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La Gran Muralla Verde:
¿cómo detener el desierto ?
© IRD / Vincent Simonneaux
E
l desierto corroe las
tierras fértiles en África
subsahariana desde
décadas. Para frenar su
avance, once países
africanos¹ se unen para
edificar una “Gran Muralla
Verde”. Iniciado en 2005,
este extenso proyecto tiene
por objeto repoblar una
banda de 15 km de ancho
sobre 7 000 km de longitud,
de Dakar a Yibuti.
Para optimizar los
resultados de esta pared de
verdor, se movilizó a una
comunidad de expertos
internacionales entre los
cuales se cuenta con
investigadores del IRD.
Objetivos: elegir las
técnicas de revegetalización
y las especies más
adaptadas. En este sentido,
los expertos² ponen de
relieve, entre otras cosas,
un fenómeno natural,
presente en la mayoría de
las especies
vegetales : la simbiosis
entre la planta y un hongo.
Favorecer este proceso
mejoraría en efecto el
crecimiento de las plantas
en los suelos deteriorados y
aumentaría su resistencia a
la sequía. Por otra parte,
entre las distintas especies
que se utilizarán, un árbol
con cualidades notables es
preconizado³: la casuarina o
filao, capaz de fijar el
nitrógeno del aire y de
colonizar así tierras
empobrecidas.
Queda por determinar cómo
integrar este proyecto en un
medio ya explotado y
permitir a los habitantes
obtener sus beneficios.
Ficha 353 - Junio 2010
Los dos tercios del continente africano son hoy en día desérticos o están muy deteriorados. Para eliminar el
fenómeno de desertización, la Gran Muralla Verde será edificada, de Dakar a Yibuti, a lo largo de 7 000 km
de longitud y 15 km de ancho.
En África subsahariana, bajo el efecto de
los cambios climáticos combinados a una
explotación agraria intensa debido a la
presión demográfica, la zona forestal se
reduce. Esta tala implica una degradación
de los suelos y una desertización casi
inexorable. En la actualidad, los dos tercios
de África se han vuelto desérticos o se han
deteriorado mucho.
Detener el desierto
En respuesta a esta plaga, once países
africanos¹ iniciaron desde 2005 un proyecto
de envergadura continental, conducido por
la Unión africana: la Gran Muralla Verde.
Como una línea de resistencia para
enfrentar la progresión del desierto, esta
pared de verdor de 15 km de ancho se
construirá de Dakar a Yibuti, lo que representa 7 000 km de longitud.
Para su ejecución, se creó un Comité de
especialistas en árboles y medios áridos,
entre los cuales se cuenta con científicos
del IRD. Éstos determinarán las técnicas
más apropiadas y elegir las especies más
adaptadas al contexto del África subsahariana (resistencia a la sequía, capacidad
de desarrollarse en suelos carentes de
nutrientes, rehabilitación de la fertilidad,
etc.) con el fin de optimizar los resultados
de las operaciones de repoblación.
Los hongos, aliados de predilección
Para reconquistar las regiones deterioradas, los científicos del IRD y sus contrapartes² recomiendan, en particular, la
explotación de un fenómeno natural,
antiguo de 400 millones de años y presente
hoy en más de un 80% de las especies
vegetales: la asociación entre una planta y
un hongo, llamada la simbiosis micorriza.
El hongo desempeña un papel primordial
para la nutrición hídrica y mineral de la planta
huésped. En efecto, toma y transporta hacia
esta última elementos nutritivos muy poco
móviles en el suelo, principalmente el fósforo.
Dos vías biotecnológicas son posibles: la
introducción en masa de una cepa de
hongo potente (se habla de “micorriza
controlada”) o la utilización de plantas
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des plantes cultivées – DIAPC
(IRD, CIRAD, INRA, Montpellier
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BP 64501
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INRA, Montpellier SupAgro,
université Montpellier 2)
Dirección:
IRD Bel-Air
Route des hydrocarbures
BP 1386
CP 18524 Dakar
Sénégal
Referencia:
El proyecto mayor africano de la
Gran Muralla Verde, Conceptos y
ejecución, coord. científica Profesor
Abdoulaye Dia y Doctor Robin
Duponnois, IRD Ediciones, 2010.
Palabras clave:
Gran Muralla Verde, África,
desertización
RELACIONES
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Para comprender cómo este árbol se
adapta a los suelos con carencia y modifica la arquitectura de su sistema de raíz,
un equipo de investigación³ intentó descifrar los mecanismos moleculares que
controlan la formación y el funcionamiento
de los nódulos de raíz fijadores de nitrógeno. Fue así como caracterizaron uno de
los genes indispensables para la simbiosis
entre el filao y Frankia.
Originario de Australia, el filao se llama
“árbol de hierro”, por la dureza de su
madera. Se emplea en distintas regiones
del mundo para la producción de biomasa
y leña, para la restauración de la fertilidad
de los suelos y para la lucha antierosiva.
Estos trabajos demuestran el interés en
valorizar, en el marco de la Gran Muralla
Verde, la simbiosis micorriza y las especies,
como el filao, adaptada al contexto africano subsahariano. La comunidad de
expertos deberá en adelante establecer las
modalidades de integración de este asombroso proyecto en una zona ya ocupada y
explotada. Para ésto, las técnicas de repoblación preconizadas deben ser compatibles con los usos y prácticas existentes
en los países implicados y las especies
elegidas deben poder ser valorizadas por
las economías locales interesadas.
Redacción DIC – Gaëlle Courcoux
Traducción IRD Perú – Liliana Lalonde
1. Senegal, Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger,
Nigeria, Chad, Sudan, Egipto, Etiopía y Yibuti.
2. Estos trabajos son realizados por investigadores del
Laboratorio de Simbiosis Tropicales y Mediterráneas
(UMR IRD, CIRAD, INRA, Montpellier SupAgro,
Universidad de Montpellier 2) en colaboración con la
Universidad Cadi Ayyad de Marrakech, Marruecos y
de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, Senegal.
3. Dichos trabajos son realizados por investigadores del
UMR Diversidad y Adaptación de las Plantas Cultivadas (IRD, CIRAD, INRA, Montpellier SupAgro,
Universidad de Montpellier 2) en colaboración con
científicos de la Chinese Academy of Forestry en
Guangzhou y del CSIRO Plant Industry de Canberra
en Australia.
Entre las diferentes especies preconizadas en el marco del proyecto de la Gran Muralla Verde, los filaos permitirán
revegetalizar los suelos deteriorados (a la izquierda, al norte de Dakar en Senegal ; a la derecha, en Túnez).
Gaëlle Courcoux, coordinatrice
Délégation à l’information et à la communication
Tél. : +33 (0)4 91 99 94 90 - fax : +33 (0)4 91 99 92 28 - fichesactu@ird.fr
© IRD / Claudine Franche
CONTACTOS:
llamadas facilitadoras, o “nodrizas”, que va
a aumentar el potencial micorrizano del
suelo. Los investigadores en efecto
pusieron de manifiesto, en estudios conducidos en Senegal y en Marruecos, que
estas prácticas mejoran el crecimiento de
las plantas en los suelos privados de
nutrientes y en medio árido: disminución
de la mortalidad de las plantas jóvenes,
crecimiento en talla significativamente más
elevada, mejor crecimiento de la raíz, utilización de los recursos en agua optimizada
y consecuentemente una mejor resistencia
al estrés hídrico. Existen actualmente muy
pocos estudios sobre estas biotecnologías
en condiciones reales, en particular en las
regiones áridas y semiáridas.
La casuarina, un árbol especialmente
bien adaptado
Otro objetivo: las plantas seleccionadas
para la Gran Muralla Verde, locales o
importadas, deben ser capaces de adaptarse al medio africano subsahariano y
poseer cualidades ecológicas apropiadas
para la lucha contra la desertización. Entre
las especies que se utilizarán, los expertos³
preconizan, en particular, el árbol tropical
Casuarina, más conocida bajo el nombre
de filao. Este último en efecto adquirió
durante su evolución cualidades notables
que le permiten atenuar las carencias de
los suelos deteriorados y de revegetalizarlos: es un árbol llamado pionero, es
decir, capaz de colonizar suelos muy
pobres en elementos minerales. Debe esta
facultad excepcional a una asociación
simbiótica con una bacteria, llamada
Frankia, contenida en el suelo. Ésta ofrece
al árbol la capacidad única de fijar el nitrógeno del aire, cuando este elemento esencial falta en el suelo. Por eso, la bacteria
forma sobre las raíces del filao órganos
especializados, llamados nódulos, capaces
de transformar el nitrógeno atmosférico en
amonio, directamente asimilable por la
planta.
© IRD / Nathalie Diagne
Ficha 353 - Junio 2010
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