Download Pape! del anestesiólogo en el equipo médico quirúrgico
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
RevColAnest VI: 1901978 Pape! del anestesiólogo en el equipo médico quirúrgico Dr. Bernardo Ocampo La anestesia puede ser considerada una de las ramas de la medicina que más ha evolucionado en los últimos tiempos. Esta evolución ha sido más rápida y marcada en nuestro medio donde aún quedan vestigios de lo que fueran las "Técnicas de Anestesia" y todavía quedan en nuestros hospitales (aunque no es su función original) personas no médicos que tuvieran a su cargo la administración de la anestesia. Esta circunstancia ha llevado a que algunos de los cambios que se han suscitado por el avance de la tecnología anestesiológica y de sus ramas afínes o complementarias, no haya tenido una buena acogida por parte del equipo en el cual le ha tocado trabajar. Si bien es cierto que en algunos de los centros médicos, el anestesiólogo es acatado y respetado como persona que administra anestesia y que además se proyecta a otros campos, aún quedan muchos centros e instituciones donde continúa relegado, confinado, a la cabecera del enfermo que anestesia sin función distinta que dormirlo y despertarlo y lo que es más, en algunos hospitales e instituciones, afortunadamente muy pocos, es solo el "director" de un equipo de personas que vigilan al paciente que el ha intubado y va a desintubar. XXIV Asamblea General de la S.C.A. dellín 5-7 agosto 1978 Me- El análisis del papel del anestesiólogo en el equipo quirúrgico y médico moderno puede subdividirse en varios aspectos: 1. Su papel en general, en la práctica médica actual, 2. Su función en la sala de cirugía; 3. Su función en el cuidado intensivo; 4. Su proyección fuera de la sala de cirugía y del quirófano. I. SU PAPEL EN GENERAL, EN LA PRACTICA MEDICA ACTUAL En esta ponencia hay un cambio de nombre al original adjudicado a nuestra sociedad. Hemos introducido el término "equipo médico", además del quirúrgico, en el convencimiento de que el anestesiólogo no está solo confinado a la sala de cirugía en actividades puramente relacionadas con ella. En la medicina institucional de los hospitales universitarios o regionales el manejo del paciente gravemente enfermo, el manejo del equilibrio hídrico, electrolítico y ácido base, el diagnóstico y manejo de la insuficiencia respiratoria de todos los tipos, el manejo de tétanos, de la miastemia gravis, de la septicemia, del schock de cualquier tipo, del trauma en general y de cráneo, de la insuficiencia renal, etc., etc.. ha ido pasando a un equipo de médicos donde el anestesiólogo tiene un papel fundamental que cumplir. El ejercicio de la medicina frente a este tipo de pacientes ha cambiado y la integración de un equipo coordinado se ha demostrado, disminuye la morbilidad y reduce la mortalidad. Ejemplo de ello son el trauma en general y de cráneo y el tétanos, para nombrar solo dos estados patológicos, donde la colaboración multidisciplinaria redunda solo en beneficio del paciente. En todos ellos el anestesiólogo debe estar presente en una posición de privilegio en cuanto al aporte que pueda dar para el tratamiento del paciente, sin contar con su eventual participación en caso de cualquier acto quirúrgico en el cual pondría a su servicio, los conocimientos anestesiológicos. El cambio de nombre de nuestra especialidad y de nuestros servicios, llamándolos "Departamentos de Anestesia y Reanimación" ya habla de la clara tendencia de proyección fuera del quirófano y de la necesidad de su presencia en los equipos médicos. Para responder a quienes nos tachan de sofisticados y de alejarnos de la realidad del país, creemos que la participación del anestesiólogo en hospitales regionales y locales, más pequeños que el universitario y sin "tanta" tecnificación, si es que estos las tienen en los últimos tiempos, se convierte en vital y prioritaria, en el manejo del tipo de pacientes enumerados. Consideramos que en estas regiones su papel es el de líder del equipo de reanimación convirtiéndose en muchas oportunidades en la persona responsable del manejo primario del paciente. Si quisiéramos resaltar aún más nuestro papel en estos estados patológicos, se pudiera decir, que en el medio rural, con las enseñanzas que en el campo de la reanimación reciben los estudiantes cuando pasan por los servicios de anestesia, esta se ha proyectado más allá de la sala de cirugía y a los niveles básicos de atención médica, con el médico general. 2. SU FUNCIÓN EN LA SALA DE CIRUGÍA Se ha reconocido ampliamente que el desarrollo de la cirugía se debe en gran parte a los avances de la anestesiología. Nadie puede negar que en la medida que se tecnifica la anestesia, los cirujanos pueden incursionaren nuevas y más complejas técnicas quirúrgicas. Los progresos de la neurociragía, la cirugía cardiaca, transplantes renales, cirugía ocular, etc., para nombrar solo algunos, son consecuencia del adelanto de la anestesia, entre otros avances de la tecnología moderna. Esto puede demostrarse desde el hospital local hasta el especializado o universitario, donde la práctica de estas disciplinas por el médico general en los primeros o el mayor estudio y preparación del anestesiólogo en los segundos, permite rápidamente la práctica de nuevas técnicas quirúrgicas o el mejor manejo en las cirugías convencionales. Pero sin embargo, es en el quirófano donde más dificultades han surgido en la integración del equipo de trabajo. Al hacer esta afirmación, hay que excluir muchos centros donde existe un ejemplar grupo quirúrgico con la participación del anestesiólogo, pero desafortunadamente existen muchos sitios donde no hay equipo, muchas veces no hay relación y coordinación entre cirujano y anestesiólogo y en algunos, afortunadamente pocos, existe una verdadera "guerra médica" dentro de la sala de cirugía. El desarrollo de la anestesia y la presencia de un médico dedicado o entrenado en anestesia, cambió fundamentalmente el esquema de que el cirujano es quién "manda" en la sala de cirugía. La acción de un anestesiólogo integral, no de una persona más que "duerma y despierte" o como anotábamos atrás, "intube o desintube", tiene que cambiar este esquema de trabajo. 191 El estudio que preparatoriamente, no solo preanestésicamente, hace el médico anestesiólogo; los conocimientos como el "internista de la sala de cirugía"; la observación integral del paciente durante el acto quirúrgico; el cuidado homeostático que debe brindarle al paciente sometido a la agresión anestésico-quirúrgica; el apoyo a la colaboración en el manejo hidroelectrolítico. respiratorio y de nuevo homeostático en general que pueda brindar en el posoperatorio inmediato o tardío, hacen del anestesiólogo una pieza fundamental, indispensable y respetable en el manejo del paciente quirúrgico. Desafortunadamente no todos los cirujanos miran al paciente más allá de su área quirúrgica y el anestesiólogo debe ser el contrapeso de la balanza para una atención integral en la sala de cirugía. No podemos dejar de nombrar dos hechos adicionales en apoyo de nuestra tesis: El primero, el papel psicológico que el médico anestesiólogo moderno pueda cumplir frente al angustiado paciente que será sometido a cirugía; todos podemos recordar cómo muchos pacientes reconocen en el anestesiólogo la persona que alivió su angustia y dio confianza y esperanza a su rápida recuperación. De otra parte, el conocimiento que con el tiempo adquiere el anestesiólogo observador, integrado al acto quirúrgico, de las diferentes técnicas operatorias y por qué no decirlo, de la capacidad de quien opera. No resistimos la tentación de narrar la anécdota del viejo profesor de cirugía a quién le preguntaba, en una reunión social, el joven cirujano, sofisticado y recién especializado en el exterior, que ¿a quién escogería como cirujano en caso de que tuviera que ser intervenido? ; para sorpresa del joven que esperaba lo asignara como su cirujano de cabecera, el profesor respondió: buscaría a mi anestesiólogo de confianza para que él elija el cirujano. Los puntos de vista analizados nos afianzan en nuestra posición de que las cosas han cambiado en la sala de cirugía. No aspiramos a sustituir líderazgos y estamos lejos de coincidir con quienes sostienen que 192 "quien manda en la sala de cirugía es el anestesiólogo". Nuestra posición y nuestra propuesta es la de un equipo quirúrgico integral en el cual cada uno tiene funciones vitales que cumplir, orientados no a los intereses de cada especialidad, sino con los ojos puestos en la única razón de ser de nuestra profesión: EL PACIENTE. Así debemos entender nuestro papel en la sala de cirugía, como pieza de engranaje que debe funcionar coordinadamente. Este papel debe encajar adecuadamente en los esquemas de ampliación de cobertura tales como la cirugía simplificada o ambulatoria, donde no debemos, ni podemos ser sustituidos por personal a nivel intermedio (técnicas), sino más bien ofrecer todo nuestro conocimiento y tecnología para aumentar la eficiencia de la atención médica, una de las metas de la organización de la salud moderna. Desafortunadamente el .esquema enunciado representa el papel ideal del anestesiólogo moderno y la gran aspiración de nuestra especialidad. De estas condiciones a la realidad hay mucha distancia, pero esta debe ser nuestra meta en el futuro, el sentido en el cual nos movemos y la razón de ser de muchas de nuestras accionas a nivel educativo y gremial. El auge económico del anestesiólogo establecido, no tan claro para las nuevas generaciones, y la falta de una preparación integral adecuada, es a nuestro juicio, lo que ha impedido el logro de esta posición ideal del moderno anestesiólogo. Lo primero ha, paradójicamente, demotivado al estudio y mejor preparación y ha llevado a quienes tienen grandes ingresos, a pensar que es suficiente lo que saben para sus aspiraciones económicas, además de no comprometerse en el estudio de temas que son complejos y exigen sacrificio y dedicación. Lo segundo, la falta de entrenamiento en los nuevos campos que competen al anestesiólogo, bien porque su formación se cumplió en la dura lucha del ejercicio profesional cuando no existían programas formales de residencia; o porque estos programas no incluyen la enseñanza de las nuevas tendencias en su plan de estudio. Estas entre otras son las razones para que, la verdad sea dicha, este papel moderno del anestesiólogo en el equipo médico y quirúrgico esté en gestación e implantación. Insistimos en que la acción gremial y educativa debe estar orientada en este sentido. bien a través de la educación continuada y permanente para el anestesiólogo formado o bien en la educación de los programas de entrenamiento a estos objetivos. Con estos propósitos cumpliremos con las responsabilidades que tenemos en la medicina moderna, abriendo nuevos campos de trabajo para quienes hoy se forman en nuestra especialidad y ya comienzan a ver saturadas las salas de cirugía. Para responderle a nuestros críticos por la ampliación de la residencia de anestesia a tres años, estas ideas son la razón fundamental de ello: estamos aspirando a la formación de un anestesiólogo distinto, que no esté confinado a la sala de cirugía, para corregir el error que nuestra especialidad y muchas otras pueden cometer de no mirar más allá de sus límites actuales. Esto tiene mayor vigencia en nuestro medio, donde no podemos quedarnos al margen de las tendencias universales y debemos proyectarnos a las áreas donde nuestros pacientes nos necesitan y donde otros médicos generales y especialistas no buscan acceso. de estas instituciones, también debe implantarse ese cuidado progresivo. En este esquema intrahospitalario, la unidad de Cuidado Intensivo es una necesidad y no una sofisticación. Valga decir, para contestar a los salubristas más críticos, que estos pacientes existen dentro de los hospitales y que su organización en una área especial de cuidado intensivo, no aumenta los costos, sino que los concentra, produciendo una mejor rentabilidad en el concepto dinero/ salud, una disminución de la morbimortalidad, una mejor utilización del escaso recurso humano y una mejor y más racional utilización de cierto tipo de equipos. Reconocida y justificada la existencia de las áreas de cuidado intensivo o cuidados agudos, debe aceptarse el papel preponderante del anestesiólogo en este nuevo equipo médico, una enunciación esquemática del tipo de paciente que llega a este servicio nos da una visión de conjunto de nuestra función en estas áreas: 1. Politraumatízado (trauma de cráneo). 2. Insuficiente Respiratorio: a) por déficit muscular (polio, Guillan Barre), b) por daño pulmonar o torácico (trauma o síndrome de dificultad respiratoria del adulto, c) Enfermedad pulmonar obstructiva o crónica; 3. Comas de todos los tipos; 4. Causas obstétricas (shock séptico, eclam3. PAPEL DEL ANESTESIÓLOGO EN EL sia); CUIDADO INTENSIVO 5. Cuidado coronario o cardiovascular (infarto de miocardio, crisis hipertensiva, Hoy no se puede negar la importancia del síndrome de bajo gasto cardíaco, arritpapel del Cuidado Intensivo en la medicina mias); moderna. El surgimiento de la medicina simplificada, las técnicas de cuidado mínimo y 6. Insuficiencia renal aguda; de la medicina familiar, han ido creando e 7. Cuidado post-quirúrgico inmediato (ciruimpulsando la implantación del "cuidado gía mayor y paciente pobre riesgo quirprogresivo". Si bien el concepto de este rúrgico). sistema de atención médica debe partir de la pequeña comunidad rural pasando por el De esta simplificada e incompleta enuhospital local y regional, para llegar al hos- meración se deduce que el manejo de estos pital universitario y especializado, dentro pacientes debe estar a cargo de un equipo 193 médico-quirúrgico integrado y dentro de él, 4. PROYECCIÓN FUERA DE LA SALA el anestesiólogo debe ser un piñón principal.. DE CIRUGÍA Aquí tampoco, como en la sala de cirugía, debemos "pelíar" un liderazgo, exigiendo más bien la conformación de ese equipo del cual hemos abusado en insistir en esta ponencia. Muchos de los fracasos de las salas de cuidados intensivos en el mundo y en nuestro medio, han sido causa de una lucha entre cirujanos, cardiólogo, internistas y anestesiólogos por una jefatura, que aplicando el principio administrativo de Peter, ha llevado a unos y a otros al "máximo nivel de incompetencia", En esta área, como en ninguna otra, es necesaria la coordinación, la normalización, la disciplina y el orden. En cada equipo surgirá el líder institucional que debe dirigir la unidad, la cual funcionará bien o mal en la medida que sepa conciliar los intereses de todos los especialistas que allí confluyen. La eventual jefatura del anestesiólogo resultará de su preparación y capacidad técnica, a la cual deberá sumar la condición de organizador y administrador que pueda tener, atributos que no son inherentes a su condición de anestesiólogo, sino una cualidad humana que es difícil de inculcar. aunque si posible de modelar. Por estas razones, no reclamamos un liderazgo formal del anestesiólogo en la dirección de las unidades de cuidado intensivo. Proponemos la organización de programas de preparación integral del anestesiólogo que lo capacite técnica y científicamente para cumplir un papel prioritario en el manejo del cuidado intenso y especial; así como la formación de actitudes que frente a especialistas y médicos generales les permitan un trabajo coordinado en equipo que duplique la concepción moderna del nivel primario: "El equipo de salud". Finalmente, que si hay capacidad organizativa y administrativa, y solo si la hay, dirijamos eventualmente la unidad de cuidado intensivo de nuestro hospital. 194 Los aspectos tratados tocan todos con la proyección "extramural" del anestesiólogo fuera de la sala de cirugía. Queremos sin embargo, analizar otros campos que toman cada vez más interés en la medicina actual. y de los cuales el anestesiólogo es el primer actor. a. Manejo del dolor: Apenas se inicia entre los anestesiólogos de nuestro medio el interés por estos temas y por el desarrollo de métodos para el manejo del dolor crónico con la utilización de viejas y nuevas técnicas. En este campo, donde de nuevo cabe la conformación de un equipo (neurocirajano,radioterapeuta, ortopedista y anestesiólogo) nosotros tenemos papel de prioridad con la práctica de las técnicas de bloqueo de conducción nervioso. Los avances electrónicos que sustituyen las ondas dolorosas por impulsos indoloras y las experiencias de la acupuntura, nos abren campos insospechados en el manejo del gran desafío de la enfermedad: EL DOLOR. b. Terapia Respiratoria. Los progresos del conjunto de procedimientos que integran terapia respiratoria tales como oxigenoterapia, respiración controlada, humidificación, inhaloterapia, fisioterapia respiratoria, diagnóstico de la enfermedad pulmonar por pruebas funcionales, etc., apoyados en el gran avance tecnológico de equipo, cada vez más perfectos y más fisiológicos, han dado al médico, al internista y al cirujano un gran apoyo en el tratamiento de sus pacientes. La morbimortalidad respiratoria en todos los campos de la medicina es reconocida por los clínicos como uno de sus principales flajelos. Los análisis estadísticos hospitalarios no implicaban el problema respiratorio como causa primaria de muerte, sin embargo, los patólogos llaman permanentemente la atención de la alta incidencia de neumonías, bronconeumonías, neumonitis de aspiración, pulmones hepatizados (moderno pulmón traumático o.de schock),atelectasia, traqueobronquitis, etc., en las autopsias de los pacientes que mueren por las más diversas causas. Igualmente, se ha reconocido en los problemas respiratorios, la más frecuente causa de morbilidad adquirida intrahospitalariamente y uno de los factores más importantes, sino el mayor, de la prolongación de la permanencia de los pacientes en el hospital. La respuesta médica a este hecho clínico, al que se suma la alta y creciente incidencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fue la terapia respiratoria. El contacto del anestesiólogo con la patología pre y post-operatoria y con el manejo de los respiradores, lo ha convertido en nuestro medio, en el líder del desarrollo de los servicios de tratamiento respiratorio y hoy en día lo que comenzó como un apoyo anestesiológico puro, se ha proyectado a todos los ámbitos del hospital y fuera de él. El conocimiento que naturalmente debe tener quien ejerce la anestesia de la fisiología cardiorespiratoria, lo coloca en excelentes condiciones para mentener este liderazgo el cual engrana perfectamente con el análisis que hemos venido haciendo de su moderna posición dentro y fuera de la sala de cirugía. A esta proyección invitamos a los anestesiólogos colombianos convencidos de que de nuevo en este campo tenemos mucho que ofrecer a los equipos médico-quirúrgico y el paciente. Creemos adicionaimente que estamos en la oportunidad de desarrollar y apoyar la profesión de terapista respiratorio como profesión de estrecha colaboración y de dirección técnica de estos servicios. Con estas anotaciones de lo que consideramos es el anestesiólogo moderno, lo cual puede llevarse a cabo totalmente en nuestro medio colombiano y latinoamericano, esperamos haber cumplido con el compromiso adquirido. Somos concientes de que la anestesia no es más una especialidad subalterna y de que en día tenemos para ofrecer mucho más que el colaborar técnica y científicamente al acto quirúrgico con una buena anestesia. Los directivos de las entidades de salud, que velan más por el prestigio que da un manejo presupuestal adecuado, que rara vez logran, no entienden ni vislumbran esta situación, por esta razón la permanente zozobra en nuestras relaciones institucionales. Además de los problemas que debemos afrontar para mantener el estatus de la anestesia desde el punto de vista científico, se nos suma hoy en día el de defender nuestros derechos, lo que solo se logra con la unión alrededor de metas comunes y de un ideal único: "LA ANESTESIA Y LA REANIMACIÓN". El hombre nada puede sino por el número; no es fuerte sino por la unión Buffon 195