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Parroquia Santa María del Silencio. Grupo de Liturgia 22 de Abril de 2011 VIERNES SANTO Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Hebreos Hermanos: Tenemos un gran Sacerdote que entró los cielos: Jesús el Hijo de Dios. Continuemos teniendo fuerte nuestra fe en Él. Tenemos un gran Sacerdote que puede tener lástima de nuestras debilidades, porque ha sido probado en todo, igual que nosotros, menos en el pecado. Por eso, debemos acercarnos a Dios con confianza, para poder tener su misericordia y su Gracia. Cristo, cuando vivió en este mundo, presentó oraciones y peticiones a Dios, que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humildad. Y Jesús, que era Hijo de Dios, aprendió a obedecer. Y así se ha convertido en principio de salvación eterna para todos los que creen en Él. Palabra de Dios L. Padre, a tus manos doy mi espíritu T. Padre, a tus manos doy mi espíritu L. A ti, Señor, te llamo: nunca viva yo defraudado; tú que eres justo, sálvame. T. Padre, a tus manos doy mi espíritu L. Mis enemigos me hacen burla, mis vecinos, se ríen de mi, mis amigos se asombran; me ven por la calle y se van corriendo. T. Padre, a tus manos doy mi espíritu L. Me han olvidado como a un muerto, me han despreciado como a una cosa sin valor. Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano está mi vida; sálvame de los enemigos. T. Padre, a tus manos doy mi espíritu VIGILIA PASCUAL RITO 1. 2. 3. 4. 5. Bendición del fuego Bendición del cirio + encendido Procesión a la iglesia Pregón pascual Liturgia de la Palabra (hasta la homilía): Monición introductoria Hermanos: Con el anuncio de la Pascua, estamos ya en la noche santa de la Resurrección del Señor. Ahora, la palabra del Señor nos va a recordar las cosas estupendas que hizo Dios hasta que envió a su Hijo para salvarnos con su Muerte y su Resurrección. Oremos juntos ahora para que se haga completa la voluntad de Dios de salvar a todos los hombres y así todos podamos conseguir la salvación gracias a la Muerte y resurrección de Jesús Monición 1ª lectura La Palabra de Dios crea todas las cosas y les da vida. Y hace todas las cosas sólo por amor. La Biblia nos cuenta la historia de la creación y nos dice que la palabra de Dios hizo el Cielo y la Tierra, la luz y la oscuridad, los peces del mar, los animales de la tierra y las aves del cielo. Y, al final, la misma Palabra de Dios creó al Hombre para que lo gobernara todo. Éste es el comienzo de la historia de nuestra salvación. Lectura del libro de la Creación del Mundo Al principio Dios hizo el Cielo y la Tierra. Y dijo Dios: hagamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales de la casa y los reptiles de la tierra. Y Dios creó al Hombre a su imagen y semejanza, y creó al hombre y a la mujer. Dios bendijo al hombre y a la mujer y les dijo: - Creced y multiplicaos, llenad la tierra y gobernadla; gobernad los peces del mar, las aves del cielo y todas las cosas que tienen vida en la tierra. Y Dios les dijo: - Mirad, os doy todas las hierbas y todos los árboles frutales para que podáis comer. Y así fue. Pasó una tarde; pasó una mañana: el día sexto. Y Dios vio todas las cosas que había hecho y que todas eran buenas. L. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la Tierra T. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la Tierra L. Bendice alma mía al Señor, Dios mío, eres grande. T. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la Tierra L. Hiciste la tierra con firmeza, Los mares y los ríos, Las aves del cielo, Y las hierbas para los animales. T. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la Tierra L. Tus obras, Señor, no se pueden contar, Todas las cosas las hiciste con sabiduría. ¡Bendice, alma mía, al Señor¡ T. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la Tierra Monición 2ª lectura La lectura que vamos a ver ahora nos cuenta que Dios salvó a los judíos, que vivían como esclavos en Egipto. Teniendo como jefe a Moisés, los judíos empezaron a andar por el desierto, atravesaron el mar Rojo y llegaron a la tierra que Dios les había prometido. Así, el pueblo judío “pasó” de la vida como esclavos a la libertad. Fue la pascua judía. Cuando Dios salvó a su pueblo. Lectura del libro del Éxodo En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: ¿Por qué me llamas?. Di a los judíos que empiecen a andar. Y tu extiende tu brazo sobre el mar y sepáralo en dos partes para que los judíos puedan andar por en medio. Yo voy a hacer más duro el corazón de los egipcios para que persigan a los judíos. Y los egipcios sabrán que Yo soy el Señor. El ángel del señor, que estaba delante de los judíos, se puso detrás de ellos. Y también la nube que les guiaba, Y Moisés extendió su brazo sobre el mar. Durante toda la noche hubo un viento muy fuerte. Y el viento secó el mar y en medio del mar se abrió un camino. Y los judíos pudieron andar en medio del mar. Los egipcios también entraron en el mar. Pero Dios ayudaba a los judíos y los egipcios tenían muchos problemas. Y los egipcios dijeron: Dios ayuda a los judíos en contra nuestra. El Señor habló otra vez a Moisés y le dijo: Otra vez extiende tu brazo sobre el mar para que las aguas se junten. Y Moisés extendió su brazo sobre el mar y las aguas del mar se juntaron otra vez como siempre. Y al juntarse el agua del mar los egipcios desaparecieron, con sus carros y caballos. Y ninguno se salvó. Aquel día el Señor salvó a los judíos. Los judíos vieron a los egipcios muertos y comprendieron que Dios les había salvado. Y los judíos creyeron en Dios y también en Moisés. Luego, Moisés y los judíos dieron gracias al Señor. L. Demos gracias al Señor, por su gran victoria T. Demos gracias al Señor, por su gran victoria L. Demos gracias al Señor, por su gran victoria, Mi fuerza y mi poder es el señor, Él es mi salvación T. Demos gracias al Señor, por su gran victoria L. El Señor es mi salvador, Siempre le alabaré. T. Demos gracias al Señor, por su gran victoria Monición 3ª lectura Los judíos, después de haber sido salvados por Dios, se olvidaron de Él. Lo mismo hacemos nosotros muchas veces en nuestra vida. Pero Dios continuó amando a los judíos y continúa amándonos a nosotros Lectura del profeta Ezequiel El Señor me dijo: Cuando el pueblo judío vivía en su tierra, en la tierra que Yo le di, se olvidaron de mi. Y me enfadé con ellos y los dispersé por toda la Tierra para que vivieran separados. Los castigué por las cosas que habían hecho. Y ellos continuaron burlándose de Mí. Pero me dio pena de ellos y ahora vas a decir a los judíos: Esto dice el Señor: No lo hago por vosotros, lo hago por mi santo Nombre. Voy a dar prueba de que mi nombre es santo y todos sabrán que Yo soy el Señor. Otra vez os llamaré y reuniré y os llevaré a vuestra tierra. Os daré un agua que borrará vuestros pecados. Y os daré un espíritu nuevo y un corazón nuevo. Os daré mi Espíritu y viviréis de acuerdo con mi Ley y obedeceréis mis mandatos. Y otra vez viviréis en la tierra de vuestros padres. Y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. L. Señor, crea en mí un corazón puro T. Señor, crea en mí un corazón puro L. Señor, crea en mi un corazón puro, Renuévame por dentro con espíritu fuerte. T. Señor, crea en mí un corazón puro L. No me lleves lejos de tu cara, Ni me quites tu santo Espíritu. T. Señor, crea en mí un corazón puro L. Dame la alegría de tu salvación, Hazme fuerte con tu Espíritu. T. Señor, crea en mí un corazón puro Monición 4ª lectura El apóstol S. Pablo nos explica ahora cómo será la vida futura de las personas que creemos en Jesús si, mientras vivimos en este mundo, somos testigos de su Muerte y de su resurrección. Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Romanos Hermanos: Con el Bautismo estamos unidos a Cristo en su muerte. Gracias al Bautismo estamos sepultados con Cristo para que, lo mismo que Él resucitó por la gloria del Padre, también nosotros tengamos una vida nueva. Porque, si nuestra vida está unida a Cristo en una muerte como la suya, también estaremos a Él con una resurrección como la suya. Es muy importante que comprendamos una cosa: nuestro pecado ha sido borrado por Cristo y, gracias a Él, estamos libres del pecado. Por eso, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él porque sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere más y la muerte no le vence. Porque su muerte fue igual que morir al pecado una vez para siempre y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros: vivid muertos para el pecado y vivos para Dios, con Cristo Jesús, Señor nuestro Palabra de Dios L. Alegría, alegría, alegría T. Alegría, alegría, alegría L. Dad gracias al Señor porque es bueno Porque su misericordia es eterna. Digámoslo todos juntos: Su misericordia es eterna T. Alegría, alegría, alegría L. El brazo del Señor es poderoso, El brazo del Señor es grande; No moriré, viviré, Para contar las cosas que hace el Señor. T. Alegría, alegría, alegría L. La piedra que despreciaron los arquitectos, Es ahora la piedra más importante; El Señor lo ha hecho, Ha sido un milagro delante de nosotros. T. Alegría, alegría, alegría L. Este es el día que hizo el Señor, Este es el día de nuestra alegría, Este es el día de nuestro gozo. T. Alegría, alegría, alegría Monición previa al Evangelio El Evangelio de S. Mateo nos cuenta el misterio principal de nuestra fe, el centro de nuestra vida y la fuerza de nuestra esperanza: CRISTO HA RESUCITADO y VIVE para siempre Lectura del santo Evangelio según S. Mateo El primer día de la semana, todavía de noche, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto la tierra tembló muy fuerte, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, quitó la piedra y se sentó encima. Su cara era muy brillante era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: -Vosotras no tengáis miedo, ya sé que buscáis a Jesús. No está aquí: HA RESUCITADO, como había dicho. Venid a ver el sitio donde estaba su cuerpo muerto e id aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis.» Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; asustadas y llenas de alegría corrieron a decírselo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: -Alegraos. Ellas se acercaron, se arrodillaron delante de Él y abrazaron los pies. Jesús les dijo: -No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán. Palabra del Señor 6. Liturgia bautismal: bendición agua + renovación promesas del bautismo + aspersión de los fieles con el agua recién bendecida. (SALMO A TRES "VOCES" DESPUÉS DE LA RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO Y DE LA ASPERSIÓN DE LOS FIELES) L. Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios T. L. Todos unidos, formando un solo pueblo, Un pueblo que en la Pascua nació; Miembros de Cristo, con su sangre salvados: La Iglesia peregrina de Dios. T. L. Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios. Todos nacidos en un mismo bautismo, Unidos en la misma Comunión; Todos viviendo en la misma casa: La Iglesia peregrina de Dios. T. L. Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios. Somos en la Tierra semilla de otro Reino, Somos testigos de amor: Paz para las guerras, Y luz en la oscuridad: La Iglesia peregrina de Dios. T. L. Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu, Que el Hijo, desde el Padre, envió. Él nos impulsa, nos guía y alimenta: La Iglesia peregrina de Dios. T. L. Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios. Todos unidos en la misma esperanza, Unidos en la misma salvación. Somos un cuerpo Y Cristo es la Cabeza: La Iglesia peregrina de Dios. T. Continúa Misa Somos la Iglesia, el pueblo santo de Dios. 7. Ofertorio 8. Oración sobre las ofrendas 9. Prefacio + “Santo, Santo, Santo es el Señor…” 10. Plegaria eucarística: Consagración + oración (por la Iglesia, Papa, obispos, pastores, los que han muerto…) + Per Ipsum: “Por Cristo, con Cristo…” 11. Padre Nuestro 12. Oración: “Líbranos Señor de todos los males…” “Tuyo es el Reino…” 13. Oración antes de la paz 14. La paz 15. “Cordero de Dios…” 16. Comunión 17. Silencio de acción de gracias 18. Oración final 19. Bendición 20. “Podéis ir en paz, Aleluya, Aleluya” “Demos gracias a Dios, Aleluya, Aleluya”