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“Y levantándose en aquel momento
se volvieron a Jerusalén” Lc24,33
El encuentro con el Resucitado, en cualquier tramo del camino de nuestra vida, nos transforma e impulsa a vivir de
manera NUEVA y ESENCIAL. Su Presencia nos ayuda a soportar la cruz y el cansancio de cada día con fortaleza.
Mirándole a Él nuestro corazón se llena de misericordia y ternura, y todo se convierte en oportunidad para crecer. En el
Señor se RENUEVAN nuestras fuerzas. Él pone alas a nuestra ESPERANZA, sostiene nuestra FE, y nos alimenta para
que fructifique y se llene de sentido nuestro AMOR. Continuamos haciendo camino a la luz de su Palabra, con la certeza
de que Dios siempre nos da la fuerza para el próximo PASO.
Lunes, 15 de febrero 2016 “Seréis santos, porque yo, el Señor,
vuestro Dios, soy santo”. Lv19,1-2.11-18
La vida cristiana conlleva metas de altura. La santidad es propuesta de
vida diaria, camino de conversión permanente a la Ley del Señor, que
encamina a la promoción del amor, la verdad y la justicia. Nuestra mirada
puesta en el Señor es estímulo para vivir con alegría. Él nos da la fuerza
para ser íntegros y auténticos.
Gracias Señor, porque vivir contigo me supone entrar en la dinámica de
revisión continua de mis motivaciones y actos, de modo, que todo sea
fuente de crecimiento interior y senda segura hacia la santidad que me
propones vivir.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “QUE TE AGRADEN, SEÑOR, LAS PALABRAS DE MI BOCA”. Cuidaré
todo lo que salga de mi corazón y llegue a mis labios, para que esté en consonancia con lo que el Señor
espera y quiere de mí. Su Palabra me indica el camino a seguir.
Martes, 16 de febrero 2016 “Mi palabra no volverá a mí vacía, hará mi voluntad y cumplirá mi
encargo”. Is55,10-11
El profeta habla en nombre de Dios, recalcando la esperanza que pone en cada uno, y la confianza que tiene
de que demos frutos de vida, dejándonos fecundar por su Palabra. Guiados por la fuerza de su Espíritu
podemos ser pan de salvación para los demás, porque primero nos hemos nutrido con su Palabra desde la
acogida humilde y sincera de su voluntad, preparando la tierra, cuidando que sea tierra buena y fértil, para
que puedan crecer buenas semillas de perdón, entrega, alegría y fraternidad.
Gracias Señor, porque la lluvia que me ofreces riega y alimenta mi vida para que sea fecunda. Me pongo en
actitud de abandono a tus planes y acogida sincera de tu salvación. Gracias por confiar en mí.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “EL SEÑOR SABE LO QUE NECESITO”. Viviré en actitud orante,
haciendo de cada situación y vivencia, espacio donde habite Dios. Cuidaré la certeza de mi confianza en Él,
sabiendo que no me defraudará, porque sabe lo que necesita mi corazón antes de que lo pida.
Miércoles, 17 de febrero 2016 “Que se convierta cada cual de su mala vida”. Jon3,1-10
Toda la vida debemos estar en actitud sincera de conversión al amor, pero la cuaresma es un tiempo especial,
donde se nos recuerda la grandeza de la misericordia divina, y la infinita paciencia que tiene con nosotros.
Cada uno es responsable de sus actos. El bien o el mal salen de dentro, y es nuestro interior ese habitáculo
sagrado, que estamos llamados a cuidar y cultivar constantemente, para que sea ofrenda agradable al Señor.
Gracias Señor, porque de tantas maneras me llamas a la conversión. Afina mi oído para que atendiendo a tus
llamadas yo sea capaz de vivir a la altura de tu corazón.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “UN CORAZÓN HUMILDE, TÚ NO LO DESPRECIAS, SEÑOR”.
Revisaré mis actitudes y con humildad pediré perdón de todo aquello que frena o impide, la experiencia
gratuita de amor en mi vida. Pediré la gracia y la fuerza para rechazar el mal, y hacer crecer en mí la bondad
del corazón.
Jueves, 18 de febrero 2016 “Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá;
porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre”. Mt7,7-12
La vida creyente está sostenida por la confianza en un Dios que nos da lo que más nos conviene; un Dios que
escucha nuestras súplicas y atiende nuestras necesidades; un Dios que nos abre el camino de la alegría
perpetua de la salvación y sanación interior.
“Y levantándose en aquel momento
se volvieron a Jerusalén” Lc24,33
Gracias Señor, porque me acompañas, y aunque sienta el abandono, Tú
siempre ESTÁS, caminando a mi lado, ofreciéndome LUZ y apoyo para vivir
con rectitud y autenticidad.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “SEÑOR, TÚ ERES MI FORTALEZA”.
Pongo en manos del Señor todos mis esfuerzos, y confío en que me dará la
fuerza necesaria para soportarlo todo, y vivir su seguimiento con coherencia y
libertad. Asumiré con Fe las consecuencias de querer permanecer en su
presencia. Buscaré al Señor con corazón sincero, y Él será mi TODO.
Viernes, 19 de febrero 2016 “Si recapacita y se convierte, vivirá y no
morirá”. Ez18,21-28
Dios quiere nuestra felicidad, y ha puesto en nuestras manos la posibilidad de alcanzarla en esta tierra, en la
que peregrinamos hacia la plenitud. La facilidad con que rompemos su proyecto de amor, nos conduce a la
muerte, el sinsentido y la ausencia de libertad. El mal nos esclaviza y frena la dicha y la paz interior. Sólo
quien reconoce su pecado, la fragilidad de sus compromisos, la idolatría engañosa, la búsqueda de
apariencias,…y emprende un estilo de vida nueva, marcada por la sinceridad de un corazón humilde,
encuentra la vida y recibe VIDA en abundancia.
Gracias Señor, porque me invitas a superarme cada día, a vivir en estado de reconciliación conmigo y los
demás. Me ofreces el don de tu misericordia, y me enseñas a ser compasivo y fiel.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “MI ALMA ESPERA EN TI, SEÑOR”. Pongo mi esperanza en el Señor.
Él perdona mis errores y me conduce a manantiales de vida. Allana el sendero del justo y devuelve la libertad
y la dicha de creer y confiar. Espero en el Señor.
Sábado, 20 de febrero 2016 “Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que
Él será tu Dios, que irás por sus caminos, y escucharás su voz. Hoy se compromete el Señor a
aceptar lo que tú le propones: que serás su propio pueblo”. Dt26,16-19
La alianza de amistad es un pacto de dos. Cada uno tiene su parte de responsabilidad y compromiso. Lo
importante no es hacerla, sino saber mantenerla en lealtad y fidelidad. Cada día renovamos este compromiso
de vivir acordes a su voluntad, muriendo a todo egoísmo personal, teniendo sus preceptos como norma y
timón de nuestra vida.
Gracias Señor, porque mantienes tu fidelidad perpetuamente. Dame tu mano para que no tropiece y me
quede anclado en mis altibajos e incoherencias. Acoge mis profundos deseos de que Tú seas mi Dios.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “DICHOSO EL QUE CAMINA EN LA VOLUNTAD DEL SEÑOR”. Me
empeño en ser fiel y en caminar buscando su voluntad, viviendo en amor, como condición indispensable de
encuentro con el Señor.
Domingo, 21 de febrero 2016 “Nosotros somos ciudadanos del cielo, así, pues, manteneos en el
Señor”. Flp3,17-4,1
Somos peregrinos sin morada fija en esta tierra. Nuestra vocación es de altura. La permanencia en su amor
nos abre al horizonte eterno de una felicidad, que sólo se entiende en Él. Caminando en su presencia damos
fruto abundante, y disfrutamos en este hoy, las primicias de la eternidad que anhelamos y buscamos..
Gracias Señor, porque te vivo como LUZ y SALVACIÓN.
Mi semilla de vida, HOY, se llama: “TU ROSTRO BUSCARÉ, SEÑOR, NO ME ESCONDAS TU ROSTRO”.
Busco al Señor de todo corazón y le pido que ilumine mi oscuridad, que no me esconda el rostro de su
presencia, y que me ayude, sabiamente, a mantenerme en Él.