Download mutación genética adquirida - trabajos dr. antonio paolasso
Document related concepts
Transcript
MUTACIÓN GENÉTICA ADQUIRIDA Antonio Paolasso Médico ¿Cómo funciona un gen? La estructura celular comprende un núcleo y un citoplasma. En el núcleo se encuentra el DNA y un RNA en el nucléolo. En el citoplasma está el RNA que se encuentra en el RNA mensajero y el RNA del ribosoma. Hay un ADN citoplasmático que ubica en la mitocondria. Dentro del gen las estructuras del ADN como las RNA cumplen dos roles fundamentales: 1. un rol de plantilla o plano que cumple el ADN y sirve para la transmisión del llamado código genético o consejo genético que consistiría en la misión que cumple cada gen o cada parte de un gen y que sólo puede ser modificado por mutaciones genéticas. 2. un rol de transcripción cuyo responsable es el ARN. Es decir que el “mensaje genético” del código del ADN sólo puede ser ejecutado cuando es “transmitido” al ARN. La transcripción es la capacidad de un gen para dirigir la manufactura de proteínas específicas, en una célula específica y es regulada por los llamados factores de transcripción. La transcripción es el pasaje del mensaje del ADN al ARN mensajero (ARNm) y la translación (traducción) es el pasaje del código del ARNm al ARN del ribosoma (ARNr). Sabemos que el ADN contiene el mensaje del código genético, pero para que éste se manifieste o sea que cumpla la función de crear una determinada proteína debe llevarse el proceso que se denomina expresión genética. La expresión genética puede ser controlada a diversos niveles: 1. Nivel genómico: interviene la pérdida o amplificación del ADN de un gen. En términos generales esto ocurre con las anomalías congénitas genéticas hereditarias o por la propia evolución genética 2. Nivel transcripcional: es el responsable del encendido o apagado de un gen, es decir, que el gen se exprese o comience a funcionar si estaba inactivo o deje de expresarse si estaba funcionando. 3. Regulación postranscripcional: es un proceso sumamente complejo donde el ARN mensajero primario es sometido a una serie de acciones mediante la escisión de intrones y el rescate de exones, mecanismos complejísimos que sirven para definir si una molécula de ARN que, efectivamente se expresó, a su vez expresará, o no, una determinada proteína 4. Regulación translacional: compleja secuencia de eventos mediante la cual la estructura del ARN determina la estructura primaria de una proteína, como fase final del proceso genético. Intervienen factores de transcripción (edición, cortado diferencial, etc.) En síntesis: los genes se expresan en proteínas. Este es todo el resumen de la función genética. La formación de proteínas se lleva a cabo a través de fenómenos que pueden ser regulados a nivel transcripcional, por medio de factores de transcripción, induciendo que un factor se exprese, o no, a nivel postranscripcional, por medios de mecanismos tales como la edición, cortado diferencial, etc. Al conjunto de la secuencia del ADN lo llamamos genoma; al resultado de la transcripción del mismo lo denominamos transcriptoma, y al conjunto final de proteínas producidas por todos los genes lo conocemos como proteoma. 2 La regulación genética es todo lo que ocurre en esa zona entre la transcripción y el elemento postranscripcional. Constituye el epigenoma y es la base de la epigenética. De los resultados del proceso epigenético resultará la epigénesis (forma de desarrollo individual, adaptado a un ambiente, por la intervención de las herramientas genéticas)1 Esto es pasible de profundas regulaciones y en estas regulaciones, el ambiente o ambioma, juega un rol muy importante.2 Contaminación ambiental genética. Mutación genética y estrés como factor ambiental Concepto Entenderemos por contaminación ambiental genética a todos los factores ambientales que producen mutaciones genéticas, llamadas mutaciones genéticas adquiridas, las cuales pueden ser no heredables cuando afectan células somáticas o heredables cuando afectan a células gonadales. Estos factores ambientales, reconocidos y señalados por diferentes investigadores y estudios multicéntricos son: factores virales radiaciones ambientales naturales o artificiales estrés o ansiedad (factores psicógenos) alimentos otros (drogas, tóxicos, factores ocupacionales o laborales, etc.) Hemos referidos ya los efectos de las radiaciones electromagnéticas naturales y artificiales sobre el ADN y el ARN. Pero hay otros factores como los virus, que infectando a las células alteran el genoma integrando su genoma viral al genoma humano para convertir a la célula humana en una fábrica de proteínas virales y estas alteraciones producen graves enfermedades que van desde la teratogénesis al cáncer. Las deleciones genéticas y otros cambios, alteran secuencias y genes y por lo tanto cambian las funciones de los proteomas, induciendo la producción de proteínas anómalas que no cumplirán sus funciones fisiológicas normales o bien ejercerán funciones patológicas. En las variaciones genéticas por factores ambientales tiene un papel preponderante el llamado estrés oxidativo que produce superóxidos principalmente en las mitocondrias. Según Solari,3 el estudio del genoma humano traerá beneficios indudables como el desarrollo de métodos de diagnósticos más exactos, comprensión de la patogenia de las enfermedades, posibilidad de una medicina predictiva al individualizar a las personas de alto riesgos de enfermedades genéticas y a establecer una nomenclatura racional de las enfermedades. Por otro lado, el PROYECTO GENOMA HUMANO conlleva los perjuicios patentes4 de algunos investigadores y médicos que creen en el absolutismo genético manifestado por una especie de determinismo o fatalismo genético, en el cual indefectiblemente el gen es el único responsable de todas las afecciones humanas, independientemente de otras causas. Elizabeth Pennisi – EPIGENÉTICA, Science, 2001 Marcelo Cetkovich-Bakmas – ASPECTOS EPIGENÉTICOS DE LAS ENFERMEDADES MENTALES – Congreso Internacional de la Asociación Argentina de Psiquiatras, Buenos Aires, octubre 2006 3 Alberto Juan Solari –GENÉTICA HUMANA, Bs. As. 1996. Genetista argentino investigador superior del CONICET 4 al desprecio de los factores ambientales se suma la discriminación genética tanto laboral como para las compañías de seguros y la pérdida de privacidad de los datos genéticos, en países como el nuestro que no cuenta con legislación acorde con los nuevos derechos que deben surgir del conocimiento del genoma y su manipulación por la tecnociencia. 1 2 3 Tal concepto, en la opinión de Solari, implica un grave error conceptual que lleva al menoscabo de factores ambientales en el desencadenamiento de la enfermedad. Seguramente cuando se complete el estudio del genoma humano, ya no habrá dudas de que nada puede alterarse en el organismo humano sin la participación de los genes porque es probable que esos genes o tengan todas las secuencias necesarias para provocar todos los males o estén sujetos a una plasticidad genética que permita una gran variabilidad mutacional para constituir una secuencia determinada bajo un estímulo o acción diferente como puede ser un factor ambiental. De todos modos, sea una secuencia preexistente o mutada, no hay dudas que en el caso de las células somáticas, la expresión genética de un trastorno será por causa de un factor ambiental. Si bien el motor final de un proceso patológico es un gen, la causa de que dicho motor entre en funcionamiento es el factor ambiental. Si dicho factor no actúa, es poco probable la expresión por sí y esto se ha demostrado fehacientemente en el caso del cáncer, en el cual se sabe que todo el género humano tiene oncogenes o genes generadores de cáncer, pero sólo un porcentaje de la población generará cáncer y de estos, son de bajísima frecuencia los de expresión congénita (que aún no se sabe si también en ellos pueden influir factores ambientales a través de la madre). De igual manera operan genopatías que bien pueden tener expresión inmediata al nacer o durante la infancia, o durante la adolescencia y últimamente se ha descubierto que aún en la senectud (como puede ocurrir con el llamado rasgo talasémico y otros). Fox Keller ha escrito: “celebremos los efectos sorprendentes que los éxitos del proyecto Genoma han tenido en el pensamiento biológico. En contra de todas las expectativas, en vez de respaldar las bien conocidas ideas del ‘determinismo genético’, les han planteado problemas críticos. Han socavado radicalmente el concepto de gen. Se ha empezado a reconocer que éstos no representan un fin en sí mismos, sino el principio de una nueva era de la biología”.5 Actualmente los conceptos nuevos a la luz de la biología molecular genética, hablan de variabilidad. El estudio del genoma humano deparó muchos datos sorpresivos y hoy la biología molecular ha aclarado que existen varios mecanismos de cambios genéticos y algunos ya clásicamente conocidos como las deleciones, sustituciones o transversiones pueden ser gatillados por factores ambientales, a tal punto que Solari6 concluye que las variaciones fenotípicas son producidas variaciones genotípicas + variaciones ambientales. El genotipo y el ambiente tienen relaciones muy complejas que sólo ahora se van conociendo a medida que se va develando el genoma humano. Un ejemplo que Solari remarca es la existencia de las llamadas fenocopias que son rasgos provocados por factores ambientales concretos (drogas, virus) que remedan los efectos de una alteración del genotipo. Actualmente, en el estudio de las metabolopatías con expresiones genéticas como la diabetes 2, se concluyen que los factores ambientales pueden provocar mutaciones sobre todo del ADN mitocondrial de células somáticas (estrés respiratorio u oxidativo), las que alterarían sus funciones normales originando cuadros patológicos. El estrés es uno de los factores ambientales que inducen cambios genéticos a través de los neurotransmisores que llevan a la producción de radicales libres y éstos son la causa de las alteraciones genéticas espontáneas. 5 6 Evelyan Fox Keller – EL SIGLO DEL GEN Alberto Juan Solari, op. citado 4 A este tipo de variación genética se les llama provisionalmente, mutaciones genéticas adquiridas no transmisibles. Provocan la enfermedad de un feto, un niño o un adulto, pero el defecto genético no es transmisible por ocurrir en células somáticas. Generalmente son cuadros patológicos poligénicos (diabetes 2, HTA, etc.) Esquema 6 - Vulnerabilidad Vulnerabilidad genética (por predisposición o adquirida) Factores ambientales (factores personales de riesgo) (factores contaminantes) Fenotipo vulnerable Patología manifiesta Genómica funcional7 = plasticidad genética Ya determinamos que probablemente las leyes mendelianas nos hubiesen transmitidos la idea de que la función genética era determinante y determinada. Pero los estudios modernos que la genómica funcional introdujo mostraron una versatilidad genética que rompió todos los moldes de lo hasta ahora conocido y estudiado en Genética. Hoy se siguen estudiando los fenómenos de las manifestaciones genéticas y surgen nuevos conceptos que se intercalan entre los clásicos para ilustrar cómo operan los sistemas genéticos. La interrelación entre ambiente y genes trae un nuevo lenguaje y técnicamente el ambiente pasa a ser el ambioma y según se ha descubierto, en los genes hay programas a ejecutar para su activación y desactivación, lo que afecta su expresividad y esto se realiza desde el entorno, y por esto el ambioma tiene tanta importancia como el genoma, pues hay en los genes una especie de encarnación del entorno. Carlos A. Soria8 considera a todo esto como “la suma de las partes de un macrosistema, diseñado para ser modificado por la experiencia. Somos un adaptador evolutivo que se ajusta a los requerimientos de la sucesión cambiante de entornos en que discurre nuestra existencia. En años recientes nuestra atención se ha centrado sobre esta díada genoma-ambioma, en sus relaciones e influencias mutuas y, más recientemente, sobre los nexos entre ambos, los endofenotipos, o sea, los puntos donde podemos ver la encarnación del entorno”. Soria también explica que en el proyecto del Genoma Humano se sabe que disponemos entre 20.000 y 25.000 genes y se conoce con exactitud cuántos genes hay en cada órgano. Así, el cerebro tiene en actividad unos 3.915 genes, lo que representa el 70% de sus genes funcionales. También se conoce que el 97% del genoma “está compuesto de aburridos mandos bioquímicos intermedios y que sólo el 3% presenta una actividad funcional relevante. Comprendimos, además, que los genes no son islas, que forman parte de una confederación llamada cuerpo y que hay, incluso, genes ‘sociales’ 7 Genómica funcional es la que estudia el genoma y los productos de la función genómica: el proteoma Psiquiatra presidente de la Asociación Argentina de Psicofarmacología, autor del artículo ENDOFENOTIPOS: LA ENCARNACIÓN DEL ENTORNO, Publicaciones Gador, Bs. As. 2005 8 5 cuya tarea es integrar las distintas funciones del organismo”. Da por ejemplo cómo el colesterol es controlado por los genes para convertirlo en cortisol, estradiol y testosterona. De esa forma, el cortisol puede participar en todos los sistemas del organismo, integrando la actividad del cuerpo y la mente y llegando a modificar aun, la anatomía cerebral. Su acción exclusiva serviría para refutar el dualismo cartesiano de mente y cuerpo, pues demuestra materialmente como cuerpo y mente constituyen una unidad indivisible. Luego, Soria trata el tema de las enfermedades monogénicas y poligénicas y resalta que “hasta aquí, nuestra atención ha estado puesta en las enfermedades monogénicas, las causadas por la mutación de un solo gen...en realidad todos tenemos el gen (de la enfermedad monogénica) pero los enfermos tienen la mutación”. Por regla general, la mutación monogénica ocurre en las células gonadales, lo que permite la transmisión hereditaria. Pero las enfermedades poligénicas son las que padecen la mutación de varios genes y esta mutación ocurre en las células somáticas distintas de las gonadales. De ahí que estas mutaciones no sean ineludiblemente causa de una herencia cierta y las enfermedades poligénicas en casi su totalidad no son transmisibles. Se habla de predisposición genética, pero no está probada tal predisposición. La producción de una enfermedad poligénica dentro de un mismo núcleo familiar, es muy probable que esté marcada por el propio ambioma que ocasionó la mutación en los primeros familiares que manifestaron la enfermedad. Prueba de ello es el aumento de enfermedades como la diabetes tipo II en personas sin antecedentes heredofamiliares de tal afección. Otro tanto ocurre con las várices, la obesidad, la hipertensión arterial, las enfermedades reumáticas, las afecciones cardiovasculares, enfermedades psíquicas, etc. Para explicar la formación inexorable de la enfermedad monogénica, Soria declara; “De nada sirve si el sujeto hace dieta sana, ejercicio regular o intensa vida espiritual. Aquí los genes son el destino. No existe oráculo ni horóscopo con tal alta capacidad de predicción. Es la enfermedad monogénica por excelencia”. Seguidamente, prosigue: “En el extremo opuesto encontramos las enfermedades poligénicas, en las que la influencia genética es menor, parcial y eventual, requiriendo la interacción con el ambioma para su expresión. Casi todas las enfermedades mentales mayores son poligénicas. De allí lo imprescindible del estudio de la interacción entre lo genéticamente disposicional y su inhibición o activación ambiental”. Epigénesis9 “Somos los únicos seres de la tierra que podemos cambiar nuestra biología por lo que pensamos y sentimos” Deepak Chopra Los conceptos precedentes expresados por Soria hacen mención a un nuevo concepto denominado epigénesis.10 La epigénesis nace con el concepto de regulación epigenética que, según Kandler,11 consiste en una clase de modulación genética en que: “los genes tienen una función transcripcional que determina la estructura y la función de las células en las que se expresan. Ésa es la fracción del ADN que determinará el fenotipo. Esta función es altamente regulable por factores del desarrollo, del aprendizaje, de la interacción social y del medio externo en general… La regulación de la expresión de los genes por factores sociales permite que todas las funciones corporales, incluyendo las del cerebro, sean susceptibles de influencias sociales, las cuales serán biológicamente incorporadas en la expresión modificada de genes específicos. Estos cambios, no sólo contribuyen a las bases biológicas de la individualidad, sino también son presumiblemente Elizabeth Pennisi – EPIGÉNESIS, Science, 2001 El término epigénesis fue muy utilizado en las ciencias de la conducta donde lo introdujo Ericsson y lo define Kandler 11 Eric Kandler – UN NUEVO MARCO TEÓRICO PARA LA PSIQUIATRÍA 9 10 6 responsables de la iniciación y mantenimiento de anormalidades de la conducta inducida a través de contingencias sociales”. Debido al auge del uso de los conceptos de epigenética y epigénesis en el ámbito de la conducta, a las palabras de Kandler, López Mato agrega: “el conocimiento del genoma humano ha socavado radicalmente el concepto de gen porque nos ha demostrado que la cultura es más genética que la genética. Ahora sabemos que los genes patrón, los genes hereditarios, no son lo principal. Lo principal es el gen transcriptor, que es el que hace nuestro fenotipo, ése es el que produce una enfermedad. El gen regulador es el director de cine que corta, empalma y edita el mensaje que le trae el gen patrón. Y, entonces, hoy sabemos que para que se tenga una predisposición a una enfermedad, involucra tanto la predisposición genética como los eventos adversos tempranos. Ambos hacen que se tenga una disposición, un handicap, una vulnerabilidad por la cual, ante eventos vitales, o traumas, o conflictos o estrés, van a producirse alteraciones biológicas y cambios conductuales emocionales”.12 Estos conceptos se pueden graficar en la siguiente sinopsis de Nemeroff modificada por López Mato: Vulnerabilidad genética (por predisposición o adquirida) Eventos adversos o experiencias traumáticas tempranas Factores ambientales Traumas Estrés cotidiano Eventos vitales Fenotipo vulnerable (CRH) Hiperactividad HPA y sistema CRH Hiperactividad sistema noradrenérgico Afección de la neurogénesis en hipocampo Neurotoxicidad del hipocampo (aumento de neurotoxicidad) ↓ Vulnerabilidad al distrés ante eventos vitales o traumas de adultez Cambios o alteraciones neurobiológicos Cambios conductuales y emocionales (ansiedad, depresión, angustia) Patología diversa (psicosomática, metabolopatía inmunopatía, cáncer, osteomuscular, etc.) 12 Andrea Márquez López-Mato – INHBICIÓN DE LA ACCIÓN, Gador, Bs. As., marzo de 2006 7 Etimológicamente epigénesis significaría “lo que está por sobre el origen” pero en nuestro caso puede traducirse como “lo que está por sobre los genes”, ya que los genes marcan nuestro origen. La circularidad de las acciones y reacciones entre genoma y ambioma a través de los sistemas del cuerpo humano fue antelada en el 2001 por Matt Ridley cuando afirmó: “si los genes pueden afectar a la conducta y la conducta puede afectar a los genes entonces la causalidad es circular”. En síntesis: la epigénesis comprende a los mecanismos no genéticos de regulación génica (epigenéticos) y a esto se le denomina biología adquirida (Cyrulnik, 2002), influencias del estilo de vida sobre los genes (Esteller, 2005) y la encarnación del entorno (Soria, 2005). Esto lleva a otro nuevo concepto que es la herencia epigenética. La herencia epigenética explica la concatenación de los procesos biológicos en el intricado funcionamiento neurobiológico, psicológico y social, el cual parece estar marcado o gobernado por una cierta relatividad. De esta manera se conjuga relatividad con herencia epigenética para signar todo el proceso biopsicosocial. En este punto, Ridley aclara: “no somos un cerebro que gobierna un cuerpo activando hormonas. Tampoco somos un cuerpo que gobierna un genoma accionando los receptores hormonales. Tampoco somos un genoma que gobierna un cerebro activando genes que activan hormonas. Somos los tres a la vez”. E. Erikson,13 intentó adelantar una especie de concreción del concepto de epigénesis y afirmó que es un “concepto que integra la definición de crecimiento, desarrollo y evolución humana, donde la persona trascurre sus estadios biopsicosociales en etapas o pasos que dependen uno del otro”. Esto completa la circularidad del ciclo vital en su relación entre genes, cerebro y sistema neuroendocrino y el ambiente social en el cual nos desarrollamos. La epigénesis remata la idea de que los genes son los que comandan todos los procesos biológicos pero actúan en estrecha interdependencia con otros factores psiconeuroendocrinos, a su vez influenciados por el ambiente social o ambioma. Nosotros pensamos que si bien el esquema es circular, en realidad, más que circularidad existe una globalidad donde la interacción es tan estrecha que es imposible separar a las partes del todo y asignar a una de ellas funciones de causalidad. Este fenómeno circular y global es lo que fundamenta la epigénesis y explica la etimología de aquellos fenómenos que están más allá de los genes, que está sobre ellos. La epigenética da lugar a un nuevo concepto: el epigenoma o conjunto de factores epigenéticos que intervienen en el interjuego entre lo genéticamente determinado (genoma heredado) y las influencias ambientales o ambiómicas. Los factores epigenéticos, en el cerebro, intervienen en la: 1. la formación de memoria 2. señalización intracelular 3. modelación de los circuitos neurales a) alteraciones moleculares b) alteraciones celulares c) alteraciones de circuitos neuronales o neurales que intervienen en la regulación del funcionamiento mental y el comportamiento o la conducta. En el resto de las células somáticas producen: a) alteraciones moleculares b) alteraciones genéticas c) alteraciones celulares que generalmente conducen a enfermedades poligénicas. 13 E. Erikson – LA FISIOLOGÍA DEL VIVIR, 1968 8 El genotipo para poder expresarse en forma correcta actúa bajo una influencia adecuada del medio ambiente. Cuando esto no ocurre se alteran los factores epigenéticos. Los factores epigenéticos involucran a todos los cambios moleculares que afectan al ADN sin modificar la secuencia del ADN que determina el genoma en sí (código genético), pero que de dichos factores resulta una alteración del grado de expresión de un gen determinado. El proceso epigenético ha sido develado por etapas. Lo primero en conocerse fue el mecanismo epigenético que interviene en el agregado de un grupo metilo al nucleótido de citosina (metilación del ADN). Luego se encontró la metilación de los residuos lisina y la fosforilación de los residuos serina (modificación covalente de las histonas). Los cambios por factores epigenéticos cambian la estructura de la cromatina de manera tal que ocasionan dos efectos antagónicos: silenciamiento o inactivación de genes activos específicos para regular la expresión genética activación de esos genes que se hallan en estado de inactividad El epigenoma o conjunto de factores epigenéticos es un campo de estudio en vías de desarrollo y el conocimiento de ese epigenoma, en comparación con el conocimiento detallado que se dispone del genoma, es magro lo que abre un panorama muy promisorio para la genética molecular en las actuales investigaciones que se realizan sobre el epigenoma.14 El avance de los conocimientos epigenómicos permitirá saber más sobre la etiopatogenia de los cambios genéticos que determinan enfermedades que hasta ahora se llamaban “de predisposición genético”, en donde lo genético no es un factor hereditario sino una mutación adquirida por factores ambientales. Las “enfermedades con intervención de genes” quedarían, en un primer intento, clasificadas en dos grandes grupos: 1. las hereditarias o transmitidas a través de los genes (enfermedades monogénicas) 2. las adquiridas por mutaciones genéticas no transmisibles (enfermedades poligénicas) Epigénesis y epigenética Conrad Waddington acuñó en 1942 el término epigenética definiéndolo como la rama de la biología que estudia las interacciones causales entre los genes y sus productos que dan lugar al fenotipo. De ahí en más, el término epigenética en biología adquirió otras connotaciones llevándolo a la categoría de polisemántico (polisignificativo). Así se llegó a hablar de que la epigenética estudiaría los cambios heredables en la función génica que se producen sin un cambio en la secuencia del ADN o bien se habla únicamente de fenómenos que no afectan la secuencia de ADN de los genes pero sí varían su expresión. Esto se debe a la polémica sobre si los cambios fenotípicos se deben a mutaciones heredables o no heredables. La aparición de fenómenos que no alteran el ADN pero sí a su función introdujo el concepto de imprinting (término inglés equivalente a imprimiendo o grabando). Sin embargo, las últimas tendencias biológicas genéticas, especialmente las médicas y dentro de ellas las psiquiátricos, se intenta recuperar a la definición de epigenética como un puente entre las influencias genéticas y ambientales. Se usa para explicar los cambios o mutaciones genéticas adquiridas por influencia del ambioma o medio ambiente humano. Las investigaciones en ratas introdujeron la polémica sobre si esos cambios genéticos adquiridos por el ambiente eran o no hereditarios. En las ratas se demostró que podían ser heredados hasta una cuarta generación. Pero en el hombre, los cambios genéticos adquiridos por factores ambientales comprobados, no resultaron heredables (caso de la talidomida). Esto originó lo que se denominaron cambios genéticos adquiridos no heredables. El concepto de aplica a la aparición de muchas enfermedades que se consideraron como de “predisposición genética” debido a la poligenia genética que presentaban. Hoy se piensa que esa poligenia es debida a la mutación adquirida en cada persona, pero no se ha encontrado evidencia de genes transmisibles como en las enfermedades monogénicas. De ahí que enfermedades como el Luciana D’Alessio MECANISMOS NEUROBIOLÓGICOS INVOLUCRADOS EN LA RESILIENCIA DEL S.N.C., Información Gador, Bs. As, 2009 14 9 cáncer, autoinmunopatías, endocrinopatías y metabolopatías no heredables dependan de esas mutaciones adquiridas que explicarían el aumento de diabetes II, síndrome metabólico, cardiovasculopatías, psicopatías, cáncer, gastroenteropatías, etc. (enfermedades psicosomáticas).15 Cetkovich-Bakmas16 cree que conviene distinguir entre epigénesis y efectos epigenéticos o epigenética. Mientras epigénesis “se refiere a la forma en que el individuo se desarrolla y adapta al ambiente en base a las herramientas que le otorgan los genes, mientras que se habla de efectos epigenéticos en referencia a cambios químicos en el ADN, que no alteran la secuencia del mismo, pero modifican la posibilidad de que un gen se exprese. Estos efectos son la metilación del ADN y el imprinting, por ejemplo”. En el orden psicológico y psiquiátrico, la anormalidad del desarrollo del ciclo epigenético lleva a las denominadas crisis17 epigenéticas que constituyen una verdadera antesala para los desórdenes de ansiedad y depresión y constituyen en sí una vulnerabilidad para la ansiedad y la depresión. En este punto Andrea Márquez López-Mato18 explica las ideas de Erikson, el cual definió a las crisis epigenéticas como crisis del desarrollo que nos permiten el crecimiento. En ese sentido expresa: “los organismos no se hacen, crecen. El genoma no es un plano para construir un organismo sino una receta para ‘cocinarlo’. Los condimentos son nuestras vivencias”. Estas crisis se desarrollan en etapas y hay que superar una (la primera crisis) para entrar en otra (la segunda crisis). Cada crisis conlleva pares antagónicos de conductas que deben ser superados mediante una síntesis propia que determina los cambios constitutivos de nuestra identidad, hasta alcanzar la madurez. El proceso de maduración surgiría de pulsiones internas (tesis de Erikson) que tienen todos los seres humanos y que son desencadenadas por estímulos del entorno. Son crisis de desarrollo que permiten la coexistencia con nosotros mismos, con el otro y en sociedad. En realidad la tesis de Erikson de las crisis epigenéticas es otro de punto de vista de lo que ha venido estudiando la Psicología Evolutiva en relación con el desarrollo humano. Así, la primera crisis sería el nacimiento. Duraría hasta el año y medio de edad y está marcada por conductas antagónicas de confianza-desconfianza lo que permite que cada persona desarrolle la esperanzas. La segunda crisis, a los tres años de edad estaría regida por el par antagónico autonomía-vergüenza y duda, que permite el desarrollo de la voluntad. Una tercera crisis que va entre los tres y los cinco años de edad desarrolla la oposición iniciativa-culpa que llevan a instalar la finalidad de la conducta. Hasta acá estas tres crisis tienen por objeto el logro de la autoidentidad es decir que el niño se identifique con su persona. Más adelante, con la crisis que se caracteriza por el antagonismo velocidad-inferioridad se instala la competencia como aventura social y hay un quiebre que se inicia con la identificación del otro. Este quiebre se prolonga en un lapso que va desde los trece a los veinte años de edad y es regida por los opuestos identidad-confusión. Si se elige estar con el otro, se instala la fidelidad. Continuando con el desarrollo epigenético eriksoniano en otras crisis se enfrenta el par antagónico integridad-aislamiento y de esto surgirá la capacidad de identificación con el otro mediante el sentimiento de amor. Las últimas crisis están referidas a la identificación con los otros, es decir, la sociedad en pleno y no sólo con el otro. Es decir, son crisis con lo social. Así, entre los 40 y los 60 años de edad, el par antagónico será productividad-estancamiento y de ahí surge la habilidad de hacer o producir cosas. Desde los 60 años hasta la muerte, la aventura social es la sabiduría y el par antagónico es la integridaddesesperación. Manuel Santos – EPIGENÉTICA, Universidad Católica, 2010 Marcelo Cetkovich-Bakmas – ASPECTOS EPIGENÉTICOS DE LAS ENFERMEDADES MENTALES – Congreso Internacional de la Asociación Argentina de Psiquiatras, Buenos Aires, octubre 2006 17 La etimología de la palabra crisis proviene del griego yo decido, yo juzgo (criterio) y la RAE la define como situación difícil o delicada que produce un cambio importante. El Diccionario Etimológico de Corominas la define como “momento decisivo en un asunto de importancia” 18 Andrea Márquez López-Mato – EPIFANÍA: RESPUESTA RESILIENTE A LAS CRISIS EPIGENÉTICAS, Publicaciones Gador, Bs. As. 2005. La autora es una investigadora argentina de fenómenos neurocientíficos y Directora del Instituto de Psiquiatría Biológica Integral y docente de Psiconeuroinmunoendocrinología de la UBA (Universidad de Buenos Aires) 15 16 10 A las crisis, según López-Mato, habría que interpretarlas con el idiograma (ideograma) chino que para definir una crisis junta los idiogramas peligro y oportunidad. Esto significa que crisis si bien implica un cierto peligro también conlleva la oportunidad para algo que contribuye al desarrollo y el crecimiento. En este esquema, cada crisis es un peligro si quien la sufre es vulnerable y una oportunidad si se la enfrenta con resiliencia. Es decir, si se responde con vulnerabilidad se entra en el distrés, si se responde con resiliencia cada crisis fortalece más. En consecuencia la disposición de un fenotipo vulnerable nos lleva a responder con distrés y esto puede deberse a que una persona nació con predisposición genética, o es causado por eventos adversos tempranos que son experiencias infantiles patógenas que influencian en la manera de adquirir la modulación del sistema nervioso en los primeros años de la vida donde se produce la mielinización activa del sistema nervioso. Luego, ya sea por genética (predisposición) o por adquisición, se puede tener un fenotipo vulnerable que lleva a vivir en hiperalerta con disminución de la neurogénesis y aumento de la neurotoxicidad. Esto constituye una discapacidad para enfrentar eventos vitales o traumas de la adultez, los que van a producir cambios conductuales o emociones, depresión, enfermedad psicosomática o trastorno de personalidad. Un fenotipo vulnerable ante una depresión o estrés involucra hiperactividad adrenal, con un nivel de neuropéptidos aumentado, disminución monoaminérgica, disminución del sistema inmune. El estudio Nueva Zelandia,19 se realizó sobre diferentes alelos del transportador de serotonina (SERT). Los individuos pueden tener las siguientes variantes de alelos de SERT: dos alelos largos, variante alelo largo-alelo corto, o dos alelos cortos. Los individuos con dos alelos largos soportan todos los eventos estresantes. En cambio, los que poseen la variante alelo largo-alelo corto o dos alelos cortos (SERT hipofuncionales), no soportan las situaciones estresantes. Los individuos con un SERT menos funcional tienen respuestas terapéuticas pobre a aquellas moléculas que actúan sobre el SERT y responden mejor a moléculas de acción dual. Weinberger (2004) demostró que las personas que nacen con algún alelo corto del SERT tienen más predisposición de responder con miedo ante el alerta (reacción de emoción básica). Lo opuesto a la vulnerabilidad es la resiliencia como capacidad humana de superar las situaciones estresantes y salir de ellas fortalecido y cambiado o transformado. La resiliencia puede ser celular (ejemplo: balance de factores de crecimiento neuronal vs. factor de necrosis tumoral); tisular (ejemplo: hormona del crecimiento, prolactina y TRH-CRH); personal (se logra la adaptación a la autonomía) o social (logramos apego, amparo y afrontamiento). Es decir, se puede ser resiliente con ayuda de antidepresivos o teniendo amor y amparo por parte de los que nos rodean. La resiliencia puede ser representada con un acrónimo de aes: Autonomía: capacidad de independencia Autorregulación: capacidad de inhibir los impulsos y de hacer Análisis resolutivo: capacidad de resolver los problemas Ambiente: sobre todo el ambiente familiar o el entorno en general cálido o amoroso y demandante o con límites, ayuda a ser resiliente Altas expectativas parentales: Afecto no competitivo del grupo de pares Amparo social Amplio repertorio de oportunidades ante cambios vitales En lo genético, la resiliencia sería propia de individuos con un par de alelos largos del SERT. Luego, ya sea por factores biológicos o genéticos (genoma) o por factores ambientales (ambioma) un individuo puede tener una revelación resiliente. Esa revelación se afirma en los pilares de Pacheco Bowden: (acrónimo de íes) 19 Publicado en SCIENCE, 2004 11 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. introspección independencia interrelación iniciativa imagen personal de autoestima ideales morales imaginación creativa ingenio humorístico Estas revelaciones genéticas o ambientales que llevan a adquirir resiliencia es lo que LópezMato llama epifanías (término que etimológicamente proviene de apofonía que significa revelación). Tener epifanías para ser resiliente a las crisis epigenéticas o eventos traumáticos es adquirir: autonomía asertividad y adaptación ante los cambios y las crisis mantener una permanente interacción con el medio humano y ambiente no perder nunca la capacidad de comprender y ser comprendido poder aprender en lo cognitivo y aprehender en lo intuitivo Es probable que dados los fenómenos que las neurociencias y la biología molecular, especialmente la genética, nos están mostrando diariamente y cambiando conceptos que se tenía por inmutables, la frase de Matt Ridley no sea antojadiza: “no somos un cerebro que gobierna un cuerpo activando hormonas. Tampoco somos un genoma accionando receptores hormonales. No somos un genoma que gobierna un cerebro activando genes que activan hormonas. Somos los tres a la vez”.20 En este terreno, menos aún, serían improcedentes algunos criterios del profesor Francisco Mora Teruel,21 a los que hemos modificado parcialmente: 1. el medio ambiente es imprescindible y determinante del desarrollo del cerebro, además de la mutación genética adquirida 2. ese desarrollo tiene ventanas plásticas críticas 3. la plasticidad o cambio de forma del cerebro existe durante toda la vida y se produce exclusivamente con la experiencia 4. el medio ambiente es un poderoso determinante en la aparición de las enfermedades del cerebro 5. no hay dos personas con cerebros iguales, incluso hay diferencias de cerebros en gemelos univitelinos Plasticidad neuronal o neurogénesis. Cerebro proteico Las crisis epigenéticas cuando afectan al SNC trastocan a la neurogénesis. Hasta hace casi un poco más de una década, la neurociencia afirmaba que a partir del nacimiento, el cerebro contenía todas neuronas definitivas (Ramón y Cajal) y que éstas no se verían modificadas por la experiencia vital. Desde esa perspectiva, los únicos cambios posibles que podrían producirse a lo largo de la vida, serían variaciones menores en las conexiones sinápticas (conexiones interneuronales) y la muerte celular que acompaña al proceso de envejecimiento. Según esta teoría tradicional era imposible la neurogénesis de nuevas neuronas (neuronagénesis), fuera de las que ya venían en el cerebro al nacer. 20 21 Mat Ridley – GENOMA. LA AUTOBIOGRAFÍA DE UNA ESPECIE EN 23 CAPÍTULOS Catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense, Madrid, España 12 Pero los descubrimientos posteriores de las neurociencias debieron asumir el nuevo concepto de plasticidad cerebral, traducida como plasticidad neural donde no sólo puede el cerebro inhibir o activar las conexiones sinápticas, estableciendo nuevas y múltiples sinapsis según las necesidades de la función de un cerebro individual, sino que el cerebro se va modificando continuamente a medida que cada persona lo usa con mayor intensidad o una necesidad determinada y esto permite crear nuevas sinapsis (sinaptogénesis) y nuevas neuronas (neurogénesis).22 El descubrimiento de esta capacidad de crear neuronas y sinapsis modificó todos los conceptos de la función cerebral. Mecanismos de la plasticidad cerebral La plasticidad neuronal (neuronas) o neural (sinapsis) es el proceso que nuestro cerebro utiliza para crecer, aprender y vivir cotidianamente. Antes, frente a las enseñanzas de Santiago Ramón y Cajal, se creía que las neuronas no se reproducían sino que se nacía con una cantidad determinada de neuronas y se vivía así hasta morir. El envejecimiento o enfermedad que afectaba y mataba neuronas, dejaba al cerebro sin las mismas y con la imposibilidad de reponerlas. Sin embargo, estudios sobre animales permitieron descubrir que las neuronas se reproducían después del nacimiento. ¿Cómo se expresa la plasticidad cerebral? A través de dos mecanismos:23 Epigenoma: interjuego entre lo genéticamente determinado y las influencias ambiómicas (factores epigenéticos). Genoma: conjunto de genes del ser humano 1. neurogénesis: generación de nuevas neuronas 2. apoptosis: mecanismos genéticos que regulan o programan la “muerte” de determinadas células. Hay apoptosis fisiológica y apoptosis patológica (debida a efectos neurotóxicos neuronales directos. 3. “pruning”:24 o “poda sináptica” que se expresa por atrofia o desaparición de sinapsis inactivas 4. “sprouting:25 o brote sináptico (producción o reproducción de nuevas sinapsis = sinaptogénesis) 5. “damming:26 mecanismos de control sináptico por el cual se cierran sinapsis activas que no se usan o se activan sinapsis que no se usaban Los factores epigenéticos inducen alteraciones moleculares, celulares y de los circuitos neuronales o neurales. El hipocampo, junto con la región supraventricular es una de las principales estructuras donde se verifica la plasticidad cerebral y la neurogénesis, pues al estudiar el estrés se probó que a través del cortisol y del ácido glutámico, se modifica la neurogénesis, la sinaptogénesis y la neurogénesis. En el proceso de disminución de la neurogénesis y pérdida de densidad celular en el hipocampo, que ocurre en el estrés, hay: 1º. Alteraciones neuroquímicas 2º. El deterioro en la plasticidad celular y en el remodelado dendrítico del hipocampo 3º. Pérdida neuronal por hipercortisolemia por exposición de episodios repetidos de estrés Gage, F.; Van Praag, H. – NEUROPSYCHOPHARMACOLOGY THE FITH GENERATION OF PROGRESS. ACNP, 2002 23 Marcelo Cetkovich-Bakmas – ASPECTOS EPIGENÉTICOS DE LAS ENFERMEDADES MENTALES – Congreso Internacional de la Asociación Argentina de Psiquiatras, Buenos Aires, octubre 2006 24 Del inglés pruning = poda 25 Del inglés sprout = brotar, retoñar 26 Del inglés dam = contener o reprimir 22 13 4º. Pérdida de células gliales que aumentan la vulnerabilidad al ácido glutámico y a la disminución de factores neurotróficos La plasticidad cerebral se muestra ante lesiones específicas del cerebro, el cual, tras un entrenamiento debido puede modificar la actividad de las zonas lesionadas o destruidas, mediante nuevas sinapsis o nuevas neuronas. Pero también en condiciones normales, bajo un estricto entrenamiento o adiestramiento para determinadas habilidades o aprendizajes, el cerebro estimulado crea nuevas sinapsis y neuronas. En la normalidad o en la enfermedad, el cerebro puede inactivar sinapsis que no se usan. Luego, habría una plasticidad que actúa en la enfermedad y otra que actúa en la normalidad El secreto de la plasticidad en la normalidad, ergo, está en el uso intenso y adecuado mediante un adiestramiento o entrenamiento de habilidades específicas. Por ejemplo, si un pianista practica intensamente y en forma diaria por muchos años, los instrumentos de las neurociencias demuestran la neuroplasticidad al detectar el desarrollo inusitado de las regiones cerebrales que controlan el movimiento de las manos del pianista. Hay una relación directa en la neuroplasticidad cerebral: hay mayor cambio cerebral cuando el proceso de adiestramiento se instaura en forma temprana y es más prolongado (a mayor extensión e intensidad del entrenamiento, mayor cambio cerebral) Estas conclusiones son fundamentales para determinadas prácticas cerebrales sutiles como es la meditación. Cuánto más, mejor e intensamente se medite, habrá cambios cerebrales fundamentales que aumenten también la capacidad de meditar y de obtener mayores frutos creativos y mayores capacidades mentales (capacidades extraordinarias). En la práctica de la meditación, desde una perspectiva cognitiva, puede considerarse al desarrollo como el esfuerzo sistemático de controlar la atención y las habilidades mentales y emocionales relacionadas. Esto trae a colación una nueva pregunta que formuló Davidson: ¿podríamos servirnos de diferentes tipos de meditación para modificar los circuitos cerebrales asociados a los distintos aspectos de la emoción? Las neurociencias, mediante tecnología como el llamado difusor de tensión, ha logrado captar imágenes de la función cerebral durante las emociones y la meditación y este estudio ha puesto de relieve los sutiles procesos de remodelación en los que se basa el fenómeno de la neuroplasticidad cerebral. Esto permitió una respuesta afirmativa a la pregunta del principal investigador de la emoción y la neuroplasticidad. La neuroplasticidad es la nueva frontera de las neurociencias que comenzó a estudiarse y postularse en 1998 y que culminó con el descubrimiento de la remodelación cerebral mediante la creación de sinapsis y neuronas nuevas y la activación de sinapsis existentes pero no utilizadas, como así también la intervención en el proceso de la degeneración y muerte de neuronas y sinapsis. Hoy, el desafío es averiguar las conexiones entre la neuroplasticidad cerebral para encontrar nuevas conexiones en los circuitos cerebrales que regulan las emociones perturbadoras, desarrollando en los afectados una capacidad para controlar más eficazmente la ansiedad, el miedo o la ira, acompañando el desarrollo de nuevas conexiones interneuronales. El descubrimiento de que el cerebro y el sistema nervioso generan nuevas células en función de la experiencia y el aprendizaje, que dio origen a la noción de plasticidad neuronal, lleva al nuevo concepto de cerebro proteico.27 El creador e investigador del concepto, Davidson, cree que esta noción de cerebro proteico terminará remodelando todos los conceptos de la Psicología clásica hasta ahora conocida y estudiada. Siguiendo con sus investigaciones, en la actualidad, este estudioso cree que las modificaciones cerebrales encontradas cuando son duraderas o permanentes, pueden provocar un cambio de temperamento. Este “cambio temperamental” sería el antídoto de las emociones destructivas, al fomentar la activación de las regiones del lóbulo frontal que inhiben o modulan la actividad de la amígdala, responsable de ciertas emociones negativas. Éste sería uno de los posibles mecanismos a introducir para contrarrestar las emociones negativas y destructivas, ya sea disminuyéndolas en lo posible o anulándolas cuando aparecen. Como contrapartida, se estimularían las emociones positivas, aumentándolas. 27 Término derivado del dios griego Proteo que castigado para que sus entrañas fueran comidas por aves, en la noche se regeneraban apareciendo intactas al día siguiente. Proteico es lo “que cambia de formas o ideas” 14 De todo esto deducimos que la neurogénesis como la neuroatrofia, procesos antagónicos, estarían regulados por diferentes efectos. Así, la existencia de un ambioma negativo o conflictivo, distresante, o la pasividad intelectual-afectiva y las emociones negativas generan un proceso de neuroatrofia y ofician como antiplásticos o antineurogénico. A la inversa: un ambioma favorable y armónico, las emociones positivas, ciertos psicofármacos (tranilcipromina, fluoxetina), la actividad intelectual y la educación mental, son factores protoplásticos y proneurogénicos, que además de reparar neuronas y circuitos dañados, pueden aumentar una población neuronal indemne o activar circuitos nunca antes usados. La modificación de la función cerebral en pro del mejor y mayor uso de la corteza cerebral para regular más y mejor, también, la amígdala, podría ser obtenida mediante el uso de psicofármacos. Pero el inconveniente de los psicofármacos, por lo menos en lo conocido hasta ahora, es que tiene una incidencia sobre la función total del cerebro y sistema nervioso y carecen de la puntualidad y especificidad necesaria y útil para una determinada región cerebral o el incremento o inhibición de una función cerebral específica. Luego, el camino más confiable y seguro es el método natural espiritual de obtener un mayor adiestramiento mediante la meditación y la experiencia continua e intensa. También las ondas electromagnéticas pueden activar la neuroplasticidad, pero tiene efectos más deletéreos, menos controlables y efectos secundarios que ponen en duda su eficacia. Sin embargo, es útil conocer el dato por las implicancias de una contaminación ambiental electromagnética intensa, la cual influye en la plasticidad cerebral, pero también lo hace en otros funciones orgánicas y el saldo total de la exposición generalmente son consecuencias patológicas más que fisiológicas. Endofenotipos Hasta ahora la preocupación era lo genotípico (el contenido del genoma) y lo fenotípico (la expresión de los genes en el cuerpo). Pero el estudio de la interacción entre bioma y genoma nos muestra que hay un terreno intermedio entre la genotipia y la fenotipia y acá ubicaría la endofenotipia. Según Soria, hoy interesa “saber cómo se encarna la realidad en el sujeto. Cómo vamos de lo genotípico a lo fenotípico. Nuestros sistemas nosográficos se basan en exofenotipos, clusters28 de síntomas, agrupaciones de manifestaciones exteriores, que muestran entre sí grandes áreas de interfases, comorbilidad y superposición. Los endofenotipos29 comienzan a explicar estos fenómenos desde la interioridad. Existen endofenotipos psicopatológicos y endofenotipos biológicos. Vamos a ilustrar con algunos ejemplos. La prevalencia-vida para trastornos de ansiedad es del 24.9% y para depresión del l7.1%, pero la comorbilidad entre ambas es del 90%. Ambos tipos de trastornos tienen alta heredabilidad, lo que sugiere disposición pero no determinación, los genes no son todo, los factores del entorno influyen también. Hemos acuñado el término neuroticismo30 para describir una vulnerabilidad general a padecer ansiedad o depresión bajo estrés. Los índices de neuroticismo se 28 Cluster es una voz inglesa que significa grupo y que en forma de verbo es agruparse o apiñarse. Se usa en informática y de ahí proviene su inclusión en términos médicos 29 En realidad, el endofenotipo es una conformación particular del genotipo dirigido a expresar un determinado fenotipo. La predisposición a la ansiedad, a la fobia, a la depresión, por ejemplo, tiene un endofenotipo en el gen transportador de serotonina (SERT). Este gen está constituido por una secuela y cantidad determinada de nucleótidos. Si esta secuela contiene pocos nucleótidos se denomina secuencia corta o short (S), pero si tiene todos los nucleótidos, se denomina secuencia larga o long (L). Las combinaciones posibles de secuelas en un gen heredado puede constituir cuatro combinaciones posibles: S-S, S-L, L-S y L-L. Dos alelos o formas S (S-S) indica mayor vulnerabilidad al neuroticismo, mientras que dos alelos L-L conforman un grado mayor de resiliencia. Si bien los alelos son parte del llamado genotipo, las formas particulares de alelos constituyen el endofenotipo que lleva a un exofenotipo de vulnerabilidad o resiliencia al neuroticismo. 30 Neuroticismo sería una tendencia a adquirir neurosis. Neurosis (estado de inestabilidad emocional según la RAE) es un estado psíquico en el que no hay deformidad de la realidad, en oposición a la psicosis, en la cual se deforma la realidad (Diccionario Médico Dorland) Carece de sustrato anatómico y no se altera la personalidad (Diccionario Médico Salvat) 15 mantienen invariables en la adultez, o sea que, una vez que se han encarnado persisten en el tiempo. Sabemos que presentan heredabilidad, asociación familiar y coagregación. Pero, por otro lado, hemos aprendido que existe también transmisión no genómica a través de conductas maternales y respuestas de la madre al estrés. Es decir, empezamos a encontrar datos desde el genoma y datos desde el ambioma y, entre ambos, endofenotipos como puentes de unión. Hemos señalado que nuestras clasificaciones se basan en clusters de síntomas en los que las áreas de superposición son la regla más que la excepción, particularmente entre trastornos de la personalidad, trastornos afectivos y de ansiedad. Es en ese terreno donde los endofenotipos pueden tener una enorme utilidad para explicar la comorbilidad desde la intimidad biológica, cuadros aparentemente disímiles en la clínica tienen un sustrato fisiopatológico similar y, por ende, un mismo agente terapéutico se muestra eficaz en depresión y ansiedad... Del mismo modo conocemos que las benzodiazepinas de alta potencia, como el clonazepam y el alprazolam actúan a través del sistema gabaérgico; pero hay evidencia de que también rozan las vías serotoninérgicas y esto les otorgaría su cualidad terapéutica distintiva en el tratamiento de los trastornos de ansiedad... La comorbilidad entre trastorno de ansiedad generalizada y depresión es del 80% y es explicable por el fenómeno de pleiotropía31 en el cual un único gen es responsable de varios rasgos fenotípicos. La bioarqueología, una disciplina derivada de la genómica, reafirma nuestra pertenencia al mundo animal y otorga validez a la extrapolación de los datos obtenidos en estudios básicos. La superposición de códigos genéticos nos muestra la cercanía en la evolución, aprendimos sobre genes homólogos, genes que tienen función semejante en especies diferentes, en unos, por ejemplo, generan brazos y en otros alas”. Soria incursiona acá en la teoría del per saltum genético donde pareciera que algunos genes hubiesen “saltado de una especie a otra” superando etapas evolutivas. Soria indica cómo compartimos genes con la levadura, la tenia saginata, el ratón y el chimpancé. Con estas últimas dos especies, tenemos en común un 75% y un 98% de genes respectivamente y por esta razón el estudio y los experimentos en esos animales resultan sumamente eficaces para conocer la respuesta y la naturaleza humana. El estudio Sapolsky realizado sobre monos cambió el concepto que se tenía que los sujetos que eran grandes, feroces y violentos son los que lideraban el grupo. Sapolsky demostró que no era así y que la biología de los monos cambia según su posición en el orden social de esos animales. La investigación demostró que contrariamente, los líderes eran menos agresivos, tenían mayor capacidad para la reconciliación y el reclutamiento de aliados y, especialmente, una lectura adecuada de la realidad con menores respuestas emocionales a los sucesos del entorno. Sus niveles de serotonina cerebral dependían de su ubicación en el orden jerárquico y, de sobremanera, si se tenía percepción de la ubicación que tenían. Así, los líderes tenían mayores niveles de serotonina, pero esos niveles se invertían si se ubicaban en un orden social inferior. Para que esto ocurra no sólo debe estar en un nivel inferior o superior, sino darse cuenta de ello. El estudio Whitehall se realiza en forma similar pero en seres humanos, para evaluar el riesgo cardiovascular. El estudio comprobó que los funcionarios británicos de menor categoría tenían mayor presión diastólica que los jerarcas superiores. Este estudio demostró que los que están arriba y detentan el poder son más sanos porque tienen un mayor control de las variables del contexto, es decir, pueden manipular su entorno y esto les hace sentirse bien. Ambos estudios nos retrotraen a las teorías de Laborit sobre las patologías del control. Según Soria, esta teoría trata el estudio de las hormonas del estrés: “las hormonas del estrés nos preparan para la huída o para la lucha, y en el desarrollo de nuestro sistema nervioso la evolución nos adicionó el lóbulo frontal y con ello el superyo. Los seres humanos nos vemos en situaciones donde no podemos ni huir ni luchar, quedamos en inhibición de la acción. Atrapados por demandas del contexto o por exigencias del superyo. Si uno puede huir o luchar libera adrenalina, pero si queda en la inhibición de la acción descarga noradrenalina, y ésta es nueve veces más presora e inicia la 31 La pleiotropía es una voz formado por el prefijo pleio que significa más, excesivo o múltiple y tropía que indica tendencia, dirección. Se refiere a la cualidad de un gen de manifestarse en más de una forma, es decir, de producir más de una impresión fenotípica. 16 cascada del feed-back positivo que conducen a la patología psicosomática ligada al estrés. Somos, entonces, un sistema, pero un sistema abierto en permanente interrelación con el entorno. La segunda ley de la termodinámica establece que “todo sistema cerrado tiende del orden al caos”. No podemos estar solos, la apertura y el intercambio son cruciales para la preservación, nuestras células “beben del orden del entorno”. Ahora bien, hemos examinado los vínculos entre genoma y ambioma y una pregunta se impone: ¿quién gobierna esta relación? ¿Quién está al mando? Podemos pensar que son los genes, pero éstos se activan y desactivan desde afuera”. En este punto, averiguar quien manipula “desde afuera” a los genes en el estrés, lleva a Soria a preguntar: “¿El sistema hipotálamohipofisiario-adrenal?. No, porque es regulado por el cerebro. ¿El cerebro mismo?. Tampoco, porque él depende de los sistemas de percepción, de la información que le llega desde afuera. Nos queda el entorno, pero tampoco lo podemos atribuir exclusivamente a él porque es totalmente aleatorio, y a su vez, aunque conozcamos el entorno, su influencia depende de cómo el sujeto lo procese, depende de la cognición. Y, además, cómo el sujeto lo procese depende no sólo de sus actitudes conscientes sino de todo aquello que vivenció en sus años infantiles. Dicho de un modo muy sencillo: nadie está al mando. Si los genes pueden afectar a la conducta y la conducta puede afectar a los genes, entonces la causalidad es circular. Esta idea nos remite a las enseñanzas de Erikson, quien hablaba de la ‘fisiología del vivir’ y postulaba que el intricado funcionamiento neurobiológico, psicológico y social está gobernado por una relatividad que hace que cada proceso dependa de los otros. El espiral de la vida es perpetua actividad. La evolución consume diversidad. En la Naturaleza lo único es algo que abunda mucho. La evolución, y el genoma como parte de ella, es un escenario dinámico. La ecología, al igual que la genética, no trata de estados en equilibrio, trata de cambios, cambios y cambios. Como decía Heráclito sólo el cambio es permanente. Por medio de la Teoría Cuántica comprendimos el mundo subatómico, la materia en el nivel más pequeño de expresión. Para entender cómo los genes se traducen en la conducta necesitamos aportes de otras disciplinas. La Teoría del Caos, proveniente de la Física, nos puede ayudar. Según ella los sistemas caóticos están determinados pero, aunque conozcamos todos los determinantes de un sistema, no es posible determinar qué curso tomarán. En un sistema sencillo, una acción influye en las condiciones iniciales de la siguiente, pequeños efectos se convierten en causas mayores, los grandes cursos son predecibles, los detalles no. Podremos comprender los grandes trazos de la constitución de la personalidad, pero la individualidad no. Con esto quiero decir que nunca encontraremos un gen de la violencia, o un gen del altruismo o el gen de un rasgo particular, porque no hay ninguna posibilidad genética de explicar conductas complejas, que son caóticamente determinadas. Cada día, los genes, nuestra historia individual y el entorno, volverán a interactuar. En el borde del caos y caóticamente determinados por fuerzas impredecibles trataremos de preservar el cosmos altamente organizado y autorregulado de nuestra mismidad”. Vulnerabilidad y resiliencia La creatividad médica para plantear viejos problemas con nuevos puntos de vistas, lleva a utilizar palabras nuevas (neologismos) para viejos problemas. Todos sabíamos de aquellas personas que parecen ser “hechas con un molde determinado” al que tradicionalmente llamábamos predisposición o, en términos médicos, diátesis. Siempre se suponía, en la base de todos estos términos, un esquema genético ligado con lo heredofamiliar. Se es así porque “se viene de familia”. O bien aquellos a los cuales, si bien no tenían antecedentes heredofamiliares o genéticos presumibles o demostrables, se les consideraba idiopáticos o idiosincrásicos o primarios. Nosotros preferimos llamarlo misterio ontológico (al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen) y seguir con una pregunta abierta a nuevos puntos de vista para dilucidar las cuestiones indescifrables. Sin dudas que siempre habrá un inquieto que quiera plantear la cuestión de lo indescifrable y nuevas postulaciones traen las nuevas palabras. Así aparecen hoy neologismos tales como: vulnerabilidad. En nuestro idioma español, vulnerabilidad era la condición del “que puede ser herido, o recibir lesión física o moralmente”, pero el neologismo médico adquiere otra connotación. 17 Juan Carlos Stagnaro32 afirma: “El término vulnerabilidad ha sustituido al de diátesis. Se refiere explícitamente a una predisposición en el ámbito genético, ambiental y fenotípico. Pero se puede ir más allá en el análisis de este concepto y pensarla no como defecto sino como potencia. En otros términos, la vulnerabilidad puede ser definida como una disposición innata expresada en función de lo adquirido, en diversos momentos de la vida, aún muy tempranos; a un determinado desarrollo fenotípico, es decir, una capacidad, y no un destino irremediable e irreversible. Esta perspectiva para entender la vulnerabilidad le otorga al concepto una fructífera utilidad, ya que permite articular los datos provenientes del patrimonio genético de un individuo con los determinantes ambientales, ya fueran estos precoces, durante la etapa del desarrollo, o más tardíos. El término vulnerabilidad así entendido, significa que una persona tiene una aptitud fenotípica para desarrollar patologías específicas en ciertas condiciones. Se despeja así el riesgo de caer en determinismos rígidos y se puede analizar cada caso en sus aspectos etiopatogénicos, pronósticos y terapéuticos, combinando factores en una ecuación dinámica y plástica a la vez.” En esta cita, el autor deja claramente señalada la conveniencia de que se enfoquen aquellos aspectos médicos que se creían irreversiblemente condicionados por factores genéticos, especialmente en lo fenotípico (expresión física de acciones genéticas), con un punto de vista más relativista y menos absolutista, a fin de que se considere la reversibilidad o la prevención de esos fenotipos a cuya expresión contribuyen factores ambientales. Frente a la excesiva aceptación incondicional del determinismo genético, el Dr. Alberto J. Solari 33 considera que existe “menoscabo de los factores ambientales en la enfermedad: el excesivo protagonismo de la Genética puede oscurecer los factores dietarios, infecciosos, tóxicos y ocupacionales de la enfermedad”. Esto significa que la vulnerabilidad, si bien puede tener fenotipias que se relacionen con lo genético, es indudable que el agente más poderoso es la acción de los factores ambientales. Luego el conocimiento de esos factores pueden ayudar a frenar, revertir o prevenir a la vulnerabilidad. La contaminación ambiental genética es manifiesta en el factor dietario o alimenticio pues ya se conocen casos concretos de anencefalia y otras alteraciones faciales congénitas (labio leporino) debido a carencias de determinados nutrientes, en el caso de labio leporino, los folatos. Este caso particular determinó que Mendoza se colocara a la vanguardia de la legislación argentina y latinoamericana, al instrumentar una ley que obliga a colocar folatos en la harina, dado que en todos los medios se consume pan y no vegetales ricos en folatos. Otro caso es el factor leche en la diabetes y la malnutrición fetal. Es probable que el “estrés respiratorio” a través de radicales libres altere el DNA mitocondrial y provoque diversas afecciones. Esto tiene relación con la diabetes y otras afecciones. Otro impacto puede provenir a través de los medicamentos obtenidos por la bioingeniería genética que se suma a la ya conocida acción de medicamentos y tóxicos que resultan teratogenéticos o bien provocan deleciones o mutaciones genéticas adquiridas tanto transmisibles como no transmisibles según el tipo celular que afecten. Ya es de público dominio el caso de la talidomida, pero aún hay muchas otras drogas y contaminantes en la lista de los contaminadores genéticos. Era genética Todo arrancó a mediados del siglo XIX cuando Mendel enunció sus leyes genéticas y el químico Friedrich Miescher descubrió el ADN y el ARN. En 1944 se asoció los ácidos nucleicos con los genes y en 1953 James Watson y F. H. Crick propusieron el modelo de la estructura molecular 32 Subdirector de Carrera de Médico especialista en Psiquiatría y Jefe de Trabajos Prácticos de Salud Mental y del Instituto de Historia de la Medicina (Universidad de Buenos Aires) autor de VULNERABILIDAD AL ESTRÉS, ANSIEDAD Y DEPRESIÓN, trabajo presentado en el X CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PSIQUIATRAS, Bs. As., octubre 2000 y presentado por Publicaciones Gador, Bs. As., 2001 33 Investigador Superior del CONICET, autor de la obra GENÉTICA HUMANA y uno de los mayores especialista argentino en Genética 18 del ADN comenzando la historia de la Genética Molecular, juntamente con la Biología Molecular. En 1973 Herb Boyer y Stanley Cohen desarrollan un método de reordenamiento de moléculas de ADN para crear moléculas híbridas en un tubo de ensayo y obtener el ADN recombinante, base de la ingeniería genética, la que dará origen a medicamentos, vacunas y clones quimioterápicos y la transgenia. El 27 de febrero de 1997 Ian Wilmut y Keith Campbell comunican en la revista NATURE la clonación no natural de la oveja Dolly (clonada transfiriendo el núcleo de una célula mamaria o célula somática no germinal, de una oveja adulta a un óvulo no fecundado y previamente denucleado o enucleado). Posteriormente clonan a Dolly a partir de células cultivadas y transformadas genéticamente con el agregado de un gen humano. El 26 de junio de 2000 Celera Genomics y representantes del Proyecto Genoma Humano comunican haber completado la decodificación inicial del genoma humano y su secuencia de genes codificadores de proteínas, dando origen a un nuevo emprendimiento: el Proyecto del Proteoma Humano. En el 2001, se completa la información del Genoma y del Proteoma y se estima que de los 100.000 propuestos, sólo hay de 30 a 40 mil. Revolución Genética. Proyecto del Genoma Humano. El Dr. Alberto Solari ha denominado al conjunto de avances genéticos como Revolución Genética. Se denomina Revolución Genética al aumento en los conocimientos sobre los mecanismos moleculares de la herencia genética. Se denomina revolución porque este aumento de conocimientos es súbito y de gran magnitud y, de la mano de la Biología Molecular y de la Bioingeniería, transforma todo el conocimiento genético existente. La Revolución Genética es el efecto mediato de descubrimientos en ciencia básica realizados entre 30 y 15 años atrás (década del 70’ en adelante), cuando fueron descubiertas las enzimas de restricción, los procedimientos de ADN recombinante y los métodos de multiplicación del ADN en tubo de ensayo (Paúl Berg, Boyer y otros). La Revolución Genética es el resultado inmediato de un gran proyecto de desarrollo tecnológico, emprendido por instituciones gubernamentales de EE.UU. oficialmente en 1990, el Proyecto del Genoma Humano, cuyo propósito original era obtener la secuencia completa del genoma humano en el plazo de 15 años y a un costo aproximado de 3.000 millones de dólares. Este proyecto fue auspiciado principalmente por dos organismos oficiales de EE.UU.: los Institutos Nacionales de la Salud y el Departamento de Energía, y su presupuesto fue aprobado por el Congreso de EE.UU. El Proyecto del Genoma Humano, que estaba previsto para culminar en el 2005, ha sido tan exitoso en cumplir sus metas que se ha adelantado a las previsiones y se calcular que habrá de terminar con todos sus proyectos accesorios antes del 2003. En la década de los 90’ se pasa, de conocer un puñado de genes humanos, a tener publicados en la actualidad la posición e identidad de casi la mitad de los genes humanos (30.000 “rótulos de secuencias expresadas”). El 26 de junio de 2000 se anunció oficialmente el completamiento del “borrador” de la secuencia completa del genoma humano, es decir, la secuencia de 3.200 millones de bases del ADN humano. Se dijo “borrador” porque aún no está completamente corregida para el nivel de errores prefijado (1 base en 10.000) y faltan unas pocas secuencias para completar en zonas de ADN repetitivo. Metas del Proyecto Genoma Humano Meta del mapeo génico: en 1998 la meta de 2 – 5 cM (centiMorgan, unidad de ligamiento) era superada (menos de 1 cM promedio). En mapas físicos, la meta de 80 Mb estaba superada en 1999 (más de 180 Mb secuenciadas) 19 Costo de secuenciamiento por base: del costo actual de 0.50 U$S bajará en el futuro a la mitad Número de genes identificados: actualmente es de 30.000 y se estima que los aproximadamente 70.000 genes en total están secuenciados, pero su publicación se demorará algunos meses Variaciones normales en el ADN humano: no integraban el Proyecto original, pero actualmente están contempladas y se proyecta conocer 100.000 polimorfismo para el 2003 Avances tecnológicos: los métodos de electroforesis capilar en minibloques ya están en uso y se proyecta su automatización más completa en el futuro. Desarrollo de la Genómica Funcional Genómica Funcional Se denomina Genómica Funcional una disciplina recientemente emergida que estudia la organización del Genoma Humano como un sistema y las propiedades de sus productos codificados, especialmente el conjunto de proteínas llamado proteoma. Esta disciplina recién está en sus comienzos y su desarrollo será tarea de muchos años en el futuro. El estudio de los proteomas o Proteómica, parte de la Genómica Funcional, demandará muchos años. El proteoma humano es el conjunto total de proteínas determinado por la secuenciación de todos los genes codificantes de proteínas. Los proteomas básicos comprenden varios grupos: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. proteínas de la síntesis, reparación y degradación de ácidos nucleicos proteínas del metabolismo intermedio proteínas del citoesqueleto proteínas ribosómicas proteínas funcionantes en el plegamiento y degradación de otras proteínas proteínas de transporte y secreción proteínas de transducción de señales (grupo que está muy aumentado en la especie humana) 8. proteínas reguladoras (también muy representadas en el ser humano) ¿Para qué sirve conocer los proteomas? Son innumerables los ejemplos de la utilidad de estos datos en Medicina. Por ejemplo: 1. una proteína reguladora, la SRY, que funciona exclusivamente en el núcleo celular, determina el sexo masculino 2. un grupo de proteínas estructurales de la piel, cuando sus genes están alterados, determinan enfermedades ampollares: las epidermólisis ampollares. 3. el grupo de las sorderas hereditarias (que afecta al 4% de la población), posee más de 30 genes y éstos han sido estudiados en los dos últimos años (1999-2000) Proyecto Proteoma Humano Ahora que ya está descifrado el mapa del genoma humano hay que asumir perspectivas globales ante los procesos biológicos, es decir, tener lecturas simultáneas de todos los componentes. La tecnología para hacer son las matrices de ADN o chips genéticos que permiten a los investigadores controlar de forma simultánea la expresión de todos los genes del genoma de una célula, incluso cuando no se conoce la función de esos genes. Lo más importante es la cantidad de proteínas que esos genes codifican. Las proteínas son las moléculas que hacen todo el trabajo. Cuando algunos genes codifican más de un tipo de proteína, generalmente las proteínas se ven modificadas químicamente después de haber sido expresadas a partir del ARN (la molécula intermediaria entre el ADN y las proteínas). Luego, puede haber hasta tres 20 veces más tipos de proteínas que de genes codificadores en las células humanas. La intención de ahora es desarrollar matrices para medir directamente las cantidades de distintas proteínas que hay en una célula. Estas matrices de proteínas serán las herramientas básicas para la proteómica, cuya finalidad de estudio centra más en las proteínas y sus mecanismos de producción que en los genes mismos. Como es difícil seguir el rastro de las proteínas, una posibilidad es fabricar anticuerpos a medida que se reconozca cada proteína y se fijen a ella en la célula y posteriormente atar los anticuerpos a un chip. Por lo tanto la Proteómica es la próxima frontera de la Biología Molecular Genética. Beneficios y perjuicios de la nueva Genética Humana Beneficios 1. Desarrollo de métodos diagnósticos más exactos, más rápidos y automatizables por la detección de secuencias alteradas en el ADN. Si bien por ahora estas pruebas son limitadas en número, permiten un diagnóstico concreto y definitivo a nivel molecular. Un ejemplo es la prueba de inestabilidad de secuencias microsatélitales en el cáncer de colon 2. Comprensión de la patogenia de enfermedades de etiología oscura, en especial las neurológicas y psiquiátricas. Entre las neurológicas se han hecho importantes adelantos, como las etiologías definitivas de la enfermedad de Huntington (expansión de tripletes de bases en el gen de la huntingtina) y de la enfermedad de CharcotMarie-Tooth (duplicación del gen PMP 22), así como en formas de la enfermedad de Alzheimer 3. Posibilidad de descubrir individuos de alto riesgo para enfermedades genéticas: esto se complementa con estudios de relevamiento que se han llevado a cabo con respecto a la anemia falciforme, a la fenilcetonuria y a la enfermedad de Sandhoff 4. Establecer una nueva nomenclatura racional de las enfermedades: es el resultado que se aprecia inmediatamente. Se está estableciendo una gran cantidad de relaciones entre una proteína alterada y una enfermedad específica, con lo cual se explica el mecanismo molecular de la enfermedad y se le asigna un lugar dentro de la patología molecular. Perjuicios 1. Menoscabo de los factores ambientales en la enfermedad: el excesivo protagonismo de la Genética puede oscurecer los factores dietarios, infecciosas, tóxicos y ocupacionales de la enfermedad. Un poderoso recordatorio al respecto es la acción teratógena de la talidomida, o el caso más reciente de anencefalia relacionada con carencias dietarias. Sin embargo, el mayor perjuicio es en la esfera social y política donde se arriesga despreciar el valor de la educación y la transmisión de valores culturales en general 2. Discriminación genética de los individuos portadores de mutaciones: existe ya un conjunto de problemas establecidos (generalmente por aseguradoras de salud y de vida), que requieren de pruebas diagnósticas genéticas y se niegan a asumir el riesgo genético de un asegurado. También existe discriminación genética en ciertos ámbitos laborales, donde hay una creciente presión para establecer un “perfil” genético de los aspirantes a cada empleo 3. Pérdida de la privacidad: en muchos países, incluida la Argentina, no existe un régimen legal de protección de la privacidad de los datos genéticos. A pesar de un muy detallado proyecto de ley (Lafferriere) no existe aquí legislación al respecto y los datos de ADN de un individuo podrían ser usados para discriminarlo o negarle beneficios sociales 21 4. La falta de información y formación de la nueva Genética Molecular en estudiantes de Medicina y médicos en general: es urgente proveer a estudiantes y graduados con una formación en conceptos de la Genética que les permitan adquirir más fácilmente los adelantos que se van introduciendo en la práctica médica. Mercadotecnia del Genoma y la Genómica comparativa. La empresa Celera Genomics dirigida por el genio de la biotecnología Craig Venter, rivalizando con el Proyecto Genoma Humano de financiamiento público, logró producir la primera copia completa de la decodificación del genoma humano. La secuencia básica del ADN humano es del orden de más de 3.000 millones de unidades químicas, generará una riqueza incalculable (por el momento ha elevado el valor de Celera a más de catorce millones de dólares). Pero por el momento, la decodificación realizada ha dado información de un ADN llamado “basura” porque los genes que tienen valor comercial y pueden ser patentados (que determinan el sexo hasta la susceptibilidad de contraer una enfermedad), existen apenas como fragmentos adheridos a este ADN “basura”. Por eso hay que esperar unos años más para determinar las funciones precisas de cada gen para obtener patentes claves o desarrollar procedimientos genéticos revolucionarios como la producción de medicamentos revolucionarios, genoterapia, transgenias (y con ellas clonaciones). La iniciativa y la carrera para descifrar todo el genoma es un campo de juego abierto donde junto al Proyecto Genoma Humano y Celera, se encuentran otros líderes en investigación genómica como Millennium Pharmaceuticals y Human Genome Sciences. Para esto cuentan con filas y filas de máquinas para secuenciar ADN, juntos a supercomputadoras que analizan la información producida y así estas empresas pueden ofrecer a sus clientes una ventaja real en la competencia para identificar genes causantes de enfermedades y analizar cómo funciona. Celera es líder para comparar el ADN de los individuos y determinar las variaciones genéticas en donde se origina la susceptibilidad a ciertas enfermedades o males. Quizás la ventaja más espectacular y a corto plazo será el área de la genómica comparativa. Explotará esta actividad comercialmente al decodificar los genomas de un animal detrás de otro, en los próximos años. Uno de sus primeros triunfos fue decodificar el genoma de la Drosophila Melanogaster (mosca de la fruta) y allí decodificaron 177 genes de esa mosca que son extraordinariamente parecidos a los genes humanos y que relacionan con diversas enfermedades, desde la diabetes al cáncer. La extracción y estudio de esos genes hará posible la obtención de medicamentos para corregir esas disfunciones genéticas humanas que llevan a la enfermedad. La Experiencia Feany 34 permitió implantar en la mosca el gen del mal de Parkinson y producir en la mosca una enfermedad similar a la del humano y que es ajena a esa especie animal. Dicha experiencia planea utilizar moscas “humanizadas” para evaluar prototipos de medicamentos para el mal de Parkinson. Otros estudios similares en moscas “humanizadas” se realizan con el cáncer 35 a las que se le ha implantando el gen humano tipo p53. El 12 de abril de 1988 la Oficina de Patentes de EE.UU. concedió la patente para un ratón transgénico que portaba un gen humano que produce cáncer36 La Universidad de California, Los Ángeles, EE.UU., han implantado un gen humano que desarrolla en las moscas un deterioro cerebral similar al mal de Huntington. Otra posibilidad es experimentar con la implantación de genes de la enfermedad de Alzheimer (Feany). Se espera a muy corto plaza completar el genoma humano, el de la 34 Realizado por Mel Feany, junto con el neurólogo Peter Lansbury, patóloga de la Escuela de Medicina de Harvard. (informe dado en la revista NATURE, edición del 23 de marzo de 2000) 35 Exelixis, pionero de la genómica comparativa en San Francisco 36 creado en la Universidad de Harvard 22 lombriz, la mosca de la fruta, y el del ratón. Quedan pendientes y en estudio el genoma de la rata, el perro, el chimpancé y el de las principales plantas o vegetales alimenticios. Esta lucha por conocer los genomas ha generado una verdadera “genomanía” que además de los suculentos dividendos comerciales conlleva una pasión y curiosidad por saber más del misterio genético. Mientras tanto, los intereses comerciales y empresariales gobiernan la investigación genómica. Estructura molecular intracelular y los nuevos conceptos de genética De acuerdo a la luz de los últimos acontecimientos de la Biología Molecular, no hay ninguna función celular, natural o artificial, espontánea o adquirida, fisiológica o patológica, que no requiera participación de los genes. Todo lo que ocurre dentro de la célula está comandado por los genes. Esto no significa que la programación genética esté “desde siempre” o sea obligadamente hereditaria. Hay funciones heredadas, hay enfermedades heredadas, pero también hay múltiples funciones genéticas que son adquiridas debido a modificaciones influenciadas por factores ambientales. Esto descarta de plano el determinismo genético patológico. Otro enunciado es que prácticamente todas las funciones intracelulares requieren de proteínas y los productos fabricados por las células requieren también de proteínas. Por eso la Proteómica se preocupa por conocer todas esas proteínas. Pero si asociamos etimológica proteína con Proteo, veremos que efectivamente esta materia orgánica tiene las mismas características que el dios griego, pues cambia de forma en cada circunstancia, por lo que siempre habrá una proteína para cada momento. Se explica así la dificultad de clasificar y conocer el proteoma humano y de los seres biológicos en general. Empecemos con la ultraestructura intracelular. Los estudios realizados con microscopios electrónicos y luego con técnicas microscópicas más avanzadas, han mostrado que la armazón citoplasmática no era una mera colección de organelas agrupadas alrededor del núcleo, sino que los cortes celulares vistos en el microscopio común y las primeras imágenes electrónicas, daban imágenes “chatas” de diferentes estadios funcionales en que el corte tomaba en un momento determinado en que se encontraba la célula al ser fijada para el estudio microscópico. Esas imágenes eran interpretadas en forma errónea, primero como un conglomerado de membranas rugosas o plegadas, por momento lisas y así cada investigador fue dando un nombre a lo que veía sin poder interpretar con profundidad. Se elaboró sobre la base de esas imágenes algunas teorías de la anatomía y fisiología celular y así se hablaba de “aparato de Golgi”, de vacuolas celulares, etc. Después aparecieron las mitocondrias y otra serie de imágenes llamadas organelas, pues parecían órganos y aparatos celulares primarios, para una función celular hasta entonces desconocida. De la membrana celular también se habían hecho estudios y se había observado una plasticidad de esa membrana que permitía la emisión de seudópodos, la endocitosis, la exocitosis, etc. Se habló de receptores de membrana y comenzó una era que permitía interpretar las acciones de las sustancias naturales (virus, gérmenes, hormonas, etc.) y artificiales, entre ellas los medicamentos y los tóxicos. Se trazó un panorama de lo que se llamó citoesqueleto y las organelas eran los elementos mayores de ese citoesqueleto. Pero luego se conocieron elementos mucho menores, como los microtúbulos, las miofibrillas o microfilamentos, ribosomas, polisomas, etc. La profundización de los estudios de la Biología Molecular nos llevó al conocimiento del sistema molecular efector intracelular (S.M.E.I) donde se comienza a hablar de primeros y segundos mensajeros para interpretar el sistema de comunicación de la célula con el exterior. Estos segundos mensajeros fueron un grupo de enzimas intracelulares, algunos iones elementales como Na+, K+, Mg+, Ca+, que provocaban cambios en el ámbito de las membranas externas e internas de la célula y catalizaban junto con las enzimas todas las funciones celulares. La entrada y salida de esos iones a través de las membranas extra e intracelulares, se realizaban a través de canales especiales comandados por enzimas y proteinatos de carga eléctrica negativa. Por último, integraron los dadores de energía provenientes del “acumulador celular” que es el ATP y se habló de AMPc y del GTP y se conoció el GMPc. El cuadro se completa al saberse que las mitocondrias eran una verdadera fábrica y reservorio de enzimas respiratorias, de las cuales dependían importantes funciones celulares. 23 A medida que se avanzaba en los conocimientos, se supo que ninguna de esas estructuras era estable y que el citoesqueleto, a modo de un “meccano” (juego infantil de piezas móviles que permitían construir diferentes juguetes con los mismos elementos, de acuerdo a la forma en que se colocaran), iba acomodando (formando, armando y desarmando) todos los elementos del citoesqueleto, de acuerdo a la función a realizar. Se conoció que los microtúbulos, de igual forma que los caños de riego desarmables de la aspersión de campos, permanentemente, de acuerdo a la función a la que se someterían, se unían (polimerizaban) o se desacoplaban (despolimerización). Cada vez que esos túbulos se constituían, usaban la energía dada por el AMPc en algunos casos para despolimerizar y en otros casos el GMPc era el dador de energía para polimerizar. Así por ejemplo, los microtúbulos de las células del músculo bronquial polimerizaban con GMPc y despolimerizaban con AMPc. ¿Cómo jugaban estos elementos? De acuerdo a que la célula estuviera cumpliendo funciones normales de regulación, las funciones polimerización y despolimerización eran equilibradas y se autorregulaban: polimerizaban al empezar la función y despolimerizaban al terminar la función y viceversa. Si la célula era sometida a condiciones desfavorables que le alteraran su fisiología, como ocurre con la inflamación, el sistema se desequilibraba y aparecía la enfermedad (que se manifestaba según fuera la naturaleza de la noxa o estímulo patológica que podían ser virus, gérmenes, sustancias irritantes, etc.). Cuando la célula muscular bronquial debía provocar bronconstricción, el sistema vagal mediante los colinérgicos naturales (autacoides) operaba sobre los receptores muscarínicos y activaba el GMPc que mediante un juego de enzimas llevaría a la polimerización de los microtúbulos por los que circulaban enzimas y iones encargados de operar las proteínas contráctiles. Terminada la función, el sistema adrenérgico operaba sobre sus receptores y mediante el AMPc y otro sistema enzimático, despolimerizaba los microtúbulos y cesaba la operación. ¿Cómo operaban los microtúbulos? Es indudable que para que las moléculas activas intracelulares operen en forma ordenada para las diferentes funciones de la célula, necesitan “circular” en forma ordenada por los carriles matrices de la función a desarrollar. Estos microtúbulos conectan a todas las estructuras intracelulares entre sí (membrana, núcleo, ribosoma, mitocondrias, etc.) y establece entre ellas el nexo que permita ordenar una función. Cuando la célula va a “fabricar” una proteína, estos microtúbulos conectan en forma simultánea al núcleo con el ribosoma y las mitocondrias y por allí circulan los elementos que se encargarán de fabricar la proteína. Por ahí se conduce el RNA en todas sus formas desde el núcleo al ribosoma, los aminoácidos, etc. Una vez que el DNA constituye los tripletes en imagen inversa en el RNA éste mediante pasos sucesivos llevará el molde correcto mediante transcripciones y otros procedimientos genéticos conocidos. Una vez que el ribosoma elabora la proteína, si esta proteína (que puede ser una hormona, una enzima, un anticuerpo, etc.) necesita salir al exterior, nuevos microtúbulos la llevarán desde el ribosoma a la membrana y le permitirán, al tomar contacto con la membrana, crear el canal de salida para el proceso de exocitosis. De igual forma, cuando una sustancia exterior estimula o toma contacto con la membrana celular, los microtúbulos conectan a esta con el DNA del núcleo para que este comande el reconocimiento de la sustancia y establezca su compatibilidad o no con la célula. Si no se acepta la compatibilidad, la célula no tomará contacto con la sustancia. Pero si se reconoce como compatible, inmediatamente viaja la orden y las proteínas o enzimas por esos microtúbulos y la membrana celular, bajo el influjo del molde que se le predetermina, formará un receptor para esa sustancia y ésta pasará al interior por determinados canales (operados por translocaciones de macromoléculas) o por endocitosis, o sin penetrar, dejará su mensaje o estimulación para que los mecanismos intracelulares y el S.M.E.I se pongan a funcionar de acuerdo al mensaje traído por el estímulo. Luego la heterogeneidad de los procesos nos indica que no es posible una función fija para cada fenómeno fisiológico o patológico, sino que un solo elemento se acomoda de acuerdo a las circunstancias. Luego, no hay receptores preformados y fijos en una célula,37 sino que éstos se forman a medida que 37 Los receptores considerados fijos y permanentes son los que las células poseen mientras son estimuladas por los elementos naturales (hormonas, neurotransmisores, metabolitos, etc.) Cuando los agentes estimulantes cesan en su función o se tornan biológicamente inertes, los receptores disminuyen o desaparecen, por ejemplo, el caso de la insulina 24 los estímulos lo requieren y se adaptan a cada uno de ellos. El receptor formado es específico, pero apenas cesa el estímulo, el receptor desaparece, o cuando el estímulo es inadecuado no se forma, o cuando la membrana se altera no tiene capacidad de formar receptores. Esto explica el fenómeno cuando hablamos de la disminución o el aumento de receptores para una función determinada, o la formación de receptores para elementos artificiales, por ejemplo, receptor de metformina, de benzodiazepina, etc. La misma membrana y los mismos complejos proteicos o proteinatos de la misma son los que se acomodarán a cada circunstancia y se adaptarán a la estructura molecular del elemento estimulante, formando una imagen adecuada a la aceptación de la estructura molecular del agente estimulante. El DNA celular y su instrumento principal o RNA, comanda a través de sus genes todas las funciones de formación de proteínas y de reconocimiento o no de estímulos y ordena todas las funciones celulares. Luego, para que el organismo intracelular funcione son elementales los ácidos nucleicos y las proteínas. No hay función celular sin ninguno de ellos. Los otros elementos (iones, ATP, GMP, etc.) son elementos catalizadores que ayudan pero no son los responsables en sí de la función. Operan sobre los ácidos nucleicos y las proteínas, pero no son la base de la vida. Por esto, el gran secreto genético es saber de cuantos modos puede operar un número determinado de genes. El Genoma Humano nos dirá cuántos y cuáles genes operan y como se transforman esos genes bajo los influjos ambientales para determinar un fenotipo. Pero el Proteoma Humano será el encargado de hacer conocer todas las proteínas posibles que intervienen en la fisiología celular y el modo de operar. Por todas estas consideraciones, Solari nos pide no encerrarnos en los determinismos genéticos, ni de otra especie, porque la formidable máquina celular es un Proteo que cambia de acuerdo a las circunstancias y puede tener infinitas caras, algunas de las cuales conocemos desde un punto de vista pero no en forma total y otras directamente no las conocemos aún, aunque podamos imaginarlas. El ordenamiento intelectual de los fenómenos que se observan en los avances de la Biología Molecular, es lo que hace que muchos investigadores desconfíen de las conclusiones a que se puede llegar, dado que el cambiante punto de vista de la investigación nos lleva a formular hipótesis o tesis que luego con el tiempo cambiarán en otro punto de vista diametralmente opuesto, pero cuando termina la síntesis final (conocimiento más profundo de las cosas) veremos que no son cosas contrapuestas, sino caras distintas de una misma moneda. Por eso, todo fenómeno visto desde la ciencia, sobre todo el fenómeno biológico, siempre será un simple punto de vista, más que un saber absoluto (saber aspectual) y por esto la ciencia, en lo biológico, está captando flashes de una compleja realidad que no termina de integrar, porque al segundo siguiente cambia el flash (visión momentánea). Esto hace que el saber científico sea un saber parcialmente certero mientras se mueva dentro de los parámetros en el cual se ha fijado. Este concepto es el que lleva a afirmar que la ciencia en sí no es el medio idóneo para conocer la verdad absoluta, la cual exige una visión integral u holística que sólo la epistemología y la filosofía pueden lograr mucho mejor, pero siempre imperfectamente. Este es el mensaje de Solari que puede ser traducido como seamos cautos ante lo que vemos, no nos apresuremos con conclusiones definitivas y estemos abiertos a seguir observando, cada vez más en forma integral y, a veces hasta empírica, porque muchos de estos fenómenos se comprenden mejor viéndolos funcionar en bloque y sin disecarlos a nivel molecular. Hay que hacer el esfuerzo de comprender mejor lo que estamos conociendo antes de emitir el juicio definitivo. Además, debemos aceptar cambiar un punto de vista cuando un fenómeno no puede ser explicado con el que teníamos. La ciencia del futuro va siendo cada vez más compleja, aunque no tan perfecta, precisamente por estar enfocando las cosas desde diferentes puntos de vista. Pero hasta ahora se ha perdido la integración de los conocimientos o saberes y sólo cuando la epistemología o la filosofía ordenan esos saberes, el hombre está en condiciones de comprender mejor un fenómeno, aunque no llegue a conocer totalmente su esencia. Esto está ocurriendo con la Genética. La clásica genética de Mendel está cambiando algunos conceptos a medida que se van conociendo mejores los mecanismos genéticos. Así la ecuación de que el ADN fabricaba una proteína sólo a través del ribosoma, hoy nos muestra que hay algunas variables 25 que no encajan del todo en la ecuación y las mutaciones genéticas que se van conociendo nos va explicando porque cada enfermedad tiene un gen distinto e incluso, todas las enfermedades son comandadas genéticamente, ya sea monogénica o poligénicamente. Esto explica la existencia de mutaciones genéticas adquiridas (no heredadas) no transmisibles (no se heredan) sino que las sufre y las contiene un solo individuo. También nos explican los fenómenos de fenocopias y de mimetismo celular. El conocimiento del prión nos dio una gran sorpresa que se inició con los virus, cuando aprendimos que sustancias aparentemente muy primariamente organizadas podían actuar como verdaderos organismos y desencadenar una serie de fenómenos para un fin determinado o la provocación de una enfermedad. Así también hemos aprendido que el DNA puede actuar por el estímulo directo de una proteína y fabricar proteínas de forma heterodoxa. De todo esto debemos dejar claramente establecido, que tanto la membrana, como el citoesqueleto y los genes, son estructuras maleables, es decir, tienen capacidad de transformarse permanentemente y en diferentes formas, para adaptarse a una determinada función. No hay modelos preexistentes receptores celulares. Lo único preexistente es la capacidad de transformación. Por eso no pueden existir fundamentalismos científicos ni determinismos de ninguna especie, sino sólo aprender a interpretar, explicar y aceptar un fenómeno sin conceptuarlo apriorísticamente sino después de estudiarlo y comprenderlo aunque sea a medias. Hay muchas lagunas que el laboratorio y la comprobación metódica no pueden llenar. Esos baches exigen el esfuerzo de una compresión integral y la capacidad de saber aceptar los fenómenos sin exigir que éstos puedan ser reproducidos en un laboratorio para darles la categoría de ciertos. Muchos conocimientos presuntos, basados en la simple observación de un fenómeno, aunque no estén sometidos a la rigurosidad de la experiencia de un gabinete o laboratorio o de una estadística elaborada, porque pueden ser debidos a la serendipidad, o ser estocásticos o azarosos y no pueden ser sometidos al proceso científico de parámetros fijos y reproducibles, no por eso dejan de ser un conocimiento empírico y valioso. Más aún: aunque un fenómeno sea atribuido a un error que se considere superado y se observan una determinada suma de errores, es necesario reconocer que el error como parte de la ciencia, hace que determinados procedimientos o conocimientos se tornen relativos y no puedan ser considerados absolutos. La certeza científica está supeditada siempre a un punto de vista que puede ser, y de hecho lo es, cambiante. Por lo tanto, aunque un científico crea que ha encontrado una solución final, si la misma carece de una solidez plena, no debe dársele carácter definitivo. Esto debe prevalecer sobre todo en lo relativo a la salud y a la enfermedad del hombre. Cuando la ciencia ha creado instrumentos artificiales o a manipulado elementos naturales para transformarlos, debe andar con paso lento antes de empujar ciegamente hacia una meta no definida, sobre todo si está en juego la vida del hombre. Este planteamiento se ha formulado en torno a la tecnología actual y en especial con la biotecnociencia, que manipula los genes. Bajo el lema a la ciencia no se la puede parar, se cometen algunas incoherencias que luego tratan de ocultarse para justificar el acto científico. Por esto, conviene reflexionar más retrospectiva que prospectivamente. Si lo retrospectivo nos está señalando que hay equívocos o errores comprobados que afectan a la vida humana o de otros seres biológicos, no debemos escudarnos en la excusa de la “experiencia insuficiente o no comprobada” para negar un daño o posible daño. Si hay que pensar prospectivamente, debe hacerse a favor de la precaución pero nunca en contra de un hecho dado. Tampoco podemos sustentarnos en un miedo irracional y negar los beneficios de la ciencia. Sólo se pide que se evalúe correctamente la ecuación riesgo-beneficio y, ante la duda, optar más por una actitud conservadora que seguir siendo revolucionario en el sentido de terrorista o incendiario y no de innovador. No se le pide a la ciencia que se pare sino que siga pasos más prudentes y sepa dar “tiempo al tiempo” antes de proseguir con la tozudez de que “una golondrina no hace verano” (un error aislado es no significativo). Si bien la casuística no es firme, ante el error conviene una actitud prudente: primero aceptar sin cortapisas la probabilidad de reproducción de errores superados o la aparición de nuevos errores y, segundo, no cerrarse ante las voces de prevención, tratando de transformar en actitudes aviesas, a lo que es una simple reacción de temor. Negar el temor bajo el fundamentalismo de la ciencia, es tan negativo como transformar el temor en un fundamentalismo anticientífico. La ciencia genética nos está mostrando su formidable poderío, pero también despierta la reflexión de no avanzar imprudentemente bajo la ciega fe de una ciencia 26 imparable. Se puede y se debe de usar de la ciencia para buscar una calidad de vida mejor para el hombre, pero también hay que saber estar atento a los avisos azarosos de una marcha imprudente. Ejemplos de cuanto decimos son: Por un lado, el SIDA, que para no atemorizar a la gente ni discriminarla, ocultamos la enfermedad bajo la negación de un test universal obligatorio y el establecimiento absoluto de una cadena de transmisión. Mientras no sea obligatorio el test y la cadena de transmisión, el SIDA seguirá creciendo. Por otro lado, también mientras no se escuchen las voces de alarma contra el avance despiadado de la tecnociencia, seguirán los casos erráticos “despreciables” (desde el punto de vista científico estricto) que en forma cierta y en el presente afectan la salud y la vida. Hay víctimas comprobadas de la tecnociencia. Ocultar esto para no crear alarma, es como no enfrentar al SIDA para no crear temor y discriminación. Ambos hechos deben ser tomados por las astas y no basarse en fundamentalismos, sino en probabilidades ciertas. La probabilidad no es la certeza total, sino la posibilidad de que algo pueda ocurrir. El misterio del telómero: reloj genético El telómero es la cadena terminal de la estructura genética. La replicación del extremo telomérico del ADN se hace por un mecanismo especial que involucra una enzima llamada telomerasa, la que actúa principalmente en la célula humana. Es una enzima compleja compuesta por ARN y proteína y se comporta como una transcriptasa inversa específica para los telómeros. La duración de la vida de la célula depende del telómero. Mientras éste mantiene su mayor longitud, la célula tiene asegurada su longevidad. Inversamente, una menor longitud del telómero, significa una menor duración del período vital. Esto se ha comprobado mediante el estudio de la relación entre la magnitud de los segmentos teloméricos y la presencia de signos de envejecimiento celular o senilidad celular.38 Pero las células del cuerpo no envejecen todas al mismo tiempo. El telómero es el reloj que marcará la hora de muerte de cada una (apoptosis o muerte celular) como el inicio del proceso de envejecimiento. Cuando comienza el proceso de envejecimiento las secuencias teloméricas puede desaparecer o atenuarse, a tal punto que los extremos cromosómicos se vuelven inestables y la célula comienza con frecuencias crecientes de anomalías cromosómicas. El telómero desprovisto de sus secuencias típicas actúa funcionalmente como una fractura de dos cadenas de ADN y este tipo de fractura es la señal que induce a una célula a interrumpir el ciclo celular. La pérdida de las secuencias teloméricas también inducen una detención del ciclo vital celular. Las células humanas presentan dos fenómenos: 1. a mayor edad de la persona de la cual provienen las células en estudio, se observa una disminución de la longitud de los telómeros de las células somáticas 2. los espermatozoides de la misma persona presentan telómeros más largos Estos fenómenos indican que la telomerasa humana presenta diferente actividad por distinta regulación, en las células somáticas, en relación con las células germinales, lo que hace suponer que dicha actividad de la telomerasa está reducida o inhibida a medida que avanza la edad, en las células somáticas. Otro fenómeno observado en relación con la actividad telomérica es: 38 Carey, M. Transcription simplifying the complex, NATURE 368: 402-403, 1994 27 1. Las células troncales y las células de los tumores, se encuentran “inmortalizadas” por una actividad telomerásica permanente 2. En el síndrome de Down hay una disminución temprana de la actividad telomerásica por lo que padecen envejecimiento prematuro (progeria) 3. Los animales clonados también padecen progeria y enfermedades articulares degenerativas propias del envejecimiento, a pesar de tener una edad cronológica de juventud. Contaminación por transgenia y mutación genética adquirida La Biotecnología ha logrado “injertar” genes de una especie animal o vegetal en otra especie distinta, método denominado transgenia. Generalmente ha existido una hibridación natural durante miles de años cuando los agricultores modificaban sus cultivos seleccionando las semillas de mejor rendimiento, sabor y valor nutricional.39 Para obtenerlas, cruzaban y volvían a cruzar diversas variedades de una planta, con lo cual combinaban cientos de genes desconocidos con resultados casi imposibles de prever. Luego esperaban a cosechar y si comprobaban que obtuvieron el híbrido planificado, repetían otros procedimientos. Esta “transgenia” natural sólo realizaba cambios con proteínas de una misma especie vegetal (proteínas homólogas). En cambio las biotécnicas transgénicas artificiales también permiten elegir con mucha más precisión las características deseables de una planta y de ese modo entrecruzan proteínas que mejoran el valor nutritivo o hace más resistente una especie a las enfermedades y a las plagas o consiguen aumentar el tamaño y peso de una variedad para que rinda más. Para eso realizan un entrecruzamiento proteico con vegetales o animales de diferentes especies (proteínas heterólogas). El problema ha surgido en que determinadas proteínas naturales heterólogas suelen ser alérgenas para el hombre y cuando se trasladan de un vegetal conocido a otro que se ignora que pueda contener por transgenia esa proteína heteróloga, se consume un alimento con toda confianza y repentinamente ese alimento provoca una alergia grave que se conoce como alergia transgénica. Esto es lo que se ha probado hasta ahora y el caso más conocido es la transgenia de una proteína de la nuez de Brasil a la soja o el maíz, de forma tal que quienes eran alérgicos a la nuez de Brasil, al consumir los cereales transgénicos y desconociendo el agregado de la proteína alérgena, sufrían crisis de reacciones alérgicas. Naturalmente un alérgico a la nuez de Brasil que consume soja cuya transgenia desconoce, nunca imaginará que la soja pueda ser un alérgeno para él. Esta posibilidad puede darse con otras transgenias con proteínas heterólogas alérgenas. La ciencia transgénica va corrigiendo todos los errores que se desprenden de sus productos, pero a la luz de la biología molecular genética hay nuevos planteamientos sobre la transferencia proteica transgénica, pues pueden transferirse genes que primariamente codifican proteínas aparentemente normales, pero que el procedimiento transgénico en sí puede transformar por mimetismo molecular proteico en proteínas patogénicas. Esta presunción de las proteínas patogénica surge de situaciones concretas como es el caso del prión, y la diabetes. En diabetes 1 en la formación de anticuerpos anticélula beta; en diabetes 2 por factores dietéticos nutricionales como es la proteína ABBOS (proteína P 69) (todas ellas proteínas generadas por mimetismo molecular). Otro concepto interesante a tener en cuenta en la cuestión de la biotecnología genética es el concepto de las mutaciones génicas adquiridas no transmisibles que por acción de factores 39 Actualmente en Rosario, Santa Fe, Argentina se está investigando y ensayando una hibridación natural para determinadas semillas y cereales como maíz, girasol y trigo, a fin de obtener variedades de mayor rendimiento y resistencia a enfermedades y factores ambientales como la sequía. Ya se han obtenido con éxito esas variedades que abren un panorama científico distinto a la transgenia y con menos probabilidades de riesgos, ya que se opera en un plano totalmente natural y orgánico, obviándose lo artificial. 28 ambientales ocurren en las células somáticas del hombre e intervienen en enfermedades poligénicas tales como la hipertensión arterial, la dislipidemia y la diabetes, entre otras. La formación de elementos oxidantes, como los peróxidos y radicales libres, alteran tanto el RNA como el DNA, especialmente, el DNA mitocondrial, lo que se ha estudiado con el estrés respiratorio que afecta a las enzimas respiratorias mitocondriales. Normalmente una célula tiene miles de genes activados en cualquier momento y sus respuestas ante distintas situaciones conllevan complejos patrones de activación y desactivación. No es que active uno o dos genes para una tarea y después los vuelva a desactivar cuando la haya concluido. Pero la biología, sobre todo la molecular, carece de un marco teórico para describir este tipo de situación. Mucho menos, parámetros de laboratorio que puedan reproducir la actividad de una célula viva segundo a segundo, observada en el ámbito molecular. Para Drew Endy y Roger Brent40 “en la biología molecular y celular no es muy frecuente encontrar teorías compactas y elegantes del tipo que es habitual en la física. Más bien, las explicaciones de los fenómenos, normalmente se expresan en narrativas de un lenguaje natural que describen las interacciones de grandes cantidades de entidades moleculares distintas”. Las interacciones de las moléculas biológicas están muy lejos de las moléculas del aire, líquidos y gases. Los genes y las proteínas no se mueven ni relacionan de forma aleatoria sino en parejas y equipos selectivos. Algunos biólogos están empezando a desarrollar modelos comparables de los procesos de las células, en los que muchas proteínas catalizan una amplia gana de reacciones bioquímicas. La importancia relativa de los distintos procesos del programa puede decaer y fluir a medida que los genes se activan para producir determinadas proteínas y se vuelven a desactivar (modelo de células completas de Al Gilman)41 Otros miran la biología molecular celular en palabras de ingeniería. La maquinaria celular no es lineal sino que un acontecimiento celular desemboca simplemente en otro y hay veces en que un proceso puede afectar a la causa que lo desencadenó. Esto, en términos de ingeniería, se denomina retroalimentación (feed back), que cuando activa es positiva y cuando desactiva es negativa y es la clave para mantener un estado estable en un entorno continuamente cambiante. Últimamente se piensa que la solución para entender los mecanismos moleculares celulares está en el campo de la informática, porque la simulación informática se ha transformado en un arte del refinamiento de las simulaciones de todo lo que ocurre en el mundo, por lo que se cree que también puede hacerlo en el microcosmos celular. Leroy Hood42 es uno de los inventores de la secuenciación genética automatizada para unir la biología molecular celular con la informática. Trata de reproducir una célula virtual para poder predecir en todo el genoma los cambios de la actividad genética que acompañan a las variaciones en la función celular. En lo relativo al consumo de alimentos transgénicos es probable que jamás un gen trasferido antinaturalmente pueda modificar un gen humano por acción directa. Hasta ahora no se ha probado tal mecanismo. Pero no es improbable que determinadas proteínas transgénicas, con el tiempo o en personas vulnerables, puedan ocasionar una acción patogénica. Las alergias transgénicas sólo son un aspecto de estas acciones. Otro aspecto fundamental es que muchas verduras manipuladas transgénicamente han perdido caracteres organolépticos naturales como color, sabor, textura. La disminución del color, en el caso del tomate, presupone la pérdida de un fotoquímico denominado licopeno, fundamental para la salud humana, pues además de un excelente antioxidante es un elemento protector celular que permite una calidad de vida biológica mejor y un alargamiento de la edad de la vida. Así, podríamos ir analizando otras desventajas puntuales como es la desaborización (pérdida del sabor) del maíz, etc. Los ingenieros científicos responsables de la transgenia vegetal minimizan 40 Instituto de Ciencias Moleculares de Berkeley, California, EE.UU. Centro Médico Sothwersten de la Universidad de Tejas, EE.UU. 42 del Instituto para la Biología de Sistemas de Seattle, EE.UU. 41 29 irresponsablemente todos estos hechos, con el mito de que la transgenia permite elaborar mejor y mayor cantidad de alimentos vegetales lo que serviría para paliar el hambre del mundo. Lo cierto, como ya lo dijimos y ahora repetimos hasta el cansancio es que ningún país pobre “hambriento” puede pagar el precio de los alimentos transgénicos cuyos costos se elevan geométricamente por los commoditys (especie de pago de patentes por los descubrimientos transgénicos). Mutaciones genéticas adquiridas: genes malos y genes buenos Las mutaciones genéticas adquiridas no siempre devienen en genes patológicos. Darwin ya adelantó que las especies están sometidas a través del tiempo (generalmente siglos) a cambios que pueden deberse, generalmente, a necesidad de adaptación al ambioma en que se desarrollan. Así, una especie acuática hace transición a una especie anfibia y ésta a una forma reptante o directamente terrestre o voladora. Es probable que si esto ocurrió, indudablemente fueron por mutaciones genéticas adquiridas por la acción constante de un medio mutador. De este modo, cuando la mutación es para sobrevivir o mejorar la calidad de vida, hablamos de “genes buenos”. Pero si la mutación es exclusivamente para provocar enfermedades, hablamos de “genes malos”. Luego, salvo las enfermedades genéticas hereditarias, el resto de casi todas las enfermedades que el hombre sufre, aún las de origen traumático o infeccioso se encuadran en este principio “toda enfermedad tiene un porcentaje de carga genética, un porcentaje de carga ambiental y un porcentaje de factor emocional”.43 Este adagio confirma la sinopsis Nemeroff-López Mato: las emociones o el estrés y los factores ambientales modifican los genes. En lo relativo a las predisposiciones genéticas familiares, dado que no existe un gen mutado que se hereda, lo más probable es que se herede el ambioma familiar, en el que la conducta social intrafamiliar, el folclore gastronómico y los hábitos en general de la familia, se “pegan” a todos los miembros y se transmiten a las generaciones posteriores. El que sigue el ritual familiar, naturalmente, devendrá en la misma patología familiar (enfermedad cardiovascular, trastornos psíquicos, cardiovasculares, metabólicos como es el caso de diabetes II, dislipidemia, obesidad, cáncer, etc.) Esto explica en parte las “enfermedades familiares” de los conceptos médicos abstractos como diátesis, predisposición, carga genética, etc. La “carga genética” no es algo fatalista que debe suceder sí o sí. Es una variable que se modifica con el ambioma, pero que también se maneja con la mente y esto es lo que llevó a Chopra a formular su sentencia de que el hombre es el único ser en todo el universo que puede con su mente modificar su biología. Con su mente, además del ambioma, “crea” una enfermedad, pero también con su mente y aún contra el ambioma, puede “curar” dicha enfermedad. No deben verse a los genes, como antes afirmé, como el fatalismo ineludible de nuestro destino personal. Los genes marcarán la raza, la contextura física y nuestro sexo, pero en lo relativo a las conductas y las patologías o enfermedades, lo genético no es absoluto, sino un relativo sujeto a nuestra mente. En definitiva, la que decide, si así quiere verse, no es el gen sino nuestra mente que puede controlar al gen. Esto explica las curas milagrosas de cáncer y otras patologías graves (el caso más resonante y uno de los tantos comprobados científicamente fue la cura de Norman Coussins de su espondilitis anquilosante que ya lo había sentenciado a ser un inválido de por vida, pero que con tesón y mucha fe en su sanación puedo curar definitivamente y transforman su columna vertebral lesionada, en una columna completamente normal y sana) Estos ejemplos pueden aplicarse a otras enfermedades inexorables como autoinmunopatías, Alzheimer, hemiplejías, etc. Los estudios modernos han investigado y logrado los llamados “marcadores” de enfermedades cardíacas, neurológicas, etc. Pero también los científicos han mostrado y demostrado que cambiando el estilo de vida, esos marcadores que nos decían que éramos candidatos a un cáncer, a un Alzheimer, a una inmunopatía, reuma o una psicopatía, pueden no manifestarse. Esto obra según la expresión de algunos investigadores como el “poder de vencer a la genética”. Un estudio realizado por Gary Small, neurólogo de la Universidad de California, EE.UU. y que se denominó aerobics of mind (aeróbica de 43 Eva Serafín, presidente de la Sociedad Argentina de Genética Médica 30 la mente), se basaba en ejercicios mentales diarios y prolongados para vencer la instalación del Alzheimer y, efectivamente, los que se sometieron fielmente al mismo, no adquirieron la enfermedad a la que parecían destinados según los certeros marcadores que poseían. Sobre el Alzheimer, otro grupo investigador guiado por Robert Bender en el instituto Johnny Orr Memory Center, fue autorizado a realizar autopsias a un grupo de monjas que fallecían en una comunidad católica. El estudio arrojó que un alto porcentaje de religiosas tenían el cerebro atrofiado por el Alzheimer, pero lo curioso es que las historias clínicas de esas monjas en ningún momento registraron signos o síntomas de la enfermedad, pues todas ellas se mostraban con una excelente memoria. El grupo centró la investigación en el estilo de vida de esas religiosas y comprobó, según las mismas palabras del director del estudio, que las monjas: “dedicaban su vida a la meditación y el estudio, seguían una dieta baja en grasas y tenían fuertes lazos sociales con otras monjas” La conclusión del estudio fue contundente: el estilo de vida puede vencer a toda predicción genética. Otro estudio realizado por Dean Ornish (director del Instituto de Investigación de Medicina Preventiva de los Estados Unidos) juntamente con la Universidad de California (EE.UU.), tomó un grupo de treinta personas con cáncer de próstata e investigaron los genes promotores de ese cáncer. Los pacientes ingresaron con un cáncer comprobado por anatomopatología y en pleno estado de evolución. Durante seis semanas fueron sometidos metódicamente, por día, a dieta de granos, fruta y verduras; una caminata diaria de media hora y una hora para ejercicios yoga y de meditación. Al término de la experiencia (mes y medio) los estudios demostraron que se había “apagado” la actividad cancerígena. Otro tanto puede ocurrir con el cáncer de útero, en especial el provocado por virus HPV (virus del papiloma humano). Incluso se cree que los HIV positivos pueden no desarrollar SIDA si evitan la reinfección y se someten a estas reglas de vida sana. En concordancia con los estudios realizados en California, Juan Isetta (especialista en patología mamaria, del Insituto Halitus, EE.UU.) concluyó: “ante una situación muy traumática (estresante) un paciente puede sufrir un infarto, otro hace una úlcera y un tercero puede desarrollar un cáncer”. Los investigadores han hallado, en estos estudios científicos, la “pista inmunológica) en la que parece que el sistema inmunitario es el responsable del desarrollo de un cáncer o una autoinmunopatía o cualquiera de la patología desencadenadas por mutaciones genéticas, pues ante el estrés reacciona con la liberación de una cadena de enzimas proinflamatorias que desencadenan un estrés respiratorio en las mitocondrias y por ese mecanismo predisponen a la mutación genética que desembocará en la producción de proteínas anómalas (oncogenes, enzimas, etc.) que determinarán una enfermedad autoinmune, una metabolopatía, una alteración del aparato locomotor, del sistema nervioso, o del resto de los aparatos y sistemas del organismo. El ejercicio placentero, la buena y sana comida, la meditación orientadora y tranquilizante, influyen en el sistema inmunológico inversamente al modo en que lo hace el estrés. Por esto previene o bloquea el estrés y no desencadena o detiene el proceso de deterioro que el distrés provoca o que los factores ambientales determinan. Pero fundamentalmente, lo que más pesa es la actitud frente a la vida. Aquellos que asumen una actitud positiva, plena de satisfacción y felicidad (procuradores de satisfacción y evasores de la frustración) son los que adquieren, en términos modernos, un estado de resiliencia, mientras que los que se abandonan a sí mismo decaen en un estado de vulnerabilidad. La dieta, el ejercicio y la meditación positiva (control mental), junto con el control de la respiración y la relajación, contribuyen a adquirir resiliencia, mientras que lo contrario alimenta la vulnerabilidad.