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DIABETES EN CHILE: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA Dra. María Cristina Escobar F. Jefa Depto. Enfermedades no Transmisibles, Ministerio de Salud La diabetes es una condición crónica con consecuencias devastadoras para la salud. Las personas con diabetes tienen 2 a 4 veces más riesgo de presentar un infarto agudo al miocardio (IAM) o un ataque cerebrovascular (ACV), convirtiéndose en la causa de muerte del 50% de ellos. Tienen 10 veces más riesgo de amputación de miembros inferiores. Adicionalmente, la diabetes es la principal causa de ceguera y de insuficiencia renal1. En Chile, el año 2011 hubo 3426 defunciones por diabetes con una tasa ajustada de 15,8 x 100.000 habitantes. La tasa de mortalidad por diabetes aumentó un 17% entre los años 1999 y 2007, de 16,8 y 19,1 por 100.000 habitantes, respectivamente2. A contar del 2008 se observa un quiebre en la tendencia al aumento que presentaba la tasa hasta el año 20073. La diabetes tipo 2 dio lugar a 3,3% de las muertes en varones y 4,2% de las muertes en mujeres entre los años 2001-2008, constituyéndose en la séptima y sexta causa de muerte, respectivamente. En los varones la tasa de mortalidad no ha tenido variaciones significativas en este periodo de ocho años con una tasa de cambio porcentual anual de -0,8 (IC -2,1; 0,6); mientras que en las mujeres se observó una tendencia levemente decreciente, aunque significativa, con una tasa de cambio porcentual anual de -1,8 (IC -3,1; 0,5)4. La mortalidad prematura por diabetes (30-69 años), en cambio, se ha mantenido en niveles altos, sin lograr un descenso significativo ni estable en los últimos 10 años (Fig. 1). World Health Organization; 2010. Global status report on noncommunicable diseases. Disponible en: http://www.who.int/nmh/publications/ncd_report2010/en/ 2 MINSAL/U Mayor (2010). Evaluación Final. Evaluación Sanitaria de las Intervenciones GES: Diabetes Mellitus tipo 2. 3 Departamento de Estadísticas e Información en Salud, Ministerio de Salud. 4 Icaza G, Núñez L, Torres-Avilés F, Díaz N, Villarroel JE, Soto A, Correa G. Atlas de Mortalidad en Chile 2001-2008. 5 DIPLAS-MINSAL. 1 Figura 1. Tendencia mortalidad prematura por diabetes, Chile 2000-20105 La prevalencia de diabetes en Chile se estima 9,4%, lo que representa un incremento de más de dos a tres puntos porcentuales en relación a encuestas realizadas por la Asociación de Diabetes6 y del Ministerio de Salud7, respectivamente, sin diferencias significativas en la prevalencia según sexo. Al analizarla según grupos de edad, se observa que aumenta en forma significativa después de los 44 años, 0,4% en los menores de esa edad, 16,9% en el grupo de 45-64 años y 25,8% en los de 65 y más años. Es mayor en población de menor nivel socioeconómico, 20,5% en población sin estudios formales en comparación con 6,2% en aquellos con estudios superiores8. (Fig 2 y 3) .Asociación de Diabéticos de Chile 2006. ADICH celebra los 30 años con estudio de prevalencia de diabetes tipo 2. Revista ADICH Nº42/15.gif, Julio Agosto 2006. 7 . Gobierno de Chile, Ministerio de Salud 2003. Encuesta Nacional de Salud 2003. 8 . Gobierno de Chile, Ministerio de Salud 2010. Encuesta Nacional de Salud 20092010. 6 78,5% de la población de 15 y más años con diabetes en nuestro país conoce su condición, prevalencia que baja a 58,6% de los que dicen estar en tratamiento, y solo 34,3% tienen su diabetes bien controlada (HbA1c bajo 7%). Las prevalencias de conocimiento tratamiento y particularmente de control son superiores en las mujeres que en los hombres8. (Fig 4). Complicaciones La diabetes genera daño circulatorio sistémico desde el momento que se inicia. El daño se produce a nivel microvascular (especialmente en la retina, riñón y sistema nervioso) y macrovascular (arterias). Las arterias más afectadas son las coronarias, las cerebrovasculares y las de circulación periférica. Las complicaciones macrovasculares en estos pacientes son hasta dos veces más frecuentes que las microvasculares. La morbilidad y mortalidad cardiovascular es 2 a 4 veces más alta en las personas con diabetes. Como ya se señaló en la introducción aproximadamente la mitad de las muertes en las personas con diabetes son por enfermedades cardiovascular1 también la tasa de letalidad en los diabéticos que han tenido un evento cardiovascular es más alta que en los no diabéticos9. La retinopatía diabética afecta hasta el 80% de los pacientes con más de 10 años de diabetes y puede eventualmente conducir a la ceguera. Sin embargo, hasta 90% de los casos nuevos podrían reducirse con una vigilancia adecuada y el monitoreo de los ojos. La probabilidad de desarrollar retinopatía diabética aumenta a medida que aumenta el tiempo que la persona sufre de diabetes10. La diabetes es el principal factor de riesgo para amputaciones de extremidades inferiores y la primera causa de amputaciones no traumáticas. Las úlceras y amputaciones constituyen un gran problema de salud que genera un alto costo para el paciente, sus familiares y los sistemas de salud pública. En Chile, tanto el número como la tasa de amputaciones por complicaciones periféricas en población diabética aumentó entre los años 2002 y 2006, pasando de 2.359 a 3.192 amputaciones por año, con tasas de 3,5 a 4,5 por mil portadores de diabetes respectivamente, lo que corresponde a un incremento del 28%. La tasa de amputaciones es dos veces más alta en varones (5,9 vs 2,9 por 1000 diabéticos el año 2006) que en mujeres y en el grupo de 65 años y más2. La principal causa de ingreso a diálisis sigue siendo la nefropatía diabética, con el 35,4% de todos los pacientes en hemodiálisis11. El control de la hipertensión arterial, la proteinuria y la hiperglicemia en personas con diabetes, puede prevenir o postergar la progresión de la declinación de la función renal. La prioridad en el manejo de los pacientes con ERC hasta hoy ha estado centrada en el manejo de la etapa final avanzada e irreversible de la enfermedad, con un manejo preventivo insuficiente en etapas iniciales, reversibles, posibles de controlar. La incorporación de la Prevención de la Enfermedad Renal Crónica en el Plan AUGE el 2008 es un paso en la dirección correcta, pero requiere de estrategias para asegurar su efectiva implementación 12. Ministerio de Salud 2009. Implementación del Enfoque de Riesgo en el Programa Salud Cardiovascular. Disponible en: http://www.minsal.gob.cl/portal/url/item/787e4765248bc9e0e04001011f0172b5. pdf 10 . Diabetic retinopathy. http://en.wikipedia.org/wiki/Diabetic_retinopathy 11 . Poblete H por la Sociedad Chilena de Nefrología (2010). XXX Cuenta de Hemodiálisis crónica (HDC) en Chile. 31 de Agosto, 2010. 12. Gobierno de Chile, Ministerio de Salud 2008. Guía Clínica GES Prevención de la Enfermedad Renal Crónica. 9. Prevención de la diabetes Chile se posiciona entre los países con mayor prevalencia de diabetes y obesidad1. Reconociendo a la obesidad como el principal factor de riesgo independiente para el desarrollo de la diabetes tipo 2, y frente al aumento de la prevalencia de obesidad en la población chilena, se puede predecir que tanto la diabetes como sus complicaciones continuarán aumentando de no mediar intervenciones dirigidas a reducir la epidemia de obesidad. (Fig. 5) Figura 5. Tendencia en la prevalencia de obesidad y diabetes en Chile; comparación entre la Encuesta Nacional de Salud 2003 y 2009-1013. La modificación del estilo de vida dirigida a lograr una baja de peso modesta pero significativa a través de una alimentación baja en calorías junto a un incremento en el nivel de actividad física en las personas obesas con intolerancia a la glucosa (pre-diabéticos), ha demostrado ser eficaz en reducir la incidencia de diabetes en un 58%,14, 15, 16, 17,efecto que perdura en el tiempo si las personas intervenidas mantienen sus metas de peso corporal y actividad física.18 Margozzini P. et al. Comparaciones válidas ENS 2003-2009. Datos no publicados, 2011. 14 Tuomilehto J, Lindström J, Eriksson JG et al (2001). Prevention of type 2 diabetes mellitus by changes in lifestyle among subjects with impaired glucose tolerance. N Engl J Med 2001; 344: 1343-50. 15 Knowler WC, Barrett-Connor E, Fowler SE et al (2002). Reduction in the incidence of type 2 diabetes with lifestyle intervention or metformin. N Engl J Med 2002; 346: 393-403. 16 Pan XR, Li GW, Hu YW et al (1997). Effects of diet and exercise in preventing NIDDM in people with impaired glucose tolerance. The Da Qing IGT and Diabetes Study. Diabetes Care 1997; 20: 537-44. 17 Kosaka K,: 152- Noda M, Kuzuya T. (2005). Prevention of type 2 diabetes by lifestyle intervention: a Japanese trial in IGT males. Diabetes Res Clin Pract 2005; 6762. 18 Lindström J, Ilanne-Parikka P, Peltonen M, et al (2006). Sustained reduction in the incidence of type 2 diabetes by lifestyle intervention: follow-up of the Finnish Diabetes Prevention Study. Lancet 2006; 368: 1673-79. 13 Programas del Ministerio de Salud El tratamiento de la diabetes tipo 2 es una de las condiciones incluidas en el Plan AUGE/GES que garantiza el acceso y oportunidad (plazos) para el diagnóstico y tratamiento, como también la protección financiera. El Plan AUGE también incluye el diagnóstico y tratamiento de las complicaciones: infarto agudo al miocardio, ataque cerebrovascular isquémico, retinopatía, terapia de sustitución renal y las curaciones avanzadas de las úlceras del pie. En el sistema público de salud se entregan en el contexto del Programa Salud Cardiovascular9. Objetivos Sanitarios para la Década La Estrategia Nacional de Salud (ENS) para el logro de los Objetivos Sanitarios de la Década 2011-202019, contiene 9 objetivos estratégicos (OE), 50 metas sanitarias y 500 indicadores de resultados esperados. Su propósito es mejorar la salud de la población, disminuir las inequidades, aumentar la satisfacción de la población y asegurar la calidad de las prestaciones de salud. Uno de los OE, el Nº2 propone Reducir la Morbilidad, la discapacidad, y mortalidad prematura por Afecciones Crónicas No trasmisibles, Trastornos Mentales, violencia y Traumatismo; y el OE Nº3 Reducir los factores de Riesgo asociados a carga de enfermedad a través del desarrollo de hábitos y estilos de vida saludable. En este contexto, la meta en diabetes para el año 2020 es: Aumentar 20% la cobertura efectiva del tratamiento de diabetes mellitus tipo 2, de 29,8% el 2010 a 35,8% el 2020, y Aumentar en 20% la prevalencia de al menos 5 factores protectores (no fumar, IMC<25, actividad física regular, al menos 5 porciones de frutas y verduras, consumo de alcohol sin riesgo, presión arterial <120/80 mmHg, colesterol total <200 mg/dl, glicemia bajo 100 mg/dl), en población mayor de 15 años, de 35,6% a 42,7%. Para el logro de la meta de diabetes se propone mejorar la calidad de la atención de los pacientes en control aumentando la proporción de pacientes diabéticos con: - al menos dos exámenes de HbA1c en el año; - examen de fondo de ojo dentro del primer año desde de la fecha del diagnóstico; - al menos dos mediciones de presión arterial dentro del año; - al menos un examen de colesterol LDL dentro del año, - y aumentar la proporción de pacientes diabéticos bajo control evaluados con el QUALIDIAB-Chile u otro sistema que evalúe la calidad de la atención de salud. Como indicador trazador de la atención de estos pacientes se vigilará la “Tasa anual de egresos hospitalarios por amputaciones por pie diabético”. Estrategias transversales El número de personas con diabetes aumenta a una velocidad muy rápida debido al envejecimiento acelerado de la población, a una mayor prevalencia de obesidad y la mayor longevidad de la población. Contribuye a este aumento, la existencia intervenciones clínicas y conductuales efectivas para el manejo de la diabetes. Sin embargo, muchas personas no se están beneficiando con estos avances, porque no acceden a los servicios de salud, o a pesar de estar bajo control médico no están recibiendo los cuidados apropiados u otras causas asociadas a variables sociales, económicas o culturales de las personas. La OMS propone un Marco de Referencia para la Innovación en el Cuidado de las Enfermedades Crónicas (OMS, 2002)20, que corresponde a una adaptación del modelo desarrollado por Wagner y colaboradores en 199621. En lo esencial promueve una transformación de la atención de salud desde un sistema que es esencialmente reactivo que responde principalmente cuando una persona tiene un episodio agudo de enfermedad a uno que es proactivo y anticipatorio y se centra en mantener a la persona en las mejores condiciones de salud. WHO 2002. Innovative care for chronic conditions: building blocks for action. Wagner B. et al (1996). The Chronic Care Model, Improving Chronic Illness Care. 18 E:H. “Organizing care for patients with chronic illness”, Milbank Quarterly 74:511-544. 21 Wagner B. et al (1996). The Chronic Care Model, Improving Chronic Illness Care. 18 E:H. “Organizing care for patients with chronic illness”, Milbank Quarterly 74:511-544. 19 20 Según el modelo de Wagner, para lograr avances en el cuidado de las personas con condiciones crónicas en el sistema de salud se requiere hacer cambios en seis áreas fundamentales en forma paralela: -en el automanejo de los pacientes, reconociendo el rol del paciente en la determinación de su propio cuidado; -apoyo en la toma de decisiones, donde las decisiones terapéuticos se basan en guías clínicas explícitas apoyadas por la evidencia científica; - sistemas de información clínicos, registro que permita hacer un monitoreo y evaluación de los pacientes como también de poblaciones de pacientes; diseño del sistema de provisión de servicios, que requiere definir el tipo de cuidado que el paciente requiere y los roles y tareas que se deben realizar para que el paciente efectivamente reciba ese cuidado; -organización del sistema de salud, integrar los esfuerzos para mejorar el cuidado en el quehacer de la organización y vincularlo con un sistema de mejoría de la calidad; -apoyo de programas u organizaciones comunitarios para apoyar o expandir el cuidado del sistema de salud y la de otras estrategias preventivas. (Fig.6 ). El elemento central del modelo es una atención centrada en el paciente que involucra muchos aspectos entre los que destaca el respeto por sus valores, preferencias y necesidades expresadas, que finalmente conlleva a una responsabilidad compartida en la toma de decisiones. La literatura ha mostrado que las interacciones que centran su atención en el paciente promueven la adherencia y conducen a mejores resultados en salud. El modelo es genérico y aplicable a personas con todas las personas con enfermedades crónicas, independientemente del diagnóstico. Los resultados esperados en la Estrategia Nacional de Salud 2011-2020, incluyen (1) Estructurar un modelo de atención a personas con enfermedades crónicas, el cual incluye componentes respaldados por la evidencia ya señalados, y (2) Promover el trabajo integrado de la red asistencial en manejo de pacientes con enfermedades crónicas.