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jueves, 02 de febrero de 2012 TITULARES Bélgica, primer país de la zona euro en entrar en recesión, tras dos trimestres consecutivos de caída Hoy, subasta Tesoro de bonos a tres, cuatro y cinco años. Espera colocar un total de 4.500 millones euros Presidente Fed Filadelfia: mantener tipos cerca 0% en casi tres años genera confusión y desconfianza GALANTEO A CHINA Año XVII. Número 4.065 La canciller alemana se encuentra en China. Su objetivo, apoyarse en los fuertes vínculos comerciales entre ambos países para favorecer la entrada de empresas alemanas en el país, pero también buscar el apoyo de Pekín para la zona euro. La mandataria alemana ya ha reiterado en numerosas ocasiones su interés en que China contribuya a través del FMI en el cortafuegos que frene el contagio de la crisis de deuda de la zona euro. No obstante, sus posibilidades de éxito parecen limitadas. China nunca ha dejado de manifestar su preocupación por el euro, pero también ha dejado claro que Europa debe tomar medidas más decisivas por sí misma para detener la crisis. En otras palabras, China ayudará a Europa si Europa se ayuda a sí misma. Al igual que otros países asiáticos y otras economías, China desea preservar y aumentar el comercio con Europa. No en vano, la UE es su principal socio comercial, seguido de EE.UU. Ha hecho de las exportaciones el principal motor de su economía, y ahora, con la crisis financiera global, se está viendo afectada por la caída de la demanda europea y estadounidense. Ayer, el ministro de Finanzas declaraba que la economía de China se enfrenta este año a riesgos a medida que la menor demanda externa afecta al crecimiento del sector exportador del país, y aunque las presiones inflacionistas siguen siendo altas, apuntaba que se seguirá implementando una política fiscal expansiva a lo largo de este ejercicio. De hecho, el gobierno ha anunciado nuevas medidas para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, y bajada de impuestos para determinados sectores con el fin de reducir su dependencia de las exportaciones. Preocupada pues de su propia economía, no es de extrañar que cualquier inversión a gran escala en bonos europeos, deba ser considerada por China como una inversión segura. Tampoco ellos contribuyen con su política cambiaria. Las expectativas sobre el yuan hablan de moderación, cuando no un leve retroceso en su proceso controlado de apreciación. Y mientras Alemania corteja a China, en Europa la atención sigue centrada en los mismos y en ese cambio de política hacia el crecimiento. El jefe del equipo de inspección del FMI para Grecia, declaraba ayer en relación a este país que “tendrían que desacelerar un poco el ajuste fiscal y acelerar mucho más la implementación de las reformas, ya que hay límites a lo que puede tolerar la sociedad”. En ese mismo sentido se pronunciaba el jefe de calificaciones soberanas de Fitch, aludiendo en este caso a Italia, al señalar que el país debería centrarse en asegurar que su economía crezca este año, en vez de adoptar medidas adicionales para reducir su déficit público. Todo ello, en medio de la expectación por el posible acuerdo de Grecia con sus acreedores privados antes de que finalice la semana, y que sin embargo, no evita los altibajos en el euro, que continúa moviéndose al compás del optimismo o del pesimismo que generan las noticias. Junto al euro, el mercado vigila al yen y la posible intervención oficial para frenar su apreciación al acercarse a los niveles previos a la última intervención del Banco de Japón del pasado 31 de octubre. Lagasca, 106, 3º centro 28006 MADRID Tfno: (34) 91 576 07 06 mercedescamacho@omegaigf.com www.omegaigf.com info@omegaigf.com Lagasca, 106, 3º centro 28006 MADRID Tfno: (34) 91 576 07 06 info@omegaigf.com