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RESUMEN: EMERGENCIAS ENDOCRINOLÓGICAS NO DIABÉTICAS Angie Blanco Cruz Helberth Montero Vega Mariana Quirós Meza Mariela Rojas Quesada Tutor: Dr. Chih Hao Chen Ku METABOLISMO DEL CALCIO Hipercalcemia Las causas de hipercalcemia se dividen en PTH elevada o inapropiadamente bajo y PTH suprimida. Una vez resuelto la emergencia de la hipercalcemia se debe averiguar la causa de esta para evitar la recurrencia. Tabla 1. Causas de Hipercalcemia PTH elevada o inapropiadamente normal I. Hiperparatiroidismo primario a. Adenoma solitario b. Adenoma múltiple c. Hiperplasia paratiroidea d. Carcinoma paratiroideo II. Hiperparatiroidismo terciario a. Enfermedad renal crónica b. Deficiencia de vitamina D severa c. Malabsorción de calcio d. Misceláneo e. Hipercalcemia hipocalciúrica familiar PTH suprimida I. Malignidad a. Mediadores humorales (PTHrP) b. Vitamina D c. Mieloma múltiple d. Metástasis ósea lítica II. Fármacos a. Suplementación de calcio b. Síndrome de leche y alcalinos c. Intoxicación por vitamina D d. Intoxicación por vitamina A e. Diuréticos tiazídicos f. Terapia con litio III. Endocrinopatías a. Tirotoxicosis b. Enfermedad de Addison c. Feocromocitoma d. VIPoma IV. Inmovilización V. Enfermedades granulomatosas Fisiopatología: Aumento de la reabsorción ósea (por PTH o PTHrP principalmente) Aumento de la absorción intestinal de calcio (exceso de vit. D) Aumento de la reabsorción o disminución de la excreción a nivel renal o La hipercalcemia interfiere con la reabsorción de sodio y agua, ya que interfiere con la actividad de la vasopresina y la concentración de sodio intersticial por lo que ocurre poliuria. Si no hay suficiente ingesta de agua habrá depleción de volumen que se traduce a una tasa de filtración glomerular menor (TFG), por lo que se excreta menos calcio. Clínica: Renal •Poliuria •Polidipsia •Nefrocalcinosis Gastrointestinal •Anorexia •Nausea •Vómitos •Constipación Cardiaco •Paro sinusal •Bloqueo AV •Fibrilacion atrial •Taquicardia ventricular •Qt corto SNC •Dificultades cognitivas •Obnubilación •Coma Manejo Hidratación: Iniciar solución salina 0.9%, 200-300 ml/h, luego ajustar para una diuresis de 100-150 mL/h o según las necesidades. Diluye la cancentraci´n de calcio y aumenta la TFG, por ende la excreción Furosemida: Indicada cuando hay sobrecarga de volumen. Su mecanismo de acción consiste en diminuir el voltaje del lumen, por lo que hay menor reabsorción paracelular de Ca2+ Bifosfonatos: Zoledronato (preferido), Pamidronato, Ibandronato y Clodronato. Disminuyen la reabsorción ósea. 60-90% de los pacientes tendran una notable mejoría. Su efecto máximo alcanza a los 2-5 días. Contraindicados cuando la TFG <30ml/min/1.73 m2. Un efecto adverso importante es la osteonecrosis mandibular. Calcitonina: Inhibe la acción de los osteoclastos. El efecto sobre la calcemia es rápido (4-6h) y se limita a las primeras 48 horas porque hay taquifilaxia. Glucocorticoides: Aumentan el metabolismo de la vit. D y reducen su producción. Util en enfermedades granulomatosas crónicas y linfoma Tratamientos emergentes • Cinacalcet: Agonista de los receptors de calico en paratiroides • Denosumab: Se une a RANKL • Osteoprogetinina: Se une a RANKL Hipocalcemia Causas Fisiopatología: Depende, principalmente deficiencia de PTH o Vit. D Clínica: Los síntomas clásicos son neuromusculares, Contracciones, espasmos, parestesias, espasmo carpopedal, tetania. Convulsiones y arritmias. Signos de Chvostek y Trousseau Manejo INSUFICIENCIA SUPRARRENAL La corteza suprarrenal normalmente produce tres clases principales de hormonas corticoesteroides: 1) glucocorticoides, 2) mineralocorticoides y 3) precursores de andrógenos suprarrenales. La producción de glucocorticoides y andrógenos está bajo el control del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenales, mientras que los mineralocorticoides están regulados por el sistema renina-angiotensina-aldosterona. La manifestación clínica de la deficiencia en la producción o acción de los glucocorticoides, con o sin deficiencia de mineralocorticoides y andrógenos suprarrenales se conoce como insuficiencia suprarrenal. La insuficiencia suprarrenal se puede dividir en dos grandes grupos: 1. Primaria o Enfermedad de Addison: Es una rara, potencialmente mortal, pero tratable enfermedad que se produce por daño de la glándula suprarrenal. La insuficiencia suprarrenal primaria es ocasionada con mayor frecuencia por la suprarrenalitis autoinmunitaria. La suprarrenalitis autoinmunitaria aislada causa del 30-40% de los casos, mientras que de un 60-70% de los casos desarrollan insuficiencia suprarrenal como parte de un síndrome poliglandular autoinmunitario. 2. Secundaria/Terciaria: En este grupo se incluye la insuficiencia suprarrenal secundaria a la formación o liberación inadecuada de ACTH, la cual puede deberse a: un hipopituitarismo debido a enfermedades hipotalamicohipofisiarias o a la inhibición del eje hipotálamo-hipófisis por esteroides ya sea exógenos como endógenos. Se clasifica como secundaria cuando hay interferencia en la secreción de ACTH a nivel de hipófisis y terciaria cuando hay interferencia en la secreción de CRH a nivel del hipotálamo. En la actualidad la insuficiencia suprarrenal secundaria es más frecuente debido a la frecuencia con que se emplean los esteroides como agentes terapéuticos. Presentación Clínica Las manifestaciones clínicas de la insuficiencia suprarrenal primaria se caracterizan por la pérdida de la secreción de glucocorticoides y mineralocorticoides, en la insuficiencia de causa secundaria solo se presentan los síntomas que se asocian a deficiencia de glucocorticoides, ya que los mineralocorticoides se rigen por el eje renina-angiotensina-aldosterona al estar la glándula intacta. La deficiencia de andrógenos se observa en ambos tipos. Por lo general los síntomas de los pacientes con una IS primaria son más severos, a diferencia de la IS secundaria en la cual los pacientes pueden funcionar relativamente bien durante periodos de poco estrés y solo manifiestan inestabilidad cardiovascular o hipoglicemia cuando se enfrentan ante un estrés físico. La presentación clínica de la insuficiencia suprarrenal es variable, y depende de si el inicio es súbito, presentándose como una crisis suprarrenal, o crónico, con síntomas que son más insidiosos y vagos. Diagnóstico El diagnóstico de insuficiencia suprarrenal depende principalmente de la sospecha clínica; y la crisis suprarrenal siempre debe ser considerada en cualquier paciente que se presente con colapso vascular periférico, tenga o no una deficiencia suprarrenal conocida. El diagnóstico de certeza se hace mediante la determinación de niveles séricos de cortisol tras la estimulación con ACTH. Los niveles plasmáticos y urinarios basales de cortisol se hallan con frecuencia en la gama baja o normal y no pueden emplearse para el diagnóstico excepto cuando el valor de cortisol basal es menor a 3µg/dL lo cual confirmaría el diagnóstico, o mayor a 19µg/dL lo cual descartaría el diagnóstico. Cuando el valor es bajo pero mayor a 3µg/dL se realiza el test de Synatchen que consiste en la detección de cortisol en plasma 30-60 minutos después de la inyección de 0,25mg de ACTH; se considera una respuesta patológica cuando el cortisol estimulado es inferior a 18µg/dL. Una vez que se ha confirmado la insuficiencia suprarrenal, el siguiente paso es cuantificar la ACTH en plasma; concentraciones altas o inapropiadamente bajas definen el origen primario o secundario de la enfermedad, respectivamente. Crisis Suprarrenal Aguda La crisis suprarrenal aguda es un estado de insuficiencia adrenocortical aguda en pacientes principalmente con insuficiencia adrenal primaria, en un escenario de estrés como lo es una infección, trauma, cirugía, o deshidratación. El factor más importante que precipita a la crisis es la deficiencia de mineralocorticoides, por lo que la clínica predominante es hipotensión y shock hipovolémico. Es por esto que la crisis adrenal puede ocurrir en pacientes que están recibiendo dosis adecuadas de glucocorticoides, si los requerimientos de mineralocorticoides no se cumplen. La deficiencia de glucocorticoides puede contribuir a hipotensión, aunque no es la principal responsable, al provocar una disminución de la respuesta vascular a la angiotensina II y la norepinefrina, y el aumento de la producción de prostaciclina, que contribuye al colapso cardiovascular. La crisis suprarrenal aguda es una emergencia potencialmente mortal que requiere de un diagnóstico y tratamiento oportuno; por lo que es importante tener en cuenta que no se debe retrasar el tratamiento en pacientes en los que se sospecha de una crisis suprarrenal aguda mientras se realizan las pruebas diagnósticas. Ante la sospecha clínica de una insuficiencia suprarrenal aguda, es necesario extraer una muestra de sangre para la determinación de cortisol y ACTH previa al tratamiento para no demorar este último e inmediatamente se debe de iniciar el tratamiento. Tratamiento El manejo inicial en la crisis suprarrenal es tratar la hipotensión, revertir las alteraciones electrolíticas, y tratar la deficiencia de cortisol. -Rehidratación: La insuficiencia suprarrenal aguda requiere del inicio inmediato de rehidratación, por lo general con solución salina al 0,9% a una tasa inicial de 1L/h, con vigilancia cardíaca continua. Si existe hipoglicemia concomitante se puede administrar suero glucosado al 5%. Se pueden requerir entre 4-5L las primeras 24 horas. Es importante tener en cuenta que inicialmente no se debe administrar potasio. -Sustitución con glucocorticoides: Debe iniciarse inmediatamente mediante la inyección en bolo de 100mg de hidrocortisona, seguido de la administración de 100-300mg de hidrocortisona en 24 horas, ya sea en goteo continuo o con varias inyecciones IV o IM. En caso de que no se tenga un diagnóstico previo de insuficiencia suprarrenal se prefiere usar dexametasona (4mg IV en bolo), debido a que a diferencia de la hidrocortisona, esta no es medida en los exámenes de cortisol sérico. Estas medidas pueden corregir rápidamente la producción inapropiada de hormona antidiurética, aumentando el aclaramiento de agua libre y corrigiendo la hiponatremia. Una vez conseguida la estabilización clínica del paciente se podrá reducir la dosis de hidrocortisona paulatinamente en unos 3 días (la mitad cada día) para pasar a vía oral y mantener una dosis de mantenimiento de 30mg/día. -Sustitución de mineralocorticoides: Debe iniciarse cuando la dosis diaria de hidrocortisona se ha disminuido a menos de 50mg, debido a que las dosis elevadas de hidrocortisona, esta tiene tanto actividad glucocorticoides como mineralocorticoide. TORMENTA TIROIDEA La tormenta tiroidea es una de las situaciones más críticas entre las emergencias endocrinas y tiene una significativa mortalidad, la tormenta tiroidea es el estado más extremo de presentación clínica de la tirotoxicosis. La etiología más común de tirotoxicosis es la enfermedad de Graves y el factor precipitante que predomina es la infección; sin embargo también puede ser precipitada por un evento agudo como una cirugía sea de tiroides o no, trauma, una carga aguda de Yodo o el parto. El porcentaje de mortalidad de una tormenta tiroidea es de un 10-30%. Etiología Por lo general se presenta en pacientes con cuadros crónicos de hipertiroidismo no tratado, por ejemplo enfermedad de Graves, un bocio multinodular tóxico o un adenoma tóxico; sin embargo es precipitado por un evento agudo, como los mencionados anteriormente, también se puede dar por un uso irregular o una descontinuación en el uso de drogas antitiroideas. Entre las causas raras se incluyen: el carcinoma tiroideo hiperfuncionante, el adenoma hipofisario productor de hormona estimulante del tiroides (TSH), el estruma ovárico o teratoma, la mola hidatiforme secretora de gonadotropina coriónica humana (HCG). Fisiopatología No está claro, sin embargo existe la hipótesis de que se debe a un aumento rápido de la hormona tiroidea en sangre, así como a un aumento en la respuesta a catecolaminas y a la hormona tiroidea. Cuadro clínico La mayoría van a ser síntomas inespecíficos por ejemplo: intolerancia al calor, hiperpirexia, hiperorexia, pérdida de peso, debilidad muscular, fatiga; síntomas neuropsiquiátricos como labilidad emocional, ansiedad, agitación, acatisia, confusión e incluso se puede encontrar un cuadro psicótico. Síntomas gastrointestinales con un aumento en la frecuencia de las deposiciones o hiperdefecación; Síntomas de la esfera reproductiva: alteraciones del ciclo menstrual como oligomenorrea y ciclos anovulatorios, en hombres puede haber disminución de la libido, ginecomastia y eyaculación precoz. Y síntomas cardiorrespiratorios: palpitaciones y disnea con ejercicio, Tabla 2. Criterios diagnósticos para tormenta tiroidea precordialgia, taquicardia y frote pericárdico. Además el corazón hipertiroideo se caracteriza por una demanda mayor de O2, por lo que estos pacientes pueden infartarse fácilmente. Considerando que la diferenciación entre la tirotoxicosis severa y la tormenta tiroidea no es muy evidente, Burch y Wartofsky establecieron una escala de signos y síntomas que permiten la diferenciación de estas dos entidades. (Ver tabla 2) En cuanto al examen físico éste puede revelar bocio, oftalmopatía (cuando hay enfermedad de Graves), temblor en las manos y la piel caliente y húmeda. Diagnóstico El diagnóstico se hace tomando en cuenta la presencia de síntomas sugestivos de una tirotoxicosis, basándose en la escala realizada por Burch y Wartofsky, así como la evidencia bioquímica de hipertiroidismo: elevación de T4 y/o T3 y el descenso de TSH. Otras alteraciones de laboratorio que se podrían encontrar son hiperglicemia, hipercalcemia, aumento de la fosfatasa alcalina, leucocitosis y aumento de las transaminasas hepáticas. Tratamiento La tirotoxicosis severa consiste en un estado de hipermetabolismo, por lo que la producción excesiva de calor puede llevar al paciente a deshidratación y, por lo mismo, a una inestabilidad hemodinámica importante que termina siendo el aspecto más crítico del tratamiento. Para esto se deberá utilizar una vía de acceso venoso adecuada para la infusión de soluciones de hidratación del tipo cristaloides como lactato de Ringer o dextrosa en solución salina. El uso de antipiréticos está indicado y en este caso se puede utilizar el acetaminofén que puede ser acompañado de medidas físicas para controlar la hipertermia como vendajes fríos, cobijas de enfriamiento o bolsas de hielo. En lo que se refiere al manejo del hipertiroidismo, hay varias maneras de abordar su tratamiento: bloquear la síntesis de hormona tiroidea, bloquear la liberación de hormona tiroidea ya sintetizada, evitar la conversión de T4 a T3 en los tejidos periféricos y controlar los síntomas adrenérgicos. Bloqueo de la síntesis de hormona tiroidea: Se emplean las tionamidas y soluciones de yodo. Se debe tener en cuenta que el empleo de las soluciones de yodo debe ser posterior al inicio de la terapia con tionamidas, ya que si se usa antes existe la posibilidad de que una carga de yodo al organismo, sin haber bloqueado la síntesis primero complique aún más el hipertiroidismo. Por lo tanto, se inicia la terapia con tionamidas ya sea el metimazol o el propiltiouracilo. La tionamida de elección es el PTU, ya que posee un inicio de acción más temprano y presenta el beneficio de bloquear la conversión periférica de T4 a T3. Sin embargo, éstas no tienen efecto sobre la hormona que ya se encuentra preformada en la tiroides. Se administra VO o por vía nasogástrica con una dosis de carga de 600 mg seguidos de 200-250 mg cada 4-6 horas. Bloqueo de la liberación de la hormona ya sintetizada: El medicamento de elección es la solución saturada de yodo o lugol, éste se debe de administrar una hora después de la tionamida. Ésta puede ser útil durante las primeras 72 horas por la vía del fenómeno de Wolf-Chaikoff, en el que se establece que dosis elevadas de yodo suprimen la liberación de hormona tiroidea. La tionamida se administra antes que el yodo con el propósito de evitar la yodación de residuos de tirosina y enriquecer los depósitos de hormona tiroidea. El yodo tiene varias presentaciones, entre ellas la solución saturada de yoduro de potasio (SSKI), se administran 5 gotas VO cada 6-8 horas (cada gota contiene 50 mg de yodo). De forma alternativa se puede emplear la solución lugol, 1 ml VO cada 6 horas. Bloqueo de la conversión periférica de T4 a T3: Se puede utilizar el propiltiouracilo y también los corticoides como la dexametasona, que ha demostrado el bloqueo de la actividad de las deyodasas. (Rojas 2014) Control de los síntomas adrenérgicos: Se utilizan betabloqueadores como el propranolol, al igual que podría ser útil el metoprolol, cuya cardioselectividad podría ser de importancia clínica en algunos pacientes. (Ross, 2015) Se inicia con propranolol IV de 0,5-1,0 mg en 10 min cada 3 horas. Bloqueo de la circulación enterohepática: Se utiliza la colestiramina que bloquea la recirculación enterohepática de las hormonas tiroideas y, de esta forma, permite bajar sus niveles séricos más rápidamente. (Rojas, 2014). La dosis es de 4 g VO. También se podría utilizar el litio, que inhibe la liberación de hormonas tiroideas o, en casos extremos, se puede llegar a utilizar la plasmaféresis que retira del plasma el exceso de hormona tiroidea libre, logrando un rápido control de sus niveles. COMA MIXEDEMATOSO El coma mixedematoso es la forma más severa de hipotiroidismo, el cual tiene una alta tasa de mortalidad si el diagnóstico no es establecido tempranamente y si no se lleva a cabo un tratamiento agresivo. La incidencia es de 0.22 por millón de personas por año. Se presenta más comúnmente en adultas mayores hospitalizadas (un 80% de los casos ocurren en mujeres mayores de 60 años), con un hipotiroidismo de larga data. Tabla 3. Factores precipitantes de coma mixedematoso Anestésicos Sedantes Amiodarona Carbonato de litio Infección Sepsis Trauma Bajas temperaturas Acidosis metabólica Hipoglicemia Hiponatremia Hipercapnia Eventos cerebrovasculares Sangrado gastrointestinal Patogénesis Los niveles bajos de T3 conducen a una hipotermia y supresión de la actividad cardiaca (cronotropismo e inotropismo negativo). Como mecanismo compensatorio, se desarrolla una vasoconstricción periférica, hipertensión diastólica y disminuye el gasto cardiaco. Al disminuir la tasa de filtración glomerular, se presenta de forma secundaria retención de agua e hiponatremia. Sumado a esto, se presenta una disminución en la sensibilidad del sistema nervioso central a la hipoxia e hipercapnia, lo cual conduce a insuficiencia respiratoria. Hallazgos clínicos Tabla 4. Manifestaciones clínicas del coma mixedematoso Hipotermia (35,5°C) Alteración del estado de la conciencia Edema generalizado o periorbital Ptosis Alopecia Fatiga Intolerancia al frío Constipación Edema en mucosa gastrointestinal Disminución de la motilidad gastrointestinal Bloqueo de rama Bloqueo AV completo Diagnóstico El coma mixedematoso se diagnostica mediante el hallazgo de una función tiroidea anormal, un examen físico con signos y síntomas de hipotiroidismo severo y una alteración del estado de la conciencia. Antes de la terapia con hormona tiroidea y glucocorticoides, se deben medir los niveles séricos de TSH, T4 libre y cortisol. Tratamiento - - Vía aérea y ventilación: Es una de las medidas más importantes, ya que la mortalidad se relaciona con la insuficiencia respiratoria. Usualmente se requiere ventilación mecánica durante las primeras 48 horas, pero puede durar hasta 3 semanas. Terapia con hormona tiroidea: Las dosis intermedias son las que resultan más beneficiosas, ya que dosis bajas no generan una respuesta fisiológica efectiva y dosis muy altas pueden precipitar arritmias fatales e infarto de miocardio. Tabla 5. Esquemas de tratamiento con hormona tiroidea en coma mixedematoso T4 sola En adultos mayores y en pacientes con comorbilidad cardiaca. El reemplazo de todo el pool extratiroideo de T4 (300-600 μg), reestablece el estatus hormonal normal Bolo inicial de 300 a 500 μg de T4, IV O bolo dividido de 200-300 μg de T4, IV. Día 1 y 2. Luego 50 a 100 μg IV diario, hasta que el paciente sea capaz de ingerir el medicamento VO. T3 sola Pacientes jóvenes, sin riesgo cardiaco, si se desea corrección rápida. Inicialmente 10-20 μg de T3, IV. Posteriormente 10-20 μg de T3 IV, cada 4 horas por 1 día. Luego 10 μg de T3, IV, cada 6 horas, por 1 a 2 días. T4 y T3 combinadas 200-300 μg IV de T4 + bolo de 10 μg de T3, luego 100 μg 24 horas después. Se continúa 10 μg de T3 IV cada 8-12 horas hasta que el paciente esté consciente y con dosis de mantenimiento de T4. Al tercer día, se reduce a una dosis de mantenimiento diaria de 50 μg La conversión de T4 a T3 se encuentra reducida en varias enfermedades sistémicas. Por esta razón, se sugiere el suplemento de pequeñas cantidades de T3 si hay enfermedad asociada, en los primeros días de tratamiento con T4. T3 tiene un inicio de acción mucho más rápido que T4 (por ejemplo, T3 puede aumentar la temperatura en 2-3 horas, T4 lo hace en 8-14 horas después de la administración IV). T3 también atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica, lo cual es relevante en casos de pacientes con síntomas neurológicos. Las dosis de T3 solo, dan grandes fluctuaciones en los niveles séricos de T3, lo cual se ha asociado a efectos fatales. - Dosis de estrés de un glucocorticoide intravenoso: hidrocortisona 50 a 100 mg IV cada 6 a 8 horas, por 7 a 10 días. La justificación para el tratamiento con corticosteroides, es el riesgo de precipitar una insuficiencia adrenal aguda, al presentarse una aceleración del metabolismo del cortisol, secundaria a la terapia con T4. - Hipotensión: Esta puede responder inicialmente a la infusión de cristaloides, pero en ocasiones requiere de vasopresores. En gran parte de los casos, el solo reemplazo de hormonas tiroideas mejora la presión arterial. - Hipotermia: El tratamiento con hormonas tiroideas, aumenta en unas horas la temperatura. Se pueden emplear cobijas para aumentar la temperatura pasivamente. - Hiponatremia: Si la natremia es menor a 120 mEq/L, se debe emplear inicialmente bolos de 50 a 100 mL de solución salina al 3% (la corrección no debe ser muy rápida de la hiponatremia, esto para prevenir síndrome de desmielinización osmótica)