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Tema 3: la Evolución TEMA 3 LA EVOLUCIÓN Y SUS IMPLICACIONES FILOSÓFICAS 1. Los hechos: surgimiento e historia de la vida. 2. La base teórica: la evolución. 2.1 Teorías fijistas 2.2. Lamarck 2.3. Darwin. 2.4. La teoría sintética de la evolución. 2.5. El neodarwinismo hoy en día. 3. Conclusiones filosóficas. 3.1. El “progreso”: ¿qué cambio encierra la evolución? 3.2. ¿finalismo o mecanicismo? 3.3. ¿Vale la evolución para explicar el comportamiento humano? El socialdarwinismo y la sociobiología. 1. La explicación de la biología: el surgimiento e historia de la vida. El objetivo de los próximos temas es explicar la génesis del hombre. Pero esta no se entiende sin explicar la génesis de la naturaleza y las leyes que la rigen. En cuanto seres materiales, nosotros estamos sometidos a esas leyes de la naturaleza. Es por ello necesario aclarar qué plantea la biología en relación a esa naturaleza. La biología actual expone la siguiente explicación del surgimiento de la vida. La base material necesaria para el surgimiento de la vida son unas moléculas con capacidad para: a) Almacenar información (ADN o ARN), b) Autoduplicación (sean capaces de reproducirse exactamente igual). c) mutación (en ese proceso se modifiquen) d) variabilidad funcional (se adapten al medio de formas diversas). Estas moléculas están basadas fundamentalmente en los átomos de cuatro elementos simples: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (lo que conocen los biólogos como CHON), acompañadas también de fósforo y azufre. Todos los seres vivos contamos con esos elementos y sin ellos la vida no es posible. Pensemos que la combinación de esos elementos se tienen que hacer en condiciones muy peculiares (por ejemplo, no puede haber oxígeno en la atmósfera) y que además necesitan otra condición: necesitan un aporte continuo de energía para poder llevar a cabo tales funciones, una fuente de calor que en la inmensa mayoría de los casos tenía un origen no terrestre: la luz del sol. Es por ello que ese conjunto de características no se dan en cualquier circunstancia posible. La vida se remonta en la tierra a unos 4000 millones de años en los que los elementos anteriormente dichos se encontraban disueltos en agua y existía una atmósfera rica en amoníaco y metano. Las radiaciones solares aportaban la energía (muchas veces destructiva) que era necesaria para la aparición de esas moléculas. Eso permitió la aparición de aminoácidos, proteínas y cadenas de ADN o ARN, que son los constituyentes fundamentales de los seres vivos. Lo que se conocen como polímeros. Muchos biólogos asemejan la tierra en aquella remota época como una enorme sopa orgánica de la que provendrían los primeros seres vivos, unicelulares y sumamente simples. Se ha intentado en laboratorio intentar crear las condiciones en que esos compuestos dieran paso a organismos vivos, aunque todos los esfuerzos han resultado inútiles hasta la fecha. Después de la aparición de estos seres unicelulares habría que esperar miles de millones de años para que apareciesen seres pluricelulares y esto con grandes extinciones en masa. Después de la fauna de Ediacara se sucedió una gran extinción y la posterior “explosión 1 Tema 3: la Evolución del Cámbrico”, en el que tan solo en diez el 60% de las familias de seres vivos actualmente existentes. millones de años daría con Luego en un proceso de 600 millones de años, con sucesivas extinciones en masa, y fuertes cambios geológicos y climáticos que alterarían la biosfera, esos seres irían haciéndose más complejos, con nuevas formas de vida que englobarían la distinción entre vegetales y animales y en el mundo animal a los vertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, y dentro de estos últimos, los primates superiores u homínidos, supuestamente los más desarrollados. La primera evidencia de toda historia es justamente, el cambio. Las preguntas que nos tocan desarrollar, desde un prisma científico y filosófico son las siguientes: ¿Cuáles son las condiciones o leyes en las que acontece este cambio? ¿Tiende hacia una mayor complejidad? ¿Existe alguna finalidad en ese cambio o es dado al puro azar? ¿Pinta algo Dios en todo esto? 2. La base teórica: la teoría de la evolución. La noción de evolución indica, en sentido amplio, un proceso de desarrollo y cambio. El cambio que experimenta cualquier ser en un proceso evolución supone un desarrollo. Aplicadas estas ideas a la evolución de la naturaleza, quieren decir que las actuales manifestaciones del mundo físico (especialmente las vivas) son producto del desarrollo de una realidad básica, que las contenía en estado potencial. La evolución, que comenzó siendo una explicación del origen de los vivos, ha venido a ser la teoría sustentante de la explicación científica del mundo vivo y del mundo inanimado. La afirmación básica del evolucionismo nuestro mundo es el resultado del desarrollo y cambio de una realidad inicial, llámese esta "materia" o "energía", que, a lo largo del tiempo y de una manera estructural y relacionada, va haciendo emerger toda la diversidad del mundo. Por ello, todas las cosas reales tienen un origen en algo anterior, aparecen naciendo. El evolucionismo logra dar una explicación coherente y unitaria según la cual de lo simple se pasa a lo compuesto y diverso, de la materia inorgánica surge la orgánica, y de esta surge la vida. Una vida muy elemental en su inicio, pero que con el tiempo se ha ido haciendo más compleja, derivando y diversificándose en las distintas especies, y que aparece en un momento determinado como vida humana. La idea de evolución como explicación de la realidad es muy antigua en nuestra cultura; se puede decir con toda corrección que la concepción de la naturaleza que tienen la mayoría de los primeros filósofos desde Tales de Mileto hasta Demócrito de Abdera, es evolucionista, e incluso, uno de estos filósofos, Anaximandro de Mileto, llegó a exponer con más detalle la teoría de la evolución, dando cuenta del proceso originado en una primera materia indeterminada hasta el hombre, y afirmando que este contaba entre sus antepasados a los peces. Pero no fue la concepción evolucionista la que se generalizó en nuestra cultura sino su contraria: el FIJISMO, que mantiene la permanencia, invariable y fija, de las especies vegetales y animales; defendía que las especies han sido siempre como son en la actualidad y habían sido creadas por Dios. Defensores de las ideas fijistas fueron Linneo (1707-1778), médico y naturalista sueco, Y Cuvier (1769-1832), naturalista francés. El primero, en Systema naturae, en la que expone la primera 2 Tema 3: la Evolución taxonomía1 importante de la modernidad, y considera las especies como sistemas cerrados e incomunicados que no guardan relación entre sí. El segundo, Cuvier, que descubre y estudia restos fósiles de especies extinguidas, este hecho como consecuencia de algún "cataclismo" ocurrido naturaleza, y considera que las nuevas especies son el producto de nuevas creaciones realizadas por Dios. Sin embargo, paradójicamente las investigaciones paleontológicas de Cuvier representaron posteriormente un arma poderosa en manos de los defensores de la teoría evolucionista, al relacionar las especies extinguidas con las actuales. La idea de un mundo permanente y estático se impuso sobre la de un mundo en movimiento y en cambio, debido a la influencia social e intelectual de las concepciones religiosas y míticas, y también a las ideas de algunos filósofos de gran relieve intelectual, corno Platón y Aristóteles. La idea de que el hombre proviene del mono representaba un insulto para la dignidad del ser humano (muy entroncado, recordemos, con esa idea de hombre como ser racional y creado por Dios que defendía la filosofía tradicional). Las ideas evolucionistas fueron ganando terreno a partir del siglo XVIII y durante el XIX: Buffon2 (1707-1788), Lamarck (1744-1829), Charles Darwin (1809-1882) y A. R. Wallace (18231913), en el XX, no sólo difundieron la teoría evolucionista, sino que formularon hipótesis explicativas de los mecanismos del cambio evolutivo en las especies de los seres vivos, aportando pruebas y ejemplos que hacían verosímiles sus hipótesis. No debemos pensar sin embargo que todo el mundo defiende las teorías evolucionistas hoy en día. Existe todavía la teoría creacionista y la teoría del “intelligent design”. El creacionismo defendería que la interpretación bíblica es la correcta y que las pruebas empíricas que aporta la evolución no son científicas. El intelligent design se basa más bien en la incapacidad que tiene la teoría de la evolución para explicar el origen de la vida por sí sola, desde una perspectiva puramente materialista. 2.1. La teoría lamarckista Lamarck, en su obra Filosofía zoológica, fue el primero que expuso una concepción pormenorizada de la teoría de la evolución y los mecanismos del proceso evolutivo. La teoría lamarckista, que podría sintetizarse en las expresiones "la función crea el órgano" o "la influencia del medio", se puede resumir del modo siguiente: 1. El medio ambiente, en el que se desarrollan los seres vivos, está sujeto a cambios que provocan alteraciones en el sistema de vida y en las necesidades de los organismos vivos que pueblan ese medio ambiente. 2. El cambio en las necesidades de los seres vivos produce modificaciones en las conductas (costumbres) que desarrollan para satisfacer las nuevas necesidades. 1 Taxonomía: clasificación Buffon, naturalista y escritor francés, difundió sus teorías de la evolución a través de la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert. Criticó la concepción antropomórfica y finalista de la naturaleza, al considerar a esta última como un "sistema de leyes"; mantuvo la idea de progreso y encadenamiento de los seres naturales, y afirmó que la desaparición de las especies se debió a que estaban peor dotadas que las supervivientes, mejor adaptadas a su medio, idea que anticipaba rudimentariamente la teoría darwinista. 2 3 Tema 3: la Evolución 3. A su vez, el cambio de las conductas (costumbres) exige modificaciones en la estructura anatómica o fisiológica de los organismos vivos. Es decir, los seres vivos, para poder sobrevivir, han de cambiar su anatomía o fisiología en función de las nuevas condiciones ambientales: en unos casos deberán modificar órganos (alargar el cuello, caso de los individuos de la especie que dio origen a las jirafas) y, en otros casos, atrofiar o generar órganos (atrofia de las patas de los reptiles en las serpientes, o aparición de la cornamenta, como órgano de defensa en algunas especies rumiantes). Los caracteres adquiridos por los organismos para sobrevivir serán heredados por sus descendientes. 2.2. La teoría darwinista Darwin fue un biólogo del siglo XIX que hizo una serie de viajes a distintas islas del Pacífico. De este viaje recogió gran cantidad de documentos y observaciones que le sirvieron de base para su gran obra, El Origen de las Especies por medio de la selección natural (1859). Este científico basó su teoría en tres hechos principales y dos deducciones: Observación 1: Los organismos vivos tienen una fuerte tendencia a aumentar su población en términos geométricos. Los descendientes en los primeros momentos de su existencia, son más numerosos que sus padres. En la generación número 64 ya no habría lugar en la tierra para esa especie3. Observación 2: Sin embargo, Darwin observó que a pesar de la tendencia al aumento progresivo de los individuos de las diferentes especies, el número de miembros de esas especies permanece más o menos constante. Primera deducción: Darwin extrajo de estas dos premisas4 la idea de la lucha por la supervivencia. No todos los individuos sobreviven en esa lucha. Esta lucha equilibraría la multiplicidad reproductora haciendo que sobrevivan y se reproduzcan los más aptos en relación con el medio físico y con los otros vivientes. Observación 3: El siguiente elemento que observó Darwin fue el siguiente: las variaciones que se producen entre los individuos de la misma especie. Se entiende por estas variaciones al conjunto de caracteres que individualizan a los organismos de cada especie: la talla, el peso, el color y la forma de los ojos o el pelo, las características de la piel, la reproducción... Al conjunto de las diferencias entre individuos de la misma especie se denominó variabilidad. Segunda deducción: Darwin dedujo de esta observación la idea de la selección natural: una vez que existe la lucha por la existencia entre los individuos, y ya que estos individuos no son todos iguales, algunas de las variaciones que se presentan en ellos serán ventajosas para la lucha por la vida, mientras que otras serán desfavorables. Los individuos que posean las primeras sobrevivirán, los que posean las segundas, perecerán. Y como una gran cantidad de variaciones se trasmiten por herencia, los efectos de las mismas se acumularán de 3 Esta idea proviene de Malthus (1766-1834), economista inglés que habló sobre el peligro de superpoblación humana mundial en relación con la escasez de alimentos. La progresión geométrica es la siguiente: 2-4-8-1632..,x mientras una aritmética es 2-4-6-8-10...x 4 En una argumentación una premisa es una de las observaciones o hechos que apoyan una conclusión y de la que ésta depende. 4 Tema 3: la Evolución generación en generación, pudiendo originar cambios notables de conformación y estructura en los organismos, que den origen a una especie distinta. De este modo la selección natural se convertiría en el motor del proceso y cambio en la evolución de las especies. Sin embargo, Darwin dejó sin solucionar dos cosas: cómo se producen esas variaciones y otra, cómo se heredan. Esto sólo se solucionará con los descubrimientos de la genética. 2.3. La teoría sintética de la evolución Se considera a Gregor Mendel (1822-1884) como el padre de la genética, ya que publicó en 1866 sus investigaciones sobre las leyes de la herencia. Sus aportaciones fueron esencialmente dos: 1) que cada carácter diferenciable del individuo tenía como responsable de su transmisión de una generación a otra unas unidades de herencia, localizadas en las células sexuales, y 2) que dichas “unidades de herencia” (lo que llamamos genes) eran aportadas en la fecundación de cada individuo de la pareja fecundante. El conjunto de los genes de un individuo constituye su genotipo, que determina las características que aparecen en dicho individuo (su fenotipo). Una de las funciones primordiales de cada gen es la de construir una réplica de sí mismo. El organismo es en cierta forma un subproducto de este proceso de autosíntesis de genes. Ahora bien, este proceso de replicación y copia está sometido a cambio y a “errores” que generan mutaciones en los individuos resultantes, mutaciones que serán rechazadas o no en la selección natural. Las mutaciones exitosas permanecerán mientras que las erróneas perecerán rápidamente. Resumiendo, existen tres elementos fundamentales en la teoría sintética: 1. Las mutaciones genéticas, que son fundamentales en el proceso del cambio evolutivo, pero incapaces, por sí solas, de producir cambios de dirección o de anular efectos selectivos, por lo que se hace necesaria la selección natural. Mutaciones y selección natural son procesos complementarios. 2. La selección natural, que favorece la perpetuación de los genotipos más eficaces para la adaptación y disminuye las probabilidades de que se perpetúen los menos eficaces. Por sí sola es incapaz de extender el límite máximo de las variaciones y por tanto, incapaz por sí misma de causar cambios evolutivos. 3. Las recombinaciones genéticas, que confieren plasticidad a las especies, imprimen rapidez al cambio evolutivo y ajustan los efectos de las mutaciones a las necesidades del organismo. 2.4. El neodarwinismo, hoy en día. Durante mucho tiempo la teoría de la evolución se mantuvo solo como hipótesis científica pero no era aceptada como una ley o teoría general explicativa de la naturaleza (el filósofo Popper consideró, por ejemplo, más científica y corroborable el lamarkismo). Hoy sin embargo las evidencias científicas son incuestionables a favor del evolucionismo. Sin embargo, han quedado suficientes flancos sin contestar como para desarrollar teorías muy distintas sobre el problema. Las posturas están enfrentadas entre los gradualistas y los defensores del equilibrio puntuado. 5 Tema 3: la Evolución Los gradualistas mantienen que toda la evolución se debe a la acumulación de pequeños cambios genéticos dirigidos por la selección natural, y que la evolución en el ámbito superior a la especie consiste solamente en una extrapolación y amplificación de los acontecimientos que tienen lugar dentro de las poblaciones y especies. Esta teoría en definitiva, defendería los cambios de la evolución por la genética y por la influencia del entorno. Aquí están defensores como Ernst Mayr y Richard Dawkins. La teoría del equilibrio puntuado defendería que la evolución y la selección natural funcionan de forma intermitente. Nos encontramos en el registro fósil con especies que evolucionan muy deprisa y otras que se mantienen estacionarias en el tiempo, y pueden permanecer millones de años prácticamente sin cambio alguno. Es más, existen momentos en la historia de la tierra en la que la evolución se acelera (aparición de nuevas familias de especies: “explosión” cámbrica) y desde entonces actúa de forma conservadora, produciendo como mucho el perfeccionamiento de las especies ya existentes. En definitiva, esta variante de la evolución ataca sobre todo la selección natural como el motor que promueve la evolución hacia distintas especies. El principal defensor de esta teoría es Stephen Jay Gould desde la disciplina de la paleontología (estudio de fósiles). Lo que vienen a confirmar estas distintas desavenencias entre los científicos es aunque la teoría de la evolución se acepta en su conjunto, existen todavía demasiados detalles que no están lo suficientemente esclarecidos ni por las pruebas empíricas (experimentos genéticos que prueben que las mutaciones son beneficiosas, hallazgos fósiles) ni por las teorías desarrolladas hasta ahora. 3. Cuestiones filosóficas de la evolución. a) ¿Qué tipo de cambio encierra la evolución? Tendemos a ver la evolución como un progreso ascendente, desde las bacterias hasta el hombre y consideramos naturalmente el hombre como “más avanzado” que una célula procariótida. El proceso evolutivo, desde formas de vida elementales y simples hasta otras más complejas y organizadas, puede considerarse un progreso biológico. Así, Darwin, apoyándose en el hecho de que la selección natural promueve la supervivencia de los más aptos, mantiene el supuesto de que la evolución es progresiva y que la selección natural es el motor del progreso hacia estados superiores. Aparentemente, por tanto, la historia de la vida es la historia de un progreso a través de la complejización de la materia. Pero la cuestión no es tan sencilla. Si se considera progreso biológico la capacidad de adaptación y supervivencia, ¿podríamos afirmar que son menos progresivas formas elementales de vida del tipo bacteriano o el de un molusco como la ostra, que sobreviven sin evolucionar durante millones de años, que otras mucho más evolucionadas, como los dinosaurios o los mamuts? Lo cierto es que muchas bacterias y virus tienen una capacidad de supervivencia mucho mayor que el de los seres humanos, y son más sencillas. Si se entiende por progreso biológico la relación entre estabilidad genética, variabilidad y adaptabilidad al medio puede deducirse que el aumento de cualquiera de estos factores, siempre 6 Tema 3: la Evolución que no implique la reducción de otro, constituirá un progreso biológico. Y en este sentido la evolución, desde que aparece la primera forma de vida capaz de autorregulación y autoduplicación hasta llegar a los primates y al ser humano, puede considerarse un progreso evolutivo. El ser humano es, sin duda, una de las especies que posee mayor grado de estabilidad y variabilidad genéticas, así como de capacidad para dominar el medio y utilizarlo para su propio interés (el hombre, por ejemplo, puede estar hasta en el espacio gracias a los ingenios que construye). Pero esto tiene también problemas: el uso indiscriminado del medio por parte del hombre (la crisis medioambiental) puede inducir a pensar que en realidad, el hombre ha podido ser un auténtico “error evolutivo”, una lacra para el resto de las especies vivas que puede conducir a una crisis irreparable de la misma vida en la tierra. El progreso cultural humano, la historia del hombre que se da en otras asignaturas, sin embargo debe distinguirse de la evolución natural. A lo largo de la filosofía, han existido dos formas de interpretar el “progreso” en la historia. El progreso: La historia para el cristianismo y la Ilustración, así como para los defensores de la técnica y algunos economistas. Existe un comienzo de las cosas, y también un final, siempre mejor que el principio. Es una visión optimista, y el que lleguemos al final de la flecha dependerá del propio ser humano y su libertad de decidir el futuro. El eterno retorno: La historia para la filosofía griega. Todo vuelve al mismo punto de inicio. No existe progreso, tan solo repetición de las cosas. No hay libertad: estamos condenados a repetir los mismos errores. Hagamos lo que hagamos, acabaremos en el mismo punto. En la biología, muchos creen sin embargo que no existe ninguna dirección predeterminada de los acontecimientos naturales ni humanos. Y entre el resto de los intelectuales, la idea de que el ser humano, con la ayuda del avance científico y económico, tenderá a progresar y mejorar su vida futura, está hoy seriamente puesta en duda. Para la inmensa mayoría de los biólogos, el hombre no es ni mucho menos, el punto final de esta evolución. Esta temática está en relación con el siguiente problema que se nos plantea: ¿Tiene todo lo que ocurre en la naturaleza y la historia del hombre una finalidad -buena o mala- o más bien, todo se resuelve en un azar, en pura casualidad? b) ¿Existe alguna finalidad o propósito en la evolución? Una pregunta de más amplitud que la anterior es la que concierne a los fines de la evolución. ¿Puede explicarse la evolución meramente por un proceso mecánico de azar? ¿O bien podemos interpretar que existe una finalidad en esta evolución? O dicho de otra forma: ¿Por qué narices ha aparecido el ser humano en este planeta en lugar de no hacerlo? Ante esto, hay otra vez dos respuestas: 7 Tema 3: la Evolución - El FINALISMO insiste en que existiría un plan preconcebido por algún elemento externo a esa evolución: un Dios creador, que incluso aprovechándose de esos mecanismos evolutivos, trazaría un plan para la aparición de una especie considerada como fin evolutivo: el hombre. Tal sería por ejemplo la visión de Teilhard de CHARDIN, jesuita francés de los años sesenta. Este autor sostiene que el hombre alcanzará su máxima plenitud evolutiva en un proceso de convergencia hacia Dios (el punto “omega”, dice este autor), punto final de la evolución. La evolución tiene por tanto un plan, y Dios interviene en dicho plan, de formas distintas según distintas interpretaciones teológicas. El hombre es el punto y final de la evolución, su máxima aspiración. Hoy en día, algún científico (Michael Behe) ha desarrollado el llamado “intelligent design”. Según estos autores, el universo y los seres vivos producidos en la historia de la evolución (desde la bacteria más sencilla hasta nosotros) somos tan sumamente particulares que es casi imposible que hayamos sido creados por azar y por una mera combinación de la materia. Los seres vivos difícilmente podrían haber aparecido en la historia de no haber sido por una especie de “diseño previo” o plan preconcebido que estuviera presente en una inteligencia no material (lo que llamaríamos Dios). Por ejemplo, según algunos astrofísicos, si los valores matemáticos que rigieron el Big Bang hubieran sido mínimamente distintos (gravedad, electromagnetismo, etc…), la vida no habría sido posible en el actual universo. Por lo cual, estos físicos deducen que la vida y el ser humano estaban “en semillas” o “en potencia” desde el mismísimo comienzo. Después el propio azar o la suerte determinarían que la vida emergiera en este granito del universo que conocemos como tierra. Esto es lo que se conoce como “principio antrópico5”. - El MECANICISMO explica el proceso evolutivo a partir de las causas o factores mecánicos que lo han producido; causas o factores que han de ser constatados empíricamente o deducidos racionalmente de los hechos empíricos. El mecanicismo niega cualquier finalidad en el proceso de evolución. En el cosmos, en la naturaleza, nada se origina o produce por o para un destino o finalidad, sino que todo se debe o bien al azar (por ejemplo la mutación genética o el impacto de un meteorito) y la necesidad (las leyes físicas o la teoría de la evolución). Si el ser humano vive en la tierra, por ejemplo, es fruto de un meteorito que chocó con la tierra y extinguió los dinosaurios, permitiendo a los mamíferos ocupar su nicho ecológico. Un pensador contemporáneo, Jacques MONOD, apoya estos planteamientos, según su “postulado de objetividad”. Este postulado de objetividad consistiría en la “negativa sistemática de considerar capaz de conducir a un conocimiento verdadero toda interpretación de los fenómenos dada en términos de causas finales, es decir, de proyecto”. El biólogo Richard Dawkins afirma también lo mismo: para explicar la naturaleza, no hace falta introducir ningún plan preconcebido. Bastan las leyes de la genética que actúan como un “relojero ciego”, es decir, unas leyes que regulan la materia, pero que deja la materia al más 5 Antrópico viene de anthropos, hombre. 8 Tema 3: la Evolución completo azar y a la suerte. Un argumento serio que el mecanicismo tiene a su favor radica en la sencillez de sus puntos de partida. Según los científicos esta es una prueba a favor, ya formulada en su día por el filósofo Guillermo de Occam. Para este filósofo ante dos explicaciones posibles de un mismo hecho, tenemos que optar siempre por aquella que sea más sencilla y que menos puntos de partida precise (esto es lo que se conoce como la “navaja de Occam”). Según Monod, la teoría materialista de la evolución es más sencilla que su adversaria, ya que funciona perfectamente sin necesidad de involucrar un Dios creador ni un principio ordenador espiritual de todas las cosas. Sin embargo, la teoría del finalismo resiste fundamentalmente por la incapacidad de la teoría mecanicista de la evolución para justificar saltos que podríamos considerar cualitativos: por ejemplo, el paso de la materia inerte a la vida, o el surgimiento de la inteligencia en el ser humano. Si la teoría sintética de la evolución se basa en mutaciones pequeñas y particulares, ¿cómo explicar esos cambios de tal envergadura? Si la diferencia entre los primates y la especie humana es tan considerable, ¿cómo es que la diferencia de nuestro genoma es tan pequeña? Aquí, desde un punto de vista científico, todavía los biólogos no han alcanzado una solución para explicar este tipo de cambios cualitativos, aunque el hecho de no haberlo conseguido todavía no deslegitima la teoría entera de la evolución, ni tampoco niega la posibilidad de que un día consigamos explicarla. En el mejor de los casos podríamos sostener que este combate (uno de los muchos entre la razón científica y la fe religiosa) se mantiene en tablas, desde un punto de vista puramente científico. Y que la posición de los científicos y de los religiosos en este punto se basan más en presupuestos filosóficos que en consideraciones realmente objetivas. c) Interpretaciones de la evolución: socialdarwinismo, sociobiología. La evolución fue concebida en su origen como una teoría destinada a explicar los cambios en la naturaleza. Sin embargo, desde los comienzos del darwinismo muchos sociólogos y economistas intentaron llevar la explicación de Darwin a los cambios que aparecían en las sociedades humanas. Según estos autores, el comportamiento de los hombres dentro de una sociedad se rige también por la selección natural y la lucha por la supervivencia. El medio ambiente es hostil (no hay por ejemplo, riqueza para todo el mundo) y solo los más aptos (los más competitivos, los más inteligentes o los más creativos económicamente hablando) son los destinados a sobrevivir. El ser humano se entiende así como un individuo que lucha contra sus semejantes para perpetuarse y lograr el éxito. Pensemos que esta idea, el socialdarwinismo ha sido defendido por los economistas defensores del capitalismo como Herbert SPENCER (siglo XIX). En el mercado económico, cada uno lucha por su máximo beneficio a expensas del otro (hay 9 Tema 3: la Evolución ganadores y perdedores), y estos ganadores son los que permiten que la economía crezca, puesto que son también los más innovadores y creativos. Esta teoría sigue teniendo muchos seguidores en Estados Unidos o Inglaterra, países muy individualistas y competitivos. A esto tendríamos que contestar con lo siguiente: - La selección natural en la evolución se da fundamentalmente entre distintas especies y no entre individuos de una misma especie. Entre tigres y leones, por ejemplo, pero no entre leones (salvo en el apareamiento). - Casi todos los animales trabajan en cooperación para ser evolutivamente más avanzados. El ser humano no es una excepción. Aunque aparentemente algunas facetas de la vida sean una lucha (para conseguir un curro o para aventajar económicamente a tu adversario, por ejemplo), el ser humano es un animal social (sin familia ni amigos, el hombre no puede desarrollarse adecuadamente). A partir de 1970, otra corriente (desde la biología, y no desde la economía) ha intentado explicar el comportamiento humano y la ética desde la teoría de la evolución. Es lo que se conoce como sociobiología. Esta corriente es una mezcla de etología (estudio del comportamiento animal) y genética e intenta explicar por qué en el comportamiento de los animales predomina el altruismo (sacrificarse por los demás) frente a la competitividad y el egoísmo. Para E. O WILSON o R. Dawkins, los individuos no cuentan para nada: lo que importa es la capacidad que tienen nuestros genes para poder replicarse adecuadamente y así mantener la especie. Por ello, estaríamos “determinados biológicamente” para sacrificar nuestro fenotipo (nuestro cuerpo, nuestro yo) en vistas a conservar nuestro genotipo (nuestra carga genética). Esto explicaría, por ejemplo, la fuerza de la familia en la sociedad humana y el espíritu de sacrificio de los progenitores por preservar la siguiente generación, o incluso la universalidad de la prohibición del incesto en casi todas las culturas humanas. La prohibición del incesto vendría a ser algo así como una prohibición biológica para no degradar nuestra carga genética: en los animales se producen por diversos comportamientos, y en los humanos pasa a la tradición cultural. Esta teoría ha sido no obstante muy criticada, pues reduciría el comportamiento del hombre a una mera cuestión biológica sin importarles para nada su carga cultural o su importancia como individuo que decide libremente. En cualquier caso, cabría preguntar aquí: ¿Por qué hay tantos solteros, la homosexualidad, el maltrato en la familia, o el sacrificio por alguien desconocido? Nuestros comportamientos son tan complejos que no se pueden reducir a una explicación única, y hoy en día los defensores de la sociobiología defienden que nuestra carga genética puede condicionar nuestros comportamientos, pero no de forma absoluta. 10 Tema 3: la Evolución COMENTARIOS DE TEXTO “Hasta 1859 casi todos creían, a menudo como un artículo de fe religiosa, que aquel que era distinto de todos los demás era una creación especial, un ser hermoso y vernal que había sido depositado en el jardín del Edén a las siete en punto de la mañana en el año 4004 a.C. Lucas Cranach el viejo pintó esa imagen idílica: Adán y Eva, perfectos e inmaculados, de pie debajo del árbol cargado de manzanas, mientras las mansas criaturas de la tierra –corderos, ciervos y perros- retozaban a sus pies. Esta visión por decreto del origen del hombre fue cambiado bruscamente en 1859 cuando Darwin publicó “El Origen de las Especies”. Aunque Darwin solo hizo una velada referencia al hombre, en cuanto tal, demostró con una casi indiscutible minuciosidad que toda la vida procedía de un mismo origen y en último término de una sola clase de célula primitiva. La consecuencia era que los hombre, como parte de la naturaleza, descendían de alguna forma anterior, incuestionablemente una forma animal.” WAShBURN, S.L., Del Hombre al Mono, 1990. “El antiguo argumento del diseño en la naturaleza, tal y como lo expone Paley y que anteriormente me parecía tan concluyente, falla tras el descubrimiento de la ley de selección natural. Ya no podemos sostener, por ejemplo, que el hermoso gozne de una concha bivalva deba haber sido producido por un ser inteligente, como la bisagra de una puerta por el ser humano. En la variabilidad de los seres orgánicos y en los efectos de la selección natural no parece haber más designio que en la dirección en que sopla el viento. Todo cuanto existe en la naturaleza es resultado de leyes fijas.” Charles Darwin, Autobiografía, 1874. No se puede prescindir de una inteligencia ordenadora que explique en último término la evolución de las especies, bien por una intervención continua en el curso de la misma evolución, bien por la introducción en la materia inicial de una fuerza que las vaya conduciendo hacia formas más complejas. La teoría de la evolución no elimina la necesidad de una inteligencia ordenadora, sino que, más bien, la exige. La evolución solo es comprensible cuando se cuenta con la existencia de un ser inteligente que la dirige. Admirar el orden de este mundo y no preguntarse por la causa es como admirar la catedral de Burgos y suponerla producida por el azar. José Antonio Sayés, Teología y Relativismo, 2007. 11 Tema 3: la Evolución Recuerden, salvajillos: - Hacer un comentario no es parafrasear el texto ni repetir los apuntes. - No se trata de hacer una redacción personal. Hay que ser objetivo: ir a lo que dice el texto. - No hacer valoraciones personales (si me gusta o no el texto). - Se trata de hacer una relación lógica entre las ideas del texto con la teoría más amplia del autor que lo escribe (o de los autores de los que habla el texto, en este caso) y su teoría consecuente. Por lo general, en un comentario de texto hay que responder a lo siguiente: a) ¿Qué temática más general trata? b) ¿Qué ideas principales tiene? c) ¿Tiene alguna idea secundaria? ¿Con qué conceptos fundamentales trabaja? d) ¿En qué teoría o autor se incluye? e) Estudio de los antecedentes o consecuencias. f) Contexto histórico (si no los piden) g) Opinión personal (exclusivamente si nos la piden). __________________________________________________________________ La comunidad mormona de Salt Lake City: ¿ignorancia absoluta o éxito evolutivo? ¿Resultaría ser un error evolutivo la increencia en Dios? Según algunos estudios sociológicos y antropológicos, la creencia en Dios confiere mayor estabilidad en nuestras vidas afectivas. Esto se demuestra según estos estudios en la mayor longevidad y tasas de natalidad y fertilidad o la inexistencia de pobreza que mantienen algunas comunidades de corte calvinista, como los mormones de Nevada, en Estados Unidos. Esta comunidad es muy estricta y conservadora en multitud de cuestiones relativas a costumbres sexuales o la defensa de la tradición. E incluso en muchas ocasiones niegan algo tan evidente como la teoría de la evolución o el surgimiento del hombre por la evolución del mono. Sin embargo esta “ignorancia” tiene un carácter irónico: debido a la creencia en una verdad absoluta, (y la condena de la teoría de la evolución, entre otras cosas), demuestran ser biológicamente más “exitosos” que el resto de las sociedades integrantes de los Estados Unidos. Un importante sector de la población en Europa considera una extravagancia la creencia en Dios, sin embargo ese no es el sentimiento mayoritario en el mundo, ni si quiera en la cultura occidental. Mientras Europa es la abanderada del agnosticismo mundial, sin embargo en Estados Unidos gran parte de la población se considera creyente en algún Dios. La extravagancia en América es ser agnóstico o ateo (algo ciertamente respetado pero muy mal visto en un puesto social de importancia). Parece ser que, incluso cuando se demostrara la no existencia de Dios, eso no resultaría un avance para todas las comunidades humanas, por la mayor inseguridad ontológica que ello conferiría a muchos individuos en sus vidas particulares. Podría ser, en contra de lo que sostendría Jacques Monod, que la creencia en ese ente creador y director de la evolución podría ser una “necesidad evolutiva” para la pervivencia de la misma especie humana (más allá de si es verdad o mentira). Sin embargo, la creencia en Dios no es algo genético o biológico, sino un fenómeno cultural, propiamente humano, y como tal, sometido a muchas interpretaciones. La fe en un Dios ha producido las cosas más grandes y también las más aberrantes en las civilizaciones del hombre. ________________________________________________________________________________ 12