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PRIMER CONGRESO PROFESIONAL DE LOS INGENIEROS DE MONTES Sesión 4ª: El Ingeniero de Montes y el Medio Ambiente. El Desarrollo Rural y la Ordenación del Territorio. Comunicación: La política y economía forestal. El contexto de referencia profesional. Autor: Sigfredo Francisco Ortuño Pérez(1);Cristina Montiel Molina (2) (1)Dr. Ingeniero de Montes. Departamento de Economía y Gestión Forestal. E.T.S. Ingenieros de Montes. Universidad Politécnica de Madrid . Ciudad Universitaria, s/n. 28040 Madrid. Tel.: +34-913367114. Fax: +34-915439557. E-mail: sortuno@montes.upm.es (2)Dra. Geografía. Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Complutense de Madrid. RESUMEN La importancia económica del sector forestal en España ha sido habitualmente minimizada por las estadísticas, como consecuencia de la escasa aportación de las producciones primarias del monte y la exclusión de las importantes externalidades generadas para la sociedad. Sin embargo, el sector forestal contribuye a la economía española con más de 10.000 millones de euros y genera más de 500.000 puestos de trabajo directos e indirectos y la política forestal debe responder en su desarrollo a este contexto económico de referencia. Este contexto económico-político ha repercutido negativamente en el reconocimiento social de la profesión del Ingeniero de Montes. Considerando la creciente demanda social que se dirige hacia los montes como espacios de ocio y la reciente sensibilización acerca de la necesidad de proteger los montes y de defender su valor patrimonial frente a los riesgos naturales, resulta inaplazable la definición de nuevos modelos de gestión adaptados a las nuevas realidades 1 socioeconómicas y a la especificidad del monte mediterráneo; lo que implica también, un proceso de adaptación de la profesión de Ingeniero de Montes y una buena oportunidad laboral. 1. INTRODUCCION La productividad del monte mediterráneo es muy escasa, y por tanto la rentabilidad es muy baja o incluso negativa, lo que explica el abandono actual de muchos montes en España, ante la ausencia de beneficios para los propietarios forestales, mayoritariamente particulares1 cuyo número, en gran medida desconocido, se estima en dos millones de personas. La importancia social de los montes mediterráneos es, por tanto, muy superior a la económica y, además, son también un valioso patrimonio ambiental y cultural que ocupa una vasta extensión territorial. Por todo ello, la política forestal, que se encuentra en proceso de definición, debe complementarse con la economía para lograr el objetivo de la conservación de este recurso natural. La producción primaria total del sector forestal español asciende a poco más de 1.200 millones de euros, de los cuales el monte mediterráneo representa un 50%. Además hay que tener en cuenta la aportación que realizan a la economía la industria forestal y los servicios ambientales que prestan los montes. La demanda social, recreativa y ambiental ha crecido exponencialmente en las últimas décadas y, aunque su transformación en unidades monetarias resulta muy compleja, el valor económico de las externalidades de los montes españoles es muy elevado. Sin embargo, la especifidad natural, socioeconómica y cultural del monte mediterráneo exige un planteamiento político y una gestión integradora, superando la actual compartimentación de las decisiones y actuaciones en materia forestal y aproximarse a la realidad socio-territorial del ámbito mediterráneo. Esta hipótesis ha sido comprobada y desarrollada en el trabajo, donde se ha demostrado que el marco socioeconómico ha 1 Los montes particulares representan el 65% de la superficie forestal española, con un número de aproximadamente 6,85 millones de montes, la superficie media es de 2,7 hectáreas, lo que demuestra el minifundismo existente, y la consiguiente dificultad para rentabilizar económicamente estas explotaciones. 2 de ser la referencia del marco político, que de solución y respuesta a los actuales retos que plantea la gestión del monte mediterráneo. Por último, se han identificado los objetivos que debe afrontar una política adaptada a la especificidad del monte mediterráneo, con un horizonte temporal definido y con una planificación concreta. En definitiva, se trata de superar la dilatada fase de definición de estrategias forestales que ha caracterizado al país a partir de su descentralización en Comunidades Autónomas, pasando a la fase de la acción concreta a partir de una política explícita y adaptada al contexto regional mediterráneo. En suma, poner en relación la política forestal y el contexto socioeconómico. 2. ECONOMIA FORESTAL La multifuncionalidad del monte mediterráneo se comprueba al analizar los distintos sectores de la economía primaria forestal (madera, leña, corcho, caza, pastos, frutos...), de la cual dependen 70.000 empleos, la mayor parte ubicados en áreas rurales marginales con escasas posibilidades de desarrollo económico. Sectores Madera Leña Corcho Resina Frutos forestales Hongos Pastos Caza y pesca Observaciones El principal componente de la economía forestal con 600 millones de euros, fundamentalmente de especies de crecimiento (85%). La producción se encuentra estancada desde mediados de los años 80. Actualmente tiene escasa importancia económica y social, si bien en los años 50 representaba un 50% del valor económico de la madera. Con un importante papel económico, social y ambiental en un mundo rural en general poco desarrollado, en Extremadura y Andalucía principalmente. La producción es mínima, pero su potencial productivo es muy elevado, y su importancia social y ambiental, aconseja la puesta en práctica de nuevos planes de explotación de estas masas forestales. Destacan la bellota, la castaña y el piñón. Con importancia económica a nivel local, la bellota en las dehesas del suroeste de España, el piñón en las tierras de Valladolid y Segovia, y en el sur de Andalucía, la castaña Orense o Lugo. El crecimiento en los últimos años ha sido espectacular, y es necesario ordenar su explotación. La ganadería extensiva en la actualidad es muy inferior a la existente en los años 50 ó 60, pero su aportación a la economía forestal alcanza los 400 millones de euros anuales. Generan más de 200 millones de euros, aunque incluyendo las rentas inducidas sería mucho más alta la cifra (hasta 900 millones). Fuente: Ortuño, S., 2001. El sector industrial forestal se divide en industrias de primera transformación, que elaboran productos intermedios, destinados a la industria de segunda transformación, 3 encargada de elaborar los productos finales, y normalmente ubicadas en áreas industriales alejadas de los puntos de producción primaria. La industria de primera transformación esta compuesta por los siguientes sectores: Sectores Aserraderos Trituración Tableros Leña y carbón vegetal Corcho Resina Otras industrias Observaciones Sector minifundista, con más de 1.500 empresas y 12.000 trabajadores directos. Aunque se ha reducido en un 40% el número de empresas en los últimos 10 años. La producción total de madera aserrada en España supera los tres millones de metros cúbicos, procedentes de unas extracciones de madera de seis millones de metros cúbicos en rollo, a los que hay que añadir las importaciones, 650.000 m3. La producción en España de madera para sierra va creciendo paulatinamente, debido al mayor valor añadido; desde los 4 millones de m3 de los años 80. Se dedica fundamentalmente a la producción de pasta de celulosa, en 17 empresa que producen 1,6 millones de toneladas, suficiente para abastecer el consumo nacional. Muchas de ellas fabrican también papel, por ello no es posible diferenciar los datos, y se aportarán conjuntamente con la industria del papel. En España las extracciones de madera destinadas a la trituración ascienden a seis millones de metros cúbicos, con una tendencia descendente frente al crecimiento de las extracciones destinadas a aserrado. Se trata también de un sector deficitario2. Produce tres millones de metros cúbicos que prácticamente abastecen las necesidades de consumo nacionales, con un valor económico de 240 millones de euros y 2.000 empleos directos. Destacan Galicia y Castilla León. Carecen de transformación industrial. Unicamente cabe destacar que en los últimos años la producción de carbón vegetal ha experimentado un fuerte ascenso alcanzando las 70.000 toneladas anuales, desde los niveles mínimos obtenidos a finales de los años 80, gracias a la demanda interna, ya que el excedente comercial se ha reducido mucho. La separación estadística entre primera y segunda transformación en el caso del corcho es imposible debido a las interacciones existentes entre ambas industrias. Cabe destacar la mayor presencia de la primera transformación en Extremadura y Andalucía, y la segunda transformación en Cataluña. Industria en crisis desde hace 25 años debido a la sustitución por importaciones más baratas, lo que ha provocado un gran impacto social debido a la pérdida de varios millares de empleos en las tareas de resinación de los montes, así como el empleo industrial inducido. Destacan dentro de este capítulo las dedicadas a la transformación de frutos forestales, productoras de áridos, cestería...Todas tienen importancia local, pero con efectos positivos en términos sociales y ambientales. Fuente: Ortuño, S., 2001. Las industrias de segunda transformación se componen de los siguientes subsectores: Sectores Envases Observaciones Existen 185 empresas que fabrican envases de madera, facturan 300 millones de euros y generan más de 2.000 empleos directos. Esta industria depende del sector 2 Durante la década de los años 80 la producción de madera en rollo para trituración alcanzaba los 7 millones de m3, es decir ha descendido la producción en más de un millón de m3, y la transformación de los turnos de producción de algunas especies de crecimiento rápido, como es el caso del pino radiata, para la producción de madera de sierra, hace prever el crecimiento del déficit de este tipo de madera en el futuro. 4 Carpintería Muebles Papel y cartón Corcho agroalimentario (hortofrutícola) al que destinan la mayor parte de su producción, de ahí que la positiva evolución del sector agrario en los últimos años (19952001) haya favorecido a esta industria. Especialmente minifundista, con más de 9.000 empresas, de las cuales sólo 350 se pueden considerar industriales. No obstante, en los últimos 10 años han desaparecido más de 5.000 empresas. Emplea a 25.000 personas de forma directa y factura 600 millones de euros anualmente, principalmente en el capítulo de puertas3 (60%) y ventanas4 (25%). El sector más importante dentro de la industria forestal, con 12.500 empresas que emplean a 115.000 personas, y una facturación de 3.600 millones de euros. Además hay que destacar el importante excedente comercial que supera los 300 millones de euros anuales. Destacan Valencia (27%), Cataluña (17%), País Vasco (11%) y Madrid (10%). Existen 130 empresas dedicadas a la producción de papel, incluidas muchas de las que fabrican pasta de celulosa; con más de 17.000 empleos directos y otros 90.000 indirectos, y una facturación conjunta superior a los 2.400 millones de euros. La producción de papel y cartón en España asciende a más de cuatro millones de toneladas anuales, pero las importaciones suponen más de 1.800.000 toneladas, lo que implica el mayor déficit comercial del sector con más de 900 millones de euros anuales. Existen 285 empresas dedicadas a la transformación del corcho con 3.500 empleos directos y una facturación superior a los 225 millones de euros, además con un excedente comercial de más de 90 millones de euros. Fuente: Ortuño, S., 2001. Pero, sin duda, el capítulo más importante de la economía forestal, y también el que presenta mayores dificultades para su contabilización es el de las externalidades positivas que aportan los montes en España, entre las que podemos destacar las siguientes: - Esparcimiento, recreo y actividades al aire libre. - Turismo rural. - Efectos ambientales positivos: - • Conservación del suelo y protección frente a la erosión. • Calidad del agua y protección de embalses. • Disminución de la escorrentía y aumento de la infiltración del agua. • Limpieza de la atmósfera. • Incremento de las precipitaciones. • Conservación de la biocenosis. Conservación del paisaje y preservación de elementos culturales, sociales e históricos. 3 La mayor parte de la industria de fabricación de puertas en España se encuentra en el término municipal de Villacañas (Toledo), donde se ubican las principales empresas. 5 En una sociedad urbana como la española, con una economía cada vez más dependiente del sector servicios y un proceso creciente de concienciación medio ambiental, es normal que la demanda de las externalidades se encuentre en expansión. Los montes próximos a grandes áreas urbanas han perdido su condición productiva, y su principal función es el recreo y ocio. El crecimiento del turismo como principal actividad económica de muchos municipios rurales está condicionado por la existencia de valores naturales que incrementan su demanda, como son las áreas forestales. La valoración de los efectos ambientales positivos generados por los montes en España presentan una gran dificultad, no obstante durante la última década han proliferado los trabajos sobre Valoración Ambiental. Por supuesto, aún aceptando con todas sus limitaciones estos trabajos de valoración ambiental como el valor económico de las externalidades de los montes españoles, no se encontrarían consideradas en su totalidad las mismas, ya que es imposible incluir los elementos culturales, históricos y éticos, y, porque existen externalidades cuya determinación no es posible: fauna, flora, ciclos químicos de la atmósfera...que además en muchos casos presentan un valor intrínseco no valorable. El contexto profesional del Ingeniero de Montes es, por tanto, de gran complejidad, por las múltiples utilidades económicas del sector forestal y por la propia dificultad que tiene la gestión de espacios naturales de uso múltiple. 3. POLÍTICA FORESTAL La imagen actual de los montes españoles es el resultado de una evolución secular que ha conducido a un incremento y transformación de la superficie forestal por abandono de los usos agrosilvopastorales desde mediados del siglo XX (Manuel, Gil, 1998). Esta dinámica ha puesto en evidencia la relación que existe entre la degradación medioambiental y paisajística y la regresión de la actividad económica unida a la crisis de la sociedad rural en algunas comarcas interiores. El objetivo de la política forestal no puede ser, por tanto, sólo el medio natural, sino también el propio desarrollo local y 4 La fabricación de ventanas de madera se sitúa en las zonas costeras del norte de España, debido a la concentración de la demanda en esta zona. 6 rural, que se encuentra indisociablemente vinculado al porvenir de los espacios forestales. En España, la adaptación de la política forestal a los nuevos retos y demandas sociales y al contexto internacional, se ha producido fundamentalmente desde la escala regional. La reforma de la política forestal ha sido desarrollada por las Comunidades Autonomas5, que han asumido las competencias políticas en materia forestal. De esta manera, los Programas Forestales Regionales (PFR) son el principal instrumento para el desarrollo de la política forestal en España. La mayor parte de las regiones cuentan con un plan o estrategia que han sido acometidos como iniciativa necesaria para la organización de un sector forestal completamente desestructurado. En general, el objetivo común de los PFR es garantizar una gestión forestal ecológica y económicamente sostenible, a partir de los principios establecidos en los acuerdos internacionales, en la Estrategia Forestal Europea y en la Estrategia Forestal Española (Ministerio de Medio Ambiente, 2000). Sin embargo, los PFR españoles han sido elaborados con procedimientos y objetivos muy diferentes entre sí (Alcanda, 2001), aunque es posible reconocer una cierta similitud de planteamientos entre los planes forestales de las regiones mediterráneas, que tienden a priorizar la protección y valorización de los montes desde una perspectiva territorial. Lo cierto es que por primera vez el monte mediterráneo podría beneficiarse de los principios jurídicos y políticos internacionales , desarrollando la multifuncionalidad y el mantenimiento de la biodiversidad como orientación y objetivos de la gestión forestal. En el monte mediterráneo, que no es rentable, pero que es preciso mantener y gestionar por las repercusiones ecológicas y sociales de su existencia (externalidades), hay que definir nuevos modelos de gestión, adaptados al contexto socioeconómico actual y a la especificidad de la región mediterránea. El principal problema que se plantea es la dificultad que entraña la autofinanciación de la gestión forestal debido a la baja rentabilidad del monte mediterráneo. Por ello es necesario valorar, reconocer y asignar al monte los recursos financieros que corresponden al valor real de sus funciones, más allá de su contribución al PIB a través del sector primario. 7 Los objetivos del desarrollo sostenible se basan en dos principios generales de planificación: • Dinamizar las zonas rurales a través de la valorización de los espacios y productos forestales. • Aprovechar los recursos forestales garantizando su permanencia y renovación. En definitiva, se trata de recuperar y reconducir el modelo socioeconómico de los espacios rurales españoles tras la crisis sufrida durante la segunda mitad del siglo XX, partiendo de los problemas originados (población escasa, envejecida y sin formación técnica; acumulación de combustible; desorganización espacial y sectorial) y de las nuevas demandas (usos sociales; defensa del medio). 4. PERSPECTIVAS FUTURAS La falta de coordinación entre las diferentes políticas territoriales y la escasez de recursos para financiar la gestión forestal frente a otros fines constituyen dos grandes impedimentos para el desarrollo de la política forestal mediterránea (Montiel, 2001b). Junto a estas limitaciones, existen tres interfaces territoriales de gran trascendencia para la gestión forestal en la región mediterránea: A/ Interfaz forestal-urbana: la baja rentabilidad de los montes mediterráneos genera, ante la falta de alternativas, inevitables expectativas de urbanización entre los propietarios forestales que amenazan la superviviencia de los montes. Por otra parte, la interfaz forestal-urbana es fundamental en la política de prevención contra incendios forestales. B/ Interfaz forestal-agricultura: es una relación fundamental de coexistencia e interacción en el contexto rural que reclama la recuperación de prácticas tradicionales a 5 Denominación de las regiones creadas como resultado del modelo de organización político-territorial definido en la Constitución Española de 1978. Reconocidas como NUTS 2 por la Unión Europea. 8 través de las medidas agroambientales con objeto de gestionar la biodiversidad y el paisaje característico de la región mediterránea. C/ Interfaz forestal-ambiental: es la interrelación más difícil, debido a los problemas de entendimiento y de comunicación que existen entre ambas políticas en el ámbito mediterráneo. Sin embargo, las externalidades ecológicas generadas por los montes mediterráneos son uno de los principales beneficios de estos espacios. Los retos que afronta el monte mediterráneo español desde la perspectiva económica y política a principios del siglo XXI pueden resumirse en la necesidad de materializar las estrategias definidas de acuerdo con los principios internaciones de política forestal en nuevos modelos de planificación forestal, adaptados a las demandas sociales actuales y a la especificidad de la región mediterránea. A la vista del análisis y diagnósitico realizados, esos nuevos modelos deben incorporar dos principios básicos: 1) La integracion de la gestión forestal en el marco del desarrollo rural/local: los nuevos modelos de gestión deben rentabilizar y valorizar los espacios forestales, respondiendo a las nuevas demandas e integrando los actuales externalidades en la gestión forestal. 2) La cooperación interregional: los espacios forestales mediterráneos deben asumir y aplicar los principios actuales de política forestal en el contexto Europeo, reforzando la coooperación entre las regiones como oportunidad para favorecer la política y la planificación forestales en el ámbito mediterráneo. No obstante, para hacer todo esto posible, es preciso lograr, en primer lugar, el conocimiento y el reconocimiento de las especificidades forestales de la región mediterránea por parte de la sociedad. El uso público de los montes mediterráneos ha sido a menudo considerado un factor de riesgo, por desencadenar o agravar procesos de degradación en ecosistemas frágiles y vulnerables. Sin embargo, las actividades turístico-recreativas, integradas en una estrategia global de desarrollo rural, pueden ser también una vía de recuperación de estos espacios forestales en crisis desde mediados del siglo XX. El turismo contribuye a la recuperación demográfica y revitalización de 9 las comarcas rurales de interior, a la educación ambiental y a la formación de una conciencia ambiental que valore la necesidad de proteger el medioambiente. 5.CONCLUSIONES El uso público recreativo, educacional y turístico de los ecosistemas forestales mediterráneos constituye actualmente una de las principales funciones de los mismos, integrada además en el nuevo modelo de desarrollo rural impulsado desde la Unión Europea, que pone de relieve la importancia del papel multifuncional de los montes y de la explotación sostenible del sector forestal, la Estrategia Forestal Española se hace eco también del proceso de terciarización que afecta a los montes españoles y reconoce la prioridad que a menudo adquiere la función recreativa sobre cualquier otro tipo de función productiva tradicional. El problema radica en la dificultad de valorar estos usos terciarios de los montes, por no tener la mayoría de ellos precios de mercado. Los métodos de valoración ambiental presentan, en la actualidad, demasiadas incoherencias como para aceptar sus resultados como determinación del valor cuantitativo de las externalidades. Se plantea, por tanto, la necesidad de la planificación e intervención territorial para regular la dinámica de las externalidades positivas producidas por los ecosistemas forestales, ante las limitaciones evidenciadas por los mecanismos de mercado. Entre los retos que debe afrontar la política forestal mediterránea destaca el desarrollo de las funciones paisajística y social de los montes, así como la integración de los espacios forestales en los sistemas y economía rurales. Los montes deben contribuir a la definición de estrategias de desarrollo local mediante su puesta en valor y aprovechamiento. En definitiva, se trata de plantear una política de desarrollo rural con el monte y no a pesar del monte. Además, es necesario superar la etapa de definición de estrategias, iniciada a principios de los años 80, y pasar a la fase de formulación e implementación de políticas, con objetivos realistas que respondan a las actuales dinámicas socioeconómicas y territoriales del ámbito mediterráneo. 10 La profesión de Ingeniero de Montes debe adaptarse a estas nuevas realidades, incluyendo el desarrollo rural y la gestión de las externalidades forestales entre sus actividades laborales, además es necesario un marco político definido y concreto, teniendo en cuenta la complejidad que impone el binomio producción-conservación. El reconocimiento social de la profesión depende de la definición de funciones en el marco político y económico y de la propia responsabilidad de los Ingenieros de Montes. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. 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