflictos políticos, la actividad económica se fue resintiendo y España e Italia entraron en la línea de fuego de los mercados. En el último trimestre el crecimiento será magro y para 2012 la expansión será nula o negativa. Estados Unidos arrancó el año con menor crecimiento por el desarme de los incentivos lanzados en 2009 y la crisis en torno de su deuda. Si bien hoy muestra mejores indicadores, especialmente en cuanto al empleo, un shock en Europa lo afectaría, ya que cuenta con menos margen fiscal para contrarrestarlo. La catástrofe acaecida sobre Japón golpeó fuertemente su economía y postergó la recuperación post-crisis para 2012, lo que hará que sea la economía desarrollada de mayor expansión el año próximo. Los países emergentes lideraron el crecimiento. China e India registraron altas tasas de expansión, pero de cara a 2012 tienen importantes desafíos por delante (especialmente inflación). Brasil, por su parte, fue aminorando su ritmo expansivo hasta estancarse en el tercer trimestre del año, lo que provocó recortes en las proyecciones para 2012. En cuanto a la economía argentina, el balance 2011 arroja tanto aspectos positivos como negativos. Su desempeño fue de mayor a menor, en línea con el deterioro del contexto mundial. La economía creció nuevamente a un ritmo elevado –aunque en los últimos meses se observa una desaceleración– gracias al boom de consumo y a una inversión que se mantuvo en niveles elevados. Además, la inflación, aunque continúa siendo elevada, fue menor a la registrada en 2010 y a los incrementos salariales. Esto permitió una importante mejora del poder adquisitivo de los trabajadores. Entre los aspectos negativos se destaca el salto en la fuga de capitales y la consolidación del desmantelamiento de los superávits gemelos. Además, 2011 cierra con caída de reservas internacionales y un fuerte incremento de los agregados, con lo cual no hay reservas de libre disponibilidad. Los desafíos para 2012 son implementar un plan de convergencia nominal de precios, salarios y tipo de cambio y sortear el estrangulamiento externo de la economía argentina, en un mundo complejo e incierto y con un clima seco que podría afectar la cosecha agrícola, principal fuente de divisas de Argentina. El balance de la economía mundial A nivel mundial, el año que termina fue turbulento y volátil, plagado de episodios de relevancia económica y geopolítica y, por sobre todo, cargado de una incertidumbre que se prolonga a 2012. El mayor foco de tensión estuvo en la Zona del Euro. Ese bloque, fuertemente afectado por la crisis subprime –la actividad cayó 4,2% en 2009-, había logrado volver a crecer en 2010 (+1,8%) a costa de un gran esfuerzo fiscal: en 2009 el déficit pasó de 2,1% a 6,4% del PBI y su deuda saltó de 70% a 80% del producto. Sin embargo, superado lo peor de la crisis, los mercados comenzaron a dudar de la solvencia de Grecia, Portugal e Irlanda. La respuesta fue el ajuste fiscal, camino que no sólo impidió tratar los dilemas de fondo (heterogeneidades internas) sino que generó nuevos problemas. En 2011 se vieron los efectos de estas respuestas: la recuperación se fue agotando (en algunos casos se profundizó la recesión), dificultando los ajustes, y la conducción del bloque se sumió en una disputa política sobre los pasos a seguir. Peor aún, el contagio llegó a Italia y España (con una deuda pública conjunta de 32% del PBI del bloque), que entraron en la “línea de fuego” de los mercados (pagando 6%-7% por nueva deuda). Asimismo, Francia (con una deuda pública de 20% del PBI del bloque) lucha actualmente por mantener su rating crediticio “AAA”. Así, el año cierra con una mínima expansión y se estima un crecimiento nulo o negativo para 2012, con recesión en el primer semestre. Más preocupante aún, persiste la falta de liderazgo: todos los dirigentes de los países más afectados (Papandreu, Cowen, Sócrates, Zapatero y Berlusconi) dejaron sus puestos por la crisis. PBI de la Zona del Euro: de mayor a menor 2008 PBI (var. % i.a.) 2009 2010 IV-10 0,3% -4,2% 1,8% 2,0% I-11 II-11 III-11 IV-11p 2011p 2012p 2,4% 1,7% 1,4% 1,0% 1,6% -0,5% Fuente: Ecolatina en base a ECB y estimaciones propias El 2011 tampoco fue del todo favorable para Estados Unidos. Luego de crecer 3% en 2010, el ritmo de expansión se fue aplacando y en el primer trimestre de 2011 la suba anualizada del PBI apenas alcanzó 0,4%. Esta moderación obedeció a un debilitamiento de la inversión y a que el sector público pasó a contribuir negativamente, ya que comenzaron a desarmarse los estímulos lanzados en 2009. Las disputas políticas acerca del gasto público (la oposición bloqueaba los aumentos del “techo” de la deuda si el oficialismo no se comprometía a un ajuste fiscal) llevaron a una crisis que desembocó en agosto en una rebaja de la nota del Gobierno Federal por parte de Standard & Poor’s por primera vez en 70 años. Si bien la crisis se solucionó parcialmente y los indicadores económicos mejoraron hacia fin de año -especialmente el empleo-, Estados Unidos no está blindado frente a un episodio crediticio o una recesión en Europa, y no está claro que pueda responder con la misma fuerza (al menos fiscalmente) que en 2009. Por esta razón, la FED confirmó este año que mantendrá las tasas bajas hasta al menos 2013, pero no lanzó una nueva ronda de estímulo monetario (QE3). Por su parte, Japón arrancó el año de la peor manera: el tsunami ocurrido en marzo provocó pérdidas millonarias y un desastre nuclear. El fuerte golpe a su economía abortó la recuperación post-crisis y derivó, meses después, en la renuncia de su Primer Ministro. Sin embargo, el rebote tras la caída augura que la economía nipona tendrá la mejor performance dentro de los países desarrollados. Las economías emergentes continúan liderando el crecimiento y también lo harán en 2012. No obstante, ya comenzaron a sentir el impacto de la desaceleración mundial, y tienen importantes desafíos por delante. Por caso, China mantuvo este año un fuerte crecimiento (+9,4%) pero enfrenta dos problemas: la inflación, que se aceleró del 2,7% en 2003-2009 a 4,8% en 2010-2011, y el fuerte incremento de su deuda, que entre los distintos niveles de gobiernos y los bancos superaría 95% del PBI, la mayor parte adquirida en los últimos años. Además, el mayor desafío de la economía asiática pasa por reducir su dependencia de las exportaciones ya que el consumo interno representa sólo 48% de su PBI, lo que la hace vulnerable frente a un mundo más proteccionista. En el caso de India, el crecimiento de este año también fue elevado (+7,8%) pero menor al de 2010 (+10,1%), y en el corto/mediano plazo preocupan tanto la inflación, que se mantiene cerca de los dos dígitos, como la situación fiscal, ya que el déficit público continúa en niveles elevados (-8% del PBI). Por su parte, como analizamos en informes anteriores1, Brasil se estancó en el tercer trimestre, y las proyecciones de crecimiento para 2012 fueron recortándose fuertemente. Finalmente, en 2011 también se desencadenó la “primavera árabe”, que provocó desde rebeliones menores hasta el recambio de líderes históricos (Túnez, Egipto, Libia). Los impactos económicos -la región concentra 30% de la producción mundial de petróleo y el 50% de las reservas comprobadas- y geopolíticos, especialmente en el canal de Suez, son aún inciertos. En síntesis, durante el primer semestre el mundo creció a buen ritmo, pero la profundización de la crisis europea y los conflictos políticos en Estados Unidos enrarecieron el panorama en la segunda mitad de 2011. Los precios de los activos sufrieron la mayor incertidumbre: tanto las principales bolsas como las commodities agrícolas tocaron en los últimos meses los mínimos niveles del año. La mayor turbulencia impactará en 2012: esto puede verse en el recorte de las proyecciones de crecimiento que se vienen realizando en las principales economías del mundo. 1 Ver ISE N° 851 para más detalles. Crecimiento proyectado para 2012 Estimación FMI realizada en Estados Unidos Zona Euro Japón Brasil China Mundo sep-10 abr-11 jun-11 sep-11 3,0% 1,8% 2,0% 4,1% 9,5% 4,5% 2,9% 1,8% 2,1% 4,1% 9,5% 4,5% 2,7% 1,7% 2,9% 3,6% 9,5% 4,5% 1,8% 1,1% 2,3% 3,6% 9,0% 4,0% Estimación Propia (Dic-11) 1,5% -0,5% 1,7% 3,2% 9,0% Fuente: Ecolatina en base a FMI y estimaciones propias En definitiva, se espera un año de menor expansión y elevada incertidumbre, todos elementos que configuran un escenario más hostil para nuestro país. El balance de la economía argentina en 2011 A días de finalizar 2011, el balance anual de la economía argentina arroja aspectos positivos y negativos. Hay que recalcar, además, que a lo largo del año la performance fue de mayor a menor, en línea con el deterioro del contexto mundial. Dentro de los aspectos favorables cabe destacar que la economía creció – nuevamente- a un ritmo elevado. Si bien en los últimos meses se observan claras señales de desaceleración, la actividad trepó a tasas chinas en el primer semestre. Más aún, se sostuvo el boom de consumo iniciado a fines de 2009, gracias a la expansión del gasto público, las subas salariales y el fuerte incremento del crédito bancario. La inversión se mantuvo pujante, principalmente por mayores importaciones de bienes de capital. Además, el mayor crecimiento benefició al mercado laboral. Si bien la creación de puestos de trabajo fue algo acotada, el empleo formal trepó fuerte. Asimismo, el poder adquisitivo de los trabajadores mejoró sustancialmente por la desaceleración de la inflación (el alza de salarios fue similar a la otorgada en 2010). El menor incremento de los precios respecto de 2010 es un rasgo positivo. Sin embargo, la inflación sigue siendo elevada y uno de los principales desafíos económicos. Tras cinco años, el proceso tiene inercia propia impulsando las expectativas de los agentes. De hecho, según encuestas elaboradas por la Universidad Torcuato Di Tella, las perspectivas de inflación nunca bajaron del 25% a lo largo del año. Entre los aspectos negativos se destaca la pérdida de competitividad externa. Nuevamente, el tipo de cambio nominal subió a un menor ritmo que precios y salarios. Esto no sólo se traduce en un encarecimiento de los costos en dólares sino en un mayor apetito por el billete verde ya que su precio –junto con las tarifas de servicios públicos- aumentó muy poco en comparación con los demás bienes. Junto con el deterioro del tipo de cambio real (bilateral ó multilateral), se consolidó el desmantelamiento de los superávit gemelos. Tras casi una década de resultados positivos, la cuenta corriente será nula en 2011, mientras que el rojo financiero de las cuentas públicas de Nación y provincias superará 2,5% del PBI. En el frente externo las exportaciones crecieron fuertemente pero a un menor ritmo que las importaciones. Vale destacar que las primeras fueron impulsadas principalmente por mejores precios mientras que las segundas treparon gracias a mayores volúmenes. Asimismo, pese a que los ingresos del sector público aumentaron en orden del 30%, el gasto creció a un mayor ritmo en pleno año de elecciones. Por ello, no sorprende el deterioro fiscal tanto a nivel nacional como provincial. Por último, el dólar volvió al centro de la escena en 2011 puesto que grandes y pequeños ahorristas se volcaron masivamente a su compra generando crecientes presiones cambiarias. De hecho, tras las elecciones, el gobierno reelecto tuvo que trabar la venta de divisas para frenar la corrida contra el Peso. Esta medida junto con la fuerte suba de tasas de interés logró frenar la demanda de los agentes. En diciembre la tensión en el mercado cambiario cedió gracias a la mayor disponibilidad de divisas (por la repatriación de fondos en el exterior de aseguradoras y la obligatoriedad de liquidar el 100% de las exportaciones petroleras y mineras) y la elevada demanda estacional de pesos por las fiestas. En este contexto las tasas de interés descendieron respecto del pico alcanzado en noviembre y el BCRA volvió a comprar dólares en el mercado cambiario. Pese a la calma, aún resta revertir los factores que impulsaron la dolarización de activos. Hay que destacar que este año la fuga de capitales alcanzó niveles récord y los principales indicadores financieros mostraron importantes signos de deterioro. De hecho, 2011 cierra con caída de reservas internacionales y un fuerte incremento de los agregados monetarios (superior al 30% i.a.). Al actual tipo de cambio las reservas de libre disponibilidad –que exceden la base monetaria- se agotaron. Indicadores Monetarios y Financieros 2011 UM dic-10 Préstamos al sector privado $ millones 190.578 Despósitos del sector privado $ millones 249.969 Merval puntos 3.524 EMBI Argentina puntos básicos 496 Salida de capitales US$ millones 11.410 Base Monetaria (A) $ millones 160.408 Reservas (B) US$ millones 52.190 Tipo de Cambio (C) $/US$ 3,98 Reservas de Libre Disponibilidad (B-A/C) US$ millones 11.862 Fuente: Ecolatina en base a BCRA, datos de mercado y estmaciones propias dic-11p 282.236 315.341 2.463 923 24.000 214.947 46.373 4,29 -3.731 Var. Dic. 11/10 48,1% 26,2% -30,1% 86,1% 110,4% 34,0% -11,1% 7,9% - Del balance del año que termina surgen los dos principales desafíos para 20122: i) Implementar un plan de convergencia nominal (recomponer el superávit perdido, acotar las demandas salariales, moderar los agregados monetarios) de precios, salarios y tipo de cambio; ii) sortear el estrangulamiento externo de la economía argentina, en un mundo complejo e incierto y con un clima seco que afecta nuestra principal fuente de divisas: la cosecha agrícola. ¡¡¡¡Felices Fiestas!!!! 2 Ver ISE N° 852 “Riesgos y oportunidades de cara a 2012”.